Actualidad
Los Jubinautas

Otro miércoles movilizado. Los grupos de jubiladas y jubilados estuvieron en Congreso, mientras la CGT marchó con la consigna “El trabajo es sagrado” realizando un homenaje al papa Francisco I. Hubo más policías enfrentando la manifestación de unos 300 jubilados, que los dedicados a la masiva marcha cegetista. Reflexiones sobre el hecho de movilizarse y sobre cómo sigue esta historia, con los pies en el asfalto.
La historieta cuenta la resistencia de un grupo de personas que sobreviven a una invasión de fuerzas del cielo llegadas para exterminar a la sociedad con armas y seres destructivos y tóxicos.
El Eternauta es una maravilla que hoy tiene una versión hecha serie, y que presenta una especie de réplica cada miércoles en la realidad argentina, con jubiladas y jubilados que reclaman por la destrucción de los haberes que les corresponden por el trabajo de toda una vida. La burocracia represiva hace que los rodeen de una cantidad absurda de efectivos de seguridad armados como para una guerra, que usan el gas tóxico y los golpes sobre los +70. Ancianas y ancianos se defienden como pueden, más que nada con su entusiasmo y sus convicciones, y en algunos casos usan unas antiparras protectoras, cual jubinautas del siglo 21, para cuidarse de las ínfulas agresoras. Para la masiva movilización de trabajadores de la CGT y las dos CTA, en cambio, no hubo gases, empujones, tonfas, golpes, motoqueros amenazantes, ni protocolo.

Fotos: Tadeo Bourbon para lavaca.
Gambetear policías
El tránsito fue un caos en Congreso, producto de los cortes en la zona, no de la movilización. Las jubiladas y jubilados comenzaron a manifestarse entonces desde las distintas esquinas del Congreso, y luego el grupo Jubilados Insurgentes emprendió otra metodología: eludir a los cordones policiales, gambetearlos, moviéndose siempre una cuadra más allá y cortando, para luego volver, con la policía siguiéndolos sin saber cómo impedirlo.
Zulema (la Jubinauta de la foto de portada) piensa por qué es más fuerte el despliegue policial para unos 300 jubilados que para la enorme manifestación sindical: “A la policía le molesta más que estemos en el Congreso. Pero hay otra cosa: cuando somos muchos no se animan a reprimirnos. El tema es que los jubilados siempre somos minoría – muchas veces hay más policías que jubilados. Esto es un gasto irracional en represión, dinero que podría usarse para fines mejores”.

Fotos: Tadeo Bourbon para lavaca.
Plantea cuestiones de las que no suelen hablar los medios: “Vos fíjate que nos están exprimiendo, explotando y quieren sacarnos todo el jugo porque los trabajadores somos los que producimos las riquezas. Y en el caso de los jubilados todo lo que nos quitan no es para levantar el país ni para ningún beneficio, sino que se lo llevan afuera los grandes capitales internacionales. Somos víctimas porque no tenemos quién nos represente: la CGT mira para otro lado, el Congreso mira para otro lado y la justicia también”.
¿Qué tendría que pasar para que las cosas cambien? Zulema suspira: “Nosotros pensamos que primero hay que resistir. Estamos acá siempre, no como la CGT que llama un paro un día y después se olvida. Tiene que haber un plan de lucha continuo. Si muchos sectores se movilizan podríamos lograr unidad para acciones conjuntas con objetivos en común. Acá tenemos que ponernos de acuerdo en qué hacer con este país, con la democracia… porque al final es un país y una democracia decidida por los grandes grupos, por los ricos, donde siempre los pobres y los trabajadores salimos perjudicados”.

