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El atentado a una integrante de H.I.J.O.S, el negacionismo oficial y lo que enseñan los sub-14: ronda de Madres antes del 24 de marzo

El ataque terrorista perpetrado contra una integrante de H.I.J.O.S fue un tema preponderante este jueves, al concretarse una nueva Ronda de Madres de Plaza de Mayo, la última previa a la movilización convocada para el próximo domingo 24 de marzo. Chicas y chicos de varias escuelas acompañaron, además de las Hermanas, que van asumiendo un rol cada vez más importante. Ideas, imágenes y un concepto ante la agresión que se conoció hoy: “Nos amenazan a todos”.
La Ronda de las Madres de Plaza de Mayo estuvo signada este jueves por la noticia que se sintetizó en un comunicado de la red nacional H.I.J.O.S (Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio). La denuncia:
- «Denunciamos el atentado político contra nuestra compañera militante de H.l.J.0.S, cuya identidad preservamos, que fue atacada por dos individuos que la esperaban dentro de su domicilio. Luego de forzar la puerta e ingresar ilegalmente ella fue atada, golpeada, abusada sexualmente. Nuestra hermana sufrió amenazas de muerte de parte de sus captores.
- Los atacantes, la amenazaron con armas de fuego y le transmitieron con claridad el mensaje: «No vinimos a robarte, vinimos a matarte. A nosotros nos pagan para esto”.
- Este atentado contra su vida es un ataque político motivado por su militancia en derechos humanos y feminista. Nada de valor económico fue robado, sólo se llevaron carpetas con información de nuestra agrupación, HIJOS.
- Los autores materiales del hecho pintaron en la pared la sigla «VLLC- (Viva la libertad carajo).
- Estos hechos tienen un claro correlato con las acciones y discursos de odio que las máximas autoridades del país expresan cotidianamente e incitan a la violencia contra quienes militamos por los Derechos Humanos. Desde la Red Nacional de HIJOS exigimos el inmediato esclarecimiento del hecho por parte del Poder Judicial y hacemos responsable al gobierno nacional de los hechos ocurridos.
- A días de cumplirse un nuevo aniversario del golpe de Estado, afirmamos que nuestro pueblo dijo: Nunca Más. Memoria, Verdad y Justicia, siempre».
El ataque se produjo el 5 de marzo cuando la integrante de H.I.J.O.S encontró en su casa a dos sujetos que habían forzado la puerta. Tal como lo plantea el comunicado, la ataron, golpearon y abusaron, pintando en la pared la sigla VLLC, habitual muletilla del actual presidente.
Después de varios días de violentas tormentas, este jueves fresco y soleado participaron de la Ronda dos Madres: Elia Espén, del lado de Línea Fundadora, y Pina Fiore, por la Asociación, con el acompañamiento de Hermanas como Carmen Arias (Asociación) y Margarita Noia (LF) entre otras. Hubo también escuelas de Caballito y Constitución haciendo la Ronda con las Madres, la última antes del acto del próximo domingo 24 de marzo, a 48 años del golpe militar de 1976 que dio lugar al terrorismo de Estado.
La provocación y el 24
Margarita Noia dijo a lavaca: “Esto que se conoció hoy es una intimidación que repudiamos totalmente. Estamos con la compañera en todo lo que necesite. Fue algo muy fuerte. A ella la marca, trayendo a su memoria en ese momento todo lo que pudieron vivir nuestros desaparecidos hace 40 años. Una situación así: de indefensión”.
“Por supuesto es responsabilidad del gobierno: el presidente avalando con un retuit uno de esos mensajes que mandan contra los derechos humanos… Lo que tendrían que hacer es salir a decir que se va a buscar a las personas que hicieron esto, que van a ir presos, que va a haber justicia, y estar a disposición de la compañera para lo que necesite. Es una vergüenza”.
Cree que es un conjunto de provocaciones: “Provocaron el 8 de marzo cambiando el nombre del Salón de las Mujeres. Ahora no sabemos con qué pueden salir frente a lo del domingo”.
El factor miedo, Margarita lo pone en el gobierno: “Ellos son los que le tienen miedo a la gente en la calle. Creo que va a ser muy grande lo del 24”.
Más tarde, Carmen Arias dijo a lavaca: “Nos quieren intimidar, pero vamos a seguir la lucha. Lo lamento por la chica a la que le pasó esto. Sabemos que está bien. La gente de H.I.J.O.S la apoyó mucho, la ayudó. Los que hacen esto son tipos pagados. Lo que buscan es clarito: nos amenazan a todos”.
Voces sub-14
Tres escuelas de dos barrios: Constitución y Caballito. Guardapolvos, algunas risas, y mucha emoción genuina (no es difícil detectar cuando la muchachada sub-14 está cumpliendo por cumplir, y cuando está genuinamente interesada).
Magalí, una de las maestras: “Estamos trabajando en la escuela el derecho a la identidad y también lo que es la Plaza de Mayo a través del tiempo y las manifestaciones que se lograron más q nada por los Derechos Humanos. Como se acerca el 24 de marzo, abordamos son los derechos del niño, el derecho a la identidad y los derechos que lograron las Abuelas y las Madres a partir de estar aquí”.

