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Un 24 de marzo que hace historia

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El acto más grande para un 24 de marzo desde el retorno de la democracia tuvo como protagonista a una sociedad con el poder de ocupar las calles. Quiénes fueron los protagonistas y qué voces escuchamos: la agenda política que se impone desde abajo.  

Esta producción pudo realizarse gracias al esfuerzo conjunto de toda la Cooperativa de Trabajo Lavaca

Un 24 de marzo que hace historia

La Plaza y la Avenida de Mayo, las Diagonales Norte y Sur y las calles vecinas estallaron de gente este 24 de marzo bajo un solazo más de verano que de otoño. Pero la multitud ocupó en realidad todo el centro porteño, hasta Congreso, yendo y viniendo, bailando, escuchando, expresándose en una jornada inolvidable y en un momento con forma de encrucijada y de amenaza.

El principal canto convocante y unificador fue el que le informa a los militares responsables de crímenes de lesa humanidad: “Como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar”. Algunas recorridas por ese universo a cielo abierto que este domingo dijo lo suyo.  

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Foto Lina Etchesuri para Lavaca

Nuevas generaciones

El grupo se llama Nietes. Está preparando carteles y armando las cañas para las dos banderas que llevarán en toda la movilización, en la intersección de Avenida de Mayo y Piedras.

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Foto Lina Etchesuri para Lavaca

Karen Maydana Galván, nieta de Orlando Galván, desaparecido en 1977, tiene 29 años: “Es una fecha muy especial, en medio de un gobierno neoliberal que reivindica lo que pasó en la dictadura. Va más allá del negacionismo, y es mucho más perverso, porque reivindica y relativiza a los 30.000”. La gente cantaba muy cerca, saltando y bailando al mismo tiempo: “Y ya lo ve, y ya lo ve, el que no salta votó a Milei”.  

María Victoria Barcia, también 29 , tiene desaparecido a su primo Daniel: “Una de las cosas que hablamos mucho es cómo perdimos el territorio de la virtualidad. Ahí viene la mano del voto de la juventud. Hay que recuperar esas redes y abrir el diálogo con los jóvenes”.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca

María Victoria también prioriza otras redes: “Ayer estuvimos en una escuela y abrimos el diálogo, hicimos participar a todes, haciéndoles sentir que es válido si no piensan como nosotres, pero que hay que hablar. Preguntamos si alguien tenía un familiar desaparecido y un nene de 12 años subió al escenario y contó que el primo de su abuela había desaparecido cuando estaba jugando a la pelota en la calle: contó que un auto paró y se lo llevó. Es un montón que haya podido contarlo: tiene 12 años”. Nietes sale a la marcha, haciéndose cargo del presente y también del futuro.

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Foto Juan Valeiro para Lavaca

Un subte muy raro

Ella viaja sola.

El subte A rumbo a Plaza de Mayo está colmado como en las peores horas pico. Viaje raro. Los que entran en cada estación apretujan a quienes van adentro para fabricarse un espacio. Pero lo que en otros días (curiosamente llamados “hábiles”) es caldo de fastidio sardinesco, aquí se toma con sonrisas, buen humor y la canción que compara a los militares argentinos con los nazis, entonada unánimemente por pasajeros y pasajeras.  

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Foto Lina Etchesuri para Lavaca

Ella sonríe y canta. Entra un señor con la camiseta argentina y arranca con la marcha Los muchachos peronistas. Lo acompaña una parte del vagón solamente. “¿No saben la letra? ¡Apréndansela!” dice el hombre provocando risas, y vuelve a cantar. Ella canta también la marcha. Los más altos golpean el techo para acompañar, el resto apenas aplaude por el apretujón.

Llegada a la estación Lima. Casi toda la gente baja. Ella también. Cuando ve al cronista de lavaca dice con una sonrisa luminosa: “¡Qué alivio ver que hay tanta gente! ¡Qué alegría inmensa salir a la calle y que esté pasando esto!”.  

Nadie la reconoce. No saben que es Graciela Daleo, detenida-desaparecida en la ESMA, testigo histórica en los procesos por delitos de lesa humanidad desde el Juicio a los ex comandantes de 1985, y en varios de los que lo siguieron, tanto en Argentina como en el exterior. Sube las escaleras del subte a toda velocidad, se asoma a la calle que es una fiesta, vuelve a sonreír y se sumerge en la multitud que va rumbo a la Plaza: ella ya no viaja sola.

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Foto Juan Valeiro para Lavaca

Memoria metal

Son las diez de la mañana y en la Plaza de los Dos Congresos ya hay un escenario montado. Pablo tiene 37 años, barba metalera, chaleco metalero y es uno de los organizadores del festival Nunca Más, que hoy está en su decimoséptima edición para   celebrar la memoria con heavy metal. Pablo también forma parte del Sindicato Argentino de Músicos (SADEM).

“Este 24 es totalmente diferente porque cae con un gobierno prodictadura, represivo, y que tiene los mismos planes económicos de la dictadura para que seamos el patio trasero del imperialismo. No quieren la autonomía de los trabajadores, sino que agachemos la cabeza para agotar nuestros recursos naturales. Hay que sembrar conciencia y educar a la gente con razonamiento: mucha gente se afilió a reels (de redes sociales) según sus preferencias, desde una realidad muy virtualizada. Ahí nosotros no supimos jugar bien”.

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Foto Lina Etchesuri para Lavaca

Un hecho curioso fue que frecuentemente se percibía entre la multitud cierto aroma inédito en encuentros anteriores: el de los repelentes, como sistema defensivo frente al avance de los mosquitos y los contagios de dengue. El acto, en muchos sentidos, funcionó también como un sistema de defensa, sin necesidad de repelentes, sino con la posibilidad de estar movilizándose para hacerse oír.  

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Foto Juan Valeiro para Lavaca

Lo impensable

Al lado de Nietes, quienes arman las cañas para prepararse a movilizar son integrantes de H.I.J.O.S. Carlos “Charly” Pisoni, referente de HIJOS Capital, es hijo de Irene Bellocchio y Rolando Pisoni, secuestrados el 5 de agosto de 1977. “Es un 24 distinto porque tenemos un gobierno de ultraderecha, con un presidente y una vice negacionistas. Nunca pensamos que iba a haber un retroceso tan grande. Por eso este 24 no es solo para recordar y reflexionar sobre el pasado, sino para reflexionar lo que pasa en la actualidad”. 

