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#FueraBarrick: respuestas y preguntas del nuevo derrame en Veladero

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Un nuevo derrame en Veladero que explota la canadiense Barrick Gold fue confirmado por las autoridades oficiales e inquieta a los vecinos de Jáchal, que piden el cierre definitivo de la mina. Es el cuarto conocido en menos de un año y medio, mientras los estudios previos hallaron metales en los ríos y las causas judiciales por su contaminación no avanzan. La Asamblea: «Es la última prueba que se necesita para demostrar que la megaminería es inviable porque es altamente contaminante e inmanejable». 
Un año y medio después del derrame de más millón de litros de agua cianurada, Jáchal amaneció hoy con la noticia de otro derrame en la mina Veladero que explota la multinacional Barrick Gold. El boca a boca comenzó a correr luego que el subsecretario de Información Pública de la provincia, Osvaldo Lima, lo confirmara oficialmente en radio Blu. “Anoche (22 horas) la empresa notificó de un incidente. Aparentemente se habría desconectado un caño, no con solución cianurada sino con material rico”, fue la explicación que inquietó a los vecinos y las vecinas, que en el plazo de un año y medio han sufrido al menos cuatro derrames confirmados por parte de la empresa. El Gobierno informó que una delegación de la Policía Minera encabezada por el secretario de Gestión Ambiental y Control Minero, Eduardo Machuca, estaba haciendo tareas de inspección en el lugar.
Ya al mediodía el Ministerio de Minería de la Provincia confirmó el derrame a través de un comunicado: “El Ministerio de Minería de la Provincia comunica que el día martes 28 de marzo de 2017 aproximadamente a las 22,30 horas, la empresa Barrick informó que entre las 17,15 a 17,30 hs. se produjo en la mina Veladero el desacople de cañerías ubicadas sobre un canal de contención que transportan solución rica (conduce oro y plata). Este desacople ocasionó arrastre y acumulación de material  (ripio) contactado con solución rica que se depositó sobre un camino horizontal compactado. Asimismo, informa que al detectarse dicha situación se iniciaron trabajos para reparar la cañería y reingresar el material desde el dique de contención al Valle de Lixiviación”.
“Ya no te puedo decir que estamos sorprendidos: estamos acostumbrados”, dice a lavaca Nora Torres, integrante de la Asamblea Jáchal No se Toca. “Y ya sabemos que no podemos confiar en lo que nos dicen: la primera vez empezaron con miles de litros, y terminaron siendo un millón y tenía cianuro”.
El gobernador de San Juan, Sergio Uñac (FpV), habló con la prensa y dijo que “supuestamente no es algo grave” pero que iban a esperar el informe de la Policía Minera y del secretario Machuca para informar novedades. Sobre el derrame, sostuvo: “Aparentemente es solución rica de proceso”.  Agregó: “La empresa con seguridad va a ser multada pero por ahí nos vamos quedando cortos con las sanciones porque tenemos un parámetro hasta dónde podemos sancionar”. Además, sostuvo que la megaminería es una actividad generadora de “riqueza” y que emplea a mucha gente, pero advirtió: “También hay que entender que no podemos descuidar el medio ambiente en función de los eventos que se vienen produciendo”.
Sin embargo, pese a la “riqueza” valorada por el gobernador, según el informe de la Dirección de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) publicado este martes por el INDEC, el Gran San Juan es el tercer anglomerado con mayor cantidad de pobres de la Argentina: el 43 por ciento está por debajo de la línea de pobreza, mientras que casi el 6 por ciento es indigente.
De todos modos, Uñac  afirmó que iba a ser “implacable” en el cuidado del medio ambiente. Miriam Corso, de la Asamblea lo interpreta: “Lo lamentable es que no inviten a las organizaciones ni a nadie de Jáchal para ver las inspecciones que hacen. Nosotros somos el pueblo más afectado porque hay una corriente terrible desde Veladero a nuestro territorio. A todo esto, el intendente no aparece. El juez tampoco. Es muy triste que nuevamente estemos pasando nuevamente por esto”.

