Nota
Berazategui movilizada: Los patos de la boda
Domingo por la tarde. Asamblea en la intersección de la Ruta 2 y la Ruta 36. Los vecinos de la localidad de El Pato están en alerta debido a la intención del municipio de Berazategui de instalar una Planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos. Javier Techera, integrante de la organización Pueblo Verde llama a las cosas por su nombre: “Ellos le ponen palabras lindas pero lo que quieren instalar es un basural, en una de las zonas más productivas de la región sin tener en cuenta que ahí vive gente”.
José Campusano, cineasta y miembro de Pueblo Verde cuenta a lavaca cómo se enteraron del proyecto: “La concejal Ana María Cioch nos informó que el Concejo Deliberante votó una carta intención para la compra de 30 hectáreas que serían destinadas a la instalación de un basural. Hay mucha gente viviendo a 2 kilómetros de ese predio que sería afectada por las dioxinas y los metanos. Cuando le planteamos las dudas en una reunión al intendente Juan Mussi, no supo responder ninguna de nuestras preguntas, trajo unos técnicos que tampoco sabían qué responder, y nos volvimos más tristes de lo que fuimos porque ni siquiera ellos tienen idea. Ya están asfaltando los accesos al predio. En estas plantas de tratamiento por cada 100 toneladas de basura se recuperan 40toneladas”
Campusano hace una cuenta y una pregunta sencilla: “¿Qué va a pasar con las 60 toneladas restantes? Van a quedar amontonadas.”
Lombrices poco felices
El estado de alerta preventivo de los vecinos tiene como antecedente las andanzas de la empresa Lombrisur S.H. Amanda, una vecina cuya casa limita con la empresa explica: “El olor es impresionante. No se puede respirar, provoca náuseas. Supuestamente la empresa se dedicaría a la cría y venta de fertilizante derivado de la lombricultura pero es solamente una fachada que ellos han pintado para la gente, y esconde una realidad muy sucia. Durante años entraron cantidad de camiones con deshechos, provenientes de otras industrias. Los vecinos comenzamos a denunciar y la han clausurado dos veces pero con recursos judiciales la vuelven a habilitar, a poner trabajar, los primeros tiempos de noche, luego más de veinte camiones por día. Hoy en día sigue clausurada. Si se habilita el basural, esto que les cuento es sólo una muestra, se puede multiplicar por un montón de veces”.
Amanda explica algo relativo al progreso: “Yo escucho que de parte del gobierno están promocionando mucho, que la tecnología, que la industria, que las empresas, que va a haber más mano de obra, más gente ocupada, me parece bárbaro pero tendrían que fijarse a costo de qué va a ser todo eso porque no sirve de nada ese discurso del progreso porque es una imagen, algo que nos puede fascinar en un primer momento pero suena a un gran engaño.”
Vecinos ácidos
Daniel Martins, otro miembro de Pueblo Verde, se cuestiona la actitud de los funcionarios para con la lombricera como antecedente del basural: “Si no pudieron controlar 3 hectáreas, ¿cómo van a controlar 30? El emprendimiento de lombricultura funcionó durante 12 años escondiendo todo tipo de residuos, con el visto bueno de las autoridades. Cerró porque los vecinos lo denunciamos ante todos los organismos que pudimos.”
Vanesa Pérez, vive a cinco cuadras de la lombricera “Los olores ácidos entran a tu casa. Todo eso lo estamos aspirando nosotros. Yo no quiero que mis nenes o mis viejos estén soportando esto. Ni ellos ni nadie, porque nadie se merece estar viviendo así.”
Con respecto a problemas en la salud aclara a lavaca: “Por ahora sólo los animales que se acercan a tomar agua de un arroyito tienen problemas en la piel y se les cae el pelo”. Vanesa es nacida en El Pato y tiene un nene chiquito. Esa descripción es suficiente para entender porqué está una tarde de domingo al costado de una ruta, charlando, pensando, escuchando, ¿democraciando tal vez? Vanesa: “Estamos tratando de que nos dejen vivir”.