Fotos: Tadeo Bourbon para lavaca.
Bajando el copete
Juan Manuel calculaba cierta dispersión, por la cantidad de demandas y actos que se acumulan. “Hubo un acto a la mañana por la gente discapacitada, porque se votaba algo en el Congreso. A la mañana estuvimos ahí. Nos fuimos después del mediodía cuando aparentemente consiguieron que no bajara… ¿cómo se llama? Libertad Avanza. Pero ya habían cerrado todo alrededor del Congreso. Además hubo jubilados que quisieron ir con la CGT y otros que no queríamos”.
El resultado fue que grupos de jubilados acompañaron a la CGT en su acto, actitud que no tuvo reciprocidad. Dice Juan Manuel, jubilado insurgente: “Y encima es el acto de Madres por el aniversario de la primera marcha, que también hubiéramos querido ir, pero bueno, estamos grandes para dar tantas vueltas”. Juan Manuel cree que las discusiones entre jubilados tienen lógica: “No es una división profunda, sino cosas que pasan en todos lados, en los organismos de derechos humanos también, y aparece además lo electoral porque los distintos partidos tratan de ver qué sacan, viste. Como fue la boludez de ayer de la conferencia entre los candidatos para la Capital. Nadie dijo un carajo de nada, es una vergüenza total. Nos están cagando a palos todos los miércoles y nadie dice nada, viste. Y la CGT tampoco”.
Se queda mirando las calles, como si fuesen el mapa de sus batallas semanales: “Hoy hicieron algo distinto. Otras veces cerraron todo distinto pero hoy nos vinimos para acá (la plaza frente al Congreso) y cuando caminamos por Callao se armó de nuevo. Pero siempre seguimos. Esta es nuestra marcha”. Sobre la CGT: “Hay sindicatos que están en conflicto ahora. Los aceiteros, los de neumáticos, la UOM en Villa Constitución. Pero al final cualquier manifestación más o menos grande y que llame la atención es una patada que le damos al gobierno. Una más, para ir acumulando, acumulando… en algún momento saldremos todos juntos”.

Fotos: Tadeo Bourbon para lavaca.
¿Y por qué eso no ocurre? “Falta que bajemos un poco el copete todos. El peronismo no se entiende qué quiere hacer, se queda encerrado, están discutiendo que sí que no con la provincia, y si siguen así la van a perder por una boludez total. No tiene sentido. Pero bueno, nosotros seguimos hace ya un año y medio y sabemos que eso les duele. Tenemos que seguir así”.
Rubén estaba unos pasos más allá: “El gobierno no para de atacarnos, y ahora viene otro acuerdo con el FMI, más control de la economía, y parece que van a pedir más ajustes para los jubilados. ¡Más ajuste!”
¿Y hasta cuándo? “Hasta que logremos rodear toda la Casa de Gobierno con una manifestación gigante. No pueden ser tan inoperantes. Acá tenemos más policía y más policía, y siguen reprimiendo”.

Fotos: Tadeo Bourbon para lavaca.
Adriana lleva un cartel en el que se lee: “No pedimos favores, exigimos derechos”. Y dice: “No queremos subsidios, sino vivir dignamente. Es un derecho, no es un favor. Soy jubilada pero no vivo de la jubilación, por suerte. Vengo por solidaridad, porque le está pasando no solo a los jubilados, sino a mucha gente. Como que pasó de moda la solidaridad… y yo creo que todos tenemos que meternos y hacer algo para que mejoren las cosas”.
¿Alguna luz de esperanza? “Los jubilados estamos a la vanguardia. Otras veces fueron los estudiantes. La CGT se ve que no lo entiende”.

Fotos: Tadeo Bourbon para lavaca.
Juegen para adelante
El acto porteño de la CGT se congregó primero en la 9 de Julio, se desplegó por toda Independencia y varias cuadras de Bernardo de Irigoyen. En Independencia y Perú instalaron y muchas imágenes del Papa Francisco y se lo escuchaba por los parlantes cual si fuese un DT: “Quiero que salgan, jueguen para adelante, pateen adelante, construyan un mundo mejor”. La convocatoria tuvo como lema: “El trabajo es sagrado”.

Fotos: Tadeo Bourbon para lavaca.
Se cantó la marcha Los muchachos peronistas, el Himno Nacional, y en la cabecera pudo verse a Héctor Daer, a Gerardo Martínez, a Hugo Moyano, a Julio Piumato, y también a los representantes de las dos CTA: Cachorro Godoy y Hugo Yasky. Como el año pasado y tantas veces en que la CGT no quiere molestar demasiado, la marcha fue hacia Paseo Colón, para pasar junto a la escultura “Canto al Trabajo”, de Rogelio Yrurtia. Un inquietante monumento descripto por su autor y por los folletos turísticos como un símbolo del trabajo y el amor, cosa difícil de ver para quien observe ese canto al sufrimiento y la explotación. El artista Daniel Santoro ha preferido interpretarlo de otra forma bastante razonable: “Estamos festejando como ‘canto al trabajo’ a un grupo de gente hecha mierda, esclavizada, incluso con nenes. Está hecho por un escultor oligarca. Eso debería llamarse ‘Grupo de esclavos corriendo una piedra en forma primitiva’”.

Fotos: lavaca.
Bicicleta sin carry trade
Las columnas fueron entusiastas, y los que no llegaron encuadrados fueron por las suyas. Diego iba con su bicicleta, pero no la financiera: “Noooo, me vine del laburo con la bici. Trabajo en el Renaper. Vine por las mías porque es 1º de Mayo y para reclamar por todas las situaciones económicas del país”. Reconoce que es de los privilegiados que tienen trabajo. “Sí, a mí no me alcanza, pero hay gente que está muchísimo peor. Por eso todo esto tiene que cambiar”.

