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Coronavirus: el Estado y los signos de un cambio de época

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En este segundo artículo de la serie “Coronavirus: Educación, Estado y Democracia”, Walter Mignolo analiza desde el pensamiento decolonial la cuestión de cómo determinados gobiernos –incluso el argentino- eligieron, frente a la pandemia, establecer políticas de cuidado que también han sido definidas como “maternales”. ¿Representan un cambio de fondo, o son signos de algo distinto en medio de un sistema que sigue priorizando la economía sobre la vida? La idea de un Estado “matríztico” que incluya la convivencia de todo lo vivo, y de una cultura en la que “el cuidado, el respeto, la armonía, la convivialidad, la cooperación, están incorporados en el vivir, el sentir y el emocionar cotidianos”.  Walter Mignolo es semiólogo, profesor de Literatura en la Universidad de Duke (EE.UU) y en este texto plantea la necesidad de una sociedad política conformada por trabajadores y profesionales que “despiertan” de la matriz de la colonialidad patriarcal que domina, explota, controla y decide sobre la vida de las personas y comunidades.

Estado

Del cúmulo de información, estadísticas, miedos y esperanzas, promesas y experiencias, me atrajeron unas observaciones vertidas en el blog Social Europe: los estados nacionales con estadísticas más bajas de infecciones y decesos son estados liderados por mujeres. [i] Citan los ejemplos de Taiwán, Nueva Zelandia, Dinamarca, Noruega y Finlandia (https://www.socialeurope.eu/women-in-power-its-a-matter-of-life-and-death). Efectivamente, viendo las estadísticas de estos estados, fácil encontrar en la web poniendo el nombre del país y COVID-19, los resultados son notables, teniendo en cuenta también los números de población en cada estado.

Después de leer la nota y chequear los números, noté que bien podría haberse incluido a Angela Merkel. Alemania tuvo un desempeño más cuidadoso que los demás estados de la Europa occidental (Francia, Italia, España y UK). Merkel, además, ya había apoyado a los refugiados (aunque sus razones tenían más un tinte económico que humanístico), lo cual le creó algunos ripios en su propio partido.

Sea cuales fueren las razones de no incluir a Merkel en la lista de estados liderados por mujeres con bajas estadísticas de infección y muertes, también son bajas las estadísticas en Corea del Sur, Japón, Vietnam, Islandia, Portugal. Lo cual indicaría que la “política del cuidado” puede también ejercerse en estados liderados por varones. Claro, pocos pondrían a China en este listado, no por estadísticas sino por prejuicios. La imagen de China, estado autoritario y ambicioso, era ya promovida por la prensa occidental y por estados democráticos en los procedimientos, pero autoritarios en el dominio imperial y en la concentración de la riqueza. La pandemia alimentó nuevos argumentos. 

No obstante, y dado que la población de China es de casi 1.400 mil millones de personas, las estadísticas tanto de infectados como de muertos son muy inferiores a las de los estados del corazón de la Unión Europea, y ni hablar de Estados Unidos. El gobierno de China dio muestras de políticas de cuidado. Aunque para algunxs fueron medidas autoritarias interfiriendo en la libertad de las personas. Pero China, en su milenaria tradición, es una civilización que privilegia la familia extendida y la comunidad más que la soberanía del Ego característica de la civilización Occidental, sobre todo a partir de la Ilustración.

Y, bien, podríamos agregar a Argentina a la lista de estados liderados por varones en los cuales hay una manifiesta “política del cuidado.” No es poca cosa que la página Bloomberg haya reconocido y destacado al gobierno argentino por atender la salud y el cuidado de la nación y sacrificar la economía, aún en la desesperante situación de la deuda externa que heredó del gobierno neo-liberal anterior para el cual lo primero es la economía y luego, si hay tiempo y dinero, la salud y la educación.

