Sigamos en contacto

Nota

Noticiero asambleario en vivo y en directo

Publicada

el

La Unión de Asambleas Ciudadanas realizó su encuentro número 17 en Congreso (25 y 26 de noviembre) y en Luján (27 y 28 de noviembre). Un largo camino ha sido transitado desde que, por primera vez en 2006, un grupo de asambleas se reunieron ante la necesidad de coordinar las diferentes luchas de los pueblos de la cordillera y precordillera amenazados por las explotaciones mineras. Al correr de las reuniones, se fueron sumando colectivos que luchan contra las pasteras, contra represas hídricas, contra las fumigaciones, hasta convertir cada encuentro en un noticiero vivo y directo de las batallas ambientalistas del país.
Noticiero asambleario en vivo y en directo
Esta reunión transcurre entre talleres, charlas, risas, abrazos, mesas informativas y banderas de las diferentes causas ambientales, reencuentros, baños secos, feria de productos orgánicos, volantes, comidas compartidas, agua y un homenaje a Cristian Ferreyra, el campesino del MOCASE-VC asesinado por parapoliciales.
A continuación, un resumen de las voces asamblearias con las que pudo conversar lavaca:
Claudio Garrot, de la Asamblea de Chilecito que forma parte de las Asambleas Riojanas: “Nos organizamos a principios de 2005 y ante la presentación de un proyecto minero a cargo de Barrick Gold que pretendía instalarse en nuestro cerro, el Famatina, que es nuestra fuente de agua y nuestro determinador de clima. A partir de allí comenzaron dos resistencias muy importantes: las del pueblo de Famatina y la del pueblo de Chilecito que es donde yo vivo. Nos oponemos a la minería a cielo abierto y a la explotación de uranio, que son las dos prácticas extractivistas que actualmente se están queriendo llevar a cabo en toda la provincia, entre otros muchísimos proyectos que propone el gobierno provincial y nacional”.
“Desde los primeros momentos de apropiación del espacio público para poder expresarnos, para poder decir y oponernos a la explotación minera, comenzó un proceso de judicialización de la protesta. Logramos expulsar a Barrick Gold mediante un corte de ruta, fuimos denunciados, golpeados en el lugar del corte, reprimidos, pero aún así seguimos, continuamos. Actualmente se ha agudizado esto por la puesta en vigencia de una ley de flagrancia que le otorga a la policía poderes que antes no tenía y la posibilidad de juicios abreviados, que es la posibilidad de abreviar los procesos antes de que lleguen a manos de un juez o un fiscal. Esto nos ha llevado a que nosotros tengamos que redefinir nuestras prácticas y trabajar de otra manera, ya sea al intervenir el espacio público, al protestar, al decir en ámbitos públicos lo que pensamos y lo que sentimos y por lo cual estamos luchando. Esta ley es relativamente nueva, tiene muy pocos meses. Todas las causas que les han iniciado a compañeras y compañeras de las asambleas son un problema serio: vamos a pedir expedientes y los expedientes no aparecen. Varios jueces y fiscales de Chilecito no se han querido hacer cargo y se las pasan a fiscalías de otros pueblos porque se han inhibido, sabiendo que hay una gran resistencia social en el tema minería y no quieren hacerse cargo, saben que es tomar una gran brasa en las manos. Esta situación muy delicada nos deja muy claro que la justicia responsabilizan al gobierno provincial y nacional de lo que pueda pasar de acá en más si llegamos a ser reprimidos”.
Contacto:
www.elfamanosetoca.blogspot.com
www.lariojacontaminada.blogspot.com
Jenny Luján, de Asambleas Ciudadanas de Chilecito: “Luego de las elecciones, en la provincia de La Rioja hay una terrible avanzada a favor de la minería y de la instalación de los proyectos mineros. Si bien es cierto que no hay ninguno en explotación, continúan negociando y firmando convenios con muchas empresas mineras tanto de oro, cobre, plata como de uranio. El mayor impacto en este momento es el impacto social. Sabemos que la minería tiene un impacto sobre lo ambiental, lo que implica el saqueo de nuestros bienes comunes, pero muy pocas veces de dedicamos debate al impacto social y esta es una de las estrategias más terribles de las mineras, y de los gobiernos provinciales que avalan y que son cómplices de este modelo extractivista y tiene que ver con dividirnos a los pueblos. En este momento, en La Rioja están entregando subsidios a instituciones, a grupos de mujeres, a organizaciones de artesanos, a pequeños productores y, una vez que les entregan esos subsidios –que son de muy poca plata en realidad-, los hacen firmar documentos donde ellos expresan que están de acuerdo con la minería. Esto genera muchísimas divisiones entre nosotros, incluso entre los militantes de las asambleas. Lo que molesta es que el Estado se va corriendo de sus obligaciones y son las mineras las que vienen a cubrir ciertas necesidades de la gente y las instituciones. Las mineras están entrando a las escuelas, se están llevando estudiantes en visitas didácticas y de información a los emprendimientos mineros como Bajo Lumbrera, en Catamarca, y a Veladero, en San Juan. Llevan a periodistas, a medios de comunicación y avanzan desde ese lado. A su vez, el gobernador está invitando a ciertos iluminados, supuestamente especialistas en minería, que vienen a la provincia a darnos esa luz porque, según el gobernador, todos nosotros somos ignorantes y mentirosos. Trajeron a un señor llamado Mario Capelo, que es ingeniero en minas y presidente del Consejo de Ingenieros en Minería, que fue tres veces diputado nacional radical por San Juan, y que ha llegado con todo un discurso que baja a los medios de comunicación y a los funcionarios para que ellos lo sigan repitiendo. Descalifican el mensaje de las asambleas e instalan el mensaje de los beneficios de la minera, cueste lo que cueste. Luego de las elecciones se ve una avanzada terrible y nos silencian en los medios de comunicación. No nos permiten el ingreso a las instituciones. No nos permiten participar de algunos actos o eventos que son populares, comunitarios. Hay amenazas permanentes. Muchos compañeros han perdido su trabajo. Todo esto producto de la contaminación social que provocan las mineras, generando divisiones entre los pueblos para, de esa manera, instalarse”.
Contacto:
[email protected]
Leonardo Pérez Esquivel, de la Asamblea Barrial de Becar, Buenos Aires, que participa del Espacio Intercuencas: “La asamblea surge en 2001 con la defensa del patrimonio público: había muchos predios que se querían privatizar en forma oscura, como el viejo hospital de San Isidro o como el predio de Obras Sanitarias donde está CENCOSUD. Logramos frenar el proyecto de un estadio para 15.000 personas que se iba a hacer en el Jockey Club, con un impacto ambiental muy fuerte en la zona”.
Entre las varias temáticas que trata esta asamblea, plantean una gestión de basura alternativa que incluya a los cartoneros. “Hoy existe una cadena de valor clandestina repleta de intermediarios que utilizan a la masa de trabajo de cartoneros, blanqueando lo recolectado como insumos para las grandes empresas. Queremos que haya un fondo especial de sostén de los precios, porque hay posibilidades de discutir otra forma de gestión de la basura, reduciendo el costo que tiene en cada municipio, con inclusión social y que permite sacar a todos los cartoneros de la indigencia. Es algo que se puede hacer perfectamente”.
Otro tema: “Defensa de los humedales y de toda la costa para que no la privaticen, desde La Plata hasta el Delta. Hay muchas luchas ambientales contra emprendimientos inmobiliarios y empresas que están privatizando esas zonas. Queremos recuperar el río y la costa para todos”.
Contacto:
[email protected]
Medardo Ávila Vázquez, coordinador de la Red Universitaria de Ambiente y Salud de Médicos de Pueblos Fumigados: “Hicimos un primer informe que presentamos en octubre de 2010 con todos los datos recolectados por los profesionales que en diferentes provincias están investigando los efectos del uso de agroquímicos en la salud de la población. Lejos de tenerse en cuenta nuestras recomendaciones, ahora nos enteramos, a través de los compañeros de la zona metropolitana, que las empresas de ferrocarriles, en lugar de desmalezar como corresponde, utilizan los mismos agroquímicos en medio de zonas muy densamente habitadas. Es decir, están utilizando el glifosato, que numerosos trabajos demuestran que produce malformaciones y trastornos reproductivos. Un abuso total de las empresas, en complicidad con las autoridades que autoriza estas prácticas”.
Contacto:
https://www.reduas.fcm.unc.edu.ar/
Horacio de Carli, de la Asamblea Popular Ambiental Colón, Ruta 135, Entre Ríos: “Desde hace seis años estamos con el tema de las plantas de celulosa y visualizando el IRSSA que es un proyecto de los doce países sudamericanos. Hemos estado siempre apoyando la lucha de Gualeguaychú, junto con las otras asambleas, como la de Concordia, en todo Entre Ríos. Hoy hay compañeros judicializados, con causas que son interminables, que se tramitan en varios lados: el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay, la Cámara Nacional de Apelaciones de Paraná , inclusive en Comodoro Py. Hay varios frentes que se han abierto en lo judicial-penal. También, personas particulares, pero impulsadas por el gobierno nacional, han iniciado acciones civiles. Todo esto para que la gente se baje de la lucha”.
Contacto:
www.asambleaambientalruta135.blogspot.com [email protected]
