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Que viva el periodismo: las respuestas a los ataques a la prensa

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En la antesala del 7J Periodistas Argentinas SIPreBA, ARGRA y FATPren reunieron a unos 200 profesionales de la comunicación en Plaza de Mayo para una acción colectiva. Periodistas Argentinas además difundió un video y un documento que refleja la situación del sector y la cronología de los ataques a la prensa. Son algunas de las respuestas frente a un gobierno que ha tomado como enemigo al periodismo. El grito por Pablo Grillo. Las estrategias para convertir al periodismo en un perro faldero, la cronología de los atropellos. Las imágenes, videos y documentos.

El Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPreBA), la Asociación de Reporteros Gráficos de la Argentina (ARGRA) y la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN) y Periodistas Argentinas organizaron este jueves una foto colectiva en Plaza de Mayo, a dos jornadas del Día del y la Periodista en la Argentina, bajo el lema “Basta de ataques a la prensa”.

Que viva el periodismo: las respuestas a los ataques a la prensa

Censura y Salarios de pobreza: dos de los signos del presente para el ejercicio del periodismo. Fotos Juan Valeiro

La convocatoria reunió a más de 200 profesionales que se instalaron de espaldas a la Casa Rosada con la bandera y el lema de la convocatoria y exhibieron pancartas con fotos de las represiones sufridas por la prensa en los últimos tiempos y un conjunto de palabras: Censura, Violencia, Persecución, Hostigamiento, Doxeo, Ajuste, Salarios de pobreza, Silenciamiento, y una que sintetiza una respuesta: Basta.

Que viva el periodismo: las respuestas a los ataques a la prensa

Fabián Grillo con la imagen de su hijo Pablo, que salió de terapia intensiva para continuar su rehabilitación. Fotos Juan Valeiro

Cada una de esas imágenes y palabras fueron luego pegadas en la valla que divide a Plaza de Mayo para mantener a la gente alejada de la casa de gobierno. Además de la posibilidad de encontrarse, para las y los periodistas la convocatoria tuvo un punto particularmente fuerte en los gritos de apoyo al fotógrafo Pablo Grillo, que salió de terapia intensiva y está con los ejercicios de rehabilitación tras el ataque de la Gendarmería que el 12 de marzo le disparó a la cabeza un proyectil de gas lacrimógeno que le provocó pérdida de masa encefálica.  

Que viva el periodismo: las respuestas a los ataques a la prensa

La imagen en la Plaza, el periodismo congregándose para un reclamo frente al hostigamiento, la violencia, la censura, el acoso y la precarización laboral.

El documento de Periodistas Argentinas

Por su parte la organización Periodistas Argentinas, que también participó en la acción de Plaza de Mayo, divulgó un documento titulado Informe 7J. Que viva el periodismo: nuestra respuesta a los ataques a la prensa, que acompaña con un video que reproducimos aquí más abajo.

Que viva el periodismo: las respuestas a los ataques a la prensa

Georgina Barbarossa durante la filmación. Fotos: Paloma García para Periodistas Argentinas.

Grabado en Mu Trinchera Boutique, intervienen Nancy Pazos, Georgina Babarossa, Rolando Graña, Silvia Naishtat, Carlos Ulanovsky, Analía Argento, Ezequiel Fernández Moores, Cynthia García, Gabriela Pepe, Agustín Lecchi, Fernanda Guillot, , Ernesto Lamas, Franco Torchia, Larisa Kejval, Verónica Castañares, Javier Borrelli, Sabina Mina, , Sebastián Lacunza, Silvina Márquez, Alejandra Benaglia, Telma Luzzani, María Cafferata, Gabriela Navarra, Luisa Valmaggia, Eugenica Morea, Valeria Cantor, Claudio Mariani, Leticia Martin, Adriana Lorusso, Ana Cacopardo, Gisela Busaniche, Martín Ulacia, Delfina Torres Cabreros, Facundo Pedrini, Silvina Quintals, Gabriela Vizental, Miriam Lewin, Jessica Ferradas y Sergio Ciancaglini.  

Que viva el periodismo: las respuestas a los ataques a la prensa

Nancy Pazos. Fotos: Paloma García para Periodistas Argentinas.

El informe explica de qué modo se busca convertir al periodismo en un perro faldero con “una campaña verbal que busca desmoralizar y cansar a través de la apología del odio”. Detalla el objetivo de adoctrinamiento y destaca: “Cuando el periodismo es atacado la víctima es el Estado de Derecho”.

Explica las estrategias del oficialismo: usar los tribunales para castigar y amedrentar, la sustitución y reemplazo de periodistas por propagandistas, la represión directa por parte de fuerzas de seguridad en las manifestaciones públicas, y las políticas de salarios miserables y condiciones de precarización laboral. Y detalla una cronología de los ataques sufridos por la prensa por parte del poder oficial. Las tres consignas que plantea el documento:

  • Que viva la libertad de expresión.
  • Que viva el periodismo.
  • Que viva la democracia.

Aquí, el informe completo de Periodistas, seguido por el video elaborado para el 7 de Junio.  

Que viva el periodismo: las respuestas a los ataques a la prensa

Cynthia García, Franco Torchia y Miriam Lewin. Fotos: Paloma García para Periodistas Argentinas.

INFORME 7J

Ǫue viva el periodismo: nuestra respuesta a los ataques a la prensa

El rol que cumple el periodismo en una democracia está bajo ataque directo. Las razones no son ningún secreto: cuando se ha logrado coartar la capacidad del periodismo de informar a la opinión pública sobre los manejos del poder, actuar con impunidad es más fácil.

En tiempos así, la función misma del periodismo es considerada enemiga por tres motivos:

  • Cuando el aumento de la desinformación y las noticias falsas erosiona nuestra realidad compartida, el periodismo garantiza un flujo de noticias e información confiables que la opinión pública necesita para tomar decisiones, ya sea sobre la política, su economía personal o sus vidas.
  • Mientras que la polarización tensa al extremo nuestras relaciones sociales, el periodismo fomenta ese entendimiento mutuo que permite que una nación diversa y dividida se comprenda. La información veraz tiende puentes entre los reclamos y necesidades sociales y el poder que debe asumirlos y resolverlas.
  • A medida que la creciente desigualdad socava la confianza de la sociedad, el periodismo plantea preguntas difíciles y expone verdades ocultas, permitiendo que la ciudadanía exija respuestas e identifique claramente a los responsables de darlas.

Si el periodismo está diseñado para ser un perro guardián, el objetivo ahora es domesticarlo para que se convierta en un perro faldero.

Que viva el periodismo: las respuestas a los ataques a la prensa

Ezequiel Fernández Moores y Analía Argento. Fotos: Paloma García para Periodistas Argentinas.

¿Cómo intentan lograrlo?

La primera parte de la estrategia consiste en sembrar la desconfianza y fomentar el acoso a periodistas y a sus organizaciones. Se trata, en gran medida, de una campaña verbal que busca desmoralizar y cansar a través de la apología del odio. Hoy en día, quienes informamos sobre personas poderosas o investigamos temas controvertidos recibimos una catarata de amenazas y mensajes intolerantes. Ese ruido en las redes sociales puede extenderse rápidamente al mundo real. Y por más que nos hayamos preparado para esos ataques, nos preocupamos enormemente cuando las amenazas se extienden a nuestros hijos que están en la escuela, a nuestros familiares que están en su trabajo, y a nuestros padres que están en casa.

El objetivo no solo es asustarnos.

Es adoctrinar a la gente para que nos deteste y desconfíe de nosotros. Es adoctrinar a la gente para que nos deteste y desconfíe de nosotras.

Es condicionar a la gente para que crea que merecemos cualquier cosa que nos pase.

A corto plazo, esto tiene un efecto disuasorio, obligando a preguntarse si se justifican las inevitables consecuencias de investigar un caso. A largo plazo, lo que se genera es un clima propicio para extinguir la libertad de expresión plural y diversa, que no es un derecho exclusivo de la prensa, sino de toda la sociedad. Cuando el periodismo es atacado la víctima es el Estado de Derecho.

La segunda parte de la estrategia es usar los tribunales para castigarnos. Hasta la demanda más intrascendente es costosa e invasiva, y defenderse consume mucho tiempo. Desgasta y erosiona la reputación de las personas y del oficio.

La tercera parte de la estrategia apunta a la sustitución. No basta con atacar a las y los periodistas: buscan reemplazarnos con propagandistas, quienes simulan desempeñar un papel periodístico, cuando en realidad lanzan preguntas fáciles a los funcionarios y repiten fielmente los argumentos del partido gobernante.

La cuarta parte de la estrategia es física: golpearnos, gasearnos, atropellarnos con las fuerzas de seguridad cuando estamos cumpliendo nuestra tarea. El objetivo es impregnar la cobertura de noticias de miedo real y concreto.

La quinta parte de la estrategia es someternos con salarios miserables y condiciones laborales de total precariedad y multiempleo que generan remuneraciones de pobreza.

No somos la oposición de nadie.

Tampoco somos los aplaudidores de nadie.

