Actualidad
Después de la cacería, la tortura: 16 personas siguen detenidas, su situación empeora y la justicia es cómplice
Hoy las familias de las 16 personas que aún están detenidas desde la cacería de la Ley Gases realizaron una conferencia para reclamar su libertad y la absolución. Relataron cada caso con detalles que anulan cualquier tipo de especulación sobre por qué las y los detuvieron, y que confirman que la cacería fue arbitraria y al voleo, dejando libres a los verdaderos responsables de los supuestos desmanes. Los perfiles: trabajadores y trabajadoras autoconvocadas, que estaban desconcentrando cuando los detuvieron. Uno de ellos aún no pudo ver a su familia, y a las mujeres trasladadas en Ezeiza amenazan con separarlas y pasarlas a pabellones comunes. Mañana a las 16:30 horas en Plaza de Mayo habrá una movilización que tendrá en el centro el reclamo del cese de la persecución, la libertad inmediata de los detenidos y la consigna que vuelve: “Protestar no es un delito”.
Por Lucas Pedulla.

Familiares de las personas detenidas, juntos, en rueda de prensa. Foto: Lucia Prieto
Familiares de detenidos frente al Serpaj. Convocaron a una marcha mañana 16:30hs en Plaza de Mayo.
A las 11 de la mañana de este lunes feriado, mientras la justicia federal se toma un descanso y deja detenidas a 16 personas desde hace una cuatro días, la calle del Servicio Paz y Justicia (Serpaj), en Piedras 730, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, empieza a poblarse. Es la segunda convocatoria en pocos días, y a diferencia del encuentro del viernes, masivo, pero dedicado más a una foto de unidad de organizaciones y organismos, este nuevo encuentro estuvo motorizado por familiares y amigues de las personas detenidas durante la protesta contra la Ley Gases, para darle visibilidad a la violencia que sufren desde el miércoles, sus preocupaciones y sus temores, pero sobre todo su voluntad de organizar las próximas acciones para pedir por la liberación y la absolución de las y los acusadxs.
Desde las 12, ante una calle repleta, las familias toman la palabra.
Sostienen los micrófonos temblando, con voz llorosa, pero firme.
Sasha

La primera que habla es Grisel, hermana de Sasha Lyardet, detenida en el penal de Ezeiza. Cuenta que Sasha se estaba retirando de la movilización, en la zona de México y Lima, con Camila Juárez, su compañera de la UNSAM. Que escuchan los disturbios y la policía motorizada empieza a disparar. Que corren. Que Camila se cae, Sasha vuelve a levantarla y ahí la interceptan tres motos que se suben a la vereda y la detienen al grito de “tirate al piso o te disparo y te arrastro de los pelos”. Que las tienen en la vereda dos horas, las suben al camión y “buscándolas amedrentar y generar miedo las pasearon toda la noche” arriba del celular policial. Que a la mañana siguiente las llevan a la comisaría 15, donde las tienen en un pasillo esposadas, en condiciones inhumanas. “Por favor, que la jueza Servini mire las causas y se ponga a trabajar -pide, se le quiebra la voz-. Mi hermana el miércoles cumple años. No nos pueden amedrentar de esta forma. Manifestarse no es delito”.

La calle la abraza: “Libertad, libertad, a los pesos por luchar”, cantan. Grisel informa sobre las detenidas: “Están juntas dándose fuerzas en Ezeiza pero las quieren quebrar pasándolas a pabellón común. Le quiero pedir al Presidente, a la vicepresidenta, al jefe del operativo, a Stornelli y a la jueza que las liberen. Las familias tenemos fuerzas. No vamos a bajar los brazos. Necesitamos a los detenidos libres y, después, vamos a ir por la absolución”.
Aplausos y abrazos.
Nicolás

