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Se pudre todo
Grupos de empresas y almacenes denuncian que se les pudren alimentos en las góndolas y hasta las gaseosas están vencidas. La causa: entre la motosierra y la licuadora oficial se desplomaron las ventas. Datos y voces sobre esta etapa. El repositor que votó a Milei y lo define hoy, el vacío en un hipermercado, la mirada en la verdulería. Índice práctico de la crisis: hay entre un 50 y 60% menos residuos (equivalente a menos consumo), como lo confirman desde una cooperativa de reciclado de José León Suárez.
Texto: Sergio Ciancaglini
Daniel es repositor en un supermercado del barrio de Almagro, votó a Milei, y está acomodando productos en las góndolas: “Es cierto que las cosas no se venden y terminan venciéndose. Lo que hacemos es avisar a la central para bajarles el precio, meterles una rebaja fuerte. Pero igual no se vende, y hay que devolver todo lo vencido”. Poco después, mirando envases de colores, contará su visión sobre la política de Milei, la economía, y sobre él mismo.
En la Cooperativa La Bella Flor, ubicada junto a los basurales de José León Suárez (San Martín), calculan algo que suele superar cualquier medición de las autopercibidas consultoras: la cantidad de residuos ha bajado entre un 50 y 60% en los últimos dos meses. La razón: se consume menos, por lo tanto hay menos basura. Para la cooperativa eso significa menos trabajo, y más crisis. Lorena, Facundo, Elías, la Bebe, Toti y Matías ayudan a radiografiar en qué materiales y productos se nota más el desplome.
La avenida Santa Fe, frente al Jardín Botánico, no huele a plantas y flores húmedas sino a combustibles del tránsito. Pero de pronto se siente algo peor: un intenso olor a podrido que viene del depósito de un gran supermercado. No han hecho a tiempo de extraer la carne, que antes de esta descomposición había estado volando con sus precios mucho más alto que los pájaros del Botánico, y muy por encima del alcance de quienes se suponía que la iban a comprar.
Hora pico en el hiper.
¿La coca está vencida?
Este martes se supo que Fernando Savore, de la Federación de Almaceneros Bonaerenses, advirtió del fenómeno de productos vencidos o casi que empiezan a acumularse en almacenes, súper e hipermercados. La explicación que dio al secretario de Comercio, Pablo Lavigne, y al subsecretario de Defensa del Consumidor, Fernando Blanco Muiño: “No hay rotación de producto”. Traducción: no se vende. Agregó Savore que en el primer bimestre del año las ventas de almacenes bajaron en un 20%.
Eso tal vez provocó que la tercera semana de marzo la inflación, después de dos semanas arriba del 3% (semanal) cada una, bajara a poco más del 1%. El gobierno liderado por Javier y Karina Milei y por Santiago y Luis Caputo, celebró esto como un triunfo de alguna política, cuando se trata de pura y simple recesión, un aplastamiento de la economía por el que les reclaman inclusive entes impensables como el FMI y Domingo Cavallo.
Savore agregó que “más del 65 por ciento de las gaseosas que se venden son de segunda o tercera marca”, cosa que jamás había ocurrido en esa proporción.
Hay datos y también imágenes sobre la baja de consumo.
Datos publicados:
- NielsenIQ estudia una canasta que exhibió en febrero una caída interanual de 18,9% de bebidas, alimentos y artículos de cuidado y limpieza.
- CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa) estima que las ventas minoristas pymes cayeron 25,5% en febrero interanual, y suman un hundimiento del 27% en el primer bimestre de este 2024.
- Pero cuando CAME analiza alimentos y bebidas, en esos rubros el bajón fue del 33,3%.
En una breve recorrida barrial fue posible ver de qué modo el supermercado Coto atiende a Coca Cola: esta última, de 2,25 litros, se vende a 2.450 pesos pero la Coto Cola de 2,25 cuesta 997,05. En cualquier caso, es un síntoma quizá disfuncional que haya gente que siga consumiendo –aunque sea a cuentagotas–cualquiera de esos brebajes.
Algunos brebajes en oferta.
Otros no. La novedad: llegan a la fecha de vencimiento sin ser vendidos.
En el laberinto
Coto en hora pico: las góndolas parecen un laberinto en el que casi no hay compradores.
