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Mentira la verdad: Cómo defienden los medios al modelo extractivo

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Los medios como la tercera pata entre las empresas extractivas y los gobiernos que las protegen. Silencios, mentiras, publinotas, omisiones, cambios de posición y otras paradojas del oficio de informar. POR DARÍO ARANDA
Telenoche (noticiero de Canal 13) publicita durante 20 minutos la explotación minera en Santa Cruz. María Laura Santillán no esboza ni una objeción.
Infobae silencia las críticas contra Barrick Gold. Y, junto con Clarín, Perfil y La Nación, difunden publicidad empresaria en formato de «nota».
Página12 minimiza las consecuencias de YPF-Chevron y el fracking en Vaca Muerta.
Chequeado (sitio que se autoproclama «verificador» del discurso público) lava la cara a la multinacional Unilever y los alimentos nocivos.
Empresas y gobiernos tienen aliados al momento de justificar (o silenciar) la avanzada en los territorios.

Silencio y publinotas

La chequera para pauta publicitaria es generosa, y también la pauta de los gobiernos. Desde el derrame de Barrick Gold en San Juan en 2015, el portal de noticias Infobae (propiedad de Daniel Hadad) fue el que de forma sostenida dio cuenta de cada noticia. Pero hubo un cambio drástico a mediados de 2017. La empresa canadiense comenzó una campaña de publicidad con la singular forma de «noticias» sobre el accionar minero. Algunos títulos: «El trabajo de una mujer minera a 4850 metros de altura», «El geólogo-runner que entrena a 5000 metros de altura y cruzó Los Andes corriendo», «La sorprendente historia de una mujer que maneja gigantescos camiones de minería». Media docena de «notas». Con un breve y confuso aviso de «espacio no editorial», eufemismo de publicidad.
Infobae, uno de los sitios de información más leído, no volvió a publicar noticias críticas a la minería.
Clarín y Perfil también son parte de las publi-notas, el antiperiodismo. «El detrás de escena de la minería: cómo se trabaja en la Cordillera de Los Andes», fue el título de Clarín el 5 de junio pasado. Y explicaba: «La operación minera sanjuanina comenzó a trabajar en temporada invernal en el corazón de la Cordillera, maximizando la seguridad de sus trabajadores a través de una mejor tecnología». Un mínimo subtítulo anunciaba que se trataba de un «contenido producido por Brand Studio para Minera Andina del Sol (Barrick Gold)»: forma burda de no decir publicidad.
El diario Perfil puede hacer gala del «periodismo de anticipación». Publicó la misma nota el 31 de mayo, con el título «cómo se vive el invierno en una mina a 4.000 metros de altura y 35° bajo cero». Incluyó una galería de imágenes del yacimiento y
un primer párrafo grandilocuente: «Un impresionante operativo se despliega en Mina Veladero, donde el frío y la nieve no impiden que miles de trabajadores sigan operando el yacimiento que genera el 25% del PBI de la provincia de San Juan».
Las mineras, mediante sus agencias de publicidad, escriben los artículos. Los diarios la publican.
La Nación también tiene publinotas: «Desafío eco YPF: la iniciativa para que las escuelas técnicas construyan autos eléctricos». El 25 de octubre.
Y el agronegocio no pierde el tiempo. «Notas periodísticas» de Infobae: «Agricultura digital: cómo es el futuro cercano del agro argentino», entrevista del 22 de octubre al jefe de Investigación y Desarrollo de Bayer, Bob Reiter. El 26 de octubre tituló: «BioArgentina: un evento para conocer los startups científicos más prometedores del país», publicidad de las empresas transgénicas nucleadas en la Cámara Argentina de Biotecnología (CAB), presidida por Hugo Sigman, CEO de Grupo Insud.

