Sigamos en contacto

Actualidad

Marcha federal universitaria: en defensa del derecho a soñar

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Con alegría, con la palabra y el abrazo, y movilizada, la sociedad argentina salió otra vez a defender su derecho al futuro. Eso es lo que significa la universidad pública: la esperanza y la dignidad, una batalla central en momentos donde el plan del gobierno busca imponer otro modelo. ¿Cuál es? Responden quienes estuvieron en la marcha.

El cruce de generaciones y la diversidad incluyó estudiantes, trabajadores de múltiples gremios que adhirieron, docentes, partidos políticos de todas las clases, asambleas barriales, colegios enteros, organizaciones de todo tipo, con gran visibilidad de las de jubilados, como cada miércoles en Congreso.   

Hubo gente de los barrios, de las aulas, de las fábricas y talleres. Hubo cursos completos que se movilizaron desde sus escuelas y universidades. Docentes y científicos identificados con sus guardapolvos blancos. Y muchísima gente “suelta” (como se describe a las que no van como parte de gremios o partidos). Familias, parejas, grupos de amigas y amigos. Los carteles caseros marcaron el tono de los reclamos, de la creatividad, y de lo denso de la situación. Los mensajes y las palabras de una sociedad que no se resigna a las políticas oficiales del insulto, los discursos de odio la destrucción. Y que sigue apostando por la educación, definida en uno de los carteles con un sol, un corazón y una idea: “La única revolución que dura para siempre”. La crónica de lo que enseñó la calle hoy, antes de conocerse, por la noche, el veto presidencial a la Ley, que tal vez pueda cambiarse en el Congreso de la Nación, si es que no vuelve a ocurrir lo mismo que con la fórmula de movilidad jubilatoria.

por lavaca.org / Fotos en Buenos Aires: Juan Valeiro

Marcha federal universitaria: en defensa del derecho a soñar

Imagen de la marcha en Buenos Aires.

Las calles no pudieron ser vetadas ni sujetas a protocolos policiales. Fueron otra vez las venas y las arterias por las que fluyó una energía social movilizada en defensa propia en todas las ciudades del país. El gobierno busca vetar la Ley de Financiamiento Universitario, como ya lo hizo con la movilidad jubilatoria. Omitió hacerlo hasta ahora esperando esta movilización, para operar luego con el veto que se confirmará si es que esta vez vuelve a encontrar diputados como los que Javier Milei llamó “héroes” –con asado incluido y negociaciones turbias– por haber votado contra los jubilados.

Pero en las calles se respira alegría mientras la multitud va ocupando cada espacio. Se ven sonrisas. Se oyen canciones. Se siente que las miles de personas que hoy marcharon necesitaban expresar su rechazo al plan del gobierno de desfinanciar la universidad pública. El derecho que se defiende es el de soñar.

Lo dice un cartel: “No somos la casta, somos pibxs con sueños”. 

Esos carteles, muchas veces hechos en cartones con marcadores o en hojas manuscritas, fueron una especie de enorme coro que opinó y describió el presente.

Marcha federal universitaria: en defensa del derecho a soñar

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Sobre la libertad y Conan

Algunos ejemplos de mensajes escritos a mano:

“La educación pública me abrazó a mí. Hoy la abrazo yo”.

“Analfa-veto”.

“En la Universidad pública papel higiénico y miedo nunca tuvimos”.

“Gracias a la educación pública soy veterinaria de perros reales”.

“Sin ciencia no hay Conan”.

“¿Esta libertad querías?”

“Te hicieron creer que vivías en un país de mierda para que no lo defendieras cuando lo destruyan”.

“Primera profesional de una familia obrera”.

“Inventados son tus 5 perros. Acá estamos todos los estudiantes de la universidad pública”.

“A mí me pueden bancar la UADE gracias a que mi mamá estudió en la pública, ¿cómo no la voy a defender?”

“Quienes solo tengan aspiraciones individuales nunca entenderán una lucha colectiva”

“¿Harta? Sí. ¿Rendida? Jamás”.

La marcha en Córdoba y Rosario.

“Imaginate estar en contra de lo que hace excepcional a este país”.

“Las fuerzas del pueblo”.

“Ahorrar en la universidad pública enriquece la ignorancia”.

“Cortemos las calles para que no nos corten las clases”.

“Si hay veto, hay tomas”.

“No somos la casta, somos pibxs con sueños”.

“Estudio para no pedirle consejos a un perro muerto”.

Marcha federal universitaria: en defensa del derecho a soñar

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

El mensaje en el guardapolvo

“Hijo y nieto de empleadas domésticas. Me gustaría ser profesor”, dice el cartel que tiene Matías, 18 años, que vino en el tren Roca desde Lomas de Zamora. “Mi bisabuela y tatarabuela eran amas de casa. En general, no hay gente con estudios universitarios. Dos de mis cinco tías terminaron el secundario, mi mamá no pudo. Recién mi generación estamos pudiendo tener estudios”. Quiere hacer el profesorado de Artes en la UNA: “Para mí es muy importante. Es muy significativo el hecho. El gobierno es gente con mucho odio, y le molesta que la gente sea feliz. Esta gente, llena de privilegios, nunca va entenderlo”.

Ana tiene 14 años, vive en San Justo y anda con un cartel que dice: “Y si ahora gritamos y cantamos a modo de protesta, es porque preguntamos bien y nadie nos dio una respuesta”. También lleva puesto un guardapolvo, que en el dorso comparte esta inscripción: “La educación no es un favor, es un derecho”. 

“Estoy acá porque me parece una injusticia que algo que tanto nos beneficia como es la educación, se esté recortando de esta manera. Yo estudio en una escuela pública y ya sé que voy a estudiar Derecho en la UNLaM, una universidad pública. Siempre voy a defender lo público, porque de ahí vengo”. Analiza: “Milei les llegó a los adolescentes y jóvenes desde un lado de la rebeldía, del gritar en sus discursos, los jóvenes se dejaron llevar por la rebeldía y votaron para el culo”. ¿Cómo se mira lo que viene teniendo 14 años? “Este es un país que defiende sus derechos, me ilusiona que la gente salga a la calle, que defienda lo que es suyo, que apoye a la educación pública». ¿Qué esperás para adelante? “Que lo echen o que se vaya solo”. 

Marcha federal universitaria: en defensa del derecho a soñar

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Natalia (46 años) y Naomí (27) son de San Fernando y Tigre. Ambas son docentes. Naomí, además, es estudiante de la UBA, en la carrera de Psicología. Ambas llevan en sus manos dos cartones, que tienen letras negras escritas. El de Natalia dice: “En defensa de la universidad pública, gratuita, de calidad”; el de Naomí: “Cómo no defender lo que le da prestigio a mi país”. 

