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El periodismo social a examen: el diario Diagonal analiza las lecciones de Puerta del Sol

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En el Día del Periodista nada mejor que evaluar cómo se pone a prueba un medio social de comunicación cuando le toca ser parte de un movimiento que pone patas para arriba todo un sistema, incluido el de la producción de noticias. Por eso entrevistamos vía mail a los responsables del periódico Diagonal, de España, una publicación nacida al calor de las tendencias pos-Seattle que puso a prueba todas sus convicciones y saberes durante la acampada de Puerta de Sol. Mucho se ha hablado de las redes sociales, las nuevas tecnologías y esos etcéteras. Pero, ¿qué rol le queda al tradicional periódico de papel en estas revueltas? Aquí, las respuestas escritas al calor de la agitación social.
El periodismo social a examen: el diario Diagonal analiza las lecciones de Puerta del Sol
¿Cómo impactó el M15 en su proyecto? ¿Qué cosas confirmaron y qué les hizo ver que falta reforzar, reformular o pensar de la propuesta?
Ha sido un impacto muy positivo para el proyecto, pero ha sido mejor como militantes de movimientos sociales, ya que hemos visto cómo algunas de las reivindicaciones y propuestas que estábamos generando en el Diagonal y en otros espacios de militancia se recogían y pasaban a formar parte de un debate amplio, que ha sacudido a la sociedad civil durante unas semanas y que, seguro, seguirá latiendo hasta que se dé solución a las desiguladades que existen en esta sociedad, en la que la brecha entre ricos y pobres crece a costa de una clase media en vías de extinción. Como te digo, Diagonal sale reforzado del 15M, tanto en repercusión como en discurso, pero nos queda claro que el periódico no es un fin, sino un medio, así que tendremos que seguir trabajando para conseguir fines que comenzaron a ser más explícitos, o más generalizados, a partir del 15M.
¿Qué diferencia notaron con respecto al impacto que tuvo en la prensa comercial?
La prensa comercial se movió muy deprisa a partir del miércoles 18, cuando se vio claro que la acampada seguiría hasta las elecciones. Pusieron muchos medios y enarbolaron un discurso de simpatía hacia el movimiento, con algunas excepciones, claro. Pero en general en simpatía con el hastío y no tanto con las reivindicaciones más concretas. Antes del 18, los medios habían dado muy poco espacio a los movimientos que han confluido en el 15M. Por poner un ejemplo, en el comienzo de todo esto está una movilización organizada a través de Internet para detener la aprobación de la Ley Sinde que limita el uso libre de Internet. Medios como El País pertenecen a grupos con intereses en el mercado editorial, por lo tanto, dar espacio a este tipo de reivindicaciones va en contra de sus intereses. Cuando pasaron las elecciones municipales del 22, todo ha vuelto a la «normalidad»: los medios, más o menos disimuladamente, apuestan por una vuelta a los cauces habituales es decir al monólogo bipartidista, a la democracia descafeinada, a la cultura del consenso, en definitiva, que se estableció desde los 80. No obstante, hay grietas por las que se cuela otro tipo de discurso dentro de esos mismos medios (aunque sea en la revista de tendencias, como en este caso en El País)
¿Cómo le contarían a un argentino el aspecto comunicacional del movimiento? Formas de organizar la información y producirla, etc.
Pues el aspecto comunicacional del movimiento ha sido bastante complejo. En un principio, fue todo muy sencillo. Había lemas muy claros y contundentes: «Que no nos representan [los políticos]», «Lo llaman democracia y no lo es», «Un bote, dos botes, banquero el que no bote». Lemas que especialmente se podían distribuir viralmente en las redes sociales. Después todo cambió, con la mayor atención de los medios y sus prisas por intentar contar cosas que no habían pasado, el mensaje estaba más vacío y todo dependía de lo que se definiera en las asambleas y estos procesos son bastante lentos. Además, las portavocías del movimiento no podían contar mucho, ya que los consensos no se habían producido. Estos principios mínimos hicieron que muchísima gente los hiciera suyo y compartiera en cualquier lugar. Ahora, y especialmente, en unos días, los mensajes, otra vez, serán más claro porque cada grupo de trabajo ya está llegando a consensos de mínimos y estos no serán tan nuevos para los medios de comunicación y no les prestarán tanta atención, porque ya no podrán conectar con una Ppuerta del Sol repleta. La movilización será en la defensa de un desahucio, en la sede de una multinacional como Telefónica que va a despedir a miles de personas, mientras logra grandes beneficios o en una administración pública que privatiza un servicio o no concede los recursos sociales suficientes. Pero eso, sí mucho más masivos que antes de que llegará el 15-M.
¿Quién era el destinatario, a quien se dirigían estas informaciones?
El destinatario de estas movilizaciones eran tanto los políticos, como los grandes medios de comunicación. Cuando las acampadas se empiezan, su principal objetivo era denunciar la campaña electoral que se estaba viviendo, la desconfianza absoluta en los grandes partidos políticos, el copia y pega de las notas de prensa que los candidatos colaban en los medios… y mientras tanto una ciudadanía que desconfía de todos, que encuentra que sus preocupaciones y problemas no estaban en ninguno de los mítines que se producían. También había otro destinatario mucho más cercano, el de cualquier persona que te encuentras en un cafetería, en el autobús, en el trabajo o en un chat. La indignación debía ser colectiva, las acciones y quejas no podían ser más quejas individuales. Y eso ya está conseguido.
¿Qué cosas gruesas del sistema de producción de la noticia puso en jaque y en juego el movimiento?