Botón de muestra

Famatina y Chilecito, en La Rioja, contaron con extensas coberturas de diarios porteños (mal llamados «nacionales») en 2012. Los canales de noticias tenían móviles en el lugar, transmitían mediodía y noche. El foco era el ambiente, la población y el no a la megaminería.
Lo que ayer era cuestionado hoy es publicitado: «Oro puro, un secreto en la montaña. Así se extrae y se produce oro en la Argentina», fue el título del informe que Telenoche puso al aire el 22 de octubre de 2018. Con enviado especial a Santa Cruz y música grandilocuente, entrevistó al director ejecutivo de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), Gustavo Koch, que se explayó en los supuestos beneficios para la provincia y el país. Muestran una explosión. La describen como segura, controlada. El periodista Rodrigo Alegre no cuestiona a los empresarios.
Siempre el eje es lo económico. «Las exportaciones crecieron 1000 por ciento en diez años», destaca el zócalo de la televisión.
De regreso al piso, María Laura Santillán, muy crítica en 2012 durante la lucha de Famatina, no esboza críticas. Las empresas mineras lograron lo imposible: que el Grupo Clarín encuentre una «buena noticia» en la provincia bastión del kirchnerismo.
Maristella Svampa, intelectual que desde hace más de una década denuncia el modelo extractivo, estaba viene el noticiero. «Fue toda una loa a la megaminería, casi 20 minutos de prime time. Imágenes de Santa Cruz, detonaciones, prolijos geólogos y jefes de algún sector de la mina que explican pacientemente ante un periodista bisoño, que solo está ahí para hacer centros, cómo se extrae, cómo se hace la lixiviación. Y cuando los periodistas en el piso se preguntan con tono casi infantil acerca de cuáles son los pro y los contras, ya que ‘la minería es una actividad muy controversial’, vemos una entrevista a un economista de la UBA, titular de ‘contabilidad ambiental’, que comienza diciendo que él ve antes que nada los ‘pro’ de la minería en la creación de trabajo y menciona como ‘contra’ solo el hecho de que las
compañías se llevan el mineral a sola declaración jurada. Ninguna voz discordante, la ausencia de problematización es total».
Svampa es una de las autoras del libro «15 mitos y realidades de la minería trasnacional», donde se desarma todos los argumentos de las empresas. ¿A qué se debe este tipo de informes televisivos». Svampa se anima a una hipótesis: «¿Cuánto dinero debe estar poniendo la CAEM en medios televisivos, radiales (Radio Con Vos, una de las FM más escuchadas de Buenos Aires) y de prensa escrita para publicitar una de las actividades extractivas más resistidas en el país y del mundo».
Pablo Quintana es cordobés. En 1997 dejó el diario más influyente de la provincia (La Voz del Interior) y se mudó a Esquel, donde comenzó a trabajar en el diario El Chubut. Todo funcionaba bien hasta fines de 2002, cuando la lucha entre la comunidades y la minera Meridian Gold entró en estado de definición (en marzo de 2003, votación mediante, el 82 por ciento rechazó la instalación de la empresa).
Quintana comenzó a recibir presiones por sus notas sobre minería, le rechazaban propuestas y, en noviembre de 2003, lo echaron sin causa. El periodista trabajó como free lance, estuvo al frente del informativo de la FM Comunitaria Kalewche (hasta el año pasado), sigue escribiendo artículos y también es docente. Observa con detalle el avance del modelo extractivo, las luchas comunitarias y el rol de los medios de comunicación.
«Los medios hegemónicos de comunicación continúan desnudando sus propias miserias y en gran medida siguen reproduciendo atropellos que tienen como impacto el mismo calibre que ejecuta el Estado y el mercado sobre los territorios y, por ende, los pobladores», denuncia Quintana. Y da como ejemplo lo sucedido con el Pueblo Mapuche y la desaparición de Santiago Maldonado: «Construyeron un nuevo actor social, colocando a los mapuches como temibles terroristas en la Patagonia, esas mismas empresas se encargaron de ningunear las moviliziaciones sociales que en la región se viene gestando desde el año 2002, después de que fuera encendida la llama de resistencia contra la megaminería en Esquel».
Explica que la estrategia del discurso mediático es «eclipsar todo lo que represente el discurso social y público en torno a la problemática minera». Recuerda que el diario El Chubut dejó de publicar, meses antes de la votación de 2003, noticias sobre el rechazo a la minería. El diario tomó como línea editorial el mensaje de “desarrollo” y “progreso” que impulsaban mineras y funcionarios.
«Los grandes medios tienen una mirada sesgada, cargada de intereses más que nunca. Ahora e Chubut vuelven a instalar en agenda el intento de imponer la megaminería», resume Quintana. Describe que los medios comerciales tienen entre sus principales fuentes a la dirigencia política, que es la misma desde hace décadas, que cambia de prominero a ambientalista según esté en el Gobierno o en la oposición.
Ya sabe cómo actúan las grandes empresas periodísticas, pero no deja de indignarse por la manipulación. «Pareciera que la verdad ya no existe, se generan consensos direccionados desde ciertos
estratos de poder para establecer que determinadas ideas pasen como verdaderas. En Chubut podríamos decir que el poder político y el poder económico está empecinado en hacernos creer que la minería cuenta con consentimiento y, mal que les pese, la actividad extractiva sigue sin licencia social», afirma Quintana.

