Actualidad
Un 24 de marzo que hace historia

El acto más grande para un 24 de marzo desde el retorno de la democracia tuvo como protagonista a una sociedad con el poder de ocupar las calles. Quiénes fueron los protagonistas y qué voces escuchamos: la agenda política que se impone desde abajo.
Esta producción pudo realizarse gracias al esfuerzo conjunto de toda la Cooperativa de Trabajo Lavaca

La Plaza y la Avenida de Mayo, las Diagonales Norte y Sur y las calles vecinas estallaron de gente este 24 de marzo bajo un solazo más de verano que de otoño. Pero la multitud ocupó en realidad todo el centro porteño, hasta Congreso, yendo y viniendo, bailando, escuchando, expresándose en una jornada inolvidable y en un momento con forma de encrucijada y de amenaza.
El principal canto convocante y unificador fue el que le informa a los militares responsables de crímenes de lesa humanidad: “Como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar”. Algunas recorridas por ese universo a cielo abierto que este domingo dijo lo suyo.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca
Nuevas generaciones
El grupo se llama Nietes. Está preparando carteles y armando las cañas para las dos banderas que llevarán en toda la movilización, en la intersección de Avenida de Mayo y Piedras.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca
Karen Maydana Galván, nieta de Orlando Galván, desaparecido en 1977, tiene 29 años: “Es una fecha muy especial, en medio de un gobierno neoliberal que reivindica lo que pasó en la dictadura. Va más allá del negacionismo, y es mucho más perverso, porque reivindica y relativiza a los 30.000”. La gente cantaba muy cerca, saltando y bailando al mismo tiempo: “Y ya lo ve, y ya lo ve, el que no salta votó a Milei”.
María Victoria Barcia, también 29 , tiene desaparecido a su primo Daniel: “Una de las cosas que hablamos mucho es cómo perdimos el territorio de la virtualidad. Ahí viene la mano del voto de la juventud. Hay que recuperar esas redes y abrir el diálogo con los jóvenes”.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca
María Victoria también prioriza otras redes: “Ayer estuvimos en una escuela y abrimos el diálogo, hicimos participar a todes, haciéndoles sentir que es válido si no piensan como nosotres, pero que hay que hablar. Preguntamos si alguien tenía un familiar desaparecido y un nene de 12 años subió al escenario y contó que el primo de su abuela había desaparecido cuando estaba jugando a la pelota en la calle: contó que un auto paró y se lo llevó. Es un montón que haya podido contarlo: tiene 12 años”. Nietes sale a la marcha, haciéndose cargo del presente y también del futuro.

Foto Juan Valeiro para Lavaca
Un subte muy raro
Ella viaja sola.
El subte A rumbo a Plaza de Mayo está colmado como en las peores horas pico. Viaje raro. Los que entran en cada estación apretujan a quienes van adentro para fabricarse un espacio. Pero lo que en otros días (curiosamente llamados “hábiles”) es caldo de fastidio sardinesco, aquí se toma con sonrisas, buen humor y la canción que compara a los militares argentinos con los nazis, entonada unánimemente por pasajeros y pasajeras.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca
Ella sonríe y canta. Entra un señor con la camiseta argentina y arranca con la marcha Los muchachos peronistas. Lo acompaña una parte del vagón solamente. “¿No saben la letra? ¡Apréndansela!” dice el hombre provocando risas, y vuelve a cantar. Ella canta también la marcha. Los más altos golpean el techo para acompañar, el resto apenas aplaude por el apretujón.
Llegada a la estación Lima. Casi toda la gente baja. Ella también. Cuando ve al cronista de lavaca dice con una sonrisa luminosa: “¡Qué alivio ver que hay tanta gente! ¡Qué alegría inmensa salir a la calle y que esté pasando esto!”.
Nadie la reconoce. No saben que es Graciela Daleo, detenida-desaparecida en la ESMA, testigo histórica en los procesos por delitos de lesa humanidad desde el Juicio a los ex comandantes de 1985, y en varios de los que lo siguieron, tanto en Argentina como en el exterior. Sube las escaleras del subte a toda velocidad, se asoma a la calle que es una fiesta, vuelve a sonreír y se sumerge en la multitud que va rumbo a la Plaza: ella ya no viaja sola.

