Sigamos en contacto

Nota

¿De quién es la batalla por la Ley de Medios?

Publicada

el

La audiencia en la Corte Suprema sobre los 2 artículos de la Ley de Servicios Audiovisuales que obligan al Grupo Clarín a achicar su dominio de la comunicación puso en escena hoy 5 argumentos a favor y 5 en contra. Bajo la forma de amicus curae – del latín “amigo de la Corte”, un recurso legal que le permite a organizaciones a presentarse en este tipo de instancias- cada bando defendió su posición bajo un mismo lema: la libertad de expresión. Para los amigos del Grupo Clarín se trata de un derecho asociado a la propiedad de la empresa mediática. Para las organizaciones de derechos humanos, académicas y cooperativas, un derecho de la sociedad. Ese es el motor que impulsó la sanción de esta ley y que hoy está en cuestión, especialmente si del otro lado del ring solo se presenta como contrincante a un gobierno, con el telón de fondo de un proceso electoral.
¿De quién es la batalla por la Ley de Medios?
Martín Sivak, autor del libro Clarín, el gran diario argentino, -que reconstruye minuciosamente la historia del grupo que justamente hoy cumplió 68 años- lo sintetiza de la siguiente manera: “La ley se debilita porque hasta ahora no la cumple ni el Grupo Clarín ni el Gobierno. Es una ley que necesita del disenso para existir, porque exactamente eso fomenta cuando sostiene que su base es la democratización de la comunicación. Y en la medida en que los dos bandos busquen el control de la comunicación, la ley pierde no solo su fuerza, sino su sentido”. lavaca invitó a Sivak a compartir esta jornada que mostró en la calle un hecho excepcional: tres canales de televisión (la tevé pública, el Canal 26 y el bonaerense Qum) instalaron en la plaza Tribunales escenográficos estudios a cielo abierto, donde entrevistaban a expertos y opinólogos. Desde un gran escenario se leían las adhesiones, más numerosas que el público que asistió, escaso si se tiene en cuenta que en 2009 esta ley motivó movilizaciones de cientos de miles de personas.
Este jueves sube a escena el segundo round, desde las 10.
¿De quién es la batalla por la Ley de Medios?

A escena

La audiencia de este miércoles se llamó “Audiencia pública Corte Suprema: Grupo Clarín S.A. y otros c/ Poder Ejecutivo Nacional y otros/acción meramente declarativa”. Transcurrió en la Sala de Audiencias del palacio de Tribunales. Los primeros en llegar fueron Martín Sabatella, presidente del Directorio de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA)y Damián Cassino, abogado del Grupo Clarín.
25 cámaras de televisión y casi 100 periodistas cubrieron la audiencia. Los medios comerciales la televisaron parcialmente y el Centro de Información Jurídica lo hizo en vivo.
El titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti, dio comienzo a la sesión a las 10.03: da la bienvenida, explica el sentido de esta audiencia informativa y la declara de “valor de trascendencia institucional”. Cuenta la secuencia de estas dos jornadas previas al fallo: hoy declararán los amicus, no todos ya que otros harán su presentación únicamente por escrito; luego, hoy también, expondrá su opinión la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó; y por último, luego de un cuarto intermedio hasta mañana, declararán las partes: el Grupo Clarín y el Ejecutivo Nacional.
¿De quién es la batalla por la Ley de Medios?

Decisión política y paradigmática

Cada representante dispuso de 15 minutos para exponer sobre los puntos que están en controversia: el límite a la cantidad de licencias, la posición dominante en el mercado de la TV paga y, fundamentalmente, la cláusula de desinversión, frenada judicialmente por una medida cautelar que presentó el Gupo Clarín.
El primero en exponer es el representante del Observatorio Iberoamericano de la Democracia, Asdrubai Aguiar Aranguren. Algunos de sus argumentos:

  • “No se puede impedir el crecimiento y desarrollo de los medios”
  • “La ley no afecta a los medios ya existentes”
  • “Rodarán cabezas de víctimas que denuncian”
  • Plantea que la Ley N° 26522 responde a una “tendencia en la región” que busca el “restablecimiento de la hegemonía comunicacional del Estado.

¿De quién es la batalla por la Ley de Medios?
Luego es el turno del abogado Beinusz Szmukler, de la Asociación Argentina de Juristas. -Comienza relatando brevemente la historia del irlandés Sean MacBride, ganador del premio Nobel de la Paz, que dice olvidado por los medios, justamente. Cita un informe elaborado por una comisión de la UNESCO que MacBride presidía acerca de las comunicaciones en las sociedades modernas llamado “Voces múltiples, un solo mundo”: https://unesdoc.unesco.org/images/0004/000400/040066sb.pdf
Szmukler calificó de “vergonzosa e injustificada la demora” de la aplicación de la ley y se refierió al Grupo Clarín como “un monopolio informativo integrado a la red mundial de desinformación”. Plantea que “ningún artículo debe verse aisladamente” y agrega que es “difícil que los jueces sean imparciales”, porque “han de tomar una decisión política que, en este caso, será paradigmática”.

¿De quién es la batalla por la Ley de Medios?