Fracking

En 2012, luego de la estatización parcial de YPF y la alianza con Chevron para explotar Vaca Muerta, comenzó una campaña mediática coordinada entre gobiernos (Nacional y de Neuquén), empresas (YPF lo encabezó, pero fue seguida por todas las grandes petroleras) y un actor «técnico-científico»: el IAPG (Instituto Argentina del Petróleo y el Gas).
«Vaca viva», fue la tapa el diario Página12 el 20 de diciembre de 2012. «Debe ser una causa de todos», tituló en un extenso artículo en el interior. Todo lo referido a Vaca Muerta estuvo bajo la sección Economía, comandada por Alfredo Zaiat y Raúl Dellatorre. En seis años, fue amplificado el discurso de YPF (el CEO durante el kirchnerismo, Miguel Galuccio, contó con amplios espacios). Casi nula fue la cobertura a la situación del Pueblo Mapuche (con represiones incluidas), las denuncias de las asambleas socioambientales, ni los hechos de contaminación.
«Fracking seguro» fue el eslogan empresario. Y periodistas, desde lo más diversos medios comerciales y desde el escritorio de Buenos Aires, repitieron el relato.
Marcelo Zlotogwiazda estaba al frente del programa «la vuelta de Zloto» en radio Del Plata. En pleno debate por Vaca Muerta comenzó a contar con el auspicio de Chevron.
Este periodista le preguntó en ese momento. Zlotogwiazda fue tajante: «No escucho la tanda y no sé quiénes auspician». Cuando se le precisó que figuraba la petrolera estadounidense, el periodista retrucó: «Cuando pase algo en Vaca Muerta, lo daremos».
Si hubiera explotado medio Neuquén, seguramente la noticia hubiera estado en el programa radial. Y el fracking nunca fue tema de agenda.
Y pasaron cosas (denuncias de violación de derechos indígenas, entre otras), pero desde el programa nunca se dio cobertura.
«El impacto ecológico de Vaca Muerta es un mito», afirmó Galuccio el 24 de julio de 2013 en el diario La Gaceta de Tucumán. Repitió el eslogan en todo micrófono que se le acercara.
El diario El Cronista alertó el 2 de septiembre de 2014: «Exploto un pozo de YPF en Vaca Muerta». La agencia de Noticias Anred y el medio cooperativo de Neuquén 8300 fueron espacios donde siempre aparecieron los continuos derrames (llamado «incidentes» por las empresas). Van decenas de hechos de contaminación.
El Observatorio Petrolero Sur (Opsur) es un espacio de referencia en la investigación y comunicación respecto a las consecuencias del modelo petrolero. «Las fuentes de los grandes medios de comunicación son los CEOs y gerentes petroleros, los funcionarios de Nación y Provincia. Rara vez se habla con quienes viven en los territorios. Cuando aparecen mapuches suelen ser como sujetos de criminalización. Lo mismo pasa con los trabajadores o desocupados que piden empleo, siempre aparecen como sujetos de conflictos», afirma Martín Alvarez Mullally. Lo resume: «El periodismo comercial toma los parámetros que las corporaciones imponen».
Explica que el IAPG es una «usina generadora de argumentos y lineamientos políticos que, junto con YPF y otras petroleras, intervienen de lleno en ámbitos educativos y de comunicación para lograr consenso social».
Alvarez Mullally precisa que otra forma de acotar el debate es llevarlo a aspectos técnicos. Como si fuera sólo cuestión de ingenieros, profesionales y no de personas que sufren las consecuencias o que tienen otros conocimientos. «O hacen eje en la inversión, el trabajo, aspectos económicos ‘positivos’. Pero nunca de los impactos económicos negativos, como los subsidios que el Estado da a las petroleras, el endeudamiento público, la infraestructura que todos los ciudadanos financian a las multinacionales. Cercenan el debate y los medios rara vez dan cuenta de eso, mucho menos de los aspectos sociales», destaca.
Recuerda que el estado neuquino aumentó su deuda pública un 200 por ciento desde que está Vaca Muerta en explotación. Otro dato negativo: el último balance de Tecpetrol (petrolera del Grupo Techint) muestra que el 30 por ciento de sus ganancias proviene de subsidio directo del Estado, de los argentinos. Esas informaciones no suelen aparecer en los diarios de mayor venta.
Relata el efecto rebote: cuando algún medio de Buenos Aires publica alguna crítica y ahí sí los medios de la región retoman el tema. Aunque aclara que no suele haber notas de denuncia del fracking. «La pauta que tienen las petroleras se sabe es muy fuerte. Eso se traduce en notas favorables, publinotas que se pueden leer en Clarín y La Nación, entre otros, todo con un discurso muy grandilocuente de inversiones», cuestiona.