Hacinópolis
La expansión demográfica del conurbano bonaerense no es ajena a la localidad de El Pato, que cuenta con 16.000 habitantes. Con la concentración habitacional surgen nuevos problemas: se saturan los servicios sanitarios, hospitalarios, escasean las vacantes en las escuelas públicas y aumentan los delitos. “Al no haber vacantes para nuestros hijos tenemos que pensar en enviarlos a colegios privados, la unidad sanitaria ya nos quedó chica y tenemos que ir a atendernos en otros municipios como Florencio Varela y La Plata” relata Vanesa.
El destacamento policial de la zona ya recibió una multitudinaria visita de la asamblea de vecinos que, como sugiere Martins, reclaman ante cada artefacto que tenga algún parecido con la idea de “institución”.
Cómo secuestrar el agua
Otra de las medidas del gobierno municipal que los vecinos ya definen como “agresiones constantes”, fue la de realizar 28 pozos para la extracción de agua del lugar y llevarla a otros barrios del partido.
Daniel: “Este es el único municipio del conurbano bonaerense que no está afectado a la red general de agua y saneamiento ambiental (AYSA). Tiene su propia red de agua y como se agotaron los pozos y el agua del Parque Pereyra donde ellos tenían los pozos está todo contaminado, entonces no tuvieron mejor idea que venir acá a El Pato a hacer las perforaciones para llevarse el agua. Se están llevando millones de litros de agua a diario, eso perjudica a los habitantes de la zona que hemos tenido que cambiar las perforaciones. No queremos ser el pato de la boda ni ser los hijos desquiciados del partido de Berazategui”.
Javier: “Si fuesen un poco más vivos consultarían antes las cosas. A 35, 40 metros de profundidad ya no tenemos agua, tenés que pensar en hacer una perforación nueva, irte más abajo y esto te significa un costo en una bomba sumergible de 9.000 pesos. ¿Por qué uno se tiene que hacer cargo del perjuicio que ellos te ocasionan?”
Ir para atrás
Carlos, habitante desde hace 16 años de El Pato, lugar al que define como un “edén”: “Lamentablemente está dejando de ser eso por todo lo que está pasando. Antes a 20 metros tenías agua, hoy lo mínimo son 65 metros. Ahí tenés idea de la cantidad de agua que se están llevando por día. La bronca es general. Si ahora vivimos así dentro de 15 años va a ser peor, si no hacemos nada.”
¿Qué significa El Pato para Carlos?: “Yo tengo hijos, los pienso criar acá, pero están jugando con nosotros. El tema de la basura, el tema del agua, la seguridad, en lo socio-ambiental cada vez vamos para atrás, en vez de ir para adelante vamos para atrás.”
Pronóstico sobre la basura
La asamblea transcurre entre nuevas informaciones y propuestas de difusión. “Cuando volanteamos o pegamos afiches a ellos les duele”, remarca José. Se propone pedir una audiencia al juez que permite abrir nuevamente la lombricera. Se analiza el contexto político y se hace una vaquita para costear volantes y pasacalles.
Daniel relata la situación actual del reclamo: “Estamos en una convocatoria a los vecinos para ver qué medidas vamos a tomar. Lo principal es que el basural debería estar mínimamente a una distancia de 8 kilómetros de cualquier centro urbano, de donde haya gente”. Javier reflexiona sobre la ubicación estratégica del predio. “Todo hace pensar que van a traer la basura de otros lugares hasta aquí. Cuando terminen de colapsar los dos CEAMSEs que están abiertos ¿A dónde van a llevar la basura? A donde haya una planta de tratamiento: Acá. A menos de 2 kilómetros de una zona totalmente poblada.”
Ecuación: $ x vidas = ?
José Campusano enumera las irregularidades: “No hay estudio de impacto ambiental, no hay proyecto. Unos días antes de las elecciones se decidió la compra de este predio. En muy poco tiempo la población llegará hasta los bordes mismos del emprendimiento. También se está cerca de lo que será la Autopista Presidente Perón, nada evita que empiecen a bajar camiones y camiones con la basura de otras zonas que ya no tienen espacios verdes para poner una planta de este tipo”.
