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Explosión en Atanor: un nuevo desastre ambiental en San Nicolás y orden judicial de «cese inmediato» de la actividad de la fabricante de agrotóxicos

En la madrugada de este miércoles estalló un reactor y una nube tóxica se expandió por los barrios aledaños a la empresa Atanor en San Nicolás, provincia de Buenos Aires. El aire se impregnó de cianurilo: «Decir cianurilo es decir cáncer puro», denuncian en el vecindario. Pasado el mediodía, el juzgado de Ejecución Penal hizo lugar a una medida cautelar de los vecinos y ordenó el «cese inmediato» de las actividades de la corporación fabricante de agrotóxicos. Atanor es la principal productora argentina de tres pesticidas prohibidos en varios países: glifosato, atrazina y 2,4D. Un operario sufrió heridas graves y está internado tras la explosión. El año pasado el poder judicial confirmó además la contaminación que la empresa genera al Río Paraná y la “ilegalidad manifiesta” en la que operaban. Les fijaron una indemnización de 150 millones de pesos que no pagaron. Qué dicen los vecinos, que contabilizaron 200 muertes y denunciaron la situación de contaminación ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La explicación de la reacción química que produjo la explosión, por la mezcla de sustancias tóxicas. El abogado de los vecinos consideró «criminal» la actitud de la empresa. Texto: Lucas Pedulla.
“Otra vez explotó la fábrica. Estamos encerrados. No se pueden abrir ventanas ni puertas. La fábrica reventó, y hay cianurilo en todo el barrio. Ya va saliendo para todos los barrios y nadie hace ni saca nada. Queda todo en silencio. Nos están matando de a poco. Decir cianurilo es decir cáncer puro. Ya no sabemos qué hacer”.
El audio de WhatsApp –desesperado, urgente–lo manda Miriam González, una vecina de 67 años del Barrio Química, en San Nicolás (provincia de Buenos Aires), que vive enfrente de Atanor, la principal productora del país de tres herbicidas altamente tóxicos, prohibidos en varios países (Glifosato, Atrazina y 2,4D), y que volvió a ser noticia por sus efectos sobre el medio ambiente: en la madrugada del miércoles, entre las 3:30 y 4 de la madrugada, un reactor explotó, le generó heridas de gravedad a un operario que está internado, y expandió una nube tóxica que está llegando a los barrios aledaños, como Belgrano y Saavedra.
Pasado el mediodía, el Juzgado de Ejecución Penal de San Nicolás hizo lugar a una medida cautelar presentada por los vecinos. Dispuso:
- > El “cese inmediato” de las actividades de Atanor “a los fines de garantizar la salud y seguridad de la población”.
- > Prohibió la salida de camiones con residuos y materiales bajo apercibimiento de multas de 10 millones de pesos en cada caso.
- > Libró oficio a la Jefatura Departamental de policía para que custodie la planta de Atanor y corrobore que se encuentra fuera de funcionamiento.
- > Dispuso además que se comunique a la Fiscalía General, al Ministerio de Medio Ambiente de la provincia de Buenos Aires, al Organismo Provincial de Desarrollo Sostenible (OPDS) y la Autoridad del Agua (ADA). Estos dos últimos organismos ya habían sido fuertemente denunciados por los vecinos por su complicidad en los nulos o exiguos controles en la empresa.
- > En la resolución, la jueza Bancalari resaltó la ubicación de la fábrica dentro del radio urbano por “los peligros que puede implicar para el medio ambiente y las personas que habitamos la ciudad”.
¿Dónde está el problema?
Hace un año, el Juzgado de Ejecución Penal de San Nicolás había probado la existencia de contaminación que los propios vecinos denunciaron hasta en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (donde presentaron un censo con 200 muertes por diversas enfermedades en la 6 cuadras del barrio) y la jueza Luciana Bancalari consideró probado “el marco de ilegalidad manifiesta” en el que funcionaba la empresa. Conviene recordar, como contexto político de la situación ambiental en general, que en septiembre de 2023 el entonces candidato a presidente Javier Milei dijo, sin referirse específicamente a Atanor: «Una empresa puede contaminar un río todo lo que quiera. ¿Dónde está el daño? ¿Dónde está el problema?».