Nicolás Mayorga, estudiante y trabajador.
Sigue Margarita, mamá de Nicolás Mayorga, también estudiante de la UNSAM y trabajador del canal televisivo TELEFE. Su voz: “No tuve comunicación con Nico desde que fue detenido. Estuve todo el viernes en Comodoro Py esperando si lo podía ver. Ahí no tuve ninguna información hasta las 10 de la noche, cuando nos enteramos que le denegaban la excarcelación, pero sin saber los motivos, ni qué pruebas tienen. El abogado presentó el sábado la apelación, pidiendo la excarcelación, pero como ayer fue domingo y hoy es feriado no tuve ninguna novedad”. Todo tiempo judicial es ilógico y violento para estas familias.
El sábado a la tarde les avisaron que lo trasladaron a Marcos Paz. “Por comentarios en los medios nos enteramos que lo acusan de tirar piedras. Sé que fue a la movilización con la asociación de vecinos de San Martín. Él estudia Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas en la Universidad de San Martín y también participa ahí. Fueron a manifestarse en rechazo a la Ley de Bases como cualquier persona que tiene sensibilidad social. Lo detuvieron cerca de la UADE (Universidad Argentina de la Empresa, en Lima al 700). Ayer fui hasta Marcos Paz con toda la documentación que requieren en los penales para las visitas, pero no me lo dejaron ver porque el trámite requiere otra autorización. Él tiene una llamada al día de un minuto. La llamó a la esposa y le dijo que estaba bien: eso es lo único que pude saber”.

Margarita cuenta que su hijo trabaja con Camila Juárez en las ollas populares. “Juntan ropa, comida. No tiraron piedras. Se identificaron. Son estudiantes. Tienen familias, trabajo. Nico trabaja hace más de 12 años en Telefé. No son delincuentes como en algunos lugares quieren instalar: son ciudadanos con conciencia social que se fueron a manifestar contra la ley”.
Hace cinco días que no come ni duerme porque se despierta cada media hora: “Quiero que mi hijo esté libre. Hacen esto para que la gente no se exprese, no salga a las calles».
Habla también Melisa, la esposa de Nicolás, y denuncia: “Es un trayecto tortuoso: Nicolás tenía dos balazos de goma en las piernas. Estuvo mucho tiempo sin ser atendido. No son terroristas: son estudiantes. Las acciones terroristas de Sasha, Nicolás y Camila son repartir comida, hacer ollas populares y compartir abrigo”.
Aplausos y abrazos. Vuelve el canto: “Libertad a los presos por luchar”.
Camila

Silvia, la mamá de Camila Juárez, casi no puede hablar porque tiene la voz quebrada. Habla bajito y eso estruja el corazón de esta calle llamada Piedras. Pide perdón porque está sin comer ni dormir. “Cami y los chicos son una muestra de lo que se viene. Me acaba de llamar por teléfono, muy angustiada, llorando, porque le acaban de hacer a ella y a todas las compañeras un perfil, una entrevista, y las quieren mandar a pabellón común. Les pido por favor nos acompañen, necesitamos la unidad de todos. Esto no es una cuestión partidaria, es una cuestión política. Camila y todas las detenidas son el trofeo de ellos, algo ejemplificador, por lo que se viene. Hoy le toca a Cami, mañana le toca a cualquiera. Están avasallando todos nuestros derechos constitucionales. No hay nada que pruebe que alguno de los 33 haya hecho algo como lo que se les imputa. En la causa dicen ‘habrían tirado piedras’, por favor: necesitamos que los libren ya y se termine esta causa”.

Gonzalo Duro y Sofía Ottogalli, exdetenidxs, un abrazo frente a la arbitrariedad y la falta de precisiones sobre las causas de cada detención. Foto: Lucía Prieto
Habla Alan, hermano de Camila: “Acá no había nadie haciendo disturbios. Había gente que se estaba manifestando porque en esa ley de mierda se estaba rifando nuestro futuro. Quieren disciplinarnos para no volver a salir. Tenemos que hacer una movilización bien grande porque es la única manera de liberarlos».
Aplausos y abrazos. La calle devuelve: “Paro paro paro, paro general”.
Grisel pide, por favor, que es importante el acompañamiento de “todos” los sectores políticos.
Y recalca, con sus ojos clarísimos bien abiertos: “Todos, por favor”.
María Paz Cerruti

María Paz es contadora, fotógrafa, profesora de historia y nieta de la Madre de Plaza de Mayo Sara Dorotier de Cobacho, secuestrada por la dictadura y luego liberada. En su familia hay tres personas desaparecidas: Enrique y Oscar Manuel, hijos de Sara, y a María Elena Gómez, pareja de Oscar. En esta calle primero habla Eva, hermana de Maripaz: “Ella pasaba por ahí. Dice su nombre y efectivos se le tiran encima. Hoy también me llamo mi hermana porque le hicieron entrevista penitenciaria donde dicen que la quieren pasar a cárcel común. Separarlas. Por favor pido a la prensa que nos garanticen sus derechos. Necesitamos a todos los organismos para esta situación porque como vemos el terrorismo viene de otro lado».
Luego habla Sergio, su tío: “Fue detenida injustamente. Ha sido viralizado el video que muestra cómo la reducen. Le imputan agredir a una policía cuando se ve que la agreden a ella. Las prácticas no son nuevas, la hemos sufrido en dictadura. Es una medida de disciplinamiento que el gobierno quiere implementar. Nosotros tenemos una historia de lucha con las madres. Nos hemos sobrepuesto como sociedad a momentos muy duros. No nos van a amedrentar».
Luego habla su papá: “No saben cómo nos han hecho bolsa. Lo peor de todo esto son las secuelas que quedan. Espero que la Servini y Stornelli tengan un poquito de razón porque quieren buscar pruebas donde no hay”.
Aplausos y abrazos. Nuevamente el canto: “Libertad a los presos por luchar”.
Ramona