Eduardo Lancioni, de Vecinos Autoconvocados por la Vida en contra de la Subestación Rigolleau en Berazategui, Buenos Aires: “Somos una asamblea de vecinos que estamos en contra de una subestación eléctrica de 132.000 voltios que está instalada en el casco urbano de Berazategui. Queremos que sea trasladada a un lugar a donde no pueda producir contaminación electromagnética a las personas. Nuestra lucha viene desde hace más de 5 años. Tuvimos en el 2006 la primera represión cuando los vecinos tratamos de impedir que pongan los cables de alta tensión. Este año, en mayo de 2011, nos reprimieron otra vez. Eran las 3 de la madrugada cuando varios vecinos fueron golpeados. Algunos tuvieron que ser derivados a un hospital. Llevábamos acampando un mes en la vereda y nos pegaron, nos quitaron las carpas, fue bastante complicado. A raíz de eso se hizo un corte de vías y calle. Por eso hay seis vecinos judicializados con una causa bastante rara, sin testigos oculares, solamente una cámara que registró imágenes, pero no se puede identificar claramente a la gente. Con esto le arman la causa a seis vecinos que colaboran en la asamblea. La citación les fue entregada en su domicilio, a las 11 de la noche: así de violento es esto. No había necesidad de que la policía entregue citaciones a esa hora, podría haber sido por la mañana. Intentan amedrentarnos”.
Contacto:
www.fueralasubestacion.blogspot.com
Pedro Antonio Castrioti, guardaparque e integrante de la Asamblea en Defensa del Parque Pereyra Iraola: “Empezamos a reunirnos para mejorar la calidad de vida de quienes vivimos del parque, tanto los trabajadores como la gente que tiene las huertas, de los visitantes y de la gente que trabaja dentro del parque: así surgió la asamblea. Estando organizados, aparece el problema de que quieren atravesar el parque con una autopista. Esto copó la temática de la asamblea y se transformó en lo principal para ser tratado. Esa es la lucha ahora: no permitir que una autopista atraviese el parque y valorarlo como lo que es, un área natural protegida”.
Contacto:
[email protected]
Enrique, de la huerta de Saavedra, Espacio Cucocó, Capital: “Funciona en un terreno comunitario recuperado por la asamblea de Saavedra en 2002. Tenemos una huerta orgánica y organizamos actividades culturales. Luchamos, por ejemplo, contra las fumigaciones con glifosato en la ciudad. El espacio ahora está amenazado por la gestión porteña que tiene la decisión de enviar a subasta los espacios públicos, entre esos terrenos está la huerta que ya había sido declarada de “interés cultural” por la Legislatura en el año 2010”.
Contacto:
www.cucoco.com.ar [email protected]
Graciela Degano, de Vecinos Autoconvocados contra la CARE y el CEAMSE de González Catán, Buenos Aires: “El relleno sanitario de González Catán es gestionado por el CEAMSE desde hace 33 años. Debido al mal manejo de la disposición final de residuos ha causado enfermedades sumamente graves. Tenemos casos de lupus púrpura, cáncer en la piel, de colon, de esófago, leucemia, displacia. Todas enfermedades relacionables con la contaminación. Nos organizamos para solicitarle al gobierno nacional la urgente implementación de una política pública seria con respecto a la disposición final de residuos. No aceptamos más los parches provisorios: que cierren un CEAMSE y que abran otro. Los rellenos sanitarios producen, a la larga, consecuencias nefastas. Los rellenos de Catán y Ensenada ya tienen orden judicial de cierre con fecha de diciembre de 2007, pero hasta el día de hoy está incumplida. También por orden del juzgado Nº 3 de Morón de fecha 16 de junio de 2006, se debe entregar en forma gratuita agua potable a los barrios en riesgo: San Enrique, Las Marías y Micol, entre otros aledaños al CEAMSE Catán. Orden que tampoco se cumple al día de hoy. El agua está contaminada con cromo, plomo y arsénico, superando el límite permitido por la Organización Mundial de la Salud”.
Contacto:
[email protected]
Mariana , de la Asamblea para la Protección de Aguas y Tierras Argentinas (APATA), de San Luis: “Una de las problemáticas de San Luis es la presencia de la minera Pinsapo Ecogold, en el pueblo Carolinas, donde se encuentran todas las nacientes de los ríos. Nosotros estamos pidiendo que se declare ese lugar como reserva libre de minería. Esta minera tiene antecedentes y denuncias por tráfico de armas en Europa. Estuvieron ofreciendo plata en las elecciones. Venimos a pedir que se reglamente la ley en San Luis, porque hay una ley que prohíbe la minería química, pero no está reglamentada. Otro tema delicado es el de los campesinos del Valle de Conlara, con las fumigaciones. Esto es lo que venimos a visibilizar al encuentro, además de tejer redes con otras asambleas de todo el país”.
Contacto:
www.alertatierra.org.ar
María Teresa Caña, de la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza, pertenecientes a las Asambleas Mendocinas por el Agua Pura: “La lucha por el agua en Mendoza surge a partir de los primeros cateos y proyectos megamineros que aparecen hace seis años atrás. Ahí se empiezan a generar las primeras asambleas en el interior de la provincia, como en General Alvear y San Carlos. Vecinos que se movilizan a favor de una ley que no permita el uso de sustancias tóxicas en la megaminería. Fue así como en Mendoza, por presión de las asambleas, surgimos nosotros: como grupo de apoyo para cuando se movilizaban hacia la capital provincial”.
Contacto:
[email protected]
María Luisa, de Vecinos Autoconvocados de Ezeiza, Barrio Alto de Tristán Suárez, Santa Marta, San Javier, Barrio del Plata, Barrio el Trébol y La Unión: “Nos convocamos espontáneamente porque nos enteramos que estaban poniendo, en medio de nuestros barrios, un centro de distribución de soda cáustica. Desde el primer momento en que empezamos a pedir cuentas, se acercó un secretario de la intendencia y nos dijo que era mentira y que no teníamos noción de lo que se iba a poner, que no era así. Seguimos investigando y era peor: además de manejar soda cáustica, va a procesar 99 productos químicos más. También tenemos problemas con el agua: Greenpeace comprobó que hay uranio. Hay gente que se enferma de cáncer, otras con enfermedades de piel. Seguimos todas las instancias legales que corresponden: hay una medida cautelar emitida por el juez Federal Armella y la empresa está suspendida por el OPDS, pero aún así están trabajando.”
Contacto:
[email protected]
Martín Farina, integrante del colectivo ecológico Unidos por Laguna de Rocha: “Es una reserva histórica del sur del conurbano bonaerense, que fue afectada por diversos proyectos inmobiliarios e industriales y que tiene el honor de ser tierra de Querandíes y sitio arqueológico. Nos centramos en tres tipos de actividades: una directa sobre el humedal, para que la gente lo conozca organizando visitas guiadas; otra de corte más social y político, realizando volanteadas, eventos para que la sociedad se entere de cuál es la problemática no sólo del lugar y también organizamos festividades con los pueblo originarios, para que no se pierda esa memoria cultural”.
Contacto:
www.laguna-rocha.com.ar [email protected]
Pablo Domínguez, de la Asamblea Ciudadana en Defensa del Médano Costero, Villa Gesell, Buenos Aires: “La playa para nosotros es la fábrica, la fuente de trabajo. Ahora enfrentamos un deterioro alarmante, de la pérdida, de erosión, con caída de construcciones y salinización del acuífero. Esto se produce por varios factores: el cambio climático, el ascenso del mar y el mal manejo de la costa que se ha hecho en los municipios y permitió robo de arenas, desagües pluviales, construcciones demasiado cerca de la costa. Arrasaron con el médano costero. Toda esa problemática de mal manejo ha hecho que estemos perdiendo la playa que es nuestra fuente principal de trabajo. Desde la asamblea hemos logrado parar una obra desde hace un año y medio de 30 millones de dólares, que pretendía arrasar con un hermoso médano de 400 metros de largo, ubicado en el frente costero de Villa Gesell. Estamos teniendo un gran apoyo de la población. Nos reunimos en el médano de la 310, todos los miércoles a las 17 horas”.
Contacto:
www.endefensadelmedano.com.ar
[email protected]
Titina Romero, de la Asamblea Giardino Despierta, Córdoba: “Nosotros estamos viviendo en una zona donde quieren explotar uranio. Nos organizamos para defender la Ley 9526, que es una ley en contra de la minería a cielo abierto. La Comisión Nacional de Energía Atómica y los sectores pro mineros quieren declarar inconstitucional a la ley. Nuestra zona es totalmente turística, pero está sobre una cantera de uranio, por lo que estamos realmente en peligro. Otra de las luchas es contra emprendimientos inmobiliarios, ya comenzaron a construir un hotel cinco estrellas en Giardino, para lo cual construyeron el “camino del cuadrado”. Nosotros advertimos que iba a haber problemas, presentamos un recurso de amparo para pararlo. Siguieron adelante y el camino se empezó a desmoronar. Otro tema es el de los megabasurales: quieren instalarlos en Pampa de Ola, en Tres Campanas, que es un lugar mágico, maravilloso y limpio. El gobernador saliente ya entregó 11 millones de pesos para comenzarlo”.
Contacto:
[email protected]
www.asambleaongamiradespierta.blogspot.com
