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Marcha federal universitaria: en defensa del derecho a soñar
Con alegría, con la palabra y el abrazo, y movilizada, la sociedad argentina salió otra vez a defender su derecho al futuro. Eso es lo que significa la universidad pública: la esperanza y la dignidad, una batalla central en momentos donde el plan del gobierno busca imponer otro modelo. ¿Cuál es? Responden quienes estuvieron en la marcha.
El cruce de generaciones y la diversidad incluyó estudiantes, trabajadores de múltiples gremios que adhirieron, docentes, partidos políticos de todas las clases, asambleas barriales, colegios enteros, organizaciones de todo tipo, con gran visibilidad de las de jubilados, como cada miércoles en Congreso.
Hubo gente de los barrios, de las aulas, de las fábricas y talleres. Hubo cursos completos que se movilizaron desde sus escuelas y universidades. Docentes y científicos identificados con sus guardapolvos blancos. Y muchísima gente “suelta” (como se describe a las que no van como parte de gremios o partidos). Familias, parejas, grupos de amigas y amigos. Los carteles caseros marcaron el tono de los reclamos, de la creatividad, y de lo denso de la situación. Los mensajes y las palabras de una sociedad que no se resigna a las políticas oficiales del insulto, los discursos de odio la destrucción. Y que sigue apostando por la educación, definida en uno de los carteles con un sol, un corazón y una idea: “La única revolución que dura para siempre”. La crónica de lo que enseñó la calle hoy, antes de conocerse, por la noche, el veto presidencial a la Ley, que tal vez pueda cambiarse en el Congreso de la Nación, si es que no vuelve a ocurrir lo mismo que con la fórmula de movilidad jubilatoria.
por lavaca.org / Fotos en Buenos Aires: Juan Valeiro
Imagen de la marcha en Buenos Aires.
Las calles no pudieron ser vetadas ni sujetas a protocolos policiales. Fueron otra vez las venas y las arterias por las que fluyó una energía social movilizada en defensa propia en todas las ciudades del país. El gobierno busca vetar la Ley de Financiamiento Universitario, como ya lo hizo con la movilidad jubilatoria. Omitió hacerlo hasta ahora esperando esta movilización, para operar luego con el veto que se confirmará si es que esta vez vuelve a encontrar diputados como los que Javier Milei llamó “héroes” –con asado incluido y negociaciones turbias– por haber votado contra los jubilados.
Pero en las calles se respira alegría mientras la multitud va ocupando cada espacio. Se ven sonrisas. Se oyen canciones. Se siente que las miles de personas que hoy marcharon necesitaban expresar su rechazo al plan del gobierno de desfinanciar la universidad pública. El derecho que se defiende es el de soñar.
Lo dice un cartel: “No somos la casta, somos pibxs con sueños”.
Esos carteles, muchas veces hechos en cartones con marcadores o en hojas manuscritas, fueron una especie de enorme coro que opinó y describió el presente.
Foto: Juan Valeiro para lavaca.
Sobre la libertad y Conan
Algunos ejemplos de mensajes escritos a mano:
“La educación pública me abrazó a mí. Hoy la abrazo yo”.
“Analfa-veto”.
“En la Universidad pública papel higiénico y miedo nunca tuvimos”.
“Gracias a la educación pública soy veterinaria de perros reales”.
“Sin ciencia no hay Conan”.
“¿Esta libertad querías?”
“Te hicieron creer que vivías en un país de mierda para que no lo defendieras cuando lo destruyan”.
“Primera profesional de una familia obrera”.
“Inventados son tus 5 perros. Acá estamos todos los estudiantes de la universidad pública”.
“A mí me pueden bancar la UADE gracias a que mi mamá estudió en la pública, ¿cómo no la voy a defender?”
“Quienes solo tengan aspiraciones individuales nunca entenderán una lucha colectiva”
“¿Harta? Sí. ¿Rendida? Jamás”.
La marcha en Córdoba y Rosario.
“Imaginate estar en contra de lo que hace excepcional a este país”.
“Las fuerzas del pueblo”.
“Ahorrar en la universidad pública enriquece la ignorancia”.
“Cortemos las calles para que no nos corten las clases”.
“Si hay veto, hay tomas”.
“No somos la casta, somos pibxs con sueños”.
“Estudio para no pedirle consejos a un perro muerto”.
Foto: Juan Valeiro para lavaca.
El mensaje en el guardapolvo
“Hijo y nieto de empleadas domésticas. Me gustaría ser profesor”, dice el cartel que tiene Matías, 18 años, que vino en el tren Roca desde Lomas de Zamora. “Mi bisabuela y tatarabuela eran amas de casa. En general, no hay gente con estudios universitarios. Dos de mis cinco tías terminaron el secundario, mi mamá no pudo. Recién mi generación estamos pudiendo tener estudios”. Quiere hacer el profesorado de Artes en la UNA: “Para mí es muy importante. Es muy significativo el hecho. El gobierno es gente con mucho odio, y le molesta que la gente sea feliz. Esta gente, llena de privilegios, nunca va entenderlo”.
Ana tiene 14 años, vive en San Justo y anda con un cartel que dice: “Y si ahora gritamos y cantamos a modo de protesta, es porque preguntamos bien y nadie nos dio una respuesta”. También lleva puesto un guardapolvo, que en el dorso comparte esta inscripción: “La educación no es un favor, es un derecho”.
“Estoy acá porque me parece una injusticia que algo que tanto nos beneficia como es la educación, se esté recortando de esta manera. Yo estudio en una escuela pública y ya sé que voy a estudiar Derecho en la UNLaM, una universidad pública. Siempre voy a defender lo público, porque de ahí vengo”. Analiza: “Milei les llegó a los adolescentes y jóvenes desde un lado de la rebeldía, del gritar en sus discursos, los jóvenes se dejaron llevar por la rebeldía y votaron para el culo”. ¿Cómo se mira lo que viene teniendo 14 años? “Este es un país que defiende sus derechos, me ilusiona que la gente salga a la calle, que defienda lo que es suyo, que apoye a la educación pública”. ¿Qué esperás para adelante? “Que lo echen o que se vaya solo”.
Foto: Juan Valeiro para lavaca.