Pide el micrófono Paola, mirada cansada, triste. Tiene 36 años y es una de las hijas de Ramona Tolaba, empleada doméstica en Ciudadela, conurbano bonaerense. Habla despacio, porque se quiebra, dice que su mamá siempre siempre fue solidaria: “Siempre se autoconvoca sola. Nunca estuvo en una organización. Ella es inocente, igual que todas las personas detenidas. Solo pedimos justicia y que mañana martes no la lleven a otras celdas solas, separadas. Pedimos que no las separen. Pedimos justicia. Si tienen videos, fotos de ella por favor que las compartan. Ella es solidaria, no hace quilombo. Siempre está viendo que no se pierdan los derechos. Es muy patriota”. Cuenta que el miércoles se había bajado en Corrientes y Callao, que comió pizza por ahí, que caminó hasta la plaza: “Hay muchas pruebas. Eso lo tienen que ver. Yo sé que va a salir pero por favor les pido que difundan y compartan. Ayuden a que esto no se olvide. La detuvieron arbitrariamente. Exigimos justicia y que nos sigan acompañando”.
Más aplausos, más abrazos.
Juan y Héctor

Pide el micrófono Melina, habla en representación de la familia de Juan Spinetto: “Trabajamos juntos en una escuela en la villa 21 24 de Barracas. Juan es un compañero muy solidario, que siempre está. Fuimos a la marcha con (el sindicato docente) Ademys pero él estaba retirándose con una pareja de jubilados: ahí lo agarran motos de la Policía de la Ciudad. Lo golpearon brutalmente. Es un horror. Exigimos la liberación de todos los detenidos por luchar contra una ley que atenta contra el pueblo argentino».
Luego habla Gastón, hermano de Héctor Mallea. Con pocas palabras lo dice todo: “Es plomero. Tiene dos hijos. Somos trabajadores, no terroristas. Hoy no saben si lo van a largar. Hay una familia desamparada. Nada más. Gracias”.

“Presos políticos nunca más”
También se escuchan voces de algunas de las 17 personas liberadas el viernes. Una es Sofía Ottogalli: “Soy exdetenida. Desde que salimos no puedo dormir. La detención fue ilegal, estábamos corriendo para que no nos caguen a palos ni repriman. Me rompieron el pantalón. A Nico, mi compañero, le dieron un balazo cuando intentaron levantarme. Nos tuvieron en condiciones de mierda, inhumanas, pero no les tenemos miedo. Acá vamos a estar”.
Habla Gonzalo Duro: “Yo fui uno de los detenidos. Si hay alguien antidemocrático es (el fiscal) Stornelli. Plantean que éramos un grupo armado y lo que lograron fue unirnos porque éramos un grupo de 15 desconocidos y ahora somos amigos”.
Habla Lucila Adano, hermana de Santiago: “A mi hermano lo soltaron sin avisarnos. Por suerte lo buscaron de una asamblea porque estaba haciendo dedo. La idea de golpe de Estado se quiso instalar y se trasladó a lo judicial. Hay pruebas que muestran claro que nuestras familiares no son terroristas. Están pasando por encima de la Constitución. Las fotos y videos son las únicas pruebas que tenemos de que somos inocentes. Quiero recordar que la causa sigue y que las personas en libertad aún tienen imputaciones”.





