#NiUnaMás
Sin fronteras. Femicidios, crímenes sexuales y terrorismo
La socióloga mexicana Julia Monárrez Fragoso mantuvo un encuentro con Familias Sobrevivientes de Femicidios. Monárrez, creadora del término “femicidio”, es de las más prestigiosas especialistas en violencia contra las mujeres. Compartimos acá sus principales aportes durante el histórico encuentro, de Ciudad Juárez a Buenos Aires.

1.
El femicidio de sus hijas es parte de una historia de brutalización sexual. Una no puede leer esas historias sin estar dándose cuenta de esto. Y es un intento de aniquilación de mujeres. Las historias son parte de una historia de terror que, para nuestros países latinoamericanos y para otros países, tienen que ver con un proceso de larga data histórica de opresiones.
2.
Me llama la atención el marco utilizado por los tribunales. Este marco gira, en todas las historias de sus hijas, en torno a las ideas de consentimiento, de víctimas propiciatorias, de que ellas se pusieron en su camino y por eso, por su conducta, por su mala suerte, por su forma de vestir, por las amistades que tenían, por eso fueron asesinadas. Y en una de sus historias, ustedes, no me acuerdo quién de las mamás, dicen que las han hecho sentir a sus hijas como parte de desechos, de que son descartables. Y dicen: si hubiese sido la hija de alguien que tuviese más dinero, hubiesen actuado de forma diferente. Y yo les puedo decir que sí es cierto en toda América Latina.
Esta violencia que se ejerció en el cuerpo de sus hijas, que es una violencia sexualizada y que está en la carne de ellas, que es carne de su carne, nos muestra que hay varias cuestiones presentes: es un conglomerado, una maraña de categorías de discriminación que tienen que ver con el color de la piel, con su lugar de residencia, también con la clase social. Y esas categorías de diferencia y discriminación, de clase social, de raza, de residencia, no son para que una viva mejor, son para que las personas vivamos mal.
3.
Cuando aparece el término de femicidio, lo primero que dicen las que empezaron a trabajar en ese concepto para visibilizar la forma distinta en que las mujeres son asesinadas porque son mujeres, dicen que la relación no importa: puede ser un hombre conocido, puede ser desconocido, puede actuar individualmente, puede actuar en grupo.
4.
Es importante tener encuenta lo que yo llamo la situación de vida. Algunas de sus hijas dicen que es por la ingesta, consumo de sustancias tóxicas. Hay situaciones de vida, sobre todo en la adolescencia, cuando los y las adolescentes empiezan a conocer la vida y empiezan a conocer el mundo, y las sustancias tóxicas se usan para tres cosas: para cuestiones religiosas, para cuestiones de pertenecer a un grupo, y también se usan para el placer. Y eso ha sido a lo largo de los años. Eso no es razón necesaria ni suficiente para decir que no se le puede otorgar justicia a una chica, y en este caso a quienes quedan. Porque el femicidio no solamente victimiza a quien asesinan, sino que es una cadena de dolor que va hacia el padre, a la madre, a sus hermanos, y también a otras personas.


5.
A la forma que han sido asesinadas se le llama tortura sexual. Va más allá de la violación, porque en el momento en que Ciudad Juárez se presentaron los casos de las tres jovencitas la jueza Quiroga dice que las niñas habían sufrido tortura sexual porque se había dado una pelea muy fuerte por parte de ellas para permanecer en vida. Eso se ve en como tenían en sus uñas la piel de quien las había agraviado, también el haberlas atado de manos y pies era porque ellas estaban luchando por su vida. Todo eso es tortura sexual.
6.