Más carteles: Axel y Juan Pablo son de Avellaneda; Marilyn es de Villa Domínico y Juan de Wilde. Cuatro conurbanos bonaerenses que llevan felices sus carteles en las manos y en sus cuerpos. Axel, 28 años, estudio en un profesorado de Matemáticas, muestra el suyo con determinación: “Marcho por el mañana porque en el pasado murieron por el ahora”. Y muestra sus palabras: «Nuestra presencia acá es fundamental para el futuro de la educación argentina, por los derechos de hoy y de los futuros ciudadanos, que nadie se los puede privar”.

Marilyn tiene 22 años y su cartel pregunta: “¿Qué más le piden a un docente universitario? Mínimo 6 años de carrera, un título y aun así hay que salir a reclamar para llegar a fin de mes”. Estudiando para contadora en la UBA, donde le faltan 11 materias para recibirse. “Vengo a marchar porque vemos día a día la falta de presupuesto. Yo trabajo en un estudio contable, y no me alcanza para llegar a fin de mes, pero a un profesor que ya tiene un título, que es un profesional, tampoco le alcanza”. 

Marcha federal universitaria: en defensa del derecho a soñar

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Mariano Fernández lleva un cartel que llama la atención: “Nieto de inmigrante, nieto de peón de fábrica, hijo de almacenero, hijo de la resistencia, hijo de la educación pública. Mi hermano Lucio va a ser el primer graduado de la familia. Es por él y por todos”. 

Mariano vive y tiene su almacén familiar en Avellaneda. Dice que “por tema de laburo” se priorizó a su hermano Lucio, que se está por recibir el arquitecto, lo que no pudieron hacer su padre ni su abuelo, ambos obreros: “Mi viejo siempre nos decía que hay que organizarse para luchar, y movilizarse para vencer. Hay que ganar la calle para vencer la trampa; hay que salir, y no perder la fe. Mi viejo y esa generación lucharon por un país mejor. Muchos dejaron su vida y ahora nos toca levantar esa bandera”. 

Marcha federal universitaria: en defensa del derecho a soñar

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

“Villero y Universitario, el terror de los libertarios. Plan Fines, Laferrere”, se lee en un pedazo de cartón repleto de dignidad. Las manos que lo levantan son de Jésica Quintana, 37 años, del barrio Independencia de Laferrere. Está estudiando el segundo cuatrimestre del Plan Fines.

Dice: “Tengo este cartel porque somos conscientes que si no hay una educación pública, no hay derechos ni futuro. Yo a mi hija la había anotado en una escuela privada y la tuve que sacar y mandar a la escuela pública porque no me daba para pagarla. Y hoy mi situación es que hay días que no tengo ni para comer”.

La situación en su barrio: “Las escuelas están colapsadas, porque todos los que iban a escuelas privadas, ahora se pasaron a escuela pública. Los comedores están pidiendo más refuerzo, porque los nenes van a la escuela y piden comer más; las mamás se desesperan por una caja de leche en polvo, hay una necesidad enorme”. Y revela: “En mi barrio hay mucha gente que votó a Milei, que le pasó lo mismo que en la época de Macri. Todos querían un cambio y pensaban que el peronismo le estaba robando, cuando con el peronismo se obtuvieron más derechos, y hoy en día no tenemos nada. Mucha de la gente que lo votó, ya está arrepentida”.

Marcha federal universitaria: en defensa del derecho a soñar

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Cecilia vive en Buenos Aires, nació en Formosa y estudió Comunicación Social en la Universidad Nacional de Córdoba. Tiene 40 años y lleva un cartel que dice: 

¿Harta? Sí. ¿Rendida? Jamás. La educación pública se defiende. 

Lo que la harta: “No encuentro casi nada bueno de este momento, sinceramente, y malo encuentro un montón. No puedo creer que todavía pase esto. Tengo mucha desmoralización por momentos, mucha desesperanza, pero por eso en el cartel digo  “rendida jamás”. 

Lo que la ilusiona: “Hay que seguir peleando. Me esperanza que nada dura para siempre, todo tiene que cambiar en algún momento”. 

Florentina y Carla son amigas y docentes en el barrio Malvinas Argentinas. Florentina llegó con su hijo y un mensaje manuscrito sobre cartón: “Vine a protagonizar la única revolución que dura para siempre. Pública, Universal, Laica, Inclusiva y Gratuita».

Plantea Florentina: «Estaba Cristina y la gente quería cambiar. Votaron a Macri. Se hartaron y votaron a Alberto. También se hartaron y votaron a este. Todo esto es una tristeza, pero hay que estar en la calle». Carla pasa un dato del barrio: «Lo veo hasta por mi familia. Cada vez hay más arrepentidos de haberlo votado, aunque no siempre se atreven a decirlo».

Marcha federal universitaria: en defensa del derecho a soñar

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Los carteles abundan, hablan de gente suelta, pero también hay sindicatos y sus banderas. Elías (49) y Alberto (39) son vecinos de Barracas, trabajadores de la construcción y sostienen una de su sindicato: la UOCRA. “Sin educación no hay futuro”, dice Alberto. Elías tiene una hija de 14: “Si no nos despertamos ahora ni hacemos bien las cosas cada vez va a ser más complicado. Este gobierno solo piensa en pocos y no les interesa la justicia social, los jubilados, los estudiantes. Por eso vetaron todas las leyes, siempre en contra del ciudadano”. El trabajo también está complicado: “La obra pública es la madre de las industrias, y ahora todo está frenado”, dice Alberto. Elías tiene amigos arrepentidos de su voto: “El voto de confianza ya se le apagó. Un voto es esperanza, trabajo, la búsqueda de un bienestar distinto, pero este redujo el gobierno, la industria, las obras, cagó a los jubilados. Y a la persona que vos le preguntes, hoy no llega a fin de mes. Argentina es un país hermoso, riquísimo, ¿cómo puede ser que tengamos 52% de pobres?”.

Marcha federal universitaria: en defensa del derecho a soñar

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

La calidad o la traición

Las dos marchas universitarias fueron las más grandes de la Era Milei. La de hoy reunió el argumento de adelantarse al veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, presión no tanto para la Rosada – que anunció que lo vetará pase lo que pase- sino apuntando al Congreso.

En la calle, marcharon parte de la UCR y la Coalición Cívica (con Lilita a la cabeza), se vio a Cristina saliendo al balcón del Instituto Patria, y a Horacio Rodríguez Larreta en la calle. A radicales como Martín Lousteau, Facundo Manes o Martín Tetaz; estuvo el ex ministro de Economía y candidato presidencial Sergio Massa; Pablo Moyano encabezando una columna escueta de la CGT; entre otros dirigentes que muestran que el reclamo es transversal a varias internas y grietas.

