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Un 24 de marzo que hace historia

El acto más grande para un 24 de marzo desde el retorno de la democracia tuvo como protagonista a una sociedad con el poder de ocupar las calles. Quiénes fueron los protagonistas y qué voces escuchamos: la agenda política que se impone desde abajo.
Esta producción pudo realizarse gracias al esfuerzo conjunto de toda la Cooperativa de Trabajo Lavaca

La Plaza y la Avenida de Mayo, las Diagonales Norte y Sur y las calles vecinas estallaron de gente este 24 de marzo bajo un solazo más de verano que de otoño. Pero la multitud ocupó en realidad todo el centro porteño, hasta Congreso, yendo y viniendo, bailando, escuchando, expresándose en una jornada inolvidable y en un momento con forma de encrucijada y de amenaza.
El principal canto convocante y unificador fue el que le informa a los militares responsables de crímenes de lesa humanidad: “Como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar”. Algunas recorridas por ese universo a cielo abierto que este domingo dijo lo suyo.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca
Nuevas generaciones
El grupo se llama Nietes. Está preparando carteles y armando las cañas para las dos banderas que llevarán en toda la movilización, en la intersección de Avenida de Mayo y Piedras.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca
Karen Maydana Galván, nieta de Orlando Galván, desaparecido en 1977, tiene 29 años: “Es una fecha muy especial, en medio de un gobierno neoliberal que reivindica lo que pasó en la dictadura. Va más allá del negacionismo, y es mucho más perverso, porque reivindica y relativiza a los 30.000”. La gente cantaba muy cerca, saltando y bailando al mismo tiempo: “Y ya lo ve, y ya lo ve, el que no salta votó a Milei”.
María Victoria Barcia, también 29 , tiene desaparecido a su primo Daniel: “Una de las cosas que hablamos mucho es cómo perdimos el territorio de la virtualidad. Ahí viene la mano del voto de la juventud. Hay que recuperar esas redes y abrir el diálogo con los jóvenes”.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca
María Victoria también prioriza otras redes: “Ayer estuvimos en una escuela y abrimos el diálogo, hicimos participar a todes, haciéndoles sentir que es válido si no piensan como nosotres, pero que hay que hablar. Preguntamos si alguien tenía un familiar desaparecido y un nene de 12 años subió al escenario y contó que el primo de su abuela había desaparecido cuando estaba jugando a la pelota en la calle: contó que un auto paró y se lo llevó. Es un montón que haya podido contarlo: tiene 12 años”. Nietes sale a la marcha, haciéndose cargo del presente y también del futuro.

Foto Juan Valeiro para Lavaca
Un subte muy raro
Ella viaja sola.
El subte A rumbo a Plaza de Mayo está colmado como en las peores horas pico. Viaje raro. Los que entran en cada estación apretujan a quienes van adentro para fabricarse un espacio. Pero lo que en otros días (curiosamente llamados “hábiles”) es caldo de fastidio sardinesco, aquí se toma con sonrisas, buen humor y la canción que compara a los militares argentinos con los nazis, entonada unánimemente por pasajeros y pasajeras.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca
Ella sonríe y canta. Entra un señor con la camiseta argentina y arranca con la marcha Los muchachos peronistas. Lo acompaña una parte del vagón solamente. “¿No saben la letra? ¡Apréndansela!” dice el hombre provocando risas, y vuelve a cantar. Ella canta también la marcha. Los más altos golpean el techo para acompañar, el resto apenas aplaude por el apretujón.
Llegada a la estación Lima. Casi toda la gente baja. Ella también. Cuando ve al cronista de lavaca dice con una sonrisa luminosa: “¡Qué alivio ver que hay tanta gente! ¡Qué alegría inmensa salir a la calle y que esté pasando esto!”.
Nadie la reconoce. No saben que es Graciela Daleo, detenida-desaparecida en la ESMA, testigo histórica en los procesos por delitos de lesa humanidad desde el Juicio a los ex comandantes de 1985, y en varios de los que lo siguieron, tanto en Argentina como en el exterior. Sube las escaleras del subte a toda velocidad, se asoma a la calle que es una fiesta, vuelve a sonreír y se sumerge en la multitud que va rumbo a la Plaza: ella ya no viaja sola.