Atanor permite responder a esa pregunta incalificable. Hace años la revista MU cubre los efectos de Atanor en la comunidad, y luego del fallo viajamos para hacer esta nota.
Luego, la Cámara Primera de Apelación del distrito le fijó a la empresa, en un fallo histórico, una indemnización sustitutiva por el daño ambiental al Río Paraná de 150 millones de pesos.
El origen del estallido
Los fallos ordenaron una serie de medidas de control que, según advierte el abogado Fabián Maggi, representante de las demandas vecinales, la corporación no está cumpliendo: «Acá hay una sentencia condenatoria que no se cumple. De hecho tampoco pagaron la indemnización. Se mantiene el escenario de ilegalidad que se reflejó en aquel momento con el agravante de que hoy a las 4 de la mañana, en el proceso productivo de atrazina, el contaminante que aparece omnipresente en el suelo, el río, las napas y por todos lados del barrio, agregaron cloruro de cianurilo, y cuando agregan sal de amina se produce una reacción química adversa del reactor que genera una explosión y posterior incendio”.
Consecuencias: “La explosión afectó a los operarios, uno recibió quemaduras severas. Otros pudieron escapar. Y luego, la terrible nube tóxica por horas que, en un día sin viento y con mucha humedad, viaja muy bajo y afectó todos los barrios aledaños. Como efecto inmediato, irritación de ojos y de garganta. Las consecuencias de corto y mediano plazo para la salud, aún no las podemos saber. Es una situación de extrema gravedad, vuelven a repetirse la conducta criminal de la empresa. Vamos a seguir con medidas judiciales”.
Taxi de atrazina
Eduardo Ochoa es un extrabajador de Atanor. Lo echaron en 2019, antes de la pandemia, por una supuesta “reestructuración”, que llegó casualmente luego de que Ochoa denunciara la contaminación de atrazina en el barrio. Ahora es taxista y cuenta a lavaca: “Hice un viaje a las 3.30, cuando vuelvo veo a lo lejos una humareda. Pensé que estaban quemando basura. Cuando me acerco huelo el olor a cianurilo, muy parecido al forro del salamín, para que te des una idea. Cuando hago cuatro cuadras ya me metí en la nube y al toque la vista se te empieza a llorar, a lagrimear, y lo mismo en garganta. Todo en cuestión de segundos. En la fábrica ya se veía el fuego. Me vine a mi casa y le dije a mi señora que cierre todo. Fui a ver a mi mamá, a dos cuadras de la fábrica. Para ir tenés que pasar por Atanor, pero tuve que doblar en U en medio del humo negro, porque no podía respirar más. Ahí se me llenó todo el auto de atrazina. La nube salió derecho a la autopista, y como no había viento quedó al ras del piso”. Eduardo filma su taxi lleno de atrazina, y la reacción química que genera cuando lo lava con agua: “Lamentablemente, pese a las denuncias, acá sigue todo igual”.
La explosión de este miércoles no es la primera. En 2016, a pocos meses de que la fábrica reabriera sin ningún tipo de control tras haber sido clausurada, sufrió un incendio que tapó con una nube negra tóxica a todo el barrio.
Miriam González, la vecina que alertó a lavaca, tiene 67 años, cuatro hijos, nueve nietos y la mitad de un riñón “completamente seco”. Fue varias veces a la justicia a denunciar la contaminación en el Barrio Química en el que vive, y en una de ellas manifestó: “Tengo mucho dolor continuo, porque la gente que uno quiere se muere, y yo sé que todos nos moriremos, pero no hay derecho de que nos quiten así la vida”.
Ahora, en audios angustiados, pide que por favor alguien haga algo: “Es terrible. Acá todos estamos encerrados. Ventanas, puertas, tapando todos los agujeros. Es veneno puro. Esto es cáncer. La cantidad de gente que ha fallecido desde que vinieron a hacer la última nota (marzo del 2023). Esto sigue y nadie lo para. El veedor que tenía que revisar no lo dejaron pasara. Nada de nada por parte de las autoridades del municipio: todo queda terriblemente aplastado por la burocracia, por la maldad. No puedo hablar mucho, se me seca la garganta, los ojos llorosos y eso que estamos todos encerrados. Pero el aire siempre filtra por algún lado”.