¿O no?.

Marcha en Mendoza y Santiago del Estero

Flor tiene 25, estudia Derecho en la UBA y es militante de Franja Morada, la agrupación universitaria del radicalismo. ¿Votó a este gobierno? “No podría votar jamás a alguien que, desde sus inicios, habló contra la universidad pública”. Vino de Jujuy porque allá no hay carreras de abogacía, y es primera generación universitaria: “Vinimos por dos objetivos: uno de corto y otro de largo plazo. En el corto plazo, para defender el presupuesto universitario y expresar que no tiene que haber un veto a la ley de Financiamiento Universitario que se aprobó y el presidente dijo, en sucesivas ocasiones, que va a vetarla. Y, a largo plazo, para garantizar el futuro: la universidad pública argentina hace bastante que no recibe el presupuesto que se merece, pero ahora se ve agravado, y eso perjudica la calidad académica. Afectarla, desfinanciarla, es perjudicar el futuro. Yo estoy cerca de recibirme, y tuve toda la calidad que recibí gracias a esta universidad. Pero así los docentes y no docentes, que están cobrando por debajo de la línea de la pobreza, se van a empezar ir y van a perjudicar a las futuras generaciones”.

Marcha federal universitaria: en defensa del derecho a soñar

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Si Milei veta la ley, ¿confía que sus propios diputados defenderán el proyecto? “Estoy viendo el contexto político perdido: la oposición tiene que ser dura en defender la bandera que ya tenemos. La Franja, si bien está relacionada a la UCR, no necesariamente acompaña cuando no es coherente con lo que tiene que hacer. La coherencia es que el radicalismo, si hay un veto, garantice que todos van a salir a defender la ley, que incluso fue creada en el espacio: es una bandera que siempre nos enorgullecemos tener. Esta marcha también es para pedirle a los diputados que actúen con coherencia, que sigan defendiendo la bandera, porque eso garantiza que todos podamos tener una educación mejor”.

Sin embargo, durante la discusión por el veto al magro aumento de las jubilaciones, los diputados radicales que habían votado a favor luego se dieron vuelta: “Me cayó muy mal. Fue terrible ver cómo por intereses propios traicionaron los intereses colectivos. Celebro los comunicados que sacó la UCR después, ¿pero cómo se va a traicionar así al pueblo? Me pareció un hecho de una traición directa a quienes los votamos”. 

¿Nos llevan puestos?

Juan, 22 años, estudiante de derecho de la UBA, también es ayudante de cátedra. Plantea: “El presupuesto no alcanza, vemos cómo los techos se caen a pedazos y la falta de insumos en los baños. Los docentes no viven con lo que cobran; se merecen algo digno, porque gracias a ellos somos lo que somos”. Y mira a futuro: “Estamos en una situación en la que nos quieren arrebatar nuestros sueños, para que no podamos ser quienes queremos ser, pero creo que todos los que estamos hoy acá vinimos para unir fuerzas y que todo esto que busca fomentar este gobierno lo podamos revertir”. 

Gisela y Miranda, madre e hija, vienen de Vicente López. Miranda tiene 15 años y estudia Piano en la Escuela de Música Juan Pedro Esnaola. “Quieren que el que no pueda pagar, no estudie, y que se quede trabajando en condiciones horribles. Que la gente se quede fuera de acceder a la educación y de formarse”. Gisela tiene 48 y no estudió: “Pero vengo por el futuro, por la gente que hoy estudia y está en condiciones deplorables. Nuestra educación siempre fue de calidad, de excelencia, así que la venimos a defender a muerte. Quieren ir rompiendo de a poco todo lo que se pueda para desarmar la sociedad: comedores populares, ANSES, universidades, todo lo que sea el Estado. Y si nosotros no salimos a defenderla, obviamente nos llevan puestos. La educación es el inicio de todo”.

Marcha federal universitaria: en defensa del derecho a soñar

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

También son madre e hija Alba (44) y Valentina (18). Alba es profesora de arte y tiene un cartel que ya es un hit: “Estudiá, no seas Adorni”. Se crió en Ciudad Oculta, en Lugano, sur de la ciudad: “Vengo de un barrio humilde y salí gracias a la educación. La educación es la salida. Quieren romperla porque no quieren que lleguen estos pibes, que piensen, que sean críticos”. Valentina, su hija, está estudiante para ser profe de arte: “Vengo por mis profes que me enseñaron a luchar. Tengo amigos que lo votaron y vine también por ellos, para que puedan estudiar. Algunos se arrepintieron, otros siguen confiando, pero ya va a surgir otra charla donde me van a responder mejor. Ellos tampoco se merecen algo malo”.

Sol (20), Camila (26), Agustina (30), Milagros (27) vienen de Escobar. “Un pueblo leído jamás será sometido”, dice el cartel que lleva Camila, pero dice que lo escribió Agustina. Explica la autora, estudiante de profesorado de teatro: “La educación es nuestra herramienta para no ser sometidos por el poder que sea y ser conscientes de nuestros derechos, obligaciones y poder estar cada día mejor. Ahora son las universidades pero después va a ser el resto de la educación. Sabemos por lo que estamos luchando porque tuvimos educación; si no, no estaríamos acá”.

Camila: “Un pueblo ignorante es mucho más fácil de manejar. Es un punto que moviliza todos. Si vos vas a estudiar, tenés un futuro, donde armar posibilidades. No solo la universidad: una primaria, una secundaria. Estudiar abre puertas. Y no pueden sacarte un derecho: es lo más básico”. Agustina trae la memoria de su abuelo, que tiene 80 años y le pidió que salga a marchar: “Me dijo que él no pudo porque, si salía, no estaría vivo. Es el legado de muchas personas que no pudieron. ¿Cómo vas a quitarnos algo que la gente salió a defenderlo incluso con la posibilidad de morir?”.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Elías (49) y Alberto (39) son vecinos de Barracas, trabajadores de la construcción y sostienen una bandera de su sindicato: la UOCRA. “Sin educación no hay futuro”, dice Alberto. Elías tiene una hija de 14: “Si no nos despertamos ahora ni hacemos bien las cosas cada vez va a ser más complicado. Este gobierno solo piensa en pocos y no les interesa la justicia social, los jubilados, los estudiantes. Por eso vetaron todas las leyes, siempre en contra del ciudadano”. El trabajo también está complicado: “La obra pública es la madre de las industrias, y ahora todo está frenado”, dice Alberto. Elías tiene amigos arrepentidos de su voto: “El voto de confianza ya se le apagó. Un voto es esperanza, trabajo, la búsqueda de un bienestar distinto, pero este redujo Gobierno la industria, las obras, cagó a los jubilados. Y a la persona que vos le preguntes, hoy no llega a fin de mes. Argentina es un país hermoso, riquísimo, ¿cómo puede ser que tengamos 52% de pobres?”.

