Nota
Recuperadas en peligro: el impacto del tarifazo en las empresas sin patrón
El nuevo cuadro tarifario pone en jaque la producción de cientos de fábricas recuperadas por sus trabajadores. Algunas están resistiendo el corte del suministro, como el caso de Cooperativa Padilla: una cuadrilla de Edenor llegó acompañada de una camioneta de Gendarmería. En el caso de la metalúrgica 19 de Diciembre, las facturas se multiplicaron por diez a pesar de contar con una medida cautelar a su favor: “Somos también bachilleratos, bibliotecas, escuelas, pero el Ejecutivo mira para otro lado”. El Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas denuncia que habían acordado el pago del 50 por ciento de las facturas, pero que el Ministerio de Energía violó el acuerdo y ahora derivó la discusión al Ministerio de Producción. El movimiento evalúa tomar acciones.
Los trabajadores de la Cooperativa Padilla, dedicada al reciclado de material plástico y a la confección y producción de bolsas para residuos y patógenos en la localidad de San Andrés, partido bonaerense de General San Martín, tuvieron que salir a la calle para evitar que una cuadrilla de Edenor cortara el lunes el suministro eléctrico de esta fábrica recuperada en 2001. “No permitimos que nos corte, porque nos cortan los brazos y las piernas: nos matan”, dice a lavaca René Cruz, presidente de la cooperativa. “Dijeron que iban a volver la semana que viene. Lo que nos sorprendió es que, en la esquina, había estacionada una camioneta de Gendarmería”.
La imagen describe la forma en la que la nueva tanda de tarifazos en los servicios públicos comenzó a golpear a las empresas recuperadas por sus trabajadoras y trabajadores. “Estamos hablando de 460 fábricas con una problemática similar”, describe Eduardo Murúa, trabajador de IMPA y referente del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER). “Todas las empresas van a tener problemas porque han acumulado deuda en estos dos años. Uno nuevo va a ser imposible, no hay forma de pagarlo. Si no hay una ley que contemple los cortes para las pymes y las recuperadas, vemos que es imposible de pagar”.
Murúa pone un ejemplo: “En el Movimiento hay un frigorífico que pagaba 100 mil pesos de luz: pasó a 800 mil y, ahora, va a tener que pagar 1 millón 300 mil pesos. Y sólo de luz: no estamos hablando de gas ni agua. Y así en todas las empresas: es un aumento cerca del 800%”.
Y, como en el caso de Cooperativa Padilla, acompañado de Gendarmería.
“No puede ser que nos prohíban trabajar”
“En 2016 y 2017 tuvimos una caída violenta de producción”, dice Cruz. “Esa merma se combinó con un elevado monto en la tarifa eléctrica. Con el MNER logramos una entrevista con funcionarios del Ministerio de Energía y se pautó un descuento del 50 por ciento, que nunca terminaron de cumplirlo porque solamente dieron una primera parte. Ahora estamos en una situación complicadísima: desde el Ministerio avisaron que ellos no iban a ser más el interlocutor y que todo pasaba, ahora, al Ministerio de Producción. La consecuencia es que Edenor está amenazando con producir cortes ya que exigen que paguemos la totalidad de la deuda, lo cual no podemos hacer si ni siquiera nos dan la posibilidad de amortizarla”.
La deuda acumulada es de 500 mil pesos. “A eso se suma el nuevo aumento, que también tiene un impacto muy grande. En las reuniones estamos viendo que sólo podemos pagar hasta un 25 por ciento. Estamos en una situación muy desesperante, porque si no pagamos la factura no podemos seguir produciendo. Y, así, vamos a tener que cerrar. Hemos achicado nuestros retiros y, pese a eso, no podemos afrontarlo: es una espada de Damocles en la cabeza”.