Fotos: Tadeo Bourbon para lavaca.
¿Y qué habría que hacer para que esto cambie? “Por lo pronto marchar. Pero esto es un reclamo nada más. No sé cómo explicarte, el gobierno tiene toda la plata, están haciendo desastres, pero habría que implementar las cosas para la sociedad, no para ellos”.
Lleva la bicicleta sobre la rueda trasera tomándola por el manubrio. Se le arruga el ceño: “Es un gobierno nefasto. Soy padre, trabajo hace más de 20 años, pero creo que jamás estuve tan mal económicamente, y con tanto trabajo. Porque no solamente trabajo en Renaper, hago montones de cosas más”. Mientras caminamos dice algo tremendo: “Creo que estoy en la mejor etapa de mi vida, pero personalmente hablando, no. Es algo agotador. Da bronca. Ni te escuchan. Ese sería un gran cambio, que escuchen a la población”.
Comer crudos
Gabriel es trabajador de la construcción. “Vine porque me parece bien estar acá. El trabajo está bajísimo, le pregunto a mis vecinos y bajó automotriz, gastronomía, todo. Ya va un año y medio, y hay gente que quiere darle tiempo. Lo que creo es que hay que organizarse y hacer algo masivo, para meter presión, porque está todo muy complicado”.

Fotos: lavaca.
Mientras tanto, los únicos que mantienen la movilización parecen ser los jubilados. “Pobres, les pegan siempre. Pero me parece que cada vez más gente se va dando cuenta. Encima ahora empezó a aumentar todo. No se puede vivir con la miseria que hay actualmente, con salarios y jubilaciones congeladas y cada vez más desempleo. Así que me parece bien la lucha. Hoy se mueve la gene con un acto como este, pero hay que hacer mucho más, porque si no nos van a comer crudos”.
¿Qué quieren que hagamos?
Cecilia es vendedora ambulante de tortillas a la parrilla. “Este gobierno no quiere que trabajemos. Ni siquiera nos dejan vender en la calle. Entonces no tenés trabajo, pero tampoco te dejan salir a vender. ¿Cómo vamos a vivir? Es como que nos quieren liquidar. Nos quieren correr. Ahora se hace esta marcha, y está muy bien. Yo para colmo puedo venir a vender, porque si no no tengo donde ir. Salvo algunas ferias los fines de semana, pero también la policía no corren y nos saca la mercadería. Te vuelvo a decir: no sé qué quieren que hagamos”.

Fotos: Tadeo Bourbon para lavaca.
Dejar tranquilo al ombligo
Damián llegó con sus hermanos. “Yo soy docente, mi hermano es municipal y mi hermana es de la CTA”. Su panorama: “Es una situación muy horrible. Cada vez peor, cada vez cuesta más llegar a fin de mes, y encima sé que por lo menos tengo trabajo. El que no tiene ni siquiera un ingreso fijo bajo, te juro que no sé cómo hace”.
¿Cómo se cambia esto? “Con organización, juntándonos en comunidad tratando siempre de ser solidario con el que tenemos al lado, no ser indiferentes”. Damián no habla de organizaciones que convoquen a concentraciones, sino de una especie de desconcentración, en la que de abajo hacia arriba se hagan cosas. No en ciertas manifestaciones, sino todos los días.
“Es que tenemos que replantearnos nuestras prácticas, si lo que estamos haciendo está funcionando, si tenemos que buscarle una vuelta de tuerca. Pero tratando de tener acuerdos, de limar asperezas con la gente que no piensa como nosotros, juntándonos en los barrios, en los sindicatos, en las propias familias. Si no, vivimos cada uno mirándose su ombligo, no vemos al que está al lado y pasa hambre, o no te importa que alguien viva en la calle porque lo desalojaron y no tiene para pagar un alquiler. ¿Sabés qué es eso? Una libertad mentirosa”.

Fotos: Tadeo Bourbon para lavaca.
Damián es de Villa Lugano: “Para que haya llegado esta gente algo mal hemos hecho de nuestro lado. Se fue fermentando este odio, estas mentiras permanentes, esta violencia. Pero por eso te digo: hay que estr en los barrios, en las parroquias, en todas partes todo el tiempo haciendo cosas y entendiendo que hubo demandas que no supimos resolver, y capaz que ni escuchar. Pero de ahí a que hoy le peguen a los jubilados, que rompan el trabajo, que ataquen a la gente, qué sé yo: ¿en serio nos vamos a quedar sentados esperando? ¿O vamos a tratar de hacer algo distinto con nuestras propias vidas?”