¿Por qué nunca se pudo pensar? “Creíamos que este gobierno no iba a pasar. Pero está pasando. Que no íbamos a tener que discutir la teoría de los dos demonios y los 30.000, pero lo estamos discutiendo. Milei es un producto de la pandemia, de un gobierno que no cumplió con las expectativas de la sociedad, y que sin duda no logró que el pueblo sea feliz. Hoy hay que redoblar esfuerzos: no solo hay una grieta en lo ideológico, sino en poder hablar, debatir y discutir. Para una parte de la sociedad los que hacemos política somos unos chorros. Mientras tanto este gobierno implementa el mismo plan económico que fracasó en Argentina”.

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Foto Juan Valeiro para Lavaca

En la semana la Red Nacional de HIJOS comunicó el atentado contra una militante, a quien golpearon, maniataron, abusaron, y escribieron en su casa la siglas de “Viva La Libertad Carajo”, expresión utilizada por el presidente Javier Milei.

Planea Pisoni: “Lo que tenemos que pedir es que la causa avance y la investigación policial prospere. Ya pasaron tres semanas, la causa estuvo rebotando en varios juzgados y ahora está avanzando. Es momento de que el poder judicial pueda investigar la violencia política en Argentina”. La causa quedó en manos del juez Julián Ercolini y del fiscal Carlos Rívolo. En ese contexto, llama a aprender de las Madres y de las Abuelas: “En los peores momentos hay que seguir organizados”. 

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Foto LIna Etchesuri para Lavaca

Lo que molesta

La familia camina por Avenida de Mayo y Perú, mientras mira una intervención de siluetazos sobre el cemento de la calle. Carolina, 46 años, es investigadora en salud en una universidad del conurbano. Alejandro, su pareja, tiene 45 y es informático. Vinieron con Dante, su hijo de 7 años. Viven en la ciudad de Buenos Aires. Carolina no esconde su tristeza: “Tengo mucho miedo de que se olvide lo que pasó y pueda repetirse algo similar. Tenemos un presidente y una vice negacionistas y eso parece que no importa”. 

Su área de investigación dependía del Conicet hasta que llegó el recorte de Mauricio Macri, y fue relocalizada en una universidad nacional. Esa universidad está hoy en vilo presupuestario por el recorte de Milei, Caputo y compañía. “Sabía que si ganaba la derecha la investigación y la educación iban a ser perjudicadas. Pero no es por mí, sino por mi hijo, que estoy preocupada. Me molesta que no haya podamos construir una continuidad política”.

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Foto Juan Valeiro para Lavaca

Lo que entendió en un colectivo: “Me quedé mucho con lo que yo sentía y me costó incluir a otros sectores, que quizás son los que están más favorecidos en el living de su casa. Lo que más tristeza me da es subirme al colectivo para buscarlo a Dante al colegio. El otro día veía que estaba lleno de laburantes, varios que habrán votado a Milei, y pensaba: algo ahí perdimos, no escuchamos esa voz. Ahí la cagamos”.

Alejandro aporta algo clave: “Hay que recuperar la discusión política. No puede ser que en las casas no se hable de política. La resistencia al avance de estos proyectos se en las casas. Y eso debe hablarse, debe ser un tema en el lugar que vivís. Y se está perdiendo”. 

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Foto Lina Etchesuri para Lavaca

Algo achanchado

Paula y Ariel tienen 48, y vinieron a la Plaza con Sol y Nico (16 y 12, hija e hijo). Llegaron desde Avellaneda, sur del conurbano bonaerense. Ariel y Paula nacieron en el 75, y toda su primera infancia fue en dictadura: jardín y primeros años de primaria. Recién en tercer grado, en el 83, la democracia trajo algo de alivio. “Desde los 7 años que venimos a la plaza”, cuenta Ariel.  

Paula es profesora en un terciario y le sorprendió en 2023 la inserción de Milei en los teléfonos de sus estudiantes: “Ganaron mucho ahí. Mirá que los llevamos al Infierno, un ex centro clandestino de detención en Avellaneda, y les explicamos los crímenes de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán (asesinados por la Bonaerense en 2002). Sin embargo fue muy difícil, estaban con el teléfono como en otro país. Se filtró mucho por ahí, y compraron ese payaso divertido por TikTok. Rompió lo político”.

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Foto Lina Etchesuri para Lavaca

Ariel: “Se abrió una puerta, y para eso algo se tuvo que hacer mal. Fueron muchos años de luchas, de conquistas, pero a grandes sectores no les llegó ninguna posibilidad de cambio real. Los últimos años (se refiere a los de Alberto Fernández en la presidencia) fueron muy duros: avanzó la inflación, las medidas para mucha gente jamás llegaron, no se puede alquilar, un pibe de 30 no puede comprarse ni una habitación. Para que este muchacho haya entrado algo se tuvo que hacer muy mal, y eso hay que revisarlo a fondo”.

¿Se rompió una especie de modorra? Paula asiente: “Sí, es un mea culpa. Hay que hacer un balance de que esto lo dejamos crecer. Hubo algo achanchado. Pensamos que estaba todo muy resuelto, y cuando vimos las respuestas nos dimos cuenta de que estábamos en otra, mientras seguíamos con un carrito de que estaba todo bien. Es lamentable que tengamos que volver a hablar de un montón de cosas, pero es necesario: hay un grupo que esto no lo sabía”. 

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Foto Juan Valeiro para Lavaca

Camuflaje

Otra de las evidencias que aportó la manifestación es el grado de provocación, inutilidad y gasto sospechoso que tiene el supuesto protocolo de seguridad de la ministra Bullrich, que el gobierno ha venido aplicando afanosamente.

Virginia Bouvet es metrodelegada y una de las referentes del sindicato del subte. Marcha con la CTA por Diagonal Sur: “Confío en que hay un inmenso sector de la sociedad que opina que estas no son las maneras de definir las diferencias políticas. Que sabe que lo que se hizo desde el Estado en la década del 70, con el plan sistemático de exterminar trabajadores, militantes, políticos, y robo de bebés, está mal. Creo que la mayoría de la sociedad argentina le dice Nunca Más a esos hechos. El desastre en la economía dio lugar a estos sectores. Pero yo confío”. 