Foto Juan Valeiro para Lavaca
Memoria metal
Son las diez de la mañana y en la Plaza de los Dos Congresos ya hay un escenario montado. Pablo tiene 37 años, barba metalera, chaleco metalero y es uno de los organizadores del festival Nunca Más, que hoy está en su decimoséptima edición para celebrar la memoria con heavy metal. Pablo también forma parte del Sindicato Argentino de Músicos (SADEM).
“Este 24 es totalmente diferente porque cae con un gobierno prodictadura, represivo, y que tiene los mismos planes económicos de la dictadura para que seamos el patio trasero del imperialismo. No quieren la autonomía de los trabajadores, sino que agachemos la cabeza para agotar nuestros recursos naturales. Hay que sembrar conciencia y educar a la gente con razonamiento: mucha gente se afilió a reels (de redes sociales) según sus preferencias, desde una realidad muy virtualizada. Ahí nosotros no supimos jugar bien”.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca
Un hecho curioso fue que frecuentemente se percibía entre la multitud cierto aroma inédito en encuentros anteriores: el de los repelentes, como sistema defensivo frente al avance de los mosquitos y los contagios de dengue. El acto, en muchos sentidos, funcionó también como un sistema de defensa, sin necesidad de repelentes, sino con la posibilidad de estar movilizándose para hacerse oír.

Foto Juan Valeiro para Lavaca
Lo impensable
Al lado de Nietes, quienes arman las cañas para prepararse a movilizar son integrantes de H.I.J.O.S. Carlos “Charly” Pisoni, referente de HIJOS Capital, es hijo de Irene Bellocchio y Rolando Pisoni, secuestrados el 5 de agosto de 1977. “Es un 24 distinto porque tenemos un gobierno de ultraderecha, con un presidente y una vice negacionistas. Nunca pensamos que iba a haber un retroceso tan grande. Por eso este 24 no es solo para recordar y reflexionar sobre el pasado, sino para reflexionar lo que pasa en la actualidad”.
¿Por qué nunca se pudo pensar? “Creíamos que este gobierno no iba a pasar. Pero está pasando. Que no íbamos a tener que discutir la teoría de los dos demonios y los 30.000, pero lo estamos discutiendo. Milei es un producto de la pandemia, de un gobierno que no cumplió con las expectativas de la sociedad, y que sin duda no logró que el pueblo sea feliz. Hoy hay que redoblar esfuerzos: no solo hay una grieta en lo ideológico, sino en poder hablar, debatir y discutir. Para una parte de la sociedad los que hacemos política somos unos chorros. Mientras tanto este gobierno implementa el mismo plan económico que fracasó en Argentina”.

Foto Juan Valeiro para Lavaca
En la semana la Red Nacional de HIJOS comunicó el atentado contra una militante, a quien golpearon, maniataron, abusaron, y escribieron en su casa la siglas de “Viva La Libertad Carajo”, expresión utilizada por el presidente Javier Milei.
Planea Pisoni: “Lo que tenemos que pedir es que la causa avance y la investigación policial prospere. Ya pasaron tres semanas, la causa estuvo rebotando en varios juzgados y ahora está avanzando. Es momento de que el poder judicial pueda investigar la violencia política en Argentina”. La causa quedó en manos del juez Julián Ercolini y del fiscal Carlos Rívolo. En ese contexto, llama a aprender de las Madres y de las Abuelas: “En los peores momentos hay que seguir organizados”.

Foto LIna Etchesuri para Lavaca
Lo que molesta
La familia camina por Avenida de Mayo y Perú, mientras mira una intervención de siluetazos sobre el cemento de la calle. Carolina, 46 años, es investigadora en salud en una universidad del conurbano. Alejandro, su pareja, tiene 45 y es informático. Vinieron con Dante, su hijo de 7 años. Viven en la ciudad de Buenos Aires. Carolina no esconde su tristeza: “Tengo mucho miedo de que se olvide lo que pasó y pueda repetirse algo similar. Tenemos un presidente y una vice negacionistas y eso parece que no importa”.
Su área de investigación dependía del Conicet hasta que llegó el recorte de Mauricio Macri, y fue relocalizada en una universidad nacional. Esa universidad está hoy en vilo presupuestario por el recorte de Milei, Caputo y compañía. “Sabía que si ganaba la derecha la investigación y la educación iban a ser perjudicadas. Pero no es por mí, sino por mi hijo, que estoy preocupada. Me molesta que no haya podamos construir una continuidad política”.

