Nota
Telam no se cierra: La crueldad es noticia

Los 700 empleados y empleadas de la agencia pública nacional de noticias Telam recibieron una comunicación para no presentarse a trabajar durante siete días. A la vez, la sede principal fue vallada durante la madrugada de hoy. Los movimientos ocurren luego de que el Presidente Javier Milei anunciara en la apertura de la asamblea legislativa las intenciones gubernamentales de cerrar Telam, mientras los gremios de prensa advirtieron que la decisión “no sólo sería ilegal sino también ilegítima”. Hoy, cientos de personas se acercaron a la sede de Bolívar para expresar su repudio a la medida; estuvieron presentes figuras de peso del sindicalismo como Pablo Moyano y Hugo Yasky, a quienes se les pidió «paro general». Los testimonios de trabajadores de la agencia en primera persona, la incertidumbre, el alcance de la medida, y la lucha –que se retoma– por mantener de pie a una agencia con 78 años de vida.
Texto: Lucas Pedulla. Fotos: Lina Etchesuri
Había pasado apenas una hora desde que Julieta Colomer, redactora de Política de la agencia Telam, sopló las velitas por su cumpleaños, cuando le llegó un correo a su casilla de mail. No era un efusivo saludo de un ser querido, sino un mail institucional con un título raro, “Dispensa laboral Telam S.E.”, que decía: “Por medio de la presente se notifica que todo el personal de Telam S.E. se encuentra dispensado de prestar su débito laboral por el plazo de siete (7) días con goce de haberes a partir de las 23:59 del Domingo 3 de marzo del corriente”.
La escueta comunicación estaba firmada por el interventor de Télam, Diego Chaher, que a través del DNU 111/24 quedó a cargo de la agencia creada en 1945, además de educ.ar, Radio y Televisión Argentina (TV Pública y Radio Nacional) y Contenidos Públicos (Canal Encuentro, Pakapaka, DeporTV y la plataforma Contar). Como cruel regalo, Julieta recibió la misma información que le estaba llegando a sus más de 700 compañeros y compañeras en todo el país: el vallado de la redacción y la deshabilitación de su página web, que ahora mismo está recibiendo a sus miles de vistas con un mensaje de “Página en reconstrucción”.
A las 12:30 del lunes 4 de marzo Julieta llegó al abrazo convocado a las oficinas de Télam en Bolivar 531, en la Ciudad de Buenos Aires.
Su cumpleaños número 50 comenzó con un canto: “Telam no se cierra”.


La angustia y las luchas
Los crueles anuncios llegaron dos días después del anuncio de cierre que el presidente Javier Milei realizó en la apertura de Sesiones Ordinarias del Congreso nacional, el viernes por la noche. Tanto la comisión interna de Telam, como la Federación de Trabajadores de Prensa de la República Argentina (FATPREN) y el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), se habían declarado en alerta y emitieron un comunicado que decía que el cierre de la agencia “no sólo sería ilegal sino también ilegítimo”, y que además “se trataría de un ataque a todo el sistema de medios, público y privado, al pluralismo y al federalismo”.
En la madrugada del lunes empezaron a llegar los mails y también los videos de la policía vallando las oficinas. “Denunciamos que la policía está vallando Telam, es un atropello a la democracia y a la libertad de expresión”, difundieron delegados y delegadas por redes sociales. Mientras la convocatoria al abrazo crecía, el vocero presidencial, Javier Adorni, dijo en conferencia de prensa que “esta semana se va a conocer el plan que está diseñando el gobierno para el cierre de Télam y el destino de cada uno de los empleados”.
A las 12:30, hora del abrazo, Bolívar al 500 ya estaba llena. Había referentes sindicales, diputados nacionales, legisladores porteños y el acompañamiento de trabajadoras y trabajadores de prensa de diversos medios públicos, privados y autogestivos. La secretaria general de FATPREN y trabajadora de Telam, Carla Gaudensi, dijo que uno de los secretarios generales de la CGT, Pablo Moyano, había manifestado su apoyo y que iba a llevar a la reunión de la mayor confederación obrera argentina el pedido de un nuevo paro general. “Hay 700 familias que están sufriendo muchísima angustia, sin poder trabajar, por esta situación violenta, inédita en democracia, de silenciar un medio de comunicación que amanece vallado –dice Gaudensi–. No lo vamos a permitir. Esta agencia tiene más de 78 años de pie y va a seguir de pie. Les queremos decir que, aunque quieran seguir montando un show, acá no hay ningún show: hay trabajadoras y trabajadores que defienden la soberanía informativa, su fuente de trabajo y esta agencia pública de noticias”.

Las reminiscencias más directas del conflicto con Telam se remontan a 2018 cuando Hernán Lombardi, entonces secretario de Medios del gobierno de Mauricio Macri, encabezó un plan de despidos de 357 trabajadorxs de la agencia, revertido gracias a la lucha y la acción gremial, tanto en la calle como en la justicia laboral. A lo largo de su historia, la agencia creada en 1945 sufrió otros intentos de vaciamiento, intervención o privatización, y sus trabajadorxs ya evitaron su cierre en tiempos de Carlos Menem en los noventa y de Fernando de la Rúa, a comienzos de los 2000.
Hoy arranca otro proceso.

