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María Galindo entrevista a Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia: «Gobernar es un acto de mentir»

A raíz de las declaraciones homofóbicas de un diputado, mantuvieron un fuerte y rico debate que trascendió la frontera de las reivindicaciones por los derechos sexuales

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A raíz de las declaraciones homofóbicas de un diputado del Movimiento al Socialismo (MAS), la feminista boliviana María Galindo y el vicepresidente del Estado Plurinacional, Álvaro García Linera, mantuvieron un fuerte y rico debate que trascendió la frontera de las reivindicaciones por los derechos sexuales para convertirse en una discusión profundamente política. lavaca reproduce la extensa charla en esta nota.

García Linera y María Galindo

García Linera y María Galindo

Los protagonistas

Álvaro García Linera: Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia. Es matemático, sociólogo autodidacta (la cárcel fue su lugar de estudio), profesor universitario, y en una entrevista que le concedió a MU en 2010 se definió como racionalista, bolchevique y espartano, sumado a su condición de katarista. Esta última identidad viene del tiempo en que formó con Felipe Quispe el Ejército Guerrillero Túpac Katari (en homenaje al aymara que en 1781 levantó a su pueblo contra los españoles).
María Galindo: artista e inspiradora del grupo feminista Mujeres Creando, que tiene emisora propia: Radio Deseo. Es la que creadora de Ninguna mujer nace para puta y autora de ¡A despatriarcar! Feminismo urgente, recientemente editado por lavaca.

El tema

La conversación tuvo lugar el 9 de julio, y se produjo tras la declaración homofóbica de un diputado del Movimiento al Socialismo (MAS), Roberto Rojas. El legislador boliviano tildó a los homosexuales como “enfermos mentales”. Por ese motivo, Galindo mantuvo un encuentro con García Linera que dio a conocer a través de Radio Deseo, la FM que Mujeres Creando tiene en La Paz. La feminista, de todos modos, no consideró la charla como una entrevista, sino como una “barricada”.
“La barricada que a continuación vamos a escuchar es una barricada que se ha realizado en el contexto de nuestra denuncia por el acto de homofobia del diputado Roberto Rojas. Una denuncia que hicimos nosotras en la Dirección General de Lucha contra el Racismo y toda forma de Discriminación”, expresó Galindo. “En ese contexto recibimos la llamada del Vicepresidente y la invitacion a subir a su despacho. Por eso la primera parte corresponde a una dilucidación de esa denuncia, y de ahí logramos devenir e una discusion ideologica, y logramos arrancarle la siguiente barricada”.
lavaca reproduce, entonces, la barricada completa.

Los funcionarios tienen que leer

María Galindo: Álvaro, señor vicepresidente, la verdad me ha sorprendido mucho que me llames. Prefiero tutearte porque, si no, me resulta muy extraño.
Álvaro García Linera: Por favor…
MG: De todas maneras agradezco mucho que me hayas llamado. Mira, por cumplir una simple formalidad, he ido yo a la Dirección Contra el Racismo y todas las formas de discriminación, a hacer la denuncia de la manera mas sucinta. Me ha recibido el funcionario; sin embargo, incluso se ha negado a poner su nombre y su firma. Es patético, es realmente patético esto. Yo creo que las declaraciones del diputado… ¿tú las conoces, no?
AGL: Sí.
MG: Bueno, te comento brevemente que yo, esta mañana he hecho un sondeo, he ido a todas las Cámaras de Diputados, también en el Viceministerio de Descolonización, y más o menos el 80 por ciento de los funcionarios y las funcionarias no habían leído el periódico, o no lo habían visto en medios, o no tenían conocimiento, o negaban tener conocimiento. Me parece bastante grave tener tanta gente desinformada en el Gobierno, en el Estado. Por lo menos podrían leer el periódico, ¿qué piensas?
A: Sí. Hay en general un bajo nivel de lectura acá, en la población, hay que fomentar más.
MG: No, pero en la Dirección contra el Racismo tiene la obligación. Que alguien quiera leer o no es libertad de cada quien. Pero un funcionario de un departamento lo primero que tiene que hacer es leer el periódico.

Todos tenemos prejuicios

AGL: ¿No te ha recepcionado el papel (la denuncia por homofobia)?
MG: ¡Bueno! Me ha recepcionado un papel pero se ha negado a firmar. Aquí esta el sello, tiene sello.
A: Es una denuncia.
MG: Es la denuncia contra el diputado. De todas maneras yo he hecho la denuncia de forma, por cumplir un requisito, para que no me digan “no has hecho la denuncia”. Pero sin duda que no le hallo ningún remedio porque, en mi actividad radial, que me imagino la conoces… Es más, me gustaría tenerte un día en la radio, ¿será posible?
AGL: Nunca me has invitado
MG: Ah, eso sí que es autocensura, porque he supuesto que no vendrías.
A: ¿Ves? Todos tenemos prejuicios.
MG: Todos tenemos. He presupuesto que no vendrías… Bueno, he sido bastante maltratada por tu gobierno. En cualquier cantidad de intervenciones públicas.
AGL: Pero es un prejuicio que no iba a aceptar ir
MG: Sí, es un prejuicio. ¿Por qué no hacemos una cita?
A: Encantado.

No me pintes el muro

MG: Súper. Bueno, quedamos. ¿O es el milagro del proceso electoral?
A: Primera vez que me mandas una carta.
MG: No estoy segura.
AGL: Primera vez. Lo que he visto es que es mejor pintar el edificio…
MG: Bueno, me he comunicado contigo vía muros. Pero además es una pintada indeleble.
AGL: Para que veas que no era necesario pintar el muro, bastaba una nota a mano y, por supuesto, yo tengo la obligación de contestarte.
MG: Esto de pintar el edificio es una actividad política imprescindible para mí. Porque no la pinto precisamente para ti, sino para la sociedad. Por ejemplo, la represión en defensa…
AGL: Podrías colocar un cartel y yo te garantizaba que el cartel se quedaba el mes.
MG: Han salido a lavar eso…
AGL: La piedra, no puedes pintar la piedra.
MG: Con añelina disuelta en agua. Me llamaban a mí y les decía: compren un cepillito y re fácil.
A: El mensaje es el siguiente, María: las veces que tú mandes una carta, yo tengo que recibirte. Y no es un favor. Me pagan para eso.
MG: Claro, usted es un funcionario público y yo soy una ciudadana boliviana, mal que le pese a cualquiera.
AGL: Por eso te estoy recibiendo
MG: Yo lo sé.

Cartas

AGL: Si hubieras mandado tu carta hace un año, dos meses…
MG: Con el tema de las deudoras del megadeslizamiento nos hemos dirigido a ti, a las ASFI (Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero) y al ministro Arce (Luis, ministro de Economía de Bolivia), y nunca hemos encontrado interlocutorio.
AGL: Has mandado una propuesta.
MG: Una propuesta basada en una encuesta.
AGL: No has mandado para pedir una reunión.
MG: Bueno, ahora que están abiertas estas puertas, porque seguro que vas a ser el próximo vicepresidente…
AGL: Yo agarré tu propuesta, se la entregué al ministro de Economía y se la entregue a la ASFI. Hice la entrega oficial de la propuesta de ustedes, no la traspapelé, no la guardé. Hubiera sido mejor: “Álvaro, quiero comentarte esta propuesta…”.

Hablemos de la homofobia

MG: Ok, a la orden, yo lo voy a hacer. Nosotras creemos que hay que hacer muchas cosas y tenemos en la cabeza mil cosas. Pero ahora ha sucedido un acontecimiento específico y yo lo que sí quiero decirte es que yo tengo una percepción de que el diputado Roberto Rojas no es una excepción. Si se lo destituye y se le exige la renuncia se le hace un gran favor para que se vuelva a presentar. Es ex jefe de bancada del Movimiento al Socialismo, o sea que tampoco es un hombre periférico. ¿Qué piensas tu de la mentalidad homofóbica que hay en el Movimiento al Socialismo?
AGL: En general, en la población boliviana, María, tú lo puedes comprobar a diario, está muy presente un conjunto de prejuicios en torno al tema sexual. En el fondo aún arrastramos una cultura y un conjunto de percepciones muy conservadores sobre el tema sexual. A diferencia de antes, lo que ha cambiado – la ultima década- es la conversión de la agresión por cierta tolerancia.
MG: No, no, no estoy de acuerdo. Hay asesinatos por homofobia en tu país, y que no te hayas enterado es problema tuyo. Mira, pasa lo siguiente, si tu vas a tener una actitud…
AGL: ¿Por qué eres tan prejuiciosa?
MG: … tan tolerante de decir como “toda la sociedad es homofóbica, entonces que el diputado sea nomás homofóbico”, entonces, ¿para qué se ha aprobado una ley contra todas las formas de discriminación?
AGL: Esa es tu conclusión. Si te fijas, operas por prejuicios. Ya has sacado tu conclusión. Es la tuya, no es la mía.
MG: Tú me lo has dicho: toda la población es así.
AGL: Y tú has concluido que hay que aceptar eso. No. Esa es tu conclusión.
MG: ¿Cuál es tu conclusión?
AGL: Eso, preguntame.