Yo vivo en una de las ciudades más violentas del mundo que es Ciudad Juárez, tenemos a veces hasta 7 u 8 femicidios por día. Cruzando el río, la frontera, nos divide un puente, tenemos El Paso en Texas, que es Estados Unidos. Ellos no utilizan el termino femicidio ni violencia patriarcal, tienen un buen sistema de policías y los casos son investigados. Mientras que en mi ciudad son 2000 y pico de casos por año, ellos tienen 6 o 7. ¿En qué momento se desfondó la justicia en América Latina? En México los hombres tampoco tienen justicia. Es una economía de sombras, permeada por el narco: 144.000 personas desaparecidas en 16 años, 4.000 fosas clandestinas, cuerpos que aparecen todos los días mutilados. No tienen justicia. ¿Por qué en América Latina tenemos que ir a buscar abogados y abogadas, cuando en otras partes es el departamento de policías? Y cuando la policía no puede llaman a cuerpos especializados. Estamos en un desfonde de la justicia. Ni siquiera hemos podido poner la sentencia de Campo Algodonero: que no hablen de la vida de las niñas, de si el papá era bueno, esos son datos que no tienen que ver. Lo que tiene que ver es que hay alguien que ha muerto violentamente, en este caso es un femicidio, y tienen que investigar quién fue, sancionar, y aplicar la ley.
7.
Lo que llamé femicidios sexuales sistemáticos quiere decir que primero hay un secuestro de las niñas y adolescentes, hay una tortura en su cuerpo, hay una serie de violaciones y luego ese cuerpo se tira. Y ese tirar del cuerpo de la niña o adolescente significa que de alguna forma u otra le muestran a la sociedad el daño que le han hecho a ese cuerpo, a esa niña y también a sus familiares. Pero al mismo tiempo también lo presentan como un espectáculo para la sociedad. No sé si a usted le han dicho que es una mala madre, es un mal padre, que por qué no la cuidaron. Eso no está permitido. Una no trae a las hijas o a los hijos al mundo para que mueran. Además del femicidio hay un daño que se hace, se llama adscripción de género: es la misma sociedad que le dice a uno lo que tiene que ser una madre o un padre, pero nadie somos madre o padre perfectos. Pero en cuestiones de un femicidio, hablar sobre su maternidad, sobre su adscripción de género, o si su hija fue mala mujer, mala estudiante, tampoco se debe permitir. En el femicidio hay muchos daños que se reproducen exponencialmente. Yo me imagino que todos ustedes, todas ustedes, pierden el patrimonio que tienen buscando a su hija, pierden las noches de sueño, la alegría de la vida, el tiempo de vivirla. Solamente hay una gran diferencia: a las mujeres sí se nos permite llorar en público, pero a los hombres no se les permite llorar en público aunque sean los padres, contra ellos las agresiones son muy fuertes. Y su hija vive, su hija busca justicia por usted y por su esposo, en el momento en que ustedes dejen de pedirla, en ese momento ella ya no estará presente.
8.
Muchas personas intimidan diciendo: tú quieres lucrar con la muerte de tu hija. No, ustedes son jurídicamente víctimas, son víctimas de muchas fallas que ha habido en el Estado, y en los grupos que tienen poder económico, político, y de economías de sombra. Sé que, en Argentina, como en mi país, no hay ese acompañamiento a las víctimas, acompañamiento que contenga el dolor, aunque ese dolor va a estar siempre presente. El dinero no le va a volver a su hija, pero si ustedes son padres y madres que están en una lucha, su lucha va más allá de sus hijas, en algunos relatos dicen: queremos que no pase a nadie más; entonces ustedes se han convertido en quienes guardan la memoria de sus hijas pero al mismo tiempo es una memoria política, es una memoria de lucha, de liberación.
9.
Sus nietos tienen también derecho a la justicia, al reclamo, porque se les privó de la madre. En esta sociedad que tenemos la madre es lo máximo, pero en el femicidio se les olvida que muchas son madres, y que a esas hijas o hijos que les dijeron que estaban aquí para desarrollarse no les han permitido tener una madre que los acompañe en el trayecto. Y los deja con el recuerdo de una muerte artificial, no por deterioro natural, sino que alguien se dio la libertad de quitarle la vida a ella.
10.