Nuestra lealtad es con la verdad y con una opinión pública que merece conocerla. El miedo es contagioso, pero también el coraje.

Este 7 de junio, juntas, juntos, más que nunca y como cada día, queremos y debemos expresar aquello que nos impulsa a ejercer este oficio maravilloso, que es también un trabajo que tiene derechos y una vocación que merece respeto.

Que viva la libertad de expresión. Que viva el periodismo.

Que viva la democracia.1

1 Declaración basada en las palabras del presidente y editor de The New York Times, A.G. Sulzberger.

Que viva el periodismo: las respuestas a los ataques a la prensa

Silvia Naishtata, Carlos Ulanovsky y Claudia Acuña. Fotos: Paloma García para Periodistas Argentinas.

Un método global y su aplicación en Argentina

El texto que antecede está basado en una conferencia que ofreció el

14 de mayo el editor de The New York Times, adaptado al contexto argentino que, como queda claro en sus palabras, es global y es de peligro: somos el blanco de un sistema de destrucción de la información periodística que no tiene precedentes históricos por su forma, su persistencia y su método, repetido en diferentes países y aplicado a una diversidad de periodistas. Argentina no es la excepción, sino la regla, pero esta generalización tiene características que en este informe tratamos de sistematizar, para exponerlas públicamente, comprender sus mecanismos y organizarnos para cuidarnos, tanto al oficio como a nosotras y nosotros mismos: estamos en riesgo.

Identificamos así tres factores que caracterizan este ataque sistémico:

  1. Los ataques a la libertad de informar.
  2. Las agresiones a las y los periodistas que cubren hechos sociales que el gobierno no quiere que se informen a la sociedad.
  3. El incumplimiento de los derechos laborales de quienes ejercemos este oficio.

Frente a este panorama exigimos:

Al Poder Ejecutivo:

  • Que garantice la plena vigencia de los derechos a la libertad de expresión y de información.
    • Que instruya y capacite a las fuerzas de seguridad para que respete el trabajo de la prensa.
    • Que cese su apología del odio hacia la prensa.

Al Poder Judicial:

  • Que tramite con la celeridad que corresponde las denuncias sobre ataques a personas y organizaciones, así como los amparos y habeas corpus colectivos presentados y que hoy se encuentran en el limbo de la indefinición de a qué ámbito judicial le corresponde cumplir con la tarea de investigar y garantizar el firme cumplimiento de las leyes vigentes.
    • Que sancione a los responsables de los ataques a la libertad de expresión y de informar de manera ejemplificadora, como forma de detener la impunidad de la reiteración.

A las empresas:

  • Que cumplan con las leyes laborales vigentes y el Estatuto del Periodista Profesional.
    • Que garanticen que las negociaciones paritarias sean un ámbito de escucha respetuosa de las demandas, que parte del reconocimiento de sus incumplimientos y la voluntad de regularizar acorde a la ley vigente la situación de todas las y los trabajadores de prensa.
    • Que asuman la responsabilidad que tienen cuando se ataque a la o el periodista que trabaja en sus medios, poniendo a su disposición las herramientas legales y de contención que requiere una violencia de este tipo.

A la Comisión Interamericana de Derechos Humanos      

  • Que el Relator Especial para la Libertad de Expresión realice una visita in loco para documentar los ataques a la prensa.
    • Que considere que la situación argentina es una oportunidad para crear mecanismos de protección y prevención que impidan que estas violencias escalen: nuestro país y el mundo necesita urgente que paremos de contar víctimas.

Los datos

  1. Ataques a la libertad de informar

El informe del Monitoreo de Libertad de Expresión del Foro de Periodismo Argentino (Fopea), elaborado en 2024 y titulado “El asedio al periodismo debilita la democracia”, registró 179 agresiones en el país, el segundo número más alto desde que se inició el relevamiento en 2008. En promedio, hay un ataque cada dos días. Esta cifra representa un aumento del 53 % en los casos registrados respecto a 2023 y un 103 % en comparación con 2022. Del total de agresiones, 56 fueron atribuidas al presidente Javier Milei.

Que viva el periodismo: las respuestas a los ataques a la prensa

Agustín Lecchi. Fotos: Paloma García para Periodistas Argentinas.

Entre los tipos de ataque más frecuentes, el 45,25 % correspondió a discursos estigmatizantes, el 25,14 % a agresiones físicas y el 11,73 % a restricciones en el acceso a la información.

Los periodistas de televisión fueron los más agredidos, con 73 víctimas, seguidos por los de radio (47), organizaciones periodísticas (30), medios digitales (25) y diarios (23).

En cuanto a la distribución geográfica, las regiones más afectadas fueron la ciudad de Buenos Aires, con 105 casos, la provincia de Buenos Aires (14), Tucumán (10), Córdoba (7) y Río Negro (7).

Según reporta la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en su informe de abril de 2025, “el presidente Milei no ha ofrecido ninguna rueda de prensa desde su asunción en diciembre de 2023. Sólo concede entrevistas a un grupo reducido de periodistas” y “más de medio centenar de periodistas y medios han sido blanco de insultos o de acusaciones de hechos de corrupción sin presentar ninguna evidencia” .2

Un estudio de la consultora Methodo para Fopea que analizó más de 2,4 millones de interacciones en redes sociales reveló que las agresiones desde el poder amplifican la violencia digital contra la prensa y contabilizó 240.000 menciones peyorativas al periodismo por parte del Presidente Milei y su entorno.3

Por su parte, Reporteros sin Fronteras (RSF) expresó en su último informe: “RSF se encuentra en estado de alerta ante las crecientes amenazas al periodismo en Argentina desde la

2 https://www.sipiapa.org/2025-reunion-medio-ano/argentina-n1300094

3

https://www.infobae.com/america/agencias/2025/04/29/ataques-a-la-prensa-crecieron-un-53-en-argentina-e n-2024-segun-foro-de-periodismo/

asunción de Javier Milei. Además de una retórica extremadamente agresiva e inaceptable, el jefe de Estado y los poderes públicos han fomentado la concentración de los medios de comunicación y limitado el pluralismo y la diversidad, afectando especialmente a los medios más vulnerables. Esta combinación de retórica hostil, violencia física, acoso judicial y digital evidencia un profundo deterioro de la libertad de prensa. Es imperativo que esta ofensiva llegue a su fin y que el gobierno argentino respete y garantice el ejercicio del periodismo en el país”.

Que viva el periodismo: las respuestas a los ataques a la prensa

Grupo de Periodistas Argentinas. Fotos: Paloma García para Periodistas Argentinas.

2.           Las agresiones a las y los periodistas que están cubriendo hechos sociales que el gobierno no quiere que se informen a la sociedad: cronología de la represión a la tarea de informar

No existen registros completos de la cantidad de periodistas que han sufrido agresiones por parte de las fuerzas de seguridad mientras hacían cobertura de noticias y esa falta dice mucho acerca de la situación de indefensión que atravesamos. Lo que sigue entonces es incompleto y enumera solamente las agresiones registradas por Periodistas Argentinas y otras organizaciones de prensa y resume las gestiones ante el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo, todas hasta hoy sin respuesta. Ninguna de las denuncias o acciones legales (amparos, habeas corpus colectivos) han sido resueltas por la justicia hasta el momento de presentar este informe y esa indefinición dice mucho acerca del deficiente funcionamiento de las leyes y procedimientos de protección que están vigentes, pero desactivadas en el accionar concreto.

Que viva el periodismo: las respuestas a los ataques a la prensa

Gabriela Vizental, Facundo Pedrini y Silvina Quintans. Fotos: Paloma García para Periodistas Argentinas.

26 de diciembre de 2023: Periodistas Argentinas y la Asociación de Revistas Culturales (AReCIA) presentaron un habeas corpus colectivo porque “mañana miércoles 27 de diciembre, en el marco de una movilización, deben cumplir con su trabajo que entienden se siente amenazado”. Las medidas de protección solicitadas fueron dos: “se le requiera al Ministerio de Seguridad de la Nación y de CABA las instrucciones que impartieron a las fuerzas de seguridad para interactuar con los trabajadores de prensa y que se ordene a esas fuerzas que no repriman ni dificulten su trabajo”. Los habeas corpus son medidas de protección de la violencia estatal que no requieren firma de abogados y que el Poder Judicial debe resolver en 24 horas, máximo. El juzgado de turno –Contencioso Administrativo Federal Nª7– decide reconducir la presentación como “una acción de amparo” –que requiere patrocinio legal– y se declaró incompetente.

27 de diciembre de 2023: La Cámara de Apelaciones en los Contencioso Administrativo Federal confirmó la resolución. Ese mismo día, en tanto estaba el proceso de sorteo del juzgado que trataría el amparo, fue detenido el periodista Martín Brunas, hecho que motivó una nueva presentación de Periodistas Argentinas ante la Cámara de Apelaciones y derivó en un nuevo hábeas corpus. En la movilización también fueron agredidos los cronistas Heber Ybañez (Telefé), Manuel Jove (TN), Alan Ferraro (TN) y Emanuel Herrera. Se determina que el juzgado de turno sería el Nª 6.

