Actualidad
“Un genocidio por goteo”: el informe en Plaza de Mayo de Familias Sobrevivientes de Femicidios

El colectivo Familias Sobrevivientes de Femicidios, que nuclea a familiares de todo el país, se reunió hoy en Plaza de Mayo para presentar un informe elaborado junto al Observatorio Lucía Pérez sobre los crímenes de los últimos años. El estudio (que publicamos aquí) abarca distintas administraciones del Estado (Macri, Fernández y ahora Milei) y permite ver lo que las familias describieron como “un genocidio por goteo, que avanza a un ritmo constante que aumentó desde la pandemia, y desde entonces no para de incrementarse”.
El trabajo del Observatorio Lucía Pérez, entregado también en Presidencia con un pedido de audiencia, muestra que el año pasado hubo 343 femicidios contra 281 de 2016. En lo que va de 2024 hubo 65 crímenes de este tipo: un aumento promedio del 12% con respecto a 2023.
Agregan las Familias: “No podemos hablar de femicidios y travesticidios sin hablar de narcotráfico, como no podemos hablar, sin nombrarlo, de ningún otro tema de esta emergencia social que estamos padeciendo hoy: hambre, desocupación, destrucción de la educación y salud pública. Todos fuegos que alimentan el incendio de nuestro futuro y paz social”.

Guillermo, el padre de Lucía Pérez y Susana, la madre de Cecilia Basaldúa, firmando en Plaza de Mayo el informe entregado en Presidencia. (Fotos: Lina Etchesuri para lavaca)
Estuvieron presentes Marta y Guillermo, mamá y papá de Lucía Pérez; quienes junto a Mariela, mamá de Iara Nardelli, llegaron desde Mar del Plata; Daniel y Susana, papá y mamá de Cecilia Basaldúa; y Alfredo y Roxana, papá y mamá de Carla Soggiu; en representación de muchas otras familias de todo el país a las que se les complica cada vez más llegar hasta Buenos Aires por el actual contexto económico y social.

Mariela, la madre de Iara Nardelli, leyendo en Plaza de Mayo un tramo del informe. (Fotos: Lina Etchesuri para lavaca).
El informe se leyó en Plaza de Mayo, en el encuentro que las familias organizan mensualmente el primer lunes de cada mes, y luego se entregó en Casa Rosada dirigido al presidente Javier Milei. El funcionario encargado de recibirlo indicó que iba a ser leído primero por Karina Milei, hermana del mandatario y actual Secretaria General de la Presidencia, para determinar cómo seguir. Junto al informe, las familias volvieron a solicitar una audiencia con funcionarios y funcionarias del actual gobierno. Por ahora lo único que recibieron es “estén atentos al teléfono por si los llaman”.
A días del 8M, el mensaje transmitido desde la Plaza al gobierno fue contundente: “Tienen que hablar menos y hacer más, acá tienen una oportunidad», dijo al micrófono Daniel, papá de Cecilia Basaldúa, asesinada en Córdoba en el 2020 cuyo crimen aún se encuentra impune.

Madres y padres en la Plaza de Mayo, reclamando justicia. Como siempre. En este caso esperando respuestas de la Casa Rosada. (Fotos: Lina Etchesuri para lavaca)
“En este grupo hay familias con procesos judiciales a medias, otros ni siquiera empezaron, son procesos muy largos, el Estado tiene que ayudar”, reforzó Guillermo, papá de Lucía Pérez, asesinada en Mar del Plata en 2016. Marta, mamá de Lucía, agradeció el acompañamiento: “Esperamos que nos escuchen, que esto se termine para nosotros porque es agotador. Juntos podemos lograr lo que estamos buscando: justicia por nuestras hijas y una vida digna como personas”.

Alfredo, Marta y Daniel entregando el informe en la Rosada dirigido al Presidente. Les dijeron que primero lo verá Karina Milei. (Fotos: Lina Etchesuri para lavaca)
El video de la lectura del informe en Plaza de Mayo: https://www.instagram.com/p/C4F8Yk8OZSM/
El informe completo presentado por las Familias Sobrevivientes de Femicidios
No son cifras: son vidas. Incluyen las de nuestras hijas. Por eso mismo pedimos que con respeto y sensibilidad social analicemos lo que estos datos representan. Los ha elaborado especialmente para compartir hoy el Observatorio Lucía Pérez. Se concentra en la última década. Diez años que involucran tres administraciones diferentes del Estado y que marcan un ritmo que nos preocupa, ocupa y que queremos parar. Necesitamos juntar más fuerza para lograr lo que queremos: políticas públicas de prevención, contención y reparación. Solo así vamos a detener la máquina femicida que se alimenta de la desigualdad, la cultura del odio y la explotación de los cuerpos, por nombrar solo tres de los factores que, con preocupación, notamos que se están propagando desde las más altas instancias del poder.
Pero también queremos resaltar que no podemos hablar de femicidios y travesticidios sin hablar de narcotráfico, como no podemos hablar sin nombrarlo ningún otro tema de esta emergencia social que estamos padeciendo hoy: hambre, desocupación, destrucción de la educación y salud pública. Todos fuegos que alimentan el incendio de nuestro futuro y paz social.