En relación con las imágenes, esa es otra deuda que tiene el Estado; acá acaba de ser sacionada una ley, la Ley Ingrid, por la cual se castiga a quien difunda imágenes de víctimas de agresiones; ocurrió tras el femicidio de Ingrid en el que los agentes del Ministerio pasaron fotografías que no debían ser pasadas. Es muy complicado, ha habido una lucha muy grande. La normativa viene de Inglaterra, los años que ha durado un juicio de una joven que han publicado sus fotografías, aunque ganó el juicio y tiene una compensación, pero las fotografías todavía aparecen.
11.
Hay una cosa que está sobrevolando aquí y me gustaría decirlo de esta manera. Describir los años sufridos en los genitales del cuerpo de la joven, las partes del cuerpo en cuestión revelan la situación de vida, de piel, de lugares donde se vive, están ligadas a la cosificación pública y sexualizada. A sus hijas las vuelven cosas. Cuando no hay una justicia expedita, y no queda la verdad completa para quienes han sido los principales dolientes, hay una cosificación. Y eso se refiere solamente a ese fragmento de su cuerpo. Otro caso: en Canadá hay más de 1.500 mujeres indígenas que han sido asesinadas por ser mujeres, por ser indígenas y por ser pobres. El Papa llegó hace unos meses a Canadá y pidió perdón por lo que la Iglesia católica le había hecho a los niños y niñas indígenas, pero más allá de la Iglesia católica hay todo un movimiento que está recuperando lo que ellas llaman asesinato por cuestiones coloniales, por la división que hay entre los europeos blancos que llegaron a Canadá y las mujeres indígenas que estaban ahí. Las mujeres asesinadas son aventadas a los ríos, a las carreteras, a los lotes baldíos, y a los basureros. Y hubo uno en el cual una mujer en prostitución es asesinada, y para darle más realce al juicio enseñan fotografías de la vagina de una mujer troceada por el hombre con una navaja. Esto, si hubiese sido una mujer blanca, una mujer de clase alta, no lo hubieran permitido, pero como era una mujer indígena lo permitieron. Pero al estarse enfocando en lo que le hicieron a ciertas partes de cuerpo, se olvida que hay un agresor. No es el cuchillo el que destrozó, es la mano que introdujo el cuchillo. No es el palo que se introduce en la vagina, es la mano que introduce el palo. Y esa mano es una extensión del cuerpo de un varón o varios varones que tienen una mentalidad misógina, una mentalidad de muerte, y que saben que asesinar a alguien, que darle una muerte cruel, no tiene ningún costo en América Latina. Eso es algo que duele a los padres y madres, porque lastimó gravemente el cuerpo de su hija, y lastima también gravemente el cuerpo del padre y de la madre. Hay cosas que son privadas, ¿por qué la otra gente tiene que enterarse? No tiene que enterarse. Son primeramente las víctimas, y las y los deudos de la víctima, solamente ellos y ellas los autorizados a decir qué es lo que sale o no a la prensa.
12.
Yo siempre he dicho que las niñas y las mujeres son asesinadas por su sexo, por su género y por el lugar de residencia donde está. Pero además porque están inmersas en un contexto de bajos salarios. Es muy importante hablar de economía: porque una habla de violencia, de misoginia, del patriarcado, pero al patriarcado también se le debe decir que ha hecho sociedades completamente desiguales. Y al hacer sociedades desiguales ha hecho que se vulneren los derechos de niñas y mujeres. Esto no quiere decir que los hombres no sean vulnerados, pero ese es otro tema. Hay una economía de bajos salarios que produce personas con bajos valores. Especialmente para una economía de sombras que las incorpora para el tráfico ilegal de la prostitución y a otras para la industria del sexo.
13.
En América Latina la justicia se basa en chivos expiatorios y en la cuestión de la palabra, no hay evidencias. Insisto en llamar a la muerte de sus hijas como femicidios, pero además, como terrorismo sexual. Yo no sé si en femicidio en Argentina prescribe. El terrorismo sexual que es el que se hace en contra de las mujeres, y esta violencia sexual, esta brutalización sexual siempre va a estar ahí presente para buscar justicia.
14.