Fanático y futuro

Desde temprano la gente no paró de circular, yendo y viniendo, según distintos horarios de convocatoria. Porque si bien el acto llamaba a las 17 horas, la movilización arrancó pasado el mediodía: a dos horas del horario estipulado para la concentración, las inmediaciones del Congreso de la Nación ya era una marea de pueblo. 

A la hora del acto, a las 17, por Entre Ríos la marea de gente pasaba Independencia. Ese pulso no paró durante todo el día.

La movilización se replicó en todo el país, siendo las marchas en Córdoba y Comodoro Rivadavia otras dos de las más masivas.

Remigio Ocampo (65) es vendedor de empanadas y fue uno de los detenidos durante la Ley Bases, acusado de terrorista: la causa todavía está abierta, pero aún no recuperó su celular. Vino de Tortuguitas, norte del conurbano bonaerense, no sólo para hacerse unos pesos: “También por el maltrato que hace este gobierno. Está devastando todo. Esto ya lo vivimos en los noventa. Es el menemismo, nomás que más rápido. No entiendo ni qué quiere. Yo creo que él no sabe. Es un psicópata: habla mal de China y ahora pide préstamos, habla mal de Brasil y le pide energía. El tipo se encontró con una sorpresa y está gobernando, también hay que decirlo, por lo mal hecho en los últimos ocho años, tanto de Macri como de Alberto. Pero hay necesidad en la calle de estar. Y todavía necesitamos ser mucho más”.

Marcha federal universitaria: en defensa del derecho a soñar

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

La idea de que aún falta más gente en las calles es compartida por Damián Verzeñassi, director del Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario. “Justo me tocó estar acá y vine a marchar sobre todo porque entendemos que para poder ser libre una sociedad necesita estar sana; y un elemento clave para la salud es la educación. Sin educación no tenemos posibilidad de construir sociedades saludables, y mucho menos sociedades libres”, plantea a lavaca.

¿Desde la universidad pública qué se percibe? 

Creo que institucionalmente hay una reacción, el ahogo presupuestario se sintió y muy fuerte, pero siento que todavía como comunidad, más allá de la multitudinaria marcha que se ha hecho 23 y la de hoy, en la sociedad se ha instalado esta idea de que hay que ver cómo acomodarse a la situación, y eso es lo para mí preocupante. Lo han logrado, creo yo, con la política de la crueldad que se instaló y que se sostiene a fuerza de militarización y persecución. Han logrado anestesiar a una gran parte de la sociedad. Porque hoy estamos en todo el país, vamos a ser más de un millón, pero tendríamos que ser muchos más.

¿Cuántos? 

Tendríamos que ser los suficientes como para que ningún diputado o diputada tenga la posibilidad de pensar siquiera en dar vuelta su voto, como hicieron con la barbarie de dar vuelta un aumento miserable para los jubilados y jubiladas. 

Marcha federal universitaria: en defensa del derecho a soñar

¿En dónde puede estar el contagio para que haya más gente participando? 

Yo creo que se logra ser más desde adentro de la universidad, sacándonos de una vez por todas la actitud que hemos asumido pasivamente, en muchos casos, y que hemos resistido en otros, de ser serviles a las corporaciones. Mientras la universidad y la universidad pública sigan formando a los profesionales que trabajan en el servicio de las corporaciones para destruir los territorios, para legitimar el saqueo, para legitimar el extractivismo, va a ser muy difícil que la sociedad en su conjunto salga a abrazar a la universidad, pese a que hoy somos millones en todo el país. Creo que ahí hay un gran debate. Necesitamos defender a la universidad de quienes quieren desfinanciarla, pero también necesitamos defenderla, de quienes quieren transformarla en una herramienta al servicio de las corporaciones.

¿Hay esperanza? 

La esperanza la veo en la gente que a pesar de todo se moviliza aun sabiendo que mañana hay un grupo de personas que creen que pueden, con una firma, vetar una decisión del Congreso. La esperanza la veo en los miles y millones que, a pesar de que cada vez tenemos menos posibilidad de pagar los servicios básicos, seguimos pensando en que defender la universidad pública no es defendernos a nosotros mismos, sino la posibilidad de que todos tengan el derecho a la educación, y la posibilidad de acceder a la universidad.

Natalia, de Tigre, sobre la esperanza: “La esperanza son los jóvenes, la gente que se moviliza, los jubilados que están apoyando. Acá hay una gran posibilidad de hacer algo, de cambiar las cosas”.

Agrega Naomí: “Me ilusionan los jóvenes, el pensamiento crítico, que estudien, que se interesen por el futuro de su país. Para que no nos roben la ilusión hay que seguir luchando y compartiendo estos momentos, unidos, con fuerza, así es imposible que perdamos la ilusión”. 

Cecilia, de Formosa: “Hay que seguir peleando. Me esperanza que nada dura para siempre, todo tiene que cambiar en algún momento”. 

Las canciones finales decoran la tarde de melodías que mezclan esta rara alegría de la lucha:

Che peluca che peluca, no te lo decimos más,

Si nos tocás a la escuela qué quilombo se va a armar. 

Miles de personas la saltan y la gritan.

Luego la multitud empieza a desconcentrarse, en una coreografía de una jornada en paz y sin protocolos que inundó la zona de Congreso.

Desde el escenario se escucha el último tema, uno de Lali Espósito llamado Fanático, con reminiscencia al Presidente, cuyo estribillo dice: “Es mi fanático, me vuelve loca. Toda la noche me sueña y se toca”.  

Una docente pasa y dice: “Me encanta que termine con este tema”.

Y se va sacudiendo la cabeza y cantando mientras se cruza con una chica de remera negra estampada con estas palabras: “Sin Universidad no hay futuro”.

Marcha federal universitaria: en defensa del derecho a soñar

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Actualidad

Marcha de jubilados: el papelón vs. la solidaridad

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

La calle volvió a dar una respuesta de movilización, encuentro y solidaridad frente a un Congreso en el que Milei –presidente del país– se dedicó a dirigir el griterío de sus barras contra opositores. Y un radical (si es que tal identidad existe) que cobra millonadas como diputado, se dedicó a balbuceos acaso onanistas con respecto a las diputadas, defendiéndose luego con una teoría delirante. La presencia en la plaza de Fabián, el padre de Pablo Grillo, el fotógrafo agredido por las fuerzas de seguridad del oficialismo. La idea sobre lo que hay que organizar. Una marcha de la Gorra que denuncia la violencia institucional, historias sobre cómo recuperar el humor y la ironía, un “Rappi” que cuenta su día y la teoría sobre Luis Caputo en plan verdulero.