Marina, Unidos por el Río, Vicente López, Buenos Aires: “Venimos a presentar nuestra lucha, que es una lucha socioambiental, sobre todo territorial, contra el mismo sistema que mata a unos y deja sin espacios verdes a otros. Sobretodo la lucha es contra la forma en que se toma la decisión, porque los vecinos en su mayoría no están de acuerdo con los negocios que hace el intendente con 3 ó 4 empresarios, para destinar hectáreas y hectáreas a torres de lujo y shoppings, sin hacer un estudio de impacto ambiental, ni una consulta ciudadana, que todavía seguimos reclamando. También criticamos el porqué de esa política pública. Necesitamos viviendas en Vicente López, hay mucho déficit, pero no ese tipo de vivienda para el público ABC1. No creemos que el consumo tenga que mediar nuestro modo de vida, nuestro disfrute del espacio. Tratan de imponernos por la fuerza que para estar al lado del río tenés que tener plata. Se vuelve todo más restrictivo yla costa de Vicente López no la usamos sólo nosotros, la usan gente de todas las zonas. Nos reunimos todos los miércoles a las 20, en la Biblioteca Popular Sudestada, en Aristóbulo del Valle 1631”.
Contacto:
www.unidosporelrio-vl.blogspot.com
Roberto, del Foro por la Salud y el Ambiente de Vicente López e integrante de Médicos de Pueblos Fumigados: “En este momento estamos tratando de frenar las fumigaciones en las vías de los trenes. Hace dos años que se votó una ordenanza que prohíbe las fumigaciones en Vicente López, pero lo que aleganes que como la vía es de jurisdicción nacional, allí no tienen poder de policía, a pesar de la gravedad que significa esto. Por lo pronto, hay un fiscal que está iniciando una causa penal contra las fumigadoras. También tratamos de que no se desmantele y vacíe el geriátrico municipal: el año pasado lo querían reducirlo de 90 a 30 camas y logramos, a través de la lucha con los compañeros del geriátrico y vecinos, que se mantengan las 90. También tratamos de recuperar el hospital, que está sufriendo cierto vaciamiento. Nos reunimos en el Centro Cultural La Galpona, ubicado en Grecia y Agustín Álvarez, todos los jueves de 20 a 22”.
Contacto:
[email protected]
Javier Rodríguez Pardo, del Movimiento Antinuclear del Chubut MACH: “El Movimiento nace en 1986 cuando quisieron imponernos un basurero nuclear en Chubut. Logramos ordenanzas en toda la Patagonia que declaraban territorio no nuclear, la primera fue en El Bolsón. Inclusive Santa Fe se plegó y se declaró libre de traslado y tránsito de residuos radioactivos. En el 96 logramos una ley, que hoy es nacional, que determina que para llevar a cabo una instalación nuclear relevante en el país, debe ser consultada la Autoridad Regulatoria Nuclear –autoridad que es fruto de nuestra lucha- y también consultar a la provincia. Hace poco organizamos una marcha a Zárate para instalar un debate: no hay central atómica que no haya tenido escapes radioactivos. Después de lo de Fukushima quedó más visible, que ya no era Chernobyl solamente, que ya no dependía de un error humano solamente, sin embargo no es un tema de discusión entre nosotros si queremos o no sostener este tipo de peligro”.
Contacto:
https://www.machpatagonia.com.ar/
Pilar, de la Asamblea Delta y Río de la Plata: “Vecinos de la Isla y del continente de Tigre comenzamos a movilizarnos porque la contaminación nos estaba llegando a la isla a través del río Reconquista, que es el segundo río más contaminado de Argentina, después del Riachuelo. Ahora la asamblea está destinada a generar un plan de protección para el Delta, que es un ecosistema de humedales que purifica el aire y la tierra y, a la vez funciona como una intefaz entre la ciudad y el río, como un colchón de tierra que absorbe y amaina la inundación antes de que llegue a la ciudad, además de que es una reserva de agua dulce y de diversidad. La asamblea está focalizada en proteger el Delta que está siendo arrasado por proyectos inmobiliarios y contaminación”.
Contacto:
www.asambleadeltayriodelaplata.blogspot.com
Sofía, del Centro Cultural y Comunitario Casa Puente de la primera sección del Delta del Tigre: “Es un espacio abierto, horizontal y autogestionado que brinda actividades culturales para los vecinos. También es un espacio de reunión en torno a las diferentes problemáticas que afectan la isla. Como el Delta se puso de moda se está empezando a valorizar la tierra y hay problemas con la gente que está viviendo en el lugar desde siempre. Un ejemplo: la Municipalidad empezó a cobrar alumbrado, barrido y limpieza, pero el servicio no existe y hay problemas cuando el río crece porque toda la gente deja la basura en el muelle y el agua se la lleva. Nos une con la asamblea el conflicto de Colony Park, un proyecto de country que desalojó a familias de isleños y también afecta la producción local de juncos. Vivimos en el humedal del Delta, uno de los más grandes que queda en el mundo. La lucha y la defensa ambiental tiene que ver con un modo de vida isleño que es una forma de vida rural que nos motiva a varios a vivir ahí: eso también es parte del espacio y la conciencia ecológica y ambiental”.
Contacto:
https://casaelpuente.blogspot.com/ [email protected]
Pedro Moreira, de la biblioteca Intihuasi de San Miguel, que integra el Movimiento en Defensa de la Pacha: “Intentamos frenar el desastre en Punta Querandí, donde grandes empresas inmobiliarias con el afán de ganar dinero, no les importa generar desastres. En particular defendemos un sitio arqueológico de más de mil años y una zona de humedales que tienen un papel importante en la biodiversidad”.
Contacto:
https://movimientoendefensadelapacha.blogspot.com/
María, de Vecinos Autoconvocados en lucha de Bahía Blanca: “Venimos a mostrar el problema terrible que tenemos en Bahía Blanca de contaminación urbana-ambiental. Nuestra última lucha fue en la audiencia pública contra el dragado, un dragado que significa la ampliación del Polo Petroquímico, un dragado para que entren los buques regasificadores para abastecer a las multinacionales del agronegocio. Sabemos que después del dragado se viene una termoeléctrica, una aceitera, la planta de biocombustibles. A eso le sumamos toda la problemática de contaminación que ya tenemos. Es todo un paquete, un modelo económico, una matriz energética que hace que nuestra ciudad sea parte de ese modelo de producción de forrajes para biocombustibles, de saqueo, de contaminación. Nuestro puerto, que en otras épocas ha sido un puerto de granos, con variedad de frutas, vinos, peces, cereales, hoy es prácticamente sojero agroexportador y nos resistimos a ello. Estamos en una crisis hídrica y por ley, las empresas tienen prioridad en el consumo de agua. Nuestra fuente alternativa de agua es el Río Colorado que está próximamente a ser atacado por la multinacional Río Tinto que va a salinizarlo.”
Contacto:
[email protected]
Yanina, de la Asamblea No a la entrega de la Costa de Quilmes –Avellaneda: “Nos organizamos para defender el espacio de bosque de la ribera de Bernal, que está declarado reserva natural y parque ecológico por una ordenanza municipal del año 2003 y que constituye un ecosistema de una biodiversidad única. Está en peligro por un megaemprendimiento inmobiliario llamado Nueva Costa del Plata, de la multinacional Techint. El proyecto es similar al que está en la zona de Puerto Madero Sur. Tienen el apoyo del municipio de Avellaneda, que ya votó la ordenanza de rezonificación en 2008, y en Quilmes todavía está en discusión. Nos reunimos todos los domingos en la ribera de Bernal, entre la autopista Buenos Aires –La Plata y la Costa, en la placita Villa Luján.”
Contacto:
www.riberaconurbanosur.blogspot.com [email protected]
Sol y Salomé, del colectivo urbano Semillas de Rebelión, de Rosario, que forma parte de la campaña Paren de Fumigar: “Nos organizamos en torno a la problemática de los agronegocios, que son parte de un mismo modelo productivo donde todas las problemáticas ambientales de alguna forma se van entrelazando. En nuestra zona lo que más nos afecta es la soja. En Rosario hemos creado, junto a otras organizaciones, el Espacio por la Biodiversidad. El desafío es desnaturalizar estos temas y visibilizarlos, concienciar y articular con las personas que viven en las zonas rurales afecatadas, conectar las luchas y resistir en forma conjunta. Nos juntamos cada 15 días en el Centro Cultural La Toma, que es un espacio recuperado por sus trabajadores”.
Contacto:
www.semillasderebelion.blogspot.com semillasderebelió[email protected]
Oscar, delgado del Centro de Acción Popular Olga Márquez de Aredes, Ledesma, Jujuy: “Somos una organización de pobladores de base que trabajamos en la promoción y defensa de los derechos humanos. No pertenecemos a ningún círculo oficial ni a ningún partido político. Hay una larga historia de atropellos, en especial del Ingenio Ledesma, y esa impunidad que sigue presente hasta el día de hoy. Confluyen dos modelos de saqueo: el agronegocio de la soja transgénica en el norte de Salta y parte de Jujuy y los ingenios azucareros.”
Contacto:
www.contraledesma.org
Marcos Pastrana, comunero del pueblo diaguita-calchaquí de las comunidades indígenas de Tafí del Valle: “La problemática fundamental en la defensa del territorio es que, al diluirse el uso y tenencia de la tierra de las comunidades indígenas y campesinas del noroeste argentino, también hemos perdido la autonomía, la libertad. Por la influencia de la megaminería, los megaemprendimientos turísticos, la soja y un montón de empresas multinacionales que están actuando. El denominador común son funcionarios electivos o de gobierno que abren la tranquera para el saqueo, la contaminación y el avasallamiento de nuestro pueblo”.
Contacto:
[email protected]