Los signos de la política del cuidado lanzada por el gobierno argentino, no escaparon a la sensibilidad y agudeza de Rita Segato. Percibió en ellos un gesto de “estado materno” o “estado maternal”. Tomé esta observación como una lectura de esos signos, no como una descripción de la totalidad del estado. Signos exigidos por el COVID-19, obviamente. Difícilmente se hubieran dado sin estas circunstancias. Extendiendo la observación de Segato, me animo a sugerir que todos los estados mencionados más arriba, liderados por mujeres o por varones, han mostrado signos de “políticas de cuidado”. Son sólo eso, signos, no hay razón para una algarabía “post-pandemia” que motivará transformaciones radicales de las políticas de los estados nacionales en los cuales la nación, el pueblo, tendrá prioridad sobre la economía de acumulación y despojo.  

Si bien no hay razones para la algarabía, tampoco hay razones para pasar por alto estos signos a la espera de las esperanzas y/o preocupaciones que nos ofrecen los relatos “post-pandémicos”.

Coronavirus: el Estado y los signos de un cambio de época
Imágees del libro Primera Nueva Crónica y Buen Gobierno, un hallazgo que aporta a una decolonialidad del pensamiento (ver https://www.lavaca.org/mu44/ultimas-noticias-de-colon/)

No habrá “post-COVID-19”, como no hubo ni hay post-Unión Soviética o post-socialismo, o post-Crisis 2008 o post-9/11. Todos estos acontecimientos los estamos viviendo en el presente: en el continuo y cambiante presente que es lo único que existe. El pasado está frente nosotrxs (por eso lo vemos), el futuro detrás (no lo vemos https://joseantoniocobena.com/2017/08/04/el-futuro-esta-detras-el-pasado-delante/). El “post” pertenece a las ilusiones de “futuridad” que caracteriza la civilización occidental desde que convirtió el futuro juicio final teológico en el futuro secular de progreso y civilización universal, occidental.

De modo que, al menos las generaciones que co-existimos hoy en el planeta, viviremos el resto de nuestras vidas con los efectos emocionales (esperemos que los biológicos se atenúen) de COVID-19. Los acontecimientos que acabo de mencionar son signos de un cambio de época y no ya una época de cambios. Los “post” conservan el control de los relatos Eurocentrados del tiempo. El cambio de época inaugura un Pachacuti global de múltiples temporalidades que ya no se puede subsumir en un tiempo universal, lineal, que nos distrae en espera de las promesas de futuro.

Reconocer el cambio de época nos incita a no pasar por alto los signos que percibimos en estados-nacionales maternos. Extendiendo la observación de Segato a los estados mencionados más arriba, me animo a explorar algunas ideas de lo que podrían ser “estados matrízticos.” Lo cual presupone el predominio, sino la hegemonía, de “culturas matrízticas.” Veamos.

En primer lugar, aclaración del vocablo “matríztico” con “z”. Estudios arqueológicos recientes argumentan que hay suficientes restos arqueológico de la era neolítica (7500-6500 AC) para suponer que en la región oriental del Mediterráneo (parte del sur de Italia, Rumania, Grecia, parte de la actual Turquía), hubo una cultura matrística (con “s”). A pesar de la apropiación del pasado en la historia de Europa, cuando Europa no existía, en un área que incluye lo que es hoy Asia occidental, lo importante es la posible existencia al menos de una cultura matrística. En la cultura matrística varones y mujeres compartían la oikonomia, del griego oykonomos—administración comunal, no del común.  El común remite a compartir entre los seres humanos. Lo comunal remite a convivir con todo lo viviente (resumido en un sustantivo, “naturaleza” en el vocabulario occidental) (https://www.turbulence.org.uk/index.html@p=391.html).

Tal cultura matrística habría dejado de existir como tal por invasiones patriarcales indo-europeas (https://www.europaindigena.com/2%C2%AA-el-neol%C3%ADtico/). “Cultura matrìztica” con “z” es lo que proponen Humberto Maturana y Ximena Dávila en el proyecto político-ético-educativo titulado así, “Matríztica” (https://matriztica.cl/). La “z” marca la diferencia: no es posible volver al pasado, nunca, pero sí es posible inscribir lo que del pasado, siempre, queremos preservar en el presente. El desafío es constituir culturas matrízticas en sociedad patriarcales. ¿Cómo hacerlo?