Agua no potable y represiones

La preocupación de la Asamblea tiene raíces en los derrames que han sufrido en el plazo de tan sólo 18 meses y que tienen comprobaciones científicas: las investigaciones de la Universidad de Cuyo detectaron en diversas localidades niveles de mercurio y otros metales por encima del Código Alimentario Argentino. “El río Jáchal está re mal, el agua no sirve para bebida de ganado ni para irrigación. Se van incrementando los elementos tóxicos. El aluminio y el manganeso están por encima de lo admisible”, había dicho a lavaca Saúl Zeballos cuando se conocieron los informes. De todos modos, pese a los informes, la Justicia y el Gobierno avalaron el reinicio de las tareas en Veladero luego de su clausura preventiva.
Los vecinos bloquearon en diciembre la entrada de la mina en protesta por la decisión judicial y gubernamental, pero el juez Pablo Oritja –el mismo que instruye la causa que debe investigar a Barrick Gold- emitió una orden desalojo que el secretario de Seguridad provincial, Gustavo Fariña, transformó en una violenta represión cristalizada en detenciones a 28 jóvenes y 2 niños transportados hacinados en camionetas durante 200 kilómetros. Además, los incomunicaron durante 10 horas.

Los perros de Barrick: jueces, funcionarios y policías contra Jáchal


Ese es el contexto bajo el cual Jáchal se enteró hoy de un nuevo derrame.

“Derrame comunicacional”

Según la empresa, el derrame se produjo cerca de las 22, horas después de que el gerente general de Veladero, Jorge Palmés, dijera en el programa de televisión Paren las rotativas que el derrame del año pasado había sido sólo “un derrame comunicacional”.
Dijo Palmés: «Hubo dos incidentes y el único incidente ambiental importante, que sí fue un derrame, no tuvo consecuencias ambientales y fue el de 2015. Lo del año pasado, en cambio, fue una cosa muy menor que se manejó muy mal internamente por la empresa».
En tanto, Lima dijo a radio Blu que las delegaciones provinciales de Minería no salieron a inspeccionar qué había ocurrido durante la noche a causa del temporal en la Provincia, sino que partieron “primera hora” de este miércoles. Señaló que eran encabezadas por el secretario de Gestión Ambiental y Control Minero, Eduardo Machuca. “Además de eso hemos pedido, y estamos chequeando, la información que brindan las cámaras de seguridad en el momento preciso en que ocurrió el incidente, de qué características fue y obviamente la serie de trabajos que se han hecho para remediar esa situación”.
Según lo comunicado por la Asamblea, la cámara de monitoreo correspondiente al lugar del derrame (Río Potrerillos) no funciona desde que se conoció la noticia. En cambio subieron a su página de Facebook un video que muestra el movimiento de máquinas a través de otra de las cámaras: “Las imágenes que pudimos recopilar y que ponemos a disposición muestran el trabajo de máquinas en lo que suponemos son labores de emergencia producto de este nuevo desastre”.

El video

Qué es el «agua rica»

