La actriz y perfomer Sofía Dieguez presenta en MU Trinchera Boutique Magenta. Una sirena más allá del mar. Será el viernes 5 de febrero a las 17 y 18 horas, en nuestra sala teatral, en Riobamba 143. La obra, que está escrita por la propia actriz y tendrá música de Lucas Iriarte, parte de la historia de La Sirenita para hablarle directamente a las infancias: “El mensaje que me gustaría dar es que no está mal sentirse diferente, quiero que las infancias se sientan libres, que no sientan tristeza, ni miedo, que disfruten de ese momento de la vida que es único, que no se va a repetir”. En esta entrevista, la autora habla con lavaca sobre el significado de la Magenta, las Postas Sanitarias Culturales, el abrazo de Susy Shock y Marlene Wayar, y las transformaciones que cambian al mundo.
Una caminata de una cuadra -desde su casa hasta el espacio cultural MU Trinchera Boutique- hizo la actriz y performer Sofía Dieguez una vez por semana durante más de tres meses para escuchar las canciones, poesías y pensamientos luminosos compartidos por la artista Susy Shock tras la vidriera de Riobamba 143 en el marco de las Postas Sanitarias Culturales. Iniciado en cuarentena estricta, el evento semanal se propuso acudir al arte como herramienta, ofrenda y conjuro para sanar juntes y con la calle como punto de encuentro. En uno de esos viernes, Sofía prestó atención a la vidriera donde Susy cantaba, sonreía y colocaba sus manos al finalizar cada canción para establecer contacto –más allá de la mirada- con la persona a quien le dedicaba el tema. La estructura vidriada le recordó a una pecera y el link mental fue inmediato. Apareció la imagen de la Sirenita, la historia que la cautivó cuando a los tres años vio la película por primera vez. Imaginó una obra de teatro, una adaptación, y la escribió. Le contó la idea a Susy Shock.
“Sofi, lo podés escribir vos. Inventá tu propia sirena”, le sugirió.
“Ella confió en mi y en una noche escribí las canciones, la historia, los personajes y ahí nació Magenta, una sirena más allá del mar”, dice hoy. De espíritu rebelde, con la decisión de enfrentar los prejuicios y ser fiel a sí misma y a sus deseos, Magenta es la versión de Sofía sobre el personaje creado por el escritor danés Hans Christian Andersen en el siglo XIX y llevado al cine por la industria cinematográfica norteamericana en 1989. Una historia de trasformación, de identidad, de elecciones, de renunciamientos, de cómo pensar el propio cuerpo y de ver el mundo de distinta manera de acuerdo a donde se apoyen los pies –o la cola de pez- se trate del relato original o de la versión con final feliz de Disney.
¿Por qué “La Sirenita”? “Para mí la película es muy significativa. Desde que la vi me sentí identificada con esa historia, con no pertenecer al mundo, sin saber mucho a los tres años, después entendí de grande la historia original de La Sirenita de Andersen. Las mujeres trans somos como sirenas que damos el paso a ser mujeres y en ese paso, muchas pierden a la familia, amigues, el lugar donde viven y metafóricamente también la voz, socialmente, hoy quizás no tanto pero es lo que pasaba y es lo que pasa en la historia de La Sirenita. Y el mensaje que me gustaría dar es que no está mal sentirse diferente, quiero que las infancias se sientan libres, que no sientan tristeza, ni miedo, que disfruten de ese momento de la vida que es único, que no se va a repetir y que nadie les diga que no pueden jugar con algo porque es rosa, porque es azul, porque es de nena, de nene. Los juguetes son juguetes, los colores son colores y ellos tienen que disfrutar de ese momento de su vida”.
Una vez escrita la obra –que dura 30 minutos- y el valioso aporte musical de Lucas Iriarte, cuenta Sofía que su “trava madrina” -una de las formas en que le gusta referirse a Susy- le presentó al actor Giancarlo Scrocco quien se encargó de la confección de los títeres que van a encarnar a los personajes amigues de Magenta: Shockito, el pez arcoriris y Momo, el caballito de mar. También Susy la conectó con su flamante productora “Que otros sean lo normal”, allí conoció a la actriz y cantante Pauli Garnier quien junto a Marlene, también sumaron su apoyo. Lautaro Matute prestó su estudio de grabación para que Susy grabe la voz del personaje de la abuela de la sirena Magenta y Nito Carelli ofició como coach vocal y es el alma de los títeres.
“La obra es un regalo para ese niño que fui, para Ivancito, ese nene que amaba a la Sirenita”, cuenta Sofía. “Hoy yo soy mi mayor logro y estoy segura de que si Ivancito viera hoy la mujer en que me convertí diría: yo quiero ser como ella. Mi presente es mi mayor logro y esto es un regalo para ese niño que no entendía que le pasaba”. Sofía muestra una foto de Ivancito, mirando a cámara y abrazando una muñeca, que no es cualquiera, sino la muñeca de La Sirenita y junto a ella, también sostiene al príncipe del cuento, del cual la Princesa del Mar se enamora. “Ese nene que en esta foto abraza la muñeca de su hermana bien fuerte para sentir por un instante que era suya, así que la obra es para ese nenito que sigue caminando al lado mío”.