¿Qué pasa cuando los vecinos denuncian la situación? “Les molesta mucho que estas cosas se difundan. Especulan con que no hay organizaciones y por ello creen que pueden proceder impunemente. Hay otros terrenos, pero los tienen reservados para emprendimientos inmobiliarios. El Secretario de Gestión y Relaciones con la Comunidad, Julio Ravelo nos preguntó si teníamos idea de cuánto sale un terreno allá y acá. Nosotros le dijimos: “Es evidente que la ecuación para vos es de cambiar plata por vidas, porque allá no molestás a nadie y acá sale barato pero perjudicás a la población, te importa dónde es más caro y dónde no. Entonces a vos te importa el dinero y no las vidas humanas.”
Daño en encías oficiales
Entre las propuestas de los vecinos, para no quedar como paralizadores del progreso está la de utilizar trenes para el transporte de los residuos hacia lugares sin población para ser tratados allí. Dicha propuesta no sería viable debido al daño que causaría en encías y dientes de los funcionarios: “Están habituados a la mordida”, diagnostican los vecinos. Otra propuesta es que cada barrio se haga cargo de su basura, no que todos los habitantes del municipio envíen su basura a un solo barrio. “Nosotros tenemos que hacernos cargo de nuestra basura”, proponen en la asabmlea.
¿Autogestión de los residuos?
Autoconstrucción del mensaje
Luego de la asamblea comienza el programa de radio Pueblo verde. Se transmite los domingos a las 19.00 por FM 90.5 de El Pato, ya cumplió 50 emisiones y cuenta entre sus más fieles seguidores a las autoridades municipales que cuando tienen que recibir a los vecinos ya están preparados acerca de las consultas vecinales.
Es muy escuchado por la gente de la localidad. Daniel: “No tenemos afinidad ni somos representados por ningún partido político. Somos parte de la vecindad y luchamos pensando en el bien común para que este sea un lugar donde se pueda vivir”. Más de una vez los funcionarios no saben qué responder ante las problemáticas que quedan fuera del programa por cuestiones de tiempo y de inteligencia. El programa es una herramienta de contagio tan eficaz que el propio municipio mandó a producir otro, que va tres veces por semana, para intentar contrarrestar la fuerza de las denuncias vecinales.
Los propios vecinos podrán definir dónde está la legitimidad, y dónde los intereses que van en contra de su salud.
Nota
Más allá de tu vereda: un documental sobre personas en situación de calle en CABA

Más allá de tu vereda.
Así, a secas, es el nombre del documental que acaba de estrenarse.
No es un documental más. Así se llama el programa de radio de y para personas que viven o vivieron en la calle, que se realiza semanalmente en la organización Sopa de Letras. Esta cobija y aborda la problemática así como la salud mental, desde hace más de 10 años en el barrio porteño de Parque Patricios.
El documental explicita la importancia de la radio, el valor de la comunicación, la potencia de lo colectivo, la necesidad de comunicarse, y que alguien escuche del otro lado, o mejor aún: al lado. Y también refleja la historia de Víctor Rodríguez Lizama, su director, que tiene 64 años y vivió varios en situación de calle.
El Cuervo, como le dicen a Víctor por su fanatismo por San Lorenzo, visibiliza en primera persona junto a otrxs protagonistas lo que se ve a diario, pero no tanto. Lo que se sabe, pero no tanto.
En Más allá de tu vereda, Víctor entrevista a muchos de los integrantes del programa que se emite en Radio Parque Vida (105.9) desde hace más de tres años.
Marcela dice que antes sólo escuchaba. Y que ahora se animó a decir.
Luciana dice que perdió un poco la timidez. Y que, quizá, eso la ayudó a crear la sección “la música que nos hizo”.
Cata dice que encontró un espacio para hacer arte. Para animarse a leer sus poesías.
Alicia dice que antes hablaba “poquito”. Y que ahora “habla un poquito más”.