Diario Río Negro

Lorena Riffo es docente en la carrera de comunicación social en la Universidad Nacional del Comahue y becaria doctoral de Conicet en el Instituto Patagónico de Estudios de Humanidades y Ciencias Sociales (Ipehcs). En su tesis de maestría analizó el rol del diario Río Negro (el más vendido de Patagonia norte) en el marco de la avanzada del fracking.
Distingue entre el rol de la empresa y el trabajador de prensa. Marca las mayores responsabilidades desde los editores hacia arriba en la línea de mando editorial.
El diario Río Negro cuenta con un suplemento semanal de «Energía», repleto de publicidades de las multinacionales petroleras. Riffo destaca que la línea editorial aparece bien en la tapa, donde nunca figuran las organizaciones que denunciaron los impactos de Vaca Muerta (Multisectorial contra el Fracking, Asamblea Permanente por el Agua de Comahue, Pueblo Mapuche), pero si aparecían artículos dentro del suplemento.
También señala es sucedió en reiteradas oportunidad que periodistas del Río Negro pasaron a trabajar para YPF. El más resonado, Rodolfo «Quique» Chávez, de editor jefe del suplemento de Energía pasó a gerente de Asuntos Externos de la refinería de Campana, escribe en la revista de la empresa que publicita el
fracking y multiplicó (varias veces) su salario. A Chávez lo reemplazó Roberto Aguirre. Duró poco tiempo en el periodismo: también pasó a YPF, como coordinador de comunicación de la petrolera. Lo mismo sucedió con el periodista Mauro Schreiber, que pasó de la crítica Radio Universidad Calf a ser gerente de Relaciones Institucionales de YPF.
Riffo recuerda que en 2012 y 2013 las asambleas socioambientales comenzaron a realizar recorridas por las zonas petroleras, «toxitour», donde los comunicadores podían ver insitu la contaminación de las empresas. Desde el territorio, las publicidades de las petroleras se ven como mentiras. Algunos periodistas comenzaban a cambiar de percepción. Veían la contaminación en primera persona.
«YPF terminó haciendo recorrida con periodistas en 2014. Los llevaba a un pozo modelo que habían armado, todo listo, perfecto», recuerda Riffo.
Es la recorrida a la que fueron, siempre invitados por YPF, los periodistas de los diarios porteños.

Juez y parte

Chequeado.com es un sitio de noticias que se ufana de ser «la verificación del discurso público». Cuentan con columnas fijas en el diario La Nación, las FM Radio Con Vos, y las Am Radio 10 y Nacional. Los integrantes de Chequeado suelen estar invitados a noticieros y programas de televisión.
Toman una afirmación (puede ser política, económica, deportiva) y luego de «chequear» distintas fuentes sentencian si es «verdadero», «falso» o «engañoso».
Muchos periodistas (sobre todo de radio) recurren a Chequeado como si su voz fuera la verdad absoluta. En realidad el propio periodista debiera hacer ese trabajo básico de la profesión: chequear la información (pero es más fácil, y de mala praxis, descansar en un tercero como Chequeado).
El 15 de octubre publicaron un artículo titulado «¿Qué son los alimentos procesados?» (gaseosas, aguas saborizadas, cereales azucarados, salchichas y embutidos, snacks). Relativizaron las consecuencias de ese tipo de alimentos. La propia nota lleva al «blog nutrición», financiado por la multinacional Unilever, referente de alimentos ultraprocesados (algunas de sus marcas son Knorr y Hellmann’s).
Soledad Barruti, autora de los libros Malcomidos y el reciente Mala Leche, estaba entre sorprendida y enojada por la nota de Chequeado-Unilever. Explica que desde hace más de una década existe una crisis de obesidad infantil, que incluso pone en riesgo la salud pública. Aclara que para prevenir se debe legislar severamente y gravar con impuestos a los productos nocivos y discernir qué es un alimento del que no lo es. La Organización Mundial de la Salud impulsa esa medida, que tiene en alerta a las grandes multinacionales de productos alimenticios.
«La nota de Chequeado se posiciona muy fuerte anulando el concepto de ‘ultraprocesados’. Eso ya es una toma de posición. Habla de alimentos y dice que todos los alimentos son procesados. Sí, más bien. Una legumbre que vos tenés en tu casa tiene un tratamiento de recolección, empaquetado y demás, pero no es lo mismo que una galletita que tiene 15 ingredientes. Uno es un alimento mínimamente procesado y el otro es ultraprocesado y nocivo para la salud», advierte Barruti.
Cuestiona que Chequeado niega información contundente sobre las consecuencias de los alimentos ultraprocesados (como los producidos por Unilever). «Toma partido del lado de las empresas porque está financiado por una marca y sostenido desde lo ‘científico’ por una persona, Mónica Katz, que desde hace mucho tiempo intermedia para que esos mensajes de las marcas llegue sin cuestionamientos», denuncia. Y aclara que en estos momentos se da una disputa en la que las empresas se niegan, y ejercen fuerte lobby, para evitar el rotulado frontal en los alimentos (que en los paquetes aparezca claro qué elementos tienen y si es ultraprocesado o no).
En esa disputa es clave el rol de los medios de comunicación y, aclara Barruti, el rol de actores como la Sociedad Argentina de Nutrición, de «la que Katz forma parte y hacen negocios con las marcas, incluso poniendo el sello en productos que atentan contra la salud nutricional».
Barruti se indigna en cómo en temas de salud pública intervienen las marcas y, con medios y periodistas aliados, posicionan información. «Hay un claro conflicto de intereses al estar financiado por una empresa y con una profesional que se presenta en medios y no aclara su vínculo con las compañías. Y una organización como Chequeado debiera estar libre de intereses para dar información certera. ¿Si no que estamos chequeado? ¿Chequeamos información o chequeamos el mensaje según la marca que financia?», cuestiona Barruti.
Referido al modelo extractivo, Chequeado.com tiene una línea de conducta. Rara vez cuestiona a las empresas mineras, petroleras y de agronegocio.
El 3 de septiembre de 2013, en pleno debate por la instalación de YPF-Chevron en Vaca Muerta, «chequearon» al gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, y su frase «nosotros tenemos la ley ambiental más exigente de la República». Calificó como «verdadera» la definición, adoptó términos empresarios como «incidentes» (a derrames contaminantes), cita como fuente confiable al Instituto Argentina del Petróleo y el Gas (IAPG, lobbystas de las empresas), también entrevista a Horacio Franco (socio fundador del Estudio Franco Abogados, que trabaja para el sector empresario, y ex gerente de la multinacional Dupont). En base a esos entrevistas, Chequeado afirma que el fracking no contaminará acuíferos y que consume poca agua. Firmado por Matías Di Santi y Ariel Riera, no aporta voces críticas sobre la actividad ni menciona la distancia existente entre la ley escrita y el incumplimiento permanente de las normas en Neuquén.
Chequeado.com cuenta con financiamiento de Barrick Gold, Coca Cola, Unilever, Danone, Arcos Dorados (McDonald’s), Gas Natural, Grupo Insud, Gustavo Grobocopatel, Dow, Exxon Mobile, Ledesma, Axion, Metrogas, Nidera, Pampa Energía, Pan American Energy, Petrobras, Shell, YPF, Techint y Syngenta. Todas grandes empresas de la alimentación y el extractivismo.

