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“El blanco fácil de los fascismos es la mujer”: Rita Segato habló sobre Alberto Fernández, el femicidio de Lucía Pérez y el camino al pluralismo

La antropóloga Rita Segato participó en una jornada convocada por la Asociación Bancaria dedicada a pensar los nuevos tiempos en Argentina. Fue su primera aparición pública luego de polémica desvirtuada al expresar su posición respecto del golpe de Estado en Bolivia. Habló frente a un auditorio colmado, en el que también estaban presentes la mamá y el papá de Lucía Pérez, la joven asesinada en Mar del Plata en 2016. La necesidad de tomar los femicidios como política de Estado. El juicio ético a la justicia patriarcal. El lenguaje estatal antimujer. La polémica sobre Bolivia. El “cerebro tweety”. Su viaje para votar en las últimas elecciones. La política de los cuerpos. La trama comunal. La memoria del 2001. El neofacismo. Y lo que se viene. Aquí compartimos la charla completa.
“Es necesario encontrar un camino plural de levantar la bandera de un mundo pluralista. Nuestros antagonistas del proyecto histórico son monopólicos: una única razón, una única justicia, una única belleza, un único dios. Nuestro lado tiene que ser el lado de las posibilidades de diversas formas de fe, de bienes, de justicia y, también, de diversas formas de felicidad. Solo así vamos a poder preservarnos de lo que se nos está viniendo encima”. Así, y con una ovación, la antropóloga Rita Segato cerró su exposición en la jornada sobre Los nuevos tiempos en Argentina. Oportunidades y expansión de derechos para un país de todxs, invitada por la Asociación Bancaria, en la sede del sindicato, en su primera aparición pública tras la polémica desvirtuada, luego de expresar su posición respecto al golpe de Estado en Bolivia, en declaraciones a Radio Deseo.
Segato formó parte de un panel en el que también estuvieron el secretario general del gremio, Sergio Palazzo; la diputada provincial electa y secretaria de Derechos Humanos, Género e Igualdad, Claudia Ormachea; la diputada María Cristina Álvarez Rodríguez; y la investigadora, historiadora y socióloga feminista, Dora Barrancos, integrante del directorio del CONICET desde 2010 hasta 2019. Ambas intelectuales se dieron un afectuoso abrazo al encontrarse, aunque Barrancos se retiró luego de su exposición, por otros compromisos.

En primera fila estaban presentes Marta Montero y Guillermo Pérez, mamá y papá de Lucía Pérez, la joven de 16 años asesinada en Mar del Plata en 2016. Ambos estuvieron el último martes en una protesta frente a los tribunales de La Plata, al cumplirse un año del fallo que absolvió a los femicidas.
Segato comenzó refiriéndose a un encuentro que tuvo con ellos el día anterior, como claro ejemplo de lo que significa la justicia patriarcal en Argentina. “Es insoportable: no pueden soportar aquellos que son víctimas de la violencia”. Describió las principales irregularidades del caso: “Para los jueces, a Lucía no la mataron: Lucía se murió. Justificaron diciendo que era una chica de carácter y que se podría haber negado a ir, pero ella fue secuestrada. Es una cosa intolerable”.
“El lenguaje del Estado es antimujer”
Segato subrayó que la familia está exigiendo la anulación el fallo misógino y se haga un juicio político a los jueces. “Empecemos a pensar en los juicios políticos y en un gran juicio ético a la justicia de género de nuestro país. Cuando Marta viajó 400 km a La Plata para averiguar cómo estaba el trámite de Casación, el juez la echó de su despacho. ¿El motivo? Los jueces no atienden a las víctimas”.
También mencionó, frente al auditorio lleno, que la familia le dejó al presidente electo Alberto Fernández una carta pidiendo que les reciba para que “el grito de Ni Una Menos esté presente en la agenda política del nuevo gobierno”, mientras habló del “desastre” de las políticas de prevención y contención de la violencia machista en la provincia de Buenos Aires, “top ten de los femicidios”.

También mencionó el caso de Flavia Saganías. “Es una madre con cinco niños que fue condenada a 23 años de prisión”. Saganías denunció que su expareja había abusado sexualmente de su hija de seis años. Al no tener respuesta, escribió la denuncia en Facebook. La situación motivó la reacción de su madre y su hermano, que quemaron la casa del hombre, lo golpearon y apuñalaron. “Ellas fueron presas, pero ahora también condenaron a Flavia a 23 años de cárcel. Es una condena mayor que la sufren los femicidas. Y muestra, claramente, que el lenguaje del Estado es un lenguaje antimujer, que no podemos considerar. Son tribunales que no podemos confiar, que reproducen y amplían el mal que sufrimos en la casa y en la calle”.