Miriam llora: “Uno ya está grande pero los hijos, los nietos… Una calidad de vida mejor pido. Porque no podemos irnos a vivir a otro lado, porque no tenemos medio: no nos compran la casa por la contaminación que hay acá. Que se vayan. Y que nos dejen vivir”.
Compartimos la producción audiovisual que hicimos en 2023.
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Mirta Ñancunao, mapuche, desde la zona de El Bolsón: “Hay un clima de miedo y patotas”

La voz mapuche desde la Lof Las Haytekas, cerca de Mallín Ahogado y El Bolsón. Mirta Ñancunao habló con lavaca sobre los incendios, la intencionalidad, las agresiones, el racismo, los desalojos, las acusaciones fiscales sin pruebas, el clima de miedo. Su descripción: «Se está quemando todo, y el gobierno lo que hace es allanar las casas o te están llevando preso. Eso no es climático”. Reflexiones sobre cómo intentar seguir pese a todo.
Patricia Bullrich volvió de Disneylandia: 11 días después de comenzados los incendios en la zona de El Bolsón, y 40 días después de empezar a expandirse en la zona andina, anunció con el ministro Luis Depetri y ante una superpoblación de cámaras la creación de una “agencia de emergencia”. Los últimos cálculos elevan la superficie incendiada a 37.000 hectáreas.
Mientras tanto, Mirta Ñancunao, de la Lof Las Huaytekas en El Foyel, cerca de Mallín Ahogado y El Bolsón (zonas de las más afectadas), conectó en charla con lavaca los incendios con los desalojos a las comunidades mapuche y planteó que los recientes allanamientos a las comunidades son una “continuidad de lo que nos venía pasando con la persecución de otros allanamientos que se hicieron en la Comarca Andina”.

Mirta y la «ñaña» Irene, antes de los incendios. Como fondo, la belleza de lo que están quemando la política y los negociados.
“No son razones climáticas” explica sobre los incendios. “Sin duda, esa situación ayuda. Pero no es que cayó un rayo, que se le escapó un fuego a alguien: no. Se está quemando todo, y el gobierno lo que hace es allanar las casas o te están llevando preso. Eso no es climático”.
Mirta repasa el paisaje de estos días: detenciones, liberaciones, las intimidaciones de la patota del megamillonario inglés Joe Lewis. “Las mujeres mapuches que andan con su vestimenta son agredidas en la calle», cuenta sobre el recrudecimiento racista en la zona. «Hay un clima de miedo y de patotas. De ser perseguidos: todo pasa en un mismo lugar. Y vemos a patotas que son temerarias”.
¿Cómo son esas patotas?
Le pusimos el nombre de la patota guacha de Pogliano (por el intendente de El Bolsón Bruno Pogliano). Esta patota de gente a caballo fue la que agredió a gente que hizo una marcha a Lago Escondido; son los mismos. El que encabeza esto es Hugo Araneda. Es el patovica de Lewis, que lo tiene como grupo de choque ante las organizaciones. A estos no los podemos denunciar, dicen que nos peleamos vecinos con vecinos. Esas patotas incluyen gente conocida que se agrega porque les pagan, porque están cerca del poder.
La verdadera causa
¿Y cómo se relacionan estas intimidaciones con los incendios?
Los allanamientos fueron por el tema de los incendios, pero en realidad buscan desalojar a las comunidades. El miedo que tenemos es que puedan seguir con otras comunidades, porque todas estamos conectadas: nos juntamos para las ceremonias, compartimos información. En el fondo, lo que está haciendo el gobierno es utilizar estos incendios y culparnos a nosotras, las comunidades y pequeños productores, organizaciones sociales, que les molestamos, que necesitan esa tierra para entregársela a los capitales extranjeros. Los incendios, hasta ahora, dan cuenta de que son intencionales.
Y los responsabilizan a ustedes.