Es la pregunta inmediata con tanto poder financiero, militar, mediático que nos acosa. La manera de hacerlo es por la educación en todos los niveles y esferas: desde la escuela a la universidad, organizaciones independientes de la sociedad política (por ejemplo, los sectores de la sociedad civil, en la terminología liberal que toma sus destinos en sus propias manos siendo conscientes que no pueden contar ni con el estado, ni las corporaciones, ni los bancos y en muchos casos ni la religión, https://www.scielo.org.co/pdf/rcan/v47n2/v47n2a09.pdf). La edificación de culturas matrizticas, en estados nacionales actuales, será la tarea de la sociedad política convertida en el “cuarto poder”: judicial, legislativo, ejecutivo y social/comunal. Social/comunal porque una cultura matrizca no puede reducirse a la sociedad de los seres humanos, sino que es imperativo reconstituir lo comunal en las relaciones humanas con todo lo viviente (cosificado por el sustantivo “naturaleza” y el adjetivo en “recursos naturales”).

Coronavirus: el Estado y los signos de un cambio de época

Sin culturas matrízticas no podrá haber estado matríztico. Vivimos hoy en el planeta inmersos en culturas patriarcales. Mejor decir, patriarcales/matriarcales, en la medida en que los conflictos en la esfera de la sexualidad y del género surgen de la hegemonía/dominación de la cultura hetero-normativa, que es patriarcal y matriarcal. Además, estamos inmersxs en culturas que, además de patriarcales/matriarcales están reguladas emocionalmente por el racismo. Lo cual no sólo afecta a las personas en la sociedad civil (por ejemplo, musulmanes en occidente y en India; descendientes de africanxs en Estados Unidos, africanxs, palestinxs en Israel, etc.), sino que afecta también las relaciones inter-estatales (los gobiernos de Irán y Syria son musulmanes; el estado Chino no solo es comunista sino también de gente de raza “amarilla” según la clásica clasificación racial por color de piel; el estado Japonés también es gobernado por gente amarilla, y no cristiana, pero es aliado de occidente, etc.).

Si bien hoy las personas que habitamos el planeta vivimos en culturas patriarcales/matriarcales, tal cultura es común pero no es homogénea. Similar al capitalismo. El capitalismo es la forma hegemónica de la economía, pero no es homogéneo. Pero vivimos en culturas patriarcales/matriarcales moduladas y reguladas desde 1500 por y en la colonialidad del poder. Si bien las llamadas sociedades patriarcales tuvieron y tienen vigencia en distintas civilizaciones, incluida la occidental después de las invasiones indo-europeas que desplazaron las cultura matrísticas, el patriarcado actual adquirió su singularidad asociado con el capitalismo y el papel fundamental que el concepto de “raza” (que es ya un concepto racista, no científico), rasgo fundamental en la formación y ejecución de la colonialidad del poder (https://antropologiadeoutraforma.files.wordpress.com/2013/04/quijano-anibal-que-tal-raza.pdf).

Los conflictos de occidente con Irán son obvios en la historia misma de la formación de la civilización occidental. Menos obvios son la pervivencia del racismo en la emocionalidad en los conflictos de Occidente con Rusia (de tradición Cristiana Ortodoxa) y con China (de raza “amarilla” como ya dijimos, y desobediente). Turquía nunca podría ser miembro de la Unión Europea. Todos los argumentos esgrimidos suponían (y suponen) una emoción seminal racista: ser miembro de la OTAN no es lo mismo que serlo de una “unidad cultural”, la Unión Europea.