Silvia también marcha por Diagonal Sur con la CTA: es trabajadora de la salud en la provincia de Buenos Aires, y está recientemente jubilada. “No es una marcha como otras. Está en juego un montón de cosas que no tienen que ver con una cuestión partidaria, sino con la defensa de 40 años de democracia, y que involucra también a un montón de gente que votó al presidente. Vienen por todo, pero camuflado. Hay que tener cuidado, porque hoy es Milei, pero mañana será otro”. 

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Foto Lina Etchesuri para Lavaca

En la Plaza de Mayo, y por el lado de la CGT, marcha Omar Plaini, secretario general del sindicato de Canillitas: “Es un 24 más grave que el de Macri, porque tenemos un presidente sin historia y sin pasado. Están convencidos que el Estado es una organización nacida para robar. Milei le dio una vuelta más y dice que es una asociación criminal, de la cual le toca ser el jefe. Hoy nos desafía fuertemente y por eso es imprescindible estar acá. Ellos representan un cambio cultural que quieren llevar a la práctica, y estamos interpelados a evitarlo desde nuestro pensamiento nacional”. Para Plaini hace falta un liderazgo: “El peronismo no es bifronte, y tuvimos un peronismo bifronte estos años. Hace falta un conductor o una conductora que quiera liderar al movimiento”.

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Foto Juan Valeiro para Lavaca

Emociones en el bar

El acto principal convocó sobre el escenario de espaldas a la Casa Rosada a Nora Cortiñas, Estela Carlotto, Adolfo Pérez Esquivel y Taty Almeida. Hubo luego otra manifestación del Espacio Memoria Verdad y Justicia.

Adriana Leiva se conmovía al llegar al bar La Embajada. Es hermana de María Delia, desaparecida el 11 de enero de 77. Y es una de las que custodia que Elia Espen, una de las Madres Línea Fundadora, llegue a ese bar en medio de llantos conmovidos de gente que canta: “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”.

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Foto Lina Etchesuri para Lavaca

Sabe Adriana que no es un 24 más: “Es hermoso que estemos todos en la calle. Hay un objetivo claro, que están avanzando y no hay que dejarlos. Pienso en mi hermana y en los 30.000, pero también en los que estamos acá”. ¿Cómo se sigue? “Lo que pienso desde la acción es el compromiso no sólo por el Día de la Memoria, sino ir a escuelas, universidades, a las organizaciones, a dar nuestro testimonio, pero también a buscar el de las y los jóvenes. Fue muy importante el otro día que compartimos una charla con Nietes: abrimos ese camino y extendimos el puente con el hoy y las consecuencias de este momento. La dictadura no es algo que pasó, sino que sigue siendo algo del presente”. 

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Foto Lina Etchesuri para Lavaca

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Foto Juan Valeiro para Lavaca

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Foto Lina Etchesuri para Lavaca

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Foto Juan Valeiro para Lavaca

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Foto Juan Valeiro para Lavaca

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Lo invisible

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Por Claudia Acuña

El artista italiano Salvatore  Garau fue noticia estos días  porque vendió una escultura invisible. La tituló Yo soy. La casa de subastas Art- Rite le entregó al comprador un certificado mientras exhibía la pantalla en blanco. Esa nada se cotizó en 18.300 dólares.  A pesar de no poder verse, el artista impuso algunos requisitos para su venta: la obra debe situarse en un lugar libre de obstáculos con un espacio alrededor de un metro y medio.

No es la primera vez, aunque sí la mejor remunerada, que Garau presenta obras invisibles. La última la instaló en Nueva York, antes en Milán. Todas consistían en lo mismo: un espacio vacío delimitado por cintas blancas que forman un cuadrado y un audio que recita:

 “No me ves, pero existo, justamente sobre esta blanca y redonda geometría.

Sientes mi ausencia que es una verdadera existencia.

¿Aún no me ves?

Sin embargo, estoy aquí, frente a ti

y lloro porque soy belleza y amor, que están desapareciendo.

Dame la forma que quieras.

Haz que no desaparezca del todo.

Si me sientes presente, existe”.

El artista justificó así la obra: “No se ve la escultura, tampoco el artista y sin embargo estamos los dos. Representa una perfecta metáfora de estos días. Estamos viviendo un momento en el que nuestro ser físico, nuestro existir, es reemplazado por nuestras imágenes virtuales y por nuestra voz, también impalpable. Nuestro ser de carne y hueso debe enfrentarse con la ausencia, que es la verdadera presencia en estos tiempos”.

El miércoles de esta semana una multitud desbordó la Plaza de Mayo en un acto que tuvo como protagonista un escenario vacío. ¿Por qué instalar un escenario para no subir a nadie? Lo que ocupó un lugar central fue, en cambio, un audio de wasap, que transmitía un mensaje de la ex Presidenta Cristina Fernández. Sin embargo, ese escenario vacío también habló: dijo mucho sobre lo que representa para esa fuerza política el proceso interno que desencadena su condena. Imposible no recordar la letra de Charly que, proféticamente habla del escenario vacío, de “una prisión que no es mía”, de “ventanas muy agitadas” y de “un millón de manos que me aplauden.”

Aquel miércoles y a pocas cuadras otro vacío se hizo oír. En los alrededores del Congreso y en la marcha de las y los jubilados –que hace apenas dos semanas era definida por referentes de esa misma fuerza política como el punto de unión “de todas las luchas”– se quedó esperando que la multitud caminara las pocas cuadras de distancia para acompañarlos.

Y nada.

Así ese vacío imperdonable se convirtió, también, en una perfecta metáfora de estos días.

Ayer viernes la ceremonia del audio de wasap se repitió en Parque Lezama.

Otra vez, la multitud.

Otra vez, el rito de la escucha atenta y sensible.

Otra vez el espacio poblándose sólo por el sonido.

Pero esta no hubo escenario, aunque sí micrófono, que utilizó Máximo Kirchner, el hijo de esa voz que no se ve, pero se siente. Le habló a una multitud que lo escuchó, pero –como al futuro– parece no verlo.