El “cerebro tweety”
Luego, Segato pasó a la segunda parte de su charla, en la que hizo mención acerca de la situación actual del país y la polémica desvirtuada que se abrió luego que manifestara su análisis sobre la situación del Golpe en Bolivia, tras el pedido de Radio Deseo. Ese audio, que fue transcripto por lavaca, luego fue tergiversado por Infobae.
Aquí reproducimos la exposición de la antropóloga en La Bancaria:
“La esperanza en esta etapa que se abre es fundamental. He viajado 1600 km para poner mi voto en Tilcara por Fernández-Fernández. Tengo una gran alegría, una gran esperanza, pero estamos frente a dos grandes problemas.
El primer problema, como se habló aquí, es la deuda. El hecho de que el país fue saqueado, desvalijado, es que en realidad este gobierno no fracasó. Fue exitoso. Venía a hacer lo que hizo y a ponerse la fortuna del país en el bolsillo. Así se la ven muy contentos en las fotografías. Y tenemos esperanza, aunque sea a pesar de la situación económica en la que estamos.
Pero hay algo en lo que temo más que la situación económica, y es que estaremos geopolíticamente rodeados. Si pensamos las elecciones en Uruguay, en el Brasil, en Paraguay, en la situación todavía inestable -porque habrá elecciones- en Bolivia, pero no sabemos su resultado, y pensamos en Chile, podemos plantear que tan peligrosa como la situación de la deuda es la situación de nuestro aislamiento geopolítico en el continente. Eso, a mí, me saca el sueño. Somos un país que estamos solos. Y hay que empezar a pensar, sin susto, cómo vamos a defendernos de ese extraordinario aislamiento geopolítico que estamos sumidos. Quizá ni siquiera sea una coincidencia. Es un país extraordinario. Volví hace muy poquito tiempo. Y mi luna de miel con el país acaba de cerrarse estos días, la semana pasada. Estaba muy feliz de estar aquí, hasta que vi también cómo es un país de una grieta realmente profunda, de agresividad visceral. Ha sido demostrado estos días con el tremendo linchamiento al que fui sometida solamente por haber expresado algo que creo.
Puedo estar equivocada, pero nadie puede ser linchado por dar su opinión. Ni siquiera la di en un medio argentino: hice una declaración para un medio boliviano, mi contribución a la compresión de esa situación boliviana. Recibí un único mensaje de una amiga mía, una carta en defensa de Evo, escrita por una gran feminista boliviana llamada Julieta Paredes. Minutos antes de redactarla me llamó llorando. Le dije: ´No me importa, Julieta, está bien, sos pro Evo´. Pero las mayorías bolivianas han acogido positivamente mi posición y lo que dije.
Pasé toda esta semana de linchamiento ridículo donde la gente puso su deseo de matar. Inclusive hay mensajes que dice: ´Hay que empalarla´. ¿Eso es política? ¿Eso es debate? Es tremendo. Es una cosa que me asustó: el deseo de muerte y sangre que hay no solo de derecha, sino también de izquierda, en Argentina. Me espantó. Es de nuestro lado y hay gente que no quiere pensar: sí quiere matar. Es una cosa tremenda y desilusionante sobre un país que acabo de recuperar.
La violencia contra mí es por haber dado una opinión en la que creo, y es que Evo estaba absolutamente desprestigiado en su propia tierra, en su propio país, en su propia política, pero después sobrevino un golpe oportunista. Y ahí tenemos la mano de Infobae. Ahora voy a tener muchísimo cuidado en leer cualquier noticia de Infobae. Recortar lo que dije y poner un titular que solo de verlo a mí misma me habría indignado.
Constaté una segunda cuestión: la gente tiene lo que ahora llamo un cerebo tweety, capaz de leer… ¿cuántas palabras? Un titular. Ya está modelizado, esculpido y circunscripto como en Twitter: solo puedo leer dos líneas. ´Rita Segato dijo que no hubo golpe en Bolivia´. Nada de mi argumento, la manera como lo conté, del conocimiento de Bolivia y viajar muchas veces por año. Pudo decir algo que desde la Argentina no se ve. Y nunca nadie de Bolivia me agredió como paso acá. Todas las agresiones salieron de acá, de Argentina, de mi país. Ninguna salió de Chile: las muchachas que circularon preciosas, cantando, en la hermosa puesta en escena, cuando hacen reconocimiento dicen que es porque me leyeron”.