Confirmó lo que se había denunciado en muchos sitios, lo que mucha gente comentaba en círculos privados de conversación… No sólo, porque en procesos de gran movilización social las redes sociales o la información sin tanta mediación que se consigue en Internet ha resultado clave. Si no que en numerosas estadísticas que aparecen como intrascendentes al final de los telediarios ya reflejaban el mayor consumo de Internet que de la televisión, y muchísimo más que de la radio o la prensa escrita de gente joven. Los medios de comunicación tienen su propia agenda y se tienen que ver muy desbordados por la realidad para que le hagan un especial seguimiento, y esto se vio durante los días de la campaña electoral que duró las acampadas. Si no se llegan a popularizar tanto no le habrían hecho tanto caso, como desbordó en plena campaña electoral esos días todos se la intentaron apropiar dándoles su comprensión. Pero tras las elecciones del 22-M, el panorama cambió y periódicos como El Mundo o ABC se dedicaron a amplificar cualquier anécdota y desprestigiar lo que pasaba en Sol, Plaça de Catalunya o cualquier otra acampada. Su objetivo: defender un sistema que ellos fomentan y del que ellos viven. En el Estado español, la propiedad de los grandes medios se comparte de forma directa o indirecta (con publicidad) por los grandes bancos y las instituciones administrativas que dirigen los políticos que son criticados.
Ahora los medios de comunicación se han llenado de mensajes como «No, no nos representan», «Banqueros, ladrones» que denuncian las injusticias del sistema económico y político, aunque siempre se diga que en el pasado siempre fue peor. Algo que seguro suena mucho en Argentina después de las movilizaciones de principio de siglo.
¿Cómo ven ahora el futuro de Diagonal en función de los desafíos que abre esta emergencia, en ambos sentidos de la palabra: en cuanto algo que emerge y en cuanto algo que sacude con prisa?
Nuestro trabajo, creemos, es seguir produciendo el discurso de que la lógica del crecimiento depredador está agotada y presentarlo en sus dos vertientes: como crítica y como oportunidad para que nos juntemos a pensar modos de reproducción social y cultural que redunden en el beneficio de los más frente a las élites. En este sentido, vemos el 15M como la confirmación de muchas de las intuiciones que teníamos en cuanto a respuesta y movilización, pero somos las primeras sorprendidas por lo rápido que va todo, como comentas. El futuro de Diagonal será el que quieran los movimientos sociales, las personas que se han juntado para debatir otras formas de gestionar lo común, y de conservar lo que nos une. Nuestro temor no es desaparecer sino que se pierdan los saberes acumulados que dan años de experiencia política y mediática, en este sentido creemos que, en un primer momento las acampadas, y después las asambleas temáticas y de barrios, están creando redes que se pueden entretejer con proyectos como el nuestro en base a principios de economía social y cultura libre.
¿Cómo es producir, editar, pensar en la intemperie?
A veces parece el típico trabajo de Sísifo: aquello de subir una piedra a la cima de un monte para verla caer inmediatamente, porque la rapidez de la actualidad hace que pasen desapercibidos buenos reportajes y análisis que nos han llevado días componer. A cambio, ves que contenidos menos elaborados tienen menos repercusión porque están protegidos por los mecanismos de difusión de los medios convencionales. En esos momentos es en los que más podemos sentir la intemperie a la que te refieres. Pero la mayor parte del tiempo estamos muy orgullosas de lo que hacemos, de ser nosotras las que decidimos la línea, los temas, el discurso político de nuestro medio, sin injerencias de grupos políticos, económicos o de presión. No sé cómo será trabajar en un gran medio, pero desde luego sí sé que ayudar a que Diagonal salga va más allá de un trabajo al uso, es fruto del trabajo de más de cien personas que colaboran cada número y que lo hacen porque ven que medios alternativos como el nuestro son capaces de concretar discursos que ayuden a una transformación de las condiciones de vida de la gente.
En relación al camino que recorrieron, ¿cuáles fueron los momentos clave del proyecto desde que lo pensaron, concretarlo y tuvieron que ponerlo a prueba hoy?
Ha habido muchos momentos, son ya más de 150 números y cada uno lleva un trabajo importante, por nuestra parte y por parte de quienes aportan textos, fotos, ideas, o una lectura crítica. Creo que el éxito es que el grupo que más involucrado está en la gestión del día a día del proyecto ha sabido transmitir que hay vida más allá de las lógicas militantes menos higiénicas, es decir, que nos sabemos reír de nosotras mismas, que esquivamos los egocentrismos, los discursos panfletarios, los folclores guerracivilistas que aquí en España están intentando resucitar algunos medios, etc. Todo esto se ha encontrado con un movimiento, el del 15M, que pretende escaparse de esas prácticas, pero bueno, el trabajo se demuestra andando y todavía estamos en ello.
Se habla de los medios intangibles como motores de comunicación de los momentos de emergencia, ¿qué rol creen que tiene el papel impreso en esas coyunturas?
Ahora mismo es justificar e intentar explicar con algo de sosiego lo que está pasando. Pero ya no hay que esperar al día siguiente para ver que destaca la prensa, en el mismo momento ves lo que esos medios cuentan en sus ediciones digitales y mucho más lo que las redes sociales empiezan a describir. Los líderes de opinión ya no necesitan un espacio físico en el periódico del día siguiente, cualquier persona con un blog puede crear esa influencia. Esta prensa que está presa de la actualidad y de la última hora que es el diario está condenada a jugar cada vez un rol menor, aunque en estos días que no se dedican a contar lo que está pasando, sino a intentar desprestigiarlo y combatir con él como contrincante político.