Claro. ¿Y por qué nos persiguen a nosotros? Porque nos quieren sacar del territorio y que avance la cuestión inmobiliaria para extranjeros. No es para poner a otro argentino que no tenga dónde vivir; es para dárselo a Lewis, a los qataríes, a los británicos. Están todos unidos y nos tienen rodeados: ellos están en las altas cumbres y nosotros en el bajo. Y cada vez más están avanzando hacia nuestros territorios. Se están quedando con las nacientes del río Chubut; es una pelea grandísima por los recursos hídricos que no tenía gran difusión, pero ahora parece que lo quieren ya. No podemos pensar de otra forma que haya gente que va incendiando, porque aparecen focos por todos lados. ¿Por qué los allanamientos? ¿Por qué persiguen a quienes nos vienen a ayudar? Da la impresión de que no quieren que los incendios terminen, sino que sigan.
Las Bases, los pinos y el agua
Jorge Nawel, de la Confederación Mapuche de Neuquén, relacionó los incendios con la derogación a través de la llamada “Ley Bases” de la ley 27.604 de Manejo del Fuego, que prohibía durante 60 años la venta de terrenos quemados, buscando así proteger los ecosistemas de incendios intencionales y evitar la especulación de los emprendimientos inmobiliarios.
Ante este argumento responde Mirta: “Claro. Ahora, las tierras arrasadas por el fuego ahora se pueden vender. Esa protección sobre las tierras incendiadas ya no está. Está muy claro: se preparó todo para esto. Y es la época. ¿Cuándo van a hacer los incendios? En verano. En abril ya es imposible por el frío, la nieve, la lluvia. Ahora estamos en una situación climática extrema, de sequía, de mucho calor, de vientos, entonces está propicio para que avance el fuego. Donde no ha llegado el fuego, por suerte, estamos alerta de todas maneras: no nos olvidemos que esta zona y gran parte de lo que es zona de cordillera, hicieron grandes plantaciones de pinos, y eso arde y explota y tira fuego para todos lados. Estamos invadidos por pinos, y eso lo hace una zona peligrosa.
¿Ustedes creen que es un plan?
Es un plan que está armado y quieren entregar los territorios. Territorios donde hay recursos y grandes reservorios de agua. Por ejemplo, la gente que tenía una pequeña chacra, que era su espacio de subsistencia y ahí sembraba, tenía algunos animales, hoy ya no lo tiene: se le quemó todo. Es probable que la gente diga: “No puedo vivir acá, entonces voy a vender este pedacito”. Preparan de tal manera la cosa que, si se te quemó el campo, la vivienda, es muy difícil volver a empezar, y más en una situación económica como la que estamos atravesando. A veces es difícil reconstruir una casa; imaginate cientos de casas, de chacras, animales perdidos.
El miedo y la organización
¿Y cómo seguir?
Todavía no sabemos cómo hacer el día después; no está claro cómo se va a rearmar todo. Ahora estamos en alerta por el fuego y tratando de que no avance. Mientras tanto, vos estás ocupado en esto, y se llevan a la gente que está combatiendo; ahora la gente va a tener miedo de ir a ayudar por miedo a que te allanen la casa. Están metiendo miedo, y sin pruebas. Lo que nos llama la atención es la dureza que tienen los fiscales. Nosotros hemos tenido muchos problemas judiciales con causas de usurpación, y hemos visto la actuación de los fiscales nunca tan dura como ha sido ahora. Estos mismos fiscales antes buscaban elementos para la acusación. A uno no le gusta, pero buscan los elementos. Ahora no tienen nada y acusan y nos quieren dejar detenidos. Es una situación gravísima y de mucha incertidumbre: no sabes a quién le toca mañana. Hoy les tocó a las comunidades de Chubut, pero mañana podemos ser nosotros.
¿Cómo hacer para que el miedo no rompa la organización?
No veo que llegue a romper. Ahora estamos diciendo qué necesitan, cómo ayudamos, estamos atentos a lo que va pasando, qué se va necesitando, qué se puede difundir. Cuando esto se tranquilice, nos vamos a juntar, y esto nos va a dar lugar a unirnos más. Da la impresión de que nos tenemos que juntar a resolver cómo seguir. Es prematuro todavía porque ahora en Chubut recién está lloviendo. Estamos esperando que se aplaque el fuego, que estemos seguros de que se terminó. Hay un cambio: esto no había pasado. Había pasado en algún momento en Cuesta del Ternero, pero se pudo saber quiénes fueron; no hubo una persecución. Pero esto tiene otras características: está quemando por todos lados.
¿Cómo se defienden?
