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80 días sin Loan: entrevista en Corrientes al hermano del niño desaparecido

Lavaca en Corrientes. En el pueblo donde vivió el niño de la sonrisa de 5 años, Loan Danilo Peña, la tranquilidad se rompió, y en la provincia también: ya no hay marchas pidiendo por su aparición, ni carteles pegados en las calles, en una sociedad quebrada por el manoseo del caso y la tirantez política con el gobernador. Desde esa cierta soledad el hermano de Loan, José, recibe a lavaca y responde.
Por qué se investigó mal. El accionar de la justicia. Quiénes son las 7 personas detenidas. Cómo actuaron el gobierno nacional y el provincial.
Las mafias. Quién es Loan. El acompañamiento del pueblo. La promesa del gobernador Valdés. Y el corazón del problema: “A veces se pierde el foco y se habla de cualquier cosa; los medios, la gente, se la pasa dos, tres días hablando sobre lo que no es prioridad. Acá, lo único importante es seguir investigando y que recuperemos a Loan. Después, todo el resto es cuento”.
Por Francisco Pandolfi. Fotos de Juan Valeiro
En Corrientes capital cuesta encontrar alguna mención sobre Loan. Un par de carteles en la terminal de micros, y no mucho más. No hay grafitis, no hay banderas. No está Loan.
En las rutas correntinas, Loan también está desaparecido. Entre vacas, caballos, gallinas y diversos cultivos, hay enormes marquesinas de empresas, sobre todo vinculadas al agro. Pero no existe cartelería que muestre su cara, su nombre, su risa, en kilómetros y kilómetros de campo verde a ambos lados. No aparece Loan.

En el pueblo 9 de Julio (más de 3.000 habitantes; 200 kilómetros al sur de la capital provincial) la geografía cambia. Acá vivió Loan desde que nació hasta, por lo menos, el 13 de junio pasado, cuando hace 80 días lo desaparecieron. Acá, en este pedazo de tierra fértil –donde prevalece la producción de frutilla, en invierno/primavera, y de limón, sandía y melón, en verano–, se perdió la tranquilidad de un día al otro –o de una hora a la otra–, cuando aquel jueves alrededor de las 14.30 empezó a circular la foto “de un nene perdido” en los estados del whatsapp de las y los vecinos.
Acá, nada volvió a ser lo mismo. Porque aunque la siesta sigue sin negociarse y los perros que ladran y los pájaros que cantan siguen siendo los únicos que la alteran; porque aunque las vacas y los caballos andan como habitualmente por las grandes veredas cubiertas de pasto y las anchas calles sin asfalto; porque aunque esa “tranquilidad” continúa reinando y esa “paz” permanece inalterable en un lugar donde las rejas son la excepción y las bicicletas no se atan con cadenas; y porque, incluso, aunque toda persona saluda cuando ve a otra (toda la gente es toda la gente), acá algo se rompió.
“Se partió la confianza”, dice una vecina que atiende el único restaurante del casco urbano, formado por menos de 70 manzanas. “Ya no hay chicos en la plaza jugando solos; los sábados a la noche la ruta (nacional N°123, que atraviesa horizontalmente al pueblo) se llenaba de música y ahora escuchen, puro silencio; ya no hay más fiestas en el pueblo, porque no hay nada que festejar”.

