La Posta Sanitaria Cultural de MU Trinchera Boutique cumplió su cuarto mes consecutivo con una puesta épica: Susy Shock, junto a las músicas Caro Bonillo y Andrea Bazán, curó de arte la Ciudad de Buenos Aires arriba de un camión de la cooperativa de recicladores La Bella Flor, de José León Suárez. “Que el arte salga a curar. Todo esto está enfermo y no ha sido el arte. Queremos pensar y soñar el futuro desde el arte”, dijo Susy, atravesando con poesía, milongas y chacareras tres escenarios móviles: Retiro, Plaza de Mayo y Congreso, como cierre de una jornada donde se definió que el 10 de diciembre se votará el proyecto de ley de legalización del aborto. No estuvo sola: en cada posta se sumaron grupos de bailarinas de hip hop, danza contemporánea y folkloristas diverses. El cierre fue a pura cumbia y baile, y con una convocatoria: el llamado a un Parlamento de Artistas para soñar y crear un mundo nuevo.
La Posta del primer viernes de diciembre no se quedó quieta: circuló sobre cuatro ruedas a cielo abierto por la ciudad y ofreció canciones, baile y alegría en tres lugares diferentes: Plaza San Martín, Plaza de Mayo y Plaza de los Dos Congresos. Las Postas Sanitarias Culturales arrancaron hace exactamente cuatro meses en las puertas de teatros oficiales cerrados por pandemia. Luego se trasladaron a la vereda de Mu Trinchera Boutique los viernes por la tarde y ayer el show de la artista Susy Shock se multiplicó x 3.
“Qué lindo sería subirse a un camión y recorrer las calles”, dijo Susy días atrás durante los preparativos de una de las Postas en la casa de la Cooperativa Lavaca. El deseo expresado en voz alta fue respondido de inmediato: “Lo vamos a hacer”. Y así se fue armando el rompecabezas que tiñó de realidad el sueño de la Posta ambulante. La Cooperativa Bella Flor, de José León Suárez, aportó el camión que utilizan habitualmente para su labor de reciclaje.
Con una alfombra roja y telas brillosas adquirió aspecto de escenario al que se subieron Susy, con su atuendo colorido y glamoroso, Caro Bonillo y Andrea Bazán, con sus guitarras y voces, vestidas de rojo y negro y vincha con brillos. Una bandera blanca con el mantra repetido cada viernes: “Soñemos algo nuevo – Parlamento de Artistas” se desplegó cuando un costado del camión fue desmontado para dejar a las artistas al descubierto.
Primera parada: Retiro
Bajando por la calle San Martín, estacionó sobre el cemento, a metros de la urbanizada Villa 31 de un lado y del otro, el coqueto barrio de Recoleta. Comenzaron a sonar los acordes de “Los bailes de la vida”, de Milton Nascimento, y mientras Susy cantaba, era acompañada por la danza de las “Superpoderosas Crew” -integrada por La Capitana, Cielo, Mónica, Oli, Paula, Cele y Carito- que con su baile gestado en la calle, agitaron pañuelos verdes al ritmo de cada canción.
“El arte es esencial, nos encuentra, nos acerca, nos conmueve. Gracias por esos pañuelos en este día especial, en una semana especial, esta época especial”, agradeció Susy a las jóvenes bailarinas que pulieron la vereda con sus zapatillas y los movimientos del hip hop, mientras en el Congreso se definía el 10 de diciembre para el debate de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. “Ustedes son protagonistas de eso, no estamos solas. La idea es encontrarnos y cuidarnos. Ya nos vamos a abrazar mucho”.
Varias personas que estaban en la plaza se acercaron al show y fueron formando una platea improvisada sobre el pasto. La fila para el cajero automático del banco de enfrente también se sumó al conjunto de espectadorxs.
Después de la tercera canción, la rapera Karen Pastrana se acercó al escenario. “Una cultura destructiva y cruel del tipo occidental me quiso inmaculada, venerarme sobre un pedestal, qué hipocresía infame, destronarme no podrán, pues yo soy la reina de la vida, vida traje y vida vengo a dar”, rapeó con voz enérgica. Al terminar, las Superpoderosas se abrazaron a Karen, emocionadas. Antes de despedirse, Susy declaró al arte escencial para la salud. “¿Como seria este mundo sin arte?”. Una mujer gritó varias veces mientras aplaudía: “¡Gracias por venir!”. Otra comentó: “Salí del trabajo y me encontré con esto, me alegró la tarde”. “Eso es lo que hace el arte”, agregó la mujer que agradecía a Susy su presencia. Y así terminó la primera incursión artística, callejera y móvil.