¿Es ese vacío lo que sostiene a Milei?

¿Es una invitación a colmarlo?

¿Es un peligro o una oportunidad?

¿O ambos?

Son algunas de las preguntas que en los próximos días, por acción u omisión, se irán revelando.

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Argentina en un día: miércoles, Plaza de Mayo y Congreso

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Acto del peronismo en Plaza de Mayo, con audios enviados por Cristina Fernández de Kirchner. Jubilados y jubiladas ante un Congreso sitiado de vallas por el “protocolo” que cortó el tránsito por todo el centro porteño. Marchas divididas por arriba. ¿Y por abajo? ¿Por dónde se canaliza la energía social que alimenta la protesta? ¿Qué le dice el peronismo a los jóvenes? ¿Qué rol cumplen quienes se consideran dirigentes? ¿Qué simbolizan los jubilados que marchan cada miércoles, y no solo de vez en cuando? La división infinita y los puntos en común para intuir cómo siguen las cosas

Francisco Pandolfi, Lucas Pedulla y Franco Ciancaglini

Foto: Lina Etchesuri para lavaca

Mediodía de miércoles.

Valeria, 45 años, y su hijo Santino, de 13, estuvieron una hora esperando el 96 en Virrey del Pino, en los confines de La Matanza, pero se terminaron tomando el 620 hasta Liniers, y de ahí el tren Sarmiento hasta Once, y de ahí la línea A del subte hasta la estación Piedras. 

Más de dos horas y tres transportes públicos, ¿para qué? “Por Cristina”, define Valeria, una de las “gente suelta”, que viaja rumbo a la Plaza de Mayo sin estar organizada o encolumnada. Portando una bandera de Argentina, esperan, como muchas de las miles de personas que se van cruzando en el viaje y ya en Avenida de Mayo, escuchar algo desde el escenario que les signifique un hilo del que tirar.

También, con la certeza de inhabilitación de Cristina para ejercer cargos públicos, se animan a pensar qué escenario se abre de aquí en más. Sale el prode de candidatos, sin vueltas: “Si no es Cristina, Axel, pero será lo que diga ella”, dice Valeria. ¿Así no pasaron Scioli, Massa y Alberto? Valentina firme: “Lo que diga ella. O Axel”.

Argentina en un día: miércoles, Plaza de Mayo y Congreso

Foto: Lina Etchesuri para lavaca

Por Avenida de Mayo las columnas avanzan. Pasan banderas de CTA, Satsaid, Aeronáuticos, UTE, CICOP, Metrodelegados, SUTEBA, Unidad Popular, Abuelas de Plaza de Mayo, HIJOS Capital, entre pasacalles de ATE y del Movimiento Derecho al Futuro (MDF), del gobernador bonaerense Axel Kicillof, con la leyenda: “Argentina con Cristina”.

Por las diagonales también hay movimiento: desde la Sur, avanza una columna gruesa de La Cámpora y gremios de la CGT, como los universitarios de FEDUN; por la Norte, la sorpresa de partidos, organizaciones y centros de estudiantes de izquierda. Su bandera: “La proscripción refuerza al régimen”. Muchas de estas banderas no se quedarán, sin embargo, hasta el final del acto.

Sí se queda Estela, 64 años, jubilada, vecina de CABA, que dice que nadie la trajo sino que vino solita por Cristina: “Es un desastre todo”, diagnostica. Quién le gusta: “Kicillof”. Alejandra, también jubilada y de CABA, 67 años, no vino por Cristina sino por todos porque “están haciendo mierda” la democracia. ¿Qué espera después del acto? No se anima a pronósticos porque –dice– todo es muy incierto: “Hay que ver si hay continuidad y organización”, desliza. Tampoco se arriesga a decir si tiene algún candidato: “No hay ninguno que me guste. Hay que ver qué pasa con Kicillof”. 

Argentina en un día: miércoles, Plaza de Mayo y Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Dame fuego

Sara (54), Sandra (44), Lilian (53), Marcela (52), Emilce (48) y Miriam (57) son todas docentes de primarias y secundarias de Merlo, oeste conurbano. “Hay que defender la democracia”, dice Sara. A su lado, Lilian espera que la marcha sea un punto de inflexión y unidad: “Veníamos separados, tirando para diferentes lados y esto nos congrega en unión para hacer frente a una situación preocupante”. Para Emilce, es un llamado de atención al Gobierno: “Nos vamos a seguir defendiendo. Y que se dejen de joder con Israel porque somos Argentina”. Si no es cristina, ¿quién? Todas responden al unísono: “Axel”.

Emilce suma: “Grabois”. Miriam lanza: “Santoro, pero más Axel”. Sara y el gen local: “Mariel”, dice, por Mariel Fernández, intendenta de Moreno.  ¿Qué tienen todos ellos en común? Sandra resume: “Fuego peronista”. 

 Frente al Cabildo están sentadas Angélica (69) y Adriana (66), que vinieron desde Córdoba capital. Salieron en micro a las 20.30 del martes, las paró Gendarmería en el medio “para hacer acting”, y llegaron a la ciudad de Buenos Aires a las 6 de la mañana. “Si no reforzamos las calles esto va a durar quién sabe cuánto tiempo”, dice Angélica, que tiene bien en claro que el peronismo cordobés es un poco particular. “Por decirlo de una forma elegante”, dice Adriana. ¿Cómo habría que llamarlo? “Carnero, traicionero, de derecha”, describe, al punto de que tuvieron que exigirle al PJ provincial que abriera el partido para reclamar el día del fallo de la Corte: “Ellos se callaron la boca y dijeron que había que respetar la institucionalidad. Si no fuera por Schiaretti, Milei no habría ganado las elecciones”. Sobre quién les gusta para lo que sea que venga: “Axel, sin dudas. Lo amamos”. 

Argentina en un día: miércoles, Plaza de Mayo y Congreso

Foto: Lina Etchesuri para lavaca.

Audios redondos

En Plaza de Mayo, a las 15.08 suena la Marcha Peronista. Es el anuncio de que el acto comienza. Seis minutos después, se canta el Himno. Hay lágrimas, voces roncas, dedos en v. Luego, la sorpresa: se escucha la voz de Cristina. Circulan los shhh. La plaza entera, colmada, se calla.