Una «cultura matríztica» es, en primer lugar, una cultura en la que el cuidado, el respeto, la armonía, la convivialidad, la cooperación, están incorporados en el vivir, el sentir y el emocionar cotidianos. Una “cultura” en este sentido no es la acumulación de objetos, de memorias en los archivos y en los libros. Una cultura la constituyen redes de conversaciones en torno a temas, objetos, memorias comunes que alimentan las conversaciones. Las redes de relaciones y conversaciones a través de espacio (a través de medios oficiales y personas que interactúan hoy por medios tecnológicos) que construyeron una «cultura del cuidado», una cultura matríztica, entre mujeres y hombres, entre heterosexuales y LGTBQ +, entre blancos y personas de color, entre el islamismo, el judeocristianismo, el budismo, el taoísmo, el sintoísmo; entre Confucio y Platón / Aristóteles. Las líneas globales que habían creado tales divisiones fueron trazadas por el patriarcado y la supremacía blanca entre el renacimiento europeo y la iluminación europea. De otra manera, el estado matríztico no puede llegar a ser mientras la cultura sea patriarcal/matriarcal.

Coronavirus: el Estado y los signos de un cambio de época

Una cultura matríztica es una condición necesaria para la posibilidad de un «estado matríztico». Los ejemplos que mencioné al principio mostraron signos de lo que podría ser un estado matríztico. Sin embargo, estos estados todavía están inmersos en culturas patriarcales dominantes. Hasta qué punto los estados de cuidado podrían continuar privilegiando al cuidado sobre la riqueza, la vida sobre la economía no solo dependerá de los gobiernos sino también, y fundamentalmente, del trabajo epistémico, político y ético de la sociedad política-el sector de la sociedad civil (que consume y vota) que toma/mos sus/nuestros destinos en nuestras propias manos, es la sociedad política emergente global. Heterogénea sin duda. Ya no hay cabida para modelos universales y unificadores. Estos fueron el caballito de batalla de la modernidad occidental. Ya dieron sus frutos y mostraron sus fracasos. La responsabilidad de la sociedad política es la de crear la cuarta rama de los poderes estatales: a las ramas legislativa, judicial y ejecutiva del modelo liberal de estado-nación, se debe agregar la rama de las intervenciones de la sociedad política en el legislativo / judicial /ejecutivo. Existe amplia evidencia de que los «representantes» elegidos en cada rama de gobierno no cumplen las funciones representativas que les otorgan las constituciones, sino que se involucran en peleas internas y la ansiedad de tener un lugar en el sistema inter-estatal.  

La sociedad política que estoy imaginando no es solo la sociedad política de los trabajadores de servicios y lo que solía llamarse «la clase proletaria», sino de todos en el ámbito profesional, desde abogados hasta arquitectos, desde médicos hasta profesores de humanidades, desde conservadores de museos hasta la industria de Hollywood. Brevemente, la sociedad política surgirá en cada estado, y también interconectada globalmente, de todas las personas que despiertan a los diseños generales de la matriz de poder de la colonialidad para dominar, explotar, controlar y decidir sobre nuestras vidas. Pero permítanme repetir: sin una cultura matricial no puede haber un estado matricial, lo que significa, por defecto, que el estado-nación continuará siendo patriarcal y promulgará la discriminación racial, sea cual sea el color de las personas que dirigen el estado-nación. Los acontecimientos recientes en la India, sobre la «nueva ley ciudadana», muestran que la discriminación racial podría estar funcionando en los estados-nación gobernados por «personas de color», como dijo Sukarno en el discurso de apertura de la Conferencia de Bandung, 1955.

Construir culturas matrízticas es la tarea y el desafío de emergentes organizaciones de la sociedad política. El estado patriarcal/matriarcal hoy dominante puede contribuir. Los signos matrízticos visibles en los estados nacionales mencionados al comienzo de esta nota son evidencia de que así puede ser.


[i] En inglés hay dos opciones: mujeres y hombres, lo cual destaca los roles sociales y males and females, lo cual refiere a la distinción biológica de todos los animales, incluidos los humanos. En castellano lo que corresponde es macho y hembra. Pero, seguro estamos de acuerdo, sería un tanto incómodo, aunque es semánticamente justo, decir “estados liderados por hembras.” Para masculino tenemos “varones” en cuyo caso deberíamos decir “varones y mujeres.”