Foto Juan Valeiro para Lavaca
Memoria metal
Son las diez de la mañana y en la Plaza de los Dos Congresos ya hay un escenario montado. Pablo tiene 37 años, barba metalera, chaleco metalero y es uno de los organizadores del festival Nunca Más, que hoy está en su decimoséptima edición para celebrar la memoria con heavy metal. Pablo también forma parte del Sindicato Argentino de Músicos (SADEM).
“Este 24 es totalmente diferente porque cae con un gobierno prodictadura, represivo, y que tiene los mismos planes económicos de la dictadura para que seamos el patio trasero del imperialismo. No quieren la autonomía de los trabajadores, sino que agachemos la cabeza para agotar nuestros recursos naturales. Hay que sembrar conciencia y educar a la gente con razonamiento: mucha gente se afilió a reels (de redes sociales) según sus preferencias, desde una realidad muy virtualizada. Ahí nosotros no supimos jugar bien”.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca
Un hecho curioso fue que frecuentemente se percibía entre la multitud cierto aroma inédito en encuentros anteriores: el de los repelentes, como sistema defensivo frente al avance de los mosquitos y los contagios de dengue. El acto, en muchos sentidos, funcionó también como un sistema de defensa, sin necesidad de repelentes, sino con la posibilidad de estar movilizándose para hacerse oír.

Foto Juan Valeiro para Lavaca
Lo impensable
Al lado de Nietes, quienes arman las cañas para prepararse a movilizar son integrantes de H.I.J.O.S. Carlos “Charly” Pisoni, referente de HIJOS Capital, es hijo de Irene Bellocchio y Rolando Pisoni, secuestrados el 5 de agosto de 1977. “Es un 24 distinto porque tenemos un gobierno de ultraderecha, con un presidente y una vice negacionistas. Nunca pensamos que iba a haber un retroceso tan grande. Por eso este 24 no es solo para recordar y reflexionar sobre el pasado, sino para reflexionar lo que pasa en la actualidad”.
¿Por qué nunca se pudo pensar? “Creíamos que este gobierno no iba a pasar. Pero está pasando. Que no íbamos a tener que discutir la teoría de los dos demonios y los 30.000, pero lo estamos discutiendo. Milei es un producto de la pandemia, de un gobierno que no cumplió con las expectativas de la sociedad, y que sin duda no logró que el pueblo sea feliz. Hoy hay que redoblar esfuerzos: no solo hay una grieta en lo ideológico, sino en poder hablar, debatir y discutir. Para una parte de la sociedad los que hacemos política somos unos chorros. Mientras tanto este gobierno implementa el mismo plan económico que fracasó en Argentina”.

Foto Juan Valeiro para Lavaca
En la semana la Red Nacional de HIJOS comunicó el atentado contra una militante, a quien golpearon, maniataron, abusaron, y escribieron en su casa la siglas de “Viva La Libertad Carajo”, expresión utilizada por el presidente Javier Milei.
Planea Pisoni: “Lo que tenemos que pedir es que la causa avance y la investigación policial prospere. Ya pasaron tres semanas, la causa estuvo rebotando en varios juzgados y ahora está avanzando. Es momento de que el poder judicial pueda investigar la violencia política en Argentina”. La causa quedó en manos del juez Julián Ercolini y del fiscal Carlos Rívolo. En ese contexto, llama a aprender de las Madres y de las Abuelas: “En los peores momentos hay que seguir organizados”.

Foto LIna Etchesuri para Lavaca
Lo que molesta
La familia camina por Avenida de Mayo y Perú, mientras mira una intervención de siluetazos sobre el cemento de la calle. Carolina, 46 años, es investigadora en salud en una universidad del conurbano. Alejandro, su pareja, tiene 45 y es informático. Vinieron con Dante, su hijo de 7 años. Viven en la ciudad de Buenos Aires. Carolina no esconde su tristeza: “Tengo mucho miedo de que se olvide lo que pasó y pueda repetirse algo similar. Tenemos un presidente y una vice negacionistas y eso parece que no importa”.
Su área de investigación dependía del Conicet hasta que llegó el recorte de Mauricio Macri, y fue relocalizada en una universidad nacional. Esa universidad está hoy en vilo presupuestario por el recorte de Milei, Caputo y compañía. “Sabía que si ganaba la derecha la investigación y la educación iban a ser perjudicadas. Pero no es por mí, sino por mi hijo, que estoy preocupada. Me molesta que no haya podamos construir una continuidad política”.