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Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

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(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los  libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?

El podcast completo:

Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

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Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después

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Otro miércoles de marcha al Congreso, y una encuesta: ¿cuál es el pronóstico para el domingo? Una pregunta que no solo apunta a lo electoral, sino a todo lo que rodea la política hoy, en medio de una economía que ahoga: la que come en el merendero; el que no puede comprar medicamentos; el que señala a Trump como responsable; la que lo lee en clave histórica; y los que aseguran que morirán luchando, aunque sean 4 gatos locos. Crónica y fotos al ritmo del marchódromo.

Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla

Fotos Juan Valeiro

El domingo son las elecciones legislativas nacionales pero también es fin de mes, y Sara marchó con un cartel que no necesitaba preguntas ni explicación: “Soy jubilada y como en un merendero”.

Tiene 63 años, es del barrio Esperanza –Merlo, oeste bonaerense–, y para changuear algo más junta botellas y cartón, porque algunos meses no le alcanza para medicamentos: “El domingo espero que el país mejore, porque todos estamos iguales: que la cosa cambie”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El miércoles de jubilados y jubiladas previo a las elecciones nacionales de medio término –se renuevan 127 diputados y 24 senadores– tuvo, al menos, tres rondas distintas, en una Plaza de los Dos Congresos cerrada exclusivamente para manifestantes. Nuevamente el vallado cruzó de punta a punta la plazoleta, y los alrededores estuvieron custodiados por policías de la Ciudad para que la movilización no se desparramara ni tampoco avanzara por Avenida de Mayo, sino que se quedara en el perímetro denominado “marchódromo”. Un grupo encaró, de todas formas, por Solís, sobrepasó un cordón policial y dobló por Alsina, y se metió de nuevo a la plaza por Virrey Cevallos, como una forma de mostrar rebeldía.

Unos minutos antes, un jubilado resultaba herido. Se trata de Ramón Contreras, uno de los rostros icónicos de los miércoles que llegó al Congreso cuando aún no estaba vallado después de la marcha por el recorte en discapacidad, y mientras estaba dando la ronda alrededor del Palacio un oficial lo empujó con tanta fuerza que cayó al suelo. “Me tiraron como un misil –contó a los medios–. Me tienen que operar. Tengo una fractura. Me duele mucho”. La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) presentó una denuncia penal por la agresión: “Contreras fue atacado sin razón y de manera imprevista”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

La violencia desmedida, otra vez, sobre los cuerpos más débiles y más ajustados por un Gobierno que medirá esa política nuevamente en las urnas. Jorge, de 69 años, dice que llega con la “billetera muerta”. Y Julio, a su lado, resume: “Necesito tener dos trabajos”.

Juan Manuel es uno de esos jubilados con presencia perfecta cada miércoles. Una presencia que ninguna semana pasa desapercibida. Por su humor y su creatividad. Tiene 61 años y cada movilización trae mínimo un cartel original, de esos que hacen reír para no llorar. Esta vez no sólo trae un cartel con una inscripción; viene acompañado de unas fotocopias donde se leen una debajo de la otra las 114 frases que creó como contraofensiva a la gestión oficialista.

La frase 115 es la de hoy: “Milei es el orificio por el que nos defeca Trump”. 

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Muestra la lista que arrancó previo a las elecciones de octubre de 2023. Sus primeras dos creaciones:

  1. “Que no te vendan gato por león”.
  2. “¿Salir de la grieta para tirarse al abismo?”. 