¿Qué quiere decir “material rico”? Explica Domingo Jofre, periodista de Radio Nacional de Jáchal e integrante de la Asamblea: “El proceso de lixiviación consiste en triturar roca, regarla con agua cianurada, separar los materiales y luego extraer la solución rica: es ni más ni menos que el cianuro con el agua que desprendió todos los minerales pesados. Eso va por una cañería a una planta de procesamiento donde se separan todos los materiales para darles sus destinos: los minerales son separados y al cianuro lo reutilizan. Tengamos en cuenta algo: el cianuro no sólo desprende el oro, sino toda la tabla periódica que tenga la roca”.
Marcelo Giraud, profesor del Departamento de Geografía de la Universidad de Cuyo, dio otra explicación: “El «material rico» (creo que evitaron decir «solución rica», término más común) es el que va de la pila de lixiviación a la planta de tratamiento, cargado con el mercurio, oro, cobre y plata disueltos por la solución cianurada con que se regó la pila. NO ES un «desecho» como se lee o escucha en algunos medios, sino justamente lo que se extrae de la roca triturada, para de allí obtener finalmente el oro y la plata”.
Para hacerlo más comprensible, Jofre sintetiza: “Mientras la solución cianurada es el agua con cianuro que viene de una planta y riega todo el valle de lixiviación, la solución rica es eso mismo pero con los minerales pesados desprendidos”. La explicación es importante ya que el funcionario Lima subrayó en la entrevista que el derrame no contenía cianuro. Jofre: “El funcionario está mintiendo: sí tiene cianuro. Y ese no es sólo el problema, sino todos los minerales pesados que desprende de la roca”.
La asamblea aún está esperando nueva información oficial. “Es el cuarto derrame producido de los que conocemos. Al del 2015 se le sumó el que ocurrió en septiembre del año pasado, cuando estábamos conmemorando el año del derrame. No tuvimos ninguna respuesta: sólo el procesamiento de 9 perejiles por parte del juez, pero nada más. Ni una multa. Sólo la promesa del gobernador de que la empresa no tenía más margen de error. Pero en enero ocurrió otro, no de solución cianurada sino de agua ácida producto de un túnel que han hecho. Las autoridades no dijeron nada, sólo que habían ordenado cerrar el túnel”.

El acabóse

La Asamblea Jáchal No se Toca emitió un comunicado en sus redes sociales.

  • “En la noche de ayer, y ante el rumor de nuevo derrame, consultamos el monitoreo de la mina Veladero, y llamativamente la cámara del Rio Potrerillos NO TRANSMITIA. Las imágenes que pudimos recopilar y que ponemos a disposición muestran el trabajo de máquinas en lo que suponemos son labores de emergencia producto de este nuevo desastre.
    Informan diarios locales que hay operarios internados, pero que a «simple vista» estarían «bien». De más está decir que cuanto se trata de Barrick Gold el ocultamiento es sistemático y los medios hegemónicos sanjuaninos muy diligentes a la hora de exculpar a empresa y gobierno, por lo que nuestro descreimiento es absoluto.
    Instamos al pueblo de Jáchal y de Iglesia a autoconvocarse masivamente puesto que consideramos necesario el esclarecimiento y el CIERRE DEFINITIVO de la Mina Veladero. Hoy asamblea en la carpa a las 20 horas!! Sumate, cerra tu negocio, deja un cartel y sumate y exijamos unidos hoy más que nunca el cierre definitivo de la mina!”.

Jofre: “Ellos le llaman ´un nuevo incidente´, pero para nosotros es un derrame contaminante. Todavía no sabemos cantidades ni nada por el estilo. Los funcionarios dicen que gracias a las cámaras de seguridad que pusieron van a saber la hora, pero si ha vuelto a ocurrir quiere decir que los controles no funcionan y que las cámaras sólo sirven para saber en qué momento ya ocurrió. Esto es el acabóse, es el final: ni el Gobierno ni la empresa  tienen ninguna forma de defender la actividad. Es la última prueba que necesitaban para demostrar que la megaminería es inviable porque es altamente contaminante e inmanejable. Punto”.

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Encuentro a la hora del té: Hebe de Bonafini, Chicha Mariani y una reunión para hacer historia

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Tiempo, emoción y galletitas. Memoria, humor y lucidez. Esos fueron algunos ingredientes de una reunión histórica y nutritiva ocurrida en 2010 entre Hebe de Bonafini y María Isabel Chicha Mariani. Una charla para recordar un día como hoy, 4 de diciembre, en el que Hebe cumpliría años, porque cuenta parte del nacimiento de un inédito tipo de movimiento social conformado por mujeres desesperadas ante la desaparición de sus hijas e hijos, nietas y nietos, tras el golpe del 24 de marzo de 1976. ¿Por qué recordar? Porque quienes olvidan todo o tienen amnesia, no saben quienes son hoy, en este momento.