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca
Hemos pedido reuniones con diferentes funcionarias y funcionarios de la nueva administración del Estado, todavía sin respuesta. También con representantes parlamentarios. A todos le entregaremos este informe y transmitiremos la exigencia de acciones concretas, ya. Esto es urgente y necesario, realmente.
Con la esperanza de ser escuchadas y la convicción de no detenernos hasta lograr justicia para todas las familias y una vida sin violencia para toda la Argentina compartimos este informe.
Muchas gracias por escucharnos

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca
Familias Víctimas y Sobrevivientes de Femicidios y Desapariciones
Marzo de 2024
Los datos
- Si observamos la última década notamos un genocidio por goteo, que avanza a un ritmo constante que aumentó desde la pandemia, y desde entonces no para de incrementarse:
AÑO | CANTIDAD DE FEMICIDIOS | % AUMENTO/DISMINUCIÓN |
2016 | 281 | |
2017 | 284 | +2 |
2018 | 229 | -2 |
2019 | 253 | +10 |
2020 | 315 | +20 |
2021 | 327 | +4 |
2022 | 336 | +3 |
2023 | 343 | +3 |
2024 hasta el 2 de marzo | 65 | +12 |
- Si clasificamos estos datos por meses del año en los que se produjeron estos femicidios y travesticidios notamos la misma tendencia: el ritmo es constante, con leves variantes que señalan a los meses de diciembre, enero y febrero como alertas a donde habría que dirigir todos los esfuerzos de prevención y contención:
MES | PORCENTAJE DE FEMICIDIOS ANUALES |
ENERO | 10.5% |
FEBRERO | 10.4% |
DICIEMBRE | 10.2% |
OCTUBRE | 8.8% |
MARZO | 8.6% |
ABRIL | 8.4% |
NOVIEMBRE | 7.7% |
JULIO | 7.7% |
AGOSTO | 7.5% |
MAYO | 7% |
SEPTIEMBRE | 6.8% |
JUNIO | 6.5% |
- Uno de los principales reclamos de nuestras familias es para que el Estado cumpla con su deber de proteger a las infancias huérfanas por la violencia femicida. Lo dijimos hace cuatro años y lo repetimos ahora: la ley Brisa está mal reglamentada. La asistencia llega tarde y el trámite lleva años. En el peor momento, el de más sufrimiento, estas infancias no tienen nada. Y esa nada es un derecho incumplido por el Estado. Acá las cifras de quienes están sufriendo esta injusticia:
AÑO | INFANCIAS HUERFÁNAS POR FEMICIDIOS |
2020 | 216 |
2021 | 374 |
2022 | 391 |
2023 | 414 |
2024 hasta el 2 de marzo | 43 |
- Si analizamos las localidades que sufrieron estos femicidios y travesticidios encontramos que hay territorios que concentran estos crímenes. Comprender las tramas que los impulsan y concentrar en esas zonas programas piloto de shock de prevención, contención y reparación –involucrando a todas las fuerzas sociales locales- permitirían comprobar la efectividad de las políticas en acciones concretas, para corregirlas, mejorarlas y expandirlas. Algunos ejemplos:
CABA | COMUNA 1 |
PROVINCIA DE BUENOS AIRES | LA PLATA, LA MATANZA, GENERAL PEUYRREDÓN |
CÓRDOBA | Capital, Punilla, Colón |
MENDOZA | Guaymallén, Capital |
SALTA | Gral José de San Martín, Orán |
TUCUMÁN | Capital, Cruz alta |
SANTIAGO DEL ESTERO | Capital, Banda |
CHACO | Resistencia, San Fernando, Comandante Fernández |
SANTA FE | Rosario |

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca
Actualidad
Diez cuadras de feminismo