Yasky: “Esto huele a revancha”
La Ley Ómnibus incluía a Telam entre las empresas a privatizar. Con su caída, la lupa está puesta en el DNU 70/2023 que, dentro de su extenso articulado, derogó la Ley 20.705, cuyo artículo 5 establecía que “sólo mediante autorización legislativa podrá el Poder Ejecutivo resolver la liquidación de una empresa del Estado”.
Sabino Cabrera tiene 31 años, trabaja en el archivo fotográfico y es delegado. “Nos estamos manifestando pacíficamente en una de las tres sedes de la agencia en CABA, y tan solo una de las 12 que ayer a la medianoche la policía valló impidiendo el acceso a trabajadores y trabajadoras –dice a lavaca–. Es una actividad pacífica de rechazo al anuncio de cierre que hizo Milei en la asamblea legislativa, y no sólo por la defensa de los puestos de trabajo de las 700 familias sino también del rol de la agencia en la generación de contenido periodístico y en el acceso al derecho a la información a la ciudadanía”.
¿Tuvieron alguna comunicación oficial además de los correos recibidos?
–No, no hubo respuesta. No sabemos cómo van a continuar. Especulamos que van a tomar alguna otra medida, pero no tenemos ninguna confirmación de por qué se tomó esta decisión ni cómo va a seguir.
¿Cómo continuarán ustedes?
–Vamos a seguir con medidas judiciales que decida el equipo de abogados del sindicato. Seguimos con la demanda en curso, además, en contra del decreto 70/2023, ya que lo consideramos inconstitucional por modificar la característica de las empresas del Estado, entre las que estaba Telam, y que quita el carácter de discutir de forma parlamentaria la decisión de cómo gestionar las empresas del Estado. Vamos a defender a la agencia.




En la calle, dos de los dirigentes gremiales que se acercaron a acompañar y hablaron fueron el diputado nacional de Unión por la Patria y secretario general de la CTA-T, Hugo Yasky, y el secretario adjunto de la CTA-A, Ricardo Peydró.
Dijo Yasky: “Lo primero que hay que decir es que Telam intentó ser cerrada con Macri y, con la lucha, se logró revertir la situación. Esto huele a revancha y a querer barrer con la libertad de expresión. Es eliminar la única agencia que siempre cubrió los reclamos de los trabajadores. Pero acá venimos a decir algo muy concreto: nos comprometemos a bancar la lucha de Telam y es necesario que todas las centrales sindicales definamos la acción gremial que ponga freno a este ajuste”. Al terminar le siguió un canto: “Paro general”.
Dijo Peydro: “Esta es una ofensiva de este gobierno que se dice ultraliberal y grita por la libertad, pero es nazifascista en lo político. No podíamos esperar otra cosa que atacar a esta agencia. Nos quieren callar, pero con el compromiso de todas las centrales Telam no se va a cerrar”.
Al cierre habló el secretario general del SiPreBA, Agustín Lecchi, quien destacó: “El movimiento obrero organizado es el que viene poniendo freno al DNU, a la Ley Ómnibus y también es el que le va a poner freno al cierre de la agencia Telam”.
Lecchi anunció que las trabajadoras y los trabajadores se reunirán en asamblea para discutir las próximas acciones, entre ellas la instalación de un acampe.
El conflicto acaba de empezar.
Nota
De la idea al audio: taller de creación de podcast
Todos los jueves de agosto, presencial o virtual. Más info e inscripción en [email protected]
Taller: ¡Autogestioná tu Podcast!
De la idea al audio: taller de creación de podcast
Aprendé a crear y producir tu podcast desde cero, con herramientas concretas para llevar adelante tu proyecto de manera independiente.
¿Cómo hacer sonar una idea? Desde el concepto al formato, desde la idea al sonido. Vamos a recorrer todo el proceso: planificación, producción, grabación, edición, distribución y promoción.
Vas a poder evaluar el potencial de tu proyecto, desarrollar tu historia o propuesta, pensar el orden narrativo, trabajar la realización sonora y la gestión de contenidos en plataformas. Te compartiremos recursos y claves para que puedas diseñar tu propio podcast.
¿A quién está dirigido?
A personas que comunican, enseñan o impulsan proyectos desde el formato podcast. Tanto para quienes quieren empezar como para quienes buscan profesionalizar su práctica.
Contenidos:
- El lenguaje sonoro, sus recursos narrativos y el universo del podcast. De la idea a la forma: cómo pensar contenido y formato en conjunto. Etapas y roles en la producción.
- Producción periodística, guionado y realización sonora. Estrategias de publicación y difusión.
- Herramientas prácticas para la creación radiofónica y sonora.
Modalidad: presencial y online por Zoom
Duración: 4 encuentros de 3 horas cada uno
No se requiere experiencia previa.
Docente:
Mariano Randazzo, comunicador y realizador sonoro con más de 30 años de experiencia en radio. Trabaja en medios comunitarios, públicos y privados. Participó en más de 20 proyectos de podcast, ocupando distintos roles de producción. También es docente y capacitador.




Nota
Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.
Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío Santillán.

Maximiliano Kosteki
Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.
El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.
Siguen faltando los responsables políticos.
Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.
Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
- Revista MuHace 3 semanas
Mu 204: Creer o reventar
- AmbienteHace 3 semanas
Contaminación: récord histórico de agrotóxicos en el Río Paraná
- ActualidadHace 3 semanas
Los vecinos de Cristina
- ArtesHace 7 días
Vieron eso!?: magia en podcast, en vivo, y la insolente frivolidad
- ActualidadHace 4 semanas
Universidad, ciencia y comunidades: encuentro en Rosario y debate frente a la policrisis