Nota

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

Publicada

el

Séptima entrega del registro colaborativo de la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, realizada por la fotógrafa de lavaca Lina Etchesuri.

Toda la producción será entregada a ambas organizaciones de Madres y al Archivo Histórico Nacional. Invitamos a quienes tengan registros de las rondas realizadas estos 40 años a que los envíen por mail a [email protected] para sumarlos a estos archivos. Esta iniciativa es totalmente autogestiva.

Ese jueves hacía 38 grados de calor pero parecían 43. El calor quemaba y picaba.

Faltaba el aire, el que había estaba caliente y la humedad pegoteaba.

El día que acompañé a la Ronda haciendo fotos para este proyecto, fui descubriendo imágenes a medida que los pasos y las sillas de ruedas daban vuelta como siempre, hace 2392 jueves.
La ronda siempre me emociona. Mucho. Las miro a las madres y veo proyectada las fotos de sus hijxs en su mirada, hacia delante, repitiendo Presente como un mantra de presencia y resistencia. Lxs veo a ellxs en imagen, mirando de frente en su juventud detenida. Veía a Elia, que ronda en silla de ruedas, con la foto de su hijo Hugo Meidan, desaparecido el 18 de febrero de 1977, hace 47 años, y pensaba si ese día hizo tanto calor, si la luz tenía esta misma inclemencia.

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

En las rondas transcurre un tiempo extraño, persistente y atemporal. Las hermanas abrazan las fotos de sus desaparecidxs, gritan sus nombres con contundencia, caminan junto a las madres, junto a nosotrxs.

Transforman el tiempo y la imagen en un futuro posible.

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

Sobre Lina

Soy Lina Etchesuri. Fotógrafa, editora y docente

Soy parte de la cooperativa Lavaca desde hace más de 12 años donde hago todo lo que me describe y más. Me hace sentir muy orgullosa y feliz.

Estudié con Filiberto Muganini en el Rojas durante los 90s. Hice la carrera de fotógrafa en la Escuela de foto y artes visuales de Avellaneda, durante el 2001 y los años siguientes. 

Me seguí formando en talleres visuales con mi querida Julieta Escardó y muchxs más.

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

Viajé haciendo fotos durante algunos años: conocí al subcomandante Marcos y le saqué una foto en la que se está riendo. Estuve en Cisjordania, Palestina, durante 3 meses, viviendo retratando la vida bajo la ocupación. 

Junto con algunas personas y amigxs fundamos MAFIA en 2012, un colectivo de fotógrafxs que sigue hasta hoy.