Por Claudia Acuña.
¿Cuánto mide diez cuadras de feminismo? La respuesta no es matemática, sino política y la política hoy es batalla y es incógnita. La calle revela algunos de sus misterios. Nos dicta, por ejemplo, lo que no hay:
No hay policías, ni protocolo.
No hay escenario ni documento.
Hay sí muchas personas organizadas y con convicciones que transmiten en carteles, en banderas y hasta en los cuerpos. Yasmín es una síntesis. Tiene 17 años, es de Lomas de Zamora. Su cara está cubierta con un pañuelo violeta que proclama Ni una menos, en la pierna derecha con marcador rojo se escribió Yo sí te creo; en la izquierda Yo tenía 5 años; en la muñeca, el pañuelo verde que defiende el aborto legal y sobre el corazón, un cartel que grita Fuera Milei. Fue abusada por su padrastro, dirá sobre lo que informan sus piernas. “Está haciendo mierda el país”, dirá sobre lo que exige su corazón.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Hay también pancarta oficial de la CGT. Y algunas voces que explican lo que implica haber logrado sacarla de su letargo.
Micaela Polak, secretaria de género del sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) lo sintetiza así: “El Bloque Sindical Transfeminista tiene un protagonismo en la organización de estas marchas y dentro de la CGT. En noviembre, por ejemplo, hicimos un encuentro con más de mil mujeres sindicalistas. El 8M recuerda a las obreras muertas en un incendio y en estos momentos ese crimen cometido contra quienes defendían sus derechos se resignifica con este crimen que están cometiendo contra nuestros derechos laborales, contra las y los jubilados, contra las paritarias, con la precarización. Y que la CGT recoja esto hoy y esté presente de manera contundente es un mensaje esperanzador para enfrentar a Milei. El fascismo nos ha elegido como enemigas principales en todo el mundo y en nuestro país, en particular. Es lógico, entonces, que seamos nosotras quienes estemos protagonizando los movimientos que son necesarios para enfrentarlo”.

Una de las más flamantes organizaciones de derechos humanos: Nietes. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Las docentes de la agrupación El Desborde, que integra el gremio de UTE, advierten: “Es para prestarle atención a lo que está pasando dentro de la CGT en estos momentos. Hay muchas compañeras que están haciendo fuerza ahí adentro y quién te dice que en breve no logren imponer una secretaria general”. Su mensaje para hoy lo llevan escrito en las remeras y lo repiten ante el grabador: “Arriba el feminismo que va a vencer”. Completan: “Es una etapa difícil, adversa, porque volvemos a ser la variable de ajuste, pero es en la calle, es con organización y es para adelante como se superan estas épocas, como lo hicimos siempre. “

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Maqui, de la Comisión de Mujeres del Sindicato del Neumático, suma: “Estamos en las calles no simplemente marchando, sino luchando por todos los reclamos que tenemos ante un gobierno que quiere llevarse por delante todos nuestros derechos. Sobre todo en esta fecha que siempre fue importante para las trabajadoras y hoy más que nunca, cuando quieren hacer desaparecer hasta la figura de femicidio y cuando, como madres y trabajadoras, estamos soportando todo el peso del ajuste. Es un momento para estar juntas y buscar una salida. Es un día para repetir: exigimos que no nos maten y respeten nuestros derechos.”
Magdalena, integrante de la junta interna ATE Capital en el Conicet. “Estamos soportando el embate desde un montón de frentes, muy preocupadas por la situación en general, no solo en el Conicet sino en todo el sector público que está sufriendo un recorte brutal en programas que afectan a toda la población, no solo a nosotras”.
Pregunta difícil: ¿por qué no salen a la calle todas las personas despedidas del Estado?
Lo que percibo es que es un sector súper precarizado, que está haciendo malabares para sobrevivir, y también que es todo un desafío organizar eso. Creo que construir esta resistencia es difícil porque lo que está amenazada es la subsistencia.
¿Qué tiene para decirle el feminismo a esos despedidos?
Que más que nunca hay que evitar que el miedo te paralice, que hay que salir a la calle, hay que encontrarse, escuchar y conversar para crear la respuesta entre todas. Se van construyendo las respuestas en el caminar. El movimiento feminista lo hizo siempre con sensibilidad. El feminismo tiene una tradición larguísima que nos enseña a abrazar las crisis y a no eludir las dificultades, sino a enfrentarlas. A poner el cuerpo y el corazón en los momentos más críticos.
La última difícil: ¿quién conduce a este movimiento?
Su historia.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Hay también militantes de partidos políticos –otro milagro que produjo esta marcha– y adolescentes –muchísimas– que a su paso cantan:
“Los varones quienes parar/que paren/ que paren/ que paren de matarnos”.
Hay, adelante, una bandera que proclama “Asamblea Antifascista y Antirracista”, la noticia de esta, la más nueva y la más vieja de las batallas. Entre quienes la sostienen –trabajadoras sexuales, travas, lesbianas, personas no binarias y otras identidades que hoy están al frente y siempre fueron las últimas de la fila– está Jazmín. Al lento paso de la marcha resume su historia: comenzó su transición trans en 2022, a prostituirse a los 17, a estudiar la licenciatura en Economía cuando se sancionó la Ley de Identidad, a tener un trabajo con derechos, cuando se logró la ley de cupo. “Mi vida es un resumen de cómo impacta en la vida de las personas tener estas leyes. Y también cómo el feminismo nos dio las herramientas para lograrlo. Luchamos por una sociedad fraternal y sorora y eso significa hoy estar en las calles contra el fascismo. No estamos por nosotras: el feminismo siempre es abrazo”.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Hay, además, intervenciones artísticas que exponen a otra de las protagonistas que impulsa esta protesta: la tierra. Es lo que llevan en las manos las mujeres vestidas de blanco, con las bocas tapadas con cintas que advierten “peligro” y es también lo que exponen las mapuche que enarbolan la ancestral bandera de su criminalizada nación.