Quién es Loan
Acá, en 9 de Julio, la geografía se transforma porque hay un nene de 5 años que se llama Loan Danilo Peña, al que le gusta tocar el acordeón, y tomar mates con su papá, y bailar el chamamé, y reír un montón, que está desaparecido. Ese nene, acá está en todos lados. Está pegado en carteles; está nombrado en banderas y pasacalles. Está en las ventanas de los autos que andan sin apuro, en la fachada del centro de jubilados y pensionados, en el gimnasio; en los kioscos, en la plaza principal, en la escuela donde iba al jardín; en los almacenes, en un mural.
Casi al final de la zona urbana, al noreste del pueblo, hay una casa donde el alambrado del frente sostiene un montón de carteles que exigen “justicia”, “que aparezca”, “con los chicos no”, y la cara de Loan y el nombre de Loan.
Loan. Loan. Loan.
Por todos lados, Loan.
Es la casa de este nene de 26 kilos y 90 centímetros, de donde se fue con su papá a almorzar a lo de su abuela Catalina, en el paraje rural Algarrobal, a las afueras de 9 de Julio. Almuerzo donde estuvieron 6 de las 7 personas hasta hoy detenidas e imputadas mientras se continúa con la investigación a cargo de la Jueza Federal de Goya Cristina Pozzer Penzo: Laudelina Peña –tía de Loan– y su esposo, Antonio Benítez; Daniel Ramírez y Mónica del Carmen Millapi –pareja amiga de los tíos de Loan–; Victoria Caillava –funcionaria municipal y amiga de la abuela de Loan– junto a su marido Carlos Pérez –oficial retirado de la Armada–. El séptimo detenido es Walter Maciel, comisario del pueblo –ya desafectado– e imputado por encubrimiento. El mismo Maciel, que carga con una denuncia por abuso sexual de 2019 y a quien sus ex compañeros de la comisaría lo denunciaron este año por abuso de poder.
En la casa de Loan, uno de sus siete hermanos, José, recibe a lavaca. Tiene 25 años, un hijo de 3, cosecha frutilla y es a la par de su hermano Mariano quienes hablan con la prensa.
Detrás de él, una cartulina blanca se destaca pegada en la pared, con letras negras: “No a la corrupción”. Y al lado, un santuario lleno de vírgenes, de santos, de velas y de Loanes. “La fe mueve montañas”, esperanza una inscripción. A continuación, la entrevista con José, de pocas palabras, cuerpo cansado y ojos conmovidos.
“No sabemos nada»
¿Por qué después de 80 días todavía no hay novedades concretas de dónde está Loan?

Y eso es lo que queremos saber, el por qué. No sabemos qué está haciendo la Justicia, no se mueve; los culpables están detenidos pero no hablan, no dicen la verdad de lo que pasó. Lo único que queremos es que aparezca Loan y saber qué pasó ese día. Que lo sacaron por la ruta 12, que lo entregaron en una escuela, que fue un accidente, que se lo comió un yacaré… No sabemos nada, hipótesis y más hipótesis. Solo tenemos un botín de Loan como indicio, nada más. No puede ser, no puede ser.
¿En qué se investigó mal desde el primer día?
Lo primero que se tuvo que hacer fue bloquear el pueblo. Que nadie salga y que nadie entre. Pero el comisario Maciel no tomó esa decisión, entonces quienes se lo llevaron tuvieron todas las oportunidades para hacerlo. Hoy Loan puede estar en cualquier lado por culpa de esas primeras horas en que la Policía no cerró la zona.
¿Cómo analizás el accionar de la Justicia?
Medio tibia y también medio fría, con cosas que debe hacer y no hace, pero bueno, ellos son los que están trabajando. Veo que tardan; que deben llamar a declarar a gente como Macarena y Camila (sus primas, que estuvieron en el almuerzo) y no lo hacen, me llama la atención. Entonces, necesitamos que la Justicia nos explique estas cosas.
Además de las 7 personas detenidas, ¿alguien más debería estar imputada?
No puede ser que en un pueblo tan chiquito, que nos conocemos todos, pase esto; no lo esperábamos. Pero lo que es seguro es que la gente que está presa, y que estuvo en el almuerzo, sabe bien qué pasó el 13 de junio. Mi mamá y mi papá son víctimas de ellos, cayeron en la trampa. Macarena y Camila saben más de lo que dicen. Si ellas también estuvieron el 13 de junio, no pueden estar en la calle como si nada, mintiendo. No entiendo el por qué.
¿Cómo actuaron los gobiernos local, provincial y nacional?
De los gobiernos no quiero hablar. De la política no quiero hablar, no es el momento. Hay que hablar de Loan, sino se corre el eje. De la política no sé si está metida o no en el caso, ni quién hizo tal cosa. Sí puedo hablar de lo que sé, como lo que pasó con el senador (Diego) Pellegrini (hombre cercano del gobernador Gustavo Valdés) que no entiendo por qué se metió en el tema (Laudelina Peña, la tía de Loan, lo acusó por haber buscado instalar la versión del accidente a cambio del pago de 50 mil pesos).
¿Qué mafias ves detrás?
Puede ser trata de personas, puede ser un tema de narcotráfico, tantas cosas pueden ser que no descarto ninguna, pero lo único concreto que tenemos es que Loan no está y que se lo llevaron, porque él si se hubiera perdido, de alguna manera llegaba a su casa.
Entre caballos y chamamé
¿Quién es Loan?
Loan es un tipo muy vivo, activo, inquieto, cantaba, jugaba mucho a la pelota; no se quedaba quieto, andaba en bici, tocaba el acordeón. No había problema si lo estabas filmando, él se prestaba igual. No tenía vergüenza de nada, bailaba y cantaba chamamé. Vos lo veías y por su propia voluntad salía a andar a caballo, y después venía, regaba la huerta, carpía la tierra… así andaba Loan, haciendo lo que él quería. Y ahora está cambiando su vida, no sé dónde…
¿Hincha de Boca, por lo que vimos en algunas fotos?
De Boca, o a veces de River, mientras él tuviera su remera no le importaban los colores.
Cuando pensás en él, ¿con qué te conectás?
No verlo, no saber de él, qué está haciendo, cómo la está pasando, duele mucho. Se levantaba temprano, recorría la casa, golpeaba la puerta, muchas veces te despertaba a las 7 o como mucho a las 8. Tomaba mates con papá o se tomaba su mate cocido. Se dormía temprano, como a las 8 y media, o 9, menos cuando dormía la siesta que se acostaba un poco después. Jugaba con todos sus hermanos, un rato con cada uno. Se me vienen muchas cosas a la cabeza; lo veo sentado en la mesa, jugando, bailando, y eso cambió totalmente. Cambiaron los días. Cambió todo.