Por Lucas Pedulla

Fotos Juan Valeiro

La Cámara de Diputados se renovó con la presencia en el recinto del presidente Javier Milei y su hermana Karina, secretaria General de la Presidencia, festejando a viva voz que el resultado de las últimas elecciones, más el movimiento de algunos diputados que se autoperciben peronistas, transforman a La Libertad Avanza en la primera minoría, lo que le facilitaría el tratamiento de las reformas que el gobierno quiere imponer, como la laboral. Todo esto con barras comandadas por Milei hostigando con cantitos a los opositores.

Marcha de jubilados: el papelón vs. la solidaridad

Imagen de la 9º Marcha de la Gorra en Congreso, acompañando a los jubilados, contra la violencia institucional y policial. Fotos Juan Valeiro /lavaca.org

La transmisión osciló entre esas imágenes y otras perlitas, como el micrófono abierto de un diputado por donde se escabulleron ciertos comentarios desagradables respecto de la apariencia de algunas diputadas. Sus pares señalaron al radical chaqueño Gerardo Cipolini como el responsable, aunque se defendió con un argumento tan extraño como esa Cámara, en la frontera del delirio: “La tecnología ha avanzado a límites irreconocibles. Tal vez uno sale diciendo cosas que no ha dicho”. 

Pablo: la recuperación del humor

El devenir de ese palacio, entre cantos, saludos y gestos que acaparan la atención de los portales supuestamente periodísticos sigue diferenciándose mucho de la calle que todos los miércoles separa la valla que cruza de punta a punta la plaza.

“El Congreso vallado a espaldas del pueblo es más que una metáfora”, define a la perfección Fabián Grillo, papá de Pablo, el fotógrafo herido en su cabeza por una granada de gas lacrimógeno el 12 de marzo, brutal ataque que lo mantiene internado desde entonces, y del cual sigue recuperándose.

Marcha de jubilados: el papelón vs. la solidaridad

Fotos Juan Valeiro /lavaca.org

El domingo Pablo cumplió 36 años, y por eso jubilados y jubiladas se acercan a Fabián a saludarlo saludarlo y preguntarle cómo está Pablo.

“Está bien, está mejorando, y lo volvieron a trasladar del Hospital Ramos Mejía al Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca. También habla, discute y putea”. Para Fabián esos son grandes indicadores de mejora de su hijo.

Además, está manejando humor e ironía. Cuenta que un médico cubano, tras una charla de ocasión, le dijo: “Amigo, entre bomberos no nos pisamos la manguera”. Y Pablo le respondió: “Yo no soy bombero”.

Fabián se ríe. En minutos tiene que irse a una muestra fotográfica en la Asociación Madres de Plaza de Mayo, frente a la plaza de Congreso, pero antes lo invitan a la asamblea de la Mesa Coordinadora de Jubilados. “Soy el papá de Pablo, pero no quiero hablar en nombre de él, porque Pablo habla y habla bien”, dice, lo que despierta emociones y aplausos. Fabián cuenta que a partir de octubre es un jubilado más y por eso viene también a marchar: “Esto es lo que nos va a levantar. Es por lo cual le pegaron a Pablo, porque él iba a mostrar la lucha de los jubilados unida con las hinchadas y los gremios. Esa imagen no podía pasar: ¿cómo puede ser que haya solidaridad?”.

Pero la hay, dice Fabián: “Acá estamos”.

La hincha que trabaja para el barrio

Gabriela, hincha y vecina de Dock Sud (y la imagen que encabeza esta nota), es una de las tantas que organiza esa solidaridad. Sobre una mesa tiene desplegados paquetes de fideos, arroz, polenta, azúcar, salsas, botellas de aceite, latas de arvejas, bolsas con cebollas. Con otros cómplices junta donaciones para que jubilados, personas en situación de calle, o con alguna discapacidad –hoy es el Día Internacional que los conmemora– se lleven después de la marcha. “Es para hacer algo, porque en el barrio está todo complicado. Tengo tres hijos, soy mamá soltera, y sé lo complicado que es, así que imaginate para un jubilado de la mínima. Incluso en el barrio se ve que alguno se quiere hacer el vivo subiendo los precios en la verdulería, por lo que un vieji se tiene que caminar diez cuadras para conseguir precio. Es horrible lo que está pasando, porque de repente Caputo es el verdulero”. 

Marcha de jubilados: el papelón vs. la solidaridad

Fotos Juan Valeiro /lavaca.org

Gabriela se interrumpe porque llega un chico con la mochila de Rappi, en su bici, a dejar donaciones. “¿Ves? Por esto lo hacemos, esto es la solidaridad”, dice Gabi, emocionada. 

¿Cuánto hay que pedalear?

El trabajador de Rappi se llama Gastón, tiene 31 años y vive en Isidro Casanova, partido de La Matanza. Su vida laboral es una síntesis de este momento. Trabaja en una empresa logística, pero solo cuando lo llaman: para eso tiene que estar atento a las notificaciones que le llegan al celular. “Es cuando abren la convocatoria”, dice. Y después agrega la descripción de buena parte del presente: “Son las formas en las que hoy se está precarizando el trabajo”. 

Marcha de jubilados: el papelón vs. la solidaridad

Testimonio arriba de la bicicleta sobre la situación laboral: el pedaleo infinito. Fotos Juan Valeiro /lavaca.org

Por eso en los días libres se pone el casco, se sube a la bici y pedalea como Rappi, desde las dos de la tarde hasta las doce de la noche. 

–¿Cuánto llegás a hacer por día? 

–Treinta lucas. 

Hace una mueca al ser consultado sobre el prejuicio de que muchos trabajadores de Rappi son afines al gobierno. “Muchos trabajadores de muchos rubros lo votaron, pero sí, hoy prima un individualismo muy fuerte”, define. La reforma laboral le parece “horrible”, pero reconoce que su generación es parte de una época que no conoció casi ninguno de los derechos que la Ley de Contrato del Trabajo consagra: “Es cierto. Y ese es el problema”. 