Gustavo Melmann, reclamando justicia por el crimen dsu hija Natalia. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Hay más, por supuesto, porque la Avenida de Mayo y sus laterales desbordan de mensajes que son de actualidad y de urgencia, pero que también anuncian horizontes y esperanzas. Mateo y Ana representan exactamente eso. Están parados frente a la Catedral, son primos, tienen 8 y 7 años y eligieron compartir hoy estas noticias escritas con colores en una cartulina:
“Soy nene, no quiero ser macho”.
“Quiero ser la artista, no la musa”.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Actualidad
La marcha sin fin

La señora de canas y anteojos sacude su dedo índice a centímetros de la cara del policía. Es menuda y el uniformado es del tamaño de un gorila con casco y palo, pero no es la abuela la que tiembla cuando le grita:
-Mirame a los ojos: a mí me estás pegando. A mí, que tengo 70 años y dos hijas que estudiaron para no ser policía como vos.

Fotos: Juan Valeiro/ lavaca.org
En el piso del Congreso de la Nación hay seis jubilados y cinco fotógrafos que están siendo asistidos por la posta sanitaria para mitigar el gas con el que los cegaron –que no es ni lacrimógeno ni pimienta y activa su laceración con cualquier medio húmedo, como el sudor de esta tarde infernal-, mientras la multitud canta:
“Qué feo, qué feo, qué feo debe ser/ pegarle a un jubilado para poder comer”.
Los peatones que ven la escena desde la vereda de enfrente editorializan al paso:
“Se están robando a los pibes y ustedes están pegándole a los jubilados”.
“Oíme tortuga: son cuatro por cada viejo de 80 años. Qué fácil te ganás la guita”.
“El día que tu jefa reparta la plata del operativo entre los jubilados van a tener que ir a laburar en serio, ratas”.

Uno de los atacados por el gas pimienta policial. La gente cantó: «Qué vergüenza, qué vergüenza, pegarle a jubilados por dos pesos con cincuenta». Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
Así es el final de otro miércoles de la ronda que repiten cada semana las personas que trabajaron toda su vida y aportaron durante décadas para gozar de un derecho que se ha transformado en un extraño privilegio: ser el sector social más perjudicado por las políticas de ajuste, pero también el único que no claudica ni se calla.

Uno de los hinchas de Chacarita, presente en la marcha en el Congreso. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
Así lo explica Carlos, el jubilado que conmovió a los hinchas de Chacarita – un club de fútbol experto en el pogo policial– que hoy se sumaron a la ronda con la intención explícita de protegerlos:
“Trabajé durante 40 años en el correo. No me regalaron nada. La estoy pasando mal, pero no estoy acá por mí porque yo ya estoy jugado: tengo 75 pirulos. Estoy acá por mis cuatro hijos y mis dos nietos. Estoy acá porque les quiero dejar un país digno para que puedan vivir en paz”.