LOAN, COMO FOCO
¿Cómo sentís el acompañamiento del pueblo?
Después del jueves pasado, cuando nuestra familia decidió juntarse con el gobierno provincial, la gente nos abandonó un poquito, pero con la familia seguiremos de pie peleando por Loan. El jueves se fue a la casa de gobierno a pedir ayuda, mis padres están desesperados por saber de él. Si tienen que juntarse con el gobernador, se van a juntar, si es con el presidente (nunca los recibió), se van a juntar; con quien sea, se van a juntar, porque lo que queremos es a Loan.
¿Hubo algo resolutivo en la reunión o alguna promesa de parte de Valdés?
Nos dijo que nos iba a ayudar en lo que necesitáramos, que estaba a disposición. Sólo eso.
Después de ese encuentro, como vos decías antes, parte de la sociedad se mostró disgustada por haberse juntado con el mismo gobernador que hasta ahora nunca los había recibido, ni había venido a verlos a su casa, y que el 29 de junio había twitteado: “Se ha dado un gran paso en la resolución del Caso Loan”, dando una información falsa. ¿Cómo analizás su actitud en todo este tiempo?
Cuando lo necesitábamos realmente que viniera, no vino. Eso no quita que no hiciéramos el encuentro con él. Mis padres no pueden estar más así, están muy angustiados, desesperados, siguen pasando los días y no tenemos noticias de qué pasó con Loan. Nos tenemos que mover como familia y por eso la decisión de ir el jueves. Esperemos que ahora ayude, fue lo que prometió.

¿Qué le decís a la sociedad argentina?
Que le estamos agradecida eternamente. Y que nos siga acompañando, en pedir justicia por Loan, en no dejar de buscarlo. Vamos a pedirle ayuda a quien sea, se llame Valdés o el Papa Francisco. A veces se pierde el foco y se habla de cualquier cosa; los medios, la gente, se la pasa dos, tres días hablando sobre lo que no es prioridad. Acá, lo único importante es seguir investigando y que recuperemos a Loan. Después, todo el resto es cuento.
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La multitud y el palacio

El gobierno de Javier Milei siguió cosechando derrotas en un miércoles en el que la Cámara de Diputados tuvo bastante más que los dos tercios de votos necesarios para desactivar los vetos presidenciales a la Ley de Financiamiento Universitario (174 a 67) y a la de Emergencia Pediátrica (181 a 60). Una clave del día estuvo otra vez en la calle, en una manifestación masiva y con muchísima gente joven. El símbolo que siguen representando los jubilados y el camino que muestran. El cerco sobre el Congreso, aunque esta vez la policía quedó prudentemente al margen. Y detalles sobre los alcances del número 3.
Por Lucas Pedulla y Francisco Pandolfi
Fotos: Juan Valeiro
Si el domingo 7 de septiembre el gobierno nacional tuvo un freno en las urnas, este miércoles lo tuvo en la calle primero, y en la Cámara de Diputados después, donde se rechazaron los vetos del presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario y de Emergencia Pediátrica, pasándole la posta al Senado.
Tres frenos en sólo 10 días, a los que hay que sumar el rechazo total en el Senado al veto de la Ley de Emergencia en Discapacidad.