29 de diciembre de 2023: Periodistas Argentinas y AReCIA realizan una presentación para solicitar la excepción para que se trate el amparo presentado a pesar de la feria judicial en

virtud de las movilizaciones previstas por distintas organizaciones sociales durante enero de 2025.

3 de enero de 2024: El fiscal Miguel Ángel Gilligan determina que no hay razones para habilitar la feria judicial y tratar el amparo. Ese mismo día la jueza de turno del tribunal Nª 11 resuelve que sí y habilita su trámite.

4 de enero de 2024: El juzgado de turno se declara incompetente.

9 de enero de 2024: La fiscalía general de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo solicita elevar el trámite a la Corte para que resuelva la competencia.

11 de enero de 2024: La Cámara desestima el pedido fiscal, ratifica la habilitación de la feria y remite la causa a la Justicia Nacional en lo Criminal y Correccional de CABA.

15 de enero de 2024: El juzgado de turno en el que recae la causa la remite al juzgado de origen, el Nª 11, donde originalmente se radicó el pedido.

16 de enero de 2024: El juzgado Nº 11 reitera su incompetencia y la remite al Juzgado Criminal y Correccional Nª 10.

18 de enero de 2024: El juzgado Nº 10 se declara incompetente.

19 de enero de 2024: La causa se elevó a la Corte Suprema de la Nación para que resuelva la competencia. Hasta ahora –mayo de 2025– no se expidió. El pedido de amparo a las y los trabajadores de prensa ya cumplió 17 meses y acumuló 366 fojas.

20 de enero de 2024: Periodistas Argentinas presentó un informe de las agresiones y el recorrido de la causa judicial ante la CIDH para solicitarle que “requiera al Estado argentino que se “abstenga de realizar actos que comprometan la vida, la integridad personal, la seguridad y la labor profesional de las y los periodistas durante las movilizaciones sociales”.

31 de enero de 2024: Durante la movilización que se realizó en el marco del tratamiento de la llamada Ley Bases en el Congreso de la Nación fue agredido el periodista Lucas Pedulla, que fue golpeado con un palo en el cuerpo y su celular, al caer de su mano, destrozado por las fuerzas de seguridad. El periodista de revista MU fue uno de los dos firmantes del habeas corpus presentado en diciembre. También fueron quemados por el gas disparado por las fuerzas de seguridad los fotógrafos Ignacio Yuchark (MU) y Rodrigo Abd (AP).

1 de febrero de 2024: En el marco del tratamiento legislativo de la llamada Ley Bases fueron agredidos por las fuerzas de seguridad al menos 35 trabajadores de prensa, la mayoría heridos por balas de goma y quemados con gas pimienta.

9 de febrero de 2024: La ministra de Seguridad Patricia Bullrich se reunió con la Academia Nacional de Periodismo, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa), Fopea, Fundación Led y Periodistas Argentinas. Estuvieron presentes también el secretario de

Seguridad Nacional, Vicente Mario Ventura Barreiro; el secretario de Medios, Eduardo Serenellini, y el jefe de gabinete del ministerio de Seguridad, Carlos Manfroni. Periodistas Argentinas describió ante la

ministra la coreografía que se repetía en el accionar de las fuerzas de seguridad: mientras reprimen la protesta, al mismo tiempo y como parte de la misma operación, gaseaban, golpeaban o detenían al periodista que estaba registrando el hecho, con lo cual no sólo se agredía a la prensa, sino que se atentaba también contra la circulación de la información que transmitían. Se le preguntó, entonces, si se habían dado instrucciones de golpear a la prensa y/o obstaculizar su tarea. Respondió la ministra: “Sería de brutos o de idiotas pretender que no circule la información en estos días porque es imposible. La puede registrar cualquiera, desde un balcón o desde dónde sea. Tenemos el caso de Kostecki y Santillán, por ejemplo”. Bullrich se refirió así a un caso de represión de la protesta social que tuvo como consecuencia dos asesinatos y por el que fueron condenados varios agentes de las fuerzas de seguridad, entre ellos, el responsable del operativo. La reunión se realizó el mismo día en que la CIDH expresó su preocupación por la falta de garantías de la prensa y los derechos de la protesta social; también, la misma jornada en que el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) y la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (Argra), acompañados del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), presentaron ante el Juzgado Federal 6 una denuncia penal para que “se investigue a los responsables de las represiones del 31 de enero y del 1 de febrero en el Congreso”.

1 de marzo de 2024: Durante la jornada de votación de la llamada Ley Bases en la Cámara de Diputados de la Nación fueron detenidos, gaseados y golpeados al menos cinco trabajadores de prensa, la mayoría mientras transmitía en vivo.

18 de marzo de 2024: En el marco de una movilización de organizaciones sociales realizado en la el Puente Pueyrredón fueron agredidos el cronista Carlos Ferrara (Canal 9) y su equipo técnico -quien sufrió golpes y una lesión en los ojos por el gas pimienta, por lo que debió ser trasladado al hospital para recibir asistencia mediante oxígeno y sedación-; Leo Godoy (A24) y su equipo técnico -quien fue reprimido mientras transmitía en vivo-; y Rodrigo Abad, fotoperiodista de Associated Press (AP), también afectado por los gases.

26 de marzo: El fotógrafo Damián Dopacio (NA) había sacado la foto de una nena que fue gaseada durante la marcha de los jubilados. Luego lo gasearon.

10 de abril de 2024: Varios periodistas y reporteros gráficos sufrieron agresiones por parte de las fuerzas de seguridad mientras hacían su trabajo de cobertura de la marcha de organizaciones sociales. Diego Ricciardi, del canal Crónica TV, recibió un balazo de goma en el mentón. Fue trasladado al hospital Ramos Mejía, donde lo anestesiaron y extrajeron la bala. La cronista de radio Continental Flor Fossatti fue golpeada en la nuca por una tonfa policial. Dijo haberle gritado al policía que estaba haciendo una cobertura periodística mientras le mostraba el carnet de la radio, pero el agente igual la golpeó. La fotorreportera Paula Acunzo -freelance para la agencia fotográfica Zuma Press- fue golpeada por una tonfa policial en el estómago por un policía que le exigía que se fuera. Mientras corría, la Policía de la Ciudad le disparó un balazo de goma en la parte trasera de la pierna izquierda.

El fotoperiodista Federico Rotter, que hacía un trabajo para la agencia italiana Nur Photo, recibió cuatro balazos de goma: uno en el tobillo y tres en la pierna derecha.

6 de junio de 2024: El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona denuncia penalmente, en vísperas del Día del Periodista, a la periodista Nancy Pazos, presidenta de Periodistas Argentinas “por la presunta comisión del delito de instigación a cometer delitos”. En otro juzgado el ministro presentó otra denuncia contra el periodista Darío Villarroel.

11 de julio de 2024: La CIDH realiza una audiencia para tratar el tema de la criminalización de la protesta en Argentina y las restricciones a la libertad de expresión. En ese marco, el CELS cita el caso de la periodista Nancy Pazos, denunciada por el ministro de Justicia.

12 de junio de 2024: En el marco de la movilización convocada durante el tratamiento de la Ley Bases el equipo del Grupo América, integrado por el periodista Christian Balbo y su camarógrafo, Rocío Bao (Infonews) y Diego Fernández (C5N) fueron afectados por el gas pimienta lanzado por las fuerzas de seguridad responsables del operativo. En tanto, Mariano Dalaison (fotógrafo independiente) recibió disparos de balas de goma en la cara.

28 de agosto de 2024: Este miércoles, durante la habitual marcha de jubilados en la zona del Congreso de la Nación, la Policía Federal agredió con gas pimienta al cronista Pablo Corso (LN+), al camarógrafo Marcelo Baldasarre (Canal 9) y al equipo de C5N. En la transmisión en vivo de LN+ se ve cómo la cámara de ese canal es rociada por gas pimienta mientras se escuchan los gritos de los manifestantes y de los periodistas.

29 de agosto de 2024: El juzgado Criminal y Correccional Nª 4, a cargo del juez Ariel Lijo, desestimó la denuncia del ministro de Justicia contra la periodista Nancy Pazos.

16 de septiembre de 2024: Periodistas Argentinas presenta el “Informe sobre ciberacoso a Periodistas Mujeres: la tecno censura”. Denuncia que “En la Argentina, en los últimos meses, se ha observado una escalada significativa de trolling contra mujeres periodistas, pero con una particularidad: las agresiones ya no solo provienen de usuarios no verificados o bots, sino también y principalmente de cuentas verificadas y de integrantes del dispositivo de comunicación oficial, quienes utilizan sus cuentas personales en las redes sociales (especialmente las de X) para multiplicar mensajes que descalifican y desacreditan la credibilidad de estas comunicadoras”. El informe resume 16 casos de periodistas acosadas.