Este encuentro de 2010 ocurrió en La Plata entre dos vecinas: Hebe (fallecida en 2022, quien era presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo) y Chicha (quien fallecería en 2018, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo). Estaban distanciadas desde hacía 29 años, y la propuesta de nota en MU permitió reunirlas. ¿Qué nos dicen sobre el presente los primeros tiempos en la historia de lucha por la aparición de sus hijos y nietos? Los viajes, las gestiones, las anécdotas, la causa de la pelea, sus reflexiones e intercambios, en los principales tramos de esta conversación inolvidable.

Por Sergio Ciancaglini

A las 6 de la tarde sonó el timbre, con una puntualidad de los tiempos en que vida o muerte podían depender de la exactitud de las citas de madres, abuelas y familiares de desaparecidos. En la casa de la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, María Isabel Chorobik de Mariani, Chicha, había una mesa con tetera, tazas y medialunas, que por un rato desplazaron expedientes judiciales, recortes de diarios y denuncias de su creación más cercana, la Asociación Anahí. A esa casa de la calle 47 de La Plata, llegó Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, con masas, un huevo de Pascua (enviado por Alejandra, su hija) y galletas dietéticas.
Besos, abrazos. Chicha ha perdido casi totalmente la vista. Por eso es Hebe la que dice: “Nos vestimos igual. Estamos en la misma murga”. Las risas ayudaron a sobrellevar la emoción de este encuentro en el que cada palabra y cada silencio tuvieron una carga que mejor que adjetivar, es conocer.
Chicha tiene 86 años, Hebe 81, y ambas una lucidez sin edad.
Se habían distanciado hace 29 años. Se volvieron a ver en marzo, en una exposición sobre Clara Anahí, la nieta que Chicha busca desde noviembre de 1976. Hebe fue a esa muestra en Canal 7, y del reencuentro fugaz nació la idea de una charla con MU. Con tiempo, té y galletitas.

Encuentro a la hora del té: Hebe de Bonafini, Chicha Mariani y una reunión para hacer historia


La reunión en casa de Chicha, después de 29 años distanciadas.

Sonrisas junto al paraíso

Hebe tiene dos hijos desaparecidos, Jorge y Raúl. A Enrique Mariani, el hijo de Chicha, lo mataron en 1977. En noviembre de 1976, un ataque de la Bonaerense bajo órdenes de Ramón Camps reventó literalmente la casa donde había al menos cinco personas que fueron acribilladas, entre ellas la nuera de Chicha, Diana Teruggi. Allí estaba Clara Anahí, tres meses de edad.
Hebe y Chicha se conocieron en noviembre de 1977, con la llegada a Buenos Aires de Cyrus Vance, enviado del presidente norteamericano James Carter, que iba a participar en un acto en Plaza San Martín. Chicha: “Yo había conocido a Licha (Alicia De la Cuadra, un hijo y una hija embarazada desaparecidos) y me dijo que podíamos ir a darle un ‘testimonio’ a Vance. Yo era una bruta, daba clases de Artes Visuales en el Liceo de La Plata pero no sabía viajar a Buenos Aires. Aprendí que un testimonio era un papel con mi caso. Cuando llegué me quedé paralizada. Estaban los funcionarios, todo lleno de milicos armados, los perros, en otro lugar había mujeres. Todas empezaron a gritar. Y se pusieron los pañuelos que tenían escondidos. Y yo sin saber qué hacer, con el papelito apretado contra el pecho. Vino una mujer corriendo, me dijo: ‘Dame el testimonio’, y se lo llevó a Cyrus Vance. Era Azucena Villaflor, la fundadora de Madres”.
Con Licha ya habían resuelto encontrarse allí mismo con otras mujeres que buscaban a sus nietos. “Nos juntamos abajo de un paraíso, frente al Colegio Militar. Nos debían estar filmando desde adentro. Conocí a Ketty (Beatriz Neuhaus) y me llevé una sorpresa: me saludó con una sonrisa. Y Eva Castillo, lo mismo. Pensé que no tenía que andar con esa cara de desgraciada, si ellas intentaban que el encuentro no fuera tan ingrato”.
Así, el 21 de noviembre, nacía Abuelas. Hebe, intencionadamente: “¿No era el 22 de octubre, entonces?” La diferencia de fechas es parte tal vez de las distancias nacidas con la salida de Chicha de Abuelas, en 1989. “Hubo cosas que no me gustaron y siguen sin gustarme, pero no quiero hablar de eso. No quiero que nada demore el trabajo de buscar a mi nieta”. Hebe: “Pero tu trabajo fue fundamental, y en los momentos más difíciles con vos al frente, fue que lograron recuperar a los primeros 60 chicos. Todos lo sabemos. Y por eso te quiero decir que todas las Madres te mandan un beso grande, te apoyamos totalmente en lo que necesites”.
Chicha se emociona, y me cuenta: “Pero aquel día, cuando me iba a volver, la veo a Hebe que dice: ¿quién va para La Plata? Cuando me acerqué, no me preguntó si quería que fuéramos juntas. Directamente me dijo: ¡vamos!” Se ríen y Hebe agrega datos no descartables: “Los pañuelos eran en realidad los viejos pañales que guardábamos para nuestros nietos. Los habíamos usado primero en octubre, para poder reconocernos en una marcha a Luján. Las que nunca los usaron fueron Azucena, y Esther Careaga, porque decían que parecíamos monjas”. Azucena, Esther y Mary Bianco desaparecieron poco después, en diciembre de 1977, operativo de la ESMA alrededor de la Iglesia de la Santa Cruz, merced a la infiltración de un falso hermano de desaparecidos, que en realidad era Alfredo Astiz.
 