Cerco al gordo
El pueblo ya se había anticipado a los congresistas pariendo un marco imponente. La convocatoria era a las 17, pero una hora y media antes ya no se podía caminar por los alrededores de un Congreso cada vez más cercado, todo un símbolo de época. No es una exageración: a diferencia de marchas anteriores, donde el vallado abarcaba todo el tramo de la avenida Entre Ríos frente al Congreso, hoy la disposición fue doble, porque al cerco habitual el Gobierno le agregó uno complementario, a media cuadra de Rodríguez Peña, sobre la plazoleta.
En el medio, un enorme vacío apenas era habitado por un grupo de efectivos de la Policía Federal. Desde adentro del Congreso, una fuente informaba a lavaca: “Afuera es una fiesta y acá sólo hay tensión”.
Carlos, 72 años, jubilado de la mínima, vino desde Lanús, y se pregunta ante tal despliegue: “¿Por qué no vallan al Gordo Dan?”. Sigue haciendo changas pese a su edad –“soy chapista”– y tiene una hija de cuya leucemia la salvó el Garrahan: “Sintetizo dos luchas”, dice y arriesga su proyección para lo que viene: “Si las provincias se ponen los pantalones largos, van a tener una paliza peor”.
Carlos saluda y se sumerge en esa marcha gigantesca.
Un dato: la multitud.
Otro: la alegría de esta multitud, aún en el espanto.
Un hecho: no hubo policía reprimiendo ni intimidando.
Y uno más: la cantidad innumerable de jóvenes y adolescentes. Un mensaje de unidad, que conlleva un límite: el gobierno no podrá seguir avanzando contra la educación ni contra la salud. Y ese triunfo es en gran medida el que comenzó con la sostenibilidad que los jubilados y las jubiladas ponen a disposición cada miércoles.

Reflexiones sobre el 3
Una de esas miles de adolescentes se llama Tiziana. Tiene 18 años, estudia en la UBA y está descubriendo un mundo nuevo que le hace brillar los ojos. “Estoy encantada”, comparte con una fusión de palabras y sonrisas. “No entiendo cómo pueden meterse con una de las cosas más hermosas que tenemos como país”.
Mira al pasado y analiza el presente: “Mucha juventud votó a Milei y hoy está arrepentida. Conozco a muchos que están pagando las consecuencias y no van a repetirlo”.
En una Argentina donde está de moda el número 3, desde que impuso la tendencia el ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad, Diego Spagnuolo, la tercera Marcha Federal Universitaria llegó en el momento justo para darle otro golpe a un gobierno nacional cada semana más desorientado. Esta vez, las calles no sólo las llenó la comunidad educativa: las rebalsaron junto a las y los trabajadores de la salud, además de sindicatos y organizaciones de derechos humanos, políticas, sociales, de jubilados. Y la invasión fue con música y batucada. Se bailó mientras se caminaba y hasta arriba de los kioscos de diarios.

El ya famoso 3% de Karina Milei no sólo entró en la escena pública para delatar un posible caso de corrupción. También irrumpió para cambiar la historia. O por lo menos, para hacerla un poco más llevadera.
Así lo cuentan algunos de los cientos de carteles que acompañan la marea humana:
Con el 3% de la pastelera, financiamos la educación.
Educación pública sí, negocios del 3% no.
Milei, auditá a la coimera de tu hermana.
Que el equilibrio fiscal lo devuelva Karina.