5 de marzo de 2025: En el marco de la marcha de los miércoles de los jubilados al Congreso de la Nación fueron agredidos varios periodistas, entre ellos, Claudia Acuña, fundadora de la revista MU y lavaca.org , vicepresidenta de Periodistas Argentinas, una de las dos firmantes del habeas corpus colectivo presentado en diciembre de 2024 y quien participó de la reunión con la ministra de Seguridad realizada un mes antes. Acuña “fue impedida de realizar su trabajo, hostigada, amenazada, y acusada falsamente de estar haciendo un piquete (corte de la vía pública). Un policía federal la empujó y la hizo perder el equilibrio, en una técnica que repetidas veces hacen las fuerzas de seguridad sobre los manifestantes, dejándola atrapada detrás del cordón policial con la intención de restringir sus movimientos”. También fue agredido con gas pimienta el fotógrafo Juan Valeiro, quien la

acompañaba en esa cobertura. Por su parte, Gabriela Navarra, integrante de Periodistas Argentinas, fue herida con balas de goma en piernas, torso y brazos.

12 de marzo de 2025: En el marco de la marcha de las y los jubilados al Congreso de la Nación, el fotógrafo Pablo Grillo (trabajador independiente) recibe el impacto de un cartucho de gas lacrimógeno en la intersección de las calles Yrigoyen y Solís cuando estaba haciendo su trabajo. El disparo fue ejecutado por un gendarme.

25 de marzo de 2025: Otro miércoles de marcha de las y los jubilados al Congreso. Miguel Lo Bianco, camarógrafo de la agencia Reuters fue atropellado por la policía motorizada. El fotógrafo Damián Dopacio (NA) y la cronista Maru Malpeli (IP) fueron algunos de los trabajadores de prensa que sufrieron las consecuencias del gas pimienta arrojado por las fuerzas de seguridad en forma dirigida y a pocos centímetros de distancia. También sufrieron agresiones por parte de las fuerzas de seguridad el cronista Francisco Pandolfi (MU/lavaca) quien fue amenazado por un policía, y Tadeo Bourbon, el fotógrafo que lo acompañaba en la cobertura fue gaseado en cuello, brazos y manos.

2 de abril de 2025: Durante la marcha de los jubilados el reportero Diego Gómez fue atropellado por efectivos de la policía motorizada en Callao y Mitre. Tuvieron que sacarlo en andas mientras lo atendían en la calle porque un cordón de gendarmes casi lo pasa por arriba de nuevo.

16 de abril 2025: Como saldo de la marcha de las y los jubilados al Congreso la Comisión por la Memoria reporta una persona detenida y al menos 116 personas heridas, entre ellas una niña de 13 años. Muchos de los afectados fueron periodistas que estaban cubriendo los hechos, incluso un reportero gráfico fue lesionado por el disparo de un arma Byrna. Entre ellos, el cronista Lucas Pedulla (revista MU/lavaca), los fotógrafos Edgardo Gómez y Eduardo Sarapura, fotógrafos de Tiempo Argentino y Rodrigo Ruiz, fotógrafo de la revista Cítrica.

17 de abril de 2025: Periodistas Argentinas presentó ante la CIDH un resumen de las agresiones a la prensa y solicitó la visita in loco del relator especial de Libertad de Expresión.

19 de abril de 2025: El Presidente Javier Milei utiliza sus redes sociales para transmitir el siguiente mensaje: “Creo que la gente no odia lo suficiente a estos sicarios con credencial de supuestos periodistas. Si los conocieran mejor los odiarían aún mucho más que a los políticos”.

22 de abril de 2025: El periodista Norberto Navarro fue agredido violentamente por una persona aún no identificada. Fue internado tras recibir un golpe en la cabeza por la espalda.

29 de abril de 2025: El asesor presidencial Santiago Caputo amenaza al reportero gráfico Antonio Becerra, del diario Tiempo Argentino.

3 de mayo de 2025: El Presidente Javier Milei utiliza sus redes sociales para reiterar el mensaje “no odiamos suficientemente a los periodistas” y lo ilustra con fotos de los periodistas Carlos Pagni, Jorge Fontevecchia y Jorge Rial. También retuiteó un mensaje en el

que se acusa de operadores y se nombra a los periodistas Marcelo Bonelli, María O’Donnell, Ignacio Ortelli, Luis Novaresio, Flor Donovan, Ramón Indart, Martín Rodríguez Yebra, Andy Kusnetzoff, Matías Martin y Sofía Martínez.

7 de mayo de 2025: Este miércoles, durante la marcha de las y los jubilados al Congreso, la cronista de IP Noticias Aldana Flores quedó en medio de un amontonamiento cuando golpeaban y detenían al sacerdote Paco Olveira. El camarógrafo que la acompañaba logró salir del tumulto, pero ella quedó atrapada. En las imágenes que se vieron de la cobertura, se escucha gritar a la periodista que no le pegaran. “Los agentes de policía me pegaron con los escudos y me patearon”, contó después. Al menos cinco fotógrafos y cronistas recibieron en los ojos gas lanzado por las fuerzas de seguridad.

9 de mayo de 2025: El presidente Javier Milei presentó ante la Cámara Federal denuncias penales contra Carlos Pagni, de La Nación, Viviana Canosa, de Canal 13, y Ari Lijalad, de El Destape, por calumnias e injurias. La presentación contra Pagni fue realizada en los tribunales de Comodoro Py y la investigación quedó a cargo, por sorteo, del juez Rafecas. Allí también se recibió la denuncia contra Lijalad, ya que recayó en el Juzgado Federal N°6, que está vacante y es subrogado por Rafecas. Mientras que la denuncia contra Canosa quedó a cargo del juez federal Sebastián Ramos.

14 de mayo de 2025: Durante la habitual ronda de jubilados en el Congreso de la Nación al menos cinco reporteros fueron agredidos con gas pimienta arrojado a corta distancia por las fuerzas de seguridad. El periodista Lucas Pedulla (revista MU) recibió gas en los ojos y cuello que le produjo quemaduras. Rafael García Palavecino (C5N) y el camarógrafo que lo acompañaba fueron atacados con gas pimienta tirado por los efectivos policiales a poca distancia de sus caras, lo cual interrumpió la cobertura que estaban haciendo del momento en que efectivos de las fuerzas se llevaban detenidas a unas personas. El cronista debió ser atendido por los paramédicos. Nicolás Munafó (C5N) fue otro de los cronistas agredidos.

21 de mayo de 2025: Los fiscales federales Ramiro González y Paloma Ochoa dictaminaron para que se declare «la falta de acción pública» en el caso de Pagni y Lijalad. El juez federal Daniel Rafecas deberá decidir si archiva la denuncia o continúa solo con el impulso de la querella. La fiscalía que le corresponde a Viviana Canosa todavía no emitió dictamen.

21 de mayo de 2025: Tras la brutal represión policial durante la cobertura de los reclamos de los jubilados frente al Congreso, varios trabajadores de prensa resultaron heridos y otros detenidos. La fotógrafa Mariana Nedelcu (Clarín, Reuters y El País de España), el fotógrafo Rodrigo Ruiz, (revista Cítrica), el periodista Pablo Corso (LN+), el camarógrafo Diego Pérez Mendoza (LN+), la periodista Lula González (El Destape) y el periodista Francisco Pandolfi (revista MU) fueron agredidos con gas pimienta y golpeados por las fuerzas de seguridad. Corso fue alcanzado por una bala de goma. Además, los fotógrafos Javier Iglesias (trabajador independiente) y Tomás Cuesta (AFP/La Nación/Amnistía Internacional) fueron detenidos brutalmente. Cuesta fue liberado esa misma noche. Iglesias recuperó su libertad el jueves 22.

23 de mayo de 2025: Mediante la resolución Nª 1319/2025 de la Secretaría de Medios, publicada en el Boletín Oficial, el Gobierno restringió las acreditaciones en la Casa Rosada. Entre los nuevos

lineamientos establecen: un máximo de 25 acreditados en la Sala de Periodistas y, de 36, en la Sala de Conferencias; control de métricas de los medios acreditados, código de vestimenta formal, moderación de preguntas y limitación para circular en algunos espacios.

25 de mayo de 2025: El periodista Hugo Alconada Mon revela en el diario La Nación un informe secreto de la Secretaría de Inteligencia del Estado que habilita tareas de inteligencia sobre actores que «erosionen la confianza pública» en los funcionarios del Gobierno nacional o que generen una «pérdida de confianza» en las políticas económicas oficiales. El plan establece como foco de interés a periodistas, economistas, académicos y otros actores que pudieran influir en la opinión pública. La Oficina del Presidente admitió en un comunicado que existe el informe, pero afirmó que no contempla actividades de persecución política. Después de publicar la nota Alconada Mon fue atacado con diez intentos para tomar el control de su cuenta de WhatsApp. También sufrió un intento de ingresar a su cuenta en la red social X, además de enviarle insultos y amenazas a su teléfono celular desde cuatro números telefónicos distintos, y registrarlo con su nombre en una página pornográfica.

27 de mayo de 2025: En la marcha de jubilados, el fotógrafo Antonio Becerra –que había sido amenazado por Santiago Caputo– es gaseado mientras cubría la protesta.