Bajaron la Ley 26.160, nos perjudican con la Ley de Tierras, hay desalojos en puerta: nos sacaron jurisprudencia que amparaba nuestros reclamos. Y hoy tenemos menos herramientas para presentar defensa ante este avance. Todo eso hay que evaluarlo y ver cómo se sigue. Seguro que no vamos a bajar los brazos. Vamos a defendernos hasta donde podamos, porque vienen por todo. No son cositas aisladas; esto se viene preparando desde hace mucho, y esto es el golpe, no sé si final, pero sí el golpe fuerte.
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La relación entre los incendios patagónicos, las persecuciones y la Ley Bases: la voz de las comunidades mapuche

“Lo están mirando por televisión, y durante mucho tiempo desde Disneylandia” dice en referencia a Patricia Bullrich el lonko (autoridad política) de la Confederación Mapuche de Neuquén Jorge Nawel. La sospechosa inacción nacional y provincial ante los incendios. Los intereses empresarios favorecidos. La Ley Bases que derogó la legislación que prohibía la venta de terrenos incendiados. La criminalización sin pruebas y el negocio de que continúen los incendios. Este es el panorama que Jorge Nawel describió a lavaca.
¿Cómo describiría qué es lo que está ocurriendo en la Patagonia, de Neuquén a Chubut?
Se está generando una situación realmente trágica en la región. Más de 20 mil hectáreas ya han sido quemadas, con un fuego que no parece dispuesto a detenerse. No está ayudando la cuestión climática: hay calores extremos, algo insólito para la región, pero para nada imprevisto. Es absolutamente sabido que el calentamiento global afecta esta región con veranos intensos. El domingo tuvimos 40 grados, algo excepcional en otros tiempos. Los incendios de bosque eran algo totalmente previsible. Algo que no tuvo en cuenta, primero, el gobierno nacional, que dijo: “Me importan un carajo los bosques, no voy a estar gastando estos recursos para apagar incendios”. Y desfinanció lo que era el Servicio Nacional de Manejo del Fuego; es más, cometió la imprudencia de dejarlo en manos de Patricia Bullrich. Eso es una verdadera burla: ¿qué sabe Patricia Bullrich sobre incendios y qué le puede interesar la naturaleza a Patricia Bullrich? No solo eso, sino que anuló programas que estaban previstos para detectar preventivamente posibilidades de incendios. De manera que quedó totalmente decapitada cualquier posibilidad de enfrentar lo que estaba anunciado: estos incendios. Desguazó el sistema de brigadistas de Parques Nacionales, les impuso contratos basura de 3 meses de duración que finalizaron el 30 de diciembre, que es cuando comenzaron los incendios. Todos los brigadistas que hoy están apagando los incendios no saben si sus contratos van a ser renovados; son los que realmente realizan una lucha heroica ante semejante tragedia, con falta de elementos, de equipamiento, de herramientas, falta de apoyo logístico con aviones hidrantes, helicópteros… Nada de eso está ocurriendo, cuando es lo lógico y natural que tenga que tener el Estado para defender semejante patrimonio natural. Entonces, eso por el lado de Nación: se ha lavado las manos, ha dejado en estado de abandono a la provincia. Y la provincia, que tiene una actitud muy subordinada al Estado nacional, no cuestiona eso y comienza a reaccionar cuando ya la tragedia se generó. Entonces, hoy está la provincia tratando de gastar todos los recursos disponibles para proveer de avionetas, de helicópteros, de guardias; están llegando brigadistas de otras provincias, de Buenos Aires, de Córdoba. Todo lo que se tendría que haber hecho antes se está haciendo ahora: eso es lo lamentable de esta situación, no es un drama que nos debería haber sorprendido. Y, sin embargo, hoy estamos con una angustia tremenda.
¿Cómo es el caso de las comunidades de Neuquén?
Las comunidades cuentan que el fuego está llegando a sus viviendas, y eso tiene sumergida en una tremenda angustia a la comunidad Chiw Quiliwil, próxima al volcán Lanín, acá en la región. Y tememos que llegue a otros territorios comunitarios. Imaginate si el viento llega a cambiar y empuja el fuego a la zona de Huechulafquen; ahí todas las familias viven rodeadas de bosque. Estamos haciendo ceremonias comunitarias pidiendo que llueva. Es natural que en febrero llueva, sin embargo, no ha caído una gota de agua en todas estas semanas: eso hace que todo sea más dramático.