Yo lo que veo en el caso de su hija, como en los otros casos, es que para las mujeres sus cuerpos viven la muerte social. Si su hija anduvo en México, anduvo por todas partes, ella era una mujer que podría haberse cuidado ella sola. Dicen: no era tan inocente si estuvo de aquí por allá. Esto es la revictimización: volverlas a matar después de que han sido asesinadas. La muerte social es vivir en estos corredores de la muerte que llevan a estas niñas y a estas jovencitas a la muerte, y están de una forma u otra tolerados por el Estado. Todos los Estados y todas las naciones niegan que haya femicidios en sus países. Dicen: eso sucede en Ciudad Juárez. Y no, es igual. Todos los casos de ustedes, todos los asesinatos son individuales, pero al mismo tiempo es dentro de este gran sistema, que es un sistema diseñado para la muerte de las niñas y las mujeres. Y hablando en términos feministas, es una muerte sexualmente política porque se le está negando su derecho a transitar, a vivir su libertad. Los hombres temen menos que nosotras, temen menos una violación, un ataque masivo entre tres o cuatro hombres. En cambio la forma que es asesinada su hija y la forma que lo dan a conocer, les están diciendo a otras chicas: esto te puede pasar si tú quieres ser una mujer independiente, ser escritora, contar tu experiencia de vida, en tiempos de pandemia cuando hemos restringido a toda la población.
15.
Si no hubiese sido por el movimiento feminista y de derechos humanos que se alía a Ciudad Juárez no hubiésemos podido sacarlo de lo local, llevarlo a lo estatal, a lo nacional y luego a lo internacional. Fueron muchas organizaciones feministas las que estuvieron apoyando a las madres. Veo una diferencia entre México y Argentina: allá están los papas. En Ciudad Juárez eran las mamás solas, por eso decían este es un asunto de mujeres, pero es un asunto de mujeres, es un asunto de hombres, es de toda la sociedad y es un asunto del Estado, sobre todo. Es muy difícil. Primero se juntaron 5.000 firmas y vino la Comisión Interamericana. Ya en 2009 estábamos envueltos en lo que al principio llamábamos guerra contra el narcotráfico y ahora llamamos conflicto armado interno. Dicen: las mujeres son asesinadas porque son parte del narcotráfico, y cuando una ve los motivos por los que son asesinadas, quiénes son los asesinos, qué violencia se ejerce en el cuerpo, es que se dice que esto es también femicidio. Estos hombres que vienen en camionetas blindadas, con vidrios polarizados, se bajan tres o cuatro con uniformes militares, se llevan a las mujeres públicamente, y después dice el gobierno que son ejecuciones porque son narco reclutadas, que se lo buscaron por ser narcas. Hay que desmontar otro mito del gobierno. Se fue a CEDAW, estuvimos con amicus curiaes, han sido muchísimas cuestiones que se han hecho. Quiero poner aquí junto a ustedes que acá quien busca a su hijo, a su hija desaparecida, sabe que va a morir. Y de hecho tienen que pedir permiso al crimen organizado, le dicen: pedimos permiso a los narcos para buscar los huesos de nuestras hijas. Se han formado organizaciones que están ahí luchando para la preservación de la vida ante un gobierno que prometió muchas cosas y que estamos en peores condiciones.
16.
La memoria es algo que el cerebro guarda. La memoria nunca es igual. Cuando nos dicen: porque en ese momento dijo tal cosa, y hoy tal cosa. Una es selectiva con la memoria. Y al momento de hablar, lo hacen con los sentimientos de dolor que hacen que se acuerden de tal dato. No es lo mismo testimoniar desde el dolor y el sufrimiento que testimoniar desde el encubrimiento. El encubrimiento es una mentira, lo otro es el dolor que habla y que selecciona lo que cree que en un sistema de impunidad puede hacer accionar al Estado.
17.