Te pregunto

MG: ¿Cuál es tu conclusión?
AGL: Que la posición del diputado Rojas son desafortunadas, sus declaraciones son desafortunadas y él ha pedido disculpas públicamente en la televisión.
MG: No, hoy día ha salido en El Deber (diario boliviano) que él pide disculpas, primero, porque además el remedio lo vuelve a aterrar. No tengo El Deber pero me ha llegado online. Dice: “No me refería a la población gay, sino específicamente a las Mujeres Creando”. Y el primer pedido de disculpas fue: “Erbol (sitio digital) me ha tergiversado”.
AGL: Eso fue el día viernes, ¿no? En el programa de No Mentiras, no sé si lo has visto.
MG: No lo he visto.
AGL: Ahí pidió disculpas.
MG: No lo he visto, pero mira, Álvaro…
AGL: Mi posición es que es una declaración desafortunada, ha pedido disculpas y demuestra, en general, un conjunto de prejuicios respecto al tema, y eso es algo que usted, que el Gobierno, que la Universidad, que las escuelas, estamos en la obligación de transformar, de ayudar a modificar ese tipo de prejuicios discriminatorios, sobre los planteamientos sexuales el desempeño y las actividades sexuales de las personas. Lo que has oído en las declaraciones del compañero Rojas, desafortunadas desde todo punto de vista, tú ya verás si la penalizas o no, queda en tus manos…
MG: No queda en mis manos.
AGL: En manos del fiscal, en todo caso.
MG: No queda en mis manos, yo he planteado la denuncia ante la Dirección y no la ha querido firmar el funcionario.
AGL: Pero ya está corriendo.
MG: Estará coriendo, jaja. Corriendo es una palabra muy bonita.
AGL: O ya está avanzando.

La parafernalia

MG: Pero Álvaro, vayamos a ti, que eres el Presidente de la Asamblea Plurinacional, que sabes que es una postura generalizada. Para ti es una declaración desafortunada, es una cosa que pasamos la página.
AGL: Ha pedido disculpas.
MG: Te pido que leas la declaración. El primer pedido de disculpas es que Erbol lo ha tergiversado. Como esta grabado, no ha podido. El segundo pedido de disculpas ha dicho que no se refería a los gays sino a las Mujeres Creando y lo que estaban haciendo en la puerta de la Catedral.
AGL: Esa no la he oído.
MG: Esa esta en El Deber de hoy. Yo te la mando por correo electrónico si es que la necesitas. Entonces, ¿qué hacemos?
AGL: Ese es un tema cultural, María. Es un tema cultural. Extendido. Y tus acciones, prácticas, digamos de guerrilla cultural, de guerrilla simbólica, ayudan y obligan, por lo menos, a que se pida disculpas lo que no está bien. Pero no es suficiente.
MG: Claro que no. Por eso yo te estoy pidiendo a ti que eres el man de la película
AGL: Por lo menos se ha avanzado hasta ahí, ¿ya?
MG: No, porque eso no sirve, Álvaro. No sé si a ti tanta parafernalia te ha confundido, pero decorar las cosas no es lo mismo que cambiarlas.
AGL: Creo que tú tienes más parafernalia que yo.
MG: No, tú tienes bastante parafernalia.
AGL: Yo visto más sencillo que vos en todo caso.

¿Qué hacemos?

MG Bueno, pero me refiero a la parafernalia que te rodea. Álvaro, ¿qué hacemos? ¿Qué propones tú que eres el men de la pelicula?
AGL: No, yo soy un ciudadano más que…
MG: No, no, tú eres el capo. Me dirigí a ti porque, dije, me voy al Presidente de la Asamblea Plurinacional. ¿Qué hacemos?
AGL: Estoy aquí para que me digas qué me sugieres que haga.
MG: ¿Pasamos la página y nos olvidamos y tragamos esto?
AGL: No, porque si hacemos eso vamos a ser cómplices indirectos de que las cosas continúen. ¿Qué me sugieres que haga como miembro de la asamblea?
MG: Bueno, te diré que «mi Asamblea” no es, porque a ustedes los eligen por una lógica que no tiene nada que ver con la lógica de representación real.
AGL: Ahí estás equivocada…
MG: Hay unos filtros de elección que suponen una Asamblea muy mediocre y muy poco representativa. Porque no es cuestión de que si es indígena, si tiene poncho, si tiene el sombrero. Eso es lo aparente, no lo real.
AGL: ¿Cómo debe ser la selección?
MG. Sin partidos pues, Álvaro. Tú deberías haber firmado la sentencia de muerte de los partidos políticos y la sentencia de muerte de la Ley de Partidos de Sánchez de Lozada. La representación debería ser directa y no intermediada, por el dedo tuyo o el de Evo Morales.
AGL: En ninguna parte del mundo ha cambiado la percepción sobre la vida sexual a partir de una ley…
MG: No, la ley no es para cambiar la mentalidad del diputado, sino la ley es para hacer respetar los derechos y la dignidad de una colectividad que forma parte de este país. Porque a mí, la mentalidad de un diputado finalmente no me importa.
AGL: También establece preceptos pedagógicos para la sociedad ¿no?

Diagnosticar la homofia

MG: Nos estamos enredando. Yo pensaba que sería muy interesante hacer lo siguiente.
AGL: ¿Qué?
MG: A mí me gustaría hacer un diagnóstico de homofobia de la Asamblea Plurinacional actual. ¿A través de qué instrumento? A través de una encuesta obligatoria universal que cubra a todos los diputados y diputadas que se vean obligadas a responder a un cuestionario. Y que ese cuestionario luego sea tabulado y dado a conocer a la población. Que ese cuestionario lo pueda elaborar yo que conozco el tema y con la astucia que me caracteriza.
AGL: ¿Una encuesta es la solución?
MG: No es la solución.
AGL: ¿Entonces?
MG: ¿Sabes cuál es mi intención aquí? Mi intención es que la población que tú, que yo, que cualquiera, pueda tener conocimiento de la mentalidad de la Asamblea Plurinacional que, además, ya está terminando, es bien interesante. Esta es una medida que tiene más un carácter político y precisamente pedagógico. Puedo hacerlo con Defensor del Pueblo, con personal de la Presidencia, es una encuesta escrita. Si no es obligatorio te la tiran en la cara, la arrogancia del poder es muy fuerte. Entonces a mí me parece que tendría un carácter político muy interesante porque la libertad sexual no es un problema de maricones y lesbianas, sino de toda la sociedad. Entonces yo creo que ese trabajo seria muy interesante también para que ustedes se pongan las pilas porque ustedes van a escoger a diputados nombrados.
AGL: Una encuesta. ¿Qué más, María? ¿Que más?
MG: Nada más, yo no quiero nada más respecto a este gobierno. Por lo demás yo te paso un plan de gobierno entero, donde no figura la energía nuclear, por supuesto. Y menos plata para los militares, que no te reconozco en esa cantidad de encebamiento que le están haciendo ustedes. Yo te paso un plan de gobierno porque yo no soy una lesbiana que estoy revindicando mis derechos, yo soy una mujer que estoy haciendo política. Pero ahora ha acontecido lo que podría llamarse una anécdota, pero te aseguro muy dolorosa.
AGL: No es la solución, pero es algo. La encuesta valdría la pena hacerla, pero no puedo obligar. No puedo obligar como presidente de la Asamblea. No obligamos a nada.
MG: No te creo, por favor, Álvaro.
AGL: No obligamos a nada. Aunque pareciera.
MG: Entonces no le llames encuesta, llámale diagnóstico de la homofobia de la Asamblea Plurinacional. Te estoy pidiendo que examinemos la magnitud del problema y que ese examen luego tenga un carácter publico.
AGL: Y me parece bien. Puedo ayudar para decirles públicamente a todos a decirles que vamos a hacer una encuesta. Puedo ayudar a que se reparta en cada casillero de cada diputado y senador la encuesta, puedo ayudar…
MG: Te estás descargando.
A: … pero no puedo obligar a que se haga la encuesta.
MG: ¿Por qué?
AGL: Porque no tengo el poder de obligar.
MG: No digas que es una encuesta, di que es un diagnóstico. Lo que te estoy proponiendo es que diagnostiquemos la homofobia en los partidos, porque puede ser un instrumento político muy importante para las próximas elecciones.
AGL: Eso puede ser más fácil con los próximos diputados.
MG: No, Álvaro, porque ahora está fresquito. Y yo no pretendo mas que un diagnóstico. Yo creo que conocer la dimensión de las cosas es útil y necesario.
AGL: Estoy de acuerdo con eso, pero no tengo facultad de obligar.

La señora y el diputado

MG: ¿Tienes ganas de hacer algo?
AGL: Muchas cosas.
MG: ¿Te parece esto importante?
AGL: Me parece no decisivo, pero importante.
MG: Si el diagnóstico no es universal, no sirve.
AGL: Lo que tú vas a sacar de aquí, yo ya sé por dónde van a ir las respuestas generales.
MG: Pero no sabes por dónde van a ir las preguntas, que van a ser fabulosas…
AGL: Lo que vas a hacer es visibilizar un generalizado de lo que son las actitudes conservadoras en nuestro país. Y está bien que lo hagas. Pero no estás dando pasos efectivos para que se modifique esa actitud.
MG: Es diferente que una señora que está vendiendo periódicos tenga una homofobia muy grande, y que un diputado la tenga.
AGL: ¿Por qué?
MG: Porque esa señora que está vendiendo los periódicos tiene una relación con el Estado y con la sociedad muy diferente. Un servidor publico tiene un nivel de obligaciones, tiene que informarse, tiene que formarse. Mira que te estoy pidiendo un saludo a la bandera, una cosita muy inocua.
AGL: Pero no tengo la facultad de obligar a la gente.
MG: Tú no eres el más libertario que me puedo imaginar, Álvaro, no eres, pero bueno, ¿qué me propones?
AGL: Pero tampoco soy un Stalin.
MG: Un diagnóstico solo sirve si es universal.
AGL: No puedo obligar a nada, María.