Madre de la bombacha roja

Los viajes de estas dos mujeres recién comenzaban. Chicha empieza a reírse, recordando uno de sus regresos en colectivo, desde Quilmes.
 
Hebe: Yo iba con la carpeta de denuncias, paraguas, piloto, fiambres y chorizos.
Chicha: Y yo llevaba salamines, lo hacíamos medio para disimular, y para hacer algún mandado de paso.
H: Cuando llegamos, me paro, se me cae la pollera, y quedo en bombacha.
C: Escuché la risotada de Hebe, que para no largar los chorizos no se subía la pollera. No la veía bien porque yo iba agarrada a los salamines. Pensé que tenías combinación.
H: ¡No! Para mi las enaguas eran cosa de vieja, y para colmo me habían regalado una bombacha roja y era justo la que llevaba puesta. Más trola imposible.
Otra ronda de té. Chicha toca la mano de Hebe.
 
C: Pero te quiero recordar algo más, también por el 77 o 78. Un día apareciste con vestido celeste, planchadito. La noche anterior se había escuchado un tiroteo. Viniste a avisarme que ibas a ver qué pasaba. Y llevabas una canastita con comida por si había alguien que necesitara algo. Te pregunté si querías que fuera con vos, dijiste que no. Fue una prueba de coraje. Yo no me atrevía a ir.
H: Esas cosas nacen pensando en que si tu hijo está en esa situación…
C: El tema es cómo superar el miedo sin paralizarse.
H: Las mujeres lo sabemos. Es como parir. No pensás en vos, ni en quedarte quietita, pensás que tenés que hacer fuerza para que nazca y sea sano. Pero además, se llevan a tu hijo ¿Hay algo peor, más horrible? Así que nada: hay que seguir.
C: Yo pensaba que si me llevaban no iba a aguantar ni dos minutos en la mesa de torturas. Soy muy sensible al dolor. Mi ilusión era morirme enseguida. Qué tonta, ¿no?
H: Una piensa estupideces. Yo andaba siempre con cepillo de dientes, calzoncillos y pañuelitos en una bolsita, por si encontraba a mis hijos. Todos éramos muy inocentes. Hasta los chicos. Un día entro al cuarto del mayor y estaba con unos amigos, todos atándose. ¿Qué hacen? “Practicamos cómo desatarnos por si nos agarran”. Creían que les iban a dar tiempo.
C: Nunca imaginaron la perversión.
H: Habían preparado todo para saltar a lo del vecino. Pobres. A uno de mis hijos lo encontraron por mi vecina, que dijo que había reuniones en la casa y pasaba algo raro.
C: Pensar que tanta gente pudo ayudar, pero se calló. No sé qué tenemos adentro. El enano fascista.
H: Pero fijate al revés: otro vecino salió a avisarle a mi hijo que lo esperaba la policía, y entonces se lo llevaron a ese vecino. Después lo soltaron, pero el tipo no quería ni verme. Es difícil juzgar.
C: Sí, pero yo veo que tenemos raíces. Hace mucho quiero hacer un libro, la Historia de la Infancia Argentina. Desde los españoles que llevaban chicos y chicas indígenas como esclavos y sirvientes, después los terratenientes con derecho a hacerles hijos a las mujeres campesinas y apropiarse de ellos. El derecho de pernada, que todavía existe, del patrón sobre la primera noche de cada niña. Hagamos un salto: llegan los militares, se llevan a los chicos, y mucha gente lo ve bien. Yo creo que es todo ese residuo ancestral, que produjo la enorme vergüenza de un pueblo que se supone culto, pero no abrió la boca, no tomó la defensa de ningún niño. Me atrevo a decirlo porque es mi pueblo. Pero no puede ser que haya parecido normal que los chicos sean secuestrados y apropiados.
H: Hacé el libro. Nosotras lo podemos imprimir.