¿Quiénes son los responsables de los incendios?
En Neuquén tenemos un problema regional. Vuelvo a repetir que era sabido que esto iba a ocurrir y, a pesar de todo ese conocimiento, en una total locura, el gobierno nacional dejó que ocurriera. Los dos responsables máximos de esta locura son quien preside el área del manejo del fuego, que es Patricia Bullrich, y el presidente de Parques Nacionales, que es Cristian Larsen: ninguno de estos personajes oscuros se ha molestado en venir a esta región, ni para generar demagogia. Lo están mirando por televisión y desde Disneylandia –por Patricia Bullrich–. Es una verdadera burla para toda la gente.
¿Cómo interpretan los desalojos y allanamientos a comunidades de Chubut?
Toda esta inoperancia, esta falta de previsibilidad y este abandono de las herramientas que el Estado creó, ellos lo buscan justificar buscando chivos expiatorios. Y lo que tienen siempre a mano, bajo la doctrina Bullrich, es echarles la culpa a los mapuches. Entonces aparecen titulares del gobernador de Chubut diciendo: “Se detectaron mapuches con antorchas, bidones de combustibles”, pero jamás probó nada. Y lo dicen de una manera descarada, irresponsable, perversa. En Río Negro se copiaron de eso, deteniendo a una decena de voluntarios en El Bolsón que habían ido a ofrecer su ayuda porque saben que el Estado no da abasto. Fueron detenidos, acusados de provocar el incendio: una verdadera locura. Fueron todos absueltos ahora, queda solo uno preso, y se demostró que todo eran falsedades. Mientras ocupan el tiempo en ver cómo persiguen y hacen esta cacería de brujas, nadie para el incendio. No conformes con eso, en Chubut se avanzó un poco más y están allanando comunidades. No solo no se ocupan de sus deberes como funcionarios, sino que desatan una caza de brujas contra las víctimas, que son las comunidades.
¿A qué atribuyen ustedes el origen de los incendios?
Hay un dato bien preciso que es indiscutible. La Ley Bases que fue aprobada a por mayoría del Congreso, derogó la ley que prohibía poner en venta territorios que habían sido incendiados por 60 años Se prohibía la venta o el uso de esas tierras con fines comerciales. Fue una ley muy visionaria porque eso desanimó a muchos que venían encontrando en los incendios la manera de convertir esas tierras en negocios inmobiliarios. Se frenó ese negocio, y a pocos años de que fue aprobada esa ley tan importante, la derogó esa Ley Bases o ley ómnibus. Y lo hizo con el apoyo de los diputados de Neuquén, Río Negro y Chubut, que terminan siendo cómplices. Nosotros visualizamos en Milei al autor de esa locura, pero esa locura la hace con la complicidad de un Congreso que le da los votos necesarios para que esta barbaridad se concrete. Es un negocio absoluto porque muchas de estas ciudades ya no tienen suficiente espacio público y necesitan expandir los barrios privados, los negocios, y estos incendios les abren la posibilidad a ese tipo de emprendimientos.
O sea que ustedes atribuyen fuegos intencionales en tierras que ahora pueden ser negociadas, además de las cuestiones del cambio climático. Sin esa ley, es un piedra libre para incendiar y acceder a esas tierras.
Los incendios pueden tener un origen natural, producto del calor intenso, que cualquier elemento, hasta un vaso roto, puede convertir en una hoguera. Lo que vemos aquí es que el Estado no aplica las medidas preventivas y no invierte. Y lo hace justamente porque atrás hay negocios a los que les conviene que sigan los incendios.
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Un fuego que arde y una asamblea que crece

Por Juana Molinari*
La ranchada volvió a encontrarse en Parque Lezama el sábado 8 de febrero. Después de poner el cuerpo en la Primera Marcha del Orgullo Antifascista Antirracista LGBTIQ+, después de gritar, de avanzar, de sostener, nos sentamos en ronda a hacer lo que nos mantiene en pie: pensar juntxs, debatir, organizarnos. Organizar la rabia y la ternura.