Foto Juan Valeiro para Lavaca
Lo que entendió en un colectivo: “Me quedé mucho con lo que yo sentía y me costó incluir a otros sectores, que quizás son los que están más favorecidos en el living de su casa. Lo que más tristeza me da es subirme al colectivo para buscarlo a Dante al colegio. El otro día veía que estaba lleno de laburantes, varios que habrán votado a Milei, y pensaba: algo ahí perdimos, no escuchamos esa voz. Ahí la cagamos”.
Alejandro aporta algo clave: “Hay que recuperar la discusión política. No puede ser que en las casas no se hable de política. La resistencia al avance de estos proyectos se en las casas. Y eso debe hablarse, debe ser un tema en el lugar que vivís. Y se está perdiendo”.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca
Algo achanchado
Paula y Ariel tienen 48, y vinieron a la Plaza con Sol y Nico (16 y 12, hija e hijo). Llegaron desde Avellaneda, sur del conurbano bonaerense. Ariel y Paula nacieron en el 75, y toda su primera infancia fue en dictadura: jardín y primeros años de primaria. Recién en tercer grado, en el 83, la democracia trajo algo de alivio. “Desde los 7 años que venimos a la plaza”, cuenta Ariel.
Paula es profesora en un terciario y le sorprendió en 2023 la inserción de Milei en los teléfonos de sus estudiantes: “Ganaron mucho ahí. Mirá que los llevamos al Infierno, un ex centro clandestino de detención en Avellaneda, y les explicamos los crímenes de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán (asesinados por la Bonaerense en 2002). Sin embargo fue muy difícil, estaban con el teléfono como en otro país. Se filtró mucho por ahí, y compraron ese payaso divertido por TikTok. Rompió lo político”.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca
Ariel: “Se abrió una puerta, y para eso algo se tuvo que hacer mal. Fueron muchos años de luchas, de conquistas, pero a grandes sectores no les llegó ninguna posibilidad de cambio real. Los últimos años (se refiere a los de Alberto Fernández en la presidencia) fueron muy duros: avanzó la inflación, las medidas para mucha gente jamás llegaron, no se puede alquilar, un pibe de 30 no puede comprarse ni una habitación. Para que este muchacho haya entrado algo se tuvo que hacer muy mal, y eso hay que revisarlo a fondo”.
¿Se rompió una especie de modorra? Paula asiente: “Sí, es un mea culpa. Hay que hacer un balance de que esto lo dejamos crecer. Hubo algo achanchado. Pensamos que estaba todo muy resuelto, y cuando vimos las respuestas nos dimos cuenta de que estábamos en otra, mientras seguíamos con un carrito de que estaba todo bien. Es lamentable que tengamos que volver a hablar de un montón de cosas, pero es necesario: hay un grupo que esto no lo sabía”.

Foto Juan Valeiro para Lavaca
Camuflaje
Otra de las evidencias que aportó la manifestación es el grado de provocación, inutilidad y gasto sospechoso que tiene el supuesto protocolo de seguridad de la ministra Bullrich, que el gobierno ha venido aplicando afanosamente.
Virginia Bouvet es metrodelegada y una de las referentes del sindicato del subte. Marcha con la CTA por Diagonal Sur: “Confío en que hay un inmenso sector de la sociedad que opina que estas no son las maneras de definir las diferencias políticas. Que sabe que lo que se hizo desde el Estado en la década del 70, con el plan sistemático de exterminar trabajadores, militantes, políticos, y robo de bebés, está mal. Creo que la mayoría de la sociedad argentina le dice Nunca Más a esos hechos. El desastre en la economía dio lugar a estos sectores. Pero yo confío”.
Silvia también marcha por Diagonal Sur con la CTA: es trabajadora de la salud en la provincia de Buenos Aires, y está recientemente jubilada. “No es una marcha como otras. Está en juego un montón de cosas que no tienen que ver con una cuestión partidaria, sino con la defensa de 40 años de democracia, y que involucra también a un montón de gente que votó al presidente. Vienen por todo, pero camuflado. Hay que tener cuidado, porque hoy es Milei, pero mañana será otro”.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca
En la Plaza de Mayo, y por el lado de la CGT, marcha Omar Plaini, secretario general del sindicato de Canillitas: “Es un 24 más grave que el de Macri, porque tenemos un presidente sin historia y sin pasado. Están convencidos que el Estado es una organización nacida para robar. Milei le dio una vuelta más y dice que es una asociación criminal, de la cual le toca ser el jefe. Hoy nos desafía fuertemente y por eso es imprescindible estar acá. Ellos representan un cambio cultural que quieren llevar a la práctica, y estamos interpelados a evitarlo desde nuestro pensamiento nacional”. Para Plaini hace falta un liderazgo: “El peronismo no es bifronte, y tuvimos un peronismo bifronte estos años. Hace falta un conductor o una conductora que quiera liderar al movimiento”.

