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Desde adentro de Barrick Gold: “La minería también se tiene que ir nacionalizando”

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Los daños ambientales, el saqueo del agua, la desprotección de los trabajadores, las enfermedades, la mentira sobre el supuesto “progreso”, la propuesta de una minería a otra escala y de un control del país sobre sus recursos. José Leiva, operador perforista de la mina Veladero de San Juan (Barrick Gold), y referente del sindicato al que gobierno y burocracia no reconocen, habló con lavaca sumando la voz de los trabajadores a un debate crucial para el presente y el futuro.
Desde adentro de Barrick Gold: “La minería también se tiene que ir nacionalizando”
Algunas definiciones
Dijo José Leiva a lavaca:
“Se habla mucho de la estatización del 51% de YPF. Bueno, yo creo en una minería que también se vaya nacionalizando, que el país tenga el control de esa extracción minera”.
“El problema es la megaminería, que es tan destructiva. Se puede hacer una minería a otra escala”.
“Nosotros estamos destruyendo un cerro. En 5 años lo hemos hecho mierda”.
“Lo peor es el uso del agua. La cantidad que se consume es inimaginable. Acá no hay caudalímetro a propósito, para que nadie sepa cuánta usan”.
“Lo que es seguro es que no alcanza el agua en Veladero, están secando totalmente los ríos y las fuentes de agua, y por eso riegan con mierda (sic) los caminos de la mina para que no levanten polvo”.
“Tiene que haber menor escala, con mucho control estatal, impositivo, laboral y de salud. Cuando manejan todo estas multinacionales, no hay ningún control”.
“Lamentablemente tengo que decir que Barrick Gold es la que gobierna en San Juan”.
“Sólo con lo que ganan por la escoria (el sobrante) de la fundición de oro, pagan las regalías y nos pagan a nosotros. La ganancia por el oro y la plata se la llevan completa”.
“Si no hay control por los derechos de los trabajadores, imaginate: ¿qué control puede haber al medio ambiente?”
“¿Por qué te creés que nadie, ni los periodistas, pueden subir a esta burbuja impenetrable que es Barrick Gold?”
“No estoy de acuerdo con los ambientalistas que dicen ‘que cierre la mina y chau’. ¿Y los trabajadores?”
“AOMA (el sindicato cegetista) le ha iniciado juicios a los trabajadores. Por eso queremos que se reconozca al nuevo sindicato que reúne a muchos más compañeros de Veladero, para sacar a los traidores”.
Desde adentro de Barrick Gold: “La minería también se tiene que ir nacionalizando”
Progreso fantasma
“No tenemos señal para el celular en la mina. Me agarraron justo porque en un rato salgo para allá” dice José Leiva con voz pausada al iniciar el diálogo desde San Juan. Hace unas semanas organizó un paro de dos días en Veladero. Ahora está a 3 kilómetros, desde el cual volverá a su puesto de trabajo a 4.500 metros de altura. “Aquí te das cuenta de la mentira del progreso minero. Alrededor de esta zona son todos pueblos fantasma, como Tudcum, que no tuvieron ninguna mejora. Aprovechan lo buena que es la gente. Les regalan cositas para tenerlos tranquilos. ¿Eso es el progreso?”
Teléfonos pinchados a -10 grados
Leiva trabaja como perforista en Veladero desde 2005, cuando el proyecto de Barrick Gold se puso en marcha. Ante la dócil relación del gremio AOMA (Asociación Obrera Minera Argentina) con la empresa y con el gobierno sanjuanino de José Luis Gioja, Leiva inspiró la creación de OSMA (Organización Sindical Mineros Argentinos) nuevo sindicato que triplica en adherentes al anterior, que no ha sido reconocido, y que realizó un paro de dos días el 2 y 3 de abril en la mina, cortando el acceso a los camiones, a una temperatura de 10º bajo cero.