Lautaro habla cuando llora, emocionado. Dice que no tenía experiencia. Y que ahora se sorprende de sí mismo.
Juan Bautista dice que es el encargado de informar las noticias. Y que ahora sí, alguien escucha su punto de vista.
Cristian dice que está más atento a su alrededor. Tanto, que ahora se anima a opinar.
Víctor dice que hasta no hace mucho, había personas que no agarraban el micrófono. Y que ahora no lo quieren soltar.



Termina el documental, con una última imagen; pantalla en blanco y una sola línea en letras negras.
«A todos los que estuvieron en situación de calle y ya no están».
Hay aplausos, hay felicidad, hay valoración.
Hay orgullo.
Luego, se abre el micrófono para que quien quiera diga lo que quiera.
Jorgelina: “Hagamos más radios”.
Adrián: “Podría estar en cualquier otro lado, haciendo cualquier otra cosa en este momento y gracias a ustedes estoy acá, me ayudaron un montón desde lo emocional”.
Cierra Víctor Rodríguez Lizama, con la remera puesta de su San Lorenzo querido y su pelo repleto de canas:
“La finalidad de este documental es mostrar cómo a través de la salud mental podemos llegar a la gente invisibilizada, que está ignorada. Ojalá que se reproduzca en otros lugares, que sirva de herramienta para salir adelante. Hoy hay mucha más gente viviendo en situación de calle. Además de haber vivido mucho tiempo, participé de los censos populares. Recientemente censamos en la comuna 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución) y sólo acá contamos 1480 personas, por donde vos camines están. En la olla popular que hacemos en el Parque Lezama se ve algo similar al 2001. Más personas en calle y más hambre”.
Detrás del Cuervo hay un pizarrón donde se completa al nombre de su documental:
“Más allá de tu vereda,
hay otra realidad,
atrás de tu puerta”.
Al costado, un mural con un puñado de palabras escritas en letra cursiva:
“Hasta que no quede ni una sola persona en situación de calle,
allí seguiremos estando”.
Nota
La muerte ocurre en vida: se fue Mary, jubilada que no recibía medicamentos oncológicos

Este domingo a la madrugada murió María Teresa López, asambleísta contra la contaminación en su ciudad natal, Caleta Olivia, luego mudada a Capital Federal y parte del grupo Jubilados Insurgentes. Mary se enfermó de cáncer producto de la contaminación que ella misma denunciaba, y luego fue abandonada por el Estado en modo motosierra: el PAMI se negaba a entregarle medicamentos, pese a amparos judiciales a su favor. Una historia que genera bronca e impotencia, pero que a través del recuerdo de sus compañeras de lucha se revela como una lección de vida, en el más profundo sentido de la palabra: lo colectivo frente a lo personal, la idea de no perder el tiempo, la movilización permanente, la generosidad, la sabiduría, y qué es la muerte.
Por Franco Ciancaglini
Algunos dirán que Mary era bajita y otros que tenía el porte enorme de Nora Cortiñas.
Desde la pandemia solía esconder su sonrisa detrás de un barbijo, aunque sus motivos de alegría eran cada vez menos:
- su salud era cada vez más delicada;
- los medicamentos oncológicos no llegaban;
- y la lucha que encaró desde siempre —primero en su Caleta Olivia natal contra la contaminación, luego contra el sistema de salud público y, al final, como parte del grupo Jubilados Insurgentes— cada vez implicaba poner más el cuerpo.
Fue su cuerpo lo que, este domingo 21 de julio, dijo basta.
Mary se convierte así en algo odioso: un símbolo. Un símbolo de la muerte sistemática que genera un sistema que enferma y abandona. Pero también en un símbolo de lucha por la vida, en el sentido más profundo de la palabra.

Contaminada
María Teresa López nació en 1959 en Caleta Olivia, Santa Cruz. Falleció el domingo pasado a sus jóvenes 67 años, en un hotel de la calle La Rioja, en Once, ciudad de Buenos Aires. Sí: vivía en un hotel. Sola, producto del desarraigo que le produjo tener que trasladarse para atenderse de un cáncer de hígado.