Made in Argentina: la plaza central por excelencia, llena de bombos y bullicio popular, se queda en el más puro silencio. La sensación es de respeto, pero no deja de sorprender; lo produce una persona no en cuerpo y presencia desde un escenario, sino desde una grabación que hizo en su casa en el barrio de Constitución, estando presa. 

Cristina habla de que el modelo económico de Milei es insostenible y que el verdadero poder económico lo sabe: “Por eso estoy presa”, dice. La plaza aplaude. “Pueden encerrarme a mí pero no a todo el pueblo argentino”, subraya y pide volver a organizarse para planificar la salida a esta crisis. Y dice que, de las cosas que más les gustó escuchar de estos días de caravanas y concentraciones en San José 1111, fue la canción “Vamos a volver”, que resuena nuevamente en esta plaza: “Revela una voluntad”.

Se despide y, tras una breve llamada en vivo desde su casa, vuelve a saludar a la plaza, arengando su organización. Luego, suena Todo preso es político, de Los Redondos. Las columnas empiezan a desconcentrar, la gente se empieza a retirar. Y Marti, una joven militante de La Cámpora en zona sur del conurbano, vuelve emocionada: “Vamos a volver, a volver a reinventarnos, a volver a construir políticas de cuidados y de derechos”.

Afirma que el mensaje fue clave para la militancia: “Fue un empujón de energía para que no nos atemorice este gobierno hambreador, sino para salir con más fuerzas que nunca al territorio para ganarlo de nuevo”. 

Argentina en un día: miércoles, Plaza de Mayo y Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

A dónde va la energía

Los testimonios de esta calle demuestran que fue un acto muy importante para la militancia. Muy. Pero inmediatamente concluido lo importante era otra cosa: “Que se entienda la diferencia entre la militancia y la gente. Y también que se entienda qué significa hoy la militancia”. Lo dice alguien que conoce el movimiento desde adentro y desde hace años y que por eso mismo lee el acto con memoria y proyección.

Si mira a los aparatos, los ve debilitados en relación a la capacidad de movilización que tenían años atrás cuando ondulaban las banderas de La Cámpora a lo largo de diez cuadras, otras tantas del Evita o Barrios de Pie, hoy desaparecido, más los etc etc. (La conclusión es evidente: tras cuatro administraciones del Estado en las que tuvieron en sus manos la caja de varios programas sociales ningún dirigente pudo/supo o logró construir una organización política duradera y comprometida).

Irrumpió sí por primera vez en Plaza de Mayo la bandera de la línea Kicillof y la columna de Grabois, las dos únicas renovaciones de esta temporada.

Si se mira por fuera de las internas partidarias, hubo una gran mayoría de gente suelta: esa es hoy la columna vertebral de la militancia. “Unos y otros de los que vinieron hoy representan personas que votaron a los candidatos de este sector, sean cuales fueran. En ese sentido son militantes. Se fueron hoy como no estaban ayer: convencidos de que si militan vamos a volver. Se fueron con la ilusión y con la mística peronista”.

El tema es a donde se va a enchufar finalmente esa energía que Cristina logró renovar, la única dirigente peronista capaz de calentar este frío invierno del progresismo y también la única a la que ninguna de las personas que fue hoy a Plaza de Mayo podrá votar.

Argentina en un día: miércoles, Plaza de Mayo y Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

La grieta juventud/peronismo

¿A qué se enchufa toda esta energía?

“Al pasado”, responde el consultor político Gustavo Córdoba, experto en encuestas electorales entre otras disciplinas de comunicación política.

Precisa: “El acto de hoy mientras sea deseo, promesa, impacta”. La incógnita es qué pasará cuando eso que hizo latir se concrete. “Este es un momento político excepcional, único y por eso mismo representa un verdadero desafío, entre otras cosas, de liderazgo político”. En ese sentido señala que el desafío es claro: quién es capaz de conducir este proceso. “Sin duda lo está conduciendo Cristina y esto ha sido el resultado de la decisión de la Corte Suprema de romper el equilibrio de poderes, quizá por error de cálculo. Lo cierto es que al confirmar la condena la empoderó. Por otro lado ya sabemos cómo conduce Cristina: tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. El desafío que tiene Cristina hoy es conducir integrando a todas las tribus que hay en el peronismo, habida cuenta de la necesidad electoral de tener un buen desempeño en septiembre en Buenos Aires y en octubre en todo el país”.

Lo que destaca Córdoba: “Lo que ya estaba polarizado se ultra polarizó”.

Lo que preocupa: “El peronismo no es algo que escuche la generación más joven. No solo no lo escucha: ni le llega su mensaje. Y ese es un problema que impacta directamente en los resultado electorales porque se trata del segmento etáreo que más participa. Son los mayores de 50 los que menos han ido a votar en las últimas elecciones y es en ese sector donde el peronismo obtiene mayor repercusión”. 

Foto: Ramiro Domínguez Rubio para lavaca.

Jubilados ante las vallas

 Al mismo tiempo, en el Congreso, sucede la concentración de jubiladas y jubilados de cada semana. Pero la escena no tiene nada que ver con ninguno de los miércoles previos. Incluso los miércoles de verano, de extremo calor, o miércoles feriados, o miércoles de lluvia. Esta vez, la plaza está vacía. Vaciada. 

Pararse en la intersección de Avenida de Mayo y Sáenz Peña sirve para ver dos postales bien distintas si se mira a ambos costados: 

  1. Hacia 9 de Julio, la cola de una marea de gente mirando a la Casa Rosada. 
  2. Hacia Callao, un vacío en las afueras del Congreso de la Nación, edificio aislado de la ciudad y piquete máximo del centro porteño, totalmente vallado, impidiendo el tránsito por Entre Ríos, Callao, Rivadavia, Hipólito Yrigoyen, Ríobamba, Combate de los Pozos entre otras aledañas.  

Hay otras postales que reflejan lo mismo: la ausencia de cuerpos más allá de una centena de jubilados. 

Argentina en un día: miércoles, Plaza de Mayo y Congreso

Foto: Lina Etchesuri para lavaca.

Entonces, todo lo que se habla, se escucha bien nítido. 

Una señora le dice a otros dos: “Con esta división Bullrich se está haciendo un orgasmo. Eso es lo que le calienta, dividir, dividir, dividir”. 