Fotos: Tadeo Bourbon para lavaca.
Actualidad
Marcha de jubilados: balas y bolitas

Siete detenidos y al menos 30 personas heridas, entre jubilados, curas, trabajadores de prensa (lavaca, Cítrica, Infonews, El Destape y C5N, entre ellos), defensores de derechos humanos, y un niño de 4 años que estaba con su familia en la Plaza de los Dos Congresos. Ese es uno de los saldos de otra semana de represión brutal a la protesta de cada miércoles, esta vez coordinada por la Policía de la Ciudad, que disparó postas de goma, balines con gas pimienta, granadas aturdidoras, golpeó con escudos y lanzó un nuevo tipo de gas que producía tos y vómitos. El despliegue también implicó tareas de inteligencia ilegal con efectivos que filmaban y fotografiaban manifestantes, según denunció la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que también relevó «policías armados con postas de plomo que están prohibidos». Los carteles, las reflexiones, y la creatividad: algunos integrantes de la marcha terminaron jugando a las bolitas en la calle con los balines policiales.
Por Lucas Pedulla y Francisco Pandolfi. Fotos Juan Valeiro/ lavaca.org

El padre Paco Olveira muestra los balines que golpean y expulsan gas pimienta. Terminaron jugando con ellos a la bolita sobre la acera.
Otro miércoles de protesta de jubilados y otro miércoles de represión feroz y absurda enfocada principalmente a jubilados y a la prensa que cubría lo que estaba ocurriendo. Con ataques directos a los ojos y a los cuerpos. A las cámaras y a los celulares que registraban la bestialidad de las fuerzas de seguridad –el fotógrafo de lavaca, Juan Valeiro, entre ellos, con quemaduras de primer grado en el cuello y en la oreja–. No es difícil imaginar lo que hubiese ocurrido si ese ataque le hubiera llegado directamente a los ojos. Esta vez fue la Policía de la Ciudad la encargada de lanzar gases y disparos a mansalva en la intersección de Avenida de Mayo y Luis Sáenz Peña cuando la movilización pretendía ir hacia la Casa Rosada.

El fotógrafo Juan Valeiro de lavaca, uno de los periodistas atacados, como ocurrió con profesionales de Cítrica, Infonews, El Destape y C5N.
Hubo 7 detenidos (Agustín Cano, Leandro Maristains, Alejandro Carrizo, Federico Burgos, Francisco Ramos, Hugo Eischler y Javier Mendoza) y al menos 30 heridos según la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), entre ellos un niño de 4 años que estaba en la Plaza de los Dos Congresos junto a su familia.

Escenas de otro miércoles de violencia estatal absurda.
Más allá de la violencia ordenada por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, la concentración de jubilados tuvo un eje concreto de reclamo: el “no al veto” del gobierno nacional a la suba de las jubilaciones y la emergencia en discapacidad. Sin embargo, Javier Milei ya avisó que vetará las leyes aprobadas por el Congreso. Tiene plazo hasta el lunes 4 de agosto, tiempo destinado a ofrecer distintas cuestiones no públicas a diputados que se sumen a apoyar el veto, como ha venido ocurriendo. ¿El argumento del oficialismo contra un ínfimo aumento a jubilados? “Va en contra del equilibrio fiscal”.

Una de las jubiladas víctimas del coraje policial contra ellas, y de un nuevo gas tóxico, un símbolo de esta época.
Con la camiseta de Independiente y máscara del Hombre Araña, un jubilado entendió el mapa económico que traza esa decisión, y lo señaló con un cartel en tono bíblico: en el Génesis se habla de un sueño con vacas gordas y vacas flacas, referencia a los períodos de prosperidad y a los de dificultades. El jubilado escribió una actualización argentina de aquella imagen que ya no tiene forma de sueño sino de pesadilla.
- “Vacas gordas, jubilados flacos”.

El Hombre Araña es del Rojo, y releyó el Génesis.
Números y un café
Carlos trabajó cuarenta años en el Correo y no falta ningún miércoles a la marcha de jubilados y jubiladas con su remera ya mítica de Chacarita. Tanto, que casi nadie sabe que se llama Carlos y la gente le dice “Chaca”. Hoy caminó por Rivadavia con dos vendas que le envolvieron sus dos antebrazos. “Como todos los miércoles, venimos a reclamar y te cagan a palos. Acá tenés la prueba”, dijo a lavaca mostrando sus moretones. “Pero ya lo dije: esta sangre mía Bullrich la va a pagar”.
Héctor acaba de cumplir 75 años: “Decir que la suba de las jubilaciones atenta contra el equilibrio fiscal es una payasada. Milei lo deja claro cuando le baja las retenciones al campo, como dijo el sábado en la Sociedad Rural. Para nosotros nada y para los ricos todo, esa es la política del gobierno. ¿El beneficio para el campo no genera déficit fiscal? Milei es una máquina de mentir”. El hombre cuenta sus propias y reales retenciones: “Ya no salgo más que los miércoles acá. Ya no tengo la vida que tenía antes, no puedo viajar ni tomarme un café”.