Coordino talleres de foto e imagen.

Soy mamá de Fermin.

Y me encanta hacer todo lo que hago.

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

Seguir leyendo

Nota

Un abrazo contra la motosierra

Publicada

el

Sin presupuesto actualizado (“cada 10 pesos del año pasado, hoy tenemos 2” informa el rector de la UBA) las universidades y los hospitales en “modo ahorro” deben cortar la luz, los ascensores, reducen cirugías, no tienen insumos. La imagen del Clínicas, uno de los más importantes del país: “Los pacientes se están quedando sin comida”. Hoy una gran concentración frente a ese hospital escuela simbolizó un abrazo en defensa de la salud y la educación pública, mientras el gobierno nacional juega a pelearse con las prepagas, y el de la Ciudad a subvencionar a quienes mandan a sus hijxs a colegios privados. ¿Qué pasa con lo público? ¿Cuándo comenzó el desastre? Distintas voces (directores de hospitales, rectores de universidades, trabajadorxs) relatan la realidad y los datos motosierra; la organización como única salida; y el canto “la UBA no se vende”, mientras la realidad, o los números, parecen indicar otra cosa.

Por Francisco Pandolfi

Un abrazo contra la motosierra

“Se defiende, la UBA se defiende”, fue uno de los hits / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Clarisa y Caetana acaban de salir de cursar dermatología. Clarisa tiene 24 años y lleva puesto un ambo azul marino. Caetana, de 23, uno verde oscuro. Son alumnas desde hace seis años de la Facultad de Medicina y hace tres caminan por los pasillos del Hospital de Clínicas, ya en la etapa de las prácticas. “Hace un rato terminamos una clase en la que no teníamos vendas”, dice Clarisa. Su compañera agrega: “El otro día, en un práctico, nos faltaba vaselina para curar las úlceras; sí, vaselina, probablemente el producto más básico y barato que se necesita”.

Alrededor de ellas hay una multitud, con ansias de visibilizar la gravedad de la situación.

Clarisa, Caetana y la marea contra el ajuste / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

“Estamos funcionando al 30%”, comparte Marta, médica desde hace 38 años en el Clínicas.

“Los pacientes se están quedando sin comida”, cuenta Susana, auditora. 

“Soy empleado de limpieza del hospital, monotributista, trabajo cinco días por semana, siete horas por día y mi sueldo no supera los 150 mil pesos”, confiesa Diego Ruiz.

“Ya debimos reducir las cirugías y no atender a algunos pacientes”, expresa Marcelo Melo, el director del Hospital de Clínicas.

“Estamos económicamente por debajo de un 80% sobre el presupuesto que deberíamos tener. Cada 10 pesos del año pasado, hoy tenemos 2”, precisa Ricardo Gelpi, rector de la Universidad de Buenos Aires.

Un abrazo contra la motosierra

Susana Dionisio, y la esperanza que genera el juntarse / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Tiempos de abrazos

“La biblioteca destinada a la educación universal es más poderosa que nuestro ejército”.

José de San Martín.

Al libertador de la patria se lo homenajea con su nombre en calles y avenidas; clubes deportivos, teatros y centros culturales; plazas y parques; hospitales y universidades.

Y también en un hospital-escuela: el Hospital de Clínicas José de San Martín, dependiente de la Universidad de Buenos Aires y dedicado a tres ejes clave para el desarrollo de cualquier sociedad: la asistencia, la docencia y la investigación.

Son tiempos de clases abiertas; de paros y movilizaciones; de una marcha nacional universitaria a realizarse el próximo martes 23 de abril. Son tiempos de contar en cuántos meses y en cuántos días las universidades se quedarían sin presupuesto hasta cerrar sus puertas.

Son tiempos de abrazos.

Uno de ellos se forma con un montón de brazos, este jueves por la mañana, en la puerta del Hospital de Clínicas. Médicos, docentes y no docentes, estudiantes, le brindan un espaldarazo simbólico al Hospital de Clínicas, ubicado en el límite de los barrios porteños de Recoleta y Balvanera. Sobre la Avenida Córdoba, miles de personas se reúnen en la puerta principal para reclamar por el recorte presupuestario en todas las universidades del país, y en particular de las universidades escuelas.

Hay equipo en el Hospital de Clínicas /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Los cuerpos aplauden. Están vestidos con guardapolvo blanco; con ambos celestes y azules; con chaquetas bordós y verdes. De fondo, un telón negro enorme sirve de súplica para estos momentos. Es un ruego a la sociedad toda; y una exigencia, también, puertas adentro: “Defendamos la UBA”. Delante de la banderota se sostienen grandes letras blancas, hechas con cartulina, a mano, a pulmón, a necesidad de que el reclamo se vea un poco más. “La salud se defiende”, se lee, mientras se canta al unísono: “No se vende, la patria no se vende”. Minutos después, se cambia sólo una palabra: “No se vende, la UBA no se vende”.

Pero la realidad no parece indicar lo mismo. 

Problemas de fondos

Luego del abrazo, se rodea al hospital y en otra de las puertas de la institución, sobre la calle Paraguay, se lleva a cabo una conferencia de prensa. Marcelo Melo, el director del Hospital de Clínicas, va al hueso: “Ya tuvimos que optimizar los recursos, que son insuficientes; no podemos comprar insumos, ni hacer transferencias porque no hay licitaciones de presupuesto que avalen las compras. Mientras, tenemos un montón de pacientes internados”. Sigue: “Es muy difícil no usar la luz en un hospital; no usar los ascensores cuando los pacientes necesitan usarlo… Lo mismo pasa con la calefacción. El año pasado estábamos orgullosos de haber comprado y cambiado la caldera, y este año no sabemos si va a funcionar, porque el modo de ahorro va a estar en el gas, en la luz, en todo”.

Le cambia la cara. Se tensa, aún más. “Poner a un hospital en modo ahorro es una agresión al médico. Es muy difícil mi lugar, el tener que decirle a mis colegas si pueden atender o no a alguien. No estamos haciendo una buena medicina con estas cosas”.

Un abrazo contra la motosierra

Marcelo Melo y Ricardo Gelpi en conferencia de prensa /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

A su lado está el rector de la UBA, Ricardo Gelpi, acompañado por el Secretario de Hacienda Matías Ruiz. Juntos, definen lo terrible: “La UBA tiene dos partes principales en las que se divide el presupuesto. Una es la salarial, que consume entre el 85% y el 90%; y después está el gasto de funcionamiento, que consume entre el 10 y el 15%”. Desmenuzan: “En lo salarial hubo un recorte en términos reales ajustado por inflación del 35%, lo que significa que si en noviembre un docente o un trabajador cobraba 100 pesos, hoy cobra 65”. 

Sobre los gastos para el funcionamiento: “Lo dividimos en salud y en educación. En educación este año las partidas arrancaron congeladas al presupuesto del año 2023; hubo una actualización parcial del 70% desde marzo; pero en términos interanuales eso significa un 58% de actualización, comparado con una inflación de casi un 300% interanual. Por el lado de la salud, empezamos el año sin presupuesto, ya que la partida devengada del año 2023 no había sido asignada hasta esta semana”.

Tomar la calle en defensa propia / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Peligro de cierre

¿La partida ya firmada –pero aún no depositada–, es un remedio? “No, para los hospitales universitarios será de la misma magnitud nominal del año pasado. O sea, no es una actualización, ni un incremento”. Subraya el rector: “Estas partidas no están ajustadas por inflación, lo que significa que sólo podrán estirar un tiempo esta situación, pero estamos lejos de estar conformes. Si se mantiene esa partida, podremos funcionar como venimos dos o tres meses más. Y después, así las cosas, la UBA cierra, porque si no hay plata, no hay plata”.