La señora se llama Mabel, tiene 69 años y vino de Isidro Casanova. Cree que el acto en Plaza de Mayo “fue partidario” y que hoy el PJ volvió a no sumarse a la pelea de los jubilados. “Fue un miércoles más sin estar del lado de quienes más estamos sufriendo”. Mira lo positivo, aún en la falta de unidad: “A este gobierno un poco le debe joder que haya tantos focos de reclamo, pero hoy era un momento para haber demostrado una real unidad y que toda la gente que fue a la Plaza de Mayo viniese acá a protestar por cómo estamos viviendo. Me da bronca que se haya convocado la concentración una hora antes de la nuestra, cuando somos nosotros quienes venimos haciendo escuela en la resistencia todo estos meses y todos estos años”.

Críticas y reflexiones

Otra postal son los carteles y los discursos en contra de la proscripción a Cristina Fernández de Kirchner, que trasciende las posturas partidarias. “Los juby contra la proscripción”, firma: PTS Independiente; “Corte suprema ilegítima = fallo inválido”.

Rubén (72) y Mario (70) integran el Movimiento Activo de Trabajadores y Jubilados. Fueron a Plaza de Mayo a las 14, y antes de las 15 ya estaban congregando en Congreso.

Argentina en un día: miércoles, Plaza de Mayo y Congreso

Foto: Lina Etchesuri para lavaca.

Rubén: “Fuimos a hablarle a los compañeros que fueron a Plaza de Mayo para defender su derecho de votar, porque más allá de nuestras diferencias políticas creemos que hay que superar esa consigna: acá hay un problema de conciencia de clase y la forma de salvar a su líder o a su símbolo es solamente derribando a este régimen y a su plan económico criminal. Eso fuimos a decir allá y por eso volvimos acá: esta es nuestra pertenencia, nuestra trinchera. Los jubilados estamos en contra de la proscripción a Cristina pero la única manera de resolver ese problema y tantos otros que tenemos es organizarse para una huelga general, sino es imposible”.

Dice Mario: “Acá, ahora, debíamos haber estado todos, en una única movilización, exigiendo un plan de lucha nacional, con paros y movilizaciones, para lograr el desprocesamiento de Cristina, pero también para tirar abajo el plan motosierra que nos está matando a los trabajadores y a los jubilados. Acá es necesario un encuentro nacional de trabajadores que unifique la lucha, no lo de hoy. La convocatoria una hora antes de nuestra marcha por parte de la dirigencia del PJ nos parece un error, cuando saben bien que los miércoles es el día de la resistencia de los jubilados”.

Cierra Rubén: “Más que un error, fue una política que decidieron implementar, y se nota que terminó la manifestación y no vinieron acá. Eso demuestra que no quieren ir a fondo en el enfrentamiento contra este gobierno”.

La desunión de las marchas

A eso de las 16 horas encontramos a Griselda, quien tiene una remera de Cristina pero mientras se pasa un audio de la ex Presidenta en la Plaza de Mayo, ella está junto a los jubilados en Congreso. Viene de allá, claro, pero al no poder entrar a la Plaza por la cantidad de gente que había, eligió venir a un lugar más cómodo. Y donde sumara más.

Argentina en un día: miércoles, Plaza de Mayo y Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

No vino sola: vino junto a un grupo de amigas desde Berazategui, en tren. Todas ahora escuchan la radio abierta de los miércoles, a la que asisten siempre que pueden: “Hoy como hice paro pude venir”.

El paro, claro está, fue por la movilización a Plaza de Mayo, a la que fue “en contra de la proscripción de Cristina”. Ahora con los jubilados, Griselda reflexiona sobre la desunión de las marchas: “Yo las uní a venir, pero para mí los que organizaron tendrían que haber unido ellos las marchas. Con el grupo que vine lo unimos, no sé si acá primero y después a la Plaza, o al revés… hubo un poco de desacuerdo, primero se iba a ir a Comodoro Py, cambió todo y un poco se desorganizó. Lo importante es que igual la gente está en la calle, porque la Plaza estaba llena”.

A partir de hoy, ¿qué va a pasar? “Cristina estará en domiciliaria, los jubilados acá… Griselda: “Es la incógnita. Ahora parece que estamos todos unidos, pero esto se tiene que mantener. El pueblo sí está unido, pero los dirigentes: ¿se van a unir? Eso es lo que no sabemos. El pueblo se puede unir y en estar la calle estar, pero…”.

¿Está más unido el pueblo por abajo que por arriba? “Exacto”.

Desconcentrados

A las 16:30 horas ocurre la desconcentración de Plaza de Mayo que no parece fortalecer sin embargo a la marcha de jubilados. Solo un puñado que no llega a las 400 personas se suman. Quienes llegan hasta la Plaza del Congreso, cuando ven el vallado y algunas banderas de partidos de izquierda, dan la vuelta y se van por otro lado en la mayoría de los casos.

Eduardo es uno de los pocos que viene caminando por Avenida de Mayo directo a entrelazarse con sus pares. Tiene 74 años y 9 nietos. Es de Quilmes y trae una bandera argentina en sus hombros. Habla despacito, como si midiera cada una de sus palabras.

Argentina en un día: miércoles, Plaza de Mayo y Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Cuenta que tiene artritis reumatoidea y que las inyecciones que se aplica son bastantes caras. “Desde que asumió este gobierno, tengo que renovar el pedido cada seis meses y un mes me dejan sin medicación. Me sale 350 mil pesos esa decisión…”. Cuenta, también, que más de una vez fue gaseado y golpeado. Y que un día como hoy está a la vista, que cuando las marchas son masivas, no reprimen. Focaliza el problema: “Nuestros propios compañeros peronistas que nos tendrían que ayudar, venir a respaldarnos, no vienen. En una oportunidad lo hicieron las hinchadas, en otra los del Garrahan, pero vienen una sola vez y después nunca más, no sirve así. Me da mucha pena, porque el resultado será una Argentina cada día más despedazada”.

¿Seguir gente o seguir ideas?