4 de junio de 2025: El juez Rafecas desestimó denuncias del presidente Javier Milei contra los periodistas Pagni y Lijalad, al considerar que no existió delito y que sus expresiones están amparadas por el derecho a la libertad de expresión.

3.           El incumplimiento de los derechos laborales de quienes ejercemos este oficio

La mayoría de las y los trabajadores de prensa perciben salarios por debajo de la línea de pobreza y enfrentan condiciones de precariedad laboral. Para alcanzar un ingreso digno, muchos se ven obligados al pluriempleo y a jornadas laborales extensas.

Los datos de la encuesta realizada por Sipreba en 2025 son alarmantes:

  • El 70,4% de las y los trabajadores de prensa cobran salarios por debajo de la línea de pobreza.

La situación es peor si se analiza por rama periodística:

  • En el sector prensa escrita los sueldos por debajo de la línea de pobreza escalan al 80,57% y trepan hasta el 92,12% en la categoría redactor/a.
    • En las radios el 66,7% tiene ingresos inferiores a la línea de pobreza.
    • En la prensa televisada el porcentaje desciende a 40,48%. No obstante, supone un aumento de 40 puntos respecto al año anterior.
    • Esto implica que apenas el 4,8 % del total de las y los periodistas tiene un sueldo que le alcanza para vivir.
  • El 52,2% de las personas encuestadas afirmó tener dos o más trabajos remunerados. Del total, el 37,5% tiene dos empleos y el 17,5% tres trabajos o más.

Por otra parte, cada vez son menos quienes acceden a empleos en empresas periodísticas que garanticen derechos básicos como aportes jubilatorios, licencias pagas o aguinaldos. La figura del monotributo o “facturero” se ha convertido en la norma.

Los pagos por nota con entrevistas y producción oscilan entre los trece mil ($13.000) y los cuarenta mil ($40.000). A esto se suman plazos de cobro que, en muchos medios, superan los 30 días e incluso se extienden hasta seis meses. Solo para llegar a cubrir la canasta básica de alimentos (de $1.110.000) se necesitan producir entre 85 y 30 notas al mes.

Los llamados “colaboradores” deben asumir además los costos de aportes sociales, Internet, luz y teléfono, servicios indispensables para producir las notas que luego los medios reproducen.

En contexto de agresiones de las fuerzas de seguridad, las y los periodistas contratados deben además proveerse de los elementos de protección y no cuentan con seguro ni médico ni de compensación de daños.

A esta crisis, se sumó el ajuste y desfinanciamiento de los medios públicos, que dejó a más de 300 trabajadores y trabajadoras de prensa sin empleo, en un contexto de mercado cada vez más reducido. Tal como sintetizó Reporteros Sin Fronteras en un informe, “el cierre, el 4 de marzo de 2024, de la agencia pública de noticias Télam, una de las más antiguas de América Latina, fue uno de los golpes más duros asestados al periodismo en Argentina en los últimos años. Los estatales Radio Nacional y Canal 7 también han sufrido despidos y sus presupuestos y programación han sido diezmados, mientras que los canales Encuentro y Paka-Paka han sufrido recortes todavía más severos”.4 Télam contaba con 27 corresponsalías distribuidas en todo el país que fueron desmanteladas, su página web bloqueada y el servicio de cables informativos para sus abonados no volvió a producirse.

Otro sector precarizado es el de las oenegés, donde las y los periodistas cumplen tareas de comunicación en condiciones que no respetan los marcos legales y que pagan su trabajo como servicio contratado y, en la mayoría de los casos, solo en los periodos que reciben financiación.

Testimonios

“Todos los miércoles me golpean”

“Sé que hoy es miércoles. Sé que hoy debo cubrir la ronda de las y los jubilados alrededor del Congreso. Sé que hoy me golpean y me queman con gas. Sé que después no debo bañarme hasta el día siguiente porque el agua resucita el poder lacerante de ese gas, que no sé cuál es porque, aunque pedí su composición, mediante el procedimiento de acceso a la información pública, para saber con qué curarme, todavía no recibí respuesta. Sé que tendré que agradecer volver con los dos ojos a mi casa y con el cráneo entero. Sé que el próximo miércoles voy a volver. Y el siguiente también”.

4

https://rsf.org/es/argentina-primer-a%C3%B1o-de-mandato-de-javier-milei-marcado-por-un-fuerte-retroceso- de-la-libertad-de

“Me dicen que facture 13.000 mil pesos”

“Llegan los primeros días del mes y mando mensaje al diario para ver cuánto tengo que facturar. La ilusión de que me digan que la colaboración es más que el mes anterior se diluye en el aire. Por una nota que me llevó días, me dicen que facture 13.000 pesos. Pienso qué puedo comprar con eso: no me alcanza para pagar Internet, ni ningún otro servicio y para el súper tampoco es mucho, a lo sumo algunas leches, papel higiénico y un kilo de yerba. Llevo mi hastío a la asamblea y todos mis compañeros y compañeras están igual que yo, incluso quienes están mensualizados porque, aunque hace más de veinte años que trabajan ahí, perciben salarios de 520 mil pesos. Lo mismo pasa con los y las fotógrafas. En colectivo definimos llevar adelante medidas de fuerza y la respuesta de la empresa es descontar los días de paro. Seguimos confiando, igual, que la lucha es colectiva”.

“No tengo para pagar el subte porque todavía no cobré”

“Trabajo en periodismo desde hace quince años. Estudié, me especialicé, aprendí dos idiomas, acumulé experiencia y finalmente, accedí al trabajo de mis sueños: el área de comunicación de un hermoso centro cultural del Estado. Hoy cuando fui a trabajar le pedí a la guardia del subte que me dejara pasar porque todavía no había cobrado el sueldo. Me contestó: ‘Pedí prestado’. Le respondí: ‘Ya lo hice, pero para pagar la luz’”.

“Tengo pánico a que me echen”

“Soy periodista y hace 18 años que trabajo en medios. Bajada de línea hubo siempre. Hace varios años trabajo en el Estado, pero lo que veo y escucho no lo puedo comunicar porque tengo pánico a que me echen. Me enfermo al punto de pedirme mis vacaciones solo para estar en mi casa. Viajar ya no puedo. Me pagan poco. Siento y veo que nos están mintiendo en la cara, como burlándose. En la marcha de los jubilados, me gasearon y empujaron varias veces. Me afecta tanta violencia”.

“En verano no me pagan”

“Me contrató una ONG con recursos internacionales para trabajar en comunicación institucional. Iba a ser una tarea part time y presentando factura, me dijeron. Las cuatro horas se convirtieron en ocho: no solo era armar la estrategia de comunicación y redactar textos institucionales, también escribir las gacetillas, las notas para la web, diseñar las placas, editar los videos, hacer los copys de redes sociales, entre otras múltiples tareas. El trabajo de tres personas, en una. Me había quedado sin uno de mis trabajos fijos y necesitaba esa plata: era poca pero segura. Juntar peso a peso con colaboraciones de notas es muy difícil. La semana de año nuevo avisaron que en los dos meses de verano no había actividades, ni paga. Tuve que salir a buscar otros trabajos urgentes o en febrero me quedaba con la mitad de las cuentas en rojo”.

“Si voy presencial todos los días gasto más de lo que cobro”

“Trabajo hace veinte años en una empresa periodística. Cobro 560 mil pesos, pero hay redactores que ganan 450 mil. Desde la pandemia, el trabajo pasó a ser home office o

híbrido. Este año empezaron a exigir que vayamos presencial todos los días. Muchos nos negamos porque la distancia hace que gastemos mucho en viaje y con el sueldo que tenemos no alcanza. De hecho,

nos empezaron a descontar los días, no por no trabajar, sino por no ir a la redacción. La exigencia es cada vez mayor, incluso, llegaron a pedirnos que trabajemos un domingo gratis. Quieren que nos desgastemos y nos terminemos yendo sin cobrar nada”.

“Todo el estrés influyó muchísimo en que me enfermara de cáncer”

“En 2016 me quedé sin trabajo en relación de dependencia en un histórico diario. Los ‘frilos’ se convirtieron en la única fuente de ingresos, y además de sumarlos en cantidad, tuve que diversificar: ghostwriting, prensa, contenidos para redes… En 2021 entré a trabajar en un medio en tareas de edición, pero cobro sueldo de redactora, y además facturando. En 2023 llegué a trabajar 16 horas por día. Me levantaba a las 6 por el colegio de mis hijos y ya calculaba: «45 minutos de mate para despejarme, una hora para las compras, una hora para cocinar y comer…». Siempre en casa, con el WhatsApp sonando: las noticias en el medio de mi vida. Tuve que medicarme por problemas de insomnio, y comencé con mareos por el agravamiento de un pinzamiento cervical. En 2024 me diagnosticaron cáncer. Sé que todo ese estrés influyó muchísimo en que me enfermara”.