Foto Juan Valeiro para Lavaca
Lo que entendió en un colectivo: “Me quedé mucho con lo que yo sentía y me costó incluir a otros sectores, que quizás son los que están más favorecidos en el living de su casa. Lo que más tristeza me da es subirme al colectivo para buscarlo a Dante al colegio. El otro día veía que estaba lleno de laburantes, varios que habrán votado a Milei, y pensaba: algo ahí perdimos, no escuchamos esa voz. Ahí la cagamos”.
Alejandro aporta algo clave: “Hay que recuperar la discusión política. No puede ser que en las casas no se hable de política. La resistencia al avance de estos proyectos se en las casas. Y eso debe hablarse, debe ser un tema en el lugar que vivís. Y se está perdiendo”.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca
Algo achanchado
Paula y Ariel tienen 48, y vinieron a la Plaza con Sol y Nico (16 y 12, hija e hijo). Llegaron desde Avellaneda, sur del conurbano bonaerense. Ariel y Paula nacieron en el 75, y toda su primera infancia fue en dictadura: jardín y primeros años de primaria. Recién en tercer grado, en el 83, la democracia trajo algo de alivio. “Desde los 7 años que venimos a la plaza”, cuenta Ariel.
Paula es profesora en un terciario y le sorprendió en 2023 la inserción de Milei en los teléfonos de sus estudiantes: “Ganaron mucho ahí. Mirá que los llevamos al Infierno, un ex centro clandestino de detención en Avellaneda, y les explicamos los crímenes de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán (asesinados por la Bonaerense en 2002). Sin embargo fue muy difícil, estaban con el teléfono como en otro país. Se filtró mucho por ahí, y compraron ese payaso divertido por TikTok. Rompió lo político”.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca
Ariel: “Se abrió una puerta, y para eso algo se tuvo que hacer mal. Fueron muchos años de luchas, de conquistas, pero a grandes sectores no les llegó ninguna posibilidad de cambio real. Los últimos años (se refiere a los de Alberto Fernández en la presidencia) fueron muy duros: avanzó la inflación, las medidas para mucha gente jamás llegaron, no se puede alquilar, un pibe de 30 no puede comprarse ni una habitación. Para que este muchacho haya entrado algo se tuvo que hacer muy mal, y eso hay que revisarlo a fondo”.
¿Se rompió una especie de modorra? Paula asiente: “Sí, es un mea culpa. Hay que hacer un balance de que esto lo dejamos crecer. Hubo algo achanchado. Pensamos que estaba todo muy resuelto, y cuando vimos las respuestas nos dimos cuenta de que estábamos en otra, mientras seguíamos con un carrito de que estaba todo bien. Es lamentable que tengamos que volver a hablar de un montón de cosas, pero es necesario: hay un grupo que esto no lo sabía”.

Foto Juan Valeiro para Lavaca
Camuflaje
Otra de las evidencias que aportó la manifestación es el grado de provocación, inutilidad y gasto sospechoso que tiene el supuesto protocolo de seguridad de la ministra Bullrich, que el gobierno ha venido aplicando afanosamente.
Virginia Bouvet es metrodelegada y una de las referentes del sindicato del subte. Marcha con la CTA por Diagonal Sur: “Confío en que hay un inmenso sector de la sociedad que opina que estas no son las maneras de definir las diferencias políticas. Que sabe que lo que se hizo desde el Estado en la década del 70, con el plan sistemático de exterminar trabajadores, militantes, políticos, y robo de bebés, está mal. Creo que la mayoría de la sociedad argentina le dice Nunca Más a esos hechos. El desastre en la economía dio lugar a estos sectores. Pero yo confío”.
Silvia también marcha por Diagonal Sur con la CTA: es trabajadora de la salud en la provincia de Buenos Aires, y está recientemente jubilada. “No es una marcha como otras. Está en juego un montón de cosas que no tienen que ver con una cuestión partidaria, sino con la defensa de 40 años de democracia, y que involucra también a un montón de gente que votó al presidente. Vienen por todo, pero camuflado. Hay que tener cuidado, porque hoy es Milei, pero mañana será otro”.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca
En la Plaza de Mayo, y por el lado de la CGT, marcha Omar Plaini, secretario general del sindicato de Canillitas: “Es un 24 más grave que el de Macri, porque tenemos un presidente sin historia y sin pasado. Están convencidos que el Estado es una organización nacida para robar. Milei le dio una vuelta más y dice que es una asociación criminal, de la cual le toca ser el jefe. Hoy nos desafía fuertemente y por eso es imprescindible estar acá. Ellos representan un cambio cultural que quieren llevar a la práctica, y estamos interpelados a evitarlo desde nuestro pensamiento nacional”. Para Plaini hace falta un liderazgo: “El peronismo no es bifronte, y tuvimos un peronismo bifronte estos años. Hace falta un conductor o una conductora que quiera liderar al movimiento”.