“Nuestro reclamo es que aumenten un 40%. Pero AOMA negoció un 23% que en realidad es menos porque dividen un 13% en el básico, un 5% por presentismo y 5% a partir de julio. Nos toman el pelo. Como decidimos parar, empezaron las amenazas, nos quitaron la comida y vino un tipo de la oficina de recursos humanos de la empresa para anunciar que iban a empezar a echarnos. Al final el secretario general de AOMA Héctor Laplace fue traído por la propia Barrick Gold desde Buenos Aires, que al final terminó firmando el acuerdo”. Ante la conciliación obligatoria y las amenazas, los trabajadores quedaron en alerta permanente. “Tenemos que cuidarnos porque nos escuchan los teléfonos de línea, los celulares, esto se comprobó en 2009 cuando me echaron y tuvieron que reincorporar. tienen cámaras en toda la mina. Falta que te pongan una en el baño”.
AOMA es el gremio oficialista. Laplace avaló a Armando Domínguez, el falso “trabajador minero” al que un lapsus permantente denominó “Antonio” en una teleconferencia donde Cristina Kirchner lo trató como “verdadero trabajador, no un político”, sin saber acaso que Domínguez es presidente del PJ de Olavarría y lobbysta junto a José Luis Gioja contra leyes como la de protección de glaciares. Otro dato: el sindicato que propone Leiva está enrolado en la CTA (Central de Trabajadores Argentinos).
Desde adentro de Barrick Gold: “La minería también se tiene que ir nacionalizando”
“El problema es la megaminería”
“Se habla mucho de la estatización del 51% de YPF. Bueno, yo creo en una minería que también se vaya nacionalizando, que el país tenga el control de esa extracción minera” plantea Leiva. “Nosotros somos parte de la energía, la minería también abarca el tema del uranio. La idea mía y de la mayoría de los trabajadores (porque tenemos la mayor parte de afiliaciones en Veladero) es: ¿por qué no hacer una minería a menor escala, que no produzca tanto daño con el tema de glaciares, con el tema del agua? Se puede hacer. El problema es la gran escala: la megaminería”.
Este es un debate complejo, en el que Leiva explica lo que ve desde su puesto de trabajador: “Las mineras vienen, destruyen un cerro en el menor tiempo posible, le sacan todos los minerales al menor costo posible, y ahí entramos nosotros los trabajadores, en ese costo. Se llevan todo y no nos dejan nada. Porque lo que nos dejan, como provincia, como Nación, ese 3% que de regalías, es nada”.
El agua y el cianuro
Otra descripción: “El problema es la megaminería, que es tan destructiva. Se puede hacer una minería a otra escala. Nosotros estamos destruyendo un cerro, en 5 años lo hemos hecho mierda. Y no solo eso: lo peor es el uso del agua. La cantidad que se consume es inimaginable. Acá no hay caudalímetro a propósito, para que nadie sepa cuánta usan. Se habla mucho del cianuro, pero el cianuro es lo de menos. ¿Pensás que pierden una gota de cianuro? La realidad es que lo aprovechan al 100% porque es muy caro eso y es lo que les permite extraer el oro de la tierra. El problema es la cantidad de agua que se usa. Lo que es seguro es que no alcanza el agua en Veladero, están secando totalmente los ríos y las fuentes de agua, y por eso riegan permanentemente con mierda (sic) los caminos de la mina para que no levanten polvo”.
Utilizan los desechos cloacales, para humedecer la minera, confirmando que la Argentina es un país sin metáforas.
“Que se vaya nacionalizando”
Leiva propone por eso lo que llama una “minería distinta”: “Tiene que haber menor escala, con mucho control estatal, impositivo, laboral y de salud. Cuando manejan todo estas multinacionales, no hay ningún control”. Entre los vecinos y asambleas hay debates al respecto ya que muchos desconfían acerca de que esa “menor escala” minera encierre una trampa para terminar siendo más de lo mismo.
Leiva en ese punto razona con la lógica de un gremialista:  “No estoy de acuerdo con los ambientalistas que dicen ‘que cierre la mina y chau’. ¿Y los trabajadores? Acá en San Juan somos unos 5.000”.
¿Cuánto cuesta el gasoil-minero?