“Trabajar en los medios públicos hoy es padecer inactividad y censura”

“Cuando era chiquita soñaba con ser fotógrafa y periodista, contar historias con palabras y con imágenes. Cuando me recibí de comunicadora entendí que lo que me gustaba de contar historias era aportar para construir una sociedad más justa. Trabajé en revistas que ya no existen como La Maga, me metí de lleno en la investigación periodística y tuve la chance de tener grandes maestros que me enseñaron a profundizar. Saqué fotos de diciembre de 2001: había que esperar el revelado para poder verlas. Después me atrapó la tele y pude aportar mi granito de arena por más de quince años desde el noticiero de la TV Pública cuando recién empezaba a llamarse así. Cuando finalmente me dijeron que iba a ser parte de la Agencia Nacional de Noticias, que había sido creada para tener autonomía informativa y llegar a los rincones más lejanos del país, no lo podía creer. Pero la emoción duró poco: ahora voy solo a fichar, calentar la silla y mirar las horas pasar, porque lo que producimos no lo ve nadie».

“Pueden suspendernos o expulsarnos por repreguntar”

«Si bien las pautas básicas en una conferencia de prensa suelen conversarse entre los organizadores y la prensa en la previa, el periodista debe poder preguntar y repreguntar en libertad, al igual que el que responde, puede optar por hacerlo o no. La nueva resolución para las conferencias de prensa de la Casa Rosada establece como falta grave la repregunta, ya que ordena ´el micrófono debe ser devuelto al moderador concluida la formulación´. A partir de ahora por hacer una repregunta pueden suspendernos la acreditación o expulsarnos».

“No podemos garantizar programación local”

“Trabajar en Radio Nacional en la actualidad es un desafío de

resistencia. Desde fines de 2023 enfrentamos despidos, amenazas de privatización y un vaciamiento constante de las emisoras. En 2024 nos quitaron las redes sociales y la web, lo que limita la difusión de contenidos y vulnera el derecho a la comunicación. En Chubut tampoco podemos transmitir por streaming debido a que no están los equipos necesarios y por falta de mantenimiento de las consolas. Se impusieron programas desde CABA y se emite de forma obligatoria la conferencia del vocero presidencial, Manuel Adorni, lo que afecta especialmente a emisoras como LRA9 Esquel, que no pueden garantizar los mensajes a pobladores y programación local. A pesar de todo, el compromiso de las y los trabajadores sostiene el servicio. Los sueldos están congelados hace ocho meses y no hay diálogo paritario”.

“Las y los trabajadores de la radio cortamos el pasto”

“Hoy la emisora de Radio Nacional Misiones está fuera de aire por la falta de reposición de fusibles quemados en el equipo de FM. La programación local sale únicamente por streaming. El mantenimiento edilicio se hace cada vez más difícil sin presupuesto asignado. En LRA 19 de Puerto Iguazú las y los trabajadores –operadores, locutores y periodistas– se turnan para hacer el corte de pasto del predio que, por las características de la región, sin mantenimiento se vuelve peligroso. Por culpa de esta política de descuido, en dos oportunidades se prendió fuego el patio, llegando las llamas casi al edificio de la radio.

Por la falta de renovación de contratos, la planta quedó con un plantel mínimo, que puede cubrir solamente el turno de la mañana y la primera tarde. Solo dos programas son locales. Por primera vez desde la recuperación de los medios públicos, no se otorgó espacio a candidatos legislativos para que hicieran llegar sus propuestas a la sociedad. La línea editorial establece que haya temas que no se puedan tocar y se prohibió el uso del lenguaje inclusivo”.

“Estamos preocupadas y tristes”

“La Televisión Pública está bajo amenaza todo el tiempo. Primero la iban a cerrar, después cerraron la programación y pusieron latas, por último cerraron ediciones del noticiero. No hay paritarias desde el año pasado. Hay quienes cobran entre 500 mil y 600 pesos de salario: nadie puede llevar adelante una familia con ese sueldo.

La Televisión Pública llega a todo el país, es la única señal que cumple esa función junto a Radio Nacional. Es muy desmoralizante hacer nuestra tarea cada día. Estamos preocupadas y tristes. No hay diálogo con las autoridades y para abrirlo organizamos acciones, como el abrazo a los medios públicos: necesitamos ser escuchadas”.

“Los discursos de odio se materializan”

“Estaba en un bar de Belgrano, esperando a mi hijo. Al ir al baño,

noté la mirada fija de un hombre que, al pasar, murmuró: ‘Las kukas, las cucarachas salieron a la luz’. No respondí y volví a mi mesa. Siguió mirándome, hizo gestos obscenos e insistió con los insultos. Bajé la cabeza por precaución. Miré el café con leche sobre la mesa y, más que miedo, sentí asco. Luego se levantó y volvió a decir algo sobre ‘las cucarachas’. Ahí sentí temor. Llamé al mozo, y el hombre aceleró el paso. Cuando finalmente se fue, logró articular y gritar el insulto final: ‘Cucaracha ensobrada’.

Este relato no es una mera anécdota personal (aunque también lo es), sino un punto de partida para reflexionar sobre cómo se generan y materializan los discursos de odio y las violencias. Asistimos a la legitimación cotidiana de lo deshumanizante. Si un ser humano ve a otro como una cucaracha… ¿qué se hace cuando se ve una cucaracha? Se la pisa, se la elimina. Esa es la lógica del exterminio”.

*Periodistas Argentinas es una red nacional integrada por más de 200 profesionales del periodismo y la comunicación.

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Que viva el periodismo: las respuestas a los ataques a la prensa

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Marcha de jubilados: lo que une el espanto

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Dos fotoperiodistas detenidas. Seis personas heridas. ¿Cuál es la causa de la tendencia represiva creciente, y en particular contra la prensa? Lo que plantean quienes monitorean la violencia policial, con cifras concretas, a cinco meses del ataque al fotógrafo Pablo Grillo que este miércoles volvió a ser operado. Mientras tanto, en Congreso se volvió a marchar: las divisiones entre diversos grupos, y lo que los une como sector que sigue siendo símbolo de movilización en estos tiempos. ¿Cómo se vive hoy? El combate a la naturalización, datos sobre emperadores, el diálogo trans con un medio oficialista. Vetos, votos y una pregunta: “¿Nos pueden entender?”.

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla

“Estamos acá porque le tenemos más miedo al hambre que a la represión”. 

Quien habla es Gladys, 63 años, enfermera jubilada del hospital Rawson. Lo dice pasadas las 3 de la tarde, ni bien había arrancado la concentración de jubiladas y jubilados para exigir el “no al veto” del gobierno de Javier Milei a la módica suba de los haberes que en realidad no es una suba sino devolver ese 7,2% arrebatado con el shock inflacionario que generó al asumir.  

En Congreso, dos horas después, pasará lo de siempre y lo que nunca podrá naturalizarse: la represión policial, en este caso acompañada de dos detenciones arbitrarias por parte de la Policía de la Ciudad, en la esquina de Rodríguez Peña y Bartolomé: Camila Luciana Rey, fotógrafa y Yazmín Orellano, ambas de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) fueron capturadas al voleo.

Marcha de jubilados: lo que une el espanto

Marcha de jubilados: lo que une el espanto

Camila Luciana Rey y Yazmín Orellano. El momento de la detención «al voleo» en Congreso, y la imagen de la policía llevándolas en la comisaría. Fueron liberadas después de las 22 horas.

El puñado de fotógrafos y periodistas que presenciaron el hecho afirmaron: “Las cazaron”. Minutos después, la fuerza de seguridad porteña se las llevó en una camioneta a Combate de los Pozos 155. Luego fueron trasladadas a la comisaría de Tacuarí e Independencia. Las acusan de “lesiones”, “atentado y resistencia a la autoridad”. Después de las 22 ambas fueron liberadas.

La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) contabilizó seis personas heridas en dos eventos represivos de la tarde. La tendencia: hasta fines de junio, la CPM había registrado en seis meses 130 detenciones arbitrarias contra 93 del 2024. En el mismo período, las personas heridas también superaron a todas las del año pasado: 1.251. Entre ellas hubo 179 trabajadoras y trabajadores de prensa. El informe completo puede leerse aquí: https://www.comisionporlamemoria.org/project/informe-especial-represion-de-las-fuerzas-de-seguridad-a-las-manifestaciones-publicas/

Rodrigo Pomares, del Centro Provincial de la Memoria, planteó a lavaca: “Hay una preponderancia en la represión hacia los sectores de los medios y fotoperiodistas, y un límite muy concreto al desempeño de los medios de comunicación y en algunos casos de quienes cubrimos las manifestaciones con el objetivo del monitoreo”.

Para Pomares “La motivación más evidente es que quieren evitar el registro de las represiones y que se puedan reconstruir luego las secuencias de la represión como ocurrió en el caso de Pablo Grillo y tantos otros. El registro de la prensa y de quienes estábamos monitoreando permitió reconstruir lo que pasó, y aportar esos datos a la justicia. Eso es lo que parece evidente que quieren evitar”.  