Damián Loretti y Horacio Verbitsky, dos de los expositores a favor de la Ley


Luego fue el turno de los amigos del Grupo Clarín. Eduardo Oteiza, representante de la Organización de Empresas de Televisión Pagada para Iberoamérica, con sede en Panamá, y profesor de Derecho Procesal en la Universidad Nacional de La Plata, hizo eje en la legislación norteamericana que declara inconstitucional la limitación de licencias y privilegia el juego regulatorio del libre mercado.
Oteiza comenzó por presentar la institución que representa: fundada en 1992, se erige “en defensa de la libertad de expresión y en defensa de la actividad empresarial”, que él plantea como un “conjunto”. Otros ejes:

  • Declaró la importancia de la actividad empresarial para “el desarrollo de la industria de los Estados Unidos” y apeló a ese país para observar los “regímenes jurídicos”.
  • Citó una serie de casos del país norteamericano que, dijo, sientan un antecedente jurídico para pensar la constitucionalidad de los artículos de la Ley en cuestión: Time Warner, ComcasTV FCC y Fox Television.
  • Recurrió a unas placas emitidas en las pantallas de transmisión de la sala para ordenar su exposición y resaltar los puntos gruesos de sus argumentos; será el único orador que utilice este método.

Libertad de expresión liberal o democrática

El rector de la Universidad Nacional de San Martín, Carlos Ruta, planteó la necesidad de un Estado que “limite los derechos corporativos en beneficio del interés general”. Advirtió: “Está en juego la democracia institucional: la propiedad se devora a la libertad y el mercado al Estado”.
Los amigos del Grupo Clarín, Luis Pardo y Carlos Laplacette, de Adepa, sostuvieron que la ley constituye “un grave retroceso para la sociedad” . Sus credenciales y argumentos:

  • Dicen representar a 17 mil radios y tevé privadas y defender la “libertad de expresión y comunicación privada independiente”.
  • El primer orador se presentó como propietario de una radio de Chile.
  • Aseguró que la Ley es un “grave retroceso de la libertad” y que “viola la Constitución argentina y americana”.
  • Tuvo un fallido. Dice: “sin esa economía” y corrige al instante… “autonomía”.
  • Asegura: “Multitud de medios no es pluralidad”.
  • “Los medios precarios quedan expuestos a la influencia del Estado”.

Representando a la Universidad Nacional de Lanús, Víctor Abramovich, afirmó que el Estado “tiene el deber de intervenir para transformar estructuras que silencian a sectores de la población”. Contundente, Abramovich:

  • Habló de una “visión contrapuesta sobre qué entendemos por libertad de expresión” entre las partes intervinientes en la audiencia: la liberal individual frente a la democrática.
  • Respondió a los anteriores oradores que insistían en la idea de los artículos que demandan la desinversión como una “restricción”, orientando la interpretación como una “garantía de libertad”.
  • Otro concepto clave que refutó: “Están confundiendo sustentabilidad de un medio con rentabilidad. Es obvio que una ley antimonopólica saca rentabilidad.”

El sociólogo Eliseo Verón, representante del Comité del Consumidor (Codelco) y amigo del Grupo Clarín, consideró que la norma “ya era obsoleta el día en que salió publicada en el Boletín Oficial” porque no preveía la “revolución generada por Internet”. Por la misma organización expuso su abogado, Andrés Gil Domínguez, quien dramatizó: “Sin televisión por cable va a suceder que aquellos que tienen Internet por cable no van a tener Internet”. Por último señaló que hay existe “discriminación a las nacionalidades” porque la Ley no contempla pliegos para ciudadanos extranjeros.

De la criminalización a la ley

Sin leer y con la convicción que le da una trayectoria de batallas legales para legitimar las FM comunitarias de su provincia, Córdoba, el doctor Miguel Julio Rodriguez Villafañe cosechó el primer aplauso de la jornada. Rodriguez Villafañe fue autor de la primera demanda que llegó a la Corte en contra de la antigua Ley de Radiodifusión, en momentos en que la comunicación comunitaria era penalmente criminalizada. Ya en 2003 entrevistado por lavaca comentaba al respecto: “En el interior hemos sufrido mucho más que en Buenos Aires el proceso de concentración de los medios. Acá se han comprado los canales y solo han puesto un electricista que lo único que hace es prender la luz y apagarla. La lucha no es sólo por la verdad y la información sino por abrir espacios alternativos”. En esta jornada recordó que “durante 29 años estuvimos marginados” y que recién con la sanción de la Ley de Servicios Audiovisuales “pudimos recuperar nuestra voz”. Algunos puntos de la exposición de Rodriguez Villafañe:

  • “Gobernadores e intendentes no dejan crecer la democracia local”
  • Citó casos concretos de Zapala, Neuquén, Cañuelas, Tres Arroyos, Córdoba en los cuales las cooperativas debieron hacer frente al vasallaje del multimedio.
  • “Cuando el cooperativismo podía hacerle competencia, se lo marginó”.
  • Señaló que este debate se da “Es un momento en que un país está arrodillado ante la justicia de otro país”.

La sorpresa fue la breve exposición del periodista Horacio Vertbisky, quien dedicó unas pocas palabras a criticar el aspecto formal de la audiencia, tras lo cual dejó el estrado al abogado Damián Loretti, quien en representación del Cels, desarrolló los antecedentes internacionales que avalan las limitaciones a los monopolios mediáticos en defensa de la calidad y fortaleza de la vida democrática. El informe completo del Cels presentado por Loretti se puede leer en: https://www.cels.org.ar/comunicacion/?info=detalleDoc&ids=4&lang=es&ss=46&idc=1661

Cuestión de tamaño

La licenciada Cinthia Ottaviano, de la Defensoría del Público, primera mujer en exponer, señaló:

  • “Ya se acabó la etapa del empresario que bajaba la información, también la del periodista que media entre la realidad y la gente. Estamos en la etapa universalista donde somos ciudadanos comunicacionales”.
  • Citó casos particulares en los que Cablevisión se fue comiendo a medios regionales.
  • Hizo foco en la cantidad de señales bajo un mismo licenciatario, no sólo como dueños.
  • Dijo: “En otros países sería ilegal” el accionar de Clarín. Y agregó: “En este también, según los legisladores que ya votaron la Ley y la manifestación popular: los que no entraron hoy acá”
  • “Si está ley aún no está vigente es sólo por las medidas cautelares que presentó el Grupo Clarín y que el Poder Judicial avaló” Preguntó: “¿Por cuánto tiempo más?” Respondió: “Es decisión de esta Corte avanzar o retroceder 30 años”.