La maestra también se emociona: “Estoy muy movilizada, he venido los jueves, me atraviesa un montón todo esto. No sé cómo se sienten ellos de ser parte de un momento tan importante con esta salía didáctica. Qué sienten ellos”.
Del grupo de chicas y chicos de 10 a 14 años junto a la Pirámide de Mayo, surgen frases:
“Hacer esto está re bueno”.
“Esto es para recordar que las Abuelas y las Madres lograron que ahora los niños tengamos derechos que antes no había”.
“Hay que recordar a los desaparecidos y que hay mucha gente que perdió sus derechos”.
“¿Y encima viste que hacían desaparecer bebés y chicos?”
Morena, Mirko, Luz, Oliver, Luciana, Ramiro, Morena: voces que rondaron también este jueves.

Escupir para arriba
Nina Brugo también es hermana de un desaparecido, Gerardo. Cuenta a lavaca: “Aquí está la fuerza para seguir adelante buscando una sociedad más igualitaria desde todo punto de vista. Sin discriminaciones ni sociales ni políticas ni económicas ni de género, ni de ningún tipo”.
Breve historia y presente: “Yo milito desde los años 60 y debí exiliarme. Me fui clandestinamente fuera del país, me ayudó mi hermano Gerardo y esa ayuda hizo que el 23 de marzo de 1981 lo llevaran y nunca más supimos de él. Cuando volví, ver el calor de las Madres me dio la fuerza para continuar. Y acá sigo”.
Sobre el ataque conocido hoy. “Lo que nos enteramos por la denuncia de H.I.J.O.S muestra que hay una persecución de parte del gobierno actual, que es negacionista. Lo votaron sectores populares que escupieron para arriba pero la saliva les está cayendo encima… Esperemos se esclarezca lo que pasó, y se pueda conformar una acción más popular desde la cual podamos resistir”.
¿Cómo pensar hacia adelante? “De alguna manera vamos a salir; no hay ningún futuro si las y los jóvenes, los sectores populares, no nos unimos para construir una sociedad mejor, que es posible. No sólo por necesidad, sino que se puede. Otro mundo es posible y venceremos”.
Nina no hace un negacionismo inverso: “Lo que pasa hoy es fruto de los errores de los gobiernos anteriores y nos tenemos que hacer cargo. Muchos errores y espero que algún día hagan la autocrítica y den un paso al costado, toda esa gente a la que llaman la casta, todos los gobernadores negacionistas, que no solo pertenecen al macrismo sino que también pertenecen al peronismo. Hoy hay que construir otra cosa, se acabó”.
“No hay que tener miedo; el miedo paraliza; no permite la construcción de nada; hay que tener fuerza para salir adelante. No voy a parar mientras la vida me regale la salud para estar. Estaré y estaremos, porque sola no se puede nada. Hay que hacerlo en conjunto”.
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Diez cuadras de feminismo

