El sector de la cultura independiente fue uno de los más golpeados por la pandemia. Artistas y técnicos se quedaron sin salas y las medidas oficiales no cubrieron el impacto económico. Tampoco el social: el arte no es considerado una “actividad esencial”. Por eso, desde la autogestión armamos junto a Susy Shock las Postas Sanitarias Culturales. Primero fue en los teatros oficiales cerrados. Luego, cada viernes, en la vidriera de MU Trinchera Boutique, en Riobamba 143. Hasta subimos a un camión para ofrecer espectáculos en distintos puntos de la ciudad. Los dos últimos shows fueron durante las votaciones sobre la legalización del aborto, en Diputados y Senadores. Otra propuesta fue “Bailar la vereda”, en Congreso, junto a los más reconocidos grupos de danza del país. El encuentro del talento con la emoción, por amor al arte.
La posta está en la calle