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Victoria Villarruel en el cuaderno de Etchecolatz: negacionistas, trolls, votantes y otras pistas sobre la actualidad

Las reacciones en las redes, los trolls, las impresiones sobre quienes votaron a La Libertad Avanza, los jóvenes, los genocidas, las deudas y paradojas a 40 años de la democracia. La abogada Guadalupe Godoy (querellante en diversos juicios por delitos de lesa humanidad y en la causa por la desaparición de Jorge Julio López), habló con lavaca sobre esos y otros temas tras haber difundido por Twitter imágenes del cuaderno de Miguel Etchecolatz del que dispone la justicia, en el que figura el nombre de Victoria Villarruel, candidata a vicepresidenta de la Nación. Villarruel forma parte de un núcleo de mujeres jóvenes que, por ejemplo, organizaba visitas a Jorge Rafael Videla en la cárcel. “Los represores entendieron que poner a mujeres jóvenes a encabezar esas luchas les daba más rédito que andar paseando dinosaurios por los medios”.
El nombre de Villarruel aparece en el cuaderno de Etchecolatz cerca del de su ahora enemiga Cecilia Pando. Una segunda foto publicada por Godoy muestra el registro de visitas a otro condenado por la represión ilegal, el ex policía bonaerense Norberto Cozzani, chofer y ex mano derecha de Etchecolatz.

Godoy diferencia los casos de negacionismo con los de defensa de ex represores. Justamente la cercanía con genocidas se contradice con lo que la señora Villarruel venia planeando: que su actividad anterior era solo en relación al Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), y no a los policías y militares juzgados y condenados por torturas, crímenes, desaparicionens forzadas, vuelos de la muerte y genocidio.
Godoy: “No creo que el 30% de los votantes que eligieron a Milei sean negacionistas ni mucho menos. Me parece que sería un error pensar eso. Pero sí está bueno visibilizar que estos son los sectores que están allí agazapados”.
Las reacciones en las redes, los trolls, las impresiones sobre quienes votaron a La Libertad Avanza, los estilos de comunicación, la sensibilidad tras Argentina 1985 y otros enigmas a partir de un twit.
La abogada Guadalupe Godoy decidió twitear lo que para ella era obvio. Mostró una foto del cuaderno que tenía el comisario Miguel Etchecolatz en la cárcel, en el que aparece el nombre de Victoria Villarruel muy cerca del de otra defensora pública de condenados por la represión ilegal: Cecilia Pando. Esa página del cuaderno es la que puede verse en la portada de este artículo.
Godoy twiteó: “La candidata a vicepresidenta de Milei, como sabemos, es una militante pro genocidas, que apoya activamente a los imputados en los juicios, desde sus inicios. Acá por ejemplo, está su nombre en el cuaderno en el que Etchecolatz se organizaba para el juicio del año 2006”.
Etchecolazt falleció el año pasado.
Los cuadernos de Etchecolatz: Otros twits de Godoy
“Una de las líneas de investigación, reclamada desde el inicio por los organismos de derechos humanos, era conocer quiénes intentaban perpetuar la impunidad y detener el avance de los juicios”.
“Estos papeles están en la causa por la desaparición de Jorge Julio López, que desde el día anterior a la sentencia contra Etchecolatz, está desaparecido”.
Jorge Julio López está desaparecido desde el 18 de septiembre de 2006, en plena democracia, sin que jamás se haya podido saber dónde está, qué le pasó.
Su testimonio había sido clave para condenar a Miguel Etchecolatz, que trabajaba en la cárcel con sus cuadernos.

Miguel Etchecolatz, mano derecha del general Ramón Camps en la Policía Bonaerense. El día antes de su sentencia, en 2006, en plena democracia, desapareció Jorge Julio López, uno de los principales testigos en su contra.
¿Negacionismo o pro-genocidas?
Guadalupe Godoy explica a lavaca: “Por supuesto que recordaba a Villarruel, y la seguimos porque fue siempre una de las líneas de investigación sobre los sectores y grupos que quisieron impedir la continuidad de los juicios. Conocemos a Villarruel desde esa época, aunque es muy evidente que ahora está tratando de suavizar el discurso”.
Un matiz que la abogada resalta: “Me parece que a veces hay una confusión lo que es el negacionismo y lo que es en el caso de ella y de todo ese nucleamiento que tiene (Javier) Milei, que son sectores pro-genocidas, que militan activamente por la impunidad de los genocidas. Ella es uno de esos casos, como Cecilia Pando, como Karina Mujica: no es casual que te esté nombrando a todas mujeres que salían a defenderlos públicamente: los represores entendieron que poner a mujeres jóvenes a encabezar esas luchas les daba más rédito que andar paseando dinosaurios por los medios. Villarruel es una activa militante pro-genocidio”. La forma de suavizar su discurso es presentarse como representante del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv),“en lugar de reconocer su apoyo a los genocidas”.