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Matar por matar: la violencia policial porteña y el crimen en Lugano de Gabriel González

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Gabriel González, 45 años, pintor, fue asesinado por personal de la Policía de la Ciudad el jueves navideño en el barrio de Lugano, en un nuevo caso de gatillo fácil que además fue registrado por las cámaras de los vecinos. Gabriel intentó intervenir cuando la policía le estaba pegando a uno de sus hijos. Estaba sin remera, descalzo, desarmado. Lo fusilaron a corta distancia, las imágenes que aquí reproducimos están disponibles y se observa perfectamente quién le disparó. En el barrio sostienen que hubo violencia policial, además, sobre algunos de los testigos, para que hagan el silencio necesario para permitir la impunidad del y los autores.

En la foto de portada se ve a la derecha a Gabriel en el momento en el que es impactado por los disparos policiales.

Además de su trabajo como pintor, Gabriel se dedicó especialmente a la contención de jóvenes con consumos problemáticos. Presentamos la información publicada por el diario Tiempo Argentino, integrante junto a lavaca de la Unión de Medios Autogestivos, un símbolo y una realidad sobre la violencia institucional de estos tiempos.  

Amigos, allegados y vecinos de Gabriel González, el muchacho de 45 años que murió en medio de una violenta represión de la Policía de la Ciudad, ocurrida en Navidad en Villa Lugano, marcharon en reclamo de justicia. La familia aseguró que fue asesinado a mansalva y denuncia un nuevo caso de gatillo fácil. 

Matar por matar: la violencia policial porteña y el crimen en Lugano de Gabriel González

Las lágrimas de Nelly, la viuda de Gabriel González. (Foto: Gentileza Pablo Lecaros)

Nelly, la viuda de Gabriel, aún habla de su marido en tiempo presente. En diálogo con la prensa que se movilizó hasta Cruz y Escalada, en Lugano, donde se concentró la movilización, expresó: “Hace más de 25 años que comparto con él, que vivo con él, que la luchamos, salimos a laburar todos los santos días. Tanto él como yo, salimos a trabajar para tener las cosas que tenemos y lo que pudimos construir. La peleó siempre. No es una mala persona. No se merecía morir de esa forma. Quiero justicia por la vida de Gabriel”. 

La mujer recordó que llegó a la escena del crimen cuando a su pareja “ya le habían pegado. Tenía toda la cara ensangrentada. En todo momento traté de pararlo y que no le sigan pegando, porque lo estaban lastimando. Escuchaba cómo lo incitaban a pelear con ellos. Todo el tiempo lo incitaban a pelear. Él estaba enojado y ellos eran cada vez más. Le dieron un tiro muy de cerca”. Nelly también recibió heridas en las piernas y en los brazos. 

Matar por matar: la violencia policial porteña y el crimen en Lugano de Gabriel González

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.

Entre sollozos, la viuda pidió a sus vecinos que no la dejen sola. “Luchemos. No es la primera vez que pasa algo así. Ellos vienen a matar, no vienen a apaciguar las cosas, a tranquilizar, sea lo que sea que esté pasando. Al amigo de él lo cagaron a palos, lo llevaron a la comisaría y le dijeron que no diga nada”. 

La mujer se refiere al amigo de Gabriel que en los videos, donde quedó registrada toda la secuencia, se advierte que intenta calmar a la policía. Gerardo, el hermano de la víctima, también mencionó “al muchacho que se llevaron preso, lo golpearon y lo amenazaron que lo iban a matar, le dijeron que conocían a su familia y a su casa. Para que no declare”.

Según pudieron reconstruir, el amigo de Gabriel fue liberado de la Comisaría 8A a eso de las 5 de la madrugada de este viernes. “Le aflojaron todos los dientes, le pegaron en las costillas entre el policía que disparó y había otro peladito. Todo para encubrir la cagada que se mandaron ellos”.

Matar por matar: la violencia policial porteña y el crimen en Lugano de Gabriel González

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.