Ideología sin remedio
Camila (25) y Milagros (27) llevan otra pancarta dedicada al gobierno: “Quieren 3% de futuro; 97 de miseria”.
Son estudiantes de Medicina en el Hospital de Clínicas que depende de la UBA. En un puñado de oraciones sintetizan lo que pasa: “No hay medicamentos para los pacientes. Faltan muchísimos insumos. Ya no pueden sostener tanta cantidad de alumnos. Nos tienen que recortar los días de cursada: en vez de hacerlo de lunes a viernes como en otros hospitales, cursamos tres días a la semana. Y muchos docentes trabajan ad honoren”.
Creen saber el porqué: “El desfinanciamiento que plantea es exclusivamente ideológico y exclusivamente sin sentido”.
La mayoría de la gente marcha en grupo. Iván no. Está solo y callado. Está parado observando, atentamente. De la mochila que tiene en su espalda le cuelga un cartel. “No somos 1, 2, somos millones”.
Iván habla bajito. Casi que no se le escucha. Tiene 37 años y llegó hace pocos meses de su Perú natal a estudiar derecho en la universidad pública argentina. “Este es mi primer cuatrimestre”, dice. Y cuenta que está ahí, tan tímido como convencido, “porque la educación es la fortaleza de cualquier ciudad, de cualquier sociedad. No es justo lo que está haciendo este gobierno. Quien se queda en casa un día como hoy, no es consciente de lo que está pasando”.
Traza un paralelismo: “La calidad de la educación en Argentina es mejor que en mi país, por eso hay que defenderla. Para mí, como para muchos otros extranjeros, la universidad de acá es una oportunidad para nuestras vidas”.
Abrumados por la tecnología
Victoria (22), Camila (25) y Lucía (22) son estudiantes de la carrera de Trabajo Social en la Universidad Nacional de La Matanza. A diferencia de la marcha multitudinaria del año pasado, las tres coinciden en que si bien hay un ambiente “más pesado”, también es “más esperanzador”, gracias a los resultados de las últimas elecciones, más acá o más allá de cualquier filiación partidaria.
Victoria: “Todavía hay incertidumbre, queda un largo camino de este gobierno y sus políticas que vienen a arrasar, pero en la calle se contagia el sentimiento de comunidad”. Lucía: “Cuesta volver a recuperar la calle porque el gobierno lleva todo a las redes. Estamos abrumados por la tecnología. Tenemos que ver cómo modificarlo para comunicar genuinamente lo que está pasando”. Camila responde: “Estoy convencida que es por acá, generando lazos y que por más malos momentos que haya, hay que seguir la marcha porque la salida la vamos a encontrar en el camino”.

El like o la plaza
Natalia tiene 29 años, es profesora de Geografía y está estudiando la licenciatura en la Universidad Nacional de Luján. Su amiga Noelia, 27 años, es licenciada de Biología por la Facultad de Exactas de la UBA. Ambas viven en Tigre, zona norte del conurbano. A comparación con el año pasado, notan “más bronca” en esta marcha: “Muchos tienen tres trabajos para bancar sus estudios. Pero al menos veo gente que votó el gobierno y hoy se está arrepintiendo”, dice Natalia. Noelia vio el ajuste en su carrera: “Se notó mucho la falta de insumos, sobre todo con los tips, que son las puntitas de las micropipetas. Trabajamos con las herramientas contadas porque todo es plata y no tenemos ingresos”.
Golpazo electoral y golpazo en Diputados: ¿qué ven hacia adelante? Natalia agarra el guante: “Siento que estamos en un proceso de reflexión y que hay gente que está siendo muy tibia. El año pasado estaba muy en la negación y muchos no querían hablar. Ahora hablan, pero espero que se pongan en situación de tomar acciones. Veo mucha tibieza de subir fotos en las redes y eso no vale una mierda: vení con los jubilados, con los del Garrahan, con los profesores. En vez de hacer marketing por un like, vení a la plaza”.

Lo que ganó
¿Qué establece la ley universitaria? La actualización mensual por inflación de los sueldos y los gastos de funcionamiento de las universidades públicas. También la recomposición salarial de docentes y no docentes retroactiva a diciembre de 2023.
¿Qué establece la Emergencia Pediátrica? Otorgaría un gasto adicional de $65.573 millones entre julio-diciembre.
Ahora, el Senado definirá el destino de ambas leyes.
En Congreso la gente exhibió sus mensajes:
- “Se cursa, se rinde, pero sobre todo se defiende”.
- “La universidad pública es más de lo que imaginás”.
- “La conquista más grande fue que la universidad se llenó de hijxs de obrerxs”.
- “Estudiá para no ser alta coimera”.
- “Estudiá, no seas Adorni”.
- “Qué libertad de mierda que vendiste, Milei”.
- “Ahorrar en educación enriquece la ignorancia”.
- “Buscado: Mario Lugones, ministro de Salud. Roba la salud pública para negocios privados”.
- “Los cadáveres vamos por los amos”.
- “Las fuerzas del aula contra las fuerzas del cielo”.
Álvaro Pérez, 32 años, abogado de la UBA recibido en diciembre. “Primera generación universitaria”, es lo primero que dice, orgulloso. No da vueltas: “Milei se mete con las universidades porque viene a cambiar la matriz del estado nacional, ni más ni menos”.
¿Un antes y un después tras las últimas elecciones? “Fueron un voto castigo hacia el gobierno, así que Axel no debería subirse al barco de la victoria. Debemos estar todos juntos para derrotar a este gobierno que es totalmente antipatria, antinacional, oligárquico aristocrático, y que se maneja siempre al margen de la ley”.
Milei presentó el lunes por la noche en cadena nacional el Presupuesto 2026, que le asigna 4.8 billones de pesos a las universidades nacionales, con un aumento para Educación de un 8% y de Salud de un 17% por encima de la inflación.
Opina Álvaro: “La suba es paupérrima y para lo único que serviría es para equiparar los gastos del año anterior y del anterior también, porque no nos olvidemos que hace dos años que gobiernan sin ley de presupuesto”.
Hay muchas banderas argentinas. Grandes y chiquitas. Muchas remeras de la Selección Nacional. Hay un solazo impresionante que presagia un día sin nubarrones. Y hay dos votaciones en la Cámara de Diputados.
De nuevo, un cartón escrito con fibrón expresa mucho de lo que pasa:
“La motosierra no piensa, la universidad pública sí”.