Un joven hace lo suyo como repositor. Le cuento que soy periodista, que se habla de la baja del consumo, y le pregunto qué tal andan las ventas. Me mira sin cordialidad y contesta: “Andan bien, igual que siempre. No sé si un poco mejor. No es cierto que cae el consumo: todas mentiras” informa, cerrando la charla.
Estamos solos entre la góndola de yerbas y la de cafés y tés.
El supermercado parece una iglesia por el silencio, aunque no sé aquí cuáles serían los santos. Noto que el joven tiene tatuado un león en el antebrazo derecho.
Definición sobre Milei
Daniel está en otro supermercado pequeño, barrial. Tiene el atuendo rojo de la cadena para la que trabaja y unas cajas de detergente que colocar en las góndolas, pero se prende con la conversación y cuenta:
“Hay bastante vencimiento de la mercadería, porque hay menos salida de los productos. No sé calcularla, pero es una baja grande. Se nota mucho. Facturás más, pero no te entra más porque vendés menos unidades. Por más que suba el precio, es ilusorio: el ingreso al final también baja porque la gente no compra”.
Daniel, repositor. Votante de Milei pero con una definición: “Es más de lo mismo, más rápido y peor”.
¿Y lo que ganan quienes trabajan? “Mirá,cuando empecé a trabajar acá hace 3 años ganaba 45.000 pesos y llegaba a fin de mes. Ahora gano 250, casi 300.000, pero no llego nunca. Lo que tuve que recortar primero es lo que como. No puedo no viajar, vengo desde Lomas de Zamora”.
Está impresionado con algo: “Es increíble la cantidad de gente durmiendo en las estaciones de trenes, de subtes, en los cajeros automáticos. En cualquier rincón donde haya un techo, hay alguien durmiendo” dice Daniel mirando el piso.
Cree que el cambio no es económico. “Lo que te cambió es la forma de vivir. Vos decís: voy a tener una plata en el bolsillo que se va a fin de mes. Pero ahora todos los días de repente te sube todo, te baja el sueldo, te lo congelan. Tenés que empezar a hacer malabares para sobrevivir. Y cambia la forma en que vos concebís lo que podés hacer”.
¿A quién votó? “Antes voté a Alberto Fernández. Una frustración. Y ahora lo voté a Milei (mira haciendo que no con la cabeza y sonríe como con resignación). Me vienen frustrando varios”.
¿Y qué pensás de la gente que lo votó? “Yo no escucho que opinen. Por lo menos por ahora. Yo digo: lo voté. Perdoname la palabra, pero fui un pelotudo. Creí que iba a hacer algo distinto”. Mueve los hombros hacia arriba: “Qué sé yo. Dije: capaz que hace algo. Pero no”.
Definición antes de seguir con el trabajo: “Milei es más de lo mismo, más rápido y peor”.
Hasta los residuos están en crisis
La Cooperativa La Bella Flor está ubicada en José León Suárez.
El trabajo que realizan debería multiplicarse al infinito para que el mundo sea más vivible. Varios de sus integrantes (Lorena, Facundo, Elías, la Bebe, Toti y Matías, a través de Nico) esbozaron para lavaca un panorama sobre la merma en el consumo, con un golpe especial al periodismo. La baja de materiales a reciclar es paralela a la baja del consumo. Detallan:
- “Cartón, papel. Lo que tardábamos dos semanas en recolectar, ahora nos demora tres” (un 50% más, o sea que se está consumiendo un 50% menos).
- “Botellas y plástico. Lo que se juntaba en un mes, nos lleva 40 días. Y eso que es verano y se toma mucha gaseosa” (un 40% de baja del consumo).
- “En metal, de 20 días pasamos a 35 para reunirlo (60% menos consumo).
- “Como promedio, se ve una merma de 40% al 50% en todos los materiales”.
Dato no recomendable para amantes sensibles de lo que fue el periodismo:
- “El papel de diario empezó a mermar hace tres años. Pero hoy ya casi no existe”.
Más detalles:
- “Dejamos de notar que haya cajas de pizza, helados en tapper plástico y en telgopor. Tampoco aparecen botellas de Corona ni leches premium (Nido). Bajó la cantidad de botellas de vino 50/60%. Hay vecinas que se nos acercan preguntando donde pueden vender tapitas y cartones, como para hacer un mango más”.
Imagen en la Cooperativa de Trabajo La Bella Flor.