Por su parte, la abogada de la familia, Romina Ávila, precisó que “cuando le tiran a Gabriel, le tiran estando totalmente desarmado, indefenso y a una distancia prudencial del personal. Esto quiere decir que en ese momento no estaba agrediendo al personal. Tampoco se puede argumentar que hubo un exceso en legítima defensa, es lo que nosotros llamamos gatillo fácil”.

La asesora de la familia señaló en Radio Con Vos que esperan los resultados de la autopsia y las pericias, cuyos análisis preliminares deberían estar para este sábado. “Está documentado que quien dispara es un policía que bajó del patrullero. Tenemos su rostro, imagen por imagen. Ahora a pedido de la justicia, la Policía de la Ciudad, debería identificarlo”, esgrimió.

Matar por matar: la violencia policial porteña y el crimen en Lugano de Gabriel González

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.

Gabriel era pintor y solía contener a los chicos del barrio que padecen consumo problemático. De hecho, comenzó con esa tarea social tras un contexto de abuso de drogas por parte de su hijo. “Era una persona humilde, hijo de migrantes, muy pujante, una persona que trabajaba y en ocasiones como esta, un festejo popular, participaba. Lo grave de su conducta ayer fue salir a la vereda a compartir con los amigos, sus vecinos. Es común eso acá. Los encuentros se comparten por más que a ellos no les gusten. Es parte de la cultura”, analizó la abogada. 

“Acompañaba a chicos con consumo, porque con su hijo dio una larga lucha por esa misma situación”, añadió Ávila, quien concluyó: “La Policía de la Ciudad sigue deambulando y caminando por acá. Son los mismos policías de la Comisaría Vecinal 8A que ayer estaban tomándole declaración a sus mismos compañeros que horas antes habían ido a herir de muerte a GabrielConviven con nosotros y el miedo es grande y está”

Respecto a la autopsia, la mujer indicó que los restos fueron trasladados este viernes a las 8 a la morgue judicial y que los resultados «van a ser sumamente clarificadores de lo que creemos y que sostenemos como teoría del caso, que para nosotros se trató de un hecho de violencia institucional. Que no tuvo ningún tipo de defensa, ni exceso en legítima defensa por parte del personal policial».

Matar por matar: la violencia policial porteña y el crimen en Lugano de Gabriel González

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.

“Mi primo asesinado por la policía era un chico trabajador, nacido acá en el barrio, en la Villa 20. Era papá de Dante y Ángel de 21 y 25 años. Re familiero. En cumpleaños o reuniones familiares él siempre estaba en la parrilla haciendo el asado. Le encantaba compartir, era fanático de la pesca, un arquerazo del equipo del barrio que hace poco salió campeón. Cariñoso, amable, sencillo, solidario. Gabriel era muy valiente, no le tenía miedo a nada”, dijo a Tiempo Oscar Villaverde, primo de Gabriel y docente de la Escuela Técnica N° 13, Ingeniero José L. Delpini de Villa Lugano.

Fue el propio Oscar quien publicó en las redes en la tarde noche de ayer el asesinato de su primo: “Hoy en un forcejeo con la policía tras defender a su hijo asesinaron a quemarropas a mi primo Gabriel González e hirieron de bala a su mujer”.

El video filmado por un vecino dejó en evidencia el asesinato a quemarropa denunciado por quienes fueron testigos del brutal crimen. Se lo ve Gabriel sin remera, defendiéndose de los golpes contra media docena de efectivos policiales que lo golpean sin piedad.