Todo ocurre en medio de ventajas para las mineras que incluyen no pagar determinados impuestos: “En San Juan hay problemas de gasoil. Yo tengo que hacer colas de 5 o 6 cuadras. Y acá en Veladero permanentemente hay un stock de combustible de 5 millones de litros. Se consumen en Veladero por día más de 700 mil litros de gasoil. ¿Sabés a qué precio le llega? A 1,75. ¿Cómo puede ser? En Veladero lo cobran a 1,75 a los camiones, y nosotros lo pagamos 6 pesos y haciendo colas en la ciudad de San Juan. ¿Eso es sustentabilidad? ¿Darle  a estas empresas todas las facilidades económicas en el gasoil, en los impuestos?”
Agregado: “Sólo con lo que ganan por la escoria (el sobrante) de la fundición de oro, pagan las regalías y nos pagan a nosotros. La ganancia por el oro y la plata se la llevan completa”. Se calcula que Veladero aportará a Barrick Gold ganancias por 20.000 millones de dólares, en uno 15 años hasta terminar de extraer el oro. Quiere decir que en menos de una década sólo quedará el cráter minero, la falta de agua, y el drenaje ácido.
Se agranda el corazón
El sistema laboral hace que los mineros trabajen 14 días seguidos, en jornadas de 12 horas, sin que les paguen un día de ida y otro de vuelta a sus pueblos. “No te pagan los feriados, no te pagan por el trabajo insalubre, tenemos problemas de silicosis, por el sílice que flota en el aire que se incrusta como partículas en los pulmones y se encapsulan allí. A 4.500 metros de altura cambia la circulación, aparecen problemas cardíacos. Se agranda el corazón. También hay cantidad de problemas de columna. Y todo esto sin que nadie controle cómo se trabaja. Yo estoy aquí hace ocho años y no sé cuánto me va a dar el cuerpo. Me dicen ‘andate’ pero yo tengo mi antigüedad y estamos tratando de que las cosas cambien”.
Explica Leiva: “Somos 1.200 trabajadores, acabo de chequear las listas porque están amenazando con echar compañeros. Pero una parte son trabajadores directos y otra parte contratados, que también tienen enormes problemas. Acá en Barrick Gold existe el trabajo en negro. No lo vas a creer, pero hay gente que viene a trabajar por 600 pesos mensuales. Es negro, o es gris: tomanmuchachos jóvenes, los preparan 3 meses, los dejan ‘stand by’ y cuando se quieren deshacer de trabajadores más antiguos, los reemplazan con éstos, pagándoles mucho menos y con contratos por seis meses a renovar”.
Salarios
El sueldo de Leiva es de 7.200 pesos, como perforista. “El promedio en la mina es de 6.500 pesos. En Vanguardia, en Santa Cruz, un perforista gana 15.000 y en Alumbrera 14.000. Un camionero en Alumbrera gana 10.000 y acá 7.000. Sin embargo Gioja mintió en el programa de Víctor Hugo Morales diciendo que aquí se cobraban los salarios más altos del país”. Editorial político: “Lamentablemente tengo que decir que Barrick Gold es la que gobierna en San Juan. Por eso también digo:  Si no hay control por los derechos de los trabajadores, imaginate: ¿qué control puede haber al medio ambiente?”
También considera el sindicalista que el hermetismo de Barrick es una especie de fatalidad: “¿Por qué te creés que nadie, ni los periodistas, pueden subir a esta burbuja impenetrable que es Barrick Gold?”
OSMA sigue intentando que se lo reconozca gremialmente para las próximas negociaciones, porque se considera además el sindicato genuinamente representativo, en calidad y en cantidad. “Estamos en alerta permanente. Lo que queremos es darle forma al sindicato, hacer una nueva inscripción, queremos cambiarle el nombre y lo haremos a nivel nacional. Queremos la personería para que los propios trabajadores puedan decidir quién quiere que los represente. AOMA (el sindicato cegetista) incluso les ha iniciado juicios a varios de los trabajadores. Por eso queremos que se reconozca al nuevo sindicato que reúne a muchos más compañeros de Veladero, para sacar a los traidores”.
Para detectar a Leiva hicieron falta muchos días. Como su turno es nocturno, habló con lavaca recién levantado, a las 6 de la tarde. En este momento, cuenta, en Veladero sigue nevando.
 
