La Suprema Artista Susy Shock presidió la segunda sesión de esta innovadora propuesta artística, experimental y comunicacional en MU Trinchera Boutique. Cumbias, danza contemporánea junto a textos de Berta Cáceres, la obra de Paul Preciado, la voz de Greta Thunberg, y Manuelita convertido en Himno Nacional Argentino, envueltos en un aquelarre de artistas con Manu Fanego, Valentina Brishantina, Caro Bonillo, Pauli Garnier, las bailarinas Carla Rímola, Carla Di Grazia y Ayelén Clavin, y les hermanes Elis y Lisandro Paván, luego de la apertura de la Presidenta Shock: “La pregunta que hoy nos dispara la comunicación a las artes es la siguiente. ¿Cómo decir algo nuevo cuando está todo dicho? ¡Disparatemos!”.
“Bienvenides a esta sesión extraordinaria de nuestro Parlamento de Artistas. Nos convoca hoy una pregunta que como un disparo de bengala abre esta carrera a la imaginación, que sin ensayo ni guión va a hilvanar fragmentos rescatados de los escombros de una realidad que nos atormenta. No sabemos si al final de este rompecabezas se armará una respuesta o se abrirán nuevas incógnitas. Sabemos sí, que esa incertidumbre nos llevó a estar hoy acá para hacer esto. La pregunta que hoy nos dispara la comunicación a las artes es la siguiente: ¿Cómo decir algo nuevo cuando está todo dicho? Entonces, ¡disparatemos!”. Así arrancó la Suprema Artista y Presidenta de la Sesión Extraordinaria Susy Shock, vestida con la sobriedad del negro y el rojo fulgurante en la corona de flores que atravesaba su cabellera.
El Parlamento de Artistas sesionó por segunda vez. Con el permiso de apelar al disparate para derribar la solemnidad y darle sentido al encuentro, les artistas pusieron cuerpo, voz y sentimiento a la propuesta convocante. Con la potencia de su caja, Susy atravesó la sala teatral de MU Trinchera Boutique con el canto profundo y la pregunta a flor de piel: ¿Dónde está Tehuel? Tras pedir a les presentes que se pusieran de pie para entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino, inició el Canto Sagrado: “Manuelita vivía en Pehuajó, pero un día se marchó…”. Con mano apoyada sobre el pecho y a viva voz, todes cantaron la entrañable canción de María Elena Walsh.
Este grupo coral germinó de la lectura del artículo del filósofo trans Paul Preciado, publicado en marzo de 2020 en el diario español El País donde se hacía alusión a la necesidad de “un parlamento de los cuerpos planetario, un parlamento no definido en términos de políticas de identidad ni de nacionalidades, un parlamento de cuerpos vivos (vulnerables) que viven en el planeta Tierra». Esto fue tomado por el colectivo boliviano Mujeres Creando, quienes tras el golpe de estado organizaron un Parlamento de Mujeres en La Paz. Aquí, este aquelarre de Artistas decidió abrir el debate, exponer ideas y soltar la imaginación.
“Queda abierta la sesión. Vamos a invitar a la primera voz”. Las niñeces fueron las encargadas de inaugurar el Parlamento: Elis Paván tomó su guitarra y cantó la Cumbia del Abrazo compuesta por Susy Shock mientras su hermano Lisandro bailaba. Luego tomó la palabra la actriz y performer Valentina Brillantina, quien se autoproclamó Greta Thunberg y dijo: “Tengo algo para decir. Bla bla bla. No hay Planeta B. Estamos cansados del bla bla, es todo lo que escuchamos decir a nuestros supuestos líderes. Palabras que suenan genial pero que hasta ahora no han llevado a ninguna acción. Los políticos son todos iguales sin importar en qué parte del mundo te encuentres. Me dicen que cuando sea mayor yo también podré convertirme en política y marcar una diferencia real. Los escucho y les explico que cuando yo sea mayor será demasiado tarde para actuar”. El discurso que la joven activista sueca dio en Milán en el marco de la Cumbre Juvenil sobre el Clima resonó en la voz de Valentina, de bikini blanca, anteojos negros y capelina.
Detrás de Susy Shock y sobre el telón negro de fondo, las máscaras de animales como ovejas, chanchos y gatos parecían mirarnos desde su hechura de plástico y recordarnos que no somos tan distintxs. Todes somos naturaleza. “Los seres sintientes se han sumado para ver de qué se trata este Parlamento, para ver si no se trata de otra farsa, otra mentira más”, sentenció Susy. La siguiente participante, la cantante Caro Bonill,o anunció: “Soy Ni Una Más. Ya no sé qué hacer, nos están matando”. Y cantó “La Cumbia de Eli”, compuesta por la periodista Claudia Acuña. “Tenemos ministerio / tenemos presupuesto / tenemos seis mil palos y no se están gastando / no se están gastando / Abrí la billetera / no tenemos un mango / y en los territorios nos están matando / abrí la billetera / no podemos más / Que el Estado se ponga / que no haya ni una más”.
A continuación, tres bailarinas se plantaron en el centro de la escena y aseguraron: “Soy Berta Cáceres y vengo a decir….”. Mientras Carla Rímola, Carla Di Grazia y Ayelén Clavin (quienes fueron integrantes de “La Wagner”, la emblemática obra de danza dirigida por Pablo Rotemberg) iniciaban sus movimientos, se escuchaba la voz de la activista indígena y feminista hondureña asesinada en 2016: “En nuestras cosmovisiones somos seres surgidos de la tierra, el agua y el maíz. De los ríos somos custodios ancestrales el pueblo lenca, resguardados además por los espíritus de las niñas, que nos enseñan que dar la vida de múltiples formas, por la defensa de los ríos, es dar la vida para el bien de la humanidad y de éste planeta”. Con esas palabras Berta Cáceres inició su discurso cuando recibió el Premio Ambiental Goldman en 2015.
“Soy Paul Preciado, filósofo. Vengo a exponer mi tesis titulada Vigilar y encerrar, que aborda una temática de la inmunidad, más precisamente la inmunidad de rebaño”, dijo Manu Fanego. “Dime cómo tu comunidad construye su organización política y te diré cómo afrontarás tus epidemias”, “Cuanto más consumimos más controlados estamos”, “El virus trabaja, actúa a nuestra imagen y semejanza”, fueron algunas de las brillantes frases que Manu transmitió con total claridad, mientras caminaba en sus tacos altos y miraba a los ojos a les presentes, sentadxs en sillas negras que formaban un óvalo bordeando el perímetro de la sala. “Apaguemos los celulares, desconectemos internet, imaginémonos en la revolución que viene”, fue el minimanifiesto con el que finalizó su discurso.
Pauli Garnier, cantante, actriz, performer, ofreció su voz. Cantó “No podrán”, canción de Susy Shock. A capella, con fervorosa entonación, Pauli nos erizó la piel. Luego Susy invitó a que les participantes resumieran en una sola palabra lo experimentado en esta tarde de encuentro. Desobediencia, barro, escucha, travesti, ternura, abrazo, libertad, fueron algunas de las elegidas.
Con “Canción de cuna”, la Presidenta del Parlamento de Artistas se despidió y cerró esta Asamblea Popular y Disparatada. ¿Cómo decir algo nuevo cuando está todo dicho? Con belleza, con pasión y con arte. Y si todo está dicho, quizás sea posible inventar nuevas formas de decir. Con la nube de la incertidumbre, pero al estilo Manuelita, con el paso tan audaz.
El Parlamento ha finalizado.
La puerta para imaginar la revolución que viene, queda abierta.