Y elige sus dos favoritas de una nómina que seguirá creciendo:

Sobre el veto al aumento de las jubilaciones: “Milei, paparulo, metete el veto en el culo”.

Sobre el desfinanciamiento de las universidades: “Milei: la UBA también tiene las facultades alteradas”.  

Juan Manuel le cuenta a lavaca lo que presagia para él después de las elecciones: “Se profundizará el desastre, sea porque pierda el gobierno o porque gane, de cualquier forma tienen la orden de hacer todo tipo de reformas. Como respuesta en la calle estamos siendo 4 gatos locos, algo que no me entra en la cabeza porque este es el peor gobierno de la historia”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después

Sobre el cierre de la marcha, en uno de los varios actos que se armaron en esta plaza, Virginia, de Jubilados Insurgentes y megáfono en mano, describió que la crisis que el país está atravesando no es nueva: “Estuvo Krieger Vassena con Onganía, Martínez de Hoz con la última dictadura, Cavallo con Menem, Macri con Caputo y Sturzenegger, que son los mismos que ahora están con este energúmeno”. La línea de tiempo que hiló Virginia ubica ministros de economía con dictaduras y gobiernos constitucionales en épocas distintas, con un detalle que a su criterio sigue permaneciendo impune: “La economía neoliberal”.

Allí radica la lucha de estos miércoles, dice. Su sostenibilidad. Porque el miércoles que viene, pase lo que pase, seguirán viniendo a la plaza para continuar marchando. “Estar presente es estar activo, lo que significa estar lúcido”, define.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Carlos Dawlowfki tiene 75 años y se convirtió en un emblema de esa lucidez luego de ser reprimido por la Policía a principio de marzo. Llevaba una camiseta del club Chacarita y en solidaridad con él, una semana después la mayoría de las hinchadas del fútbol argentino organizaron un masivo acompañamiento. Ese 12 de marzo fue, justamente, la tarde en que el gendarme Héctor Guerrero hirió con una granada de gas lacrimógeno lanzada con total ilegalidad al fotógrafo Pablo Grillo (todavía en rehabilitación) y el prefecto Sebastián Martínez le disparó y le sacó un ojo a Jonathan Navarro, quien al igual que Carlos también llevaba la remera de Chaca.

Carlos es parte de la organización de jubilados autoconvocados “Los 12 Apóstoles” y habla con lavaca: “Hoy fui a acompañar a las personas con discapacidad y me di cuenta el dolor que hay internamente. Una tristeza total. Y entendí por qué estamos acá, cada miércoles. Y sentí un orgullo grande por la constancia que llevamos”.

La gente lo reconoce y le pide sacarse fotos con él. “Estás muy solicitado hoy”, lo jode un amigo. Carlos se ríe, antes de ponerse serio: “Hay que aceptarlo, hoy somos una colonia. Pasé el 76 y el 2001, y nunca vi una cosa igual en cuanto a pérdida de soberanía”. De repente, le brota la esperanza: “Pero después del 26, volveremos a ser patria. Esperemos que el pueblo argentino tenga un poquito de memoria y recapacite. Lo único que pido es el bienestar para los pibes del Garrahan y con discapacidad. A mí me quedarán 3, 4, 5 años; tengo un infarto, un stent, así que lucho por mis nietos, por mis hijos, por ustedes”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Carlos hace crítica y también autocrítica. “Nosotros tenemos un país espectacular, pero nos equivocamos. Los mayores tenemos un poco de culpa sobre lo que ocurrió en las últimas elecciones: no asesoramos a nuestros nietos e hijos sobre lo que podía venir y finalmente llegó. Y en eso también tiene que ver la realidad económica. Antes nos juntábamos para comer los domingos, ahora ya no se puede. No le llegamos a la juventud, que votó a la derecha, a una persona que no está en sus cabales”.

Remata Carlos, antes de que le pidan una selfie: “Nosotros ya estamos jugados pero no rendidos. Estos viejos meados -como nos dicen- vamos a luchar hasta nuestra última gota. Y cuando pasen las elecciones, acá seguiremos estando: soñando lo mejor para nuestro país”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
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La Ley del Cáncer: avanza un proyecto que permite fumigaciones con agrotóxicos a 10 metros de viviendas

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Una Ley Nacional que proviene del sector del agronegocio avanza en la Cámara de Diputados, impulsada por la UCR y la Coalición Cívica. Se trata de la norma que regula, entre otras cosas, la aplicación de agrotóxicos. El punto clave de este proyecto legislativo figura en el artículo 9, donde se establecen distancias mínimas para fumigar desde los 10 metros para aplicaciones terrestres y con drones, y 45 metros para aplicaciones aéreas. La primera reunión informativa contó solo con oradores promotores de la iniciativa y solo dos voces críticas; crónica de esa reunión y la opinión del médico Damián Verzeñassi, la enfermera del Garrahan Meche Méndez, el abogado Marcos Filardi y Sabrina Ortíz, vecina fumigada y abogada que acaba de presentar un escrito para convocar a audiencias públicas y foros de debate para evitar que se apruebe esta Ley que prioriza el negocio a la salud social y medioambiental. FRANCISCO PANDOLFI

Esta semana se presentó en la Cámara de Diputados el proyecto de ley nacional “de presupuestos mínimos de protección ambiental para la aplicación de productos fitosanitarios”. Es decir, de agrotóxicos.