C: Te cuento algo más. El secretario de Pío Laghi, monseñor Celli, les dijo a dos abuelas, Elba Ford y Delia Penela: “Dejen de molestar, imagínense los chicos están con familias que pagaron 4.000 pesos por cada uno, eso les dice que los van a cuidar bien”.
 
Hebe da un respingo. “Tengo una información muy importante que contarte cuando estemos solas”.
Les propongo apagar el grabador. “No, totalmente solas. Encerradas en el baño”, dice Hebe, entre las carcajadas de Chicha. ¿El baño es un lugar para intercambiar datos? Hebe: “Claro. Hay cagadas, pero de otra clase”. Chicha: “Me estoy divirtiendo. Mirá, cada una habrá hecho o dicho cosas. Pero somos leales”. En una época engañaron a Chicha diciéndole que podría recuperar a su nieta. “Le hice a Hebe un poder para que cuidase a mis padres por si yo tenía que irme al exterior. Todavía lo tengo guardado”.
 

El día que se distanciaron

Siguen las cataratas de diálogos:
C: ¿Te acordás cuando estuvimos con Sandro Pertini? (Presidente de Italia)
H: Estábamos en un departamentito vacío, con dos camas y dos colchones. Como éramos cuatro (con Elida Galetti y María Del Rosario Cerrutti) nos turnábamos: cama sin colchón, o colchón en el piso. Calentábamos agua en una jarrita para poder bañarnos.
C: Salimos de compras y vos llevabas la comida en una bolsita.
H: Comprar era un lío, como no sabíamos italiano, tenía que hacer el gesto de limpiarme el que te dije para que entendieran de queríamos papel higiénico.
C: Y de repente nos avisan que vayamos urgente al Quirinale, que Pertini nos iba a recibir. Salieron los del protocolo, agarraron nuestros tapados pero Hebe no quería darles el tapadito ni la bolsa de comida.
H: ¡Con lo que nos costaba la comida, mirá si se las voy a dar! Además yo había salido así nomás, con ropa medio feona, no quería sacarme el tapado. Pertini lloró con nosotras, denunció a la dictadura. No lo reconoció a Videla. Fue de los pocos.
C: Pero cuando salimos, en esos salones principescos, había un sillón de terciopelo con la bolsita de nuestra comida.
¿Cuándo se distanciaron?
C: Capaz que ni te diste cuenta. Yo me enojé con vos en la Catedral de Quilmes. Las Madres la habían tomado. Yo las acompañaba. Seríamos 20 entre todas. Hiciste un comentario de esos que hacés vos, fuerte. Yo dije: “No podemos seguir discutiendo”, y me abrí.
H: Ya me acuerdo, fue en 1981, después de la primera Marcha de la Resistencia. Claro, lo querían mucho al obispo (Jorge Novak) y yo le decía de todo. Fue así: terminó la Marcha y nos fuimos para Quilmes. Teníamos termos, frazadas, hasta walkie talkie (en la era pre-celulares y pre-Internet). Estábamos comiendo heladito en la plaza, todas separadas para que nadie se diera cuenta. Juanita Pergament se encargaba de la prensa. Pero llegó antes de tiempo con los periodistas, tiramos los helados y nos metimos corriendo antes de que nos cerraran la Catedral. Se armó un quilombo padre. Y ya ni sé qué le habré dicho al viejo ese. Me decían: “Claro, tomás la Catedral del que sabés que no te va a echar”. Y claro, no iba a ir a una donde nos rajaran. El ayuno duró 12 días, hasta Navidad. Pero es cierto, siempre fui una desbocada. Ella no (señalando a Chicha). Ella lo que tuvo es el rigor, la prolijidad para investigar todo. Impresionante.
C: Mi desesperación era encontrar a Clara Anahí. Todo lo que fuera distraer esa búsqueda para discutir, me sacaba de quicio. Pelear con Hebe no tenía sentido. Además, te acordás que una vez en tu casa te dije: mi hijo está muerto. Mi búsqueda es diferente. Las Abuelas tenemos que recurrir a la justicia. Las Madres tienen otro reclamo. Fue bueno que cada una fuera por su lado.
  