De golpe, uno de ellos saca su escopeta y le dispara. La muerte fue instantánea y uno de los disparos hirió a la compañera de vida del asesinado y a otros vecinos que observaban con asombro la brutalidad policial.

https://twitter.com/mapadelapolicia/status/2004682374236569608?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E2004682374236569608%7Ctwgr%5Eac1d97fec004d4b6f43c539db126fd40cbc95cf4%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.tiempoar.com.ar%2Fta_article%2Fgatillo-facil-en-lugano-no-es-la-primera-vez-que-pasa-algo-asi-ellos-vienen-a-matar-no-vienen-a-apaciguar-las-cosas%2F

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Se confirmó el procesamiento del gendarme Guerrero por el ataque al fotógrafo Pablo Grillo

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El gendarme Héctor Guerrero será procesado por el ataque que hirió gravemente en la cabeza al  Pablo Grillo el 12 de marzo pasado (la foto de portada muestra a Pablo durante su recuperación, que aún continúa). La Sala II de la Cámara Federal porteña ratificó la decisión de la jueza María Servini que había sido apelada por el acusado. Además, pidieron investigar las posibles responsabilidades de quienes estuvieron a cargo del operativo. Presentamos aquí la información del diario Tiempo Argentino, uno de los integrantes de la Unión de Medios Autogestivos.

La Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones confirmó el procesamiento del gendarme Héctor Guerrero por las lesiones gravísimas producidas al fotógrafo Pablo Grillo y por el abuso de armas en otras cinco oportunidades durante la manifestación de los jubilados del 12 de marzo pasado.

Se confirmó el procesamiento del gendarme Guerrero por el ataque al fotógrafo Pablo Grillo

El gendarme Héctor Guerrero el día de su declaración ante la jueza María Servini.

El fallo de la Cámara lleva las firmas de los jueces Eduardo Farah, Martín Irurzun y Roberto Boico. En su voto, Boico además, exigió que se profundice la investigación por las eventuales responsabilidades de las autoridades a cargo del operativo.

La situación del gendarme Guerrero había llegado a la cámara de apelaciones luego de un planteo de la defensa del acusado en la que pidió revocar el procesamiento como presunto autor del disparo con una pistola lanza gases contra Pablo Grillo, quien sufrió heridas gravísimas durante la represión policial a aquella protesta de jubilados en el centro porteño.

El planteo de la defensa se produjo en el contexto de varias resoluciones judiciales polémicas que se dieron durante en la semana posterior al triunfo electoral de La Libertad Avanza (LLA), que tuvieron como principales beneficiarios a Mauricio Macri y Javier Milei, y como principales perjudicados a Cristina Kirchner y Guillermo Moreno. Sin embargo, el oportunismo no funcionó y este viernes los tres camaristas le dio un revés al gendarme al entender que el acusado debe ir a juicio.

Guerrero, asistido por los abogados Martín Sarubbi y Claudio Nuncija, solicitó revertir el procesamiento que oportunamente había sido dictado por la jueza federal María Servini. La defensa sostuvo que no está acreditado que el gendarme haya sido el autor del disparo y afirmó que su conducta se ajustó a los protocolos vigentes para el uso de armas lanzagases.

En tanto, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que interviene como querellante, respaldó la resolución de Servini y la validez de las medidas de prueba, entre ellas el relevamiento en el lugar del hecho, un informe balístico de la Policía de la Ciudad y la reconstrucción denominada “Mapa de la Policía”, elaborada por realizadores audiovisuales y peritos forenses.

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MU 210: La batalla final

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MU 210: La batalla final

El femicidio de Lucía Pérez a manos de dos narcos de Mar del Plata motivó el primer Paro Nacional de Mujeres. Tras una larga luchar familiar y social se logró la condena, pero ahora una nueva maniobra judicial puede dejar impunes a los culpables. Un ejemplo de que todo lo que conseguimos está en peligro. ¿Podrán?