Natalia (46 años) y Naomí (27) son de San Fernando y Tigre. Ambas son docentes. Naomí, además, es estudiante de la UBA, en la carrera de Psicología. Ambas llevan en sus manos dos cartones, que tienen letras negras escritas. El de Natalia dice: “En defensa de la universidad pública, gratuita, de calidad”; el de Naomí: “Cómo no defender lo que le da prestigio a mi país”.
Más carteles: Axel y Juan Pablo son de Avellaneda; Marilyn es de Villa Domínico y Juan de Wilde. Cuatro conurbanos bonaerenses que llevan felices sus carteles en las manos y en sus cuerpos. Axel, 28 años, estudio en un profesorado de Matemáticas, muestra el suyo con determinación: “Marcho por el mañana porque en el pasado murieron por el ahora”. Y muestra sus palabras: “Nuestra presencia acá es fundamental para el futuro de la educación argentina, por los derechos de hoy y de los futuros ciudadanos, que nadie se los puede privar”.
Marilyn tiene 22 años y su cartel pregunta: “¿Qué más le piden a un docente universitario? Mínimo 6 años de carrera, un título y aun así hay que salir a reclamar para llegar a fin de mes”. Estudiando para contadora en la UBA, donde le faltan 11 materias para recibirse. “Vengo a marchar porque vemos día a día la falta de presupuesto. Yo trabajo en un estudio contable, y no me alcanza para llegar a fin de mes, pero a un profesor que ya tiene un título, que es un profesional, tampoco le alcanza”.
Foto: Juan Valeiro para lavaca.
Mariano Fernández lleva un cartel que llama la atención: “Nieto de inmigrante, nieto de peón de fábrica, hijo de almacenero, hijo de la resistencia, hijo de la educación pública. Mi hermano Lucio va a ser el primer graduado de la familia. Es por él y por todos”.
Mariano vive y tiene su almacén familiar en Avellaneda. Dice que “por tema de laburo” se priorizó a su hermano Lucio, que se está por recibir el arquitecto, lo que no pudieron hacer su padre ni su abuelo, ambos obreros: “Mi viejo siempre nos decía que hay que organizarse para luchar, y movilizarse para vencer. Hay que ganar la calle para vencer la trampa; hay que salir, y no perder la fe. Mi viejo y esa generación lucharon por un país mejor. Muchos dejaron su vida y ahora nos toca levantar esa bandera”.
Foto: Juan Valeiro para lavaca.
“Villero y Universitario, el terror de los libertarios. Plan Fines, Laferrere”, se lee en un pedazo de cartón repleto de dignidad. Las manos que lo levantan son de Jésica Quintana, 37 años, del barrio Independencia de Laferrere. Está estudiando el segundo cuatrimestre del Plan Fines.
Dice: “Tengo este cartel porque somos conscientes que si no hay una educación pública, no hay derechos ni futuro. Yo a mi hija la había anotado en una escuela privada y la tuve que sacar y mandar a la escuela pública porque no me daba para pagarla. Y hoy mi situación es que hay días que no tengo ni para comer”.
La situación en su barrio: “Las escuelas están colapsadas, porque todos los que iban a escuelas privadas, ahora se pasaron a escuela pública. Los comedores están pidiendo más refuerzo, porque los nenes van a la escuela y piden comer más; las mamás se desesperan por una caja de leche en polvo, hay una necesidad enorme”. Y revela: “En mi barrio hay mucha gente que votó a Milei, que le pasó lo mismo que en la época de Macri. Todos querían un cambio y pensaban que el peronismo le estaba robando, cuando con el peronismo se obtuvieron más derechos, y hoy en día no tenemos nada. Mucha de la gente que lo votó, ya está arrepentida”.
Foto: Juan Valeiro para lavaca.
Cecilia vive en Buenos Aires, nació en Formosa y estudió Comunicación Social en la Universidad Nacional de Córdoba. Tiene 40 años y lleva un cartel que dice:
¿Harta? Sí. ¿Rendida? Jamás. La educación pública se defiende.
Lo que la harta: “No encuentro casi nada bueno de este momento, sinceramente, y malo encuentro un montón. No puedo creer que todavía pase esto. Tengo mucha desmoralización por momentos, mucha desesperanza, pero por eso en el cartel digo “rendida jamás”.
Lo que la ilusiona: “Hay que seguir peleando. Me esperanza que nada dura para siempre, todo tiene que cambiar en algún momento”.
Florentina y Carla son amigas y docentes en el barrio Malvinas Argentinas. Florentina llegó con su hijo y un mensaje manuscrito sobre cartón: “Vine a protagonizar la única revolución que dura para siempre. Pública, Universal, Laica, Inclusiva y Gratuita”.
Plantea Florentina: “Estaba Cristina y la gente quería cambiar. Votaron a Macri. Se hartaron y votaron a Alberto. También se hartaron y votaron a este. Todo esto es una tristeza, pero hay que estar en la calle”. Carla pasa un dato del barrio: “Lo veo hasta por mi familia. Cada vez hay más arrepentidos de haberlo votado, aunque no siempre se atreven a decirlo”.
Foto: Juan Valeiro para lavaca.
Los carteles abundan, hablan de gente suelta, pero también hay sindicatos y sus banderas. Elías (49) y Alberto (39) son vecinos de Barracas, trabajadores de la construcción y sostienen una de su sindicato: la UOCRA. “Sin educación no hay futuro”, dice Alberto. Elías tiene una hija de 14: “Si no nos despertamos ahora ni hacemos bien las cosas cada vez va a ser más complicado. Este gobierno solo piensa en pocos y no les interesa la justicia social, los jubilados, los estudiantes. Por eso vetaron todas las leyes, siempre en contra del ciudadano”. El trabajo también está complicado: “La obra pública es la madre de las industrias, y ahora todo está frenado”, dice Alberto. Elías tiene amigos arrepentidos de su voto: “El voto de confianza ya se le apagó. Un voto es esperanza, trabajo, la búsqueda de un bienestar distinto, pero este redujo el gobierno, la industria, las obras, cagó a los jubilados. Y a la persona que vos le preguntes, hoy no llega a fin de mes. Argentina es un país hermoso, riquísimo, ¿cómo puede ser que tengamos 52% de pobres?”.
Foto: Juan Valeiro para lavaca.
La calidad o la traición
Las dos marchas universitarias fueron las más grandes de la Era Milei. La de hoy reunió el argumento de adelantarse al veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, presión no tanto para la Rosada – que anunció que lo vetará pase lo que pase- sino apuntando al Congreso.