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado

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Todo lo que se narra a continuación sucedió mientras, en el Congreso, la policía reprimía a mansalva a jubilados, periodistas –incluido Lucas Pedulla, integrante de lavaca– y personas que se acercan a movilizarse cada miércoles. Fin.

Crónica de Franco Ciancaglini. Fotos de Sebastian Smok.

La historia comienza así: el partido del gobierno La Libertad Avanza organizó un acto de cierre de la campaña del vocero presidencial y candidato a legislador porteño Manuel Adorni, en Plaza Mitre, Recoleta.

El montaje del escenario afirma: “Adorni es Milei”.

Se espera que ambas personalidades estén y hablen hoy.

Pero falta para eso.

Media hora antes de la convocatoria, en distintas esquinas de la avenida Libertador, hay grupos de personas que, muy organizadas, esperan.

En las esquinas la mayoría va vestida de negro pero, en un acto de magia política, luego se las verá llegar a la plaza con la misma remera violeta, puesta arriba de sus verdaderas remeras o incluso de buzos y camperas.

Un notero de TN primero y luego de C5N hablaron con estas personas, que confesaron haber sido convocadas para trabajar en “prevención” bajo la promesa de una paga de 25 mil pesos.
El Whatsapp de la convocatoria, revelado a cámara por uno de ellos, decía: “Ahy (sic) un acto político de 17 a 21. 25 mil pesos. El que quiere se anota”.

Finalmente no era para prevención, sino para “presencia”.

Pero lo peor no es nada de esto, sino que finalmente no les pagaron los 25 mil, sino que quisieron darles 10 mil; ante la presión, algunos recibieron 20 y otros, nada: “Porque no me quiero poner la remera esa sucia no me quieren pagar”, denunció el más sincero ante las cámaras.