Foto Juan Valeiro para Lavaca
Emociones en el bar
El acto principal convocó sobre el escenario de espaldas a la Casa Rosada a Nora Cortiñas, Estela Carlotto, Adolfo Pérez Esquivel y Taty Almeida. Hubo luego otra manifestación del Espacio Memoria Verdad y Justicia.
Adriana Leiva se conmovía al llegar al bar La Embajada. Es hermana de María Delia, desaparecida el 11 de enero de 77. Y es una de las que custodia que Elia Espen, una de las Madres Línea Fundadora, llegue a ese bar en medio de llantos conmovidos de gente que canta: “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca
Sabe Adriana que no es un 24 más: “Es hermoso que estemos todos en la calle. Hay un objetivo claro, que están avanzando y no hay que dejarlos. Pienso en mi hermana y en los 30.000, pero también en los que estamos acá”. ¿Cómo se sigue? “Lo que pienso desde la acción es el compromiso no sólo por el Día de la Memoria, sino ir a escuelas, universidades, a las organizaciones, a dar nuestro testimonio, pero también a buscar el de las y los jóvenes. Fue muy importante el otro día que compartimos una charla con Nietes: abrimos ese camino y extendimos el puente con el hoy y las consecuencias de este momento. La dictadura no es algo que pasó, sino que sigue siendo algo del presente”.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca

Foto Juan Valeiro para Lavaca

Foto Lina Etchesuri para Lavaca

Foto Juan Valeiro para Lavaca

Foto Juan Valeiro para Lavaca
Actualidad
Marcha de jubilados: balas y bolitas

Siete detenidos y al menos 30 personas heridas, entre jubilados, curas, trabajadores de prensa (lavaca, Cítrica, Infonews, El Destape y C5N, entre ellos), defensores de derechos humanos, y un niño de 4 años que estaba con su familia en la Plaza de los Dos Congresos. Ese es uno de los saldos de otra semana de represión brutal a la protesta de cada miércoles, esta vez coordinada por la Policía de la Ciudad, que disparó postas de goma, balines con gas pimienta, granadas aturdidoras, golpeó con escudos y lanzó un nuevo tipo de gas que producía tos y vómitos. El despliegue también implicó tareas de inteligencia ilegal con efectivos que filmaban y fotografiaban manifestantes, según denunció la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que también relevó «policías armados con postas de plomo que están prohibidos». Los carteles, las reflexiones, y la creatividad: algunos integrantes de la marcha terminaron jugando a las bolitas en la calle con los balines policiales.
Por Lucas Pedulla y Francisco Pandolfi. Fotos Juan Valeiro/ lavaca.org

El padre Paco Olveira muestra los balines que golpean y expulsan gas pimienta. Terminaron jugando con ellos a la bolita sobre la acera.
Otro miércoles de protesta de jubilados y otro miércoles de represión feroz y absurda enfocada principalmente a jubilados y a la prensa que cubría lo que estaba ocurriendo. Con ataques directos a los ojos y a los cuerpos. A las cámaras y a los celulares que registraban la bestialidad de las fuerzas de seguridad –el fotógrafo de lavaca, Juan Valeiro, entre ellos, con quemaduras de primer grado en el cuello y en la oreja–. No es difícil imaginar lo que hubiese ocurrido si ese ataque le hubiera llegado directamente a los ojos. Esta vez fue la Policía de la Ciudad la encargada de lanzar gases y disparos a mansalva en la intersección de Avenida de Mayo y Luis Sáenz Peña cuando la movilización pretendía ir hacia la Casa Rosada.

El fotógrafo Juan Valeiro de lavaca, uno de los periodistas atacados, como ocurrió con profesionales de Cítrica, Infonews, El Destape y C5N.
Hubo 7 detenidos (Agustín Cano, Leandro Maristains, Alejandro Carrizo, Federico Burgos, Francisco Ramos, Hugo Eischler y Javier Mendoza) y al menos 30 heridos según la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), entre ellos un niño de 4 años que estaba en la Plaza de los Dos Congresos junto a su familia.

Escenas de otro miércoles de violencia estatal absurda.
Más allá de la violencia ordenada por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, la concentración de jubilados tuvo un eje concreto de reclamo: el “no al veto” del gobierno nacional a la suba de las jubilaciones y la emergencia en discapacidad. Sin embargo, Javier Milei ya avisó que vetará las leyes aprobadas por el Congreso. Tiene plazo hasta el lunes 4 de agosto, tiempo destinado a ofrecer distintas cuestiones no públicas a diputados que se sumen a apoyar el veto, como ha venido ocurriendo. ¿El argumento del oficialismo contra un ínfimo aumento a jubilados? “Va en contra del equilibrio fiscal”.

Una de las jubiladas víctimas del coraje policial contra ellas, y de un nuevo gas tóxico, un símbolo de esta época.
Con la camiseta de Independiente y máscara del Hombre Araña, un jubilado entendió el mapa económico que traza esa decisión, y lo señaló con un cartel en tono bíblico: en el Génesis se habla de un sueño con vacas gordas y vacas flacas, referencia a los períodos de prosperidad y a los de dificultades. El jubilado escribió una actualización argentina de aquella imagen que ya no tiene forma de sueño sino de pesadilla.
- “Vacas gordas, jubilados flacos”.