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Pablo Grillo: la metáfora de la Argentina

Declaró en los Tribunales de Comodoro Py el gendarme Héctor Guerrero (foto) señalado como autor del disparo de una cápsula de gas lacrimógeno a la cabeza del fotógrafo Pablo Grillo el 12 de marzo pasado durante una de las marchas de jubilados. Mientras se indagaba al cabo Guerrero en el juzgado de María Romilda Servini a partir de la carátula “homicidio en grado de tentativa”, en la puerta del edificio organizaciones, amigos, prensa, docentes y estudiantes se reunieron en una clase pública para acompañar a la familia, describir lo ocurrido y hablar del derecho a la protesta y la libertad de expresión, entre otras cosas. ¿Por qué Pablo es una metáfora de la Argentina? Las cifras de la represión, el planteo sobre un periodismo decente, la libertad de expresión asediada, y lo que comentó Fabián Grillo sobre la evolución de su hijo, que continúa internado y en rehabilitación desde hace más de seis meses.
Fotos Juan Valeiro/lavaca.org

Mientras llegaba el gendarme Héctor Guerrero a los tribunales de Comodoro Py a las 10 de la mañana (momento registrado por lavaca), la calle presentaba un aspecto inusual. Sillas de plástico negras, un parlante, un micrófono, banderas atadas a las rejas de la sede judicial, pancartas, una imagen tamaño natural de Pablo tomando una foto. Y una propuesta: una clase abierta que resultó también un símbolo de estos días en la que Cora Gamarnik, doctora en Ciencias Sociales e investigadora en fotoperiodismo, explicó: “Pablo resulta una metáfora de lo que le está pasando al pueblo argentino. Alguien gravemente golpeado, herido, pero que resiste, y que sigue dando pelea”.

A la derecha, Fabián Grillo.
El evento fue organizado por una red de acompañamiento a la familia formada por SIPreBA (Sindicato de Prensa de Buenos Aires), Periodistas Argentinas, Comisión Provincial por la Memoria, CTA Autónoma, AMARC (Asociación Mundial de Radios Comunitarias), la carrera de Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, Ceprodh (Centro de Profesionales por los Derechos Humanos), la Red de Medios Alternativos, ARGRA (Asociación de Reporteros Gráficos de la Argentina), la Cooperativa de Trabajo lavaca (Revista MU) y organizaciones de jubilados, que saludaban el paso de colectivos que adherían con música de bocinazos. Se acercaron también jóvenes de escuelas de periodismo como ETER y TEA.
Las intervenciones, tras la presentación de Lucas Pedulla (de MU) estuvieron especialmente teñidas de reconocimiento hacia jubilados y jubiladas presentes, que han sido un motor permanente de reclamo en estos tiempos. Además de Cora Gomarnik hablaron Roberto Cipriano García (secretario ejecutivo de la Comisión Provincial por la Memoria), Diego Pietrafesa (delegado de Telefé y secretario de derechos humanos de SIPreBA), Sabrina Mina, (AMARC) y Fabián Grillo, el padre de Pablo, en lo que resultó globalmente una clase magistral callejera.

¿Qué simboliza Pablo?
Cora Gamarnik recordó como clave que el 12 de marzo la marcha convocada por las y los jubilados se había logrado ampliar con la presencia de los hinchas de fútbol a partir de solidarizarse con Carlos, jubilado que siempre participa con su camiseta de Chacarita. La adhesión de ese club se contagió al resto del fútbol argentino. “Pero no eran las barras bravas como después quisieron hacer creer. En muchos casos eran las comisiones de derechos humanos que tienen los clubes que organizaron esa jornada de solidaridad”. Esa iba a ser, dice Cora, una jornada con imágenes de festejos, camisetas entremezcladas: “escenas de alegría en la calle y eso iba a ser como una mancha de aceite que se iba a expandir por el país generando una onda de solidaridad”.
Aquel 12 de marzo fue apenas posterior a la estafa $Libra, por lo que hubo fotos desde drones mostrando la frase “Milei estafador” escrita en la calle con grandes letras. Pero aquel día hubo 114 detenidos y además de lo ocurrido con Pablo Grillo, Jonathan Navarro perdió un ojo por un balazo de goma a quemarropa. “Y el disparo a la cabeza de Pablo fue un disparo a matar”. ¿Qué había detrás de la orden de reprimir? “Generar imágenes de tanta violencia que no se pudiesen desplegar las otras imágenes que hubiésemos creado en la calle ese día”.