En la calle, marcharon parte de la UCR y la Coalición Cívica (con Lilita a la cabeza), se vio a Cristina saliendo al balcón del Instituto Patria, y a Horacio Rodríguez Larreta en la calle. A radicales como Martín Lousteau, Facundo Manes o Martín Tetaz; estuvo el ex ministro de Economía y candidato presidencial Sergio Massa; Pablo Moyano encabezando una columna escueta de la CGT; entre otros dirigentes que muestran que el reclamo es transversal a varias internas y grietas.
¿O no?.
Marcha en Mendoza y Santiago del Estero
Flor tiene 25, estudia Derecho en la UBA y es militante de Franja Morada, la agrupación universitaria del radicalismo. ¿Votó a este gobierno? “No podría votar jamás a alguien que, desde sus inicios, habló contra la universidad pública”. Vino de Jujuy porque allá no hay carreras de abogacía, y es primera generación universitaria: “Vinimos por dos objetivos: uno de corto y otro de largo plazo. En el corto plazo, para defender el presupuesto universitario y expresar que no tiene que haber un veto a la ley de Financiamiento Universitario que se aprobó y el presidente dijo, en sucesivas ocasiones, que va a vetarla. Y, a largo plazo, para garantizar el futuro: la universidad pública argentina hace bastante que no recibe el presupuesto que se merece, pero ahora se ve agravado, y eso perjudica la calidad académica. Afectarla, desfinanciarla, es perjudicar el futuro. Yo estoy cerca de recibirme, y tuve toda la calidad que recibí gracias a esta universidad. Pero así los docentes y no docentes, que están cobrando por debajo de la línea de la pobreza, se van a empezar ir y van a perjudicar a las futuras generaciones”.
Foto: Juan Valeiro para lavaca.
Si Milei veta la ley, ¿confía que sus propios diputados defenderán el proyecto? “Estoy viendo el contexto político perdido: la oposición tiene que ser dura en defender la bandera que ya tenemos. La Franja, si bien está relacionada a la UCR, no necesariamente acompaña cuando no es coherente con lo que tiene que hacer. La coherencia es que el radicalismo, si hay un veto, garantice que todos van a salir a defender la ley, que incluso fue creada en el espacio: es una bandera que siempre nos enorgullecemos tener. Esta marcha también es para pedirle a los diputados que actúen con coherencia, que sigan defendiendo la bandera, porque eso garantiza que todos podamos tener una educación mejor”.
Sin embargo, durante la discusión por el veto al magro aumento de las jubilaciones, los diputados radicales que habían votado a favor luego se dieron vuelta: “Me cayó muy mal. Fue terrible ver cómo por intereses propios traicionaron los intereses colectivos. Celebro los comunicados que sacó la UCR después, ¿pero cómo se va a traicionar así al pueblo? Me pareció un hecho de una traición directa a quienes los votamos”.
¿Nos llevan puestos?
Juan, 22 años, estudiante de derecho de la UBA, también es ayudante de cátedra. Plantea: “El presupuesto no alcanza, vemos cómo los techos se caen a pedazos y la falta de insumos en los baños. Los docentes no viven con lo que cobran; se merecen algo digno, porque gracias a ellos somos lo que somos”. Y mira a futuro: “Estamos en una situación en la que nos quieren arrebatar nuestros sueños, para que no podamos ser quienes queremos ser, pero creo que todos los que estamos hoy acá vinimos para unir fuerzas y que todo esto que busca fomentar este gobierno lo podamos revertir”.
Gisela y Miranda, madre e hija, vienen de Vicente López. Miranda tiene 15 años y estudia Piano en la Escuela de Música Juan Pedro Esnaola. “Quieren que el que no pueda pagar, no estudie, y que se quede trabajando en condiciones horribles. Que la gente se quede fuera de acceder a la educación y de formarse”. Gisela tiene 48 y no estudió: “Pero vengo por el futuro, por la gente que hoy estudia y está en condiciones deplorables. Nuestra educación siempre fue de calidad, de excelencia, así que la venimos a defender a muerte. Quieren ir rompiendo de a poco todo lo que se pueda para desarmar la sociedad: comedores populares, ANSES, universidades, todo lo que sea el Estado. Y si nosotros no salimos a defenderla, obviamente nos llevan puestos. La educación es el inicio de todo”.
Foto: Juan Valeiro para lavaca.
También son madre e hija Alba (44) y Valentina (18). Alba es profesora de arte y tiene un cartel que ya es un hit: “Estudiá, no seas Adorni”. Se crió en Ciudad Oculta, en Lugano, sur de la ciudad: “Vengo de un barrio humilde y salí gracias a la educación. La educación es la salida. Quieren romperla porque no quieren que lleguen estos pibes, que piensen, que sean críticos”. Valentina, su hija, está estudiante para ser profe de arte: “Vengo por mis profes que me enseñaron a luchar. Tengo amigos que lo votaron y vine también por ellos, para que puedan estudiar. Algunos se arrepintieron, otros siguen confiando, pero ya va a surgir otra charla donde me van a responder mejor. Ellos tampoco se merecen algo malo”.
Sol (20), Camila (26), Agustina (30), Milagros (27) vienen de Escobar. “Un pueblo leído jamás será sometido”, dice el cartel que lleva Camila, pero dice que lo escribió Agustina. Explica la autora, estudiante de profesorado de teatro: “La educación es nuestra herramienta para no ser sometidos por el poder que sea y ser conscientes de nuestros derechos, obligaciones y poder estar cada día mejor. Ahora son las universidades pero después va a ser el resto de la educación. Sabemos por lo que estamos luchando porque tuvimos educación; si no, no estaríamos acá”.
Camila: “Un pueblo ignorante es mucho más fácil de manejar. Es un punto que moviliza todos. Si vos vas a estudiar, tenés un futuro, donde armar posibilidades. No solo la universidad: una primaria, una secundaria. Estudiar abre puertas. Y no pueden sacarte un derecho: es lo más básico”. Agustina trae la memoria de su abuelo, que tiene 80 años y le pidió que salga a marchar: “Me dijo que él no pudo porque, si salía, no estaría vivo. Es el legado de muchas personas que no pudieron. ¿Cómo vas a quitarnos algo que la gente salió a defenderlo incluso con la posibilidad de morir?”.
Foto: Juan Valeiro para lavaca.