Mientras, por el altoparlante suena la voz de un jubilado que también conecta por abajo:

“La justicia crápula no tiene moralidad para juzgar a nadie: son los primeros corruptos que defienden este sistema que ataca a los trabajadores y a los jubilados queremos ser claros: nosotros hoy no hemos ido a la Plaza. Hemos optado por dos actividades: hemos estado en el abrazo al Garrahan, con los compañeros de la junta interna de ATE, de la asociación de trabajadores y profesionales del Garrahan, con los autoconvocados: ahí es dónde hay que estar, con los compañeros, cotnra este gobierno de perversos sociales que nos atacan. Y estamos acá otro miércoles, luchando por las reivindicaciones de los jubilados, que son las reivindicaciones de los trabajadores: si no peleamos ahora, no tenemos futuro. Quieren condenarnos a un subsidio a la vejez: crápulas. Nueve millones de pesos se aumentaron los senadores, y nos están condenado ocn una jubilación mínima apenas arriba de los 300 mil pesos”.

Argentina en un día: miércoles, Plaza de Mayo y Congreso

Foto: Lina Etchesuri para lavaca.

Luis Pesce es otro de los jubilados que viene de allá, y sintetiza todo en pocas palabras: “Si tenés ego no podés tener ideas. No hay que seguir gente, hay que seguir ideas. A mí lo que me gustaron de Cristina, justamente, son las ideas”.

Menea la cabeza: “Evidentemente están viniendo poquitos”. Y define magistralmente: “No llegan, pasan”.

Carlos, el famoso jubilado de Chacarita, es uno de los que pasa: “No, esto es un poroto (dice por la marcha a la que asiste cada miércoles), allá hubo un millón de personas. La gente fue apoyar a Cristina porque nos están robando el país. No tenemos patria, no tenemos nada. Es una colonia esto. Acá hay que luchar”, reafirma, agitado y mirando el minúsculo grupo de jubilados de esta vuelta. “Qué va a hacer”, define, en vez de adjetivar. Y ya cansado, plantea cómo seguir: “Mañana será otro día, mañana será otra lucha”.

 La resaca y la silla de ruedas

Alejandro de Palermo tiene un pasacalle que dice Cristina 2025. Lo cuelga frente al Congreso, después de traerla de Plaza de Mayo. “Los micros no dejaron estacionar, muchos no vinieron acá porque no saben después cómo volver”, ensaya una explicación del desencuentro. “Mucha gente quedó allá. Pero despacito están viniendo algunos”.

Es cierto, a las 17 horas parece alcanzar el pico máximo de unión entre marchas, aunque mientras unos cantan “somos de la gloriosa Juventud peronista”, por el altoparlante hablan del bombardeo a Gaza.

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Nos miramos desconcertados con Alejandro, y él reflexiona: “No soy muy político, lo único que sé es que salimos por la democracia, que es también la lucha del Garrahan, por los jubilados, porque están matando a la patria: nos están destruyendo todo. Esa es mi manera de pensar”.

Para él la condena a Cristina también es parte de eso: de un ataque a la democracia toda. Piensa en vivo: “Cristina es parte de nuestra… a ver, cómo te puedo explicar. Desde mi punto de vista, a Cristina la veo como alguien que nos dio muchos años buenos en este país. Ojalá tuviéramos la chorra toda la vida. Yo sacaba una murga, La resaca de Palermo, y éramos 100 personas que comíamos todos los meses asado con la murga; hoy no podemos ni invitar un guiso. ¡No puedo invitar a la gente a comer un guiso! Les decimos que se traigan un pedazo de carne cada uno”…

Le digo que, tal vez, vivía por encima de lo que podía: se ríe a carcajadas. Remata sin vueltas caracterizando al actual gobierno: “Son enfermos mentales. No les da la cabeza”.

¿Cómo se hacemos para sacarlos, si no se ponen de acuerdo, si los jubilados quedan solos? Alejandro: “Yo siento, loco, que con el voto de octubre tenemos que dar un mensaje. El voto tiene que ser a pleno con el peronismo. Espero que haya un buen peronismo”.

¿Vaya quien vaya? “No sé mucho de política. Pero el que esté en la cabeza, que lleve a la gente de frente march. Tuvimos fallas, tuvimos fallas. Pero con las fallas, loco, se aprende, ¿entendés? Tenemos que aprender a ver quién ponemos ahora, y no equivocarnos. Eso nomás”.

¿Y los jubilados? “Mirá cómo están, a vos te parece que tienen que venir acá? 300 mil pesos cobran. Mi viejo falleció hace una semana. Y me decía: qué ganas de ir con la silla de ruedas. Mi viejo es peronista de toda la vida. Y… lo traje una vez, un mes atrás, estábamos en la otra punta, y me decía: no sabés las luchas que tuvimos acá, con Perón. Y me contaba unas historias, cuando estaba los perseguían… 92 años tenía. Fue tan lindo para mí escucharlo”.

Marcelo se quiebra. Parece recordar esas palabras acaso como una última lección, algo así como: si hace falta se vuelve a marchar, a los 92 años y en silla de ruedas.

Y con alguien como él para llevarlo.

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Foto: Lina Etchesuri para lavaca.

Las cosas que se comparten

Zulema, de Jubilados Insurgentes, vuelve del ¡Obelisco! Hasta donde llegó con su grupo después de dar vueltas por todo el centro porteño. Así de inquietos estuvieron hoy y vienen estando las últimas movilizaciones de miércoles, para gambetear a las fuerzas federales e interpelar a los coches y transeúntes con cánticos y mensajes.

Hoy, al llegar, se encontraron con un vallado en toda Callao y toda Rivadavia y una Avenida de Mayo vacía de tránsito. “No venían coches, nada. ¿A quién le protestábamos? No pasaba nada”, cuenta sobre el momento del desconcierto. Así fue que empezaron a caminar por las calles aledañas, hasta llegar al Obelisco, pero sin pasar por Plaza de Mayo.

Cuenta por qué: “Nosotros podríamos haber hecho todos juntos una movilización por los derechos de todos y eso hubiese valido; pero se marchaba solo por Cristina. Ni siquiera pidieron por la libertad, que está mal condenada y por lo tanto tiene que estar libre. De todos modos nosotros queríamos mantener nuestro eje, no aprovecharnos en un sentido oportunista de ir con nuestra propuesta ahí. Queríamos mantener nuestros reclamos permanentes que no son nuestros sino de todos los trabajadores. Estoy segura que todos los que fueron a la marcha de Cristina los comparten”.