Policías en acción, frente a jubilados que reclaman por sus haberes amputados por la motosierra.
De ratificarse el veto a los jubilados, la suba de agosto no será del 7,2% como fija la ley aprobada (el haber mínimo $441.600), sino del 1,62% en base al último índice de inflación de junio de 2025, por lo que la jubilación mínima será de $ 314.243,51.
Abus en la calle
Alicia tiene 63 años y lleva un pañuelo firmado por siete de sus nietos: “Abus en lucha”, “Aguanten los jubilados”. No entiende la distribución de la riqueza. O sí, pero la ve obscena: “La baja de las retenciones y el veto a los jubilados es una guasada total”. Sus retenciones: “Ya no me puedo dar más un gustito. Vivo el día a día, ya no estoy comprando nada ni semanal ni mensual”.
En la marcha hubo muchos carteles al respecto:
- No al veto: nuestra indigencia es tu superávit
- Ni veto ni represión: fuera el FMI
- No al veto a las leyes en jubilaciones
- No al veto: cobarde estafador (y la cara de Milei).
Ana, 74 años, trajo su propia pancarta: “Baja las retenciones a los ricos, hambrea a los viejos”. Cuenta que su hijo trabaja en el Correo y teme ser despedido, que su nieta encontró trabajo en un Todo Moda pero la echaron a los dos meses. Para ella todo el pueblo debería movilizarse: “No sólo los jubilados y los del Garrahan. Todos”.

No hay plata para el cine argentino (el Gaumont como símbolo) pero sí para filmar ilegalmente a manifestantes.
Walter (66) y Julio (62) llegaron de Campana, norte de la provincia de Buenos Aires. Sumaron otros dos carteles: “Viejo: no te quedes en tu casa, vení a luchar” y “Ayudame a luchar. El próximo viejo sos vos”. Walter movió la cabeza de un lado para el otro al recordar el discurso de Milei en la Sociedad Rural: “Un tipo desquiciado, frente a toda la oligarquía, los terratenientes, los dueños de la tierra. Él mismo dice: ‘soy cruel’. Nos la está haciendo parir. Nos quitó la medicación, todo un desastre”.
Julio coincidió: “Ahí ves realmente para quién gobierna. Hasta el que tiene séptimo grado, como yo, se da cuenta”.

Jubilado hablándole a la pared.
Roberto, 62 años, de Trelew (Chubut), lo escucha: “Pero hay que seguir viniendo, compañeros. Son totalmente inescrupulosos. Hoy hablaba con un amigo que me decía que había que respetar el voto popular, pero Hitler también ganó con el voto popular. Si no salimos a la calle, no sé qué más va a pasar”.
Vallas a donde vayas
El Congreso estuvo totalmente vallado. Vallas sobre Entre Ríos, Riobamba, Yrigoyen, Rivadavia. “Este quilombo lo hizo la Buillrich”, gritó un cincuentón a los automovilistas que se quejaban porque avanzar por las calles lindantes era un imposible.
Luis llevó un cartel: “Menstruación=sueldo de jubilado; viene una vez y se va a los tres días”. Dijo que lo escuchó a Milei cuando anunció en La Rural la baja de las retenciones al agro. “Lo que me dolió fue que la gente aplaudió cuando dijo que iba a vetar nuestro aumento. La gente del campo aplaude a todos los que empiezan con la “m” de mierda: Martínez de Hoz, Menem, Macri y ahora Milei”.

Mensaje para el tal vez próximo embajador de Trump en Argentina. Un apellido que parece un mandato.
Después de la radio abierta, como cada miércoles, empezó la movilización. Las columnas bajaron a Hipólito Yrigoyen, cuya circulación no estaba cortada y marcharon por la calle. “Luche que se van”, fue otra vez el hit, al que siguió “que se vayan todos”. Uno de los temas, con dedicatoria explícita: “A dónde está, que no se ve, esa famosa CGT”. Nobleza obliga: ni la CGT ni ningún partido político, con la cabeza en las elecciones legislativas y no en la calle.
La violencia y las bolitas
Sobre Yrigoyen, casi Luis Sáenz Peña, se divisaba un camión hidrante que se retiró. La columna dobló al final de la Plaza para ir hacia Avenida de Mayo con la intención de seguir la marcha hacia Plaza de Mayo. Sin embargo, en otro operativo de pésima coordinación –esta vez por la Policía de la Ciudad– la manifestación se mezcló entre autos y colectivos que seguían pasando.