 
 

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Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos

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Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.

Por Claudia Acuña

Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.

Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.

Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.

A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Hasta lograrlo.

Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.

Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.

Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.

Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.

Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.

Quizá.

Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.

Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.

La presentación

Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.

Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.

Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».

El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.

Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
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La Justicia esquiva la causa por el disparo a Pablo Grillo: “Hasta ahora no se investigó nada”

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La recuperación de Pablo “es muy rápida” pero la investigación sobre su intento de asesinato, muy lenta, o directamente inexistente. Qué dijo el padre hoy frente al Hospital Ramos Mejía donde Pablo sigue pelando por su vida, aún en terapia intensiva pero con avances prometedores, y las abogadas del caso que presentaron ante la Justicia: primero Servini de Cubría y luego el candidateado a la Corte Ariel Lijo rechazaron la causa, y ahora se sortea en la Cámara Federal de Casación a qué juez le tocará investigar a quien le disparó y a sus superiores jerárquicos. Los dichos de Adorni en conferencia de hoy, y quién cortó el diálogo con la familia; las pruebas que se pidieron y las que se aportaron; y el texto de la presentación judicial en la que la familia pide ser querellante, con las pruebas que aportamos desde decenas de medios, fotoperiodistas y organizaciones sociales.

Por Francisco Pandolfi

Pablo Grillo todavía no está fuera de peligro, pero la mejoría día a día, paulatina y constante, le permite a la familia hablar ya no sólo de su estado de salud. Hasta hoy, el único foco era la supervivencia de este fotógrafo de 35 años impactado por una granada de gas lacrimógeno, fuera de toda legalidad, por las fuerzas de inseguridad comandadas por la ministra Patricia Bullrich.

La pérdida de masa encefálica y la fractura de cráneo con la que llegó de urgencia al Hospital Ramos Mejía –el miércoles 12 de marzo, cuando se desató la represión en la marcha por las paupérrimas condiciones en las que viven las y los jubilados–; la primera operación esa misma noche en la que se bajó la presión intracraneal y se le reconstruyó algo del tejido. Las pupilas que empiezan a reaccionar bien. La merma en la sedación. Los primeros movimientos – prematuros e inesperados por los propios médicos–. Otra operación por un derrame que es revertido a tiempo. La baja de los glóbulos blancos como síntoma de la baja en la infección. Y a solo una semana del disparo, Pablo abre los ojos. Y le sacan el respirador para ver cómo reacciona y lo hace agarrándole la mano a la mamá. Y por si fuera poco le susurra las palabras más hermosas a su papá: “Hola, viejo”. 

Pablo continúa en terapia intensiva, en estado crítico, pero respondiendo bien neurológica y físicamente. “Es asombroso el nivel de avance que tuvo”, dice Fabián, su viejo, con los ojos emocionados e incrédulos por la mejoría impensada en tan poco tiempo. Esa sucesión de buenas noticias las que posibilitan a la familia convocar este viernes a una conferencia de prensa «para contar novedades en la causa judicial».

Primero, habla Fabián, su papá, sobre la salud de Pablo: “Las novedades son que está estable, por lo tanto es bueno. Está con los ojos abiertos y sigue sin respirador”.

En la conferencia de prensa convocada por la familia de Pablo Grillo, fotógrafo que fue impactado por una granada de gas lacrimógeno lanzada por las Fuerzas comandadas por Patricia Bullrich, Fabián, su papá, habló sobre la salud de su hijo.

www.lavaca.org (@revistamu.bsky.social) 2025-03-21T19:35:39.538Z

Fabián lleva puesta una remera azul, con letras blancas que dicen: “Justicia por Pablo Grillo”. Se lo nota cansado, pero más distendido. Se ríe cuando cuenta: “Tengo un video con saludos de (Ricardo) Bochini, veremos si los médicos nos permiten que se lo pasemos. Si lo escucha al Bocha, va a volver a hablar seguro Pablo”. Mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía la situación es grave: está en terapia y con riesgo de vida. Pero en ese marco todo lo que estuvo ocurriendo es favorable. A todos nos sorprendió su evolución. Incluso los médicos manifiestan que la evolución que está teniendo es asombrosa. Es muy rápida”.

Este jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el diálogo con la familia quedó roto desde que el padre de Pablo acusó a Bullrich de ser cómplice. Fabián le responde: “Nosotros no cortamos nada porque nunca existió el diálogo. Lo mío fue una respuesta a una declaración mentirosa de Bullrich, por tanto si es que alguien cortó el diálogo fueron ellos. Yo estoy dispuesto a escuchar, si alguien me llama”. Y agregó: “A esta altura no lo espero (ese llamado). Espero poco. Pero demostraría que tienen todavía un grado de humanidad”. 