Quisiera volver a decir que hay una política de control de la sexualidad en las niñas y las mujeres en Argentina, y se extiende a muchos países. Son ustedes en Argentina quienes nos han enseñado el valor de la lucha desde el momento que pusieron la categoría de desaparición forzada como una categoría política. Son ustedes en Argentina quienes nos han enseñado que de un conflicto como el que tenemos en México podemos salir adelante, reintegrando eso que fue fragmentado y nos han entregado incompleto: el cuerpo de las hijas que fue mancillado y maltratado. Eso ustedes lo han enseñado.
18.
¿Qué se hace para lograr justicia? En nuestros países se lucha, porque no es un derecho. Aunque sea un derecho, no está otorgado.
#NiUnaMás
Lucía Pérez: la trama de la injusticia

“¿Por qué se procede de esta manera tan irregular y que revictimiza a esta familia una y otra vez para salvar a personas que se supone que son dos perejiles?” preguntó ayer el abogado Juan Pablo Gallego ante sucesivos cambios de carátulas, sospechosas reprogramaciones de fechas y maniobras que parecen revelar un entramado que busca la impunidad y la negación del femicidio de Lucía, que tenía 16 años. Ocurrió durante una audiencia en el que uno de los acusados pide salidas transitorias. El trasfondo de idas y venidas fue descripto por el abogado: “Lo que pasó es un hecho aberrante, que implicó la muerte atroz de una adolescente de 16 años en circunstancias probadas de narco criminalidad”.
Por Claudia Acuña
Hay que explicar lo inexplicable. Desde que el 8 de octubre de este año la Cámara de Casación modificó el segundo fallo por el crimen de Lucía Pérez para negar su femicidio se desató una catarata de maniobras –de alguna manera hay que llamarlas– para intentar liberar a sus femicidas.
El fallo de Casación confirmó la culpabilidad de Juan Pablo Offidani y Matías Farías y los condenó por los delitos de violación agravada por el uso de estupefacientes y por tratarse de una menor de edad, pero no por su crimen: Lucía simplemente se murió. Esta negación del femicidio tiene como consecuencia un disparate jurídico: por un lado, la familia apeló está decisión; pero al mismo tiempo esta apelación no puede avanzar hasta que no se determine el monto de la condena que le correspondería a Farías por esta nueva tipificación. Si es complicado de comprender, imagínense lo que significa para esta familia soportar lo que la obliga a padecer el Poder Judicial. A saber:
- Para poder determinar el monto de la pena que le correspondería a Farías –que en el segundo fallo y luego del juicio anulado había sido condenado por femicidio y por lo tanto a prisión perpetua– podría corresponderle entonces entre 8 y 20 años de prisión. Para establecer exactamente cuánto, de acuerdo a la evaluación de atenuantes y agravantes, se inventó un tribunal compuesto por tres jueces de diferentes juzgados. Serán los responsables de la audiencia de Cesura que, según dictaminó luego de una audiencia donde acordó con las partes –querella y defensa– cómo sería el procedimiento, se realizará el 29 de abril de 2026 y durante tres días.

- Imagen de la audiencia. A la izquierda, el abogado Juan Pablo Gallego. Arriba, la foto principal, la movilización que acompañó a la familia.
- Unos días después la familia recibió una notificación que le comunicaba que esa audiencia se adelantaba a septiembre. Como su abogado, Juan Pablo Gallego, no estaba ni enterado de esta anticipación –y además se encontraba en España para la fecha pautada– se presentó un escrito denunciado esta irregularidad y solicitando se mantenga lo debidamente acordado: 29 de abril de 2026. Así será.
- Un mes después hubo otra novedad: el nuevo fiscal –cuyo rol se supone que es acusatorio– pidió el cese de la prisión de Farías, aun cuando las instancias de apelación y de establecimiento del nuevo monto de pena estaban pendientes de resolución.
- Unos días después llegó el turno de Offidani: solicitó salidas transitorias. La audiencia que se realizó este miércoles en los tribunales de Mar del Plata fue para decidir si las otorgaban o no.