Ese fue el diagnóstico médico: una metástasis que avanzó en el último tiempo al ritmo frenético de una motosierra.
La causa que no figura en su partida de defunción es aquella que ella misma denunció hasta el final: a Mary le negaban medicamentos oncológicos indispensables para su tratamiento.
Lo que tampoco figura en su partida es que Mary fue arrancada de su Caleta Olivia natal porque se enfermó, al igual que decenas de personas de esa localidad, producto de la contaminación del agua por actividades extractivas en la zona.
Contaminada
La vida de Mary fue la de una militante social de una estirpe rara: austera, firme, silenciosa, estudiosa, imparable.
Sus compañeros reconstruyen sus historias: que de chica le hicieron un test de inteligencia y un profesional le dijo a su madre que ella era más o menos superdotada; que seguramente podría hacer dos carreras universitarias a la vez; que terminó la secundaria antes de tiempo y luego cursó dos carreras; que se enganchó con el ambientalismo muy joven y empezó a investigar cuando las empresas petroleras negaban la contaminación de las napas de agua.
Formó parte de la Asamblea Ambiental de Caleta Olivia, desde donde luchó sin descanso contra la contaminación provocada por el fracking. Mucho antes de enfermarse, denunciaba que el agua que llegaba a las casas estaba contaminada con petróleo. Lo sabía por la evidencia científica más contundente que tiene una comunidad contaminada: que sus vecinos, familiares y amigos enfermen y mueran.

Ante los medios Mary describía lo que vivía y veía alrededor: “La gente se muere o queda discapacitada”. En una entrevista para el programa Conciencia Solidaria, precisaba sobre su territorio:
- “Caleta Olivia… tiene un problema grave: falta de agua potable, y encima está contaminada por la industria petrolera. Los muestreos de agua que hemos sacado y analizado han dado positivo: está contaminada el agua que estamos tomando.”
- “La situación es muy grave, se está muriendo muchísima gente de esas 11 localidades, 9 están en terrible condición… además tuvimos un caso muy grande de gastroenteritis que afectó a 340 personas”.
También contextualizó el vínculo entre agua contaminada y salud pública: “Los metales pesados son cancerígenos, mutagénicos, van mutando de una generación en otra… nacen chiquitos con problemas… o fallecen de cáncer».
Denunciaba en Caleta Olivia la presencia de hidrocarburos, arsénico y metales pesados en el agua, además de enfermedades poco frecuentes que, como decía ella, “no tienen cura” y crecen en esa región patagónica. Alertaba con claridad: “No es solamente cáncer, sino Enfermedades Raras o Poco Frecuentes. Muchos pacientes no están bien atendidos… La situación se agrava cuando se trata de estas patologías: solo se ofrecen tratamientos paliativos.”
Un mal día le tocó a ella, ya con la certeza profunda de que la contaminación ambiental fue parte del combustible de su cáncer de hígado.
En agosto de 2015, en un foro en defensa del agua organizado en Comodoro Rivadavia, otras asambleístas como Lidia Campos, de la asamblea contra el fracking de Allen (Río Negro), la conocieron personalmente luego de años de tramar resistencia contra el extractivismo: “En el Foro en Comodoro había gente de todos lados… Y estaba Mary, que ya tenía problemas, como un problema en la boca del estómago… No se sabía bien… Uno tapa esas cosas y habla de la lucha, la salud quedaba en segundo plano. Mary no era de hablar de lo personal; siempre se preocupaba más por lo colectivo».

La describe así: “Era menuda, callada. Pasaba desapercibida. Pero cuando abría la boca, te dejaba con la boca abierta. Sabía muchísimo. Y tenía una convicción inquebrantable.”