El proyecto fue escrito por la Red de Buenas Prácticas Agrícolas, integrada por más de 80 instituciones públicas y privadas vinculadas con el agronegocio, y dentro del recinto encabezan la iniciativa los diputados Atilio Benedetti (UCR – Entre Ríos), presidente de la Comisión de Agricultura en la Cámara de Diputados, y Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica). La nueva norma ya cuenta con el acompañamiento de 32 legisladores, entre un abanico variopinto que engloba a La Libertad Avanza, Unión por la Patria, UCR, PRO, Coalición Cívica, Encuentro Federal, entre otros partidos. 

El punto clave de este proyecto legislativo figura en el artículo 9, donde se establecen distancias mínimas para fumigar desde los 10 metros para aplicaciones terrestres y con drones, y 45 metros para aplicaciones aéreas.

La Ley del Cáncer: avanza un proyecto que permite fumigaciones con agrotóxicos a 10 metros de viviendas
Atilio Benedetti, UCR-Entre Ríos, principal promotor del proyecto, expone en la reunión del pasado martes.

Exposiciones sin consenso

El martes pasado se llevó a cabo una primera reunión informativa en la cual las y los oradores sólo fueron personas, organismos y corporaciones a favor de la iniciativa.

En la comisión conjunta realizada entre Agricultura y Ganadería y Recursos Naturales y Conservación de Ambiente Humano hubo entidades gubernamentales, de productores, de ingenieros agrónomos, de acopiadores, de empresas de tecnología agropecuaria y ONG a favor de la ley. Maximiliano Ferraro expresó que “el proyecto no tiene una mirada sectorial”. Y que “nace de un diálogo. Un diálogo y consenso, que podemos ampliar”.

Sin embargo, se dijo, no hubo invitaciones a voces disonantes.

Las únicas dos ponencias que no se alinearon al lobby de la producción con plaguicidas fueron el diputado Juan Carlos Giordano (Izquierda Socialista – FIT Unidad) y su par Blanca Osuna (Unión por la Patria). Dijo Giordano: “Deben darle espacio a quienes estamos en contra de esta ley. Hay una lista de un montón de organizaciones que quieren venir a exponer las barbaridades que ocurren por el uso de agrotóxicos. Fumigar a 10 metros de ninguna manera puede ser una buena práctica agropecuaria”. Dijo Osuna: “Es indispensable escuchar voces de otros sectores, estamos en falta si no. Los expertos científicos deben estar acá, están ausentes en este proyecto. Primero debe estar la salud, luego la producción”.

La evidencia del modelo

Tras el encuentro del martes, distintos actores se manifestaron en contra del proyecto. Damián Verzeñassi es médico generalista y es el director del Instituto de Salud Socioambiental de la Universidad Nacional de Rosario, desde donde se hicieron desde 2010 a 2019 más de 40 campamentos sanitarios en diversos pueblos de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba para  relevar puerta a puerta la situación de la salud en localidades fumigadas. ¿Qué demostraron esos resultados? Que en las comunidades rurales se multiplicaban los trastornos endócrinos, los abortos espontáneos, las malformaciones y el cáncer. Opina Damián: “Si se aprueba esta ley permitiría que se fumigue a 10 metros con productos que pueden generar cáncer de mama, cáncer de tiroides, alteraciones endocrinas en las glándulas, disminución de la capacidad de nuestro sistema inmunológico de defendernos. Por ejemplo, el herbicida atrazina está prohibido en 37 países, pero en Argentina está autorizada. Este tipo de cosas avala la ley que quieren aprobar”.

Sin embargo, el diputado por la Libertad Avanza Pablo Ansaloni, que proviene de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) dijo en la reunión informativa: “Desde nuestra actividad, que la vengo ejerciendo durante 30 años, manipulamos el cereal y estamos en contacto todos los días con el fitosanitario. Podemos dar fe que no tenemos ningún enfermo”.

Meche Méndez es enfermera de Cuidados Paliativos del Hospital Garrahan y desde hace años viene dando una pelea (casi en soledad) para que exista una historia clínica ambiental que pueda demostrar la relación de los agrotóxicos con las enfermedades. Le dice a lavaca: “El sistema de salud sigue sin considerar el daño, en muchos casos irreparable, que los tóxicos utilizados desde hace décadas en el modelo extractivo están produciendo en el ambiente, los territorios y por ende en los cuerpos de quienes los habitamos, atendiendo los síntomas y/o la enfermedad una vez producida, pero sin asociarlo cómo posibles causa”.