Fin.

Lo cierto es que estas columnas de unas 50 personas cada una fueron las que lograron ocupar una plaza Mitre que estaba semivacía.

Temprano, los remera violeta se negaban a hablar con la prensa, aún disciplinados por la promesa de la paga. Luego, ante la deflación de lo prometido descargaron su bronca ante las cámaras dejando en evidencia cómo trabaja el puntero Sebastián Pareja en la provincia de Buenos Aires, de donde provenían estas personas, para el cierre de una campaña porteña.

Alicia es jubilada pero no está marchando alrededor del Congreso, sino que está acá, colándose entre los violetas para saltear unas vallas y pasar más rápido hacia el sector del escenario. Hace un año y medio que se afilió al partido en la Comuna 13 Belgrano, Núñez. Habla de Milei como obnubilada, apurando su paso como ansiosa por la posibilidad de verlo en vivo. Faltan, al menos, dos horas.

Describe a Milei como un “bocho en economía” y se ríe al recordar que en la última elección, hace dos años, votó al actual jefe de gobierno, Jorge Macri. Está claro que no repetirá voto: “Está la ciudad muy abandonada. Mucho linyera, ratas por todos lados. En mis 82 años nunca había visto ratas en la ciudad”. Voto cantado: Adorni, a quien define como “alguien muy correcto”.

Sobre el otro Macri, el Mauricio, dice que “en su momento gobernó bien” pero ahora lo ve fuera de escena. No está al tanto de sus últimas apariciones contra Caputo, Karina y al propio Presidente, o no le interesan.

Alicia prefiere no hablar más y busca un lugar cerca del escenario para ver a su Presidente.

Lucía y Paula, también jubiladas, vinieron de Vicente López y prefieren mirar la escena desde atrás de todo. Es que llevan dos perritos de raza, o de diseño: Coca y Cola. ¿Qué les gusta de Milei? “Te puede gustar o no pero él habla desde el sentimiento. De lo que sentimos muchos”, dice Paula. Lucía suma: “Me gusta porque va a fondo”.

Sobre Mauricio Macri: “Yo lo voté. Ahora, de política no entiendo mucho, pero me da un poco de tristeza porque creo que tienen (con Milei) más coincidencias. Pero tiene que haber una oposición con responsabilidad. Tal vez Macri sea la oposición”.

Marta también es jubilada de 87 años bien llevados. Por qué vino acá (y no al Congreso): “Porque quiero escuchar quiero informarme quiero saber. Son tantos años de lo otro, que esto merece una oportunidad”.

Sigue sola: “El tono no me gusta. Cuando dice malas palabras es un mal ejemplo para la juventud”.

Qué le pedirías al gobierno a nivel Ciudad: “Por favor que saque las villas. La 31 es infernal”. Se pregunta y se responde: “¿Porque avanzaron tanto? Porque les han dado plata”.

¿Marra? “Sí, me gusta. Qué paso ahí, no sé. Me gusta, te soy sincera, pero ahora hay que unir fuerzas”.

¿Está de acuerdo con la medida anti-inmigratoria? “¿Vos te podés hacer ciudadano dinamarqués, o paraguayo? Acá entran todos. Los chorros, los burros. Y si no les gusta que se vuelvan a sus países”.

¿Y la pobreza? Marta cambie el eje: “Basta de decir ‘hagan lío’. Francisco se terminó. Basta de decir la iglesia de los pobres. Pepe Mujica era comunista. Se han hecho ricos con los pobres”.  

Precisamente Mujica pareciera que no. Ella: “No sé. Déjame dudar. Pero basta”.

¿Qué representa para vos Mujica y qué Milei? “Apoyo a Milei y lo nuevo. Y que dios nos ayude”.

¿Y si sale mal? “Creo que ya no voy a estar con vida. Que se arreglen los que quedan”.

Fin.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Fotos: Sebastian Smok

A su lado hay un joven con una pala gigante. Posa sonriente para decenas de cámaras. Parece haber logrado su objetivo: llamar la atención.

Se llama Santiago y se tomó dos colectivos desde “la zona más fea de la provincia”, Florencio Varela, donde vive. Tiene 21 años, camisa manga larga a cuadros y una enorme mochila roja sobre la que ató un pañuelo celeste.