Recuerda Lidia que, en 2019, Mary pasó de la denuncia mediática a la judicial: presentó un amparo colectivo ante la Corte Suprema contra la contaminación del agua con hidrocarburos, arsénico y metales pesados. Denunciaba así, ante el máximo tribunal argentino, el abandono del sistema cloacal, basurales a cielo abierto, y exigía la puesta en marcha de una planta de ósmosis inversa paralizada (actualidadjuridicaambiental.com). En ese expediente Mary detallaba:
- “Frecuentes interrupciones en el suministro… agua contaminada con hidrocarburos totales y arsénico… napas freáticas contaminadas por fracking…”.
- Solicitaba medidas cautelares urgentes: provisión gratuita de agua apta, saneamiento cloacal, cierre de basurales y puesta en funcionamiento de la planta de ósmosis inversa.
Esa presentación inédita, que firmó ella misma, reflejaba años de trabajo comunitario, denuncias y… enfermedades. Pero su denuncia fue ignorada, archivada y judicialmente ninguneada: tras seis años, la Corte se declaró “incompetente” y desestimó el recurso, sin resolver la situación de fondo.
Mary no se rindió: en 2020 fue caminando hasta Balcarce 50 para presentar a través de Mesa de Entradas de la Casa Rosada una carta firmada por una red de organizaciones en defensa del agua dirigida a Alberto Fernández, denunciando la contaminación del agua y relacionándola lúcidamente con argumentos que el ex Presidente daba como recomendaciones durante la pandemia.



Lidia Campos es la que recupera y comparte a lavaca este documento, y la que como asambleísta define su legado: “Lo que ella hizo fue histórico. Vale la pena hablarlo para las próximas generaciones… En esta época hemos perdido tanta humanidad que a nadie le importa. Pero acá hay alguien que dio su vida. Dio, literalmente, su vida.”
El último recuerdo que Lidia conserva data del 14 de julio de 2023, durante una jornada de lucha contra Mekorot, la empresa nacional de agua israelí que intentaba desembarcar en Argentina con intenciones sospechosas. Relata Lidia: “Ella estaba afuera del Anexo del Congreso con los Jubilados Insurgentes para protestar… Después fuimos a una confitería. Le pregunté si había comido al mediodía… no había comido nada. Le sugerí unos tostados o medialunas con queso. Pidió un té. Cuando llegó lo que pedimos, no lo pudo comer”. Igual, se sacaron esta hermosa foto compartiendo. Y ese mismo día, antes de despedirse, Mary le regaló una pashmina rosa a Lidia para protegerla del frío.

Abandonada
Cuando se enfermó y vio que su asamblea se desarmaba –entre otras cosas precisamente porque muchos enfermaban- Mary se trasladó a Buenos Aires. Pretendía resistir y atenderse bien, cosa que logró durante muchos años: su lucha logró que PAMI le asignara el Hospital Italiano para su tratamiento.
Tuvo un cáncer controlado que se descontroló al ritmo del deterioro del sistema de salud: primero Macri, luego Fernández, la pandemia y finalmente Milei como garrotazo final.
Desde 2023 su situación empeoró drásticamente. Su compañera Zulema, de Jubilados Insurgentes, relata: “El PAMI decía que tenían medicamentos para esa patología, pero no eran los que había indicado su médica… entonces no los aprobaban. A veces los recursos judiciales salían favorables, pero el PAMI tampoco los entregaba. La impotencia era terrible».
Sino miren este video.
María Teresa López dice claramente: “El mecanismo es simple: es eliminarnos, gastando menos… llegar al déficit cero… matándonos.”
El video la muestra junto a sus compañeros de Jubilados Insurgentes en un reclamo frente al PAMI por sus medicamentos.
Sigue: “Es más fácil eliminarnos de manera nefasta e inhumana… Para mí ustedes son asesinos, y les importa un bledo”.
Hoy, un año y mes después, Mary tenía razón.
Zulema continúa: “Ella no podía hacer la quimio porque la droga fundamental no estaba… íbamos al PAMI con compañeros, hacíamos reclamos, pero no facilitaban nada. Cuando le autorizaban un tratamiento de ocho sesiones, solo le entregaban dos dosis. Nos confesaron que no se molestaban en dar el tratamiento completo porque muchos morían antes… Pero Mary resistía, resistía… llegó un momento en que el cuerpo no resistió más».”