La hora del secreto

Hebe cuenta que a pedido de su hijo Raúl una vez sacó a una mujer y a un chiquito al Brasil, todos con documentos falsos, en plena dictadura. “Lo llevaba en brazos yo, porque si agarraban a la mamá, por lo menos se salvaba la criatura”. Chicha tuvo lo suyo, pero en democracia: “Con Mirta Baravalle, una valiente, llevamos a un chiquito a Brasil, donde tenía familia. La mamá había muerto ese día en el ataque a La Tablada (enero de 1989). Lo hicimos en secreto. Nunca supe de él”.
 
¿Cuáles son las claves para actuar en estas situaciones donde todo parece en contra?
C: Hay que aprender a mirar para afuera de uno, de la casa, captar todo lo que hay alrededor. Aprender todo lo que quepa en el cerebro, en el cuerpo y en la memoria.
H: Es cierto. No pensar en uno. El otro soy yo. Lo que le pasa al otro me pasa a mí. Y no parar. Como hizo Chicha. Lo que está haciendo ahora es muy importante con la Asociación Anahí. Hay que conocer eso. Porque ella tiene un modo especial que le llega mucho a la gente. Hoy como funciona la política, no sirve. Hay que cambiar el estilo. A nadie le interesa hablar de marxismo, trotskismo ni peronismo. No te dan bola. Funciona que haya gente como Chicha, o las cosas que hacemos nosotros con el Ecunhi (Espacio Cultural Nuestros Hijos, en la ex ESMA), con la Universidad, la radio y todo lo demás”.
 
Sobre el presente, Chicha dice: “El gobierno hizo avances, pero para mí falta que apuren a las fuerzas militares para que digan qué pasó con los desaparecidos y los chicos apropiados. Lo saben, tienen el material. Entonces, que digan la verdad”.
Hebe: “¿Te digo lo que te tengo que contar”. Chicha le responde “vamos” y zarpan las dos tras una puerta vaivén. La reunión no fue en el baño, sino en la cocina de la casa de Chicha. Vuelven, sin apiadarse del cronista.
Hebe: No sabés lo que te perdiste.
Chicha: Ya lo sabrás alguna vez.
Hebe: Ella sabe unas cosas. Yo sé otras. Es lo que hicimos siempre. Juntar lo que cada una sabe, y armar el mapa, para saber dónde estamos paradas.

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Orgullo

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Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.

Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.

Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.

Eso es Orgullo.

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.

Y no es Orgullo.

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

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Orgullo

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Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

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(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los  libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?

El podcast completo:

Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

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