“No te creo”

MG: No te creo, Álvaro, no te creo.
AGL: Por eso tienes esos disparos de la gente que se va a otros partidos, ¿y qué vas a hacer?
MG: Bueno, Álvaro, ¿qué propones? Si no te sirve mi diagnóstico, ¿qué propones?
AGL: No es que no me sirve, te apoyo.
MG: No, es que lo que yo quiero es que sea una política de la presidencia de la Asamblea Plurinacional. Mi capacidad de sacar la grabadora y ponerla en la boca a un funcionario es mayúscula. Yo eso lo hago. Yo lo que quiero es que sea una iniciativa de la Asamblea Plurinacional. Por eso he acudido a ti.
AGL: Yo la instruyo, pero no puedo obligar. Puedo instruir. Pero si resulta que de los 50 o de los 130 encuestados te responden 20 o 60…
MG: Menos que eso, son unos vagos.
AGL: No puedo hacer nada. No tengo medidas coercitivas para imponer una decisión.
MG: Eso va a ser un proyecto nulo, lo estás condenando al fracaso de antemano. Dime tú otra alternativa.
AGL: Yo no tengo medidas de coerción contra los diputados.
MG: Tú sabes que hay miles de alternativas. La fuerza de la autoridad no es la coerción sino que esto es políticamente importate para nosotros.
AGL: Te di la solución. Eso es más viable con los nuevos diputados que entran que con los que se van. Es más fuerte.
MG: No lo veo. ¿Cuándo entonces? Y, ¿cómo?
AGL: Diciembre. No, no, después. Enero. ¿Verdad, María? Es más fácil eso.
MG: Post elecciones, ¿sabes la euforia con la que van a entrar?
A: Diciembre, enero, ahí podemos hacer. Al momento de recepcionar su credencial, una encuesta. Lo van a hacer. Van a anotar, aunque no todo, algo van a anotar.
MG: No sé.
AGL: Hoy por hoy los diputados están en los descuentos.
MG: Sí, lo sé. Por eso pedirle la renuncia a Rojo es darle el premio. No están ni trabajando.
AGL: Y te soy honesto, no hay ahorita algo que pueda imponerse.

“Que te crea tu abuelita”

MG: Con el diagnóstico, te pediría que me respondas por escrito de que te comprometas a hacerlo en la próxima gestión, al inicio con la competencia nuestra, de manera que nosotras elaboremos el cuestionario. Porque voy a hacer un cuestionario diferenciado.
AGL: Recomiendo que no sea muy larga.
MG: No te preocupes, pero va a ser lo suficientemente interesante. Tampoco va a ser muy corto.
AGL: Tampoco.
MG: Álvaro, de inmediato. Porque ¿sabes qué es lo que sucede? La inmediatez, la herida está abierta, me parece que de inmediato hay que hacer algo. ¿Qué es lo que de inmediato va a hacer el presidente de la Asamblea Plurinacional? Te consta que el funcionario responsable de hacer algo en tu gobierno no ha querido firmar.
AGL: ¿Qué sugieres?
MG: ¿Que sugieres tú? Yo ya he hecho una sugerencia y me has mandado a enero.
AGL: Te he sido honesto, María. Porque lo mas probable que hubiera pasado es que yo repararía los papeles y una persona te hubiera respondido Pero no se trata de eso. No puedo obligar a que haga una encuesta.
MG: Álvaro, que te crea tu abuelita.

Educación sexual sí, Dakar no

AGL: Debatimos por lo menos, que no vienen…
MG: Bueno, Álvaro, ¿entonces qué hacemos?
AGL: Yo te he recibido para que me des sugerencias.
MG: Yo te he dado la sugerencia del diagnóstico.
AGL: Una. Yo pensaba que es un tema que requiere un trabajo desde la niñez.
MG: Se podría invertir el dinero en educación sexual en lugar del Dakar, por ejemplo. El ministro de Cultura podría hacer un trabajo de cultura y no de espectáculo. Pero es un problema de gobierno y de voluntad política muy grande. Porque yo también te podría haber plantado un programa mucho mas ambicioso que un pinche diagnóstico, pero ¿sabes qué pasa? No hay una voluntad política. Ustedes no han querido despenalizar el aborto, no hay educación sexual en los colegios, y así sucesivamente. O sea, hay un problema estructural del Estado que ustedes no lo están enfrentando, porque no lo consideran prioritario.

La araña y la concha

AGL: Hay un área de educación sexual, María. Hay un área.
MG.-¿Sabes qué están llevando en la materia de biología? El aparato reproductivo, después de estudiar a la araña. Entérate lo que está pasando en tu gobierno, Álvaro. El lunes pasado he estado en el colegio Ayacucho, ¿sabes qué está pasando con las chicas embarazadas? Las mandan al turno de la noche.
AGL: Y eso está prohibido y hay sanción contra eso.
MG: Hay una sanción como también hay una ley. El Estado tendría muchas posibilidades de hacer cosas y no las hace porque no hay voluntad política en tu gobierno.
AGL: No diría yo eso, María, porque a veces no sabemos cómo abordar el tema y por eso te oigo, y por eso hay que oír a otras personas que hagan sugerencias prácticas.
MG: ¿Por qué no haces una conferencia de prensa sobre este tema y dices tu posición? Yo creo que eso tiene una resonancia interesante…
AGL: Voy a incorporar esta declaración y este tema en una conferencia de prensa. No sé cuándo lo haré. En una semana o en diez días…
MG: Es que ahora está caliente el asunto…
AGL: Tengo un conjunto de temas. Doy mi conferencia de prensa, voy a incorporar este tema y voy a comentar la opinión que tengo respecto a este tema, María. Lo voy a hacer, no como el único, pero va a estar incorporado

Política fofa: gobernar es un acto de mentir

MG: ¿Por qué no como el único y por qué no motiva una reacción espontánea de tu parte esto?
AGL: Lo hemos comentado con el Presidente y hemos visto el pedido de disculpas del diputado. Eso no solucionaba las cosas pero ya era un campanazo.
MG: Mira, Álvaro, nos vas a responder por escrito.
AGL: Por efectividad estoy proponiendo que lo hagamos en enero.
MG: Sí, sí, pero por efectividad te pido que lo hagas por escrito, sino me dirán: “Has ido con Álvaro y sales con un saludo a la bandera más”, cuando me he movilizado y cuestionando el hecho de que tus políticas son fofas, son poco trascendentes, tienen poco peso.
AGL: Tu encuesta tampoco ayuda mucho, María: tú y yo tenemos el mismo problema.
MG: No, porque tu tienes poder y yo no lo tengo. Yo tengo un manual de educación sexual para chicos y lo difundo en la medida en que puedo. Si yo pudiera incorporar ese manual en los colegios, lo hubiera hecho. Si yo pudiera despenalizar el aborto ahora, para que las mujeres no se mueran, lo hubiera hecho ayer. Y tú estás en el lugar de poder hacerlo y no lo has hecho. Yo estoy acá porque he sido humillada, he sufrido una violencia policial, he tenido mi certificado forense ahí… No hay políticas de Estado respecto a la sexualidad.
AGL: Hay cambios que se pueden hacer desde el Estado, hay cambios que es insuficiente hacerlo desde el Estado…
MG: Todo lo que te he señalado lo podías haber hecho desde el Estado y no lo has hecho: la despenalización del aborto estaba en tus manos; la incorporación de la materia de educación sexual en los colegios estaba en tus manos, y tampoco lo has hecho…
AGL: Eso no está cerrado. Voy a preguntar cómo está el tema educativo.
MG: ¿Sabes qué te van a decir? Te van a marear la perdiz. ¿No te has dado cuenta que gobernar es un acto de mentir?
AGL: Para mí no, para vos tal vez…
MG: No solamente eres una persona que puede mentir, sino que puedes ser víctima de la mentira de tu propio gobierno. Como dice el Presidente en su desesperación: creer que algo está pasando y que resulta que en tu propio gobierno no está pasando…
AGL: Sí, sí sucede eso…
MG: En tema de educación sexual eso te está sucediendo

“Despenalizar el aborto ayer”

AGL: Ahora, con nosotros, María, no mentimos… No decimos todo sobre ciertas cosas, pero no mentimos sobre lo que decimos.
MG: Habrían muchas medidas de Estado… No es que yo te he venido a proponer el diagnóstico: te he venido a proponer un diagnóstico que lo has mandado para enero…
AGL: Creo que convienes conmigo de que es lo mejor.
MG: Está bien, acepto.
AGL: Estás viendo que no me estoy deshaciendo del tema, convienes que es lo mejor.
MG: Bueno, siempre y cuando sea obligatorio, siempre y cuando sea universal, siempre y cuando involucre a toda la Asamblea Plurinacional, siempre y cuando sea desde el Presidente de la Asamblea Plurinacional.
AGL: Que involucre un tema institucional… sí. Y así va a ser, pero es mejor y se tiene más autoridad con los nuevos, con los nuevos congresistas que con los antiguos congresistas que ya se van.
MG: Ahora, y para cerrar, Álvaro, hay muchas políticas de Estado en torno del cuerpo y la sexualidad que hacer. Si a ti te interesa, a mí como ciudadana boliviana y como movimiento me interesa porque sé que es fundamental. Nosotras tenemos los instrumentos desarrollados y listos, y no tenemos los mecanismos para que eso llegue donde tiene que llegar.
AGL: Me gustaría oír didácticamente lo que estás pensando…
MG: Materia de educación sexual en los colegios secundarios públicos, pero ¡ya! Así como tenemos el libro de Historia de Bolivia, que tengamos el libro sobre sexualidad de las mujeres y de los hombres; y que no sea un texto biologista únicamente, que no sea un texto de base religiosa, que sea un texto de base pedagógica para que los chicos y chicas puedan conocer sus cuerpos.
AGL: Me gusta esa idea, me gusta esa idea…
MG: Y, por otro lado, despenalización del aborto ¡ayer! Las mujeres bolivianas se están muriendo en tu gobierno…
AGL: María, a ver… tú sabes que éste es un tema de debate de décadas, pero en particular…
MG: ¡Pero hoy nos lo deben!
AGL: Pero que ha tenido un escenario de debate muy intenso entre visiones progresistas y visiones conservadoras al interior de la Asamblea Constituyente, ¿no? Y ahí se ha marcado una especie de empate técnico en torno a este tema, que ha tenido su…
MG: Donde ustedes prometieron resolverlo en la fase legal.
AGL: … que ha tenido su derivación… No hemos prometido resolverlo en la fase legal.
MG: Ustedes prometieron.
AGL: Vuelvo a decirte lo siguiente: ¿te has fijado? Tienes una actitud anarquista de criticar al Estado, me parece muy bien…
MG: Es una postura ideológica.
AGL: Perfecto, y la valoro, pero muchas de tus actitudes es reclamarle al Estado.
MG: Porque es un secuestro. Yo tengo que reclamar al Estado la manera en que me secuestra…
AGL: Yo te he dejado hablar…
MG: Dale, dale.