El último amigo elegido por el Grupo Clarín para exponer fue el abogado Lucas Grossman, quien pronunció la frase más polémica: “El tamaño es importante”. Aludía así a la relación entre la calidad del servicio informativo y el tamaño de la empresa. “Hay actividades que requieren mayor escala”, aseguró. No hizo referencia a la drástica caída de ventas que protagoniza el diario Clarín en la última década y sin tregua. Grossman fue el único que utilizó la palabra “expropiación” para referir a la desinversión exigida por esta ley.
La última en exponer fue la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbo. Primero recorrió todos los rubros en los que el Grupo Clarín tiene licencias o simplemente negocios: “Ninguna de las actividades ha sido restringida”.Luego planteó que la estrategia del Grupo Clarín es desviar los debates a través de “falacias”:

  1. La primera falacia es plantear este debate como una pelea Gobierno vs una empresa: “se minimiza así el consenso social” y que “está en juego la libertad de información y expresión”.
  2. La segunda falacia es presentar la regulación de medios como un avasallamiento a una empresa privada: “No es así: estamos en el ámbito del Derecho Público”.

Gils Garbó puso el dedo en la llega al mencionar el caso de Papel Prensa como “piedra angular”: el huevo de esta serpiente.
Por último dijo a los jueces: “Solicito que dicten un fallo histórico”.

La voz de AReCIA

Entre todas las voces que este proceso obligó a pronunciar, rescatamos la de la Asociación de Revistas Culturales de Argentina (AReCIA) de la cual somos fundadores y parte:
“La sociedad argentina ya debatió qué comunicación quiere: democrática y dispuesta a defender los intereses de la sociedad. Las revistas culturales independientes exigimos que la justicia, el Estado y las y los legisladores cumplan su rol y trabajen para construir las herramientas necesarias para garantizar que la comunicación nunca más sea un negocio ni un privilegio. Por el pleno cumplimiento de la Ley de Servicios Audiovisuales. Por la pronta sanción de una ley de Fomento de Revistas Culturales Independientes gráficas y de Internet. Por una comunicación social democrática y plural.”
Que así sea sigue siendo hoy una batalla.
Y es la nuestra.

 

Nota

Memoria, verdad, justicia y Norita

Publicada

el

Partidaria de los besos y los abrazos, reivindica la sonrisa como principal bandera de lucha. Cumplió 94 años este 22 de marzo y hace siempre que puede la ronda de Madres de Plaza de Mayo, hoy ya en silla de ruedas. Vida, obra y endorfinas de una mujer que ha acompañado a fábricas recuperadas, pueblos originarios, comunidades afectadas por el extractivismo, jóvenes y mujeres en situaciones de violencia, todo como una continuidad en la defensa de los derechos humanos. El clítoris, el cannabis y las autodefiniciones. Esperando el 24 de marzo, compartimos esta nota y retrato, publicada originalmente en la revista MU 138 (2019, todavía tiempos macristas). El movimiento, la calle, y lo que ella piensa (y hace) frente a la historia y los futuros posibles.

Texto: Sergio Ciancaglini

Nora revisa su cartera en la que lleva el pañuelo blanco, el verde, crema de cannabis medicinal, una lata de sardinas y la agenda en la que anota sus hiperactividades cotidianas, entre otros secretos. Está también su DNI: 0.019.538. Ríe: “Fui de las primeras en la cola para sacarlo. El otro día, por un trámite, los empleados de un banco me dijeron que la máquina no podía interpretar un número tan bajo”.
Estamos en la sede de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora. Envolvemos las masitas que no alcanzamos a engullir y que se incorporan a la cartera de Nora para llevárselas a una amiga. Luego guarda un par de carpetas, limpia la mesa de papelitos y me pide que cierre las persianas y puertas del balcón que da sobre Piedras al 100, Buenos Aires. Ya tiene el llavero en la mano esta señora que no puede ser interpretada por las máquinas. Chequea que esté todo ordenado. Empieza a apagar las luces que iluminan salones, oficinas y paredes atiborradas de recuerdos de las Madres, homenajes, reconocimientos, diplomas y tres imágenes: Azucena De Vincenti, Mary Bianco y Esther Careaga: sus apellidos de casadas pero sobre todo, el de sus hijos e hijas. Fueron las madres secuestradas en diciembre de 1977 en un operativo organizado por la ESMA, que culminó con 12 desapariciones incluyendo a dos religiosas francesas.

Memoria, verdad, justicia y Norita

El saludo de Nora en una de las marchas actuales, con la foto de su hijo, la bandera de los 30.000 detenidos-desaparecidos, y el acompañamiento de una nueva generación.