Cora Gamarnik, durante la clase frente a Comodoro Py.
Recordó Cora a amigos y compañeros de Pablo que ayudaron a salvarle la vida, a trabajadoras y trabajadores del hospital público que continuaron con esa tarea al recibirlo, a reporteras y reporteros que aportaron sus imágenes para que “Mapa de la policía” pudiese reconstruir lo ocurrido y detectar al responsable del disparo. Agregó: “Hoy es un pequeño día de justicia. No es menor que en este contexto y en este país, Guerrero tenga quevenir a Comodoro Py a declarar”. Atribuyó eso a la resistencia y las ganas de vivir del propio Pablo, a la actitud del barrio y los amigos y a toda la movida social (acciones por la memoria, peñas, caminatas, bailes) y la confluencia de actores sociales que es lo que explica que haya justicia en el país.
Allí planteó Cora la situación de Pablo Grillo como una metáfora con el pueblo argentino: “Alguien gravemente golpeado, herido, pero que resiste, y que sigue dando pelea”.

Agrupaciones de jubilados acompañando a la familia.
Cifras de la violencia represiva
Roberto Cipriano García, de la Comisión Provincial por la Memoria que acompaña cada marcha para monitorear la violencia estatal contra los manifestantes. En 2024 monitorearon 60 manifestaciones, y en el primer semestre de 2025, 39. En 3 de cada 10 manifestaciones se reprimió. En 2025, primer semestre, el dato saltó a 5 represiones cada 10.
En este 2024 hubo alrededor de 1150 personas heridas. Pero se incrementó exponencialmente la violencia y solo en el primer semestre de 2025 hubo más heridos (36 más) que en todo el año anterior. Contó Roberto que hay actos con 80 manifestantes y 670 agentes, desproporción por la que se paga además cifras abultadísimas, y detalló cómo van cambiando las herramientas represivas como el gas pimienta, cada vez más penetrante y pregnante, y con mayor duración del daño que provocan en el cuerpo humano.

Roberto Cipriano García, del CPM.
Recordó: “Hubo un llamamiento al Estado Argentino de siete relatores de organismos de Naciones Unidas donde justamente señalaron, todo este tipo de cuestiones tomando elementos de este informe y otros informes de Argentina. Solicitaron al gobierno que se deje de reprimir y utilizar la violencia en el marco de las manifestaciones. Es decir, hay voces por todos lados que denuncian esta situación, que la visibilizan. Realmente es parte de un proyecto político que incluye el ataque a derechos, y además la acumulación económica en los sectores que más tienen. Lo que también necesitan para eso es utilizar la represión, que el año pasado fue fuertemente dirigida sobre las organizaciones sociales porque querían sacarlas de la calle porque querían intimidarlas”.
La decencia del periodismo
Diego Pietrafesa hizo una consulta a los estudiantes de periodismo presentes, que no necesitaba respuesta: “¿Cuándo fue la última vez que abrieron la Constitución?” Defendió a partir de allí el concepto de que los derechos en el país no son una limosna sino logros amarados por la Constitución, por ejemplo el artículo 14 bis, incluyendo el derecho a la protesta. “Protestar no es delito, la huelga no es una extorsión”. Defendió la idea de un periodismo intencional: “Mentira que no estaos ni de un lado ni del otro. Somos militantes del periodismo intencional. Pero además a Robert Cox, director del Buenos Aires Herald en la época de la dictadura, le preguntaron en un homenaje que se le hizo en SIPreBA si había sido un héroe. Y él, humilde, dijo: yo no fui un héroe, fui un periodista decente. Seamos periodistas decentes”.

