Nota
Los presos de Corral de Bustos, Clarín y una insólita criminalización de la libertad de expresión
Según la Real Academia Española, el adjetivo “insólito” define lo “raro, extraño, desacostumbrado”. Según el sentido común, que se activa al leer los diarios comerciales, lo insólito está asociado a aquello que no tiene explicación, a algo que emerge por causas ilógicas o irracionales. La tapa del Clarín del 13 de noviembre titula en uno de sus apartados: “Insólito acampe complica el tránsito desde hace un mes”, acompañado de una foto de las carpas que mantienen la Asamblea del Pueblo frente a la Casa de Córdoba reclamando la libertad de los presos del Corral de Bustos, encarcelados por un polémico fallo de la justicia provincial que se expide, entre otras cosas, sobre los límites del derecho a expresar e informar. Lo insólito es que de esta manera el diario Clarín criminalizó la defensa ciudadana de la libertad de expresión.

La foto publicada por Clarín
Desde las carpas, la gente de la Asamblea mira la tapa y se ríe. “Les salió el tiro por la culata”, dice Rubén Saboulard sobre la editorialización de la noticia: a partir de la nota malintencionada de Clarín sobre el acampe, que reduce un reclamo social a un problema de tránsito, el caso de los presos de Corral de Bustos rebotó hoy por medios de todo el país. “Nos dio la posibilidad de contar cómo son las cosas, porque acá no hay nada que ocultar: hay una realidad que se está tapando hace años y que queremos que salga a la luz”, dice Analía Casafú, otra integrante de la Asamblea. “En Córdoba ha habido muchas movilizaciones, se han organizado actividades, pero todo se ha complicado en la medida en que no trascendía de la provincia – dice Analía-. Por eso entendimos que había que tomar esta campaña para visibilizar el caso acá”.

La tapa de Clarín
Los detenidos
El Tribunal Superior cordobés ratificó las penas de siete años de prisión efectiva para el abogado Víctor Barbato y al periodista Néstor Pasquini, y 5 años para el maestro confitero Rubén Astudillo, el repartidor de bebidas Juan José Farías, el jornalero Marcelo Farías y el albañil Horacio Guayanes, por considerarlo instigadores de la quema del edificio de tribunales de Corral de Bustos, ocurrido el 4 de diciembre de 2006, tras el crimen de la niña Ariana Sabache, 3 años, que conmocionó a la localidad. La historia de la reacción popular, las irregularidades judiciales que llevaron a esta condena y la impunidad política y judicial en Córdoba están relatadas en nuestro periódico MU de noviembre.
Tras el fallo escandaloso del Tribunal, la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Garbó, ordenó a investigar a empleados de Tribunales de Corral de Bustos por hechos de tortura en una comisaría local con intenciones de amedrentar a los vecinos. La posición de Garbó intenta echar luz sobre cómo llevó adelante el procedimiento de juzgamiento de los vecinos de Corral de Bustos, avalando el pedido de los condenados que plantea la nulidad del juicio por este tipo de irregularidades. “Por eso tenemos mucha confianza, estamos defendiendo un caso que es muy injusto, no nos estamos metiendo en algo que no tiene vuelta”, dice Analía sobre la posibilidad de revertir la sentencia. “Por eso mismo seguimos, y creemos que vamos a estar todavía un tiempo más”.
Durante todo el día, gracias a la desafortunada nota, Rubén Saboulard se mantuvo hablando con emisoras de radio y televisión de todo el país. Entre esas entrevistas, destaca una con Rebeca Bortoletto, dueña de las mañanas en Radio Mitre Córdoba, “la Magdalena Ruíz Guizazú de allá”, dice Rubén. Bortoletto tenía y mantenía un argumento en forma de pregunta: ¿por qué la gente de Buenos Aires tiene que meterse en asuntos de la provincia, si ya hay fallos en Córdoba que declaran culpables a los vecinos? Rubén le recordó la solidaridad no conoce fronteras. “Además, dicen que Dios está en todas partes pero atiende en Capital Federal. Nos contaba Teresita, la madre del abogado Víctor Barbero, uno de los detenidos, que la nota le pareció espectacular porque la periodista se quedó sin palabras”, cuenta Analía sobre las repercusiones.

Néstor Pasquini y Víctor Barbato, dos detenidos
Libertad de expresión
La nota de Clarín cuestiona, además, el método del “acampe” como forma de protesta y reclama la libertad del tránsito, cuya obstrucción denuncia como un delito contravencional. La Asamblea aclara que es la primera vez en sus 11 años que realizan un acampe. Y lo defienden: “La posibilidad de estar en la calle es un derecho que tenemos todos. Por eso mismo no hacemos un corte total, sino parcial y la gente puede pasar”. Los autos fluyen y la propia foto que saca Clarín en su diario demuestran que no es significativa la porción que dedica la Asamblea al acampe.
Además, en el epígrafe de la foto de tapa el diario reclama accionar policial: “Sin intervención de la policía…”. Analía relata la relación con la policía, que está a unos metros con un patrullero y motos: “No hemos tenido ningún inconveniente. Ya nos conocen porque estamos desde enero haciendo cortes parciales por este tema. Nunca hemos provocado ni se ha generado ningún incidente”.
El acampe tiene la función de difundir el caso de los presos políticos de Corral de Bustos entregando volantes, contando el caso, haciendo firmar un petitorio y ofreciendo el documental Se me ha perdido una niña que relata cómo fue la condena a los vecinos. “Ni bien empezamos la campaña la gran mayoría no tenía idea, algunos sabían pero de manera tergiversada, porque los medios han jugado de manera muy jodida”, dice Analía sobre la postura “informativa” de los diarios comerciales. “Lo único que esperamos es que den la noticia de que estamos acá y por qué”, dice Analía desde el acampe, y sacude la tapa de Clarín. “Se puede mentir durante un tiempo, pero si hay gente que se compromete e intenta que salga la luz, la verdad va a surgir inevitablemente”.
Nota
La Estela: tierra guaraní en escena

Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.
Por María del Carmen Varela
A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad. La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.
La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.
Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

Foto: Gentileza La Estela.
Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.
El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.
Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.
La Estela
El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA
Sábados a las 18 hs, hasta el 27 de septiembre
@laestela.obra
Nota
Litio: nace un nuevo documental

Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.
“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.
Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…
Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco.
LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.
“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.
El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.
LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:
“Esta historia continuará
¿Dale?”.
Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


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