El Hombre Araña es del Rojo, y releyó el Génesis.
Números y un café
Carlos trabajó cuarenta años en el Correo y no falta ningún miércoles a la marcha de jubilados y jubiladas con su remera ya mítica de Chacarita. Tanto, que casi nadie sabe que se llama Carlos y la gente le dice “Chaca”. Hoy caminó por Rivadavia con dos vendas que le envolvieron sus dos antebrazos. “Como todos los miércoles, venimos a reclamar y te cagan a palos. Acá tenés la prueba”, dijo a lavaca mostrando sus moretones. “Pero ya lo dije: esta sangre mía Bullrich la va a pagar”.
Héctor acaba de cumplir 75 años: “Decir que la suba de las jubilaciones atenta contra el equilibrio fiscal es una payasada. Milei lo deja claro cuando le baja las retenciones al campo, como dijo el sábado en la Sociedad Rural. Para nosotros nada y para los ricos todo, esa es la política del gobierno. ¿El beneficio para el campo no genera déficit fiscal? Milei es una máquina de mentir”. El hombre cuenta sus propias y reales retenciones: “Ya no salgo más que los miércoles acá. Ya no tengo la vida que tenía antes, no puedo viajar ni tomarme un café”.

Policías en acción, frente a jubilados que reclaman por sus haberes amputados por la motosierra.
De ratificarse el veto a los jubilados, la suba de agosto no será del 7,2% como fija la ley aprobada (el haber mínimo $441.600), sino del 1,62% en base al último índice de inflación de junio de 2025, por lo que la jubilación mínima será de $ 314.243,51.
Abus en la calle
Alicia tiene 63 años y lleva un pañuelo firmado por siete de sus nietos: “Abus en lucha”, “Aguanten los jubilados”. No entiende la distribución de la riqueza. O sí, pero la ve obscena: “La baja de las retenciones y el veto a los jubilados es una guasada total”. Sus retenciones: “Ya no me puedo dar más un gustito. Vivo el día a día, ya no estoy comprando nada ni semanal ni mensual”.
En la marcha hubo muchos carteles al respecto:
- No al veto: nuestra indigencia es tu superávit
- Ni veto ni represión: fuera el FMI
- No al veto a las leyes en jubilaciones
- No al veto: cobarde estafador (y la cara de Milei).
Ana, 74 años, trajo su propia pancarta: “Baja las retenciones a los ricos, hambrea a los viejos”. Cuenta que su hijo trabaja en el Correo y teme ser despedido, que su nieta encontró trabajo en un Todo Moda pero la echaron a los dos meses. Para ella todo el pueblo debería movilizarse: “No sólo los jubilados y los del Garrahan. Todos”.

No hay plata para el cine argentino (el Gaumont como símbolo) pero sí para filmar ilegalmente a manifestantes.
Walter (66) y Julio (62) llegaron de Campana, norte de la provincia de Buenos Aires. Sumaron otros dos carteles: “Viejo: no te quedes en tu casa, vení a luchar” y “Ayudame a luchar. El próximo viejo sos vos”. Walter movió la cabeza de un lado para el otro al recordar el discurso de Milei en la Sociedad Rural: “Un tipo desquiciado, frente a toda la oligarquía, los terratenientes, los dueños de la tierra. Él mismo dice: ‘soy cruel’. Nos la está haciendo parir. Nos quitó la medicación, todo un desastre”.
Julio coincidió: “Ahí ves realmente para quién gobierna. Hasta el que tiene séptimo grado, como yo, se da cuenta”.

Jubilado hablándole a la pared.
Roberto, 62 años, de Trelew (Chubut), lo escucha: “Pero hay que seguir viniendo, compañeros. Son totalmente inescrupulosos. Hoy hablaba con un amigo que me decía que había que respetar el voto popular, pero Hitler también ganó con el voto popular. Si no salimos a la calle, no sé qué más va a pasar”.
Vallas a donde vayas
El Congreso estuvo totalmente vallado. Vallas sobre Entre Ríos, Riobamba, Yrigoyen, Rivadavia. “Este quilombo lo hizo la Buillrich”, gritó un cincuentón a los automovilistas que se quejaban porque avanzar por las calles lindantes era un imposible.
Luis llevó un cartel: “Menstruación=sueldo de jubilado; viene una vez y se va a los tres días”. Dijo que lo escuchó a Milei cuando anunció en La Rural la baja de las retenciones al agro. “Lo que me dolió fue que la gente aplaudió cuando dijo que iba a vetar nuestro aumento. La gente del campo aplaude a todos los que empiezan con la “m” de mierda: Martínez de Hoz, Menem, Macri y ahora Milei”.