Elías (49) y Alberto (39) son vecinos de Barracas, trabajadores de la construcción y sostienen una bandera de su sindicato: la UOCRA. “Sin educación no hay futuro”, dice Alberto. Elías tiene una hija de 14: “Si no nos despertamos ahora ni hacemos bien las cosas cada vez va a ser más complicado. Este gobierno solo piensa en pocos y no les interesa la justicia social, los jubilados, los estudiantes. Por eso vetaron todas las leyes, siempre en contra del ciudadano”. El trabajo también está complicado: “La obra pública es la madre de las industrias, y ahora todo está frenado”, dice Alberto. Elías tiene amigos arrepentidos de su voto: “El voto de confianza ya se le apagó. Un voto es esperanza, trabajo, la búsqueda de un bienestar distinto, pero este redujo Gobierno la industria, las obras, cagó a los jubilados. Y a la persona que vos le preguntes, hoy no llega a fin de mes. Argentina es un país hermoso, riquísimo, ¿cómo puede ser que tengamos 52% de pobres?”.
Fanático y futuro
Desde temprano la gente no paró de circular, yendo y viniendo, según distintos horarios de convocatoria. Porque si bien el acto llamaba a las 17 horas, la movilización arrancó pasado el mediodía: a dos horas del horario estipulado para la concentración, las inmediaciones del Congreso de la Nación ya era una marea de pueblo.
A la hora del acto, a las 17, por Entre Ríos la marea de gente pasaba Independencia. Ese pulso no paró durante todo el día.
La movilización se replicó en todo el país, siendo las marchas en Córdoba y Comodoro Rivadavia otras dos de las más masivas.
Remigio Ocampo (65) es vendedor de empanadas y fue uno de los detenidos durante la Ley Bases, acusado de terrorista: la causa todavía está abierta, pero aún no recuperó su celular. Vino de Tortuguitas, norte del conurbano bonaerense, no sólo para hacerse unos pesos: “También por el maltrato que hace este gobierno. Está devastando todo. Esto ya lo vivimos en los noventa. Es el menemismo, nomás que más rápido. No entiendo ni qué quiere. Yo creo que él no sabe. Es un psicópata: habla mal de China y ahora pide préstamos, habla mal de Brasil y le pide energía. El tipo se encontró con una sorpresa y está gobernando, también hay que decirlo, por lo mal hecho en los últimos ocho años, tanto de Macri como de Alberto. Pero hay necesidad en la calle de estar. Y todavía necesitamos ser mucho más”.
Foto: Juan Valeiro para lavaca.
La idea de que aún falta más gente en las calles es compartida por Damián Verzeñassi, director del Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario. “Justo me tocó estar acá y vine a marchar sobre todo porque entendemos que para poder ser libre una sociedad necesita estar sana; y un elemento clave para la salud es la educación. Sin educación no tenemos posibilidad de construir sociedades saludables, y mucho menos sociedades libres”, plantea a lavaca.
¿Desde la universidad pública qué se percibe?
Creo que institucionalmente hay una reacción, el ahogo presupuestario se sintió y muy fuerte, pero siento que todavía como comunidad, más allá de la multitudinaria marcha que se ha hecho 23 y la de hoy, en la sociedad se ha instalado esta idea de que hay que ver cómo acomodarse a la situación, y eso es lo para mí preocupante. Lo han logrado, creo yo, con la política de la crueldad que se instaló y que se sostiene a fuerza de militarización y persecución. Han logrado anestesiar a una gran parte de la sociedad. Porque hoy estamos en todo el país, vamos a ser más de un millón, pero tendríamos que ser muchos más.
¿Cuántos?
Tendríamos que ser los suficientes como para que ningún diputado o diputada tenga la posibilidad de pensar siquiera en dar vuelta su voto, como hicieron con la barbarie de dar vuelta un aumento miserable para los jubilados y jubiladas.
¿En dónde puede estar el contagio para que haya más gente participando?
Yo creo que se logra ser más desde adentro de la universidad, sacándonos de una vez por todas la actitud que hemos asumido pasivamente, en muchos casos, y que hemos resistido en otros, de ser serviles a las corporaciones. Mientras la universidad y la universidad pública sigan formando a los profesionales que trabajan en el servicio de las corporaciones para destruir los territorios, para legitimar el saqueo, para legitimar el extractivismo, va a ser muy difícil que la sociedad en su conjunto salga a abrazar a la universidad, pese a que hoy somos millones en todo el país. Creo que ahí hay un gran debate. Necesitamos defender a la universidad de quienes quieren desfinanciarla, pero también necesitamos defenderla, de quienes quieren transformarla en una herramienta al servicio de las corporaciones.
¿Hay esperanza?
La esperanza la veo en la gente que a pesar de todo se moviliza aun sabiendo que mañana hay un grupo de personas que creen que pueden, con una firma, vetar una decisión del Congreso. La esperanza la veo en los miles y millones que, a pesar de que cada vez tenemos menos posibilidad de pagar los servicios básicos, seguimos pensando en que defender la universidad pública no es defendernos a nosotros mismos, sino la posibilidad de que todos tengan el derecho a la educación, y la posibilidad de acceder a la universidad.
Natalia, de Tigre, sobre la esperanza: “La esperanza son los jóvenes, la gente que se moviliza, los jubilados que están apoyando. Acá hay una gran posibilidad de hacer algo, de cambiar las cosas”.
Agrega Naomí: “Me ilusionan los jóvenes, el pensamiento crítico, que estudien, que se interesen por el futuro de su país. Para que no nos roben la ilusión hay que seguir luchando y compartiendo estos momentos, unidos, con fuerza, así es imposible que perdamos la ilusión”.
Cecilia, de Formosa: “Hay que seguir peleando. Me esperanza que nada dura para siempre, todo tiene que cambiar en algún momento”.
Las canciones finales decoran la tarde de melodías que mezclan esta rara alegría de la lucha:
Che peluca che peluca, no te lo decimos más,
Si nos tocás a la escuela qué quilombo se va a armar.
Miles de personas la saltan y la gritan.
Luego la multitud empieza a desconcentrarse, en una coreografía de una jornada en paz y sin protocolos que inundó la zona de Congreso.
Desde el escenario se escucha el último tema, uno de Lali Espósito llamado Fanático, con reminiscencia al Presidente, cuyo estribillo dice: “Es mi fanático, me vuelve loca. Toda la noche me sueña y se toca”.