¿Cómo impactó el tarifazo en Padilla?
- En octubre de 2015 pagaban 12 mil pesos.
- El primer tarifazo llevó la boleta a 50 mil.
- Ahora esperan una suba a 250 mil.
Cruz: “Es imposible. Seguimos produciendo a bajo ritmo, hemos podido sobrevivir a la desgracia que han tenido una enorme cantidad de emprendimientos similares. No podemos trasladar a los costos ni aumentar el precio del material porque quedaríamos fuera del mercado. Y tampoco vamos a permitir los cortes. Vamos a resistir. No puede ser que nos prohíban trabajar. Queremos vivir como hemos vivido hasta hace dos años, con salarios dignos y perspectivas de crecimiento”.
“La situación es catastrófica”
En la cooperativa 19 de Diciembre, metalúrgica autopartista recuperada en 2002, la factura de luz se multiplicó por diez: pasaron de 5 mil a 50 mil pesos. “La situación en San Martín es catastrófica”, dice Gisela Bustos, integrante de la cooperativa que tiene 20 trabajadorxs asociadxs. “Estamos sintiendo la crisis terriblemente, también la contracción de los clientes. En las fábricas hay poco y nada de ruido: esta situación nos pasó en el 2001, después lo vimos en 2008 y 2009, y más allá de algún momento difícil no llegó a los extremos que estamos viendo ahora. Y llega en un momento del año muy particular con una escalada tremenda en la tarifa eléctrica. Hay un cambio en la actitud de los ministerios y del Estado, que ahora dan carta blanca y vía libre a las empresas suministradoras de energía eléctrica para que vengan a aplicar los cortes”.
En junio de 2016, la Justicia dictó una medida cautelar que frenó los tarifazos de agua y luz para la cooperativa. “Es una de las muy pocas empresas que logró una medida de ese tenor, que ordenó retrotraer la tarifa al cuadro anterior y suspender todo corte. Sin embargo, Edenor no cumplió nunca. Pasamos todo un año haciendo pagos que son parciales porque vamos a las oficinas centrales a depositar el monto que nosotros entendemos que se condice con la orden judicial. Pero nos siguen notificando la deuda con la tarifa actual. Niegan la orden judicial: hay un avance incluso contra el sistema republicano que tanto pregonan, porque aquí hay una orden de un juzgado que una sociedad anónima no la cumple”.
Burgos cuestiona que el Poder Ejecutivo no brinda ninguna política pública para defender las fuentes de trabajo y la función social de cada una de las fábricas. “Somos también bachilleratos, bibliotecas, escuelas, pero el Ejecutivo mira para otro lado. Los trabajadores no quieren llevarse a nadie puesto: acá se pelea por trabajar, por vivir con dignidad y somos los primeros en querer ir a pagar. Pero la factura se multiplicó por diez”.
Actitud mezquina
El MNER presentará una carta dirigida al ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, para tratar de encontrar una salida a la situación.
“Logramos una mesa de negociación y un acuerdo para pagar el 50 por ciento, pero recibimos un mail en donde se desentendían de todo y comunicaban que pasaba la discusión al Ministerio de Producción”, dice Murúa. “Estamos consensuando una carta entre los trabajadores porque, además de ser una decisión que dijeron por mail, es una actitud mezquina y de violencia absoluta. Y cuando esa violencia se toma desde el Estado contra un grupo específico, adquiere el tono de genocidio. Estamos planteando que con su violencia están empujando a que miles de trabajadores, junto a sus familias, pasen a ser parias en su patria”.
En los próximos días, el MNER evaluará las acciones a tomar.
Nota
Orgullo