Mensaje para el tal vez próximo embajador de Trump en Argentina. Un apellido que parece un mandato.
Después de la radio abierta, como cada miércoles, empezó la movilización. Las columnas bajaron a Hipólito Yrigoyen, cuya circulación no estaba cortada y marcharon por la calle. “Luche que se van”, fue otra vez el hit, al que siguió “que se vayan todos”. Uno de los temas, con dedicatoria explícita: “A dónde está, que no se ve, esa famosa CGT”. Nobleza obliga: ni la CGT ni ningún partido político, con la cabeza en las elecciones legislativas y no en la calle.
La violencia y las bolitas
Sobre Yrigoyen, casi Luis Sáenz Peña, se divisaba un camión hidrante que se retiró. La columna dobló al final de la Plaza para ir hacia Avenida de Mayo con la intención de seguir la marcha hacia Plaza de Mayo. Sin embargo, en otro operativo de pésima coordinación –esta vez por la Policía de la Ciudad– la manifestación se mezcló entre autos y colectivos que seguían pasando.

“¡Por la vereda!”, gritaron algunos jubilados. Pero en ese momento, los efectivos cortaron de cordón a cordón empezando con la respuesta física violenta. El operativo estuvo acompañado, como suele ocurrir, por oficiales con cámaras que filmaron y sacaron fotos (con el objetivo de realizar algún tipo de “inteligencia” y amedrentamiento a quienes ejercen el derecho de reclamar).
La movilización avanzó pero rápidamente empezaron las detonaciones de escopeta con postas de goma y de granadas. Dispararon balines de armas byrna, redondos y de colores, que impactaban en los cuerpos, provocando lastimaduras y liberación del gas que llevan dentro. También lo hicieron sobre la vereda, donde se supone que no hay “protocolo”. Detuvieron, golpearon y gasearon fundamentalmente a trabajadores y trabajadoras de prensa, como cada semana. El efecto de esos spray, que poseen una sustancia espesa y viscosa: penetra los poros y quema durante horas. El fotógrafo de lavaca, Juan Valeiro, como otros reporteros (Cítrica, Infonews, C5N y El Destape, entre otros), fueron atendidos en la misma plaza y en el Instituto Patria. “Quemadura de primer grado”, diagnosticaron a nuestro compañero.

¿Qué escudan los escudos?
Nadie fue ajeno a esta nueva ofensiva. La policía disparó un gas que generaba tos hasta el punto de provocar arcadas y vómitos. La sensación era extraña, porque no había un sabor ácido ni picante, pero provocaba una tos ronca. El efecto llegaba incluso a las calles aledañas, aparentemente ajenas al la marcha. “El registro del despliegue policial evidencia su brutalidad e irracionalidad”, denunció la CPM, organismo que precisó otro detalle alarmante: “Se relevaron también policías armados con armas con postas de plomo que están prohibidas, y acciones de inteligencia ilegal”.
Agregó la CPM que el ataque incluyó a defensores de derechos humanos, cuyo hostigamiento tenía como fin evitar el registro de los hechos.
Sin embargo, la gente no se fue.
La gente se quedó. La policía avanzaba, seguía gaseando, y la gente siguió.
“¡Tienen miedo!”, gritó una jubilada. “¡Tienen miedo!”.
Uno de los primeros detenidos había sido el padre Paco Olveira. Lo golpearon, lo gasearon y lo salvó la gente. Se llevó de recuerdo dos de los balines de la Policía. “Es el último arma que trajo Bullrich”, explica y muestra a lavaca. “Te tiran y salta el gas. No te deja respirar. Y duele, porque nos dieron unos cuantos en los pies. Gracias a Dios hoy no tiraron a los ojos”.
De fondo, la jubilada siguió gritando: “¡Tienen miedo!”.
Otro miércoles de protesta de jubilados se diluía entre detenciones y balines de gas. Entre un cordón con armas largas sobre Rivadavia y un grupo de la motorizada dispuesto a salir sobre Rodríguez Peña. Sin embargo, mientras el padre Paco seguía mostrando los balines, alguien propuso:
–Juguemos a las bolitas.
Todos se rieron, por el absurdo de la situación.
De nuevo, frente al horror, la creatividad social.
Y así, frente a policías que seguían filmando ahora una burla, un párroco y una jubilada arrodillados en la calle, jugaron a las bolitas con los balines para cerrar otro miércoles argentino.