Por Claudia Acuña.
¿Cuánto mide diez cuadras de feminismo? La respuesta no es matemática, sino política y la política hoy es batalla y es incógnita. La calle revela algunos de sus misterios. Nos dicta, por ejemplo, lo que no hay:
No hay policías, ni protocolo.
No hay escenario ni documento.
Hay sí muchas personas organizadas y con convicciones que transmiten en carteles, en banderas y hasta en los cuerpos. Yasmín es una síntesis. Tiene 17 años, es de Lomas de Zamora. Su cara está cubierta con un pañuelo violeta que proclama Ni una menos, en la pierna derecha con marcador rojo se escribió Yo sí te creo; en la izquierda Yo tenía 5 años; en la muñeca, el pañuelo verde que defiende el aborto legal y sobre el corazón, un cartel que grita Fuera Milei. Fue abusada por su padrastro, dirá sobre lo que informan sus piernas. “Está haciendo mierda el país”, dirá sobre lo que exige su corazón.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Hay también pancarta oficial de la CGT. Y algunas voces que explican lo que implica haber logrado sacarla de su letargo.
Micaela Polak, secretaria de género del sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) lo sintetiza así: “El Bloque Sindical Transfeminista tiene un protagonismo en la organización de estas marchas y dentro de la CGT. En noviembre, por ejemplo, hicimos un encuentro con más de mil mujeres sindicalistas. El 8M recuerda a las obreras muertas en un incendio y en estos momentos ese crimen cometido contra quienes defendían sus derechos se resignifica con este crimen que están cometiendo contra nuestros derechos laborales, contra las y los jubilados, contra las paritarias, con la precarización. Y que la CGT recoja esto hoy y esté presente de manera contundente es un mensaje esperanzador para enfrentar a Milei. El fascismo nos ha elegido como enemigas principales en todo el mundo y en nuestro país, en particular. Es lógico, entonces, que seamos nosotras quienes estemos protagonizando los movimientos que son necesarios para enfrentarlo”.

Una de las más flamantes organizaciones de derechos humanos: Nietes. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Las docentes de la agrupación El Desborde, que integra el gremio de UTE, advierten: “Es para prestarle atención a lo que está pasando dentro de la CGT en estos momentos. Hay muchas compañeras que están haciendo fuerza ahí adentro y quién te dice que en breve no logren imponer una secretaria general”. Su mensaje para hoy lo llevan escrito en las remeras y lo repiten ante el grabador: “Arriba el feminismo que va a vencer”. Completan: “Es una etapa difícil, adversa, porque volvemos a ser la variable de ajuste, pero es en la calle, es con organización y es para adelante como se superan estas épocas, como lo hicimos siempre. “

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Maqui, de la Comisión de Mujeres del Sindicato del Neumático, suma: “Estamos en las calles no simplemente marchando, sino luchando por todos los reclamos que tenemos ante un gobierno que quiere llevarse por delante todos nuestros derechos. Sobre todo en esta fecha que siempre fue importante para las trabajadoras y hoy más que nunca, cuando quieren hacer desaparecer hasta la figura de femicidio y cuando, como madres y trabajadoras, estamos soportando todo el peso del ajuste. Es un momento para estar juntas y buscar una salida. Es un día para repetir: exigimos que no nos maten y respeten nuestros derechos.”
Magdalena, integrante de la junta interna ATE Capital en el Conicet. “Estamos soportando el embate desde un montón de frentes, muy preocupadas por la situación en general, no solo en el Conicet sino en todo el sector público que está sufriendo un recorte brutal en programas que afectan a toda la población, no solo a nosotras”.
Pregunta difícil: ¿por qué no salen a la calle todas las personas despedidas del Estado?
Lo que percibo es que es un sector súper precarizado, que está haciendo malabares para sobrevivir, y también que es todo un desafío organizar eso. Creo que construir esta resistencia es difícil porque lo que está amenazada es la subsistencia.
¿Qué tiene para decirle el feminismo a esos despedidos?
Que más que nunca hay que evitar que el miedo te paralice, que hay que salir a la calle, hay que encontrarse, escuchar y conversar para crear la respuesta entre todas. Se van construyendo las respuestas en el caminar. El movimiento feminista lo hizo siempre con sensibilidad. El feminismo tiene una tradición larguísima que nos enseña a abrazar las crisis y a no eludir las dificultades, sino a enfrentarlas. A poner el cuerpo y el corazón en los momentos más críticos.
La última difícil: ¿quién conduce a este movimiento?
Su historia.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Hay también militantes de partidos políticos –otro milagro que produjo esta marcha– y adolescentes –muchísimas– que a su paso cantan:
“Los varones quienes parar/que paren/ que paren/ que paren de matarnos”.
Hay, adelante, una bandera que proclama “Asamblea Antifascista y Antirracista”, la noticia de esta, la más nueva y la más vieja de las batallas. Entre quienes la sostienen –trabajadoras sexuales, travas, lesbianas, personas no binarias y otras identidades que hoy están al frente y siempre fueron las últimas de la fila– está Jazmín. Al lento paso de la marcha resume su historia: comenzó su transición trans en 2022, a prostituirse a los 17, a estudiar la licenciatura en Economía cuando se sancionó la Ley de Identidad, a tener un trabajo con derechos, cuando se logró la ley de cupo. “Mi vida es un resumen de cómo impacta en la vida de las personas tener estas leyes. Y también cómo el feminismo nos dio las herramientas para lograrlo. Luchamos por una sociedad fraternal y sorora y eso significa hoy estar en las calles contra el fascismo. No estamos por nosotras: el feminismo siempre es abrazo”.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Hay, además, intervenciones artísticas que exponen a otra de las protagonistas que impulsa esta protesta: la tierra. Es lo que llevan en las manos las mujeres vestidas de blanco, con las bocas tapadas con cintas que advierten “peligro” y es también lo que exponen las mapuche que enarbolan la ancestral bandera de su criminalizada nación.