La Asamblea Antifascista Antirracista LGBTIQ+ convocó este encuentro para hacer balance y decidir los próximos pasos. Porque si algo quedó claro en la marcha, es que esta lucha no tiene una sola cara: la primera línea fue interseccional, rotativa y colectiva. Un frente en movimiento, una bandera compartida por quienes llevan años al frente y por quienes lo ocupaban por primera vez.
Desde la comisión antirracismo se destacó el lugar que ocupó la lucha antirracista dentro del movimiento y el vínculo construido con les compas trans. La conclusión es clara: hay que seguir articulando. No hay orgullo sin antifascismo, no hay antifascismo sin antirracismo.
Pero la marcha también dejó tensiones. Se discutió el lugar de ciertos sectores que intentaron ocupar espacios que no les correspondían. La comunidad LGBTIQ+ lideró la convocatoria y la asamblea reforzó un punto clave: los acuerdos se respetan.
El 8M fue el próximo gran tema sobre la mesa. Un 8M mostri, un 8M en llamas. Se propuso empezar la marcha el 7 de marzo, Día de la Visibilidad Lésbica, y sostener una vigilia hasta el 8. Una única marcha, una única articulación, una sola voz en unidad.
En medio del encuentro, el fuego también se hizo presente. De la mano de Susy Shock y con el aprendizaje compartido con Avelina Rogel, hermana de pueblos originarios y sanadora, se pidió permiso a la asamblea para encender un pequeño fuego que nos guiara y protegiera. «Para sumarle espiritualidad a la política», dijo Susy. “Para conectar con nuestras ancestras, con la Pacha, con la memoria que debe estar en todo lo que tenemos que discutir”.
El fuego nació en ritual junto a adolescentes TTNB a quienes acompañamos desde El Teje. Se encendió al fondo de la asamblea y se circuló entre todas las personas presentes.

Otro punto central: la formación política. Nos atacan y nos preguntan. Desde los medios, desde los gobiernos, desde la calle. ¿Cómo respondemos? La Kalo fue clara: «No le contestemos a cornalitos». La energía es limitada y la lucha recién empieza. Nina Brugo sumó: «Es importante que tengamos una ideología en común», haciendo referencia a una ideología feminista que no sea mujerismo. Porque, en sus palabras, «otra realidad es posible».
La próxima asamblea ya tiene fecha y lugar: 22 de febrero, en el Espacio para la Memoria Ex Centro Clandestino de Detención (CCD) Olimpo, a las 18 horas. Las comisiones definieron distintos canales de comunicación para seguir articulando y trabajando de cara al tercer encuentro.
Mientras discutimos la estrategia, el gobierno avanza. La semana pasada un DNU modificó la Ley de Identidad de Género, apuntando a les menores y a la situación de las personas trans en cárceles.

Y la pregunta se impone: ¿qué hacemos con la urgencia? ¿Qué hacemos con nuestras adolescencias? ¿Qué hacemos con nuestrxs presxs? ¿Qué hacemos con nuestrxs compas en situación de calle? ¿Qué hacemos para defender la ley de identidad de género? ¿Escuchamos lo que tienen para proponer las personas que la escribieron? No hay respuestas fáciles. Pero sí hay un camino: acompañamiento político real, no solo desde algunas orgas, sino desde toda la Asamblea Antifascista Antirracista LGBTIQ+. Porque esto está pasando ahora, no el 8M.
El 8M está cerca, y con él, otra pregunta: ¿qué feminismos están presentes en la asamblea? Si nos organizamos para la primera marcha federal el 31 de marzo, Día de la Visibilidad Trans, ¿qué feminismos se sumarán? En la asamblea, la militancia es transfeminista e interseccional. Pero ¿lo son también todes les que hoy nos apoyan? ¿Saben siquiera qué significa el transfeminismo interseccional? O peor: ¿quieren saberlo?
Pienso en la frase de Barbara Kruger, que resume lo que siento hoy: «Para mí estos son los buenos tiempos, no porque sean buenos, sino porque estamos vivxs para verlos y cambiarlos.»Y eso es lo que estamos haciendo. Nos organizamos, militamos la ternura, construimos futuro.
*Co-fundadora y coordinadora del espacio para infancias libres en El Teje.

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