Una docente pasa y dice: “Me encanta que termine con este tema”.
Y se va sacudiendo la cabeza y cantando mientras se cruza con una chica de remera negra estampada con estas palabras: “Sin Universidad no hay futuro”.
Foto: Juan Valeiro para lavaca.
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Otro trabajador del subte murió de cáncer por el asbesto usado en vagones comprados en tiempos de Macri
Jorge Navarro llevaba 30 años como trabajador del subte, era tornero, y hace años padecía un cáncer de pulmón por exposición al asbesto. Es el cuarto trabajador fallecido por esta causa. Desde el sindicato denuncian que hay además 107 trabajadores afectados, cinco de ellos con cáncer. El asbesto, o amianto, es un material que se utilizó en la fabricación de vagones españoles para subtes que fueron comprados durante la gestión de Mauricio Macri en la ciudad de Buenos Aires. Aclaración: publicamos el mapa del subte con asbesto, que debe ser permanentemente actualizado. Desde ahora habrá que agregar un fallecido más (4 en total) y en los últimos meses la cifra de afectados pasó de los 86 que mostraba el mapa, a 107.
Por Anabella Arrascaeta
A las 3 de la mañana de este jueves, después de dos meses de agonía, murió Jorge Navarro, trabajador del subte, de profesión: tornero. Estaba internado en el Hospital Británico, bajo cuidados paliativos y tratamiento del dolor, desde que había agravado su cáncer de pulmón producto de la exposición al asbesto, tal como lo reconoció la auditoría médica en 2020.
Desde hacía treinta años Jorge trabajaba bajo tierra en el área de mantenimiento del Taller Constitución del subte, en todo lo relacionado a tornería en el eje de los trenes, en las ruedas, o en otras piezas.
Jorge Navarro es el cuarto trabajador del subte fallecido por la misma causa, su muerte se suma a la de Jorge Gabriel Pacci, 56 años; Juan Carlos Palmisciano, 71; y Jorge Visquet, 53. Además, desde la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP, conocida como Metrodelegados) denuncian que hay 107 trabajadores afectados de los cuales cinco están cursando cáncer de pulmón: uno es trabajador de base, cuatro son supervisores.
A su vez hay 2.179 trabajadores y trabajadoras bajo vigilancia médica por haber sido ingresados al RAR (Relevamiento de Agentes de Riesgos) lo cual habilita que les realicen estudios que detecten el problema: placa radiográfica para asbesto, espirometría y tomografía computada de alta resolución, con la obligación de guardar las historias clínicas por 40 años. Aunque cada vez son más los ingresados, desde el sindicato denuncian que falta incorporar alrededor de 1.400 trabajadorxs que están en las estaciones. MU publicó una investigación sobre el tema en la edición 185, que puede leerse aquí.
“Nuestra desesperación”
Consultado por lavaca, el histórico referente de los metrodelegados y actual secretario general del gremio, Roberto Beto Pianelli, dijo:
“Esto nosotros lo estuvimos anticipando. Que iban a seguir apareciendo enfermos producto de la exposición al asbesto, y que van a fallecer compañeros, lamentablemente. El daño que han hecho es irreparable. Los períodos de latencia de la enfermedad, hasta que aparece, a veces son prolongados. Por eso nuestra desesperación y nuestra lucha ha sido para sacar el asbesto que todavía queda en el subterráneo para que nuevos trabajadores, o aquellos que no se hayan enfermado todavía, no sigan expuestos a este peligro permanente”.
Francisco Ledesma, que trabaja en el subte reparando trenes desde 1994 y actualmente es Secretario de Salud del sindicato dice camino al velatorio de su compañero: “Es triste y da bronca, desde que descubrimos el asbesto todos los días sabemos que hoy podemos tener un nuevo afectado, un nuevo enfermo por cáncer, un nuevo compañero muerto. Ahora estamos en un pico de angustia, de bronca, de impotencia. Por Jorge y porque el gobierno de la Ciudad no termina de tomar la decisión para que haya más empresas que se encarguen de sacar el asbesto de los subtes, ni se sabe quién va a proveer las nuevas flotas. Y en el mientras tanto nosotros tenemos que seguir trabajando cada día con el asbesto alrededor. Este año pedimos audiencia tres veces con el presidente de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase): no nos dijeron que no, dan evasivas, pero lo real es que nunca nos recibieron”.
Trabajadores de la Línea B del subte junto a integrantes del equipo de la secretaria de Salud del sindicato.
El veneno en el aire
El asbesto, o amianto, es un mineral natural de estructura fibrosa, cuyo uso se extendió con la revolución industrial porque tiene gran resistencia a la combustión. Se emplea como aislante en revestimientos y en tejidos resistentes al fuego y al calor. Sus fibras son flexibles y se descomponen con facilidad. Cuando esto sucede el material queda en el aire, puede ser inhalado y provocar graves patologías en el cuerpo. Por ejemplo, hay 86 trabajadores afectados con neumoconiosis por exposición a asbesto. “La enfermedad que produce el asbesto no es lineal”, explica Ledesma: “Los afectados pueden pasar toda la vida sin manifestaciones. O al revés, a quien nunca pareció afectado un día le dicen: te tocó el número, tenés cáncer”.
El riesgo es tal que en el país está directamente prohibido. Aunque hubo legislaciones anteriores que marcaban la peligrosidad del material fue en 2003 con la Resolución 823 del Ministerio de Salud de la Nación que se prohibió en todo el país la producción, importación, comercialización y uso de fibras de asbesto.
Algunos datos para entender la magnitud del peligro:
- La Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC) considera al asbesto una sustancia comprobadamente cancerígena.
- La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través del Programa Internacional de Seguridad Química establece que la aparición de los efectos crónicos por exposición al asbesto es independiente de la dosis de exposición. Es decir, no se puede calcular una dosis de exposición “segura”.
- La Organización Internacional del Trabajo (OIT), a través del Convenio N° 162/86 sobre la seguridad en el uso del amianto, recomendó la sustitución del asbesto por productos o tecnologías menos nocivas.
- La Organización Mundial de la Salud informa que la mitad de las muertes por cáncer de origen laboral se deben al asbesto.
La imagen de uno de los 86 diagnósticos de neumoconiosis confirmados por el Hospital Británico.