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.
Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.
Y no es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Nota
Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?
El podcast completo:
Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.
Nota
Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Otro miércoles de marcha al Congreso, y una encuesta: ¿cuál es el pronóstico para el domingo? Una pregunta que no solo apunta a lo electoral, sino a todo lo que rodea la política hoy, en medio de una economía que ahoga: la que come en el merendero; el que no puede comprar medicamentos; el que señala a Trump como responsable; la que lo lee en clave histórica; y los que aseguran que morirán luchando, aunque sean 4 gatos locos. Crónica y fotos al ritmo del marchódromo.
Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla
Fotos Juan Valeiro
El domingo son las elecciones legislativas nacionales pero también es fin de mes, y Sara marchó con un cartel que no necesitaba preguntas ni explicación: “Soy jubilada y como en un merendero”.
Tiene 63 años, es del barrio Esperanza –Merlo, oeste bonaerense–, y para changuear algo más junta botellas y cartón, porque algunos meses no le alcanza para medicamentos: “El domingo espero que el país mejore, porque todos estamos iguales: que la cosa cambie”.

El miércoles de jubilados y jubiladas previo a las elecciones nacionales de medio término –se renuevan 127 diputados y 24 senadores– tuvo, al menos, tres rondas distintas, en una Plaza de los Dos Congresos cerrada exclusivamente para manifestantes. Nuevamente el vallado cruzó de punta a punta la plazoleta, y los alrededores estuvieron custodiados por policías de la Ciudad para que la movilización no se desparramara ni tampoco avanzara por Avenida de Mayo, sino que se quedara en el perímetro denominado “marchódromo”. Un grupo encaró, de todas formas, por Solís, sobrepasó un cordón policial y dobló por Alsina, y se metió de nuevo a la plaza por Virrey Cevallos, como una forma de mostrar rebeldía.
Unos minutos antes, un jubilado resultaba herido. Se trata de Ramón Contreras, uno de los rostros icónicos de los miércoles que llegó al Congreso cuando aún no estaba vallado después de la marcha por el recorte en discapacidad, y mientras estaba dando la ronda alrededor del Palacio un oficial lo empujó con tanta fuerza que cayó al suelo. “Me tiraron como un misil –contó a los medios–. Me tienen que operar. Tengo una fractura. Me duele mucho”. La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) presentó una denuncia penal por la agresión: “Contreras fue atacado sin razón y de manera imprevista”.

La violencia desmedida, otra vez, sobre los cuerpos más débiles y más ajustados por un Gobierno que medirá esa política nuevamente en las urnas. Jorge, de 69 años, dice que llega con la “billetera muerta”. Y Julio, a su lado, resume: “Necesito tener dos trabajos”.
Juan Manuel es uno de esos jubilados con presencia perfecta cada miércoles. Una presencia que ninguna semana pasa desapercibida. Por su humor y su creatividad. Tiene 61 años y cada movilización trae mínimo un cartel original, de esos que hacen reír para no llorar. Esta vez no sólo trae un cartel con una inscripción; viene acompañado de unas fotocopias donde se leen una debajo de la otra las 114 frases que creó como contraofensiva a la gestión oficialista.
La frase 115 es la de hoy: “Milei es el orificio por el que nos defeca Trump”.

Muestra la lista que arrancó previo a las elecciones de octubre de 2023. Sus primeras dos creaciones:
- “Que no te vendan gato por león”.
- “¿Salir de la grieta para tirarse al abismo?”.
Y elige sus dos favoritas de una nómina que seguirá creciendo:
Sobre el veto al aumento de las jubilaciones: “Milei, paparulo, metete el veto en el culo”.
Sobre el desfinanciamiento de las universidades: “Milei: la UBA también tiene las facultades alteradas”.
Juan Manuel le cuenta a lavaca lo que presagia para él después de las elecciones: “Se profundizará el desastre, sea porque pierda el gobierno o porque gane, de cualquier forma tienen la orden de hacer todo tipo de reformas. Como respuesta en la calle estamos siendo 4 gatos locos, algo que no me entra en la cabeza porque este es el peor gobierno de la historia”.