Nora se pone el ponchito de barracán, agarra la cartera, el bastón, y cumple con el rito según el cual el último –la última- apaga la luz. Y cierra la puerta con llave.
La escena podría parecer un tanto melancólica, pero es al revés.
Al cerrar esa puerta, da media vuelta y abre un mundo.
Nora se transforma en Norita, que en lugar de ser un diminutivo resulta un aumentativo, una clave, un código de acción.
Sale Nora de Madres y entra Norita a la calle, las plazas, las ciudades, los pueblos, las rutas, las fábricas, la naturaleza, los conflictos.
Entra a sus verdaderos lugares de acción: lo público, los espacios donde ocurren las cosas, o donde las cosas se manifiestan escapando de los encierros y del silencio.
Lo mismo sucede cada vez que sale de su casa en Castelar, llena de muñecas, libros, plantas y recuerdos, se toma un micro hasta la estación (evita los taxis y es ajena a las aplicaciones uberísticas), luego el tren Sarmiento, luego el subte A o lo que haya que abordar para ir a donde quiere ir.
Su estrategia consiste en intentar estar donde haya injusticias, violencias, crímenes, abusos, discriminaciones, psicopatías estatales o privadas y otras desventuras nacionales que son del orden de lo clásico: nunca pasan de moda.
Logra materializar ese acompañamiento con una eficiencia casi incomprensible. Ana María Careaga (desaparecida a los 16 años estando embarazada e hija de aquella madre secuestrada en la iglesia) cuenta que una vez le dijeron al sacerdote pasionista Carlos Sarracini que Nora parece Dios, porque está en todas partes. El cura no se mosqueó con la comparación y subió la apuesta: “Sí, pero a Nora se la ve”.
“Cuando dicen esas cosas me estremecen –corcovea Nora–, me da un poco de vergüenza. Siento que son como abrazos para darme fuerza, pero no me generan soberbia ni nada. Lo que digo es sencillo. Si no es para pelear contra la injusticia, los organismos de derechos humanos, ¿para qué estamos?”.

Memoria, verdad, justicia y Norita

Sobre la magia y el clítoris

Plaza de Mayo, jueves, 15.30.
Las Madres están partidas desde 1986, pero allí están. Girando siempre en sentido inverso al de las agujas del reloj, como para recuperar el tiempo perdido por tanta muerte, cada uno de los dos grupos (Asociación y Línea Fundadora) en el extremo opuesto de ese círculo alrededor de la Pirámide de Mayo que culmina con una estatua que representa a la Libertad. La libertad está inmóvil, mientras la memoria, la verdad y la justicia rondan alrededor.
Bajo una placa descansan las cenizas de Azucena Villaflor de De Vincenti, quien junto a las otras dos madres desaparecidas fue arrojada viva por los militares desde un avión al mar. La marea luego devolvió los cuerpos a la costa de Santa Teresita en enero de 1978.
En Línea Fundadora la única madre que ronda hoy -y sin bastón- es Nora, acompañada por unas 80 personas. El grupo crece de golpe porque se agregan como un borbotón unos 40 guardapolvos blancos de chicas y chicos de una primaria de Lugano que la rodean y marchan junto a ella con la bandera en la que se lee “30.000 detenidos desaparecidos. ¡Presentes!”.
Llora y ríe Norita porque al ver a los chicos se le agitaron la emoción y la alegría, lloran también las maestras y varios que disimulan. Los chicos la miran asombrados. Tres vueltas más tarde, ella se acerca a un micrófono con parlante. Este jueves habla de:
La impunidad estatal y judicial alrededor del atentado a la AMIA.
El proyecto de “servicio cívico voluntario” de Gendarmería para niños (editorializa diciendo: “Qué bestias”).
Recuerda junto a Beverly Keene, de Diálogo 2000, que la solitaria Madre de Ledesma (Jujuy) Olga Arédez, denunció en 2001 la creación de una policía infantil (niños uniformados que eran instruidos con armas de juguete). Y que en 2012 el gobierno de Cristina Kirchner ordenó cerrar 74 cuerpos de Gendarmes Infantiles en 17 provincias, que reunían a más de 6.879 niños.
De paso mencionan que Olga –que reclamó toda la vida por las desapariciones ocurridas durante el apagón en Libertador General San Martín- murió en 2005 por la contaminación de bagazo producida por Ingenio Ledesma. “Para abaratar costos no ponían los filtros en las chimeneas, y eso la intoxicó”, explica Nora.

Memoria, verdad, justicia y Norita


Denuncia cómo le prohibieron a su compañera de Madres LF, Vera Jarach, quien además es sobreviviente del Holocausto, dar una charla en el Colegio Nacional de San Isidro (“a lo mejor prefieren que vayan los de Gendarmería a dar clases de derechos humanos”).
Habla sobre una de sus obsesiones, el Hospital Posadas y la situación de sus trabajadores y pacientes (“el Estado achica y achica, es lo único que hace: hay que ir a acompañarlos”).
Informa que trabajadores de la textil Sport Tech, que estuvieron en la ronda y ocuparon durante dos años la fábrica quebrada en defensa de sus puestos de trabajo fueron autorizados como cooperativa, por el juez Horacio Robledo, a hacerse cargo de la empresa.
Presenta a gremialistas de Fabricaciones Militares (“no les tengan miedo, nada que ver con los milicos, son divinos”) movilizados contra los despidos y el achicamiento.
Recibe a Sergio Martínez, uno de los fundadores de El Algarrobo, asamblea de Andalgalá que con su movilización logró frenar la instalación del proyecto megaminero a cielo abierto Agua Rica. Sergio cuenta: “Hace poco cumplimos 500 marchas, cada sábado, reivindicando los derechos humanos, territoriales, a la salud y a la vida”.
Anticipa Norita el lanzamiento de una campaña para denunciar la deuda externa (y eterna) “porque hay gente que se queja en la verdulería, pero no entiende que lo que le pasa es consecuencia de que se están llevando los dólares y las riquezas, y cada dólar se paga con hambre en nuestro país”.