La candidata de Milei (mencionada como futura encargada de áreas tales como Defensa y Seguridad, nada menos) es abogada aunque no ejerció la defensa técnica de ninguno de los represores. “Las organizaciones que tenían hicieron reclamos por el tema de las condiciones de detención, pero los represores tenían sus equipos de abogados privados nucleados en una organización que se llama Justicia y Concordia, o directamente dejaban sus causas en defensores oficiales”. En el caso de Etchecolatz su defensa al principio la hicieron Luis Boffi Carri Pérez y Adolfo Casabal Elía, y luego pasó a los defensores oficiales.
Villarruel encabeza la ONG Oíd Mortales, que antes fue la Fundación Tridentina para los Valores Clásicos, creada por el miembro de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) Gustavo Corbi en 2011.
Afirma Guadalupe Godoy: “En general estos sectores han intentado organizarse otras veces. En años anteriores estaba el Partido Popular de la Reconstrucción, en el que se nucleaban sectores cercanos a (el ex coronel Mohamed) Seineldín y del que (el exx comisario Luis) Pati ha sido candidato. Esto no es inhabitual. Seguramente lo distinto es un crecimiento como el que ha tenido la fuerza en la cual están ahora y donde claramente hay sectores que se fueron nucleando ahí un poco gatopardizados”.

Fracasos, trolls y votantes
La percepción de Guadalupe sobre el significado de algunos secrtores de votantes. “No creo que el 30% de votantes que eligieron a Milei sean negacionistas ni mucho menos. Me parece que sería un error pensar eso. Pero está bueno visibilizar que estos son los sectores, como el de Villarruel, que están allí agazapados”.
Una paradoja: “Hay una cosa muy impactante, y es la paradoja de que a 40 años de democracia vos tengas a un candidato a presidente que reivindica las políticas económicas de la dictadura, y una candidata a vicepresidenta que reivindica las políticas represivas de la dictadura”.
Los twits de Godoy provocaron reacciones supuestamente de apoyo a Villarruel y la dictadura: “Eso es principalmente el troleaje (en referencia a los trolls y mecanismos de control e incidencia sobre redes sociales). No hay que darle mucha entidad”.
“En cambio me parece que sí hay que apuntar hoy a otro tema: hay que hacer una discusión para intentar llegar a ese sector de votantes que no son solo pibes, sino todas aquellas personas que ven en Milei una solución a algunos de los fracasos de la democracia”.
Allí establece Guadalupe otra distinción: “Pero hay que tratar de llegar no acusándolos de negacionistas, sino invitando a reflexionar. Estoy a cargo de las políticas de Memoria en la Universidad de La Plata y hay toda una discusión. ¿Cómo llegar a los pibes? ¿Diciéndoles que si votaron a Milei son negacionistas? No. Hy que hacer un esfuerzo y ver cómo llegamos a esas personas, entende cuál es el esfuerzo que hay que hacer ahí”.
¿Qué se vota? “En general quienes los están votando, no lo hacen por lo que opina Villarruel de la dictadura militar. Son personas que seguramente se sensibilizaron mucho el año pasado viendo Argentina 1985. Pero son personas, muchas pibas y pibes, que sienten que las cosas de la vida, tener trabajo, no las está resolviendo los gobiernos de la democracia. La pelea hay que darla ahí”.
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Proyecto Litio: un ojo de la cara (video)

En un video de 3,50 minutos filmado en Jujuy habla Joel Paredes, a quien las fuerzas de seguridad le arrancaron un ojo de un balazo mientras se manifestaba con miles de jujeños, en 2023. Aquella represión traza un hilo conductor entre la reforma (in) constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Pero Joel habla de otras cuestiones: su pasión por la música como sostén. El ensayo artístico que no se concretó aquella vez. Lo que le pasa cada día al mirarse al espejo. La búsqueda de derechos por los hijos, y por quienes están siendo raleados de las tierras. Y la idea de seguir adelante, explicada en pocas palabas: “El miedo para mí no existe”.
Proyecto Litio es una plataforma (litio.lavaca.org) que incluye un teaser de 22 minutos, un documental de casi una hora de duración que amplía el registro sobre las comunidades de la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, que a la par es zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo.
Además hay piezas audiovisuales como la que presentamos aquí. La semana pasada fue Proyecto Litio: el paisaje territorial, animal y humano cuando el agua empieza a desaparecer.
Esos eslabones se enfocan en la vida en las comunidades, la economía, la represión y la escasez del agua en la zona.
Litio está compuesto también por las noticias, crónicas y reportajes que venimos realizando desde lavaca.org y que reunimos en esta plataforma.
Un proyecto del que podés formar parte, apoyando y compartiendo.
El video de 3,50 minutos
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Orgullo

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.
Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.
Y no es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
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Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?
El podcast completo:
Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

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