Marcha de jubilados: el papelón vs. la solidaridad

Fotos Juan Valeiro /lavaca.org

Marcha de jubilados: el papelón vs. la solidaridad

Fotos Juan Valeiro /lavaca.org

Delante de sus ojos avanza la movilización de jubiladas y jubilados, hoy acompañada por la novena Marcha de la Gorra, cara a cara con la policía, pero sin incidentes, salvo por los picos de calor que descompensan a algunas personas. “Siempre que puedo, vengo a acompañar a los jubilados”, se despide Gastón, en un pedaleo que seguirá hasta la medianoche. 

Tal vez haya que dejar de mirar lo horrible, de prestarle atención y darle importancia –como todo lo que ocurrió dentro del Congreso. Y convenga pensar la organización de la solidaridad de la que hablan Fabián, Gabriela y Gastón, como una de las tantas claves para pensar esta época y lo que se viene.

Marcha de jubilados: el papelón vs. la solidaridad

Fotos Juan Valeiro /lavaca.org

Marcha de jubilados: el papelón vs. la solidaridad

Fotos Juan Valeiro /lavaca.org

Seguir leyendo

Actualidad

Mendoza: el consenso de la rosca y la inmediata movilización contra el proyecto minero San Jorge

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

La Cámara de Diputados mendocina aprobó por 32 a 13 la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto de cobre San Jorge, declaración que había sido impugnada por el CONICET y por las asambleas provinciales. Hubo un “consenso” contrario a las comunidades y a los pueblos originarios, poco transparente y hecho de la materia del lobby, en el cual el oficialismo provincial, el radicalismo, el PRO y la sinuosa actitud peronista coincidieron casualmente con las corporaciones, el oficialismo nacional y la prédica de medios beneficiados con el avance minero. (Dato: por esas cosas es que en Mendoza se hablaba de la “casta política” muchos años antes que el concepto fuera plagiado según es público y notorio). Curiosidad: lo votado en Mendoza implica menos regalías aún que las que otorgaba a la provincia el RIGI que ya era en sí un punto de remate de bienes que las grandes empresas valoran tanto, pero por los que no pagan.

Tras la votación, la gente que estaba en la calle inmediatamente resolvió marchar a la Casa de Gobierno, y seguir en estado de alerta hasta que el proyecto sea tratado en el Senado. La censura en el CONICET y lo que pasó durante la votación.

Por Francisco Pandolfi

Son las 18 horas, 34 minutos, 20 segundos. En la Cámara de Diputados de Mendoza se acaba de debatir de forma expeditiva y de votarse el cuarto y último expediente minero del día: la Declaración de Impacto Ambiental al proyecto San Jorge Cobre Mendocino. Se aprueba por 32 a 13. Las 4 iniciativas mineras ahora pasan al Senado, donde se presume que a principios de diciembre también se votarán a favor. 

Mendoza: el consenso de la rosca y la inmediata movilización contra el proyecto minero San Jorge

La multitud, afuera, se entera, explota de indignación y canta ante una hilera numerosa de policías clavados en la puerta de la Legislatura mendocina:

“La cordillera, que linda está,

y si la tocan

qué quilombo se va a armar”.

De aprobarse en el Senado la Declaración de Impacto Ambiental, le permitirá a la Minera San Jorge S.A (perteneciente a la multinacional Solway Holding) llevar a cabo la explotación minera metalífera en Uspallata y conformarse como el primer proyecto de explotación de cobre en el país, en una zona que atraviesa la cuenca del río Mendoza, la cual abastece a una población de 1,5 millones de habitantes, a más de 9.000 industrias y riega 250 mil hectáreas de cultivos. Hoy la Cámara de Diputados votó a favor pese a la Ley 7722 que prohíbe el uso de sustancias tóxicas, como un modo de proteger el ambiente, el agua y la salud, tanto de las personas como de los territorios.

Mendoza: el consenso de la rosca y la inmediata movilización contra el proyecto minero San Jorge

Expo fotográfica en la plaza: diputados y diputadas que votan en favor del extractivismo.  

En 2011 la Legislatura había rechazado por unanimidad un estudio de impacto ambiental similar al votado hoy. Mientras que en 2019, luego de derogar la Ley 7722 de defensa del agua, una movilización histórica obligó a la Legislatura a restablecer la norma unos días después.

Con la votación consumada en Diputados, en la puerta de la Legislatura se armó una asamblea multitudinaria donde las distintas asambleas y vecinos autoconvocadxs empezaron a plantearse los pasos a seguir. No para mañana, sino para ya: el consenso fue marchar, desde ese mismo momento, a la Casa de Gobierno. Así empezaron a caminar y a cantar, cuadras enteras, en un grito unificado: “No se negocia, el agua de Mendoza” en un loop colectivo. 

Mendoza: el consenso de la rosca y la inmediata movilización contra el proyecto minero San Jorge

Al finalizar, Eugenia Segura de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Uspallata le señala a lavaca la hoja de ruta: “Alerta y movilización permanente hasta el próximo paso, que es el Senado”.

Mendoza: el consenso de la rosca y la inmediata movilización contra el proyecto minero San Jorge

Valle de Uco, junto a la ruta. Atardecer, mensaje, y el comienzo de una nueva movilización contra la megaminería.

La censura en el CONICIET

En la noche del martes 24 de noviembre, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de Mendoza emitió un comunicado institucional sobre el proyecto megaminero San Jorge, horas antes de que este mediodía se empezara a tratar la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) –finalmente aprobada (como se preveía) por la Cámara de Diputados–.

Mendoza: el consenso de la rosca y la inmediata movilización contra el proyecto minero San Jorge

Este era el link con el documento publicado en su web oficial https://mendoza.conicet.gov.ar/comunicado-institucional-del-conicet-mendoza-sobre-el-proyecto-san-jorge-cobre-mendocino. Sin embargo, al hacer click no te lleva a ningún comunicado, porque la posición del CONICET Mendoza hoy cambió, repentina y sospechosamente.

La postura (inicial) del Conicet la reproducimos este mismo miércoles en lavaca:  

https://lavaca.org/actualidad/extractivismo-en-mendoza-movilizacion-y-rechazo-ante-la-legislatura-por-el-intento-de-votacion-del-proyecto-san-jorge/.

Algunos extractos: “En los últimos días observamos que avanza el trámite administrativo para otorgar la Declaración de Impacto Ambiental, sin que la empresa haya respondido sustantivamente a las objeciones y sugerencias vertidas en el dictamen técnico y en la mayoría de los informes sectoriales presentados. Muchas de esas objeciones constituyen requerimientos y exigencias importantes consideradas prioritarias para la habilitación de un proyecto como PSJ Cobre Mendocino”.

