Nota
Terror en la rambla
Una crónica sensible de la Barcelona que duele. «Luchar contra el miedo es la historia del coraje», escribe Facundo Pedrini desde Barcelona.
Seguridad máxima
Seguridad maxi
Seguridad
Segu
S
Seguir.
Solos.
Barcelona. Calle Pelai. Plaza Cataluña. 2 hermanos juegan con una pistola de plástico que lanza chorros de agua. Ninguno es el malo. Una pareja de catalanes sale de una taberna irlandesa con dardos y mesa de billar. Ninguno es el malo. 3 turistas compran llaveros e imágenes de la Sagrada Familia, la iglesia que diseñó Gaudi y que determina la estética de toda la ciudad. Ninguno es el malo.
17 horas. El asfalto arde, la temperatura trepa los 30 grados, un puñado de adolescentes se agolpa sobre el carro de los helados. A toda velocidad, una furgoneta blanca pasa la rambla hasta desembocar en el mercado de la boquería. Un conductor arrolla a decenas de personas en el mercado central haciendo zig-zag, se estrella contra el segundo kiosco de la avenida y se atrinchera en un restaurante turco.
Todo De corrido.
Él es el malo.
17:15 horas. La policía confirma el hecho.
17:20. Afirma que se trató de un atentado.
Todo es explícito.
Todo es intencional.
Todo es deliberado.
Oficiales piden a los curiosos que se dispersen y que se pongan a salvo. Una centena de españoles se encierran en locales, shoppings, cafés y locales con la gigantografía de Messi. La zona queda acordonada y el perímetro que se extiende hasta la Gran Vía y el Portal del l´Angel permanece vallado. Plaza Cataluña es un desierto de sangre.
Silencio.
19.00. Se reúne el Comité de Crisis por primera vez. Crisis grado 3. Crisis grado 4. Alerta máxima combinada con “siga-siga”. Los aeropuertos funcionan con normalidad. No hay vuelos cancelados y el free shop de El Prat inaugura una nueva ala con más fragancias y cremas anti-age.
19.30. Cancillería argentina dice que no hay compatriotas fallecidos pero sí 2 heridos, que ya están hospitalizados.
20:00. La rambla permanece cerrada pero llegan las primeras velas rojas. Los catalanes cuelgan de sus balcones sus banderas independentistas con un crespón negro improvisado. También se le suman las tiendas y los puestos de diarios. Avatares en redes sociales, dibujos con consignas en contra del fundamentalismo y a favor de la paz. Los que fueron Charly Hebdo, Londres y Madrid hoy son Barcelona. Algunos ponen estribillos de los Beatles, otros canciones de John Lennon. Inscripciones de paz en un tiempo que no puede caberse mientras esperan el atentado que viene.
“Por favor, no compartan imágenes de heridos: viralicen gatos”, la campaña traspasa el océano y llega a Latinoamérica. Los detalles deshumanizan. Sacrificamos las imágenes. Nos apilamos en la nuca de lo que se no ve para salvarnos de lo invisible.
01:30. La policía informa otro posible atentado terrorista. Un Audi con 5 integrantes saltea un control policial en la entrada de Cambrils, en la provincia de Tarragona (al norte de España). Tienen cinturones explosivos y quieren estallarlos a máxima velocidad. Los Mossos d’Esquadra (policía catalana) abren fuego y comienza la persecución de dos kilómetros y medio que termina con un vuelco. Los terroristas salen del coche con cuchillos, un agente les dispara y reduce a 4. El quinto se resiste pero muere baleado por la policía a metros del vehículo. Hieren de gravedad a una mujer y la trasladan al hospital Joan XXIII.
02:00. Cientos de personas encerradas en heladerías, bares y restaurantes son evacuadas en grupos de 10 en 10 durante toda la madrugada.
02:30. Las autoridades confirman que los cinturones que portaban los terroristas eran falsos.
Silencio.
18 de agosto
7:30. Muere la mujer baleada durante el tiroteo en Cambrils. El gobierno habilita un teléfono con información para víctimas del atentado: 900400012.
08:00. Las líneas colapsan.
09:00. La tragedia toma nombres propios y detrás del terror surgen las historias. Ana María Suárez era de Zaragoza y estaba con su marido y su hermana, quienes fueron heridos en el ataque yihadista. Pepita, de 75 años, también perdió la vida cuando pasaba por la rambla con su hijo. El alcalde de Sant Hipòlit de Voltregà, lugar donde vivía, publico en twitter: “DEP PEPITA, te queremos”.
Elke Vanboclrijck, belga de 44 años; Bruno Gullota y Luca Russo, dos italianos de 35 y 25 años respectivamente; Jared Tucker, yanqui de 42 años que esperaba que su esposa vuelva del baño: una portuguesa que vivía en Lisboa cuyos datos no fueron revelados; Francisco Lopez Rodriguez, español de 56 años y su sobrino nieto menor de edad que no pudo esquivar la furgoneta.