Marcha de jubilados: lo que une el espanto

Otra operación a Pablo Grillo

Este martes se cumplieron cinco meses del miércoles 12 de marzo, cuando durante otra represión a la marcha de jubilados, el gendarme Héctor Guerrero le disparó de forma totalmente ilegal una granada de gas lacrimógeno al reportero gráfico Pablo Grillo. El impacto dirigido a su cabeza casi lo mata y perdió parte de la masa encefálica. Este miércoles a la mañana, Pablo fue operado con éxito una vez más: esta vez, le colocaron una prótesis en la cabeza (dos placas en ambos hemisferios). “La operación duró tres horas y salió bien, ahora hay que esperar la evolución”, dijo Fabián, su papá. El gendarme Guerrero, autor material de ese disparo, recién será indagado el próximo 2 de septiembre.

Dice Ana María, 72 años, durante la marcha: “Se está normalizando lo que jamás se debe hacer normal. Hoy prendés la tele y escuchás: ‘Otro miércoles más que les pegan a los viejos’. Todo al revés. No se puede naturalizar que se le pegue a nadie”. 

Marcha de jubilados: lo que une el espanto

Divisiones y reflexiones

El modus operandi de las Fuerzas de Seguridad genera efectos colaterales. A la represión concreta, literal, manifiesta, visible –granadas, gases, camiones hidrantes, palazos– se le suma la silenciosa, la invisible, la que divide para reinar: las fragmentaciones que se generan –o potencian– internamente entre las múltiples organizaciones de jubilados. 

Hoy, mientras Jubilados Insurgentes terminaba de marchar alrededor del Congreso y doblaba en Rodríguez Peña, parte de las Mesa de Organizaciones caminaba por Hipólito Yrigoyen, mientras que otro grupo permanecía parado frente al Congreso.

Mario es un jubilado que todos los miércoles da el presente. «Más allá de las divisiones hay que tener plena conciencia de que el enemigo es uno solo: el gobierno, y el plan criminal que está aplicando. Hay que pensar mucho más en la unidad porque con ella vamos a poder conseguir disminuir la intensidad del ajuste».

Marcha de jubilados: lo que une el espanto

Betty, 65 años, es enfermera jubilada del hospital Penna. Habla sobre la fragmentación notoria: “Vengo acá para sumar un granito de mostaza para conquistar nuestros derechos como jubilados, más allá de las organizaciones a la que cada uno represente. Yo soy autoconvocada y vengo por lo mal que la estoy pasando. Tenemos que defendernos con nuestras tristezas y con nuestras experiencias, que valen un montón”.

¿Cómo se vive en estos días? “Con los 350 mil pesos que cobro no llego a comer todos los días. Espero que este gobierno se vaya pronto y no lo digo porque sí: estoy viviendo mal, estamos viviendo mal, ¿me pueden entender? ¿nos pueden entender?”.

Un poco más allá estaba Vic, trans que había llegado desde Parque Patricios. “Vine a apoyar la lucha de los jubilados porque es una lucha contra el odio la que nos une”. Se acercó un periodista de La Nación + preguntándole si es jubilada.

Vic fue notablemente ilustrativa en su respuesta: “No. Soy odiada y hambreada y solidaria como ellos”.

Marcha de jubilados: lo que une el espanto

Lo que no cambia

Gladys y Betty, las enfermeras jubiladas, vienen cada miércoles porque las une la bronca a esta gestión nacional. Como a tantos otros, y como decía Jorge Luis Borges, no los une el amor sino el espanto.

Hay otro punto de unión: la injusticia que están viviendo. Gladys: “Si no venimos, si no nos hacemos escuchar, van a creer que está todo bien, que estamos conformes, y no es así. Tenemos haberes miserables, mientras los legisladores cobran 9 millones, es una vergüenza”. Y subraya: “Esta vida es una vergüenza, parece como si quieran matarnos”. 

Marcha de jubilados: lo que une el espanto

Jubilada y un arma novedosa: pompas de jabón.

Betty la interrumpe: “Es que sí, nos quieren matar. Milei es un déspota, un criminal, que se complace en sacarnos a los pobres lo poco que tenemos”. Se hace una pregunta: “¿Cómo se explica, si no, que pretenda que vivamos con 350 mil pesos? Seguro que para mantener a esos perros grandes que tiene gasta mucho más que eso. Es un atorrante”. 

Más allá de la represión policial (primero las fuerzas federales y desde hace tres miércoles la Policía de la Ciudad) y las divisiones de las organizaciones de jubiladas y jubilados, hay algo que no cambia: la convocatoria permanente cada miércoles a las 15 frente al Congreso de la Nación, potenciada desde hace diez días cuando Javier Milei vetó el aumento de 7.2% de las jubilaciones y el retorno de la moratoria previsional. Al ratificarse el veto, el aumento de agosto para las y los jubilados fue del 1,62%, por lo que la jubilación mínima sigue desplomada, en $ 314.243,51.

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Manuel, 75 años, cuenta por qué sigue viniendo: “El objetivo común es ponerle un freno a Milei, que está haciendo padecer a la Argentina. Debe entender que es el Presidente, no un emperador como pretende ser, que no acata las leyes ni las instituciones”.

¿Cómo se lo frena? “Como creo que en la democracia, el parate a Milei debe hacerse en las urnas y para eso hay que hablar con cada persona, crear conciencia, seguir desmintiendo todas las barbaridades que dice. Por eso también estamos hoy acá y seguiremos estando”. 

Manuel lleva un cartel que dice: “Milei vetó, nosotros votemos”. Y lo firma “un viejo meado”. 

Cierra, hasta el próximo miércoles: “No nos quedemos en casa, es la única manera de cambiar esto”.

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Carne

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Por Claudia Acuña.

Son las siete y cuarto de la tarde y en la sucursal del supermercado Coto de la calle Castro Barros, barrio de Almagro, hay cuatro mujeres haciendo fila en la sección carnicería. La primera es una anciana que tiene en las manos apretado el monedero y la mirada atenta en el corte de la carne que pretende: ojo de bife. Le pide al muchacho que tiene el cuchillo expectante en el trozo que le saque toda la grasa que pueda para que pese menos. El muchacho lo hace con esmero. La mujer le pide luego que lo corte lo más finito que pueda. El muchacho lo hace con precisión milimétrica. “Doscientos gramos”, le anuncia y la mujer agradece. Dirá luego, sonriendo, que quiere darse ese “gustito” porque hace tiempo –no dice cuánto, pero suena a demasiado– que no come carne. El muchacho le entrega la bolsa sin mirarla a los ojos: fija la vista en la siguiente mujer, más joven, que está acompañada por su hija, que no supera el metro de altura y parece estar cantando para sí misma Ojalá, el tema de María Becerra.

“Oja-ojalá-lá

que te vuelva el karma
Eras un muñeco

porque no tenías alma….”

La mujer pide dos churrascos de paleta. Otra vez: cortados finitos.

El muchacho vuelve a esmerarse y luego, los pesa.

Teclea en la calculadora de la balanza. La mujer está expectante de los números digitales y cuando asoma el resultado ordena:

“Deja solo uno”.

La balanza vuelve a dictar la cotización.

La mujer señala entonces con esperanza un fragmento que quedó en la tabla.

“Probá con ese que parece más chico”, pide.

El muchacho prueba.

La balanza dictamina el mismo precio que con los otros dos.

“Dejá uno solo”, repetirá la mujer casi sin voz.

Cuando el muchacho le entrega la bolsita, agrega:

“Perdón”.

La tercera mujer pregunta si hay huesos para caldo.

El muchacho responde que ya se los llevaron todos.

La mujer se va.

La cuarta soy yo, que estoy sin palabras.

El silencio obliga la mirada del muchacho directo a los ojos.

“Así, todo el día”, dirá.

¿Hace falta decir algo más?

(Imagen, diario Tiempo Argentino)

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San Cayetano: 15 kilómetros de realidad

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Desempleo, estampitas, falta de comida, espigas, chicha (nueva droga que invade los barrios, gracias a la crisis), vetos, bendiciones y maldiciones, goleadas, votos, malos pensamientos, arrepentidos, desquicios, la forma actual de la corrupción, la inseguridad, los zombies. Los temas que no aparecen en la política, resurgen con San Cayetano, que volvió a reunir a la gente para pedir y agradecer trabajo entre otras cosas, para tener paz y para marchar a lo largo de 15 kilómetros hasta Plaza de Mayo. Conversaciones en ese trayecto que atraviesa varias avenidas del presente.  

Por Lucas Pedulla

Fotos: Juan Valeiro

Marcela, 52 años, vende espigas a 1.000 pesos en la estación de Liniers. Llegó de Lanús a las nueve de la noche del miércoles para vender en las inmediaciones de la iglesia de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, en su versión 2025. Lo primero que percibió fue la cantidad de personas que iban a pedir comida. «Un montón, el año pasado traían sus viandas», compara.

No le sorprende: ella está más ajustada, el alquiler sube y las matemáticas para alimentar tres hijos necesitan otras audacias. No habla de cifras, solo dice que «cuesta más».

¿Y el gobierno? Revolea los ojos: «Soy de derecha, pero no lo voté».