Diego Pietrafesa, se SIPreBA.
Mencionó a Rodolfo Walsh: “El decía que nos quieren sin memoria, que todo el tiempo empecemos de cero”. Mirando la imagen de Pablo y luego a Fabián dijo: “Venimos a decirte Pablo, venimos a decirte Fabián, que ese proyectil no estaba cargado de muerte. Ese proyectil está cargado de semillas y de futuro”.
Sabina Mina, de AMARC, relacionó el derecho al acceso a la información para poder ejercer el derecho a la opinión fundada, a la expresión en libertad. Enmarcó todo en el derecho a la comunicación y rescató el rol de los medios comunitarios para garantizarla.
Un nuevo jubilado
Fabián Grillo agradeció muy emocionado todo el apoyo. “Recibimos una muestra de amor premanente, abrumadora. El pueblo está mucho más arriba de quienes nos gobiernan. Tenemos que empezar a tener una dirigencia realmente representativa de nuestro sentido, de nuestro amor. Y que todas las instituciones estén a la altura de ese sentido y de ese amor, incluso la justicia”.

Fabián Grillo junto a una de las abogadas de la familia.
“Que Guerrero hoy esté acá es muy importante. Ahora hay que ver qué ocurre” dijo, antes de recordar que aquel 12 de marzo hubo jóvenes a los que llamó “ángeles salvadores” que lograron cuidar y contener a Pablo para que hoy la siga peleando. Todo terminó en una gran foto de quienes concurrieron, tomada por decenas de fotógrafos que cumplieron con el doble rol de acompañar y registrar un momento tremendamente emotivo.

Después Fabián comentó: “Pablo está más receptivo y bien clínicamente. No tiene fiebre, está evolucionando bien. Está más charlatán. Ayer medio que me discutió, y eso es muy bueno”.
Fabián anunció de paso que ya se está por convertir en un nuevo jubilado, por lo cual empezará su participación formal en las marchas, desde ese nuevo rol. Guerrero ya había salido del juzgado por una puerta trasera, y la gente se iba de Retiro hacia el resto de un día movilizado, para demostrar por qué Pablo puede ser la metáfora de estos tiempos.

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La vida no se veta

Viernes movilizado contra los vetos presidenciales a las leyes de Emergencia en Pediatría y al presupuesto universitario. Reflexiones y realidades en la marcha frente a lo que se viene.
Por Claudia Acuña Fotos Juan Valeiro
Algo cambió desde el domingo de las elecciones bonaerenses y eso queda claro en la presencia policial que hoy se dedicó a acompañar la marcha que repudió los tres vetos del presidente Milei: a las leyes de financiamiento a la universidad pública –el día de los docentes– al Hospital Garrahan y la emergencia pediátrica, y a las provincias. “Que no mienta más. Que deje de decir que es por un tema económico: esto es ideológico”, sintetiza Cecilia, una enfermera del turno noche del Garrahan. Cuenta también cómo les impactó la noticia: “Nos dio bronca, pero más que nada tristeza. Pensamos que iba a recapacitar, pero no: demostró que no le importa ni la salud pública ni la educación”. Metros más allá Estela empuja la silla de ruedas de su hija Josefina, a quien ya operaron en el Garrahan dos veces y deben hacerlo otras dos más. Vienen desde Valentín Alsina “hoy y siempre”, aclara, y aporta su análisis sobre el veto presidencial: “No tiene corazón”. En tanto, la multitud grita “El hospi no se veta”.

Son más de cinco cuadras que recorren la Avenida de Mayo desde Congreso a Plaza de Mayo mientras los autos las alientan con bocinazos y un grupo de jubiladas y jubilados canta en los semáforos el nuevo himno nacional: “Alta coimera”. La izquierda fue mayoría en banderas, en presencia y en la cantinela que insiste con un paro general. Desde una bicicleta el señor que usualmente hace sonar por unos pequeños parlantes la marcha peronista esta vez proclamaba a la multitud: “Pido disculpas porque hoy mi partido no está acá”.

Anita lleva su cartón pintado con una leyenda que grita: “Villera y universitaria: el terror de los libertarios”. Cuenta que estudia Criminología Forense en la Universidad Scalabrini Ortiz y que pensó que el Presidente había comprendido el mensaje del domingo: “Creí que no iba a vetar, pero bueno: no hay persona más malvada y perversa que este chabón.”

Pregunta Anita:
¿Qué hacés cuando nos gobierna una persona así?
Propone Anita:
“No nos queda otra que las urnas”.
También invita a movilizarse el próximo miércoles cuando la Cámara de Diputados trate de impugnar los vetos del presidente Milei.
Faltan cinco días para eso y 44 días para las elecciones: una eternidad.




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