“Secuestro del Estado”

AGL: Pedirle al Estado que haga cosas que ya tienen que estar resueltas previamente al interior de la sociedad… Es un tema de correlación de fuerzas también, María.
MG: Es un tema de correlación de fuerzas, tú lo has dicho muy bien. Ustedes no tienen convicciones, solamente tienen cálculo de correlación de fuerzas, por lo tanto, los y las débiles no tenemos en este gobierno opción, no la tenemos… Tú lo has dicho, Álvaro. Por eso el tema de maricones y lesbianas es secundario también.
AGL: María…
MG: Porque no tenemos peso.
AGL: María…
MG: Por eso el tema de mujeres es secundario.
AGL: María…
MG: Ustedes prefieran tranzar con una Iglesia…
AGL: No.
MG: … Católica o con una iglesia fundamentalista por un tema de correlación de fuerzas.
AGL: María, el tema de los indígenas, ¿le hemos pedido al Estado que resuelva?
MG: Un ratito, Álvaro, un momento…
AGL: ¿O se lo ha resuelto en la batalla social?
MG: Bueno, mira yo estoy en la batalla social y por eso te escribo la pared y no te vengo a buscar a ti.
AGL: Y luego se ha traducido en una modificación estatal.
MG: Álvaro, esta transformación social no es sólo de los y las indígenas, sino de muchos sectores más. Ustedes están invisibilizando a toda esa gente. Además, no estoy viniendo a que el Estado me resuelva y en una contradicción anarquista.
AGL: Qué bien, porque si no dudaría de tu anarquismo militante.
MG: Te explico lo siguiente: a mí me ha venido a humillar un funcionario, un representante del sistema político, por lo tanto, vengo a reclamar al sistema político. Si no, no estaríamos hablando tú y yo. Segundo: la penalización y la criminalización del aborto es una iniciativa del Estado para que las mujeres no puedan decidir sobre sus cuerpos, con lo cual ahí hay una actitud de secuestro del Estado de una decisión soberana…
AGL: Sí, tienes derecho a reclamar, pero una de las debilidades de tu acción…
MG: No, no es una debilidad porque no he venido a pedirles nada.
AGL: No, y pídenos.
MG: Es el diputado el que ha agarrado y ha perpetrado una acción de humillación y la Policía que nos ha sacado a golpes.
AGL: Además cómo ciudadana tienes derecho a venir y pedirnos.
MG: Pero que conste en acta. Yo estoy hablando con una sociedad más allá del peso de ustedes; estoy enfocando algo más de fondo: yo no soy una clienta barata del Estado.
AGL: Sí, nunca te he visto así.
MG: Eso no significa que no tengo derecho de interpelar sobre lo que hace el Estado. Pero, Álvaro, de verdad…
AGL: Pero también yo te hablo de verdad.

Una nueva movilización social histórica

MG: Tú estás sentado donde estás no sólo gracias a las movilizaciones indígenas…
AGL: Sí.
MG: Tú estás sentado ahí gracias a las movilizaciones de los más múltiples sectores sociales. De un sueño de una sociedad no patronal, no de servidumbre, y las mujeres estamos en una situación de servidumbre.
AGL: Sí, toda esa gran movilización social tuvo la virtud de concentrar toda una energía en torno a un conjunto de proyectos. Necesitamos una nueva movilización social histórica…
MG: ¿Que te derroque a ti, o qué?
AGL: No, de envergadura. No hay problema con eso… Bienvenida, una gran movilización social que asuma como tarea del conjunto de los sectores sociales la temática de los derechos de la mujer…
MG: Estás equivocadísimo, porque tú estás en base al cálculo de correlación de fuerzas.
AGL: Esa ha sido mi vida.
MG: Mientras tú estabas en la cárcel, tú qué crees, ¿que yo estaba sentada en mi casa?
AGL: Bueno, supongo que sí.
MG: Te consta que no.
AGL: Supongo que sí.
MG.- Te consta que no, Álvaro, te consta que no.
AGL: ¿Qué, estabas en la cárcel?
MG: Estaba con tu compañera que estaba en la cárcel.
AGL: Suficiente, María.
MG: Álvaro, no me vengas con que: «ah, suficiente, María”.
AGL: Pero claro…
MG: La lucha no era sólo estar en la cárcel, Álvaro, y ustedes, desde el momento que estuvieron en la cárcel, totalmente impedidos de ejercer ninguna lucha social, eran una parte tan pequeña como puedo ser yo…
AGL: Sí.
MG: Entonces, respeto.
AGL: ¡Claro!
MG: Igualdad de condiciones, igualdad de aportes en esta lucha…
AGL: Te he propuesto que reflexiones, que reflexiones un tema…
MG: No, tú me has mandado al largo proceso de la historia, a que hagamos otra revuelta, esa es la postergación histórica de las mujeres que han hecho todos los izquierdistas, toda la vida.
AGL: En este tema, en este tema, en este tema… lo que quisiéramos que hubiera es una red mayor que nos empuje, que nos obligue…
MG: ¿Qué quieres?
AGL: Un gran movimiento.

“Están reeditando el clientelismo”

MG: ¿A qué le llamas gran movimiento? ¿Tú crees que el MAS es un gran movimiento? ¡Están sentados sobre una bola de llunk’us (término que en Bolivia se usa para describir a los obsecuentes políticos)!
AGL: Ese es un desprecio muy fuerte al pueblo, María.
MG: No, no es al pueblo. Tú sabes que tus concentraciones tienen como base el clientelismo. Están reeditando el clientelismo del MNR.
AGL: Con mucho desprecio a la gente, María.
MG: ¿Cuál desprecio a la gente?
AGL_ Es un neovanguardismo feminista.
MG: No, no, no, un momentito, decir que tus concentraciones de masistas están llenas de clientes del Estado no es desprecio…
AGL: ¿Qué clientelismo, a qué llamas clientelismo?
MG. Pegas, plata… y obligatoriedad…
AGL: ¿Acaso vienen mis funcionarios públicos?
MG: Esos son los que vienen.
AGL: ¿Y quiénes trabajan?
MG: Pegas, plata y obligatoriedad, Álvaro.
AGL: Porque no te hacen caso a vos que llamas clientela.
MG: No, yo tengo mi espacio social, ganado solita.
AGL: Entonces respeta a los otros.
MG: No necesito del tuyo.
AGL: Y averigua bien cómo se mueven los otros espacios. Se nota que no conoces Bolivia.
MG: Bueno, desde un helicóptero como tú, no.
AGL: Sopocachi conoces (barrio ubicado en La Paz). Más allá de Sopocachi no conoces…
MG: Desde un helicóptero como tú, no.
AGL: Dudo porque no sabes cómo está funcionando la sociedad, cómo funcionó antes…

“El Estado no genera cambios culturales”

MG: ¿Qué sociedad, Álvaro? Estamos hablando del gran movimiento que tú estás liderando. Nos habíamos quedado ahí cuando tú me mandaste a que todo esto sea agenda de una supuesta nueva revuelta, porque ustedes no la iban a agendar, porque ustedes no la reconocían.
AGL: ¡Cómo que no la reconocíamos!
MG: ¡Claro! Me has dicho: cuando un gran movimiento plantee la despenalización del aborto, nosotros vamos a atender ese requerimiento histórico, entre tanto que se sigan muriendo pues…
AGL: Porque en torno al gran movimiento se generan las transformaciones culturales necesarias…
MG: Pero tú no tienes el gran movimiento, Álvaro…
AGL: No, el Estado no genera cambios culturales.
MG: Entonces, ¿para qué estás en el Estado?
AGL: Para otras cosas.
MG: ¿Para qué estás en el Estado, Álvaro?
AGL: Para ver los cambios en las esferas que corresponden al Estado. Estructuración de las clases, generación del excedente, distribución del excedente.
MG: Bueno: privilegios para la oligarquía…
AGL: ¿Qué oligarquía?
MG.- ¡De la oligarquía cruceña, Alvaro! Los sojeros, los cañeros…
AGL: Dime el privilegio.
MG: Maquinarias, créditos, ni siquiera les han exigido la modernización de su lógica patronal. Ustedes les han dado de todo por tenerlos a su lado. ¿Crees que están contra el orden capitalista?
AGL: A ver, 2003, 2004… El sector terrateniente: 39 millones de hectáreas. Hoy: 5 millones de hectáreas.
MG: Y ley contra los avasalladores que son tus bases, que no son avasalladores sino gente sin tierra y que eran la base del MAS. ¿Por qué la ley contra los avasalladores?
AGL: Porque el Estado la propiedad pública ha pasado de 100 mil hectáreas a 23 millones. El Estado tiene tierra. En el oriente, para entregar a los sin tierra. Hemos entregado varios millones.
MG: Entonces es innecesaria tu ley contra ellos, que los penalizas.
AGL: La comunidad que quiera tierra, tiene donde ir. Tenemos 23 millones de hectáreas donde ir. Pero hay grupos de compañeros que combinan el avasallamiento con el loteamiento, en un lugar donde las tierras sobran.
MG: Ley avasalladores, créditos, la ley minera, la ley de bancos.
AGL: No saltes, sigamos con tierra.
MG: Es que es un conjunto.