Familiares de detenidos y ex detenidos tomaron la palabra: «Plantean que éramos un grupo armado y lo que lograron fue unirnos porque éramos un grupo de desconocidos y ahora somos amigos”. Foto: Lucía Prieto.
Finalmente, vuelve a tomar la palabra Grisel, hermana de Sasha. Al mismo tiempo de la conferencia en la calle, dentro del Serpaj, estaban reunidos partidos y organismos, deliberando las acciones a convocar a pedido de las familias. Grisel comunica que la decisión es movilizar a una concentración masiva el martes en Plaza de Mayo a las 16.30.
Y emociona: “Necesitamos el acompañamiento de todo el pueblo, de todas las familias que saben que esto es una injusticia y que saben que esto no se puede permitir. Porque nunca más es nunca más. Presos políticos nunca más”.
La calle ovaciona.
Las familias se abrazan, una vez más. No están solas, y lo saben.

Luego, como cierre, circulará el siguiente informe de reunión sobre las medidas de esta semana:
1) Concentración Martes 18/6 en Plaza de Mayo 16.30 hs. Con las consignas:
– Libertad a las y los detenides de la Ley Bases
– Cierre de todas las causas x luchar
– Cese de las persecuciones
– Protestar no es un delito, es un derecho
2) Miércoles 19/6 se presentará el petitorio en Comodoro Py.
3) Jueves 20/6 15hs familiares de detenidos y ex detenidos participarán de la Ronda de las Madres.
4) Se conformará la «Coordinadora x la Libertad de lxs presxs políticxs y por el cierre de todas las causas de la Ley Bases».

Actualidad
CEPA: La naranja mecánica
Son las personas de chaleco naranja que todos los miércoles asisten a jubilados, jubiladas, reporteros y manifestantes heridos por las fuerzas federales. El CEPA, Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios nació en 2001 y se convirtió en un emblema de acción voluntaria. De Haití, Ucrania y Sudán del Sur al Congreso como zona de guerra. Las armas traumáticas y el spray pimienta y el kit que armaron para enfrentar las represiones de los miércoles. La doctrina Manaos. En tiempos de la tiranía del individualismo, un ejemplo de cómo mover la solidaridad para ayudar a curar esta época. Por Lucas Pedulla.
(más…)Actualidad
Marcha de Jubilados: creatividad y dilemas a 10 días de las elecciones

La noticia es que esta vez no los reprimieron. Jubiladas y jubilados se plantaron cerca de Congreso, con nuevos carteles, nuevas ideas y nuevos dilemas frente a lo electoral, Trump, y todos los etcéteras del momento.
Por Lucas Pedulla y Francisco Pandolfi
Fotos: Teo Escobar/ lavaca.org
El cartel tiene los rostros en caricatura de José Luis Espert, de Milei y de su hermana.
Una frase: “Te paso mi alias”.
Y tres sustantivos: “narco.libra.coima”.

Señales de tránsito.
Pasó otro miércoles de jubilados y jubiladas y la calle volvió a exhibir el “marchódromo” que las represiones de las últimas semanas habían fraguado. Nuevamente el vallado del operativo de seguridad cruzó de punta a punta la Plaza de los Dos Congresos a la altura de Entre Ríos, desde Hipólito Yrigoyen hasta la esquina de Avenida Rivadavia. Por eso mismo, la marcha hoy comenzó más temprano, cuando un grupo caminó por la calle Solís, dobló por Alsina y luego desembocó en Entre Ríos, gambeteando el vallado y mirando de frente el tránsito de vehículos y colectivos, para cantar el hit de moda:
- “Son todos narcos”.

Un eslogan colorado, ahora en modo jubilado.
Al instante apareció un cordón de la Policía Federal. A los cinco minutos, un refuerzo de la Prefectura. “Nos vamos, muchachos, dejémoslos solos cortando”, propone un jubilado. La marcha volvió a entonar el estribillo –“son todos narcos”– por Alsina, dobló por Solís y regresó al Congreso, dando inicio a una primera ronda, que luego se acopló a la movilización de la Mesa de Organizaciones. Uno de los que marchó en esa tanda, despacito, secundado por dos muchachotes, fue Alberto Samid, el empresario llamado “Rey de la carne”, y candidato a diputado nacional por el Frente Patriota Federal: “Yo también soy jubilado. Hay una teoría en economía que es que sobra gente. Por eso, el loco que tenemos de presidente reprime todos los miércoles. También hay chantas que cobran 7 millones de pesos, como Diego Santilli, que le niegan a los jubilados aumentos que equivalen a dos kilos de milanesas”.
Algunos escucharon y lo aplaudieron: “Samid, poné el asado”.