Las notas de esta edición:

MU 210: La batalla final

Negacionismo de Estado: Informe 2025 del Observatorio Lucía Pérez

¿Qué hay detrás de la avanzada oficial para negar los femicidios? Radiografía de cómo cada poder del Estado, por acción u omisión, busca ocultar las causas y consecuencias del asesinato de mujeres. Y por qué lo hace. Por Claudia Acuña


MU 210: La batalla final

El Aleph (versión putas): Entrevista a Georgina Orellano

¿Cuánto cuesta la vida? ¿Cuánto vale? La dirigente de AMMAR y la actualidad desde la esquina: lo que se ve, lo que no se escucha, las falsas soluciones progresistas, lo que hay que abolir. Lo narco, la revolución, el cuerpo, la salida. Una recoridapor sus tatuajes, y todo lo que significa ser puta. Por Claudia Acuña y Lucas Pedulla



MU 210: La batalla final

Carla Soggiu: La impunidad avanza

Carla recibió un botón antipánico por las agresiones de su pareja, que la ató, golpeó y violó delante de su hija de dos años. Semanas después de ese hecho, accionó cinco veces ese botón pero la policía no la encontró. Apareció muerta en el Riachuelo. Las complicidades, las burocracias, el rol de Diego Santilli y la lucha de una familia que define el caso como un femicidio de Estado. Por Francisco Pandolfi



MU 210: La batalla final

Alma y vida: El femicidio de Lucía Pérez, hoy

¿Qué es la justicia? ¿Cómo enloquecer a una familia? ¿Por qué buscan eliminar la figura de
femicidio? ¿Cuál es el rol práctico del Estado y el negacionismo? El Tribunal de Casación resolvió que el de Lucía Pérez no fue un femicidio. La política de la misoginia como aversión hacia las mujeres y el paralelismo con lo narco que vende droga junto a las escuelas. Las “sumisitas”, la violencia y el sometimiento. Marta y Guillermo: una familia que trabaja en comunidad, y las claves para que las pesadillas no sigan asesinando a los sueños. Por Sergio Ciancaglini



MU 210: La batalla final

Crónicas del más acá: Al trote

POR CARLOS MELONE



MU 210: La batalla final

El Caliban y las brujas: La obra Fuerza mayor, protagonizada por jubiladas

La alianza entre Jubilados Insurgentes con integrantes del Teatro Caliban parió está obra que pone en escena lo que pasa todos los miércoles frente al Congreso. Una forma creativa de elaborar la actualidad con las herramientas del teatro, para hacer sentir, pensar e interpelar a los más jóvenes. Por Franco Ciancaglini



MU 210: La batalla final

Sin berretines: Lo que nos cuenta la cárcel

Estudiantes de Sociología y Trabajo Social que cumplen condena en la cárcel de San Martín comparten sus reflexiones sobre la libertad, el encierro, y la actualidad más acá de las rejas. ¿Cómo funciona lo narco? ¿Qué implica buscar plata fácil? Lecciones sobre educación, berretines y prejuicios, el sentido de la vida, y la teoría de la bobalización. Por Sergio Ciancaglini



MU 210: La batalla final

Sin protección: Ley contra el Acoso y después

Perdió estado parlamentario el proyecto de ley de acoso en ámbitos laborales y académicos: una muestra de la desidia y el abandono de las políticas de género. Del caso Brieger a Milei, cómo sigue la organización de las mujeres para empujar lo imposible en tiempos de motosierra, fascismo y un Congreso estancado. Por Evangelina Bucari



MU 210: La batalla final

Con horizonte: 38º Encuentro Plurinacional en Corrientes

Cien mil personas participaron del 38º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidades. MU lo registró con crónicas día a día, que pueden leerse en lavaca.org. Compartimos aquí parte del registro fotográfico y una mirada sobre la trastienda de debates que explican mucho de lo que pasó en un evento extraño y extraordinario. Por Claudia Acuña. Fotos de Line Bankel



MU 210: La batalla final

Sin cuerpo: La ¿impericia? en la causa de Cecilia Basaldúa

A lo largo de este 2025 la nueva instrucción que investiga el femicidio de Cecilia Basaldúa, ocurrido en el año 2020 en la localidad cordobesa de Capilla del Monte, Cambió fiscales, tomó nuevas pruebas y amplió testimoniales. Sin embargo, en el marco de un proceso judicial que avanzaba, una noticia coronó la impunidad en esta causa: hace cuatro años que el cuerpo de Cecilia fue retirado de la morgue judicial sin el consentimientode la familia. Por María Eugenia Marengo


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