Memoria, verdad, justicia y Norita


Repudia por enésima vez la ilegal detención de Milagro Sala desde enero de 2016 (“no le encuentran nada y la someten a tortura psicológica las 24 horas del día”).
El tono de Nora es tan serio como lo sugieren los temas de los que está hablando; dice que el gobierno es “negacionista, inmoral y ladrón”, y oscila entre esas definiciones y el relato de lo que está sintiendo. “Hoy no hay buenas noticias para dar”, le dice a la gente que la escucha. “La buena noticia fueron esos chiquitos que vinieron de Lugano”.
Agrega: “No nos volvamos locos. Cada día me acuesto pensando ¿qué mal van a hacernos mañana? Es como que con cada acción, con cada decisión, quieren humillar. No lo logran, porque nos tienen que resbalar las cosas que dicen y hacen”.
La mujer y la gente se miran. “Siento que esta Plaza es mágica. Me siento feliz aquí. Me da pudor decirlo, con tantos desastres que pasan, pero es lo que siento viendo que tantas personas vienen, se encuentran, se abrazan, se reconocen”.
En ese momento repite tres veces: “30.000 detenidos desaparecidos y desaparecidas” y todos contestan “¡Presente!”. Y luego: “Ahora y siempre”. Nora, separando bien las sílabas, pronuncia tres veces la siguiente palabra: “Ven-ce-re-mos”.
Caminando hacia su bar favorito sobre Avenida de Mayo, para tomar un café que es parte del ritual de los jueves, quiere decirme algo sobre la magia, pero la detiene un grupo de chicas para saludarla y un joven, uniendo las palmas de las manos, pronuncia: “Gracias por existir”. Dice ella que jamás la cuestionaron ni la increparon por la calle. “Una sola vez, en una marcha por Cromañón, había un tipo muy borracho que me dijo de todo. Pero me había confundido con Estela de Carlotto. Que nos confundiera ya te muestra lo borracho que estaba”.
Otro grupo la reconoce, la saluda y le pide fotos. En los últimos tiempos cuando está en confianza Nora propone sonreír a la cámara diciendo “clítoris” en lugar de “whisky”.
Sigue la caminata y ella no pierde el hilo de lo que quería contar: “La magia no nace porque sí. La tenés que crear con tu espíritu. El espíritu de ver el lado bueno de la vida. Si no hacés magia con lo que te pasa, es imposible sentir que lo que hacés está bien, que te genera alegría. Sentir que no estás entre los mafiosos”.

Memoria, verdad, justicia y Norita

Comerse un pasaje

La primera vez de las Madres en Plaza de Mayo fue el sábado 30 de abril de 1977. El 15 había desaparecido Gustavo Cortiñas, el hijo mayor de Nora, secuestrado en la estación Castelar cuando iba a tomar el tren a las 8.45 rumbo a su trabajo en la Comisión de Valores. Militaba en la Juventud Peronista. Flaco, sonriente, bigote setentista, pelo largo.
En la casa de Nora hay una foto en la que se lo ve mirando a los chicos de la Villa 31, en la que militó con el padre Carlos Mugica. “Tiene un gesto que me parece dolorido y comprometido con lo que está viendo. Pero fijate los chiquitos, son iguales a los que ves hoy en las villas”. Se queda pensando: “Nuestros hijos luchaban por la justicia social. Pero hoy la brecha entre ricos y pobres es todavía mayor que cuando se tomó esta foto”.
Para esa mujer que había tenido que amoldarse al rol de ama de casa y profesora de alta costura, la desaparición del hijo representó el fin de muchas cosas. “Fue dejar la casa y salir a buscarlo. Y fue para todas igual. Mujeres comunes que no éramos de la academia, ni de los grupos de pensamiento. Pero hoy entiendo que ahí ya fuimos feministas. Ahí empezamos a romper”.
Aquel sábado inicial había pocos paseantes en Plaza de Mayo. Y 14 mujeres. Azucena propuso entonces ir los viernes. Nora, mientras tanto, buscaba en comisarías, en juzgados, hasta que empezó a ver a otras mujeres haciendo lo mismo, marcadas por la misma desesperación, que le contaron de las reuniones en la Plaza. Nora se sumó a la tercera. “Una madre muy católica y muy supersticiosa dijo que el viernes era mala suerte, día de brujas. Otra dijo que los lunes era día de lavar y limpiar. Quedó el jueves”. Acordaron las 15.30, salida de los bancos, el mayor tránsito de público en la zona. Las Madres nacieron para no ser parte de otros organismos ni partidos políticos. No tenían oficina: la crearon en la Plaza, sin techo ni puertas ni ventanas, para verse, intercambiar información, y hacerse ver. La policía dijo “circulen”, y jamás dejaron de hacerlo. En octubre de ese 1977 nacerían los pañuelos blancos, como modo de reconocerse entre la multitud durante una marcha a Luján: en realidad eran los pañales de tela (no existían los descartables) que guardaban para sus nietos, convertidos en un símbolo histórico de los derechos humanos.
Relata Nora que los varones y esposos no intervenían porque el horario era de trabajo. “Pasaba otra cosa. Al ver a los milicos algunos padres decían ‘yo le dije a mi hijo que no se metiera’ y cosas así. Entonces eso no servía. Las madres no hacíamos esas cosas”. Confrontaban. El lugar común indica que el dolor enceguece, pero Nora es de las que piensan distinto: “El dolor nos hizo ver. Nos fortaleció, y nos ayudó a ser claras”.
Empezó a entender algunas charlas que había tenido con su hijo: “Una vez me dijo: ‘¿Sabés que te pasa, mamá? Te falta calle’. Aprendí, ahora me pasé de calle” reconoce. “Más que en los libros, la concientización está en la calle. Esto significa moverse siempre. Y no pensar dos veces”.
Recuerda que fue varias veces presa con las Madres. “Una vez, los policías pararon un micro, bajaron a toda la gente y nos llevaron. En la comisaría teníamos dos variantes: pagar 30 centavos, o pasar 5 días de cárcel por escándalo en la vía pública. Había madres que decían “métanme presa, así me llevan con mi hijo”. Pero los tipos querían que pagásemos. Cuando me tocó, le di 60 centavos. ‘No señora, le dije 30’ me dijo, y le contesté: cóbrese lo de la semana que viene”.
Otra de esas detenciones ocurrió un día antes de un viaje que Nora debía hacer a Brasil con la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, María Isabel Chicha Mariani. “Esa vez nos llevaban en patrulleros. Abrí la puerta y me quise tirar, pero el policía me agarró. Si no, me mataba; era la desesperación por escaparme. De golpe me di cuenta de que tenía el pasaje a Brasil. Yo creía que era algo clandestino, que si descubrían eso no sé qué iba a pasar y entonces lo agarré, lo fui rompiendo en pedacitos, y me lo comí”. El viaje finalmente se hizo, en plena digestión del pasaje, con Nora y Chicha intentando denunciar lo que se vivía y se moría en el país.
Moverse, salir, romper, confrontar, escandalizar, chocaba con la noción de familia tradicional y hogareña, y con su marido Carlos. “Los viajes, las marchas, las búsquedas. Y él tenía una cosa de celos. Hubo algunas veces que pensamos separarnos. Murió en 1994. Creo que no hubiera soportado todo lo que hago ahora. Pero bueno: la desaparición de Gustavo había sido un cambio total. Me largué a hacer lo que tenía que hacer. Y eso fue no volver atrás nunca más”.