Mi correlación de fuerzas apuesta a los débiles

AGL: Precios. Compara los precios que recibía el pequeño productor en 2005 y hoy 2014. El Estado se ha metido en la regulación de precios.
MG: Están haciendo correlación de fuerzas.
AGL: La vida es correlación de fuerzas.
MG: Somos mucho más que eso, Álvaro. Yo, por ejemplo, tengo un cálculo de relación de fuerzas, y apuesto a los débiles. No tengo fuerza. No me importa, no la necesito. Tu sí. Por eso Miguel Dabdoub (empresario de biocombustible) está contigo y yo no estoy contigo.
AGL: Miguel Dabdoub no está con nosotros. El empresario no puede optar al poder político, con los militares no pueden…
MG: En tu gobierno los militares pueden optar al poder político.
AGL: No, no, luego vamos a hablar de eso. Como ya retirados. Pero luego hablamos de eso. Cierro Santa Cruz, entonces. Hago negocios, pero yo no me meto en política. Me meto en política, entonces voy a tener problema en los negocios.
MG: Es un chantaje entonces el que han hecho con los empresarios. Porque tampoco puedes decir que si sos empresario no estás haciendo política.
AGL: Ha habido una separación, un ordenamiento.
MG: Un chantaje. Haces política, te jodo; no haces política, dejo tus privilegios tal cual.
AGL: No, por eso te di los datos anteriores. No haces política, has tu actividad privada, pero la haces regulada. Y por eso agarro: tienes 30 millones de hectáreas y las convierto en 5.
MG: Eso a cambio de un montón de cosas.
AGL: La tierra, que es la base del capital político cruceño.
MG: No, porque el capital también es importante. ¿Tu creés que la condición humana de la zafra ha cambiado en Santa Cruz?
AGL: Sí, ha cambiado. Hemos sacado toda una ley donde antes venía la tonelada de azúcar y al señor zafrero le descontaban el 23 por ciento, que se lo quedaba el empresario por temas de guardado y de posibles daños a futuro. Y luego te iba descontando. Hoy ese 23 por ciento se ha reduciado a 12 por ciento con la ley. Revisa eso María.
MG: Revisa tú las condiciones reales. Es lo mismo que yo te diría de los cooperativistas mineros y el subcontrato que hacen en la práctica.
AGL: ¿Hay empresarios? Hay empresarios. Pero no tienen el poder económico que tenían años atrás.
MG: Álvaro, tienen más poder. Si están bajo tu ala, están doblemente a salvo.
AGL: Sabés porque no tienen, con datos económicos. La agroindustria mueve hoy 800 millones de dólares; en 2005 movía 600.
MG: ¿Pero cuánto ha modificado esa agroindustria las estructuras laborales de su universo? Cero.
AGL: Voy con más datos: de la agroindustria una tercera parte está bajo control estatal. Tercer dato…
MG: Tú estás quedándote con los datos macro. La relación de ustedes no ha modificado, las relaciones laborales patronales de la agroindustria…
AGL: Te acabo de dar el dato del azúcar
MG: … situación del trabajador y de la trabajadora…
AGL: El descuento que se hacía sobre la caña se ha disminuido al 12 por ciento.
MG: ¿Cuánto cuesta el jornal?
AGL: No te puedo dar el dato ahora.

“Han desideologizado el proceso”

MG: Nosotras somos una cooperativa, nos hemos autopagado el doble aguinaldo que lo reglamentado. Álvaro: no están ustedes modificando las relaciones laborales que están en régimen neoliberal.
AGL: ¿Qué es neoliberal?
MG: Oferta y demanda, precarización laboral, nada de contratos de trabajo, sobreexplotación.
AGL: Oferta y demanda hay desde los fenicios, María.
MG: ¿Se cumple la ley de contrato de trabajo en tu país?
AGL: Desde los fenicios hay oferta y demanda.
MG: Mira… ¿Qué te parece? Ya has mirado tu reloj, te quieres ir a almorzar… Yo no quiero evitar discutir contigo, a mí me interesa la discusión ideológica, porque ustedes han desideologizado este proceso y eso es lo que más bronca me da.
AGL: María…
MG: Álvaro…
AGL: El viejo debate “revolución permanente” u “oleadas revolucionarias”.
MG: Ese no es el viejo debate, tú lo has dicho con tu boca. Ustedes están simplemente quedándose en una especie de veladores de su poder estatal a cualquier precio: el precio de las mujeres, al no despenalizar el aborto; el precio de mantener los privilegios de clase intactos…
AGL: ¿De quiénes?
MG: De la oligarquía.
AGL: ¡Si la hemos desmontado! He tardado media hora…
MG: ¿Por qué será que tienes tantos empresarios en el MAS?
AGL: ¿Qué deberíamos hacer?
MG: Hacer lo que era la agenda…
AGL: ¿Cuál era la agenda? ¿Estuviste en El Alto (municipio de Bolivia, en el departamento de La Paz?
MG: ¿Estuviste tú en El Alto? No sólo “no” estuve en El Alto. Yo me estuve movilizando mucho antes, yo no he dejado la batalla.
AGL: Yo también.
MG: Por favor, Álvaro, no me hagas reír. La gente nos va a escuchar mañana.
AGL: ¿Cuál era la agenda María?

Sobre los partidos políticos

MG: ¿Sabes qué, Álvaro? El primer punto de la agenda, que era además tácito porque sólo había que tocarlo con las manos de omnipresente que estaba, era la derrota popular completa y absoluta de los partidos políticos. Y lo primero que has hecho tú es restituirlos a la vida porque te servían, no por gil – porque no eres ningún gil- para crear un enemigo y legitimarte tú a ti. Estábamos caminando hacia la democracia directa y no intermediaria. Tú eres un intermediario, un simple intermediario, no eres un representante directo. Y con el MAS están intermediando las cosas de manera nefasta, porque lo hacen siempre en función de la correlación de fuerzas. Y esa es la primera traición a la gente.
AGL: Esa es tu agenda, está bien.
MG: No, los partidos estaban derrotados, se quemó la casa del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), del MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario), y el movimiento popular no quería saber nada de ningún partido político. Y Evo estaba, creo, en Bélgica.
AGL: Voy a ir a tu debate. El tema de una democracia asamblearia…
MG: Una democracia participativa directa.
AGL: Una democracia que no requiera de la mediación del Estado. Somos marxistas y nos planteamos eso como objetivo, no como una ley ni como un decreto, sino como un objetivo social. Y en cada explosión social uno ve la emergencia de esta voluntad de la gente de comenzar a asumir de manera directa asuntos colectivos grandes. Y lo hace, y delibera y debate y rechaza. Pero luego pasan las semanas, los meses, a veces las horas, y cuando hay que resolver problemas cotidianos…
MG: Tú no me hables de eso, porque de problemas cotidianos no han resuelto nada. Tú no hables de cotidanidad.
AGL: … la gente, otra vez, se repliega a su núcleo básico y comienza a delegar.
MG: Estás tratando como si yo tuviera 10 años contándome una historia de la que yo he sido partícipe, para justificar simplemente que tu has revitalizado un sistema de partidos podridos.
AGL: Te hago recuerdo de una cosa bien concreta…
MG: Yo te hago recuerdo que no tengo 10 años, y que he estado ahí. Así que tu tonito, guárdatelo. Es que da bronca, Álvaro.
AGL: Déjame terminar…
MG: ¿Qué estábamos hablando? Del sistema de partidos. Les dieron a ustedes la oportunidad, ante un vacío de poder; apareció Evo morales, apareciste tú desde la tele y no desde otro lado y aparecieron cuatro más y lograron de alguna manera recoger esa expectativa y la delegación de la gente para con ustedes. Lograron eso, definitivamente, no lo vamos a negar. Pero eso no significa que te habían delegado a ti los sueños de ese proceso para que tú restituyas la vitalidad agónica de los partidos políticos. Y lo hiciste, porque te convenía. Esa es la discusión. No la restitución de un comité de quien iba a vender el gas o no. Porque eso Bolivia sabe hacerlo “así”. Desde los compañeros que lustran zapatos hasta la junta de vecinos. Mi pregunta es por qué has restituido la legitimidad y el sistema de partidos.

Justificándose

AGL: La gente asume la solución de su problema común como familia, como cuerpo aislado de la otra familia. ¿Y quién asume la resolución de los asuntos? Una administración burocrática. Se planteó la posibilidad de una manera de resolverlo común y la gente opta de manera abierta por una resolución individual y famliar de su asunto común. Te pongo ese ejemplo de cómo estuvimos al borde de pasar a una gestión comunitaria de un asunto común y la gente, por su experiencia, por su cansancio, por su trayectoria, opta por la salida familiar de un tema común. ¿Por qué te he relatado esto, María? Te he relatado de cómo…
MG: Para justificarte.
AGL: … de cómo la propia gente en el curso de sus transformaciones es capaz de grandes saltos heroicos para generar una gran agenda común del país.
MG: ¿Y qué tiene eso que ver con que tú hayas restituido los partidos políticos?
AG: Voy a llegar, no seas impaciente. Tema de los candidatos y de los partidos. Hay en el ámbito intermedio experiencia de asambleístas elegidos por usos y costumbres de las comunidades. Acaba de aprobar en Pando (departamento en Bolivia) un nuevo estatuto en que la tercera parte han elegido por sus usos y costumbres. Ha sucedido en Cochabamba…
MG: Pero tú estás dando ejemplos que ahora responden a otro tipo de procesos, Álvaro. Yo te estoy hablando del proceso de octubre de 2003, de la revuelta generalizada, del agotamiento del sistema de partidos. Te estoy hablando de otra cosa.
AGL: Junta la experiencia de los asambleístas departamentales del Beni, junta con la experiencia de gestión de lo común en El Alto.
MG: No, porque no voy a juntar peras con mandarinas. Porque tienen otra génesis política distinta: la génesis política de la revuelta de octubre del 2003 apuntaba a un replanteamiento de un sistema de representación en este país, que tú no lo has resuelto. Y la prueba de este diputado es la prueba.
AGL: Extrapolas mucho, María.
MG: No, porque es un señor que está ahí tranquilo sin las convicciones, sin los desafíos que este proceso se merecía.
AGL: No te gusta oír, ¿no? De eso me estoy dando cuenta.
MG: Ay, Álvaro, la verdad es que estoy un poco cansada de escucharte porque tú apareces muchísimo. Mientras que a mi no me has escuchado durante años, yo te he escuchado muchísimo porque das la matraca. Además no me queda otra, eres el vicepresidente de este país. Yo necesito estar informada. La pregunta era otra, Álvaro. Pero bueno, Álvaro, ¿cuándo hacemos una barricada en la radio?
AGL: Sí, es necesario.
MG: Pero dentro de un ratito porque la gente se va a cansar. Tampoco tanto Álvaro en Radio Deseo.