Sobre el cierre de la marcha, en uno de los varios actos que se armaron en esta plaza, Virginia, de Jubilados Insurgentes y megáfono en mano, describió que la crisis que el país está atravesando no es nueva: “Estuvo Krieger Vassena con Onganía, Martínez de Hoz con la última dictadura, Cavallo con Menem, Macri con Caputo y Sturzenegger, que son los mismos que ahora están con este energúmeno”. La línea de tiempo que hiló Virginia ubica ministros de economía con dictaduras y gobiernos constitucionales en épocas distintas, con un detalle que a su criterio sigue permaneciendo impune: “La economía neoliberal”.
Allí radica la lucha de estos miércoles, dice. Su sostenibilidad. Porque el miércoles que viene, pase lo que pase, seguirán viniendo a la plaza para continuar marchando. “Estar presente es estar activo, lo que significa estar lúcido”, define.

Carlos Dawlowfki tiene 75 años y se convirtió en un emblema de esa lucidez luego de ser reprimido por la Policía a principio de marzo. Llevaba una camiseta del club Chacarita y en solidaridad con él, una semana después la mayoría de las hinchadas del fútbol argentino organizaron un masivo acompañamiento. Ese 12 de marzo fue, justamente, la tarde en que el gendarme Héctor Guerrero hirió con una granada de gas lacrimógeno lanzada con total ilegalidad al fotógrafo Pablo Grillo (todavía en rehabilitación) y el prefecto Sebastián Martínez le disparó y le sacó un ojo a Jonathan Navarro, quien al igual que Carlos también llevaba la remera de Chaca.
Carlos es parte de la organización de jubilados autoconvocados “Los 12 Apóstoles” y habla con lavaca: “Hoy fui a acompañar a las personas con discapacidad y me di cuenta el dolor que hay internamente. Una tristeza total. Y entendí por qué estamos acá, cada miércoles. Y sentí un orgullo grande por la constancia que llevamos”.
La gente lo reconoce y le pide sacarse fotos con él. “Estás muy solicitado hoy”, lo jode un amigo. Carlos se ríe, antes de ponerse serio: “Hay que aceptarlo, hoy somos una colonia. Pasé el 76 y el 2001, y nunca vi una cosa igual en cuanto a pérdida de soberanía”. De repente, le brota la esperanza: “Pero después del 26, volveremos a ser patria. Esperemos que el pueblo argentino tenga un poquito de memoria y recapacite. Lo único que pido es el bienestar para los pibes del Garrahan y con discapacidad. A mí me quedarán 3, 4, 5 años; tengo un infarto, un stent, así que lucho por mis nietos, por mis hijos, por ustedes”.

Carlos hace crítica y también autocrítica. “Nosotros tenemos un país espectacular, pero nos equivocamos. Los mayores tenemos un poco de culpa sobre lo que ocurrió en las últimas elecciones: no asesoramos a nuestros nietos e hijos sobre lo que podía venir y finalmente llegó. Y en eso también tiene que ver la realidad económica. Antes nos juntábamos para comer los domingos, ahora ya no se puede. No le llegamos a la juventud, que votó a la derecha, a una persona que no está en sus cabales”.
Remata Carlos, antes de que le pidan una selfie: “Nosotros ya estamos jugados pero no rendidos. Estos viejos meados -como nos dicen- vamos a luchar hasta nuestra última gota. Y cuando pasen las elecciones, acá seguiremos estando: soñando lo mejor para nuestro país”.


Revista MuHace 2 semanasMu 208: Lara Brenda Morena

#NiUnaMásHace 3 semanasUn mes sin Brenda, Lara y Morena: lo que se sabe de la trama narcofemicida

Soberanía AlimentariaHace 2 semanasMiryam Gorban: hasta siempre, maestra

Derechos HumanosHace 2 semanasEstela, 95 años y 140 nietos recuperados: ¡que los cumplas feliz!

#NiUnaMásHace 3 semanasTransfemicidio en Neuquén: reclaman justicia por Azul, la trabajadora estatal por la que se declararon dos días de duelo
