En esa audiencia el doctor Gallego sintetizó lo que todo este proceder judicial despierta como duda “¿por qué se procede de esta manera tan irregular y que revictimiza a esta familia una y otra vez para salvar a personas que se supone que son dos perejiles? ¿Hay algo más detrás de esta causa que permite forzar tanto los procedimientos judiciales? Si nosotros, como parte querellante, no renunciamos a que se le aplique a ambos la figura de femicidio y eso está todavía en trámite, ¿qué se busca con esto? ¿Qué se fuguen antes de que se resuelva la cuestión central?”
Como respuesta la doctora Romina Merino, abogada defensora de Offidani, propuso: “Miremos para adelante”.
El doctor Gallego replicó:
“Nosotros no vamos a dejar de mirar lo que pasó porque lo que pasó es un hecho aberrante, que implicó la muerte atroz de una adolescente de 16 años en circunstancias probadas de narco criminalidad y eso implica una doble responsabilidad del Estado: por tratarse de una menor y por estar frente a una banda que vendía drogas en la puerta de un colegio, delito por el que cumplen una condena ratificada”.
El juez de garantías que debe evaluar el pedido de Offidani tiene ahora cinco días para determinar si cumple o no con los procedimientos necesarios para obtener los beneficios de la libertad transitoria.
En tanto la familia de Lucía sigue esperando justicia.

Matías, el hermano de Lucía y sus padres Guillermo y Marta.
#NiUnaMás
Adiós a Claudia Rodríguez: la Trans andina que propuso politizar el amor

Referente del movimiento trans latinoamericano, activista, poeta, escritora y tanto más, escribió sobre su infancia, la militancia trans, la vida sexual y se autoproclamó Miss Sida en 2007. Claudia Falleció este 29 de Noviembre. Su pelea incluyó al pueblo mapuche, la educación pública, los sin techo, y planteó siempre una filosa crítica al neoliberalismo, que quita posibilidades de vida y las transforma solo en posibilidad de consumo. En uno de sus viajes a la Argentina compartió con la revista MU sus ideas sobre el orgasmo, el feminismo sin resentimiento, la creación, y por qué hay que politizar el amor. Un modo de homenajearla, de recordarla, y a la vez de volver a estar en contacto con un pensamiento y una acción que dejan una sensible huella cultural, artística y política.
Por María del Carmen Varela
Foto: Lina Etchesuri
#NiUnaMás
38º Encuentro Plurinacional: el regreso

Por Claudia Acuña
Fotos Line Bankel
A las doce de la noche parte el micro que nos trae de regreso a Buenos Aires con el grupo de mujeres que lucen imborrables sonrisas y cachetes decorados con purpurina. La noche es para soñar y la mañana para compartir la transmisión de la asamblea que decide en qué ciudad se realizará el próximo encuentro: Córdoba.
Con el festejo llega la ceremonia que preparó la Comisión de Mística.
Estamos todas sentadas en el piso superior del micro mientras una voz encantadora nos cuenta el cuento La cabeza en la bolsa, mientras recorre el angosto pasillo mostrando las ilustraciones que dan vida a esta historia que escribió Marjorie Pouchet: la de una chica rabiosamente tímida que siempre sale a la calle con una bolsa en la cabeza, hasta que un día, regado por sus lágrimas, crece allí un jardín. ¿Qué hará entonces con esa timidez y con esas flores?
Consultar a una amiga.
Algunas compartirán en voz alta lo que ese cuento les resuena; otras sus lágrimas.
Luego, las organizadoras de la colecta para el viaje nos darán dos regalos. Cada una recibirá así una de las serigrafías creadas por el grupo de arte Vivas Nos Queremos y un pedido: que sean expuestas en lugares colectivos. El otro regalo está guardado en un sobre hecho a mano con papel reciclado. Contiene stickers, calcomanías y un papel amarillo donde nos piden que escribamos un deseo que acompañe a nuestras amigas de viaje hasta el próximo Encuentro. Una cajita de cartón recoge los mensajes y de allí cada una extraerá el suyo.
El mío:
“Seguí tus sueños, abrazá tu intuición, aferrate a tus compañeras: todo es posible”. Llegamos.


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