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Motosierra privada: despidos en Secco, proveedora de mineras y petroleras

Trabajadores de la empresa Secco (proveedora de insumos para petroleras, mineras y petroquímicas) denuncian 37 despidos desde mayo de 2024, sin motivos ni explicaciones. El jueves volvieron a cortar la autopista del Buen Ayre y este viernes tuvieron la séptima audiencia en el Ministerio de Trabajo bonaerense “sin ningún avance”. El gobierno nacional y el bonaerense. La persecución ideológica. Y lo que los sostiene: la unidad con el resto de las luchas. Por Francisco Pandolfi
Secco es una multinacional proveedora de energía y de equipos para las industrias petroleras, mineras, petroquímicas y siderúrgicas. De origen argentino, tiene más de 2.000 empleados en el país y opera también en Chile, Brasil y Uruguay. Desde hace un tiempo ingresó en el negocio del litio alquilándoles a las empresas mineras los motogeneradores para dar energía eléctrica.
El logo de la empresa (ovalado, fondo blanco, letras azules), está presente desde hace más de un año en cada una de las movilizaciones que se hacen en el país: de jubilados, de la salud, de la educación reclamando por los que hasta ahora son 37 despidos.
La sangría se viene dando de a tandas, como estrategia de dispersar el conflicto. Pero los trabajadores tienen su propia estrategia. Ayer jueves por la tarde protestaron cortando la Autopista Camino del Buen Ayre y este viernes tuvieron la séptima audiencia en el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, sin ninguna respuesta. “Necesitamos visibilizar el conflicto porque estamos solos”, dicen.

Trabajadores de Secco reclamando en Arminera, exposición de La Rural en la que la empresa tuvo un stand.
Juan José Luis es uno de los despedidos y habla con lavaca. “El 3 de mayo del 2024 fueron los primeros siete despedidos, de la central de Ensenada. Ahí empezó el conflicto. Tomamos la central durante seis meses y logramos la reincorporación en ese lapso. Luego, conseguimos un acuerdo de trabajo con el Ceamse que los tomó por 4 meses, hasta que el negocio pasó a ser del Chiqui Tapia y rompieron el trato. Ahí el conflicto se profundizó y el 25 de abril de este año despidieron a otros cinco compañeros, tres de ellos de Córdoba. El 30 de abril, 5 más, donde caí yo en la volteada. Así en tandas, hasta ahora somos 37 familias perjudicadas sin respuestas. No dan explicaciones de por qué nos despiden”.
Juan José denuncia “una persecución y un hostigamiento muy puntual”. Explica: “Son despidos discriminatorios porque quienes fuimos echados estamos afiliados a la Agrupación de Trabajadores de la Energía Móvil, que pelea por los derechos laborales, pero también por el buen tratamiento ecológico. Echaron a varios delegados y ex delegados. Somos la única organización gremial dentro de la empresa –afiliada a la Fetera (Federación de los Trabajadores de Energía Eléctrica de la Argentina) y a la CTA– y eso les molesta, porque nos precarizan. Nosotros empezamos a organizarnos por un baño, sí, porque no teníamos un baño, imaginate la precarización. Ese es solo un ejemplo. Otro: trabajar en condiciones que ningún trabajador debería ni aguantaría, por ejemplo, manejando 18 horas en la ruta”.
El contexto según Juan José: “El problema no es únicamente Milei, que ya sabemos su embestida contra los derechos en general. En nuestro caso el gobierno de Kicillof es parte de lo que estamos viviendo, porque el Ministerio de Trabajo provincial no dicta la conciliación obligatoria, ni trata con rigor a la empresa. Hoy tuvimos la séptima audiencia y Secco no hizo más que ratificar los despidos, ofreciéndonos un monto de dinero que es irrisorio: ¿qué hacemos con 4 millones de pesos? Es una locura. Pero más allá de la plata, nosotros queremos trabajar”.
La fórmula que encontraron para no desmotivarse fue movilizarse una y otra vez por sus fuentes de empleo, y sumarse a otras luchas: “Empezamos a acompañar a los jubilados todos los miércoles, a solidarizarnos con trabajadores despedidos de otras empresas como los de Georgalos, estamos generando un movimiento que va más allá de lo económico, más bien moral, para aguantar esta época”.
En la marcha de jubilados del 12 de marzo –la misma en que fue impactado por una granada de gas lacrimógeno el fotógrafo Pablo Grillo– la Policía detuvo a tres trabajadores de Secco. Juan José corrió otra “suerte”. “Ese día me balearon, tengo 12 postas de bala de goma en la pierna izquierda”.
Hace dos meses, desde MU fuimos a ver y contar el Congreso Minero, una especie de universo paralelo que ocurrió en La Rural. En la puerta, estaban reclamando los trabajadores de Secco. Dentro, en el stand de la compañía, un gerente que no quiso dar su nombre aseguró:
–Te voy a decir una sola cosa, y nada más– mientras uno de sus laderos miraba fijo la credencial del cronista–. A esas personas se les terminó el contrato.
Las personas despedidas eran de planta permanente, no contratadas
Juan José, sin haber encontrado una solución al reclamo, ¿cuáles son los pasos a seguir?
Necesitamos que esto se difunda, es la única manera que el Ministerio de Trabajo pueda accionar algo. Es la única esperanza que tenemos. Mantenemos intacta la convicción de pelear por nuestros puestos de trabajo y por un futuro digno. Seguir adelante es nuestra victoria, porque más allá de nosotros, son todos los derechos laborales y la democracia lo que está en peligro en Argentina.