¿A quién votó? «A Bullrich. Después no voté porque no me convencían ni Massa ni Milei. Por eso ahora tampoco voy a ir a votar». Bullrich está en el gobierno y como ministra de Seguridad es la que reprime todas las semanas a jubiladas y jubilados. Marcela levanta los brazos: «Estoy en contra de que hagan eso, como también de las barbaridades que está haciendo con los vetos».

Marcela ofrece espigas a quienes pasan, y vaticina las próximas elecciones: «Para mí le va a ir mal. Está desquiciado».

San Cayetano: 15 kilómetros de realidad

De los gases a las espigas, la alegoría de Marcela refleja también algo de esta Argentina, un día después de la dura goleada sufrida por el gobierno en la Cámara de Diputados (12 a 0 entre leyes votadas y vetos rechazados), en medio de otra cruda represión a jubilados y trabajadores de prensa. Entre ellos, el fotógrafo de la agencia AP Rodrigo Abd, que salió un rato de la clínica a donde lo atienden para ver la marcha que hoy no pudo cubrir: le están haciendo estudios por una inflamación en la parte media de su oído derecho por el impacto del chorro del camión hidrante que recibió ayer en la Plaza de los Dos Congresos. Fue uno de los atacados por la policía de un gobierno que publica en las redes propias y de sus asalariados: “No odiamos lo suficiente al periodismo”.

San Cayetano: 15 kilómetros de realidad

Pensamientos y bendiciones

Sobre la calle Cuzco, entre puestos de estampitas y velas con promos de dos por 1.000, siguen las filas para que los curas bendigan espigas, estampas y velas. Ema, 65 años, y Marcelín, de 68, son una pareja de jubilados que cobran la mínima y también se vinieron de zona sur, de Glew. Marcelín dice que la cosa está brava: «Uno viene a agradecer por todo lo que San Cayetano nos ha dado hasta ahora. La situación está bastante comprometida: todo lo que es para bien lo vetan enseguida». Por eso, suma Ema, hay que agradecer: «Y pedir por los hijos y los nietos. Está difícil para los jóvenes, no hay expectativa para un chico de 20».

Ema pide si podemos, por favor, no hablar de política. «Uno viene para tener paz y transmitirle paz al otro. Si todo el tiempo estamos con malos pensamientos…», dice pero no termina la frase porque la fila avanza y el cura está ahí y ella va rumbo a la bendición: «Nos vemos».

San Cayetano: 15 kilómetros de realidad

La agenda invisible

Desde allí se prepara para salir la novena movilización que los movimientos sociales nucleados en la UTEP organizan en el día de San Cayetano. También adhirieron y convocaron gremios, sobre todo de las dos CTA, que caminaron unidas. La marcha cruza toda la ciudad por una de sus arterias principales, Avenida Rivadavia, que conecta el territorio porteño con un oeste infinito. Liniers, casa de la iglesia, oficia de punto neurálgico donde también llegan vecinas y vecinos de todo el conurbano. 

La distancia total a Plaza de Mayo es de 15 kilómetros. Hubo una posta en Flores, frente a la Basílica donde comenzó su carrera Jorge Bergoglio. Lo recordaron con un audio suyo, ya como Papa Francisco, donde habla de cuidar el medio ambiente y luchar por paz, pan, tierra, techo y trabajo. Es el primer San Cayetano sin Francisco como actor espiritual y político.

San Cayetano: 15 kilómetros de realidad

La marcha arrancó a las 9 de la mañana, llegó a Casa Rosada cerca de las 14, y tuvo en Congreso la sumatoria de columnas nutridas que cruzaron la 9 de Julio en dirección a Plaza de Mayo, a donde llegaron, como llegan hace nueve marchas, con una agenda de temas tan profundos que no entran en los debates políticos: comedores, trabajadoras de cuidado, jóvenes en proceso de recuperación de adicciones, recorte de alimentos, falta de acceso a la tierra, y parálisis de la obra pública de integración socio-urbana que lo único que permite es el avance de la narcoestructura territorial.

San Cayetano: 15 kilómetros de realidad

Cuando te comen la cabeza

Mauricio, 27 años, es uno de los que puede jactarse de caminarse todo. Milita en la JP Evita. Vino del barrio Victoria, en Moreno, la última estación del tren Sarmiento. «Laburo para pibes desde 18 años y la cosa está fea. La última vez salimos a repartir 320 porciones de comida. En un día. Es un montón. Y vemos que mucha gente del barrio que antes no venía, ahora llega. Impresiona: cada vez se suman más».

Otra cuestión es el consumo problemático: «Está a full, y sube cada día. Intentamos hablar con los jóvenes para que no caigan, pero es una problemática que crece. Peleamos para frenarla. Pero al pibe le comen la cabeza. El transa de la esquina les dice: ‘Vendé acá y te doy plata». Y los pibes, lamentablemente, con eso los compran. Pero no les dan nada».

Para Mauricio, el hambre y el consumo son dos temas ausentes del actual debate político. ¿Cómo buscar de nuevo a esos pibes? “Siempre les hablo para enamorarlos de la política. Le digo: ‘En la política está todo’. Hay desencanto, sí, pero por cómo está el país entienden que tienen el poder para cambiarlo. Hasta con un voto”.

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La estrategia electoral de Arturo

Por Rivadavia también marcharon jubilados que todos los miércoles están en Congreso. Uno de ellos es Arturo, vecino de Almagro, que tiene una de las mejores estrategias de comunicación alguna vez creadas: con una sartén ya rota por los golpes que le propina con un utensillo de metal, se mete en cuanto comercio o local ve abierto. Y grita, por cuadras: “Fuera Milei, estafador. ¡Gobernás para los ricos!”. Se asoma a kioscos, verdulerías, cafeterías y aprovecha los momentos que las puertas de algún COTO o banco se abren: “Fuera Milei, ¡fuera!”. Hasta algunos policías ya sonríen. El cálculo de Arturo: “Hoy conseguí 1.000 votos”.

Arriba de un tractor cruza la 9 de Julio el padre Toto, de la parroquia Virgen de Caacupé, de la Villa 21: “Esta marcha es donde tengo que estar”. Una entrevista con Toto y su trabajo en el barrio sobre la cuestión de consumo se publicará en la próxima edición de MU.

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La chicha y los zombies

Samantha, 30 años, es de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) de Rafael Castillo, en La Matanza. En el comedor dan de comer a 30 personas por día y cada vez son más. “Los maridos se quedan sin trabajo y no les alcanza para pagar las cuentas. Dejan de pagar las tarjetas de crédito. Los chicos sólo comen gracias a los comedores de los colegios”. 

Cuenta que entró una droga nueva al barrio, a la que llaman “chicha” y definen como peor que el paco: “La consumen muchos jóvenes, pibes de 14 o 15 años. Los deja como zombies. A veces ni te reconocen. Chicos que iban al colegio y de pronto dejan”. Al debate político también le falta una discusión seria sobre seguridad, explica Samantha: “Es un tema llevar a mi nene a las 6.30 a la escuela. No voy con el celular porque no sabés lo que puede pasar”. 

Para las elecciones que vienen, La Libertad Avanza propuso como candidato de la Tercera Sección Electoral, donde predomina La Matanza, al excomisario Maximiliano Bondarenko. Samantha abre los ojos: “Pero eso es más corrupción. Necesitamos un debate en serio”. Piensa que hay condiciones: “Muchos vecinos se han arrepentido de haberlo votado a Milei. Creyeron, pero te dicen: ‘Me equivoqué’. Algunos tenían un almacén, o capaz que otro negocio, y lo tuvieron que cerrar”.

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Potenciar narco

Vanesa, 33 años, vino de Melchor Romero, en La Plata, y lleva una pechera del Partido Comunista Revolucionario (PCR). «Soy comunista y banco al Papa», se presenta. «Es el primero que habló de techo, tierra y trabajo».

¿Cómo está el barrio?: «Se la está pasando malísimo: desde que asumió Milei, a los comedores no van más alimentos. La mayoría de la gente no llega a fin de mes. El Potenciar Trabajo está congelado en 78.000 pesos y no se mueve. ¿Cómo hacés? A nuestro comedor vienen más de 100 personas por día. Las compañeras sacan de su casa para la olla porque no alcanza. Los barrios se organizan: unos dan merienda, otros dan cena, pero a fin de mes es tremendo, con jubilados, desempleados. Hoy ves gente revolviendo basura en cada cuadra».

De nuevo, el hambre como tema. Y el narco consumo: «Creció horrores. El narcomenudeo arrasa. Pibes que dejan el colegio para ser ‘soldaditos’ de los transas. Les ofrecen plata fácil, pero los hacen mierda. Desde que asumió Milei, todo está peor: ves nenes de 8 o 9 años consumiendo paco».

A este combo le agrega que llegó la factura de luz de 200.000 pesos. Y 36.000 a otro comedor. «Las garrafas de gas están a 15.000 cada una. No duran nada. Muchos cocinamos con leña para estirar».

¿Cómo salir de esto? Vanesa sigue marchando y tiene una hipótesis: «Uniéndonos y saliendo a la calle. Milei vino a sacarnos nuestros derechos. La única forma es resistir organizados» dice rodeada de gente, de espigas y tal vez de preguntas.

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