En relación a las mentiras de Bullrich sobre el trayecto del proyectil, expresó: “Me da vergüenza la forma en que fue acomodando la mentira. La va acomodando a medida que la realidad se lo desmiente, es hasta absurdo, burdo, grotesco: no sé que palabra utilizar”. Cuando le preguntaron si le diría algo al gendarme que, según los elementos reconstruidos hasta el momento, sería quien disparó (presuntamente, el cabo Guerrero), afirmó: “Personalmente no le diría nada. Sí lo vamos a decir de forma jurídica. El mejor diálogo que podemos tener con esta gente es en lo judicial”.

La causa, sin avances

Fabián estuvo acompañado por Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, y a Paula Litvachky, del CELS, organismos que patrocinarán legalmente a la familia, que este 21 de marzo se presentó ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 para ser tenida en cuenta como querellante en la investigación judicial.

Lo más importante de la causa hasta ahora: desde el 12 de marzo “no se investigó nada y reclamamos que se empiece a investigar urgente”. Las abogadas cuentan el por qué: “La causa iniciada por la denuncia de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) que dio inicio a la instrucción estaba presentada en el Juzgado 12 de Ariel Lijo, quien se la devolvió a la Jueza Servini de Cubría, que otra vez la rechazó. Ninguno de los dos quiere hacerse cargo de la investigación. Ahora irá a sorteo para definir quién la sigue. La Cámara Federal de Casación Penal tiene que resolver”. Agregan: “Hasta ahora el Ministerio de Seguridad dijo que no hará sumarios internos por el accionar de su Fuerza, lo que refleja el encubrimiento”. 

La causa aún no tiene carátula porque no está radicada en ningún juzgado. La denuncia presentada es por tentativa de homicidio agravado, por abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.

Dice Paula Litvachky, del CELS: “Es muy importante que la causa salga de este limbo judicial y se inicie el pedido de pruebas antes de que pase más tiempo”.

Dice Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos: “Esperamos que en estos primeros 9 días en los que no se hizo nada, no haya ninguna prueba que se haya destruido, modificado, alterado. Hay cámaras del Gobierno de la Ciudad que tienen un tiempo de duración determinado, o de negocios que también se van borrando y si no las pedís inmediatamente después ya no están. Es vergonzoso que un hecho así no lo esté investigando nadie”.

Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, es junto a Paula Litvachky, del CELS, la abogada que representa a la familia jurídicamente. En este video cuenta los avances de la causa judicial:

www.lavaca.org (@revistamu.bsky.social) 2025-03-21T19:54:48.310Z

Las abogadas pidieron una serie de pruebas. Las más relevantes: “Quién dio las órdenes, cómo se manifestaron esas órdenes y cuáles fueron, antes y después del impacto; cuál fue el protocolo que se aplicó, quienes integraban el equipo donde estaba incluido el cabo Guerrero y qué órdenes se le impartió a ese grupo en particular; qué armas utilizaron”. También exigen que se lo llame a indagatoria a Guerrero. “Ya hay suficientes elementos para hacerlo”.

Completa Paula Litvachky: “Hicimos una presentación con los hechos, tenemos un montón de pruebas para que se reconstruya ese tramo del operativo de modo tal que se pueda tener la responsabilidad de quién disparó y de toda la cadena jerárquica”.

Concluyen ambas: “Las pruebas están. Nunca hubo tanto registro fotográfico y audiovisual. Necesitamos el acompañamiento social para empujar a que se haga justicia y que no quieran desviar el foco de la investigación”.

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La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

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Traumatismo encéfalo craneano, herida cortante e irritación ocular: las heridas causadas a Beatriz Blanco (81 años) ya forman parte de una causa judicial que inició ella misma y también la Procuraduría de Violencia Institucional, y apunta contra dos efectivos que la gasearon y le pegaron, provocando su caída. También apunta a la responsable del operativo, la ministra Patricia Bullrich, que se desplegó el miércoles de manera feroz, pero que -plantea la denuncia- es parte de un “plan sistemático”. Beatriz fue golpeada a las 16:10, antes de los principales incidentes, mientras se manifestaba en una esquina: cómo fue el momento, según relata ella misma en la denuncia y cuenta su hija. Quién es esta jubilada que trabajó de todo. Cómo está: recuperándose, enojada y “con más fuerza que nunca”. La voz de una de sus hijas junto a quienes lucha por justicia, y paz.