El asbesto sigue allí
En 2011 la ciudad de Buenos Aires, con Mauricio Macri como jefe de gobierno, compró a España 36 vagones de subte para la Línea B que en ese país habían sido retirados de circulación once años antes. Pagó 13,7 millones de euros. Siete años después, en 2018, se conoció que había un trabajador del Metro de Madrid enfermo de asbestosis por la inhalación de asbesto. Este trabajador desarrollaba sus tareas en los mismos vagones que Macri había comprado y que ahora manipulaban trabajadores de la Línea B de Buenos Aires.
Se encendió una alerta. Tanto que en febrero de ese año Sbase dispuso sacarlos de servicio ante las sospechas, y un mes más tarde el sindicato convocaba el primero de cientos de paros para denunciar la exposición a este material cancerígeno.
En ese inicio fueron los propios trabajadores y trabajadoras organizadas quienes mandaron a testear piezas de distintas formaciones para detectar si tenían asbesto. Luego Sbase reconoció la presencia. Y en 2020 la jueza Elena Liberatori hizo lugar a un amparo ambiental presentado por el sindicato y dictó una medida cautelar que ordenaba la prohibición del contacto con piezas o lugares con asbesto.
El conflicto que había iniciado en la Línea B se fue extendiendo por todos los ramales y se empezó a testear en las otras líneas, tanto en los vagones como en oficinas y otras instalaciones. De hecho, Jorge Navarro, que falleció ayer, era trabajador de la Línea C.
Además de encontrarse asbesto en formaciones de trenes que estuvieron en funcionamiento en distintas líneas, también se lo encontró en instalaciones fijas del subte: gabinetes de subestaciones con fusibles, tableros eléctricos de cuartos de bombas, centros de potencia, juntas de bombas, ductos viejos de ventilación de fibrocemento asbesto, bandejas portacables, motores de cambio de señales, cables con trenzas de asbesto, depósitos de baños de fibrocemento asbesto en toda la red, techo del cuarto de descanso de conductores del Premetro y pastillas de freno de algunas escaleras mecánicas.
Los trenes españoles fueron el disparador que permitió descubrir que el problema no ha hecho más que extenderse. Los lugares y los vagones con asbesto (incluso los que dejaron de utilizarse) siguen estando allí, sin que la empresa le de una solución de fondo a ese veneno que continúa en ese ámbito especialmente cerrado del subterráneo.
Dice Francisco: “Hay compañeros que empiezan a afectarse porque en su sector hay etiquetas de asbesto confirmado que pega la misma empresa para señalizar. Pero siguen dejándolo allí, con la etiqueta, sin solucionar el tema. Hay muchos que empiezan a alterarse, tienen problemas familiares, dicen ‘nos vamos a morir’. Algunos compañeros y compañeras se automedican, pero no van al médico para hacer un tratamiento psicológico. La situación es compleja y excede al asbesto que todavía no han quitado. Trabajar en el subte es claramente hacerlo en un ambiente insalubre que te puede enfermar y te puede matar, como lo demuestra lo que le pasó a Jorge Navarro”.
Nota
Rosario y el asesinato de “Pillín” Bracamonte: las hipótesis, la pelea entre bandas y un corte de luz antes de las balas
En el atentado número 30 contra su vida, Andrés “Pillín” Bracamonte –líder de la barra brava de Rosario Central desde hace al menos 25 años– fue asesinado a balazos este sábado junto a su segundo, Daniel “Rana” Atardo. Ocurrió en el marco de un partido de Central contra San Lorenzo. Hubo una posible zona liberada, luces cortadas en la zona, y un crimen que se veía venir pese a la aparente calma de la violencia en Rosario en los últimos meses. Publicamos aquí las crónicas del medio cooperativo rosarino El Ciudadano, que dan cuenta del hecho, las primeras hipótesis, un perfil de Bracamonte y el contexto. Todo puede seguirse además en El Ciudadano (elciudadanoweb.com). Y agregamos una reflexión del periodista y diputado Carlos del Frade quien anticipa que estos asesinatos tendrán igual o mayores efectos que todo lo que ocurrió tras el crimen del “Pájaro” Cantero.
La muerte de Pillín: las hipótesis detrás del crimen que agita la pelea entre bandas y un sugestivo corte de luz antes de las balas
Quizás por haber sido víctima de 29 ataques a balazos, estaba regalado en una calle donde tampoco le llamo la atención que la luz estuviera cortada antes de que lo asesinaran. Por El Ciudadano (elciudadanoweb.com).
Con 29 ataques a balazos en el lomo, Andrés Bracamonte, único barrabrava capaz de sostenerse 25 años en el paravalancha canalla sabía que lo querían matar. Desde antes del último ataque, en agosto pasado, tenía esa certeza. Pero igual estaba regalado en la esquina de Avellaneda y Reconquista, con la luz cortada, sin sospechar lo que vendría. Algunos aseguran que contaba dinero de la recaudación.
El asesinato de Samuel Medina, el Gordo Samu, yerno del Guille Cantero abrió una serie de hipótesis que hoy desembocan en la muerte de Pillín. Una daba cuenta de una pelea entre Los Monos y Bracamonte que sus allegados desmienten. El Gordo Samu era allegado a Pillín, viajaban juntos y su muerte está orientada hacia una banda de un barrio periférico manejada desde Buenos Aires que la fiscalía tenía entre manos, según allegados a la investigación. Uno de los integrantes de esa banda fue golpeado personalmente por Pillín, algo que en la jerga se considera una especie de humillación. Pillín lo sabía, pero llama la atención que estuviera tan regalado en la esquina de Reconquista y Avellaneda. También llama la atención que un rato antes del ataque a balazos cortaran la luz de la calle en el marco de un partido de Central. Lo mataron a oscuras; a él y a su sucesor. Una versión da cuenta de que la pelea con el grupo del barrio periférico fue para evitar comercialización de sustancias en la cancha: Pillín no quería la Federal encima de ellos.
La escena del crimen, en las afueras del estadio de Rosario Central.
La banda señalada, que ya fue allanada, está vinculada directamente con una banda contraria a Los Monos. Si esta hipótesis se confirma habrá dos sectores en disputa, por un lado las dos grandes bandas que operan en Rosario y por otro lado la sucesión del paravalancha.
El perfil de un duro: a Pillín lo habían intentado matar 29 veces en los 25 años que estuvo al frente de la barra de Central
Andrés Bracamonte estuvo al frente de la barra canaya desde fines de siglo pasado, cuando era uno de los 7 jefes de fracciones internas y se quedó con todo. Desde entonces hubo plomos contra él: lo hirieron, lo rozaron, pero logró reponerse una y otra vez. Esta vez no pudo. Por El Ciudadano (elciudadanoweb.com).