Una de las últimas veces de manifestación ante el PAMI, sin Mary, el personal de seguridad preguntó por ella en la puerta: “¿Cómo está Mary?”
La respuesta era obvia: mal.
Insurgente
Pese al deterioro físico, Mary se unió a los Jubilados Insurgentes. Entendió que el sistema no solo descarta a quienes enferma, sino también a los que ya no pueden “producir”.
Zulema recuerda: “¡Tenía un carácter! Ese carácter es el que la hizo resistir cuando muchos se daban por vencidos”.
Llegó a ese espacio dos años atrás, íntimamente vinculada con su enfermedad. “Se metió en todo lo legal… recursos, fiscalías, Comodoro Py… sabía de litigio ambiental”, dice Zulema.
El 12 de junio de 2024, durante la lucha contra la Ley de Bases, estuvo firme en Plaza los Dos Congresos. “Nosotros la cuidábamos porque estaba débil, pero se escapaba, quería seguir.” Conocía a todos. “Era muy luchadora. Y hablaba con energía. Siempre nos pedía que unamos las luchas».
Lo que posiblemente sea su último legado lúcido: unir las luchas del ambientalismo con las banderas de los jubilados.
Sobre su convicción, Zulema dice: “Cualquier cosita que ella hacía la asumía con total responsabilidad… vino con cartulina, se traía el cartel… Cuando asumió Milei hizo un cartel que decía ‘Toda la clase política es responsable de la debacle del país’, lo diseñó ella misma”.

Otra anécdota: “Una vez vino a una reunión, con anotador en mano, ya predispuesta. Algunos comenzaron a hablar de su vida personal, y se enojó. Se levantó, juntó sus notas y se fue. Dijo: ‘acá se pierde tiempo, no van a llegar a nada’. Pero volvió. Con dramas y todo, no quería perder el tiempo: estaba alerta. Era consciente de que la tarea era enorme, y le ponía ímpetu”.
Mary sabía que no le quedaba mucho tiempo y por eso nunca bajó la guardia.
Siguió yendo cada miércoles a las rondas frente al Congreso, siempre con barbijo, para cuidarse y cuidar. Participó del Malón de la Paz, llevó agua, militó con grupos ambientalistas, jubilados y religiosos. Organizó actos, escribió cartas, e insistía en que el 22 de marzo, Día Mundial del Agua, había que salir a las calles. Siempre. Aunque lloviera, aunque doliera.
Porque Mary enseló que la muerte no es algo que ocurre al final: es eso que va sucediendo en vida ante la indiferencia, el silencio de los tribunales, el apagón de las protestas, la descomposición del cuidado, la impunidad de los contaminadores y la complicidad del silencio.
La muerte es el abandono.
La muerte es el olvido.
Y en ese sentido, Mary sigue más viva que nunca.
odas las agrupaciones de jubilados que se juntan los miércoles a protestar en Congreso, preparan un homenaje a Mary y, a través de ella, “a todas las víctimas del sistema y de este plan siniestro de exterminio de los más vulnerables”.
Será mañana, después de la marcha, en un acto en Plaza de Mayo.
Mary: gracias.
Hasta mañana.
Nota
Pablo Grillo: llaman a indagatoria al gendarme Guerrero a seis meses de un disparo criminal

El 2 de septiembre el gendarme que disparó una granada de gas lacrimógeno por fuera de todos los protocolos de la fuerza deberá comparecer ante la justicia. La decisión la tomó la jueza María Servini de Cubría más de cuatro meses después del hecho. Pablo Grillo luchó por su vida, perdió masa encefálica y hoy se encuentra en plena rehabilitación. Todo lo que deberá explicar Héctor Guerrero y que implica a su principal defensora y la responsable de la violencia estatal: Patricia Bullrich.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cuatro meses y una semana pasaron desde el miércoles 12 de marzo. Ese día, durante otra violenta represión a la marcha de jubilados y jubiladas, el Gendarme Héctor Guerrero le disparó fuera de toda legalidad una granada de gas lacrimógeno al reportero gráfico Pablo Grillo, cuyo impacto casi lo mata, y por el que perdió parte de la masa encefálica, estuvo casi tres meses internado en terapia intensiva en el Hospital Ramos Mejía y por el que hoy continúa en proceso de rehabilitación. Cuatro meses y una semana pasaron hasta hoy, lunes 21 de julio, en el que la jueza María Servini citó a indagatoria al gendarme, autor material de lanzamiento, para el próximo 2 de septiembre.
