Nota
Mapuche vs. las corporaciones: comienza el juicio por extradición a un lonko
Este miércoles comienza en Esquel el juicio de extradición a Facundo Jones Huala, el lonko mapuche detenido tras la represión desatada en la recuperación de tierras que la comunidad había iniciado en estancias de Benetton. Se espera una fuerte movilización social, que incluso llega hasta las calles porteñas con una concentración frente a la Casa de Chubut. Jones Huala habló con lavaca desde la cárcel y contó por qué se considera un preso político: “Acá no se está enjuiciando a una persona, sino a la lucha de un pueblo”.
El teléfono suena en el pabellón 5 de la Unidad Penitenciaria Federal N°14 de Esquel.
-Pabellón 5 –contesta una voz.
-Buenos días, quisiera hablar con Facundo Jones Huala.
-Soy yo.
Facundo Jones Huala es el lonko del lof mapuche del Departamente de Cushamen, en el paraje Vuelta del Río, una recuperación de tierras ancestrales que la comunidad inició el 13 de marzo de 2015 en una de las estancias de la multinacional Benetton. Sufrieron persecuciones, amenazas, represiones y una causa que intentó aplicarles la Ley Antiterrorista.
Esa reclamo sumó un capítulo el 27 de mayo de este año, cuando un violento despliegue de efectivos policiales, Gendarmería y GEOP se llevó detenido a Jones Huala por un pedido de captura desde Chile. Ese mismo día, horas después y con el lonko ya preso, las fuerzas policiales volvieron a la recuperación y desalojaron a golpes y gases lacrimógenos. Hubo heridos y detenidos, y dos mujeres con cuatro niños –el menor de 1 mes, el mayor de 8 años- pasaron la noche a la intemperie, con 10 grados bajo cero, custodiadas por Gendarmería.
Este miércoles comienza en la sede del Escuadrón N°36 de Gendarmería Nacional la audiencia por la solicitud de extradición efectuada por Chile para juzgar a Jones Huala por los delitos de incendio, tenencia ilegal de armas de fabricación artesanal y municiones e ingreso clandestino al territorio chileno.
Jones Huala, que atiende a lavaca desde la prisión, se define como un preso político.
Desde la cárcel
Jones Huala fue uno de los mapuche que habló con MU cuando esta revista viajó a Esquel para hacer un reportaje del reclamo. MU estuvo en la recuperación y habló con el lof que la Justicia provincial perseguía por terrorista (https://www.lavaca.org/notas/violento-desalojo-a-una-comunidad-mapuche-en-esquel-se-llevaron-a-mujeres-y-ninos-a-la-rastra/). Esa misma causa vinculaba dos procesos que en Esquel interpretan como las caras de una misma moneda: la cuestión indígena y el extractivismo. En el marco de ese proceso judicial se descubrió que un agente de inteligencia espió ilegalmente a activistas, vecinos y asambleístas del movimiento No a la Mina.
Ahora Jones Huala habla desde la cárcel. Dice que llega al juicio con la “moral alta”, confiando en la movilización en la calle. En Esquel hay volanteadas y pintadas que los días previos fueron anticipando el comienzo de la audiencia, mientras en la Ciudad de Buenos Aires se convoca a una concentración en la Casa de Chubut (Sarmiento 1172) a las 11, misma hora del juicio.
-¿Cómo evalúas todo lo que ha ocurrido? La detención, las represiones, la movilización
–Yo lo interpreto como un mayor grado de conciencia, de organización o reorganización de las comunidades mapuche, mientras del otro lado está la respuesta opresora de los estados opresores y las empresas para salvaguardar sus intereses. La respuesta judicial es política. No le queda otra al Poder Judicial que responder con las únicas herramientas que tiene: la judicialización es una herramienta política. Y eso viene en yunta con la represión, que también es política, acompañada por una gran campaña mediática de la prensa burguesa contra el movimiento mapuche autónomo las comunidades en resistencia, que van alimentando el fantasma de terrorismo. Pero no es así: lo que acá está pasando es la criminalización de una respuesta política, filosófica, ética. Eso pasa cuando hay actores políticos conscientes de la acción. Es la represión de los estados al servicio del capital. Ahora mismo la ciudad de Esquel está totalmente militarizada por el juicio. Han llegado camiones de gendarmes, fuerzas especiales, infantería, GEOP, policía federal, gente de la AFI (Agencia Federal de Inteligencia), hay drones. Es un despliegue impresionante.