Otro tramo: “Se identificaron importantes deficiencias en el Informe de Impacto Ambiental. La falta de datos actualizados, de líneas de base completas y de estudios adecuados sobre agua, biodiversidad, patrimonio arqueológico y aspectos sociales impide una evaluación confiable de los impactos que el emprendimiento podría generar en la cuenca del río Mendoza”. 

Mendoza: el consenso de la rosca y la inmediata movilización contra el proyecto minero San Jorge

El horizonte de montañas en las que nace el agua: lo que buscan seguir protegiendo las comunidades mendocinas.

Y además: “Dado que estos vacíos de información limitan la toma de decisiones responsables y pueden comprometer recursos naturales, culturales y comunitarios de alto valor, se considera necesario que las autoridades soliciten la revisión y ampliación del estudio antes de continuar con el proceso administrativo. Sólo una evaluación completa y rigurosa permitirá resguardar el interés público y garantizar la protección del ambiente y del patrimonio de la provincia”.

Sin embargo, ese posicionamiento viró a otro publicado este mediodía https://mendoza.conicet.gov.ar/comunicado-de-la-direccion-y-el-consejo-directivo-del-conicet-mendoza/

En este caso el CONICET Mendoza no denuncia “importantes deficiencias”, ni “objeciones sin responder”, ni “vacíos de información” en la Declaración de Impacto Ambiental. Ahora, lo que dice es que “El CONICET Mendoza no está en contra de ninguna actividad productiva que contribuya al desarrollo de la región”.

Mendoza: el consenso de la rosca y la inmediata movilización contra el proyecto minero San Jorge

Eugenia Segura, de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Uspallata, le dice a lavaca desde la puerta de la Legislatura mendocina: “Esta es la línea divisoria de aguas entre la ciencia digna al servicio de los pueblos y la mercenaria, si se le puede llamar ciencia todavía. Mejor dicho, los profesionales al servicio de las corporaciones, sin importar las consecuencias éticas ni legales de sus actos y omisiones”. Desde lavaca nos comunicamos con el CONICET Mendoza para consultar qué había pasado o qué había cambiado, pero el telefonista de guardia que atendió explicó que nadie del CONICET podía atender.

La Asamblea de Trabajadorxs del CONICET, este miércoles por la tarde difundió un texto en redes sociales:

  • “Queremos expresar nuestra máxima preocupación por la baja de un comunicado institucional sobre el #ProyectoSanJorge. Este escrito fue producto de un trabajo de investigación riguroso realizado por investigadorxs de nuestra institución. Sin explicaciones, el mismo fue removido de la web oficial del organismo horas después de su publicación. Decidimos poner en circulación su contenido nuevamente y llamar a la comunidad a defender la ciencia pública, soberana y digna que llevamos adelante desde Conicet”.  
https://www.instagram.com/p/DRiL7ckEe3A/?igsh=MXNqcHJ2eHo2MHAzeQ%3D%3D

El gallinero y el consenso

Todo había comenzado a las 9.30 de la mañana, hora a la que las asambleas mendocinas por el agua convocaron a las puertas de la Legislatura donde la Cámara de Diputados, a partir del mediodía, debatió y terminó aprobando la media sanción al paquete de 4 proyectos mineros que el gobernador Alfredo Cornejo (UCR) envió al poder legislativo el miércoles 29 de octubre, tres días después de ganar las elecciones de medio término.

Mendoza: el consenso de la rosca y la inmediata movilización contra el proyecto minero San Jorge

Pese a ser un día laboral, la convocatoria en contra de la megaminería fue multitudinaria y creció a medida que avanzó el día sobre la Plaza Independencia, frente al Palacio Legislativo. De fondo, las montañas, como símbolo de lo que se busca que no sea arrasado. El paisaje también fue de aplausos, cacerolazos, bombos, redoblantes y cientos de carteles. Algunos más directos, exigían el “no a la megaminería”.

Otros más simples: “El agua es del pueblo”.

Los poéticos: “Somos gotas de un mismo río”, ese río llamado Mendoza y que está en juego si se aprueba el proyecto San Jorge, en la localidad de Uspallata. En una de las vallas lindantes para que las y los honorables diputados no se mezclen con la gente, alguien colgó una cartulina blanca: “Gallinero cerrado por falta de huevos”.

Nadie ve en directo lo que pasa. Ni el pueblo movilizado en las afueras ni quien quisiera seguir la votación en algún otro lado del mundo.

Lo que pasa en Diputados no se transmite. Se oculta.

Mientras la gente sigue de pie en la calle, cantando, gritando, bailando, refugiándose bajo sombrillas o en las sombras que dan las abundantes copas de los árboles.

Desde adentro del recinto iban confirmándose, una por una, las previsibles malas noticias.

Primero se debatió de forma expeditiva y se votó el Fondo de Compensación Ambiental, apuntado a conformar un fondo para afrontar catástrofes ambientales que produzcan las empresas y las revierta el Estado. Se aprueba: 39 (UCR, libertarios y peronistas unidos) a 6.

Segundo tema: se debate de forma expeditiva y se vota el proyecto de ley de regalías mineras, que estipula que una empresa puede pagar como máximo el 3% (igual que la vigente ley nacional), renunciando al límite del 5% que fijaba el RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones). Se aprueba: 39 (UCR, libertarios y peronistas unidos) a 6.

La gente, afuera, canta: “No se vende, el agua no se vende”.

Tercero, se debate de forma expeditiva y se vota el expediente Distrito Minero Occidental II, que abarca 27 proyectos de exploración en la localidad de Malargüe. Se aprueba: 39 (UCR, libertarios y peronistas unidos) a 6. 

En las calles se repudia megáfono en mano esa escena de negociados con rostro de “consenso”: “Se acaba de aprobar totalmente fuera de toda legalidad. La Ley 7722 establece que por cada proyecto minero de exploración tiene que entrar a la Legislatura una declaración de impacto ambiental. Y acaban de aprobar 27 proyectos con una sola declaración de impacto ambiental”. 

Lo que sigue es un repudio generalizado. El grito de “ladrones” fue de lo más elegante y suave que se destinó a semejante aberración legislativa.

Por último, se debatió de forma expeditiva y se votó la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto San Jorge Cobre Mendocino. Se aprueba con 32 votos (en la imagen figuran 31 por error) a 13 (los siete votos negativos los sumó el peronismo que en la aprobación del dictamen se habían abstenido).

La multitud, afuera, explotó otra vez de indignación. Se cantó: “La cordillera, que linda está, y si la tocan qué quilombo se va a armar”. Allí comenzó la asamblea, y los primeros signos de la hoja de ruta a seguir, que empezó con una inmediaa movilización.

Esta historia continúa.