El Secretario de Hacienda suma un dato, que agudiza el cuadro: “El pago de la energía eléctrica en el último año se multiplicó por siete. Y si comparamos con febrero de este año, sólo los últimos dos meses, se multiplicó por cuatro”. Y ejemplifica con una cuenta que no cierra: “El crecimiento del gasto, sumado a las partidas congeladas, hace que crezca más rápido el gasto que tenemos la universidades y empeorando cada vez más el funcionamiento”. 

Un abrazo contra la motosierra

La educación, la salud y la ciencia, en juego; en venta / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

“El mal funcionamiento es de hace años”

La falta de recursos no empezó en la era Milei. Marta, médica desde hace 38 abriles, describe: “El mal funcionamiento viene de años, como consecuencia de malas administraciones anteriores. Y ahora, este recorte presupuestario es el tiro de gracia”. ¿En qué se venía mal? “De 12 quirófanos funcionan 5 y hay numerosas salas cerradas; cada vez se va achicando más la estructura, deteriorando y no hay presupuesto para mantenerlo”. 

Clarisa, alumna, añade: “El edificio tiene un montón de falencias, es muchísima la cantidad de arreglos que harían falta y esto viene desde hace años. Con este recorte, el único futuro que veo es que se caigan las paredes… Me da mucho miedo e impotencia”.

Florencia trabaja hace 10 años y el amor que siente por la entidad viene de familia: “Mi mamá trabajó ahí; mis dos hijos fueron a ese jardín; le salvaron la vida dos veces a mi mejor amiga; curaron a mi papá, a mi abuela”.

Admite que el hospital “siempre tuvo pocos recursos; siempre hubo carencia de insumos”. Profundiza: “La situación no viene bien hace mucho; las personas que deben hacer el presupuesto no valoran la calidad humana ni la cantidad de atenciones que se realizan por día. El hospital siempre tuvo lo básico, y en muchas oportunidades debimos conseguir insumos por fuera, siempre tardó en llegar el material que se necesitaba”.

Carteles, ruido, sonrisas: estrategias contra el recorte / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Orgullo nacional 

El Hospital de Clínicas es considerado uno de los hospitales más importantes de la Argentina y de América Latina. Se fundó en 1881 y allí se realizaron varios procedimientos por primera vez. Algunos hitos que nacieron entre sus paredes que hoy yacen descascaradas: la aplicación de la insulina, el cateterismo cardíaco, las residencias médicas, las punciones de riñón, las operaciones filmadas. Dice la médica y hoy auditora Susana Dionisio: “En este hospital se formaron la mayor parte de los médicos de renombre que hay en toda la medicina prepaga”. Suma otro caso testigo: “Hay que acordarse de acontecimientos como el de la AMIA, cuando sucedió el atentado este hospital recibió a la mayoría de los heridos, y fue gracias a este hospital que se salvó a muchísima gente. Entonces, podés hacer un comité de crisis, pero si al mismo tiempo desfinanciás a la educación, está muy mal. El presidente se merece un juicio político y la oposición tiene que pararse y ser una oposición real, sino perdemos la democracia”.

Marta Cora Eliseht es médica de obstetricia del hospital de Clínicas y docente de la Facultad de Medicina. “El Clínicas es fundamental, un orgullo nacional; no sólo cumple funciones asistenciales, sino también de docencia en áreas de pregrado y postgrado; esta es la sede de infinidad de carreras. Somos especialistas en obstetricia y atendemos muchos embarazos de alto riesgo, casos que no se atienden en otros lados”. 

Un abrazo contra la motosierra

Marta es médica en el Clínicas desde hace 38 años /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

En el hospital trabajan más de 3.200 empleados y se atienden alrededor de 365 mil personas al año. En lo educacional, cursan por año cerca de 1500 alumnos. “Hay cinco cátedras y estudiamos 300 personas promedio en cada una. Este es el hospital escuela más grande del país”, explican Clarisa y Caetana, estudiantes de medicina. 

Las palabras de Sofía, que integra la comisión interna, laten: “El hospital-escuela literalmente es el corazón de la UBA, donde se retroalimenta la ciencia, la investigación, la educación, pero sobre todas las cosas la salud pública, con todo lo que conlleva ese concepto de gratuidad e inclusión. Queremos seguir brindando la atención de calidad a los y las pacientes, pero sobre todas las cosas contar con un financiamiento que nos permita que nuestra casa, como así consideramos al hospital, siga funcionando. No queremos tener el privilegio de pisar la UBA, sino el derecho de seguir en ella”.

Un abrazo contra la motosierra

Una que pedimos (casi) todxs /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Un dolor inenarrable

El hit se vuelve a cambiar: “Universidad de los trabajadores, y al que no le gusta se jode se jode”, se vocifera con angustia y con firmeza, en un clamor popular que hiela la sangre. Las y los laburantes le dan magnitud al problema. La obstetra Marta Cora Eliseht dice: “En el sector no tenemos espéculos, vidrios para hacer papanicolaou, guantes, gasas, algodón, lo básico. Los profesionales de la salud estamos intentando conseguir donaciones de entidades privadas para suplir las faltas”. Sintetiza: “Estamos sufriendo un ataque artero a la universidad pública”.

Susana Dionisio es médica desde hace 49 años. Quince los trabajó en el Clínicas, donde ahora es auditora. “Sentimos un dolor que no se puede narrar. Los pacientes se están quedando sin comida y solidariamente se intenta ayudar entre sindicatos, médicos y administrativos, pero los insumos médicos no los podemos comprar. Ya se está cortando la luz a cierta hora, no se puede creer”. 

Un abrazo contra la motosierra

La potencia de Elsa Carrizo, la potencia de lo colectivo /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Elsa Carrizo es delegada general de la comisión interna del Hospital de Clínicas. Tiene puesto un guardapolvo blanco, que lleva el logo de la institución. Se lee: “Fundado en 1881”. Dice: “Trabajamos con obras sociales, pero es impresionante la cantidad de gente sin obra social que viene, alcanza con ver las colas que se forman a la mañana. Ya no tenemos insumos ni para el mantenimiento, ¿con qué vamos a limpiar? Hay un combo de muchísimas necesidades en el hospital”.

“Últimamente no nos estuvieron entregando secadores”, detalla Diego Ruiz, empleado de maestranza. Cobra menos de 150 mil pesos por mes y sólo el monotributo para facturar (no está en planta permanente) le cuesta alrededor de 18 mil. “Estamos en una situación de mierda, personalmente para mí es imposible llegar a fin de mes”.

Un abrazo contra la motosierra

Diego cobra menos de $150 mil por mes. Y no es una joda / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Tomás trabaja en el área de personal hace 5 años y es delegado de la comisión interna. “No hay paritarias y los sueldos quedan muy bajos. Tenemos poco más de 300 contratos que salen del bolsillo del hospital y son los que más corren peligro. Estamos hace un par de meses sin aumento y no hay respuesta del gobierno ni comunicación. Estamos estancados, no da para más”.

Carolina Nadal es empleada desde hace 30 años. Hoy es la jefa del departamento de Trabajo Social. “El presupuesto que se está ejecutando es el del año pasado y esto es inviable en términos de sostenimiento, de todo lo que se necesita para que funcione el hospital de manera integral. El gobierno va a tener que responder de una manera diferente a la que está respondiendo ahora. Siento mucha bronca e indignación, pero al mismo tiempo tengo la esperanza de que en las calles, con la resistencia, haya otro desenlace que no sea cerrar las puertas”.

“Cuando la patria está en peligro, todo está permitido, excepto no defenderla”.

José de San Martín.