Sobre el proyecto de ley, analiza Méndez: “Sólo puedo compartir mi absoluto rechazo. Ya está comprobadísimo por la ciencia sin conflicto de interés que la deriva (movimiento de plaguicidas en el aire) no tiene control, que los venenos enferman y matan. Necesitamos medidas aún más protectoras de las que tenemos actualmente y sobre todo dejar de usar esos tóxicos. Hago un llamado urgente a los profesionales de la salud, a las sociedades científicas supuestamente comprometidas con la salud y el ambiente a que se expidan y rechacen esta posibilidad criminal de echar venenos a 10 metros”. Remata: “Se sabe que produce cáncer, malformaciones, daños genéticos, un montón de enfermedades y síntomas. Esto no puede salir de la Cámara de Diputados”.

María Luisa Chomiak, de Chaco, es la única diputada de Unión por la Patria que acompañó con su firma este proyecto. Argumentó: “Lo suscribí porque se necesita tener esta discusión. Toda iniciativa es perfectible y no hay nada más importante que la salud. Si se prioriza esto, celebro que estemos discutiendo este tema”. Sin embargo, en el proyecto no figura que la reducción de las distancias va en sentido contrario al principio de «no regresión en materia ambiental» que establece la Ley General de Ambiente y tratados internacionales como el Acuerdo de Escazú. Ni tampoco informa las pruebas científicas ya demostradas sobre la consecuencia de los plaguicidas: desde los efectos letales del glifosato en embriones anfibios, constatado por el ex titular del Conicet Andrés Carrasco, hasta los estudios de Delia Aiassa en la Universidad de Río Cuarto sobre daño genético, que comprobaron el riesgo aumentado de contraer cáncer. A partir de estas investigaciones hubo fallos judiciales en distintos puntos del país prohibiendo las fumigaciones terrestres a menos de 1.095 metros y las aéreas a menos de 3.000.

Antecedentes que enferman

Una de esas localidades es Pergamino, al norte de la provincia de Buenos Aires. Allí vive Sabrina Ortiz, una de las tantas personas que se enfermó por agrotóxicos. Perdió un embarazo de casi 6 meses y tuvo dos ACV. Sabrina tiene una particularidad notable: como no encontraba abogados que la defendieran, estudió Derecho y se recibió. Fue amenazada; le mataron a su perro como amedrentamiento. Después de años de denuncias y estudios científicos, la Justicia federal confirmó que el 3 de diciembre de 2025 comenzará el juicio oral contra tres productores agroindustriales por delitos de contaminación ambiental, según la Ley de Residuos Peligrosos (N° 24.051). En la causa se documentaron daños a la salud vinculados a la exposición crónica a sustancias como glifosato, atrazina y clorpirifós. 

Sabrina, junto a varios colegas, acaba de presentar un escrito colectivo de abogadas y abogados de Pueblos Fumigados en donde solicitaron a las presidencias de las comisiones de Agricultura y Ganadería y de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados de la Nación que convoquen audiencias públicas, foros y videochats de debate antes de tratar el proyecto de ley.

Marco Filardi es abogado especialista en derechos humanos y temas ambientales y es parte de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la Facultad de Medicina de la UBA. Le dice a lavaca: “Esta norma manda un mensaje a todas las provincias de que este (10 metros fumigación terrestre y dron, y 45 metros aérea) es el estándar mínimo, el piso ambiental y eso no lo podemos aceptar. Gran parte de nuestra población está expuesta cotidiana, sistemática y estructuralmente a la aplicación de más de 7.000 formulados comerciales con autorización vigente por el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) en una cantidad de más o menos 500, 600 millones de litros de agrotóxicos al año. Tenemos el triste privilegio de ser el país que más agrotóxicos por persona y por año usa en el mundo y los resultados están en los cuerpos, están en los territorios”.

Desde los impulsores de la iniciativa no contactaron a científicos, ni profesionales de la salud, ni abogados, ni a ninguna de las organizaciones ambientales. Como por ejemplo la coordinadora “Por una vida sin agrotóxicos Basta es Basta”, de Entre Ríos, que se moviliza todos los martes desde 2018 frente a la Casa de Gobierno en Paraná. “La ley nacional es un ‘copy-paste’ de la que ya tenemos acá, aprobada a finales de 2024 y en la que habilitan fumigar a 5 metros de los cuerpos de agua, a 10 de las plantas urbanas y a 15 de las escuelas rurales. Ellos se amparan en las buenas prácticas agrícolas sin basarse en ninguna evidencia científica, a diferencia de todos los trabajos publicados en Argentina y en el mundo donde se demuestra el impacto que tiene el uso de los venenos sobre la salud y los ecosistemas, más allá de la dosis y la distancia. Lo que genera el daño es la presencia del veneno y si hay evidencia científica ya está: no hay más que hablar”.

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