El bolchevique, el misionero y la matraca

AGL: Si quieres, después de las elecciones, para que no digas que estoy en campaña.
MG: No, pero prefiero que sea en campaña, antes. ¿Por qué no?
AGL: Para que no digas que te estoy utilizando.
MG: Pero yo te estoy invitando.
AGL: ¿Te arriesgas?
MG: Uy, encantada, chocha.
AGL: Yo feliz. Mejor para mí. Ya pensado por vos, para que no se enojen las personas que te oyen.
MG: Eres un tipo de interés nacional. Y nunca te pones en discusión. Una discusión contigo puede ser interesante para la gente.
AGL: ¿Cómo vas a decir que no estoy en discusión?
MG: Eres muy tipo cura. Más eres sermonero que discutidor.
AGL: No digas eso. Bueno, entre un bolchevique y un misionero no hay mucha diferencia.
MG: Bueno, Álvaro, en todo caso gracias por haberme recibido. ¿Cuándo la conferencia de prensa? ¿O se te han acabado las ganas?
AGL: Esta semana o la siguiente. Doy cada 15 días una conferencia y he dado el jueves pasado.
MG: No, das la matraca con mucho más frecuencia…
AGL: Esas son entregas de obras.
MG: Tus entregas de obras me tienen bastante indispuesta.
AGL: Tú estás contra la energía atómica me has dicho, ¿no?
MG: Totalmente. Ustedes son unos irresponsables.
AGL: Es como renunciar al manejo del fuego.
MG: Ya, Álvaro. Y comprar una planta de ensamblaje de computadoras es como comprar basura con la plata de los bolivianos, y te parece…
AGL: Me parece muy prejuciosa tu lectura. ¿No tiene sentido que tengan computadora los niños?
MG: Han comprado chatarra electrónica.
AGL: ¿Por qué?
MG: ¿Por qué? Averígualo tú, que eres tan capo para…
AGL: Soy un ciudadano como vos, María. Vamos a debatir esto, María.
MG: Vamos a debatir esto en una barricada.
AGL: Antes de septiembre.
MG: Sí.
AGL: Tú me mandas una invitación, una notita.
MG: Te voy a mandar muchas notitas, Álvaro.
AGL: Como ahora.
MG: Muchas gracias por habernos recibido.
AGL: Para mí es un privilegio.
MG: No, es para mí.
AGL: Para mí.
MG: Bueno, gracias Álvaro.
AGL: Gracias a ti.

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Daniel Solano: la Corte Suprema confirmó la detención de los siete policías condenados por homicidio

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Los siete policías condenados a prisión perpetua por el asesinato de Daniel Solano, el joven salteño de 27 años desaparecido en Choele Choel el 5 de noviembre de 2011, fueron detenidos tras el rechazo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación a un recurso de queja de los efectivos, y así deberán empezar a cumplir la pena en prisión por primera vez desde la sentencia. El juicio concluyó el 1 de agosto de 2018, pero desde entonces los oficiales Sandro Berthe, Pablo Bender, Juan Barrera, Pablo Albarrán Cárcamo, Pablo Quidel, Diego Cuello y Héctor Martínez estaban en libertad, a la espera de la resolución de la Corte. “Nunca los sacaron de la policía: tenían libertad, cobrando sueldo y portando armas”, dice Leandro Aparicio, uno de los abogados de la familia Solano, que subrayó su “satisfacción” por el fallo: “Uno está golpeado, pero esto da energías para poder avanzar. No hay muchos casos que se detengan a 7 policías”.

La desaparición de Daniel se produjo tras un episodio de violencia policial en la vereda de un boliche de la ciudad. Antes había reclamado por su sueldo y el de sus compañeros como trabajadores rurales de la empresa Agrocosecha, tercerizada de Expofrut Argentina. Aparicio: “Fue un homicidio más allá de la desaparición, y fue un homicidio en un contexto de trata de personas, que está denunciada en la justicia federal de Roca, como está denunciado el narcotráfico, pero la causa no se mueve como se debería. Está parada. Pero esto va a servir para darle un impulso a toda esas cuestiones pendientes”.

Pedidos de justicia por Daniel Solano en 2012, a meses de su asesinato.

Entre esas cuestiones, en abril habrá audiencias por la acusación a otros cuatro policías, entre ellos Tomás Vega, a quien la familia lo señala como el “nexo” con la empresa: “Vega estuvo cuando le pegaban a Solano en el boliche. Vio todo eso. Y fue el que estuvo a cargo de la investigación los primeros día de la desaparición”.

Daniel sigue desaparecido. Gualberto, su papá, murió en medio del juicio, sin poder llegar a la sentencia por homicidio, y fue el principal motor de la causa que denunció la desaparición forzada y la connivencia judicial y estatal bajo un reclamo concreto que repitió una y otra vez a lo largo de seis años y medio: “Quiero encontrar el cuerpo y llevarlo”. No se detuvo un día: hizo huelgas de hambre, inició acampes y se encadenó al juzgado para exigir respuestas. Así reveló la trama de explotación laboral en Río Negro, la corrupción judicial que cubrió el caso y logró la detención de los oficiales que hoy están presos. Aparicio lo recuerda: “Nosotros tenemos esperanza de que el cuerpo aparezca. Algún policía capaz que se puede quebrar, o Vega mismo, sabiendo lo que se viene, puede dar información. Hemos hecho lo imposible para que aparezca el cuerpo”.

Compartimos la investigación de MU sobre este caso:

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Sí, podemos: 20 años del No a la Mina de Esquel

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Esquel está cumpliendo 20 años del histórico plebiscito en el que por más del 81% de los sufragios la comunidad votó «No a la Mina» y rechazó así la instalación de la megaminería en la región. A qué le dijeron que «Sí», desde la nota histórica que se hizo desde MU en uno de los tantos viajes, el primero, a la madre de muchas batallas.

El 23 de marzo se cumplieron 20 años del rechazo a la megaminería en Esquel, símbolo de lucha contra los proyectos contaminantes, inconsultos, impuestos en silencio y con violencia, y símbolo también de la democracia participativa, la organización y una lucha que se contagió a otros lugares del país.

En estos días hubo recitales, charlas, caminatas, marcha el 23 de marzo, y este domingo culminará la celebración con un ascenso al cerro Calfu Mahuida, un modo de simbolizar ese contacto permanente de la comunidad de Esquel con la naturaleza.

La historia viva cuenta que un puñado de vecinas y vecinos, que fueron cada vez más, comenzaron a reunirse, a estudiar la situación, a ir a escuelas, clubes, barios, difundiendo capilarmente, en una movilización a la vez inmensa, lo que se estaba tramando para hundir a Esquel en la megaminería. El 4 de diciembre de 2002 fue la primera marcha que reunió a más de 6.000 personas. Nunca desde entonces se dejó de marchar el 4 de cada mes.

Esa creación de movilización involucró otro hecho histórico: se había formado la Asamblea No a la Mina, grupo apartidario, horizontal, democrático, diverso, expresión de las nuevas formas de organización social que emergían en el país tras la crisis de 2001.  

El mecanismo asambleario en el que participaba todo el que quisiera, llevó a presionar la situación hasta obtener la posibilidad de la que se celebraron ahora 20 años: el 23 de marzo de 2003 se realizó un plebiscito en el que la comunidad rechazó por más del 81% de los votos al proyecto que intentaban imponer la empresa Meridian Gold y el Estado. Esquel hizo nacer aquel No, pero además generó un contagio en diferentes lugares en que se manifestaban  conflictos ambientales en todo el país (Gualeguaychú, Famatina, Andalgalá, como emblemas de una actitud ciudadana no ha dejado de crecer hasta hoy frente a diferentes situaciones territoriales, de salud, y hasta de derechos humanos). Se ponía en foco al modelo extractivo.

Desde aquellos años Esquel ha pasado por situaciones de todo tipo que han sido reflejadas tanto en lavaca.org como en la revista MU:

  • la intención de dar vuelta la decisión de la población a través de campañas de acción psicológica y desinformación;
  • el espionaje a vecinas y vecinos que integraban la Asamblea, por parte de la AFI, como forma de amedrentamiento y control social;
  • las presiones políticas y hasta laborales que sufría toda persona involucrada con el proceso asambleario;
  • el contagio fundamental de la acción de Esquel a toda Chubut, que se pobló de asambleas en todo el territorio, incluyendo a las comunidades de pueblos originarios, siempre rechazando los proyectos y negociados minero-estatales;
  • las trampas legislativas detectadas cuando se obtuvo la foto del diputado Gustavo Muñiz (del Frente para la Victoria) chateando por celular con el gerente Gastón Berardi de Yamana Gold, la empresa que había asumido el proyecto para impedir y ningunear la Iniciativa Popular presentada por la ciudadanía para que se convirtiera en Ley;
  • las represiones a los manifestantes en Rawson, cuando la lucha debió concentrarse en la capital provincial; el acoso mediático a toda esta movida en defensa de la naturaleza por parte de buena parte del sistema mediático, dependiente de pautas publicitarias estatales y privadas.
  • Y, por nombrar algo de lo más relevante en los últimos tiempos, el Chubutazo, o “Chubutaguazo”, con que la provincia movilizada logró dar vuelta de un modo comovedor en 2020 un nuevo intento de legislación que bajo el disfraz de una “zonificación” provincial buscaba lo de siempre: ir por la minería. La ciudadanía logró tumbar esa intentona y reponer la ley que prohíbe los megaproyectos extractivos.
  • Otro detalle de estos tiempos: ya hay una tercera generación de integrantes de las asambleas participando plenamente, un sub-17 que demuestra el alcance de todo lo que se ha realizado, también desde el punto de vista inter-generacional.