—¿Es verdad que a Pillín lo balearon 29 veces?
—Sí, de locos, pero sí. Espero que podamos festejar las 30 con él sentado a mi lado.
Así confirmaba el número de gambetas a la muerte que llevaba Andrés Bracamonte un amigo que había ido a acompañar al hospital donde lo revisaban por heridas menores y roces de bala. Era el sábado 10 de agosto y Rosario Central acababa de vencer 1 a 0 en el Gigante de Arroyito a su archirrival Newell’s Old Boys. Y en medio de un torrente de personas a pie que caminaban por los bordes del parque Alem iba Pillin en su auto, despacio, junto a su pareja, y en avenida de los Trabajadores y José María Drago rociaron a ambos a balazos.
No habían ido a ver el partido, Pillín tenía restricción para entrar.
Según contaron testigos, un motociclista se acercó al auto y disparó ocho veces. Escapó. El entorno del jefe de la barra reaccionó rápido, pero no logró dar con el tirador. A Pillín una bala le entró en la espalda; también salió. No afectó ningún órgano, dijeron después en el hospital. A su pareja las balas le dieron en la zona costal derecha y en el codo derecho. También la atendieron sin que su vida estuviera en riesgo.
Pillín un cuarto de siglo al frente de la barra de Central. Había llegado a la cima antes del año 2000: era 1999 cuando quedó como jefe indiscutible de todas las fracciones. Y en los 25 años que se mantuvo fue acusado, condenado, detenido, liberado y baleado 29 veces.
De esos ataques, hay pocos registros en las crónicas policiales. Pero en el entorno del mandamás los tienen contados.
En julio de 2002, Pillín atacado por un desconocido que logró impactarle tres balas en el cuerpo. Fue en la puerta de un gimnasio ubicado en Ovidio Lagos al 1000. Pillín estaba en la puerta y vio a un desconocido cruzar la calle. Ese hombre extrajo un arma y le efectuó cuatro disparos, tras lo cual escapó a la carrera hacia la esquina donde al parecer lo aguardaba un auto.
Pillín recibió tres impactos de bala, dos en cada brazo y un tercero en la pierna derecha; el tirador falló el cuarto, que tenía como destino la otra pierna. Un balazo le provocó una fractura y el que recibió en el otro brazo le cortó una vena, lo que le produjo una importante pérdida de sangre.
En 2006 fue baleado por desconocidos en la puerta de su casa donde vivía entonces, en la zona norte. Recibió cuatro balazos: uno en el abdomen con orificio de salida, uno en cada pierna y otro en un tobillo. Rápidamente recibió el alta.
En febrero de este año, desconocidos balearon el frente de Los Álamos Club de Campo, el country de Ybarlucea donde vivía actualmente. Dejaron una nota amenazante contra el líder de la pesada.
Mediático
Pillín no pudo entrar a la cancha desde 2018. Antes del partido que Central disputó ante Talleres por la Copa Argentina, Bracamonte fue detenido mientras repartía entradas de protocolo, destinadas a dirigentes, en las inmediaciones del estadio de Lanús, donde se disputó el partido. Sólo quedó unas horas demorado. Pero la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) dispuso su prohibición de ingreso a los estadios.
En junio de 2010 fue uno de los diez barrabravas argentinos que no pudieron ingresar a Sudáfrica y fue deportado a la Argentina. Bracamonte, quien tenía tres causas judiciales en trámite, había sido autorizado por la Justicia local a salir del país.
Tres años antes el programa Crónicas Extremas del canal América filmó desde adentro a Los Guerreros, la barra canalla, con Pillín como estrella principal. Eso incluyó una visita a La Carpita, que el capo de la pesada también administra.
Causas judiciales
En diciembre pasado, Pillín pasó una semana preso, pero recuperó la libertad antes de la Navidad. Fue por una causa que involucra a un dirigente de la Uocra local por asociación ilícita, pero finalmente logró que sólo pesara sobre él una causa por extorsión.
Esa causa contra el gremio de albañiles reflotó un caso por lavado de activos que pesaba sobre Bracamonte, a raíz de la incautación de un cheque por el pase de un futbolista en su vivienda de Ybarlucea. Tras la imputación cuatro años atrás la causa quedó congelada, pero en diciembre la Justicia local decidió pasarla al fuero federal. Ante la apelación, la Cámara definió, finalmente, que la causa debía seguir bajo la órbita provincial.
Parecía intocable desde cualquier arista. Pero la suerte, si de tal cosa se trataba, esta vez le falló.
Daniel “Rana” Atardo, segundo de Pillín. Ambos asesinados ayer en Rosario.
Vienen días bravos
Este es el texto que escribió y distribuyó el periodista y diputado provincial santafesino Carlos del Frade, que este domingo a las 21 organizará un vivo en su Instagram @defradecarlos sobre las causas y consecuencias del asesinato de Pillín.
Por Carlos Del Frade
El asesinato del Pillín corta en dos la historia del presente criminal en Rosario.
Tendrá la misma o una mayor profundidad de lo que sucedió después del asesinato del Pájaro Cantero.
Era el único jefe de una barrabrava de primera división que permaneció por treinta años liderando esos negocios que surgen desde la cancha chica del fútbol y se expanden en la cancha grande de la realidad.
Más allá de las primeras informaciones, es claro que los últimos tres atentados contra él y su gente en los partidos de Central como local exhibían una voluntad manifiesta de matarlo.
Vienen días bravos en la ex ciudad obrera.
Actualidad
Invitación del pueblo mapuche a Patricia Bullrich para hablar cara a cara sobre Vaca Muerta, y una propuesta: “Salgamos del empobrecimiento sistemático”
“Invitación a Mtra. Bullrich a diálogo en territorio mapuche” es el título del documento de la Confederación Mapuche de Neuquén que reproducimos completo, dirigido a la ministra Seguridad que este lunes visita la zona de Vaca Muerta. “Acá no hay terroristas ni pseudo interlocutores” describe la carta que sugiere que la mapuche es “una cultura desconocida para Ud.” y solicita: “Ministra, mírenos con el respeto y el reconocimiento que corresponde”.