Es decir: entre la ejecución y la audiencia habrán pasado 131 días, casi seis meses, casi medio año.
El camino de la in-justicia
En un primer momento, la jueza había rechazado el expediente y el caso había pasado al Juzgado Federal N° 12, donde tramitaba otra denuncia por los mismos hechos. Como ese juzgado estaba vacante y subrogado por Ariel Lijo, quien también se declaró incompetente y declinó la competencia, el expediente regresó al Juzgado N° 1 el 28 de marzo y la jueza Servini lo tiene en sus manos desde el 10 de abril, a la vuelta de una licencia.
La cronología detalla el tiempo que una familia debe atravesar para exigir justicia por un hecho de violencia estatal: desde el 21 de marzo en que el papá, la mamá y el hermano de Pablo se presentaron en la causa como querellantes, solicitaron se llame a Guerrero a declarar “en calidad de imputado, por tentativa de homicidio agravado por abuso funcional, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Pero no hubo respuesta. Por eso, el 6 de junio, reiteraron el pedido con estos argumentos: “Desde el inicio de la investigación, todas y cada una de las pruebas recabadas por el Juzgado corroboran lo que planteamos en nuestra querella del 21 de marzo: el cabo primero Héctor Jesús Guerrero de la Gendarmería Nacional Argentina fue el autor del disparo de la pistola lanzagases que hirió de gravedad a Pablo Grillo el 12 de marzo a las 17.18hs”. Y agregaron: “En el pedido que presentamos ante la jueza Servini ofrecemos una descripción de los hechos y un análisis pormenorizado de los elementos de prueba existentes hasta el momento”.
Y no hubo dos sin tres: el 15 de julio se le volvió a exigir al Juzgado que lo cite a Guerrero.
Y la tercera fue la vencida: este lunes, Servini citó a prestar declaración indagatoria al cabo Guerrero como autor del disparo con cartucho de gas lacrimógeno calibre 38mm que impactó en la cabeza de Pablo Grillo. La audiencia será el 2 de septiembre a las 10.
Guerrero es el primer efectivo formalmente imputado en la causa por el operativo policial del 12 de marzo.
Desde la querella informaron: “El juzgado ordenó la realización de una pericia balística a cargo de la División Balística de la Policía de la Ciudad para reconstruir con el mayor nivel de precisión técnica posible el disparo que hirió de gravedad a Pablo. Si bien la jueza consideró que ya existen elementos de prueba contundentes respecto de la responsabilidad de Guerrero para esta instancia, sostuvo que la pericia es necesaria para afianzar la reconstrucción de la dinámica del hecho”.
La pericia tendrá como objetivos precisar:
-La trayectoria y velocidad del proyectil que impactó en la cabeza de Pablo Grillo;
-La posición del arma al momento de efectuarse el disparo y el ángulo de salida del proyectil;
-Analizar si el proyectil impactó previamente contra otra superficie, y si eso alteró su dirección o energía.
-Las ubicaciones de Grillo y de Guerrero al momento del disparo.
El juzgado también ordenó, previo a la pericia, una inspección en el lugar del hecho (la esquina de Hipólito Yrigoyen y Solís) que incluirá un relevamiento fotográfico terrestre y aéreo y la elaboración de un croquis detallado de la escena.
Además, le prohibió a Guerrero la salida del país.
Compartimos el perfil de Pablo que realizamos en la edición 203 de MU.
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