Esquel fue el nacimiento de la resistencia de Chubut, que no significa solamente un rechazo al saqueo y la contaminación, un No, sino también múltiples Sí:

  • Sí: sí a la vida.
  • Sí a la reivindicación por la positiva de otras formas de producción que no impliquen la destrucción.
  • Sí a la necesidad de licencia social para cualquier proyecto, de cuidado de ambiente como forma de preservación de la vida y el trabajo.
  • Sí a nuevas formas de relación entre lo humano y la naturaleza. A nuevas relaciones también entre las personas para plasmar la idea de que el agua vale más que el oro, y de que el futuro es posible.

Como homenaje a todo eso aquí puede verse la primera de las notas publicadas en MU sobre la asamblea de Esquel: “La madre del No”, para conocer esa experiencia histórica hecha de resistencia, inteligencia, generosidad y, también, alegría.  

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24 de marzo de 2023: Que la memoria (los) ilumine

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Crónica de un nuevo 24 de marzo desde la voz de la gente, que habla de todo: de cuánto estaba el chori la marcha pasada a cuánto está hoy; de la pesificación de los fondos jubilatorios y de las elecciones por venir; de las dos marchas, y de la realidad. La necesidad de seguir enfrentando al fascismo, ¿cada vez más presente?, y la energía que da la calle. El recuerdo de Hebe, la presencia y las palabras de Nora Cortiñas, la partida sin condena de Carlos Blaquier. Lo pendiente: los juicios aún en curso, la falta de respuestas del Poder Judicial y de la política, les desparecides de hoy. La presencia de niñas y niños como herencia de una sana costumbre: memoria, verdad y justicia, ahora y siempre.

Y si de vos
me dijeran que no exististe,
les gritaría que me quedan,
tus ojos tristes,
tu caminar lento,
tu sonrisa apenas esbozada,
tu caricia leve,
y una espera,
una larga espera
de la que no volveremos
nunca,
o tal vez sí…

“Octubre 1976”, de Ana María Ponce, desaparecida.
24 de marzo de 2023: una de las intervenciones callejeras con el Nunca Más como bandera. Foto: Sol Tunni

Ahora es marzo de 2023.

24 de marzo de 2023.

Un pibe alto camina lento, con ojos tristes; el frente y el dorsal de su musculosa negra, cuenta: “Son 30.000 y uno es mi abuelo”. Al lado, su mamá, camina lento, con una sonrisa apenas esbozada. Su musculosa gris, cuenta: “Son 30.000 y uno es mi papá”. Caminan lento porque hay un océano de cabezas, pies y corazones que se dirigen desde el Congreso de la Nación hacia Plaza de Mayo, a reivindicar la Memoria, la Verdad y la Justicia, a 47 años de la noche más sombría.

El pibe alto se llama Thomas Aballay y sostiene un cartel que contiene la foto de su abuelo, cuya sonrisa es tan ancha que parece desbordarse de la imagen. Se lee: “Jorge Oscar Tanco, detenido desaparecido, 16/09/1976”. Dice: “Pertenezco a la agrupación de Nietos de desaparecidos, conmueve un montón estar acá. El Nunca Más no debe quedar en el aire, por eso hay que seguir luchando”. Lo escucha su mamá, Maika Tanco, la hija de Jorge. Plantea deudas de esta democracia en relación a los castigos por los crímenes de lesa humanidad: “Necesitamos hablar no sólo del pasado, sino del presente y del futuro. La cárcel para los genocidas debe ser definitiva; cárcel común, no que estén en sus casas. Además, los juicios están retrasados. En los últimos cuatro años no hubo adelantos significativos y eso quedó manifiesto en que el empresario Carlos Blaquier acaba de morir sin ser juzgado por su complicidad con la dictadura. 47 años después, no es justicia. Y él ni siquiera la tuvo; falleció como inocente, y no lo fue”.

Lo que plantea Maika, minutos después lo confirman en números desde Sobrevivientes, Familiares Compañerxs y Amigxs del Centro Clandestino de Detención «El Olimpo”, emplazado en el barrio porteño de Floresta: “Hoy, 8 de cada 10 condenados por delitos de lesa humanidad están en sus casas cumpliendo las penas que debieran completar en cárcel común”. Desde que se reabrieron los juicios, entre 2006 y 2022 hubo 283 sentencias dictadas, 1115 personas condenadas y 171 absueltas. Hay 15 juicios en curso y 75 causas aguardan fecha de debate. En relación a la falta de celeridad, se debe a la escasez de tribunales orales disponibles. Un ejemplo es el proceso judicial por las violaciones de derechos humanos en el Centro Clandestino “Puente 12”, en La Matanza. El debate, pactado para principios de 2022, recién comenzará el próximo 3 de abril “por cuestiones de agenda”.

Como el mundial

El olor a humo que emana de decenas de parrillas acompañan toda la marcha. Hay olor a chori, hay olor a un pueblo que, pese a ser una fecha que evoca la peor de las crueldades, se hermana, se abraza. Se trata de una fecha para encontrarse y reencontrarse, con unx mismo y con el resto. El barro que se multiplica con el paso de las horas en varios sectores de la Plaza de Mayo refleja la masividad de la cita ineludible. Hay mil banderas de organizaciones sociales, de partidos, de sindicatos; pasacalles, stencils, graffitis viejos y que acaban de nacer; bombos, cánticos, intervenciones artísticas; hay sueños compartidos: “La importancia de estar acá es mostrar que la derecha, los milicos, la policía, no tiene la cancha libre; desearía que fueran menos, pero no lo son, siguen teniendo mucho poder. Entonces, la única defensa que tenemos es la calle”, alza Cecilia, 69 años, de Florida Norte. Y profundiza: “Hay que apuntar a la igualdad social como eje; tenemos alimentos para millones de personas, pero la mitad de nuestra población infantil es pobre. Alguien se la está llevando y es contra ellos que debemos pelear”.

Antes de empezar a marchar, Norita Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, le dice a la lavaca que está “con mucha fuerza para seguir pidiendo Memoria, Verdad y Justicia”; le dice que “el país está cada día peor, porque este gobierno, gobierna para los ricos, y hay que resistir en la calle”; le dice que pasó su cumpleaños (93, el 22 de marzo) “muy feliz, llena de abrazos y de afecto, pero la felicidad nunca es completa y será así hasta encontrar a Gustavo (su hijo, desaparecido)”; dice que el compromiso “debe ser hasta morir” y antes de terminar la charla, en medio de un intenso calor, propone ir tomar una cerveza al final de la jornada.

Lucía Iérmoli tiene 35 años y está embarazada de seis meses. “Las conquistas hay que defenderlas acá, contra el poder concentrado que sigue creciendo. No estar un día como hoy marcaría una ausencia. Que reviente de gente esta plaza es un logro de todas, de todos. No sé cuántos lugares en el mundo tienen un día que reivindique la memoria”, dice, con voz tierna y con Vera en la panza, que también sigue creciendo. A su lado, su amiga Alejandra Spinetta, 59 años, agrega: “No se puede no estar acá; si uno falta, si no se compromete, es dejarle el lugar para que avance la derecha”.

A unos metros, Laura, de 66, está contenta. Muestra una vitalidad que está recuperando, a medida que avanzan las horas: “Es mi primera movilización después de la pandemia; estuve muy enferma, durante muchos años, pero hoy sentía que debía estar con mi pueblo y no me arrepiento: me llena de energía”.

Detrás, una imagen bellísima que retrata a Hebe de Bonafini, en el primer 24 sin su presencia física. Está con sus dos hijos, chiquitos, ambos desaparecidos. Una frase acompaña el cuadro, a 40 años de la recuperación de la democracia: “El día que me muera no me tienen que llorar. Hagan una fiesta en la calle, porque hice lo que quise y peleé con todo como quise”.

Retrato de Hebe de Bonafini: símbolo de lucha y de una época. Foto: Sol Tunni

El 24 de marzo de 1995 a las 6 de la mañana llegó al mundo Victoria Rossi. “Victoria por la frase del Che, de ‘hasta la victoria siempre’, por el concepto del triunfo del pueblo”, rememora Viqui, a metros de la Catedral vallada, en su cumpleaños 28. “A partir de que empecé a militar en el centro de estudiantes del secundario, sentí que los 24 de marzo ya no había lugar para festejos personales, sí para abrazos, sí para estar con mi gente, pero desde un lado más colectivo”. Su mamá y su papá, militantes de izquierda, venían a las marchas mucho antes de que se decretara feriado, allá por 2022: “Desde chiquita fui consciente del valor que tenía esta fecha y me acuerdo que en cuarto grado fue el último cumple que festejé en la escuela. Sin embargo, estar acá es lo más importante en este día; un año no vine y algo me faltó. Decidí que esa sensación no la quiero sentir más”. Y asocia: “Más allá de que esto no sea una celebración, vivo un 24 de marzo como lo más parecido a ganar un campeonato del mundo, porque hay un gran motivo para juntarse: hay orgas, partidos, familias, parejas, gente que va de la mano con quien quiere y eso tiene que ver con la búsqueda de la libertad por la que peleaban las y los desaparecidos”.