Sobre transferencias.
Otros pasaron indiferentes.
Hubo quienes no dejaron a un lado la conferencia de Donald Trump frente a la delegación argentina y un séquito de periodistas en Estados Unidos, que ató la supuesta ayuda económica –“dependiente y colonial”, resume una jubilada– al resultado de Milei en las próximas elecciones del 26 de octubre. Una escena que aunó carteles: “Milei mulo de Trump. Mulo de los yanquis”.
Y otros se ríen de esta realidad, como Luis, que escuchó un llamativo spot de La Libertad Avanza. La Cámara Nacional Electoral rechazó la reimpresión de las boletas en la provincia de Buenos Aires –principal bastión electoral por su caudal de votos– y mantuvo en primer lugar la figura del Espert, quien renunció a su candidatura tras el escándalo por el cobro de al menos 200 mil dólares del empresario Federico “Fred” Machado, extraditado a Estados Unidos por su vinculación con el mundo narco. Por eso, el oficialismo lanzó un singular slogan: “Para votar al colorado (por Santilli), marcá al pelado”.
Pero Luis armó otro cartel:
- “Si votás al colorado, te gusta el pelado”.
Se ríe: “No hace falta explicar nada”.

Diálogos con la pared.
Clima electoral
Tito no quiere hablar. Está cansado. Dice que lo que tiene para decir está en el cartel: “Recomposición de las jubilaciones ya”. Pero antes de irse, se arrepiente y dice que quiere decir una sola cosa: “En mi juventud inventamos el término de vendepatria. Bueno, hoy están en el gobierno”. Tito se va caminando y se sumerge en la marcha, que palpita el factor electoral desde el pulso de los múltiples sectores que convergen en estos miércoles.
Las elecciones legislativas del 26 marcan la segmentación que se percibe esta tarde. La UTEP y Jubilados Insurgentes por un lado. La izquierda por otro. Y otro grupo de autoconvocados más allá. La unidad se da en la marcha que bordea la Plaza de los Dos Congresos y en la que esta vez (es noticia), no hay represión.

Andar pese a todo, con energías para Pablo Grillo.
Rubén, jubilado, analiza: “Con las elecciones tan cerca estamos viviendo un impasse en cuanto a nuestra propia coordinación como sector. Noto un proceso de desmovilización de cara a una cierta esperanza que se da a partir de lo que dicen las encuestas y es que este tipo (Milei) va a perder. Entonces muchos esperan a ver qué sucede, esperando una nueva constitución del Congreso. Si confiamos en que eso dará una solución, estamos liquidados. Por eso nuestra única alternativa es seguir en la calle”.
Agrega: “Todos los partidos repiten 100 veces en sus discursos la palabra unidad y coordinación y yo me pregunto ¿dónde está el espacio asambleario en el que estén todos los sectores golpeados? No existe, no hay nadie que se anime a hacerlo. Ese es el problema”.

Keiko integra la organización Jubilados Insurgentes. “La antesala a las elecciones viene a mostrar que los jubilados estamos prácticamente solos. No nos apoya nadie, ni en el Congreso donde ratificaron el veto a la suba jubilatoria que eran 7 pesos por mes, ni en la calle”. Keiko dice que las y los jubilados tienen dos misiones:
- Seguir, miércoles a miércoles, marchando.
- No confundir.
¿No confundir a quién? “Que la lucha no es contra un gobierno. No se trata del ‘afuera Milei’ y listo. Nuestra pelea es contra un sistema. ¿Qué ganamos con que se vaya Milei si viene otro (seguro que menos violento y menos loco) pero que tampoco nos representa? Si creemos que el eje es la lucha electoral, chau”.
Algunos terminan la ronda cantando la marcha peronista. Otros, flameando banderas por Gaza y llamando a votar diputados y diputadas de izquierda. Samid sigue sonriendo, como figura de su propio frente. Otros grupos, terminada la marcha, se reúnen a discutir en asamblea la pregunta del momento, la pregunta de tantas veces: ¿qué hacer?
Lo hacen mirando al 26 de octubre. Y mucho más allá también. Faltan 10 días.

Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
- Revista MuHace 4 semanas
Mu 207: Crear lo que viene
- #NiUnaMásHace 4 semanas
Triple narcofemicidio: la respuesta al horror
- #NiUnaMásHace 2 semanas
Lara, Brenda, Morena: Las velas del silencio
- #NiUnaMásHace 11 horas
Un mes sin Brenda, Lara y Morena: lo que se sabe de la trama narcofemicida
- NotaHace 2 semanas
Entrevista a Celeste Fierro, tras ser detenida en la flotilla de ayuda humanitaria a Gaza