“¡Por la vereda!”, gritaron algunos jubilados. Pero en ese momento, los efectivos cortaron de cordón a cordón empezando con la respuesta física violenta. El operativo estuvo acompañado, como suele ocurrir, por oficiales con cámaras que filmaron y sacaron fotos (con el objetivo de realizar algún tipo de “inteligencia” y amedrentamiento a quienes ejercen el derecho de reclamar).
La movilización avanzó pero rápidamente empezaron las detonaciones de escopeta con postas de goma y de granadas. Dispararon balines de armas byrna, redondos y de colores, que impactaban en los cuerpos, provocando lastimaduras y liberación del gas que llevan dentro. También lo hicieron sobre la vereda, donde se supone que no hay “protocolo”. Detuvieron, golpearon y gasearon fundamentalmente a trabajadores y trabajadoras de prensa, como cada semana. El efecto de esos spray, que poseen una sustancia espesa y viscosa: penetra los poros y quema durante horas. El fotógrafo de lavaca, Juan Valeiro, como otros reporteros (Cítrica, Infonews, C5N y El Destape, entre otros), fueron atendidos en la misma plaza y en el Instituto Patria. “Quemadura de primer grado”, diagnosticaron a nuestro compañero.

¿Qué escudan los escudos?
Nadie fue ajeno a esta nueva ofensiva. La policía disparó un gas que generaba tos hasta el punto de provocar arcadas y vómitos. La sensación era extraña, porque no había un sabor ácido ni picante, pero provocaba una tos ronca. El efecto llegaba incluso a las calles aledañas, aparentemente ajenas al la marcha. “El registro del despliegue policial evidencia su brutalidad e irracionalidad”, denunció la CPM, organismo que precisó otro detalle alarmante: “Se relevaron también policías armados con armas con postas de plomo que están prohibidas, y acciones de inteligencia ilegal”.
Agregó la CPM que el ataque incluyó a defensores de derechos humanos, cuyo hostigamiento tenía como fin evitar el registro de los hechos.
Sin embargo, la gente no se fue.
La gente se quedó. La policía avanzaba, seguía gaseando, y la gente siguió.
“¡Tienen miedo!”, gritó una jubilada. “¡Tienen miedo!”.
Uno de los primeros detenidos había sido el padre Paco Olveira. Lo golpearon, lo gasearon y lo salvó la gente. Se llevó de recuerdo dos de los balines de la Policía. “Es el último arma que trajo Bullrich”, explica y muestra a lavaca. “Te tiran y salta el gas. No te deja respirar. Y duele, porque nos dieron unos cuantos en los pies. Gracias a Dios hoy no tiraron a los ojos”.
De fondo, la jubilada siguió gritando: “¡Tienen miedo!”.
Otro miércoles de protesta de jubilados se diluía entre detenciones y balines de gas. Entre un cordón con armas largas sobre Rivadavia y un grupo de la motorizada dispuesto a salir sobre Rodríguez Peña. Sin embargo, mientras el padre Paco seguía mostrando los balines, alguien propuso:
–Juguemos a las bolitas.
Todos se rieron, por el absurdo de la situación.
De nuevo, frente al horror, la creatividad social.
Y así, frente a policías que seguían filmando ahora una burla, un párroco y una jubilada arrodillados en la calle, jugaron a las bolitas con los balines para cerrar otro miércoles argentino.

Actualidad
Motosierra privada: despidos en Secco, proveedora de mineras y petroleras

Trabajadores de la empresa Secco (proveedora de insumos para petroleras, mineras y petroquímicas) denuncian 37 despidos desde mayo de 2024, sin motivos ni explicaciones. El jueves volvieron a cortar la autopista del Buen Ayre y este viernes tuvieron la séptima audiencia en el Ministerio de Trabajo bonaerense “sin ningún avance”. El gobierno nacional y el bonaerense. La persecución ideológica. Y lo que los sostiene: la unidad con el resto de las luchas. Por Francisco Pandolfi
Secco es una multinacional proveedora de energía y de equipos para las industrias petroleras, mineras, petroquímicas y siderúrgicas. De origen argentino, tiene más de 2.000 empleados en el país y opera también en Chile, Brasil y Uruguay. Desde hace un tiempo ingresó en el negocio del litio alquilándoles a las empresas mineras los motogeneradores para dar energía eléctrica.
El logo de la empresa (ovalado, fondo blanco, letras azules), está presente desde hace más de un año en cada una de las movilizaciones que se hacen en el país: de jubilados, de la salud, de la educación reclamando por los que hasta ahora son 37 despidos.
La sangría se viene dando de a tandas, como estrategia de dispersar el conflicto. Pero los trabajadores tienen su propia estrategia. Ayer jueves por la tarde protestaron cortando la Autopista Camino del Buen Ayre y este viernes tuvieron la séptima audiencia en el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, sin ninguna respuesta. “Necesitamos visibilizar el conflicto porque estamos solos”, dicen.