Zulema da en la tecla: “La clave es que nosotros planteamos que la lucha por nuestros derechos tiene que ser hecha por nosotros mismos y los otros que tienen los mismos problemas, piensan que los derechos se los va a resolver una figura. Ellos pelean para rescatar esa figura”.

Perón decía que hay que hablar mucho de las ideas, poco de las cosas y nada de las personas: “Sí, pero Máximo dijo que hay que dejar de patalear. Ellos lo resuelven por arriba y arrastran los mismos problemas desde hace tiempo por eso mismo”.

¿Y por abajo…? En uno de sus permanentes movimientos, la bandera roja de Jubilados Insurgentes dio la vuelta a la plaza Congreso y se paró en Sáenz Peña y Avenida de Mayo, a la espera de quienes venían de la Plaza de Mayo. “Estuvimos esperando y cuando vino el primer grupo les preguntamos si venían apoyar a los jubilados como para entrar con ellos de nuevo al Congreso. Y nos miraban… pasaban, no sabían. Capaz que algún grupo de jubilados sí. Pero estamos cruzados por ese problema: otras agrupaciones de jubilados son de partidos. Nosotros no. Eso también sentimos que nos divide. Pero nuestras coincidencias, si todos vienen a luchar, son lo importante”.

Al notar esta desconexión, los Jubilados Insurgentes y un nutrido grupo que los seguía fue primero para Corrientes y Callao y luego para el Obelisco. Le digo entonces a Zulema que mucha gente suelta siguió llegando al Congreso pero, al no estar ellos, quedaban justamente los grupos partidarios de jubilados. Zulema sigue su marcha: “Pero también venían por Corrientes, muchos nos vieron”, afirma.

Entre internas propias, ajenas y entrecruzadas, los Insurgentes plantan otra vez bandera: “Pudimos decir que nosotros luchamos contra toda proscripción. Y los que están más proscriptos son los trabajadores, y desde hace mucho tiempo. Nosotros pensamos que es una pena que toda la gente que apoya a Cristina no salga a luchar por ellos mismos también, por los derechos. Si eso se da, vamos a estar con los brazos abiertos. El tema es que las elecciones son como una mediatización, pareciera que todo pasara por ahí, entonces todo es un camino ya preparado que te saca de la calle”.

Por lo pronto, mientras la militancia desconcentra o llena la pizzería La Americana, un grupo de veteranos y veteranas se mete en un sótano para discutir, intercambiar, pensar cómo seguir adelante, estar juntos.

Como todos los miércoles.

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La casta judicial tuvo miedo: prisión domiciliaria para CFK

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Cristina Fernández de Kirchner no tuvo que ir a los tribunales de Comodoro Py a notificarse de su condena, y cumplirá prisión domiciliaria. La notificación se produjo este martes de manera remota. Esas novedades tuvieron como trasfondo permanente durante la última semana las movilizaciones y vigilias con centro la esquina de San José y Humberto Primo en la ciudad de Buenos Aires. La decisión del tribunal desactivó la marcha prevista desde Constitución hasta el Tribunal Oral Federal Nº 2, pero el Partido Justicialista y distintas organizaciones sociales, sindicales y políticas llamaron a un acto –este miércoles 18 de junio– a las 14, también en Plaza de Mayo. Otras organizaciones mantuvieron la cita de las 10 de la mañana para marchar desde la casa de la ex mandataria hasta la plaza.

Fotos: Juan Valeiro.

La casta judicial tuvo miedo: prisión domiciliaria para CFK

Este martes frente al departamento de Cristina Fernánde de Kirchner hubo hasta grupos de danza folklórica apoyando a la ex presidente. Fotos: Juan Valeiro para lavaca.

La condena de CFK a seis años de prisión comenzó a cumplirse domiciliariamente este martes 17 tras ser notificada por el TOF de manera remota. Los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola habían solicitado que la acusada fuese a la cárcel. El tribunal presidido por Jorge Gorini rechazó el planteo dando lugar a lo que había solicitado el abogado de la ex presidente, Carlos Beraldi, y señaló: “Su permanencia en prisión en un establecimiento carcelario no solo se presenta, por el momento, como una opción difícil de compatibilizar con una protección efectiva de sus derechos fundamentales sino que además es una opción que la ley expresamente habilita a reemplazar por otra”.

Otro argumento: “La combinación del riesgo para la vida e integridad física de la condenada a raíz del atentado del que fue víctima, junto con la dificultad de garantizar su seguridad en un establecimiento penitenciario sin incurrir en prácticas discordantes para el derecho constitucional y convencional −aislamiento−, nos conducen a la decisión en favor de la concesión de la prisión domiciliaria como única vía hoy compatible con el respeto de los derechos fundamentales de la persona”. Reconocen que toman la decisión tras considerar “el intento de homicidio que la tuvo como víctima, y que como dijimos, es materia de investigación en primera instancia y en juicio”.

La casta judicial tuvo miedo: prisión domiciliaria para CFK

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.

La detención tendrá como agregado “la colocación de un dispositivo de vigilancia electrónico”. El único dispositivo de este tipo que se utiliza hasta ahora es la tobillera.

Otra condición para Cristina: “Deberá abstenerse de adoptar comportamientos que puedan perturbar la tranquilidad del vecindario y/o alterar la convivencia pacífica de sus habitantes”. De hecho, este primer día de cumplimiento efectivo de la condena, no salió a saludar al balcón a la gente que se había reunido en la calle, que incluyó un grupo de danza folklórica y una delegación de actores y actrices, entre tantas otras expresiones.

La casta judicial tuvo miedo: prisión domiciliaria para CFK

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.

Queda por verse cómo evolucionará la cuestión hacia adelante, porque nadie puede prohibir que la gente continúe reuniéndose allí.  El acto del PJ de este miércoles será otra expresión que se estima será masiva. También, como cada miércoles jubilados y jubilados-, quienes nunca dejaron de marchar,  estarán enhebrando sus reclamos con todas las situaciones de injusticia social que vive la sociedad en estos tiempos.

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Fotos: Juan Valeiro para lavaca.

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