Del Mundial al cannabis

Nora recuerda que usaban la parte del Café Tortoni que da a Rivadavia, durante el Mundial 78, para encontrarse con jugadores (“creo que eran holandeses, no recuerdo los nombres”) y periodistas extranjeros. O lo que vivió su querida Mirta Baravalle: “El marido estaba muy mal con la desaparición de la hija (Ana) y no podía creer que parecía que no pasaba nada mientras en el país había desaparecidos. El día de la final que ganó Argentina, después del partido se puso peor y se murió de un infarto mientras todo el mundo seguía festejando”.
Las Madres son un símbolo de muchas cosas, empezando por la valentía. Resulta casi de ficción imaginarlas plantadas en la Plaza frente a la Casa Rosada tomada por Videla & afines, infiltradas por Astiz y la ESMA, ignoradas y silenciadas, o en el mejor de los casos tratadas como “madres locas” por los diarios que se atrevían a mencionarlas. Nora agregó algo a su currículum disruptivo: en 1978 fue hasta la Mansión Seré, centro clandestino de detención y torturas, simulando ser una interesada en comprar el lugar para instalar un hogar de ancianos.
“No era que buscaba a mi hijo ahí, pero sabía que había gente. Entré al predio y hablaba en voz alta. No sé qué quería: hacer ruido. Que si había alguien supiera que había gente afuera. Un milico dijo ‘despachen a la señora’ pero yo seguía diciendo que me mandaban de la Municipalidad o cualquier cosa, y vi una canilla con manguera al lado de una ventanita que se ve que daba a un sótano, donde estaban los desaparecidos. Cuando se recuperó como Centro de Memoria, contaron que me habían escuchado, sin saber quién era”.
El alegre caos que es cada conversación con Nora, ahora en su casa, cambia de rumbo porque va a preparar café. Desde que cumplió 82 años le divierte decir que es mínima, vital y móvil.
Mínima: nunca escondió la edad, pero se niega a revelar cuánto mide. “Ni a mis nietos se los digo”. En el jardín hay una pequeña piscina de dos metros de largo y uno de profundidad. Nora guiña un ojo: “Me meto con salvavidas”.
Vital: parece inagotable, aunque no lo es. Sufrió hace dos años un ínfimo ACV. “Hablé dos horas después de eso en un acto, y parada. Ni yo lo puedo creer. Pero es un compromiso con nuestros hijos y nuestras hijas. No es un sacrificio para nada. Cada día es estar donde hay una injusticia”.
Móvil: sus idas y vueltas a Castelar en micros, trenes y subtes son una especie de gesta cotidiana en la cual la casi nonagenaria dama va a veces arrastrada por la multitud. “El otro día bajaba del tren. En el medio del gentío un chico que iba a subir me vio, tenía un chocolate, me dijo ‘gracias por todo lo que hacés’, me lo dio y subió. Me quedé en el andén con el chocolate llorando de emoción. Ni sé el nombre. Solo sé que era un chico del oeste”.
Hace dos años un golpe en el empeine le repercutió en un fuerte dolor de rodilla, y los médicos le dijeron algo fantasmal: tenía que dejar de marchar. Problema de meniscos. “Te imaginás, yo lo que tengo son menisquitos”. Por eso fue al debate en el Senado sobre el aborto seguro legal y gratuito en silla de ruedas. La actual vicepresidenta Gabriela Michetti la saludó educadamente al verla, y más tarde ordenó que le prohibieran el ingreso al recinto, por lo que Nora vio el debate por televisión en el despacho de Pino Solanas.
“El año pasado me regalaron la crema de cannabis y me la empecé a poner en la pierna. De a poquito, te diría que en un mes o dos, dejó de dolerme totalmente, y pude volver a caminar con bastón primero, y cada vez mejor”. Del pronóstico de inmovilidad Nora pasó a abandonar la silla de ruedas, el bastón parece cada vez más un adorno, y no deja de estar en todas partes. “Ahora en vez de bombones me regalan cannabis”. En el jardín, además de la santa rita, las azaleas y los potus, crecen dos robustas plantas de marihuana.