La política del cuerpo
“Entonces, lo que quería decir, son algunas consideraciones rápidas sobre el problema que tenemos que cuidar, y que los sindicatos pueden tener un extraordinario papel, que es la política del cuerpo a cuerpo en la calle. Pensar técnicamente en abstracciones económicas es importante, la teoría nunca debe ser abandonada, pero es muy importante actuar en el cuerpo a cuerpo callejero, con la gente, que de alguna forma eso se lo dejó a las iglesias. El atrapamiento que hemos sufrido por parte de las iglesia, el secuestro ultra conservador de los cristianismos tanto evangélicos como el católico, cada vez más amplios, que hacen posible el golpe de Bolivia, o donde las elecciones ganan sectores de derecha, es porque se ha dejado un gran trabajo que debe hacerse en las comunidades, las calles y los territorios, a los sectores más conservadores y fundamentalistas de las iglesias.
Entonces: hay que estar en la comunidad, en el territorio. No va a haber posibilidad de una gran política de Estado abandonado esos territorios. Y en esos territorios nosotras, las mujeres somos las que te tenemos un papel central. Por eso suelo decir que el cuidado no es solo un trabajo en el sentido salariable: el cuidado es política. Es formatear un sujeto o sujeta, que se da una persona política en la sociedad. Generar personas para un trabajo en el colectivo.
Somos las mujeres la que hilamos trama y creamos comunidades capaces de defender lo que se tiene que defender. La política de Estado es importante pero, si no va acompañada de una política insertada, bien anclada en el territorio, en los cuerpos de las personas y en la reconstrucción comunal, va a ser mucho más difícil llegar a destino.
Entonces, en este sentido, es importante decir que, al salir de la crisis de 2001, que no hemos llegado a esa crisis esta vez, con las ollas populares, asambleas barriales, es decir esa gran capacidad de la gente de generar formas de sobrevivir, ha habido un problema porque las hemos perdido. Al recuperar el Estado, las riendas de la economía y volver a la inclusión social en el trabajo, que no deja de ser muy importante, pero en esa transición hubo una gran pérdida, que es todo lo que esta sociedad, por si misma, acumuló como tecnología de sociabilidad, que es la reconstrucción comunal, la reciprocidad entre las personas y una intensa vincularidad, en la cual todavía somos testigos. Pero es una pena que algunas estrategias que se habían instalado en el 2001 y permitieron la sobrevivencia, se perdieron. Es algo que usier siempre decir y recuperémoslo”.
El neofacismo vs el mundo pluralista
“La otra cuestión es que es la época del neofacismo. De los nuevos fascismos, tanto en Europa como nuestras sociedad. No es una política, sino una estrategia política. Es una estrategia del enemigo. Tenemos que estar muy avisados porque somos las mujeres un enemigo fácil. El blanco fácil de los fascismos: lo vemos con la ideología de género, con mis hijos no te metas, como si fueran propiedad.
Pero hay que tener cuidado porque hay un antagonismo histórico, que es el mundo de los dueños, que ha colocado muy rápidamente una gran cantidad de gente en la calle, en nombre de Cristo, de dios, y buscan una causa que ha sido inoculada por este mal bicho, que es el bicho de la sospecha moral de la mujer. Y esos son los cristianismos fundamentalismos que en muy poco tiempo se instalaron y tomaron las calles. Debemos sospechar de ese movimiento. Porque en muy poco tiempo capturaron un rebaño contra una causa. Somos fácilmente dibujables y definidas como un enemigo peligroso. La pelea por no liberar el derecho al aborto es nada más ni nada menos en contra las mujeres, contra nosotras. El racismo es un bicho, un virus muy fácilmente inoculable y es muy doloroso percibir que este fascismo está claramente en las personas que me agredieron. No tengo la menor duda en decirlo, que es un fascismo de izquierda. Es la búsqueda de un enemigo al que se le pueda atacar y cargar de los males y sufrimientos y resentimientos e insatisfacciones. El virus del fascismo es fácilmente inoculable en cualquier persona que, de derecha o izquierda, esté resentida, con un malestar en sus posiciones sociales y en sus deseos y aspiraciones.
Es una época en que la moral solidaria se vuelve un discurso poco eficaz y eficiente, pero hay un mal de época, y en nuestra época la ideología de los dueños hace que se encuentre en baja el discurso de la moral recíproca, de la ayuda mutua, en época de una moral formateada por la pedagogía de la crueldad: ´Yo tengo razón. Mis valores son supremos´. Y ahí tenemos que prestar atención, a los buenos y a los malos, a la izquierda y la derecha.
Es necesario encontrar un camino plural de levantar la bandera de un mundo pluralista. Los antagonistas del proyecto histórico son monopólicos: una única razón, un único bien, una única justicia, una única belleza, un único dios. Nuestro lado tiene que ser el lado de las posibilidades de diversas formas de fe, de bienes, de justicia y, también, de diversas formas de felicidad.
Solo así vamos a poder preservarnos de lo que se nos está viniendo encima”.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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