Agrega el texto que los mapuche quieren conversar sobre lo que representa el fracking en Vaca Muerta que el ministerio “pretende defender con fusiles y comandos”. Definen a esa metodología extractiva como una actividad que “nos lleva a una crisis planetaria sin retroceso” causante de “la tragedia climática global”. Hace referencia a Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, “muertos por la violencia e impunidad que Ud. intenta replicar nuevamente” en lo que consideran una “metodología inhumana” y un “rotundo fracaso”.
La invitan además a que “aporte a nuestro objetivo de construir un presente donde la seguridad que quiere garantizar en Vaca Muerta sea respirar un aire sano, hoy viciado por toneladas de basura petrolera y venteos permanentes; que podamos beber el agua de nuestro suelo; que no tiemble la tierra que angustia nuestras noches y días; que salgamos del empobrecimiento sistemático”.
Describen la necesidad de “hablar mirándonos a los ojos, sin máscaras ni caras ocultas” objetivo para el que “sobran los tanques, los uniformes, las balas, los gases, los comandos, etc.”. Informan: “No tenemos armas de fuego para esta defensa, no tenemos uniformes ni caras pintadas. Tenemos la razón de la historia”. “Si para Ud. no es suficiente, tenemos Constitución, leyes, Convenios, jurisprudencia que respalda nuestras razones”. _El texto plantea una definición sobre el pueblo mapuche: “Somos irrompibles”, y una pregunta: “¿Se siente capaz de aceptar nuestra invitación al diálogo?”.
El documento completo.
INVITACIÓN a Mtra BULRICH a DIÁLOGO EN TERRITORIO MAPUCHE
Sra. PATRICIA BULLRICH
Sra Ministra de Seguridad de Argentina
Como pu Logko y pu Werken (autoridades políticas del pueblo nación mapuche), enterados de su visita a la región, queremos extenderle una invitación a un diálogo constructivo y simétrico en nuestra casa. Somos parte de una civilización originaria que ha concebido al diálogo como la forma de encontrar soluciones. Y el Xawvn (encuentro) como la experiencia colectiva de la circulación de la palabra, pública y política.
Consideramos que aceptar la visita a nuestro territorio comunitario en lo que ahora denominan “Vaca Muerta”, le puede permitir conocer una cultura que es desconocida para Ud. Con una cosmovisión milenaria que no concibe la vida si no es en interrelación con su entorno natural. No como “dueño”, sino como “parte” de esta Mapu o Wallmapu. Si Ud se interesa y logra comprender el kimvn/conocimiento de nuestras Pillan Kuse (autoridad religiosa), asumirá que esta región no es solo un espacio a explotar y reventar en busca de la renta o la ganancia rápida.
Si Ud logra comprender nuestro idioma, el “mapuzugun/habla de la tierra” entenderá que aquí todo tiene un orden, el orden que la propia naturaleza nos mandata: que la biodiversidad que nos rodea es el “conjunto de todas las vidas” donde ninguna vida sobra y por el contrario, cualquiera que falte o sea dañada generará un desequilibrio que más temprano que tarde nos golpeará como humanidad.
La invitación que le hacemos es para hablar mirándonos a los ojos, sin máscaras ni caras ocultas. Sin uniformes ni caras pintadas. Menos aún con fuerzas armadas custodiando. Si Ud escucha la palabra de nuestros logko entenderá que no hay terroristas ni pseudos interlocutores. Somos familias que existimos desde antes que se creara el Estado por estas tierras. Miles de años antes que hace dos siglos se instalara sobre nuestras vidas el Estado Argentino y Chileno.
Comprenderá que valioso es imaginar un Estado Plurinacional donde quepan todas las culturas, todos los conocimientos, todos los idiomas reprimidos, todas las cosmovisiones y prácticas que enriquecen a las sociedades que se abren a esa convivencia. Verá que todas ellas existen por decisión, por conciencia, por amor infinito a nuestros abuelos y antepasados que defendieron estos valores que nos hace fuertes y poderosos a todo intento de colonización o represión cultural.
Por eso somos irrompibles. A pesar que lloramos cada día a Santiago, a Rafita, muertos por la violencia e impunidad que Ud intenta replicar nuevamente. Creemos que a través de un diálogo respetuoso Ud asumirá el rotundo fracaso de esa metodología inhumana y hará retroceder esa maquinaria de muerte y represión que implica los campamentos o regimientos que planea instalar en nuestros patios. Junto con ello, que asuma que la “civilización y progreso” que representa el Fracking y que pretende defender con fusiles y comandos, nos lleva a una crisis planetaria sin retroceso. Nosotros no podemos permitir que esta explotación continúe a este ritmo sin control ni sanción cuando los impactos están a la vista de todos y es la propia ciencia wigka que lo señala como la causante de la tragedia climática global.
No tenemos armas de fuego para esta defensa, no tenemos uniformes ni caras pintadas. Tenemos la razón de la historia, la autoridad de nuestros logko y pijan kuse y el conjunto de energías que representa el ixofijmogen que nos rodea y al cual nos comprometemos a defender en cada gellipun, ante nuestro rewe/centro ceremonial. Si para ud no es suficiente, tenemos Constitución, leyes, Convenios, jurisprudencia que respalda nuestras razones.
Dos siglos atrás un prócer argentino real lo intentó y realizó este diálogo antes de cruzar los Andes en lucha contra el imperio español, acordando y reconociendo nuestros derechos sobre este espacio que Ud hoy visita.
Ingrese al círculo del Xawvn al que la convocamos, Ministra. Mírenos con el respeto y el reconocimiento que corresponde. Aporte a nuestro objetivo de construir un presente donde la seguridad que quiere garantizar en Vaca Muerta sea respirar un aire sano, hoy viciado por toneladas de basura petrolera y venteos permanentes; que podamos beber el agua de nuestro suelo; que no tiemble la tierra que angustia nuestras noches y días; que salgamos del empobrecimiento sistemático; que la tierra vuelva a ser nuestro sustento sano. Para este objetivo sobran los tanques, los uniformes, las balas, los gases, los comandos, etc. Estructuras inútiles que no solo han fracasado, sino que acarrean presupuestos públicos enormes y todas las posibilidades de nuevos muertos.
Sra Ministra, nos quedamos a la espera de su respuesta positiva desde la hospitalidad mapuce. ¿se siente capaz de aceptar nuestra invitación al diálogo?
Neuquen, Puelmapu, Argentina
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