Mientras soñaba con ser una Spice Girl, una pop star, a los 13 años comenzó a tomar clases de teatro en la Municipalidad de Lanús. Primero estudió actuación, luego comedia musical, ballet y dos años en el Teatro Colón. A los 16 tuvo un papel en el musical “El fantasma de Canterville” de Pepe Cibrián. Luego visitó varias ciudades del mundo haciendo obras de teatro infantiles. En 2017 participó de la serie “Un gallo para Esculapio” y luego la llamaron para “El Marginal II”. Al poco tiempo llegó la novela de Telefé “Pequeña Victoria”, protagonizada por la actriz trans Mariana Genesio Peña, donde Sofía era una de las habitantes de “Casa Diana” -en homenaje a la activista trans Diana Sacayán asesinada en 2015- y en cuyas paredes podía leerse la frase de Susy Shock: “¿Qué soy? ¿Importa? Soy arte”.
Sofía: “Yo no estaba muy involucrada, no conocía mucho de la militancia trans porque las veces que estuve en grupos se iban a lo partidario y no me sentía cómoda. A través de ´Pequeña Victoria´ conocí a Marlene Wayar y me pareció una persona amorosa, super inteligente, respetuosa con el pensamiento de la otra. Ahí también escuché nombrar a Susy Shock y me puse a investigar quién era. Leí entrevistas y escuché su poema ´Reivindico mi derecho a ser un monstruo´ que es maravilloso y empecé a enamorarme de su poesía, de su inteligencia, su manera de ver la vida, pero no la conocí personalmente hasta cuando comenzó la cuarentena. Fui a las postas y empezó una amistad que parece de siempre. Hoy mi referente es Susy. Habla desde el amor, al igual que Marlene. Con Susy tengo una conexión maternal, yo le digo que es mi mamá trava”.
Sofía tiene 34 años y vive sola desde hace diez. “Hice mi transición grande, a los 25 años. Soy una privilegiada, de las que nunca les faltó el amor de la familia, les amigues y fui abrazada por mis padres, siempre acompañándome, pese a que por ahí en algún momento alguno de los dos no supo entenderlo, pero jamás dejaron de estar a mi lado y eso es fundamental para cualquier ser humano, el amor, la compañía, la comprensión y sobre todo la educación para después poder salir al mundo y tener las herramientas. Hay gente que no pertenece al colectivo LGTBIQ+ y no tiene mucha idea, entonces hay que educar, enseñar, explicar que las cosas no son solo blanco y negro, que hay muchos colores, que hay mujeres trans, otras prefieren llamarse travestis, no todas las personas pensamos de igual manera”.
Suele ir a la plaza a tomar mate mientras repasa libretos y también ensaya con ansias de que llegue el estreno de “Magenta”. Durante los primeros meses de cuarentena estuvo muy angustiada y luego fue revirtiendo la sensación con meditación, se volcó al vegetarianismo, disfruta de la naturaleza y se unió a un grupo que brinda comida a personas en situación de calle. “Fue un año terrible, pero aprendí y crecí. Está bueno salir de la cloaca con olor a rosas”.
A fines del año pasado se realizó un casting para interpretar a Susy Shock en el musical “Crianzas” que tiene fecha de estreno para mayo en un teatro porteño. Sofía se ilusionó con ese rol y se presentó. Al tiempo le dieron la mejor noticia: el papel de Susy era suyo. “Sentí una felicidad enorme cuando me enteré, para mí es un orgullo poder interpretar a Susy en el escenario y contar la historia de una tía trava y de su sobrino y la mirada del mundo hacia ellos dos”. La obra está dirigida por la actriz y directora Valeria Grossi y la música es del compositor y director musical Carlos Gianni, quien hizo la música de las obras del reconocido actor y creador de espectáculos infantiles, Hugo Midón.
“Crianzas” comenzó siendo un podcast semanal de tres minutos y 28 episodios en el que la “tia trava” Susy relataba sus vivencias junto a su sobrino Uriel. El micro radial proponía romper las distancias entre adultes y niñes, crecer en la diversidad y se actualizaba los miércoles en la web de lavaca. “Acá les habla la Susy, seguro que me conocen de verme volver tarde por el barrio, alguna que otra risita me habrán regalado estando en barra pero sos de las y los que me dicen ´buen día, señora´ cuando voy a la mañana a comprar el pan. Soy la tía de Uriel, que vive justo enfrente del centro comunitario, y aunque tenemos nuevas leyes que me permiten tener el documento y llevar el nombre que siento para mí, todavía la ley no puede hacer mucho para que dejen de cargarlo a mi sobrino con su ´tío que se disfraza de mujer´. No vengo a retarte, vengo a que me conozcas. ¿Y sabés por qué? Porque hay un amanecer asomando y estaría bueno que no te lo pierdas, que no nos lo perdamos. Te dejo un beso o un abrazo de tía trava”, decía Susy en el primer episodio, en marzo de 2014. Luego “Crianzas” tomó la forma de libro de la mano de la cooperativa Muchas Nueces, con ilustraciones de Anahí Bazán Jara –hija de Susy, ilustradora y excelente tatuadora- y prólogo de la activista trans Marlene Wayar y la periodista Claudia Acuña. Y pronto, llegará al escenario en formato musical protagonizada por Sofía y dos infancias que se irán turnando en las funciones.
Confiada en que “Magenta” sea una caricia para les niñes, Sofía aguarda la primera fecha –de dos funciones- con la calma digna de las sirenas retratadas por Andersen, recostadas sobre los arrecifes de coral a la luz de la luna observando los barcos que pasan, solidarias y dispuestas a sacrificar sus largas y hermosas cabelleras para ayudar a su hermana, la Sirenita que apostó a su propia transformación y, conociendo todos los secretos del mar, se atrevió a cambiar su mundo.
Si querés asistir a la obra, escribinos a [email protected]