-¿Por qué pensás que ocurre ese despliegue?
-Aquí se está persiguiendo una propuesta política de un pueblo que se levanta y es consciente de ese derecho, de ese proceso de politización, que implica un ejercicio y una práctica de nuestros derechos territoriales. Eso es lo que asusta al estado. Y si bien nosotros no planteamos una propuesta de toma de poder huinca (término mapuche para referirse a los conquistadores), sí planteamos una reconstrucción del poder mapuche. Nuestra propuesta cultural es política, entendiendo la cultura como forma de vida y no como folklore. Es un proceso de reconstrucción del mundo mapuche, y a eso le temen. La ley mapuche es lo que reivindicamos como práctica política: no es escrita y plantea una situación de armonía y equilibrio entre todos los elementos de la naturaleza. En este momento estamos más fortalecidos que nunca, cada vez más unidos y hay un proceso de conciencia cada vez más creciente, tanto en el campo como en la ciudad. Hasta en la misma policía. El otro día hubo unos lamien (hermanas) que estaban pegando carteles y la policía las detuvo, pero la oficial se puso a llorar y les pidió disculpas porque era nieta de un lonko y dijeron que la detención era una orden de arriba de detener a cualquiera que hiciera acciones públicas a mí. Hasta en esos lugares se van generando todo un proceso de conciencia.
La criminalización
El conflicto que origina esta causa es la lucha mapuche por la defensa del río Pilmaikén contra la instalación de centrales hidroeléctricas, en Chile. “Todo comienza cuando a la machi Millaray Huichalaf, la autoridad política, filosófica y ética, la cara visible de la lucha, le producen un allanamiento donde son 6 las personas detenidas: una de ellas fue Facundo, donde tuvo que cumplir 8 meses de prisión preventiva en un penal de alto riesgo”, explica Sonia Ivanoff, abogada de Facundo Jones Huala. “Luego cumplió arresto domiciliario, y no se presentó a los juicios que se hicieron. Por eso ordenan extraditarlo”.
Ivanoff: “Es importante tener en cuenta que en el juicio de extradición no se analizan los delitos de fondo: sólo es cuestión de evaluar si se dan ciertos elementos para permitir o no la extradición. No es extraditable, por ejemplo, si se trata de un delito político, si existen vulneraciones a las garantías del debido proceso, si hay persecución por raza, religión y nacionalidad”.
La abogada se refiere, entre otros, al inciso d) del artículo 8 de la llamada “Ley de cooperación internacional en materia penal”, que establece que la extradición no procederá cuando:
- “El proceso que motiva la extradición evidencie propósitos persecutorios por razón de las opiniones políticas, la nacionalidad, la raza, el o la religión de las personas involucradas o hubiese motivos fundados para suponer que esas razones pueden perjudicar el ejercicio del derecho de defensa en juicio”.
Ivanoff sostiene que otra de las variables es que pueda ser juzgado por esos delitos en Argentina. “Como defensa ofrecimos elementos de cargo para repeler la extradición, tanto a nivel documental como testimonial. Hemos ofrecido un cuerpo de pruebas que nos van a permitir de alguna manera confirmar que Facundo tiene el carácter de preso político, porque de lo que se está hablando es la criminalización de la defensa de un derecho territorial”.
Quién es el terrorista
La recuperación mapuche motivó una denuncia de Benetton por “usurpación” que la Justicia provincial activó bajo el encuadre de la Ley Antiterrorista. Esa interpretación fue desestimada por el Juzgado Federal de Esquel, a cargo del doctor Guido Otranto, el mismo que tendrá en sus manos este miércoles la decisión de la extradición. La causa por terrorismo pasó luego a la Corte Suprema, que en nueve líneas rechazó la interpretación de la justicia provincial.
Según el dictamen del Procurador Fiscal ante la Corte, Víctor Abramovich:
- “Los acontecimientos bajo análisis están enmarcados en una protesta llevada adelante en reclamo de derechos sociales, lo que ameritaría aplicar, eventualmente, la excepción prevista en el artículo 41 quinquies del Código Penal, en la medida que prevé que ´las agravantes previstas en este artículo no se aplicarán cuando el o los hechos de que se traten tuvieren lugar en ocasión del ejercicio de derechos humanos y/o sociales o de cualquier otro derecho constitucional´”.