Gustavo Melmann, reclamando justicia por el crimen dsu hija Natalia. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Hay más, por supuesto, porque la Avenida de Mayo y sus laterales desbordan de mensajes que son de actualidad y de urgencia, pero que también anuncian horizontes y esperanzas. Mateo y Ana representan exactamente eso. Están parados frente a la Catedral, son primos, tienen 8 y 7 años y eligieron compartir hoy estas noticias escritas con colores en una cartulina:
“Soy nene, no quiero ser macho”.
“Quiero ser la artista, no la musa”.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
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La marcha sin fin

La señora de canas y anteojos sacude su dedo índice a centímetros de la cara del policía. Es menuda y el uniformado es del tamaño de un gorila con casco y palo, pero no es la abuela la que tiembla cuando le grita:
-Mirame a los ojos: a mí me estás pegando. A mí, que tengo 70 años y dos hijas que estudiaron para no ser policía como vos.

Fotos: Juan Valeiro/ lavaca.org
En el piso del Congreso de la Nación hay seis jubilados y cinco fotógrafos que están siendo asistidos por la posta sanitaria para mitigar el gas con el que los cegaron –que no es ni lacrimógeno ni pimienta y activa su laceración con cualquier medio húmedo, como el sudor de esta tarde infernal-, mientras la multitud canta:
“Qué feo, qué feo, qué feo debe ser/ pegarle a un jubilado para poder comer”.
Los peatones que ven la escena desde la vereda de enfrente editorializan al paso:
“Se están robando a los pibes y ustedes están pegándole a los jubilados”.
“Oíme tortuga: son cuatro por cada viejo de 80 años. Qué fácil te ganás la guita”.
“El día que tu jefa reparta la plata del operativo entre los jubilados van a tener que ir a laburar en serio, ratas”.

Uno de los atacados por el gas pimienta policial. La gente cantó: «Qué vergüenza, qué vergüenza, pegarle a jubilados por dos pesos con cincuenta». Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
Así es el final de otro miércoles de la ronda que repiten cada semana las personas que trabajaron toda su vida y aportaron durante décadas para gozar de un derecho que se ha transformado en un extraño privilegio: ser el sector social más perjudicado por las políticas de ajuste, pero también el único que no claudica ni se calla.

Uno de los hinchas de Chacarita, presente en la marcha en el Congreso. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
Así lo explica Carlos, el jubilado que conmovió a los hinchas de Chacarita – un club de fútbol experto en el pogo policial– que hoy se sumaron a la ronda con la intención explícita de protegerlos:
“Trabajé durante 40 años en el correo. No me regalaron nada. La estoy pasando mal, pero no estoy acá por mí porque yo ya estoy jugado: tengo 75 pirulos. Estoy acá por mis cuatro hijos y mis dos nietos. Estoy acá porque les quiero dejar un país digno para que puedan vivir en paz”.

Carlos, el jubilado que cada miércoles marcha con la camiseta de Chacarita y esta vez impulsó que llegue parte de la barra del club a apoyar el reclamo. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
Sobre el Presidente:
“Milei es un pobre tipo. Está mal de la cabeza. Yo le aconsejaría que, por el bien de todos los argentinos, dé un paso al costado: nos va a hacer un gran favor. Está muy mal asesorado, y tiene al lado esas lacras de los Caputo: esos sí… esos sí qué saben lo que están haciendo. Yo nunca tomo revancha con nadie, pero a esos dos me gustaría encontrarlos cara a cara para preguntarles qué significa para ellos ser tan ambiciosos –casi enfermos– de la plata y el poder a costa del hambre de los argentinos. Pero es mi opinión personal, porque acá no hablamos de política. Acá venimos a reclamar nuestros remedios y nuestra dignidad. Acá venimos todos los miércoles y nos encontramos con personas como esa abuelita de 82 años que nos dice ´hoy no almorcé´: Por ellas estamos. Lo único que queremos es dar la vuelta al Congreso y que no nos peguen”.
Carlos llora.