Por Franco Ciancaglini.

La imagen de Beatriz Blanco cayendo en seco al suelo -tras ser gaseada y empujada por dos efectivos de la Policía Federal- dio la vuelta al mundo. 

En el video se ve el fin de una secuencia más larga que inicia cuando la Policía Federal empuja de manera violenta a jubiladas y jubilados que se encontraban haciendo el clásico semaforazo de todos los miércoles en el Congreso. 

“Ella lo que cuenta es que estaba con el grupo de jubilados, cortando Entre Ríos, para mostrar sus carteles. Y cuando el semáforo se pone verde se vuelven a la esquina. Y en ese momento vino la policía, apurando a todos los viejos a subirse a la vereda”.

La que habla es una de sus hijas, Paula.

El relato coincide con la temprana decisión de las fuerzas de abalanzarse sobre personas que hacen lo mismo todos los miércoles -un semaforazo, y luego una movilización que da la vuelta al Congreso-: Beatriz fue atacada a las 16:10. 

Esta vez, por lo especial de la fecha, los Policías iban además con el gas apretado y el palo suelto. Cualquiera que estuvo en la manifestación pudo apreciar cómo apenas una persona se acercaba a los efectivos, o incluso estando a metros, sin hacer nada, podía ser gaseado. Incluso teniendo 81 años.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Los camiones hidrantes fueron parte de la cacería desatada. Foto: Lina Etchesuri.

El arma y la palabra

Beatriz Blanco no está afiliada a ninguna barrabrava ni milita en ningún partido político.

Es jubilada.

Trabajó toda su vida como empleada en cooperativa de fletes, empleada cuidando niños, costurera, y de casera hasta los últimos tiempos.

Tiene tres hijas.

Una de ellas, Paula Ippolito, cuenta que junto a su madre Beatriz y su hermana Paula suelen ir juntas a las marchas. “Esta vez fue sola porque justo yo estaba operada de la rodilla. Suele ir, no va todos los miércoles pero cuando puede va”.

Beatriz ya conocía a varios y por eso se acercó al grupo de jubilados que realiza los miércoles el semaforazo. Luego de que la empujaran a la vereda, se puso a hablarle a un cordón policial, una práctica habitual de jubilados anodados ante la violencia sin sentido que ejercen las fuerzas: “Ella siempre es de ir y hablar, de decir qué están haciendo, cómo no les da vergüenza; mi mamá siempre como que quiere hacer conciencia. Ella le debería estar gritando al policía que estaba de espaldas y lo toca con el bastón como diciendo ´mirame´. Ahí el chabón se da vuelta y le tira el spray, y el otro que le pega con el palo en la cabeza”.

Ese combo, que representa un ataque, de gaseo, empujón y golpe, hace que Beatriz pierda el equilibrio instantáneamente, y caiga al suelo.

La primera pregunta es cómo está: “Se está recuperando. Está en reposo, en observación por el golpe que recibió en la cabeza. Está con mucho dolor en todo el cuerpo, con un poco de inestabilidad, con el dolor en los ojos por el gas que le tiraron. Tiene los ojos muy hinchadas: le tiraron gas directo en la cara”.

Este dato del gas directo a sus ojos explica a la vez la pérdida del equilibrio, desechando por tierra las mentiras del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que aseguró que se “cayó sola”. También el título de la empresa La Nación que habló de que la jubilada “atacó” a la policía previo a su “caída”: “Ella le tocó con su bastón para que se diera vuelta, para que la escucharan, no golpeó a nadie. Habría que mostrar los videos enteros donde la Policía increpa primero a los jubilados para que se suban a la vereda, con la agresividad que suelen tener”.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Beatriz Blanco, tras los gases recibidos y el golpe posterior. Foto: Lina Etchesuri.