Clases abiertas, presupuestos cerrados / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Seguir leyendo

Nota

Gabriel García Márquez: periodismo, ambiente, el nudo de la soledad, y las victorias sobre la muerte

Gabriel García Márquez había abierto mis ojos, neuronas y corazón sin proponérselo con sus libros y sus artículos, pero cuando por una carambola yo estaba por cumplir una especie de sueño despabilado, el de poder entrevistarlo ahí, en Cartagena de Indias, hace exactamente 30 años, me dijo: -No estoy aceptando entrevistas, porque debo escribir. Pero además, me duele una muela.

Publicada

el

Una muela, zapatos blancos y un charco. Un edificio llamado Máquina de escribir. Flores amarillas frente al mar, un dibujo de puño y letra. Lo narco las drogas. Su paso por Buenos Aires y la señora que venía de la verdulería. La memoria, lo real, las mujeres, el ambiente, el fin de la humanidad. El Nobel, los diluvios, las pestes, las guerras eternas. Las respuestas de la vida frente a los sordos poderes de la muerte. La cordialidad, la generosidad, el humor. Hace diez años murió Gabriel García Márquez, dicen. Lavaca publicó esta nota -estos recuerdos- aquel día, cuando se conoció la última noticia sobre ese escritor que nunca dejó de sentirse cronista, y decía que el periodismo es el mejor oficio del mundo.

Texto: Sergio Ciancaglini, lavaca.org
El señor Gabriel García Márquez había abierto mis ojos, neuronas y corazón sin proponérselo con sus libros y sus artículos, pero cuando por una carambola yo estaba por cumplir una especie de sueño despabilado, el de poder entrevistarlo ahí, en Cartagena de Indias, hace exactamente 30 años, me dijo:
-No estoy aceptando entrevistas, porque debo escribir. Pero además, me duele una muela.

Yo sabía que García Márquez había rechazado contactos con un enviado de Times, con periodistas de la televisión japonesa, y con suecos indescifrables. Un humilde cronista argentino quedaba naturalmente fuera de juego. Le respondí que lo compadecía, y que frente a un dolor de muelas no había argumento, clemencia, ni ruego que esgrimir de mi parte. Cuando me estaba despidiendo desolado, me detuvo:
-Pero a las 3 de la tarde puede ser. Voy antes al dentista, a ver si lo soluciona.
Esa historia revolotea en mi cabeza desde hoy, cuando estaba con Osvaldo Bayer grabando el programa de radio Decí Mu, y nos interrumpió el teléfono. Osvaldo atendió, dio media vuelta, anunció: “Murió García Márquez”, y me dejó alborotados los ojos, las neuronas y el corazón.
Revolotea la historia porque aquella tarde me encontré con un escritor que cambió la historia de la literatura, que había ganado el Nobel, pero que fue capaz de decirme: “Todo eso está muy bien, pero yo me siento periodista”. Quisiera contar lo que aún no he olvidado de aquel encuentro para mí inolvidable.
García Márquez volvió efectivamente a las 3 de la tarde, bajó de su Mercedes, y miró preocupado el charco oceánico que un aguacero de Cartagena de Indias, Colombia, le había instalado en la playa de estacionamiento. Llevaba zapatos blancos, pantalones blancos y guayabera blanca, como cantante de sábado televisivo. Cruzó el charco apoyándose en los tacos. Al llegar a la otra orilla nos dijo “pasen por favor” a mí y al fotógrafo, enviados por una de las autodenominadas “revistas de actualidad” a cubrir las noticias sobre un asunto entonces llamativo, letal para los colombianos e incomprensible para nosotros: el narcotráfico.
No existían los celulares ni Internet, o sea que todo esto se ubica en la prehistoria de 1984, con la carambola de estar en el charco correcto, y de que un dentista providencial había rescatado del dolor a su paciente. García Márquez nos hizo subir. El edificio tenía balcones escalonados hacia la playa: lo llamaban Máquina de escribir. El departamento tenía dos ambientes, con vista al mar, una verdadera máquina de escribir (¿Olivetti, Remington, dónde estará la revista donde publiqué la nota?). El escritorio miraba al mar. Y había flores amarillas que siempre conviene tener a mano, explicó, para ahuyentar a la mala suerte.
Me planteó que no aceptaba hablar si lo grababa o si tomaba notas. Me dijo algo más o menos así: “No me gustan los grabadores, prefiero que conversemos con libertad, y que todo dependa de tu atención. Luego tú escribirás lo que te parezca, y eso es un beneficio para mí: los periodistas me mejoran. La memoria mejora a la realidad”.

Gabo en Argentina
La publicación original de Cien años de soledad ocurrió en Argentina gracias a una editorial llamada Sudamericana, que ya no existe. Fue en mayo de 1967, plena dictadura de Juan Carlos Onganía, y el lanzamiento fue acompañado por una entrevista realizada por Ernesto Schóo, editada por Tomás Eloy Martínez y publicada en tapa por la revista Primera Plana que dirigía Jacobo Timerman.
García Márquez me contó que el éxito del libro fue inmediato. “Ahí, en Buenos Aires, empezó todo”, me dijo. Sudamericana había dispuesto editar 5.000 ejemplares, lo que para Gabo era un despropósito y el augurio de un fracaso para el libro de un desconocido escritor colombiano. Pero esa primera edición se vendió en 15 días, y la segunda fue de 10.000 ejemplares. En junio Gabo llegó a Buenos Aires. Me contó que viajó con Mercedes Barcha, su esposa: “Estábamos en un café y vimos pasar a una mujer que llevaba la bolsa de sus compras, con lechugas y tomates y Cien años de soledad”. La pareja fue al Instituto Di Tella a ver una obra de Griselda Gambaro, y el público los ovacionó de pie. Mientras él me lo contaba, todavía asombrado, yo recordaba que eran tiempos de The Beatles, revolución cubana, hippies, peronismo clandestino, rebeliones nacientes y todos los embriones de cambio, desventuras y utopías que se desplegarían en los años siguientes.
Cien años de soledad fue el libro de la época, y de varias generaciones. Tengo las dos ediciones que mis padres compraron para poder leerlo en simultáneo. Macondo era una patria. Entre la feria y la intelectualidad, miles de libros seguían vendiéndose y además se exportaban. El éxito se contagió en Europa, esto avivó el interés por otros autores (Juan Rulfo, Mario Vargas Llosa) y estalló el llamado boom de la literatura latinoamericana. “Buenos Aires fue generosa conmigo. Nunca volví. No sé por qué. Tal vez por una superstición: a un lugar donde todo fue tan perfecto, quizás convenga no volver” me dijo, o creo que me dijo, mirando el Caribe.

Periodismo, droga y entusiasmo
Aquel día de 1984 García Márquez me contó una novela que estaba intentando escribir. No tenía título. Al año siguiente la reconocí ya publicada: me había anticipado El amor en los tiempos del cólera. Pero me dijo que pese a todo se seguía sintiendo fundamentalmente un periodista. “Escribo literatura como periodismo, con método. Todos los días intento tener dos páginas listas” me dijo sobre algo que hoy habría que traducir a unos 5.000 caracteres. “Tienen que estar impecables, sin tachaduras. Y tengo un truco: siempre dejo escrito el comienzo de lo que pienso escribir al día siguiente, para que me resulte más fácil comenzar”. Pero varias veces explicó esa idea de no diferenciar ambos oficios. “La crónica es como un cuento o una novela sobre algo real”. Algo más: “Tanto en la literatura como en el periodismo hay que ganarse al lector, capturarle el interés para que se quede leyendo”.
Planteó una teoría sobre las redacciones de periódicos y revistas: para él están puestas de cabeza, invertidas. El staff de las publicaciones ubica en el rol principal a directores y jefes que engordan junto a un escritorio y editorialistas que monologan desde su propia jaula.
“Pero ese esquema debería ser exactamente a la inversa. Los cronistas son quienes cumplen la labor principal porque son los que están afuera, donde las cosas ocurren”. En vista del contexto colombiano le pregunté si alguna vez se había drogado para escribir y me contestó: “No me hace falta. Yo nací drogado”.
Un detalle: fue la única vez en mi vida que pedí un autógrafo. En Cartagena sólo conseguí un ejemplar de El coronel no tiene quien le escriba. Le expliqué que no era para mí sino para mi novia. “¿Se llama la señorita?” Se lo dije. Dibujó un tallo, cinco pétalos, y escribió: “Para Claudia, con una flor. Gabo 84”.