Ideas de ayer a hoy

Un hombre cuarentón camina de la mano de su hija. Ambos tienen puesta el mismo modelo de remera que exige “Juicio y castigo”. La diferencia es que una es talle X y la otra es talle S. Expresa Lucas: “Estamos acá por dos motivos: por responsabilidad social y porque mi papá es uno de los 30 mil”. ¿Qué utopías de su viejo hay que traer al presente? “Nunca dejar de hacer política seria y trabajar mucho en los barrios”. Se va a seguir marchando, siempre de la mano de su hija. En su espalda, de su mochila cuelga un pañuelo blanco que denuncia: “Pablo Córdoba, desaparecido”.

Ana Valverde escucha atentamente el documento leído por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia. Tiene 72 años, milita hace 54 y lleva bien alto un cartel con la foto y el nombre de Patricia Gaitán, desaparecida por la última dictadura cívico militar eclesiástica. “La principal pelea de los 70 que hay que dar hoy es cómo lograr la unidad de las y los laburantes”. Dice que es jubilada y protesta porque “el gobierno nacional acaba de confiscar el fondo de garantía de sustentabilidad que estaba en dólares y que por un DNU lo pesificó. Esto no perjudica a quienes ahora somos jubilados, sino también a ustedes, los más jóvenes”.

–¿Vos aportás? –me pregunta.
–Sí.
–Bueno, te acaban de afanar.

Un pasacalle grita: “30.000 razones contra el FMI”; un cartel pegado con engrudo sigue la línea: “Basta de extorsiones del FMI”; desde arriba del escenario, en el documento que leen los organismos de derechos humanos, se agita: “El Poder económico es el gran ausente de este proceso, y su impunidad la seguimos pagando como pueblo, porque nos siguen sometiendo a la miseria, buscando un enriquecimiento sin límites y sin importar los costos”. Abajo, la inflación arrasa. Alberto es de Avellaneda y atiende una parrilla que instaló en la esquina de Avenida de Mayo y Carlos Pellegrini: “En la marcha pasada, el chori estaba 150 pesos, cobrándolo caro; hoy, yo lo tengo 700, como barato; en otros puestos está hasta 900”. A 50 metros, Viviana está sentada en un banquito. En el piso, sobre una lona, expone pañuelos blancos y azules, con la consigna “Nunca Más”. “El año pasado estaban 250 pesos, hoy 500”. Agrega: “Fue muy floja la venta, hoy se vendió mucho menos que en 2022”.

La primera actividad que arranca el 24, a media mañana, y la que cierra, a eso de las 20, se da en Plaza de los Dos Congresos. Es un festival por la memoria donde cantan bandas de heavy metal, que se organiza desde hace 16 años. Quien presenta a las bandas se llama Fernando Ricart, tiene 52 años, un pelo larguísimo y un padrino que estuvo detenido desaparecido: “Se lo llevaron por ser delegado, como si eso fuera un delito. Estuvo un mes y medio desaparecido, pero el daño que le hicieron fue para siempre. Se lo llevaron siendo uno, y me devolvieron a otra persona. Nunca se recuperó”. Andrés, 39 años, escucha la música pesada junto a su hijo de 6. Lleva una remera que se pregunta qué hicieron con Santiago Maldonado. Le pregunto qué ideas de la militancia de los 70 serían importantes que hoy sean prioridad: “Se perdió la perspectiva de un cambio revolucionario real; el peronismo tiene su eje en la Justicia, como si no fuera parte de este sistema que hay que cambiar de raíz; mientras que la izquierda partidaria sigue en la pelotudez, discutiendo en el Congreso sobre concepciones marxistas de hace tiempo, sin pensar en el cambio social actual”.

Rocío y Darío viajaron desde Tandil junto a su hijo Amadeo, de un año recién cumplido, para sentir en vivo y en directo la marcha que tantos años recorrieron cuando vivían en Buenos Aires. “La memoria se construye desde la cuna y las Madres y las Abuelas son la escuela”, recuerda ella. “La mejor manera de reivindicar a las y los desaparecidos es seguir su camino: el trabajo de base que se hacía en esos años”, recuerda él, que al igual que su bebé lleva puesta una remera de Diego Maradona. A su lado está Belén, una amiga de la pareja que por primera vez es parte de esta movilización: “En Tandil es diferente; hay un espacio fuerte y comprometido con los derechos humanos, pero es una ciudad mayormente oligarca; para mí es muy fuerte estar acá. Más que nunca debemos mantener viva la memoria y para eso hay que movernos”.

Memoria en este momento

Hay un graffiti recién pintado en la estación de subte Lima, de la línea A, que reza: “Memoria en este momento”.

Aparece también en paredes, en carteles y en diversos reclamos. Elizabeth tiene 70 años y lleva colgado un cartel que pide “Libertad a Assange, una verdad sin mordaza”. Lo relaciona con el 24 de marzo: “En el caso de Julian, se condena la libertad de expresión, no hay derecho a la información de la población y se expone cómo se persigue a la gente cuando se descubren los secretos de los gobiernos”. Detrás de ella, un stencil negro exhorta: “Abran los archivos secretos de la Dictadura”. Elizabeth tiene tres compañeros desaparecidos: Mónica Epstein, Hernán Abriata y Klaus Zleschank. “De ellos, además de recordarlos, hay que seguir su ejemplo: militar por una mejor redistribución de los ingresos”.

El recorrido desde la 9 de Julio hasta la Plaza de Mayo está acompañado por afiches de la organización La Poderosa con un encabezado: “40 años alimentando la democracia”. Se da en el marco de un proyecto de ley que impulsa el conglomerado de asambleas villeras para que se reconozca con un salario a las más de 70 mil cocineras comunitarias que trabajan en el país sin percibir un salario. ¿Qué implica el reconocimiento laboral? “Un salario ligado al Mínimo Vital y Móvil como base; acceso al aguinaldo, vacaciones, seguridad social, cobertura contra riesgos en el trabajo por enfermedades y maternidad, por invalidez y vida, retiro, acceso a la jubilación y guarderías”, expresan desde el movimiento.

Uno de esos afiches lo tiene a su lado Francisca, que vive en la calle y ahora está delante de un kiosco de diarios cerrado. Tiene una bandeja de arroz por la mitad y una voz que pide escucha: “Se la pasa muy difícil acá”. Y en un puñado de palabras, esgrime una deuda sustancial de la democracia: “Pensemos, ¿cuántos políticos en los últimos años hablaron de la situación de calle, de las villas? Eso dice mucho de cómo estamos”.

Detrás de su lente, la mirada de Oswald, colombiano de 41 años que hace 14 vive en Argentina, fotografía a un pueblo que recuerda sin parar. “Es imposible estar acá y no compararlo con mi país. Allá, pese a que no hubo una dictadura tan marcada, la serie de gobiernos de derecha y los paramilitares han desaparecido a más gente que en cualquier dictadura del cono sur”. Añade: “Por eso es tan importante valorar lo que se consiguió acá. En mi país, el miedo y la violencia aún imposibilita la unión de familiares de víctimas para reclamar en conjunto. En el último tiempo la juventud comienza a jugar un rol clave y para esto la Argentina es un ejemplo a seguir”.

Sobre Avenida de Mayo, un gazebo contiene a un grupo de “peruanos autoconvocadxs” que vocifera por la “dictadura que vive Perú”. Más de 60 caras se alternan con cintas de luto negro, en un antimemorial que estremece. Son las “víctimas del Estado Peruano”. Merly tiene 36 años, nació en Parcona Ica y hace 20 vive en Argentina. “Estamos acá porque también queremos decir Nunca Más. Las muertes tienen rostro y la mayoría son de pueblos originarios, del sur del país”.

Carolina, de 23, muestra su juventud caminando rápido, para no perderle pisada a sus amigos que van un poco más adelante. “Recordar a los desaparecidos de la dictadura es luchar por los desaparecidos de hoy. La derecha sigue avanzando y no lo podemos permitir”. A pocos metros de la Plaza de Mayo, donde desemboca la enorme movilización, Daniela, de 35, vende hamburguesas veganas. En el frente de su heladerita de telgopor está pegado un cartel con los colores de la diversidad, que se pregunta: ¿Dónde mierda está Tehuel? “No se puede aceptar tener desaparecides en democracia. El Estado define de quién se ocupa y de quién no, discriminando a las identidades trans. El racismo sigue, nunca se fue”.

¿Dónde está Tehuel?. Foto: Sol Tunni

Pablo está a pasos de la Pirámide de Mayo. Tiene 36 años, una militancia desde la juventud y un miedo que le recorre el cuerpo: “La democracia vuelve a estar en riesgo; las voces que la amenazan vuelven a tener más peso, que se traducen en persecución, en proscripción, en prohibición”. Suma: “Sufrimos salarios de miseria que sólo lo podremos dar vuelta con una transformación obrera y un pacto social que resguarde un piso que la derecha busca perforar. Para esto, hay que poner el cuerpo como en los 70, porque salvo en determinados momentos como el 2001 o la reforma jubilatoria del macrismo, no pudimos hacerlo en unidad”. A su lado, lo escucha Fidel, su hijo de 8 años.

–¿Por qué estás acá? –le pregunto a Fidel.

–Por la desaparición de los compañeros.

La tarde empieza a caer, la multitud a desconcentrarse y, mientras las paredes siguen pintando preguntas, también se escuchan versos que alimentan la memoria.

Se que algún día dejaré de pertenecer al mundo,
y nunca más podré escribir,
ni hacer el amor,
ni disfrazar la naturaleza con un poema,
ni viajar en los libros,
ni exponer mis ideas.
Por eso en este poema dejo, mar, cielo y luna
mariposas, besos y sirenas,
y me dejo a mí,
porque cuando muera seguiré viviendo en estos
versos.

“Poema para no morir”, de José Beláustegui, desaparecido.
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