Trabajadores de Secco reclamando en Arminera, exposición de La Rural en la que la empresa tuvo un stand.
Juan José Luis es uno de los despedidos y habla con lavaca. “El 3 de mayo del 2024 fueron los primeros siete despedidos, de la central de Ensenada. Ahí empezó el conflicto. Tomamos la central durante seis meses y logramos la reincorporación en ese lapso. Luego, conseguimos un acuerdo de trabajo con el Ceamse que los tomó por 4 meses, hasta que el negocio pasó a ser del Chiqui Tapia y rompieron el trato. Ahí el conflicto se profundizó y el 25 de abril de este año despidieron a otros cinco compañeros, tres de ellos de Córdoba. El 30 de abril, 5 más, donde caí yo en la volteada. Así en tandas, hasta ahora somos 37 familias perjudicadas sin respuestas. No dan explicaciones de por qué nos despiden”.
Juan José denuncia “una persecución y un hostigamiento muy puntual”. Explica: “Son despidos discriminatorios porque quienes fuimos echados estamos afiliados a la Agrupación de Trabajadores de la Energía Móvil, que pelea por los derechos laborales, pero también por el buen tratamiento ecológico. Echaron a varios delegados y ex delegados. Somos la única organización gremial dentro de la empresa –afiliada a la Fetera (Federación de los Trabajadores de Energía Eléctrica de la Argentina) y a la CTA– y eso les molesta, porque nos precarizan. Nosotros empezamos a organizarnos por un baño, sí, porque no teníamos un baño, imaginate la precarización. Ese es solo un ejemplo. Otro: trabajar en condiciones que ningún trabajador debería ni aguantaría, por ejemplo, manejando 18 horas en la ruta”.
El contexto según Juan José: “El problema no es únicamente Milei, que ya sabemos su embestida contra los derechos en general. En nuestro caso el gobierno de Kicillof es parte de lo que estamos viviendo, porque el Ministerio de Trabajo provincial no dicta la conciliación obligatoria, ni trata con rigor a la empresa. Hoy tuvimos la séptima audiencia y Secco no hizo más que ratificar los despidos, ofreciéndonos un monto de dinero que es irrisorio: ¿qué hacemos con 4 millones de pesos? Es una locura. Pero más allá de la plata, nosotros queremos trabajar”.
La fórmula que encontraron para no desmotivarse fue movilizarse una y otra vez por sus fuentes de empleo, y sumarse a otras luchas: “Empezamos a acompañar a los jubilados todos los miércoles, a solidarizarnos con trabajadores despedidos de otras empresas como los de Georgalos, estamos generando un movimiento que va más allá de lo económico, más bien moral, para aguantar esta época”.
En la marcha de jubilados del 12 de marzo –la misma en que fue impactado por una granada de gas lacrimógeno el fotógrafo Pablo Grillo– la Policía detuvo a tres trabajadores de Secco. Juan José corrió otra “suerte”. “Ese día me balearon, tengo 12 postas de bala de goma en la pierna izquierda”.
Hace dos meses, desde MU fuimos a ver y contar el Congreso Minero, una especie de universo paralelo que ocurrió en La Rural. En la puerta, estaban reclamando los trabajadores de Secco. Dentro, en el stand de la compañía, un gerente que no quiso dar su nombre aseguró:
–Te voy a decir una sola cosa, y nada más– mientras uno de sus laderos miraba fijo la credencial del cronista–. A esas personas se les terminó el contrato.
Las personas despedidas eran de planta permanente, no contratadas
Juan José, sin haber encontrado una solución al reclamo, ¿cuáles son los pasos a seguir?
Necesitamos que esto se difunda, es la única manera que el Ministerio de Trabajo pueda accionar algo. Es la única esperanza que tenemos. Mantenemos intacta la convicción de pelear por nuestros puestos de trabajo y por un futuro digno. Seguir adelante es nuestra victoria, porque más allá de nosotros, son todos los derechos laborales y la democracia lo que está en peligro en Argentina.