Segunda parada: Plaza de Mayo
El camión se desplaza por Paseo Colón, pasa por la Casa Rosada y avanza hasta ubicarse en un extremo de Plaza de Mayo, dejando al Cabildo como fondo. Arranca la segunda instancia musical, esta vez con una canción de cuna. La danza contemporánea confluye en la plaza, con la presencia y el movimiento de las bailarinas Bárbara Alonso, Carla Rímola y Eugenia Roces. “Que el arte salga a curar. Todo esto está enfermo y no ha sido el arte. Queremos pensar y soñar el futuro desde el arte”, dijo Susy.
La bailarina Carla Rímola se subió al escenario móvil y leyó:
“La comunidad de la danza se encuentra en emergencia cultural, sanitaria y económica. La situación excepcional de la pandemia ha evidenciado y agravado aún más la precariedad en la que ya se encontraban lxs trabajadorxs. Nosotrxs bailarinxs, creadorxs, docentes, gestorxs, investigadorxs, coordinadorxs de espacios, grupos de trabajo, nos vimos profundamente vulnerados. Proyectos cancelados, fuentes laborales perdidas, espacios cerrados, deseos detenidos, dificultades para hacer frente a las necesidades más básicas, definieron la realidad en la que aún nos vemos sumidos, y de la que no será fácil recuperarnos. La comunidad de la danza no es una abstracción, la conformamos nosotrxs: sujetos trabajadorxs, cuerpos, historias y territorios, realidades diversas o similares, cercanas o distantes, argentinas. Hoy advertimos –quizás más clara y dolorosamente que en otros momentos- la necesidad de converger como sector en estrategias colectivas y de cohesión, acciones comunes para la recuperación a corto, mediano y largo plazo.
El Frente de Emergencia de la Danza surgió en abril de 2020. En el marco de la pandemia, ante la imposibilidad de trabajar y la falta de ingresos que golpeó y golpea a la cultura, nos nucleamos y conformamos esta organización de organizaciones de todo el país, entre las que se cuentan asociaciones, colectivos, proyectos, estudios de danza, plataformas de formación, etc.
Pensando juntxs, construimos colectivamente.
Sabiéndonos diversxs, ejercitamos el consenso frente a los temas que nos atañen y a las problemáticas que nos atraviesan.
Trabajando de manera horizontal, estamos llevando adelante acciones concretas y gestionando políticas para el mejoramiento de la danza a nivel federal.
Buscando modos de colaboración, construimos lazos solidarios, consolidando una red colectiva para transitar este presente difícil, y que el futuro nos encuentre más fuertes”.
Y con estas palabras finalizó la segunda irrupción artística en el espacio público.
Tercera parada: Congreso
El camión-escenario bajó por Av. de Mayo hasta llegar a la Plaza de los Dos Congresos. Alli se ubicó sobre la avenida Rivadavia y Susy cantó una copla acompañándose con su caja. En la plaza la esperaban les Folcloristas Diverses, con Lisandro, Valery, Ari, Nash, Bibi, Vivi, Juan, Julián, Gaby y Paula. Aplausos y baile de chacarera, polleras coloridas, un niño y su tutú con los colores de la diversidad, fueron el alegre marco para esta momento en los que ya nadie se quedaba quietx. Cuando llegó el turno de la Milonga Queer –un clásico en los shows de Susy-, les bailarines Edgardo y Sergio ocuparon la vereda y se lucieron al ritmo de la milonga. Luego una cumbia y cada vez más gente se iba acercando atraída por la música, los brazos en alto, los pañuelos verdes agitados y el entusiasmo de los cuerpos.
“Buena vida y poca vergüenza”, nos aconsejó Susy, la frase que acuñara su abuela tucumana y que ya es nuestra. “Nos volvemos a ver siempre en las calles, en las rondas, tiremos este mundo para nuestro lado, no nos acomodemos para el lado que nos tira este mundo, no nos resignemos, no tengamos miedo porque nos llevan a su lado sino, no queremos el mundo que nos proponen, no queremos ser como ellos, sus lógicas, no me hables con e si me vas a dejar en el mundo de mierda, es necio si me estas dejando sin futuro. Yo soy trava, quiero tener futuro, con mis travas amigas, con mis tortas, con mis infancias, quiero tener futuro y me lo están quitando. Les queremos, gracias pro el cariño”.
Y así dio fin a una tarde que reunió la potencia del hip hop y la fortaleza genuina de la hermandad barrial, la sensibilidad de la danza más académica con los pies brincando en la vereda, la dulzura del folclore, el ímpetu del tango y las danzas que rompen con los cánones tradicionales para moverse con goce y en libertad.
Bajo un cielo naranja de un atardecer de encuentros, concluyó lo que comenzó siendo una expresión de deseo y con la confianza en la acción y la complicidad colectiva, se materializó en alegría itinerante que interpela, propone y sana.