Foto Juan Valeiro para Lavaca
Emociones en el bar
El acto principal convocó sobre el escenario de espaldas a la Casa Rosada a Nora Cortiñas, Estela Carlotto, Adolfo Pérez Esquivel y Taty Almeida. Hubo luego otra manifestación del Espacio Memoria Verdad y Justicia.
Adriana Leiva se conmovía al llegar al bar La Embajada. Es hermana de María Delia, desaparecida el 11 de enero de 77. Y es una de las que custodia que Elia Espen, una de las Madres Línea Fundadora, llegue a ese bar en medio de llantos conmovidos de gente que canta: “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca
Sabe Adriana que no es un 24 más: “Es hermoso que estemos todos en la calle. Hay un objetivo claro, que están avanzando y no hay que dejarlos. Pienso en mi hermana y en los 30.000, pero también en los que estamos acá”. ¿Cómo se sigue? “Lo que pienso desde la acción es el compromiso no sólo por el Día de la Memoria, sino ir a escuelas, universidades, a las organizaciones, a dar nuestro testimonio, pero también a buscar el de las y los jóvenes. Fue muy importante el otro día que compartimos una charla con Nietes: abrimos ese camino y extendimos el puente con el hoy y las consecuencias de este momento. La dictadura no es algo que pasó, sino que sigue siendo algo del presente”.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca

Foto Juan Valeiro para Lavaca

Foto Lina Etchesuri para Lavaca

Foto Juan Valeiro para Lavaca

Foto Juan Valeiro para Lavaca
Actualidad
CEPA: La naranja mecánica
Son las personas de chaleco naranja que todos los miércoles asisten a jubilados, jubiladas, reporteros y manifestantes heridos por las fuerzas federales. El CEPA, Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios nació en 2001 y se convirtió en un emblema de acción voluntaria. De Haití, Ucrania y Sudán del Sur al Congreso como zona de guerra. Las armas traumáticas y el spray pimienta y el kit que armaron para enfrentar las represiones de los miércoles. La doctrina Manaos. En tiempos de la tiranía del individualismo, un ejemplo de cómo mover la solidaridad para ayudar a curar esta época. Por Lucas Pedulla.
(más…)Actualidad
Marcha de Jubilados: creatividad y dilemas a 10 días de las elecciones

La noticia es que esta vez no los reprimieron. Jubiladas y jubilados se plantaron cerca de Congreso, con nuevos carteles, nuevas ideas y nuevos dilemas frente a lo electoral, Trump, y todos los etcéteras del momento.
Por Lucas Pedulla y Francisco Pandolfi
Fotos: Teo Escobar/ lavaca.org
El cartel tiene los rostros en caricatura de José Luis Espert, de Milei y de su hermana.
Una frase: “Te paso mi alias”.
Y tres sustantivos: “narco.libra.coima”.

Señales de tránsito.
Pasó otro miércoles de jubilados y jubiladas y la calle volvió a exhibir el “marchódromo” que las represiones de las últimas semanas habían fraguado. Nuevamente el vallado del operativo de seguridad cruzó de punta a punta la Plaza de los Dos Congresos a la altura de Entre Ríos, desde Hipólito Yrigoyen hasta la esquina de Avenida Rivadavia. Por eso mismo, la marcha hoy comenzó más temprano, cuando un grupo caminó por la calle Solís, dobló por Alsina y luego desembocó en Entre Ríos, gambeteando el vallado y mirando de frente el tránsito de vehículos y colectivos, para cantar el hit de moda:
- “Son todos narcos”.

Un eslogan colorado, ahora en modo jubilado.
Al instante apareció un cordón de la Policía Federal. A los cinco minutos, un refuerzo de la Prefectura. “Nos vamos, muchachos, dejémoslos solos cortando”, propone un jubilado. La marcha volvió a entonar el estribillo –“son todos narcos”– por Alsina, dobló por Solís y regresó al Congreso, dando inicio a una primera ronda, que luego se acopló a la movilización de la Mesa de Organizaciones. Uno de los que marchó en esa tanda, despacito, secundado por dos muchachotes, fue Alberto Samid, el empresario llamado “Rey de la carne”, y candidato a diputado nacional por el Frente Patriota Federal: “Yo también soy jubilado. Hay una teoría en economía que es que sobra gente. Por eso, el loco que tenemos de presidente reprime todos los miércoles. También hay chantas que cobran 7 millones de pesos, como Diego Santilli, que le niegan a los jubilados aumentos que equivalen a dos kilos de milanesas”.
Algunos escucharon y lo aplaudieron: “Samid, poné el asado”.