Martiniano Jones Huala, integrante de la red de apoyo a la recuperación, fue uno de los imputados en esa causa. Es decir, para la Justicia provincial era un “terrorista”. Fue absuelto. ¿Qué piensa de esta situación? Dice a lavaca: “Llegamos fortalecidos, hemos sumado mucha gente, al juicio viene por ejemplo el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. Es un juicio que no debería hacerse, está fuego de lugar. Pero es el precio que tenemos que pagar por el lugar donde vivimos. Ni siquiera es un problema racial con los terratenientes, sino que el problema comienza cuando tocás sus intereses. Ahí se transforman”.
Desde la red de apoyo no creen casual el despliegue de las diversas fuerzas en Esquel en la semana del juicio de extradición. “Están pasando por las calles colectivos llenos de gendarmes de otros puntos del país, la GEOP ya está instalada y todos los días hay helicópteros que pasan a vuelo rasante sobre la ciudad. ¿Justo esta semana?”, dicen a lavaca.
Martiniano: “En mi cabeza no está la extradición. Sería un paso en falso grave de la justicia. Hoy es Facundo, pero mañana puede ser cualquier otro. La sociedad no se tiene que hacer la distraída”.
La defensa es política
Facundo Jones Huala, desde la cárcel: “Esto es un movimiento político filosófico ancestral que se está levantando. Acá no se está enjuiciando a una persona, sino a la lucha de un pueblo, que es colectivo. Pase lo que pase, el pueblo mapuche va a seguir creciendo en el ejercicio de nuestros derechos. En mi expectativa yo me apoyo en la gente. Consiga lo que consiga va a ser el resultado de la movilización política y social, y voy a basar mi defensa en una defensa política. No me interesa si me llevan a otro lado o me dejan acá: voy a seguir levantando mi voz, siempre aportando a la lucha como un militante y una autoridad mapuche”.
-¿Cómo fueron estos tres meses en prisión?
-Sigo estudiando, elaborando política, analizando la realidad, tratando de aportar al proceso desde afuera y ser un canal de expresión de todo lo que sucede. Es lo que uno intenta: seguir siendo un actor político en la cárcel. Aquí hay mapuche por causas comunes y la idea es hacerle entender que es una lucha por todos, incluso los mismos agentes del servicio penitenciario. Son mapuche. Es parte de la misma historia de colonialismo y opresión. En ese sentido es muy positivo todo lo que se puede llegar a generar. Hay una situación de organización y de concientización que se expresa en el ejemplo del policía: si a un oficial le tiembla la mano y duda de su condición, nuestra lucha no es tan desacertada. Tiene mucho contenido, no sólo político, sino mucho contenido humano. Y logramos lo que siempre planteamos, al menos a nivel local: un debate político en la sociedad.
–¿A qué te referís con defensa política?
-Yo estoy preso por causas políticas. Y lo único que no es extraditable son los delitos políticos. La cárcel y los tribunales son tribunas políticas para poder expresar los deseos y propuestas políticas de nuestro pueblo. Esto no es algo nuevo: ya lo hizo Fidel en Cuba, Mandela, muchos militantes anarquistas, vascos, que han utilizado los tribunales como tribuna política. De ser acusados a ser acusador. Hay un análisis objetivo, certero: nadie nos puede rebatir a nosotros que somos la mano de obra de la oligarquía, que tiene relación con las empresas, el Estado, las multinacionales, los medios. Por eso hay que invitar a la gente a comprometerse, a la gente mapuche a volver a su raíz, a involucrarse con sus comunidades. Y a los pueblos originarios a buscar soluciones a los conflictos en torno a sus dinámicas, sus propias culturales, y al resto del pueblo a alentar y a construir nuevos proyectos políticos. Las revoluciones son posibles. Yo me reivindico como un político revolucionario mapuche. Y hay que cambiar la opresión a la que han sometido a todos nuestros pueblos. Buscar la felicidad, la armonía, la fraternidad y reconstruir ese poder político dentro de nosotros mismos.
Nota
La Estela: tierra guaraní en escena

Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.
Por María del Carmen Varela
A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad. La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.
La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.
Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

Foto: Gentileza La Estela.
Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.
El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.
Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.
La Estela
El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA
Sábados a las 18 hs, hasta el 27 de septiembre
@laestela.obra
Nota
Litio: nace un nuevo documental

Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.
“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.
Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…
Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco.
LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.
“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.
El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.
LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:
“Esta historia continuará
¿Dale?”.
Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


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