Actualidad
Mapuches en Neuquén: 10.000 personas movilizadas contra la represión y en apoyo a las comunidades originarias

Este jueves se realizó una gran marcha en la provincia. Reclamos contra la represión, el concepto de «gobiernos de las petroleras». Los mapuche siguen exigiendo que se cumplan las leyes y los fallos judiciales (incluyendo a la Corte Suprema) sobre el otorgamiento de sus personerías jurídicas, lo que genera la represión por parte del gobierno.
Por Francisco Pandolfi
Fotos Equipo de comunicación y prensa de la Confederación Mapuche de Neuquén.
Más de 10 mil personas –casi diez cuadras– se movilizaron este jueves contra la represión que el gobierno de Neuquén desató el domingo pasado ante las comunidades nucleadas dentro de la Confederación Mapuche de Neuquén (19 personas detenidas y varias lastimadas), cuando reclamaba frente a la Casa de Gobierno el otorgamiento de las personerías jurídicas que el oficialismo al mando de Rolando Figueroa prometió y niega sistemáticamente.

Fotos ECyP Confederación Mapuche de Neuquén.
La violencia contra la ley
La cabeza de la marcha mostró una bandera: “No a la represión, no a los gobiernos de las petroleras”. Y una consigna: “Unidad en las luchas”. Eso es lo que se vio en las calles neuquinas, entre comunidades originarias, sindicatos, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales para repudiar la violencia estatal y la falta de cumplimiento gubernamental: en 2013 la Corte Suprema de Justicia ordenó a la provincia regularizar el marco legal de las comunidades originarias, pero doce años después sigue sin cumplirse.

Fotos ECyP Confederación Mapuche de Neuquén.
El pedido de reconocimiento de personería jurídica en este caso es de cuatro comunidades mapuche: Newen Kura (Rincón de los Sauces), Fvta Xayen (paraje Tratayén, Añelo), Kelv Kura (Portezuelo) y Ragilew Cárdenas (Picún Leufú), que se habían encadenado la semana pasada hasta que la policía provincial las desalojó a golpes, palazos y a punta de pistolas.
Un policía le gritó a Jorge Nawel, referente de la Confederación: “Salí o te arranco la cabeza», mientras le apuntaba con una escopeta.
La propia situación exhibe que son los mapuche quienes defienden la ley, la Constitución (nacional y provincial) y los tratados internacionales firmados por el país con respecto a los pueblos indígenas (Convenio 169 de la OIT, por ejemplo). La violencia es la que utilizan los gobiernos para seguir dándole largas y no resolver el conflicto.
En esta nota previa a la marcha se explican los detalles de la represión y la vulneración de derechos que está ejerciendo el gobierno local. https://lavaca.org/actualidad/neuquen-represion-en-modo-milei-bullrich-a-la-confederacion-mapuche/
La marcha tuvo música, tambores y cientos de banderas mapuche. Y carteles que describieron el clima entre la gente:
- “La era de los títeres, nos gobiernan las petroleras”.
- “La deuda es con el Mapuzungun”.
- “¿Dónde están los derechos de los niños?” (La policía se llevó a dos adolescentes de 15 y 13 años y a uno le fisuraron las costillas a golpes).
- “Figueroa represor”.
- “Tobares renunciá”.
Jorge Tobares es el Ministro de Gobierno neuquino. El pedido de su alejamiento fue una de las consignas principales de la protesta.

Fotos ECyP Confederación Mapuche de Neuquén.
La palabra de la Confederación: “Una de las razones por la que pedimos la renuncia del Ministro de Gobierno es que no se puede tener un interlocutor que miente descaradamente y agravia la palabra mapuche. Salió a decir por los medios que nos faltaba completar los trámites, cuando cumplimos en todo”.
La movilización finalizó frente a la Casa de Gobierno, con un acto multitudinario donde se oyó la voz de la Confederación Mapuche de Neuquén: “Es un día histórico para la lucha del pueblo mapuche y para toda la provincia. Para repudiar la represión, sí, pero sobre todo para defender el derecho a la protesta, el derecho al agua. El pueblo mapuche está de pie y más fortalecido que nunca”.

Fotos ECyP Confederación Mapuche de Neuquén.
- Revista MuHace 6 días
Mu 205: Hay futuro
- ArtesHace 4 semanas
Vieron eso!?: magia en podcast, en vivo, y la insolente frivolidad
- Derechos HumanosHace 3 semanas
#140: otro nieto recuperado
- NotaHace 1 semana
La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos
- Derechos HumanosHace 2 semanas
Nueve relatores de Naciones Unidas ante “el grave deterioro de las libertades fundamentales” en Argentina