El caso de Beatriz es uno de los dos -junto al del fotógrafo Pablo Grillo- denunciados por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) ante la Cámara del Crimen. En esas denuncias a las que accedió lavaca, el organismo que se encarga de monitorear a las fuerzas -en estos tiempos, con menos entusiasmo- presenta como “pruebas” distintos recortes periodísticos alrededor del ataque a Beatriz. Y solicita a la justicia que requiera al Ministerio de Seguridad el personal policial afectado a los lugares de ambos ataques, así como los datos de la “sala de operaciones” a la que reportaban los agentes a cargo del operativo.

Por otro lado, la propia familia de Beatriz presentó una denuncia contra los dos agentes de la Policía Federal y contra la propia ministra Bullrich. Narra en su presentación lo mismo que refiere su hija en esta nota: “Siendo aproximadamente las 16:10 hs me encontraba en las inmediaciones de la esquina de las avenidas Entre Ríos y Rivadavia de esta ciudad (…) cuando fui rociada con una sustancia lacerante por un efectivo de la Policía Federal. Inmediatamente después, y también a manos de un efectivo de la PFA, recibí un golpe en la cabeza, con un elemento que creo se denomina ‘tonfa’, lo que provoca mi caída al piso”.

Tras el golpe, Beatriz fue derivada al Hospital Argerich, donde diagnosticaron lo producido por el ataque: traumatismo encáfalo craneano, herida cortante e irritación ocular.

Por eso, por un lado, reclama la identificación de los dos efectivos que la atacaron, plausibles de ser responsables de “delitos de lesiones leves” agravadas por tratarse de personal de la fuerza. Y por otro, califica a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich como “autora mediata” por ser responsable del operativo y algo más: la valiente presentación habla de que estos hechos son parte de un plan sistemático.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Una síntesis del plan sistemático. Foto: Juan Valeiro.

“Como en los momentos más aciagos de nuestra historia, desde el Poder Ejecutivo se ha montado un Programa de Miseria Planificada cuya consecuencia natural es la Protesta Social. Y sabido es que este tipo de políticas socioeconómicas sólo resultan aplicables cuando se pone a disposición de las mismas al aparato represor del Estado”.

Firma toda esta historia la propia Beatriz, acaso poniendo en contexto lo que representan los golpes que sufrió, su historia y el futuro por el que pelea junto a sus hijas. “Nosotras somos fieles a las marchas que son para los derechos del pueblo”, cuenta Paula, una de ellas. “No militamos en ningún partido político, siempre vamos independientes y solas”, aclara por si hiciera falta.

Paula habla siempre en plural femenino, pensando en su madre y su hermana. Desde ese lugar cuenta: “Nos están sacando todo. Nos están metiendo miedo para que no salgamos a las calles. Están imponiendo todo lo que quieren imponer. Siempre estamos atentas a todas las luchas. Esto va a por todos, no es solamente por los jubilados. A mi me han robado plata con la AFJP a pesar de que ya tengo 30 años de aportes. Estos vienen por todo, por todo lo que conquistamos”.

Junto a Natalia, las jóvenes militan tocando tambores en Batuka, uno de los conjuntos que lleva el ritmo a la calle y es la banda de sonido de la protesta social y la lucha. Hoy, del lado de la víctima, Paula asegura: “Estamos luchando para que esto no vuelva a suceder. Para que tengamos memoria y el pueblo no se duerma. No tenemos miedo. Ya la verdad que queda poco por perder”.

Esta lucha incluye, claro, a Beatriz: “Está más fuerte que nunca. Está enojada, muy enojada. Pero está fuerte para seguir la lucha”.

La lucha, ahora, es por justicia: “Solamente queremos que los responsables tengan justicia, sean los policías o la ministra de Seguridad: que la justicia trabaje a favor del pueblo. Y que no salga nadie más impune”. 

¿Tenés esperanzas? “Y no. Pero hay que hacerlo igual: nos corresponde”.

La esperanza tal vez siga estando en la calle, mientras estas jóvenes sin contención psicológica ni asistencia estatal de ningún tipo enfrentan los golpes: “Estamos nosotras, las hijas, para cuidarla y para que se reponga de esto”.

¿Necesitan algo? “Sí: paz”.

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