Sobre transferencias.
Otros pasaron indiferentes.
Hubo quienes no dejaron a un lado la conferencia de Donald Trump frente a la delegación argentina y un séquito de periodistas en Estados Unidos, que ató la supuesta ayuda económica –“dependiente y colonial”, resume una jubilada– al resultado de Milei en las próximas elecciones del 26 de octubre. Una escena que aunó carteles: “Milei mulo de Trump. Mulo de los yanquis”.
Y otros se ríen de esta realidad, como Luis, que escuchó un llamativo spot de La Libertad Avanza. La Cámara Nacional Electoral rechazó la reimpresión de las boletas en la provincia de Buenos Aires –principal bastión electoral por su caudal de votos– y mantuvo en primer lugar la figura del Espert, quien renunció a su candidatura tras el escándalo por el cobro de al menos 200 mil dólares del empresario Federico “Fred” Machado, extraditado a Estados Unidos por su vinculación con el mundo narco. Por eso, el oficialismo lanzó un singular slogan: “Para votar al colorado (por Santilli), marcá al pelado”.
Pero Luis armó otro cartel:
- “Si votás al colorado, te gusta el pelado”.
Se ríe: “No hace falta explicar nada”.

Diálogos con la pared.
Clima electoral
Tito no quiere hablar. Está cansado. Dice que lo que tiene para decir está en el cartel: “Recomposición de las jubilaciones ya”. Pero antes de irse, se arrepiente y dice que quiere decir una sola cosa: “En mi juventud inventamos el término de vendepatria. Bueno, hoy están en el gobierno”. Tito se va caminando y se sumerge en la marcha, que palpita el factor electoral desde el pulso de los múltiples sectores que convergen en estos miércoles.
Las elecciones legislativas del 26 marcan la segmentación que se percibe esta tarde. La UTEP y Jubilados Insurgentes por un lado. La izquierda por otro. Y otro grupo de autoconvocados más allá. La unidad se da en la marcha que bordea la Plaza de los Dos Congresos y en la que esta vez (es noticia), no hay represión.

Andar pese a todo, con energías para Pablo Grillo.
Rubén, jubilado, analiza: “Con las elecciones tan cerca estamos viviendo un impasse en cuanto a nuestra propia coordinación como sector. Noto un proceso de desmovilización de cara a una cierta esperanza que se da a partir de lo que dicen las encuestas y es que este tipo (Milei) va a perder. Entonces muchos esperan a ver qué sucede, esperando una nueva constitución del Congreso. Si confiamos en que eso dará una solución, estamos liquidados. Por eso nuestra única alternativa es seguir en la calle”.
Agrega: “Todos los partidos repiten 100 veces en sus discursos la palabra unidad y coordinación y yo me pregunto ¿dónde está el espacio asambleario en el que estén todos los sectores golpeados? No existe, no hay nadie que se anime a hacerlo. Ese es el problema”.

Keiko integra la organización Jubilados Insurgentes. “La antesala a las elecciones viene a mostrar que los jubilados estamos prácticamente solos. No nos apoya nadie, ni en el Congreso donde ratificaron el veto a la suba jubilatoria que eran 7 pesos por mes, ni en la calle”. Keiko dice que las y los jubilados tienen dos misiones:
- Seguir, miércoles a miércoles, marchando.
- No confundir.
¿No confundir a quién? “Que la lucha no es contra un gobierno. No se trata del ‘afuera Milei’ y listo. Nuestra pelea es contra un sistema. ¿Qué ganamos con que se vaya Milei si viene otro (seguro que menos violento y menos loco) pero que tampoco nos representa? Si creemos que el eje es la lucha electoral, chau”.
Algunos terminan la ronda cantando la marcha peronista. Otros, flameando banderas por Gaza y llamando a votar diputados y diputadas de izquierda. Samid sigue sonriendo, como figura de su propio frente. Otros grupos, terminada la marcha, se reúnen a discutir en asamblea la pregunta del momento, la pregunta de tantas veces: ¿qué hacer?
Lo hacen mirando al 26 de octubre. Y mucho más allá también. Faltan 10 días.

Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
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