Cuenta sobre el sentido de la pala: “Hay que trabajar en este país. Nada se puede conseguir gratis. Todo es trabajo en la vida”.

De qué trabaja: “Soy Rappi y Pedidos YA”. ¿Cuánto gana? “Un poco, mi mamá me decía: muy bien Santiago, ese dinero lo sacaste de tus esfuerzos”. No dice números. Y finalmente revela que ahora ya no trabaja.

Al joven de la pala lo interrumpe Franco, otro joven, vestido de traje, que quiere sacarse una foto con el instrumento. Me da la cámara y posa de mil maneras para fotos que luego subirá a su Instagram. Franco Vera, sabré después, es un joven militante que ha irrumpido hace pocos meses en el colegio Nicolás Avellaneda de Palermo –estando él domiciliado en el conurbano- para postularse como Presidente del centro de estudiantes de la institución.

Franco Vera es de estatura pequeña pero en el debate del centro de estudiantes miró a sus contendientes de la lista oficialista, asociada al peronismo, y al ver que eran 8 personas dijo: “Yo estoy solo pero me la aguanto”. Primera gran ovación del público que recién lo conocía en un debate que ganó con comodidad con palabras clave como fútbol, Messi, Dios, diversidad.

Su lista, hasta antes del debate compuesta por él solo, se llama Ruge el cambio.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Franco Vera, candidato a presidente por la lista Ruge el cambio del centro de estudiantes del colegio Nicolás Avellaneda.

Ahora tiene una decena de seguidores, más después de su segunda jugada: hacerle una cámara oculta a la directora. En la cámara, subida a las redes, se ve cómo la mujer lo apercibe por una serie de hechos difíciles de entender desde afuera, supuestas actitudes de Franco desde que llegó al colegio. Es cierto, se lo nota sobre excitado y concentrado en su carrera estudiantil. Y si bien el video no lo muestra, él asegura que el objetivo de la directora es censurar a Ruge el Cambio para que no se presente –y gane- las elecciones del centro.
Así utilizó la cámara oculta para denunciar la censura institucional.

Su historia merece un documental aparte, que no entra en esta nota. Sobre la elección porteña, él no puede votar. Y pese a las preguntas sobre la actualidad él hablará como representante de los jóvenes de LLA en tono candidato y pedirá que sea a través de videos: “Menos Estado es menos peso al sector público. O sea… Si una persona no capacitada no nos sirve, ¿para qué lo vamos a tener como empleado? Necesitamos tener personas capacitadas. Hay que aprender en esta batalla cultural que los que nos gobiernan son personas normales, no son entes superiores, no tienen título de nobleza”.

¿Los Menem no serán parte? A Franco no le entra una bala: “Los jóvenes somos el cambio” responde en casete y mostrando su sonrisa de dientes con aparatos. Corta la charla para seguir sacándose fotos que subirá tanto a su Instagram como al de la agrupación Ruge el cambio, actividad que le sale muy bien: durante la tarde noche logrará cosechar selfies con personajes como el Gordo Dan o el diputado Martín… Menem.

Fin.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Lila Lemoine apareció vestida de playera de YPF.

Otras celebridades que se llevan las miradas:

El Zorro con la bandera de Argentina.

Mickey Mouse con un cartel que dice “Aguante Adorni”.

Lila Lemoine vestida como playera de YPF.

Una mujer que tiene tatuada en la cara, justo arriba de su ceja, la palabra “Castrate”. Hay que acercarse bien para entender bien de qué va… o no tanto. En su cachete izquierdo amplía las siguientes consignas:

  • Castrá
  • Adoptá callejeritos
  • Educá
  • No compres
  • No + piroctenia

Son tatuajes.

En la cara.

Fin.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado

Franco Carcedo es autor de un libro recién salido del horno que se llama Milei: Conexiones filosóficas. Lo escribió junto a su esposa en La Pampa, donde vive, de donde llegó hoy 7AM y a donde vuelve hoy mismo a las 22. Vino, además de para ver a Adorni y Milei con el objetivo concreto de vender su libro. Lleva 5 ejemplares en la mano, y cuenta que ya vendió otros 5. “Es un camión”, anuncia. Y cuenta sobre su contenido: “El libro relaciona distintos acontecimientos que sucedieron durante la vida de Javier Milei, lo que hizo y muchas veces lo que dijo y dice”. ¿Un ejemplo?