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Mapuches en Neuquén: 10.000 personas movilizadas contra la represión y en apoyo a las comunidades originarias

Este jueves se realizó una gran marcha en la provincia. Reclamos contra la represión, el concepto de «gobiernos de las petroleras». Los mapuche siguen exigiendo que se cumplan las leyes y los fallos judiciales (incluyendo a la Corte Suprema) sobre el otorgamiento de sus personerías jurídicas, lo que genera la represión por parte del gobierno.
Por Francisco Pandolfi
Fotos Equipo de comunicación y prensa de la Confederación Mapuche de Neuquén.
Más de 10 mil personas –casi diez cuadras– se movilizaron este jueves contra la represión que el gobierno de Neuquén desató el domingo pasado ante las comunidades nucleadas dentro de la Confederación Mapuche de Neuquén (19 personas detenidas y varias lastimadas), cuando reclamaba frente a la Casa de Gobierno el otorgamiento de las personerías jurídicas que el oficialismo al mando de Rolando Figueroa prometió y niega sistemáticamente.

Fotos ECyP Confederación Mapuche de Neuquén.
La violencia contra la ley
La cabeza de la marcha mostró una bandera: “No a la represión, no a los gobiernos de las petroleras”. Y una consigna: “Unidad en las luchas”. Eso es lo que se vio en las calles neuquinas, entre comunidades originarias, sindicatos, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales para repudiar la violencia estatal y la falta de cumplimiento gubernamental: en 2013 la Corte Suprema de Justicia ordenó a la provincia regularizar el marco legal de las comunidades originarias, pero doce años después sigue sin cumplirse.

Fotos ECyP Confederación Mapuche de Neuquén.
El pedido de reconocimiento de personería jurídica en este caso es de cuatro comunidades mapuche: Newen Kura (Rincón de los Sauces), Fvta Xayen (paraje Tratayén, Añelo), Kelv Kura (Portezuelo) y Ragilew Cárdenas (Picún Leufú), que se habían encadenado la semana pasada hasta que la policía provincial las desalojó a golpes, palazos y a punta de pistolas.
Un policía le gritó a Jorge Nawel, referente de la Confederación: “Salí o te arranco la cabeza», mientras le apuntaba con una escopeta.
La propia situación exhibe que son los mapuche quienes defienden la ley, la Constitución (nacional y provincial) y los tratados internacionales firmados por el país con respecto a los pueblos indígenas (Convenio 169 de la OIT, por ejemplo). La violencia es la que utilizan los gobiernos para seguir dándole largas y no resolver el conflicto.
En esta nota previa a la marcha se explican los detalles de la represión y la vulneración de derechos que está ejerciendo el gobierno local. https://lavaca.org/actualidad/neuquen-represion-en-modo-milei-bullrich-a-la-confederacion-mapuche/
La marcha tuvo música, tambores y cientos de banderas mapuche. Y carteles que describieron el clima entre la gente:
- “La era de los títeres, nos gobiernan las petroleras”.
- “La deuda es con el Mapuzungun”.
- “¿Dónde están los derechos de los niños?” (La policía se llevó a dos adolescentes de 15 y 13 años y a uno le fisuraron las costillas a golpes).
- “Figueroa represor”.
- “Tobares renunciá”.
Jorge Tobares es el Ministro de Gobierno neuquino. El pedido de su alejamiento fue una de las consignas principales de la protesta.

Fotos ECyP Confederación Mapuche de Neuquén.
La palabra de la Confederación: “Una de las razones por la que pedimos la renuncia del Ministro de Gobierno es que no se puede tener un interlocutor que miente descaradamente y agravia la palabra mapuche. Salió a decir por los medios que nos faltaba completar los trámites, cuando cumplimos en todo”.
La movilización finalizó frente a la Casa de Gobierno, con un acto multitudinario donde se oyó la voz de la Confederación Mapuche de Neuquén: “Es un día histórico para la lucha del pueblo mapuche y para toda la provincia. Para repudiar la represión, sí, pero sobre todo para defender el derecho a la protesta, el derecho al agua. El pueblo mapuche está de pie y más fortalecido que nunca”.

Fotos ECyP Confederación Mapuche de Neuquén.
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