Mendoza: el consenso de la rosca y la inmediata movilización contra el proyecto minero San Jorge

Mendoza: el consenso de la rosca y la inmediata movilización contra el proyecto minero San Jorge

Seguir leyendo

Actualidad

Marcha de jubilados: el hit del día y por qué las cuentas no dan

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Increíblemente sigue sin haber ni asomo de respuesta oficial alguna a los jubilados y jubiladas (salvo la indiferencia en unos casos , la represión en otros). Este miércoles volvieron a marchar en la zona de Congreso. Mientras el gobierno y sus funcionarios se abrazan a los saltitos en las reuniones de gabinete y apenas atinan a debatir el control de cajas opacas y millonadas de dólares, este sector sigue siendo víctima de dos herramientas: motosierra para los medicamentos y servicios, licuadora para sus ingresos. Un miércoles entre alquileres, comida saladita, indiferencia, sombreros Piluso, testarudez para seguir, carteles y nuevos hits musicales.

Por Lucas Pedulla Fotos Juan Valeiro

Miguel, 73 años, vecino de Once, cobra la jubilación mínima (en diciembre será $340.879,59, más el bono de $70.000, y se sumará el aguinaldo), pero solo de alquiler tiene $450.000. Su señora también cobra la mínima –mismos valores–, por lo que pasa lo siguiente: “una jubilación sirve para comer y otra, para el alquiler”.

Marcha de jubilados: el hit del día y por qué las cuentas no dan

Clima de época.

De todas formas está buscando dónde acceder a algún bolsón de mercadería porque hasta hace poco lo ayudaba su hijo –enfermero–, pero ya ni eso. El kilo de morrón en la verdulería le salía $5.000, así que le terminó comprando a un vendedor ambulante, que vendía medio por $1.000. “No quieren que lleguemos a un 2001, pero nos están empujando para allá”, dice en tono chaqueño, tierra de donde se vino hace 20 años porque, explica, Dios atiende mejor la salud en Buenos Aires. La única salida, piensa, es seguir insistiendo, cada miércoles: “Mi parrilla tiene herrumbre”.

Sobre vecinos y siestas

Olga, 70 años, vive a dos cuadras de esta Plaza a la que viene cada miércoles. Todas las semanas la ve así, movilizada. Y escéptica: “Mejor ni hablemos de mis vecinos, porque si pudieran salir a pisarnos, ahora mismo, nos pisarían”. Cuenta que está mal porque el alquiler se le fue a $600.000, el mismo valor que su jubilación. Su hija, por suerte, la mantiene, de lo contrario no podría vivir. La hija tiene tres trabajos: docente en una universidad, administrativa en otra y artista en un grupo de teatro. Ahora se viene la reforma laboral –encima–, pero Olga revolea los ojos al pensar qué es lo que puede pasar en las calles: “Hay mucha indiferencia, porque amenazan con que la jornada se va a extender 12 horas, pero muchos ya están laburando eso. Oíme, lo de trabajar 8 horas, salir de la fábrica y disfrutar tu vida, se terminó. Hoy la guita fácil está matando a la fábrica”.

¿Por qué seguir viniendo? “Porque es la lucha”, dice. “Por Norma Plá”, agrega. “Y porque si nosotros nos bajamos, el gobierno se queda durmiendo la siesta”.  

Marcha de jubilados: el hit del día y por qué las cuentas no dan

Almorzar, cenar, y el hit del día

Carlos, 73 años, también tiene la reforma laboral en la cabeza, por la que armó un cartel en su casa de Avellaneda, sur conurbano, y lo trajo al miércoles que no falta nunca:

  • “Es ahora, CGT. Mañana puede ser tarde”.

Carlos sabe que no hay mucho tiempo. Tampoco espera nada del Gobierno: “Si no tiene piedad con un discapacitado, imaginate con un jubilado. Espera que pasemos de largo”.

Confiesa que hay una palabra que viene odiando mucho: “Gobernabilidad”. Eso siente que garantizó la CGT y los partidos políticos al no querer salir a la calle. Es radical, pero también le habla a los peronistas: “El pueblo está de este lado de las vallas. No puede ser que voten contra nuestros intereses. ¿Pero sabés qué va a pasar? A mitad del 2026 le van a soltar la mano y se van a candidatear en 2027. Los únicos pelotudos que seguimos bancando somos nosotros”. Pese a todo –y a todos– Carlos se mete de lleno en la marcha.

Marcha de jubilados: el hit del día y por qué las cuentas no dan

Carteles de la Ciudad intervenidos para la marcha. En este caso, con la foto de Carlos (Chaca), uno de los jubilados emblemáticos de cada miércoles.

Estela, 63 años, también de Avellaneda, es más práctica: “La CGT está comprada”. También se indigna con los partidos políticos: “No hay unión”. Se embronca con algunos que no están en esta calle, en este cara a cara con la policía –como ella–, o con la bandera argentina que utiliza como capa, o con ese sombrero Piluso que tiene un cartelito que la pinta de cuerpo entero, aunque se le dibuja una sonrisa: “Jubilados testarudos”.

Marcha de jubilados: el hit del día y por qué las cuentas no dan

Expresión de arte conceptual acompañando la manifestación.

Lo testarudo, en Estela, se manifiesta en que no va a dejar de venir y de estar, sobre todo porque su jubilación mínima, con la que antes podía proyectar el mes y más tarde la semana, ahora solo le alcanza para comparar precios en lo diario. Ni hablar –dice– los remedios, porque hoy a muchos se les juega pensar si almuerzan para no cenar.

Marcha de jubilados: el hit del día y por qué las cuentas no dan

Editorial político en siete palabras.

¿Y esta noche?

–Espero comer algo saladito. Puede ser fideo. O arroz. Es muy penoso. Perdoname, pero me pone mal.

Estela se mete a la marcha, la misma de Miguel, Olga y Carlos, y tantos otros y otras, que están siempre, pase lo que pase, siendo los mismos, en horarios distintos, con un sol imposible o en una sombra de radio abierta que tampoco interpela. Todos saben que hay que repensar estrategias, formas, pero que el lugar para hacerlo sigue siendo esta calle.

De fondo, mientras tanto, se escucha el hit del día, al menos mostrando otra impaciencia:

Luchen todos,

no rompan más las bolas,

a ver si se dan cuenta:

la lucha es una sola. 

Marcha de jubilados: el hit del día y por qué las cuentas no dan
Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente. ©2025 Agencia lavaca.org. Riobamba 143, Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina - Editor responsable: Cooperativa de Trabajo Lavaca ltda. Número de propiedad intelectual: 50682265 - [email protected] | Tel.: +54 9 11 2632-0383

Vistas el día de hoy: 37.053