Lo que sigue es literal y no está trucado ni escrito maliciosamente: es parte del libro editado por la editorial Dunken, que cualquiera puede comprar. Dice Franco: “Cuando habla de la felicidad él sin saberlo está hablando de algo que dijo Oscar Wilde en 1888”. ¿Cómo? “Cuando Milei dice que la felicidad es no tenerle miedo a la muerte. Oscar Wilde dice algo parecido”.

La pido mejor hojear el contenido; al inicio hay dos citas. Una de Napoleón que dice: “Los hombres excepcionales son parte de un momento excepcional”. Y otra de Javier Milei: “No seré reconocido como economista sino como rockstar”. Ahí nos vamos entendiendo.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Franco Carcedo y su libro.

En el libro, profundiza Franco, “hay referencias a Nietzche, Maquiavelo, hay cosas de Spinoza… y la frutilla del postre”. Atención: “La cita de Wilde de la felicidad es de 1888. Milei en 1998 funda una banda que se llama Everest. ¿Sabés cuantos metros tiene el Everest? 8848.88”. Ante mi mirada atónita, Franco Carceda prosigue: “Pero hay más. El día que nació Milei se jugó un partido amistoso para homenajear a Arsenio Erico (futbolista paraguayo muy querido en Independiente). En ese partido debutan Bianchi, Carrascosa y César Laraignée. Ese día nació Milei”.

¿Y entonces? Franco Carceda repite: “El día que nació Milei ellos debutan con la casaca argentina”.

¿Pero cuál sería la conexión filosófica: “Es algo piola porque Milei es fanático de Boca y Bianchi es casi el máximo ídolo de Boca, con Riquelme y Palermo, ponele”.

Vuelvo a pedirle el libro. Sobre el nacimiento de Milei, se informa también que nació el mismo día que el guardameta ruso «Araña» Yasín (¡dos arqueros!) y que se editó un álbum del conjunto Jackson 5 de donde saltaría a la fama Michael Jackson.

Fin.

Equivalencias y bebidas.

Una señora envía videos a un grupo y le responden “como quisiera estar ahí”, “cuidate” y le ponen emojis de un león.

Una nena con la careta de Milei y una motosierra posa para las fotos mientras la mamá, al lado, tiene una careta de Adorni, un caniche y muchos pañuelos celestes atados a la mochila, como si los hubiera llevado para hacerse unos pesos.

Un remera violeta grita “viva la libertad” y otros remera violeta, alrededor, lo miran y estallan en carcajadas. Él también.

Franco Vera me contará luego, orgulloso y dolorido, que le tocó la mano a Milei pero que eso le costó que, literalmente, que los seguridad lo tiraran al piso y le pisaran la cabeza: “Estoy bendecido”.

Suena en el escenario un tema con acordes punk cuya letra asegura que Milei es “el último punk” y “el último superhéroe de la libertad”; eso significa que están al caer el Presidente y también Adorni, a quien nadie parece esperar demasiado. Menos que nadie, los remera violeta.

Aparece más allá otro contingente de remeras violetas que ahora llevan bengalas violetas y tocan bombos violetas, siguiendo a una bandera sostenida por jóvenes prolijos y sonrientes sin remera violeta.

La inscripción de la bandera en la cabecera dice «Jóvenes LLA» y otra atrás “Lugano”. La entrada es de cancha: se canta “el domingo cueste lo que cueste” y “un minuto de silencio para Macri que está muerto”.

Otro de los hits son “El que no salta es radical” y uno que cambia la palabra “Perón” por “León”.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado

Un hombre de 40 y pico, vestido de traje, es el que saca las canciones y agita.

Lidera a la barra hasta meterla en el centro mismo del escenario.

Mientras este cronista anota otras cosas, como la presencia de francotiradores en las terrazas de Recoleta y al lado del escenario, se ve que el hombre sale del tumulto, ofuscado.

Le han robado el celular.

Habla con una persona de seguridad, que abre las manos en señal de “no puedo hacer nada”.

El hombre está visiblemente afectado, dice “no lo puedo creer” y pide un celular para “dar de baja las tarjetas”.

Consigue una cómplice, a quien le confesará lo que él cree es la razón del robo:

-Es que está lleno de negros.

Fin.

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