Una imagen de esta época. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
“No estás solo”.
Dos hinchas de Chacarita lo abrazan y le prometen:
Lo rodean, también, una familia con esa misma camiseta: el padre, jubilado; la hija, investigadora del Conicet y lesbiana; el nieto, quinto grado de la escuela pública. Será ella quien presenta así al trío para señalar, con esas etiquetas sociales, lo que significa estar ahí hoy: “Unir la luchas, unir las fuerzas: la indiferencia no es una opción.”

Acorralados: jubilados apretujados y víctimas del gas pimienta de la policía. La canción: «Qué veo debe ser, pegarle a jubilados para poder comer». Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
La hinchada suma, además, esa poética instantánea, que acribilla sin pausa al doble cordón policial:
“No tenemos casco/ no pegamo`a jubilados/Somos locos y borrachos / porque somos funebreros”.
Refieren así a la identidad de ese club de fútbol, que nació vecino al cementerio, pero en el territorio del Congreso el verso se reinterpreta: son quienes entierran al miedo.

Retrato de un miércoles. La bandera para cubrirse de los gases policiales. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
Así, sumando gota por gota personas y organizaciones hasta ser multitud, la ronda gira por los grises muros del Congreso, desbordando el desproporcionado cordón de policías y gendarmes, que tira palos y gases sin piedad, pero también sin suerte: la vuelta se completa.
El final, literalmente, es realmente otro: no habrá fin. Lo anuncia el gesto de Zulema y Keiko, dos jubiladas insurrectas, cuando con elegancia y picardía apoyan ambas los dedos en los labios para lanzarle besos a los uniformados, con una promesa:
“Nos vemos el miércoles”.

El abrazo y una convicción: «Nos vemos el miércoles». Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
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El vacío

Mercedes golpea la cacerola con una cuchara mientras grita:
“Pueblo, despierte”.
Lo repite infinitas veces. Por momentos agrega su por qué:
“Nos gobierna un estafador”.
Me dice –muy enojada– que tiene “los huevos al plato” porque mientras en Instagram la colman de likes, en la calle la dejan sola.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca
Fue, sin embargo, su solitaria cacerola la que se escuchó por cadena nacional en momentos en que la camioneta blindada del Presidente pasó por Avenida de Mayo hacia el Congreso de la Nación, para dar inicio a su segunda apertura de la labor legislativa. Eran las nueve en punto de la noche y en la calle lo que había era un enorme vacío custodiado por cientos de uniformado pertenecientes a cinco fuerzas de seguridad. La oscuridad de la noche sin luna, los cortes de calles, las vallas y la sobredimensionada custodia del paso presidencial –que incluía francotiradores y aparatos inhibidores de drones– reforzaban la imagen distópica de un operativo que no parecía de seguridad, sino de aislamiento.

El palacio. Fotos: Juan Valeiro para lavaca
Adentro del Palacio le esperaba lo mismo: un inmenso recinto vacío ante el cual el Presidente intentó monologar durante una hora veinte minutos. No pudo. Bastó también una sola interrupción –la del diputado radical Facundo Manes– para que quede en evidencia que este es su momento débil. La segunda evidencia fue el anuncio de que enviará para su aprobación el acuerdo con el FMI, que está –dijo– próximo, pero que depende –no dijo– de ese voto positivo para que se realice.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.
Cuando la realidad entorpece la puesta, quien irrumpe en escena es Santiago Caputo. Esta vez acaparó la atención al amenazar al diputado Manes, delante de las cámaras. Otra vez.
No fue el único que agredió a quienes estaban en el Salón de los Pasos Perdidos, esa clásica antesala del recinto convertido hoy en un ring de exhibición de patoteadas por sus secuaces. Otra muestra de debilidad: allí solo ataca quien pierde.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca

Fotos: Juan Valeiro para lavaca

Fotos: Juan Valeiro para lavaca

Fotos: Juan Valeiro para lavaca

Fotos: Juan Valeiro para lavaca

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.
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