Carlos, el jubilado que cada miércoles marcha con la camiseta de Chacarita y esta vez impulsó que llegue parte de la barra del club a apoyar el reclamo. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
Sobre el Presidente:
“Milei es un pobre tipo. Está mal de la cabeza. Yo le aconsejaría que, por el bien de todos los argentinos, dé un paso al costado: nos va a hacer un gran favor. Está muy mal asesorado, y tiene al lado esas lacras de los Caputo: esos sí… esos sí qué saben lo que están haciendo. Yo nunca tomo revancha con nadie, pero a esos dos me gustaría encontrarlos cara a cara para preguntarles qué significa para ellos ser tan ambiciosos –casi enfermos– de la plata y el poder a costa del hambre de los argentinos. Pero es mi opinión personal, porque acá no hablamos de política. Acá venimos a reclamar nuestros remedios y nuestra dignidad. Acá venimos todos los miércoles y nos encontramos con personas como esa abuelita de 82 años que nos dice ´hoy no almorcé´: Por ellas estamos. Lo único que queremos es dar la vuelta al Congreso y que no nos peguen”.
Carlos llora.

Una imagen de esta época. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
“No estás solo”.
Dos hinchas de Chacarita lo abrazan y le prometen:
Lo rodean, también, una familia con esa misma camiseta: el padre, jubilado; la hija, investigadora del Conicet y lesbiana; el nieto, quinto grado de la escuela pública. Será ella quien presenta así al trío para señalar, con esas etiquetas sociales, lo que significa estar ahí hoy: “Unir la luchas, unir las fuerzas: la indiferencia no es una opción.”

Acorralados: jubilados apretujados y víctimas del gas pimienta de la policía. La canción: «Qué veo debe ser, pegarle a jubilados para poder comer». Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
La hinchada suma, además, esa poética instantánea, que acribilla sin pausa al doble cordón policial:
“No tenemos casco/ no pegamo`a jubilados/Somos locos y borrachos / porque somos funebreros”.
Refieren así a la identidad de ese club de fútbol, que nació vecino al cementerio, pero en el territorio del Congreso el verso se reinterpreta: son quienes entierran al miedo.

Retrato de un miércoles. La bandera para cubrirse de los gases policiales. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
Así, sumando gota por gota personas y organizaciones hasta ser multitud, la ronda gira por los grises muros del Congreso, desbordando el desproporcionado cordón de policías y gendarmes, que tira palos y gases sin piedad, pero también sin suerte: la vuelta se completa.
El final, literalmente, es realmente otro: no habrá fin. Lo anuncia el gesto de Zulema y Keiko, dos jubiladas insurrectas, cuando con elegancia y picardía apoyan ambas los dedos en los labios para lanzarle besos a los uniformados, con una promesa:
“Nos vemos el miércoles”.

El abrazo y una convicción: «Nos vemos el miércoles». Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
Actualidad
El vacío

Mercedes golpea la cacerola con una cuchara mientras grita:
“Pueblo, despierte”.
Lo repite infinitas veces. Por momentos agrega su por qué:
“Nos gobierna un estafador”.
Me dice –muy enojada– que tiene “los huevos al plato” porque mientras en Instagram la colman de likes, en la calle la dejan sola.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca
Fue, sin embargo, su solitaria cacerola la que se escuchó por cadena nacional en momentos en que la camioneta blindada del Presidente pasó por Avenida de Mayo hacia el Congreso de la Nación, para dar inicio a su segunda apertura de la labor legislativa. Eran las nueve en punto de la noche y en la calle lo que había era un enorme vacío custodiado por cientos de uniformado pertenecientes a cinco fuerzas de seguridad. La oscuridad de la noche sin luna, los cortes de calles, las vallas y la sobredimensionada custodia del paso presidencial –que incluía francotiradores y aparatos inhibidores de drones– reforzaban la imagen distópica de un operativo que no parecía de seguridad, sino de aislamiento.

El palacio. Fotos: Juan Valeiro para lavaca
Adentro del Palacio le esperaba lo mismo: un inmenso recinto vacío ante el cual el Presidente intentó monologar durante una hora veinte minutos. No pudo. Bastó también una sola interrupción –la del diputado radical Facundo Manes– para que quede en evidencia que este es su momento débil. La segunda evidencia fue el anuncio de que enviará para su aprobación el acuerdo con el FMI, que está –dijo– próximo, pero que depende –no dijo– de ese voto positivo para que se realice.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.
Cuando la realidad entorpece la puesta, quien irrumpe en escena es Santiago Caputo. Esta vez acaparó la atención al amenazar al diputado Manes, delante de las cámaras. Otra vez.
No fue el único que agredió a quienes estaban en el Salón de los Pasos Perdidos, esa clásica antesala del recinto convertido hoy en un ring de exhibición de patoteadas por sus secuaces. Otra muestra de debilidad: allí solo ataca quien pierde.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca

Fotos: Juan Valeiro para lavaca

Fotos: Juan Valeiro para lavaca

Fotos: Juan Valeiro para lavaca

Fotos: Juan Valeiro para lavaca

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.
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