Entre heridos y fallecidos se cuentan 35 nacionalidades. Una cumbre a los pies del terrorismo.
12:00. Minuto de Silencio. 100.000 personas en Plaza Cataluña y calles aledañas. No tenemos miedo. Todos a pie. Todos de pie. Un rey, 2 presidentes (Rajoy y el de la Generalitat, Carles Puigdemont), una alcaldesa, un ministro del interior ocupan la primera fila para repudiar algo que no entiende de filas.
14:00. Cancillería y representación diplomática identificó a los 2 argentinos heridos: María Cristina Deambrosi, de 67 años, y Pablo Sebastian Abecasis, de 36, quien golpeó la cabeza y la espalda sobre el parabrisas. Ambos afectados con golpes tras la estampida del ataque.
17:30.Grupos de extrema derecha catalana y de la democracia nacional española copan parte de la Rambla con banderas contra de la inmigración musulmana con colores templarios y entonan cánticos racistas. Un cordón policial los rodea en local de ropa H Y M. Todo se convierte en una gran figura negra.
Masivos movimientos antifascistas junto con organizaciones LGTB se aglomeran en toda plaza Cataluña pidiendo que se vayan. Lo logran. No sin antes escracharlos por separado en la retirada. Discusiones con forma de una escalera mecánica que avanza hacia las imágenes que habían sido derrotadas en el siglo XX. No todas las políticas de memoria suben por el embudo correcto.
18:00. Fragmentos de una conversación entre Enrik, catalán independentista de 62 años y Estela, andaluza.
– “Este ataque no ha sido casual. Hay menos policías que en Madrid. Barcelona es como un caramelo, por esa unión catalana que hace que todos pasen por acá. La solidaridad nos juega en contra pero jamás nos vamos a cerrar. Tenemos un magnetismo con las personas de bien. Nunca fuimos a una guerra, nos han llevado a una guerra. El 1 de octubre el pueblo va a salir a la calle y va a votar ser independiente. Tenemos una filosofía de países avanzados. A Europa le interesa una Cataluña así, España tiene otra mentalidad. Por ese magnetismo nos atacan. Esto no pasó en Zaragoza”.
– “Pero en Zaragoza también pueden ir, eh”- interrumpe la mujer que escuchaba detrás del semáforo- “Barbaridades hicieron en todos lados. Pueden atacar cualquier sitio. Han atacado Madrid. Todo es un punto estratégico si se ataca un estilo de vida. No pensemos que somos los únicos que nos hicieron cosas. El magnetismo lo tenemos por la mezcla, no por el catalán. Y usted es un imbécil”.
20:00. Analistas coinciden que el atentado de las Ramblas en Barcelona es el peor desde 1987, cuando ETA colocó un explosivo en un centro comercial, y el más letal en España desde el que sufrió Madrid, el 11 de marzo de 2004, en 4 trenes al mismo tiempo. El modus operandi de los terroristas en Plaza Cataluña fue el mismo de Niza, Estocolmo, Paris, Berlín y Londres.
Barcelona no tiene miedo.
Luchar contra el miedo es la historia del coraje.
Barcelona no está segura.
Nadie está seguro.
Convivir con esa idea es insoportable.
El después es invisible.
Como el enemigo.
Nota
La Estela: tierra guaraní en escena

Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.
Por María del Carmen Varela
A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad. La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.
La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.
Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

Foto: Gentileza La Estela.
Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.
El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.
Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.
La Estela
El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA
Sábados a las 18 hs, hasta el 27 de septiembre
@laestela.obra
Nota
Litio: nace un nuevo documental

Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.
“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.
Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…
Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco.
LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.
“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.
El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.
LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:
“Esta historia continuará
¿Dale?”.
Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


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