Gabriel García Márquez: periodismo, ambiente, el nudo de la soledad, y las victorias sobre la muerte

Aquel día, además, me regaló los seis tomos de su obra periodística, publicados por la editorial Oveja Negra. Y organizó todo para que, una vez en Bogotá, un auto con su chofer fuera a buscarnos al hotel para llevarnos al aeropuerto. “Así van más tranquilos” dijo, y nunca supe si se le había cruzado alguna sombra para disponer ese viaje. Nunca pude evitar recordarlo como una persona amable, entusiasta, alegre, generosa.
Con el tiempo entendí que esa cordialidad, ese entusiasmo, ese interés por el otro, era un modo ético y hasta político de pararse frente a la vida.

Ideas
En sus obras periodísticas pude leer las primeras crónicas que publicó en El Universal, de mayo de 1948, cuando era un chiquilín de 21 años. La primera celebra que se suspendió el toque de queda militar, al que define como símbolo de una decadencia. “Con este mundo materializado donde los peces de colores tienen que abrirle agua a los submarinos, con esta civilización de pólvora y clarines, ¿cómo se nos puede pedir que seamos hombres de buena voluntad?” y plantea que quizás ahora la gente pueda ir a dormir mansamente “antes de que los relojes doblen la esquina de la medianoche”. Luego escribe sobre indios, negras, retratos de la ciudad y de la época. Escribió sobre cine, sobre deportes, sobre todo. La pasión por conocer y por contar lo que el mundo estaba desplegando ante sus ojos.
A fines de los 50 García Márquez participó en Cuba con los argentinos Jorge Massetti, Rodolfo Walsh y Rogelio García Lupo en los primeros pasos de Prensa Latina, idea que puso en marcha Ernesto Guevara, hasta que el lado soviético de la vida isleña desplazó a este elenco por otro más dócil.
García Márquez nunca perdió la afinidad con el propio Fidel Castro. El director argentino Eduardo Mignogna contaba que cierta vez, invitado a La Habana, estaba comiendo con García Márquez cuando el propio Fidel cayó de improviso y comenzó a hablar con sabiduría de crítico sobre la historia del cine argentino, mientras Gabo se quedaba irremediablemente dormido en un rincón. Pero más allá del sueño o de los discursos de Fidel, García Márquez se plantó en defensa de Cuba como una cuestión cultural y estratégica frente a los Estados Unidos y la densa idea de controlar vida y obra del resto del continente.

Las ventajas de la vida
Cuando me contó la noticia, le pregunté al propio Osvaldo Bayer sobre Gabo: “Tenía mi edad, pero yo aprendí de él. Es el mejor escritor que ha tenido Latinoamérica. Aprendí con él a amar la literatura, ver las cosas que se pueden hacer y crear. Para mí fue un hombre que luchó por la libertad, o sea un libertario, y cumplió la misión que tiene un intelectual: escribir para todos, para mejorar la sociedad, y para seguir soñando”.
De todas las ideas y escritos de Gabo, frecuentemente abominados por las academias, no resulta demasiado conocida su exposición al recibir el Nobel de Literatura en 1982, llamado La soledad de América Latina, que resulta un manifiesto por la descolonialidad, para usar términos actuales. “La independencia del dominio español no nos puso a salvo de la demencia” dijo ante la academia sueca. Repasa los golpes de Estado, crímenes y matanzas ocurridos en el continente. “Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la Letras. Una realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y que sustenta un manantial de creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del cual éste colombiano errante y nostálgico no es más que una cifra más señalada por la suerte. Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad”.
Al recibir el Nobel de Literatura, García Márquez hacía periodismo sobre la realidad del continente, incluyendo la situación argentina: “Ha habido 5 guerras y 17 golpes de estado, y surgió un dictador luciferino que en el nombre de Dios lleva a cabo el primer etnocidio de América Latina en nuestro tiempo. Mientras tanto, 20 millones de niños latinoamericanos morían antes de cumplir dos años, que son más de cuantos han nacido en Europa desde 1970. Los desaparecidos por motivos de la represión son casi 120 mil, que es como si hoy no se supiera donde están todos los habitantes de la cuidad de Upsala. Numerosas mujeres encintas fueron arrestadas dieron a luz en cárceles argentinas, pero aun se ignora el paradero y la identidad de sus hijos, que fueron dados en adopción clandestina o internados en orfanatos por las autoridades militares. Por no querer que las cosas siguieran así han muerto cerca de 200 mil mujeres y hombres en todo el continente, y más de 100 mil perecieron en tres pequeños y voluntariosos países de la América Central, Nicaragua, El Salvador y Guatemala. Si esto fuera en los Estados Unidos, la cifra proporcional sería de un millón 600 muertes violentas en cuatro años”.
Otro concepto: “La interpretación de nuestra realidad con esquemas ajenos sólo contribuye a hacernos cada vez más desconocidos, cada vez menos libres, cada vez más solitarios”.
Y otro: “Sin embargo, frente a la opresión, el saqueo y el abandono, nuestra respuesta es la vida. Ni los diluvios ni las pestes, ni las hambrunas ni los cataclismos, ni siquiera las guerras eternas a través de los siglos y los siglos han conseguido reducir la ventaja tenaz de la vida sobre la muerte”.
Se preguntó por qué le habrían dado a él semejante distinción, y postuló que se trató de un homenaje a la poesía: “En cada línea que escribo trato siempre, con mayor o menor fortuna, de invocar los espíritus esquivos de la poesía, y trato de dejar en cada palabra el testimonio de mi devoción por sus virtudes de adivinación, y por su permanente victoria contra los sordos poderes de la muerte”.

Mujeres, aborto y ambiente
Cuando le preguntaron sobre las prioridades de la humanidad para las próximas décadas, propuso que las mujeres asuman el manejo del mundo. “Alguien dijo: ‘si los hombres pudieran embarazarse, el aborto sería casi un sacramento’. Ese aforismo genial revela toda una moral, y es esa moral lo que tenemos que invertir. Sería, por primera vez en la historia, una mutación esencial del género humano, que haga prevalecer el sentido común –que los hombres hemos menospreciado y ridiculizado con el nombre de intuición femenina- sobre la razón –que es el comodín con que los hombres hemos legitimado nuestras ideologías, casi todas absurdas o abominables”.
Y luego plantea: “La humanidad está condenada a desaparecer en el siglo XXI por la degradación del medio ambiente. El poder masculino ha demostrado que no podrá impedirlo por su incapacidad de sobreponerse a sus intereses. Para la mujer, en cambio, la preservación del medio ambiente es una vocación genética. Es apenas un ejemplo. Pero aunque sólo fuera por eso la inversión de poderes es de vida o muerte”.
Son solo ideas sueltas para pensar, discutir, y leer, ahora que el reloj dobló no sé qué esquina, tras la malparida noticia sobre la muerte de Gabriel José de la Concordia García Márquez, hace unas cuantas horas de soledad.  

Seguir leyendo

LA NUEVA MU. Generación Nietes

La nueva Mu
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Lo más leido