Feminismo, grieta y hambre

Tiene docenas de muñecas que le han regalado, varias son Noritas con pañuelo blanco y hay una con pañuelo verde. Muestra una remera con una frase que ha hecho célebre: “Ser feminista es una cosa bárbara”. El lema forma parte del Norita Fútbol Club (Las Noritas) equipo femenino que participa en la Liga Nosotras Jugamos. En la delantera de Las Noritas juega su nieta Lucía. “Y yo pedí que me den la 10”, explica la abuela, que además está asombrada porque ha sido llamada a dar una charla por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
¿Qué es lo peor que vivió, además de la desaparición de Gustavo? “La desaparición de las tres madres. Veías que los militares no se saciaban ni con los miles que se habían llevado”.
¿Lo mejor? “La resistencia de la gente, de los pueblos. Si no fuera por la resistencia pacífica y prudente que tiene este pueblo ya estaríamos con las patas de los norteamericanos acá adentro. Hay espacios que parecen pequeños pero que van frenando, sin saberlo, los avances de la derecha”.
Reconoce que fue un dolor también la separación de Madres, en 1986. “Algunas nunca dejamos de sentir que no tendría que haber ocurrido. Pero había mucha diferencia sobre las metodologías y nosotras, en Línea Fundadora, queríamos ser horizontales e independientes”. No quiere hablar demasiado sobre las diferencias en la propia Línea Fundadora. “Lo que reivindico es esa independencia, la mirada crítica. En el anterior gobierno creían que la crítica era mala leche, y eso no es cierto. Yo reconozco que lo que se hizo con el tema de derechos humanos fue histórico. No pensábamos que íbamos a ver a los genocidas juzgados. Pero eso no quiere decir que una se calle cuando hay cosas como el apoyo al modelo extractivo, o poner a (César) Milani al frente del Ejército”, explica, críticas que hizo extensivas a la Ley Antiterrorista, el pago de deuda externa, la tragedia de Once, el INDEC, el Proyecto X, y toda área atacada por políticas oficiales, el modelo científico con Lino Barañao al frente, el modelo sojero, la minería a cielo abierto, la violencia institucional, la discriminación a los pueblos originarios, entre muchos etcéteras que hicieron que no fuera ella de las participantes en los actos emitidos por cadena nacional. “Nuestra función es otra desde siempre: es ser independientes de los partidos y del Estado”.
Cuenta que su nieto Damián, el hijo de Gustavo, fue siempre partidario de la gestión kirchnerista. “Pero yo decidí que no voy a perder amigos, familiares ni ideales por la política partidista. Entonces hablábamos de cualquier otra cosa. Pero desde que está este gobierno sí que volvimos a hablar de política”, dice riéndose.
Sobre lo electoral: “Estoy mirando. No decidí qué hacer”. Una pista: en una de las últimas elecciones Nora fue con un marcador. Tomó una boleta y escribió: 30.000 detenidos desaparecidos. No al extractivismo. No a la persecución a las comunidades indígenas. No a la deuda externa impagable, inmoral y odiosa. “Lo puse en el sobre y voté. Me lo habrán anulado. No importa, saben que estuve ahí”, cuenta. “Y digo sí a la justicia, a la verdad, a la memoria, a la resistencia, a los juicios hasta que se condene al último genocida y a la recuperación de la identidad de todos los jóvenes que fueron niños apropiados por el terrorismo de Estado”.
En el área de derechos humanos cree que la gran cuenta pendiente es que se conozcan los archivos militares. “Es una burla que no los entreguen. Registraban todo, hay pruebas, y eso permitiría saber qué ocurrió con cada persona desaparecida. Pero es una decisión política que ningún gobierno quiso tomar”.
¿Cuál es su principal preocupación hoy? “El hambre. Estamos cada vez peor. Más hambre, pobreza, desocupación. Es una época de destrucción. Pero no tenemos que dejar que nos llegue el odio. Hay que resistir, pero no tenemos que perder la sonrisa, que nos hace fuertes: es lo mejor que podemos tener”.
Está perpleja Norita porque su biznieta Camila, 9 años, le dijo que los besos y los abrazos contagian gérmenes. “Pero el abrazo y las caricias estimulan las endorfinas que son lo que dan ganas de vivir. Cuando alguien está enfermo, lo acariciás, le das la mano y eso es terapéutico por las endorfinas. Así que en eso sí que tengo partido: soy partidaria de los besos y los abrazos”.

La ley

Las Madres son cada vez menos. “El año pasado murieron cuatro. Las sentimos mucho”. ¿Cómo imaginar las cosas cuando ya no queden Madres? “Yo no me imagino nada. Nunca digo que esto va a ser así o asá Lo que creo es que siempre hubo etapas con determinadas personas que vivieron y luego murieron. Es la ley de la historia, y de la vida. Ojalá nunca más tenga que haber Madres porque hay genocidios y represiones. Pero en nuestro caso, de algún modo estaremos en la Plaza. Y entonces habrá que ver qué es lo que nace” dice sin miedo y sin nostalgia, haciendo bailar esa sonrisa alimentada en la calle con abrazos y resistencia, besos y valentía, magia y endorfinas.

Memoria, verdad, justicia y Norita
Seguir leyendo

Portada

La Ronda, en la mirada de Nora Lezano

Publicada

el

Sexta entrega del registro colaborativo de la ronda de las Madres de Plaza de Mayo. Esta cobertura, realizada por Nora Lezano, corresponde al ritual del jueves 14 de marzo.

La Ronda es una iniciativa autogestiva coordinada por la editora Claudia Acuña y la fotógrafa Alejandra López. Todas las semanas, unx fotografx registra la ceremonia de circular alrededor de la Pirámide de Mayo, que se sostiene hace más de 40 años.

Todo el material colaborativo será entregado a ambas organizaciones de Madres y al Archivo Histórico Nacional. Invitamos a quienes tengan registros de las rondas realizadas a que los envíen por mail a [email protected] para sumarlos a estos archivos.

“Nunca había estado en una Ronda.

Le pedí a una amiga que me acompañara. Sentí que se jugaba por un lado algo emotivo inmenso y por el otro el miedo a lo incontrolable. Jamás hago fotos en la calle justamente porque adentro de un estudio puedo controlar todo. Antes de salir para la Plaza dejé en mi casa un llanto espeso. El día estaba nublado. Ese llanto tenía la exigencia de haberme comprometido a resolver algo desde un lugar del que no estoy acostumbrada pero también el nerviosismo de saber que iba a vivir una experiencia de la que iba a salir profundamente atravesada”.

“Y así fue que me hice parte de esa ceremonia, fluyendo en círculos con mi cámara, acompañando esa fuerza indestructible del sostener. Donde nada importaba más que SER esa RONDA”.

Sobre Nora Lezano

Fotógrafa y artista visual.

Comienza a desarrollar su trabajo en la década de los 90. Sus retratos de músicos constituyen una parte representativa de su obra.

De 1992 a 2008 trabajó como fotógrafa institucional del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En los años 2000 y 2001 la Secretaría de Cultura y Comunicación de la Nación le encargó las coberturas de los ciclos “Argentina en vivo 1 y 2”, el “Festival Internacional de Jazz”,  la “1era. Semana Argentina en Madrid”, “La historia en su lugar” y “Música clásica en los caminos del vino”.

Trabajó como fotógrafa, directora, iluminadora y videasta para proyectos performáticos, de artes visuales y cinematográficos.

Publicó en forma independiente el libro Sin sueño se duerme también y Communitas (Planeta) -en coautoría con E. García Wehbi-.

FAN, la retrospectiva de sus años en el rock, se presentó desde el 2015 a la actualidad, en la Sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta, el Museo de Arte Contemporáneo de Rosario, el Museo de Arte Contemporáneo de Mar del Plata, el Museo Boggio de Chivilcoy, la Biblioteca del Congreso Nacional, la Casa de la Cultura de Entre Ríos; el Centro Cultural San José, de Olavarría,  el Museo de Bellas Artes de La Plata, el Espacio Contemporáneo de Arte Eliana Molinelli de Mendoza, la Planta Alta de la Estación Belgrano, en Santa Fe y en la Universidad Nacional de Quilmes.

Junto a las fotógrafas Andy Cherniavsky e Hilda Lizarazu, en el Palais de Glace, presentó la muestra LOS ÁNGELES DE CHARLY, una celebración a la obra de Charly García.

INVENTARIO, que incluyó una serie de objetos, fotografías y material fílmico y sonoro del archivo personal de la artista, además de una performance, se presentó en la Bienal de Performance 2019.

Desde 1996 sus fotos ilustran el suplemento RADAR del diario Página/12 y desde el año 2015 realiza las fotos de los calendarios de la Fundación Viva la Vida por el Bienestar Animal.

Seguir leyendo

Nota

La Ronda, en la mirada de Martina Perosa

Publicada

el

Quinta entrega del registro colaborativo de la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, que se propone transmitir el valor de la constancia, de los pies en el espacio público, de la gota a gota que horada la piedra, la no violencia contra la violencia, su valor social, su peso histórico, sus 40 años de coreográfico diseño: media hora, todos los jueves. Esta cobertura fue realizada por la fotógrafa y artista visual Martina Perosa.

Toda la producción será entregada a ambas organizaciones de Madres y al Archivo Histórico Nacional. Invitamos a quienes tengan registros de las rondas realizadas estos 40 años a que los envíen por mail a [email protected] para sumarlos a estos archivos. Esta iniciativa es totalmente autogestiva.

La Ronda, en la mirada de Martina Perosa

“Desde hace tiempo me interesa la relación entre fotografía y movimiento. Hay un trabajo que me parece muy interesante, que me inspiró en esta búsqueda, que es la serie fotográfica de Muybridge que logra documentar el rápido trote de un caballo en el aire. Mediante esta serie intentaba demostrar, frente a la teoría opuesta de algunos periodistas deportivos, que hay un momento de la carrera en el que los cuatro cascos del equino están en el aire. Esas series en movimiento abrieron una nueva discusión en la historia de la fotografía, que incluso dieron comienzo al cine”.

La Ronda, en la mirada de Martina Perosa

“Siempre me interesaron estos cruces interdisciplinarios entre las diferentes ramas artísticas como el cine, la fotografía y la danza. Pensando la ronda de Plaza de Mayo, me punzaba mucho la idea de coreografía. Una repetición constante todos los jueves, durante cuarenta años, por media hora. Una serialidad. Una duración y tiempo concreta. En un espacio determinado. Unos cuerpos, y una relación entre ellos, con una calidad de movimiento que a lo largo de los años fue mutando según el contexto: explosivo, suave, sutil. Y una música que hilvana el movimiento, los sonidos de la calle y el grito popular”.

La Ronda, en la mirada de Martina Perosa

Sobre Martina Perosa

Artista visual, nacida en la ciudad de Buenos aires. Su formación se centró en distintas disciplinas artísticas, que hoy confluyen en su obra. Estudió cine, indagó en el teatro, la performance y danza contemporánea y luego se especializó en talleres de fotografía y  clínicas de obra. Esta multiplicidad de intereses le permitió construir una mirada interdisciplinaria sobre la fotografía con un principal interés en el movimiento, y en la potencia de la imagen para construir ficción y contar historias. En 2019 editó su primer fotolibro “Shinsekai”, finalista del Premio Publicación Latinoamericano en el FELIFA 2021 y en diciembre 2023 editó su segundo fotolibro Proyecto Dallas.

La Ronda, en la mirada de Martina Perosa
Seguir leyendo

LA NUEVA MU. La vanguardia

La nueva Mu
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Lo más leido