Bertol Brecht y la espinaca
Andrea Graciani, nutricionista que coordina la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la UBA y trabaja en un efector porteño: “Me sale decirte lo de Bertol Brecht: hay que defender lo obvio. La gente no puede alimentarse por sus propios medios, cosa que el Estado debería garantizar. Pero en lugar de contener y proteger a las personas, lo que hacen es no mandar alimentos a los comedores. Todas las noticias son abrumadoras, contrarias a lo que tendríamos que estar viendo”.
El tema perfora la baja de consumo. Lo más terrible, según Andrea: “La gene te dice que no les alcanza la plata, o que trabajan pero no les pagan. El otro día alguien me dijo: por suerte tengo un vecino que me dio un paquete de arroz. Ahí ves cómo la red comunitaria trata de hacer algo para acompañar y poder sobrellevar el día a día. Pero cuando te dicen me quedé sin plata, no tengo que comer, la cosa es tremenda”.
En una verdulería de barrio, en Avenida Belgrano cerca de Castro Barros, la señora se acerca a Mario, nacido en Potosí, Bolivia.
Los misterios de la verdulería.
-¿Tenés espinaca?
-No señora, sale una fortuna: 2.000 pesos. Ni la traigo.
Hay muchas bananas demasiado maduras, otro producto de la recesión y falta de venta, pese a que es de las frutas más baratas. Mario (atiende con su esposa, tienen tres hijos) explica a lavaca: “La venta está en la mitad de lo que era año pasado. Por más que el precio sea más alto, salís perdiendo porque la gente no compra. Cuando voy a buscar verduras y frutas vengo con la mitad que lo que traía antes. Si no, tenés que tirar todo” dice Mario antes de informar a otra clienta que aún no se sabe cuándo, en esta extraña historia, podrá retornarse al consumo de la espinaca.
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Un acto y tres rondas en Plaza de Mayo: ¿qué es resistir?
Esta vez no hubo dos sino tres rondas de diferentes grupos de Madres en Plaza de Mayo, con un punto de unión que solo pudo verse dos generaciones más abajo. Sindicatos, partidos y movimientos habían organizado otro acto, más temprano, que no enlazó con lo de Madres más allá de los discursos. La descripción de un jueves atípico y las preguntas que quedan flotando sobre la construcción, la movilización y la resistencia.
Por Lucas Pedulla
Jueves 5 de diciembre, 13 horas
Sindicatos de la CTA, otros díscolos de la CGT, y algunos partidos políticos habían convocado a la Marcha Federal Argentina Sin Hambre en Plaza de Mayo. A la hora señalada siguen entrando banderas –MTR, MTE, UTE, CONADU, ATE, SUTEBA, y pasan y pasan– pero por la Plaza es posible caminar holgadamente: un primer indicio de la convocatoria. Desde el escenario el secretario general de la Central de Trabajadores y Trabajadores de la Argentina, y diputado nacional por el Frente de Todxs, Hugo Yasky, habla del 18 por ciento de indigencia, de la caída del consumo de la carne, el recorte de los medicamentos gratuitos a los jubilados y “la imagen bochornosa” del senador Edgardo Kueider al ser detenido traficando dólares.
Habla también de un nuevo sujeto entre gremios y movimientos sociales, mientras por otro sector de la plaza entran columnas de movimientos, partidos y gremios de izquierda que cantan “paro general” y un clásico de los últimos tiempos con un nuevo adjetivo: “A dónde está que no se ve esa cagona CGT”.
Rosi tiene 49 años, milita en el MTR de Lomas de Zamora, y escucha desde Diagonal Sur: “Es importante estar acá porque está todo mal. Milei no está haciendo nada bien. No hay trabajo. Falta agua, falta luz, falta todo. Soy del barrio Olimpo y no llego a fin de mes. Me la rebusco”. Encuesta de hogares: “Tengo cuatro hijos, dos que estudian y una nena discapacitada. Mis ingresos son changas, cuando tengo suerte”. Consultada sobre si conoce a vecinos que lo votaron y se arrepintieron dice que sí: “Pero ya es tarde. Hay que seguir hasta que se vaya”.
Las voces en el escenario siguen:
- Alguien de UTEP: “Necesitamos a todos acá. En elecciones es obvio que nos van a buscar al territorio pero es ahora que el pueblo se está cagando de hambre. El 80 por ciento de la fila de nuestros comedores son jubilados”.
- Alguien de CTA: “Hace 41 años se disolvía la junta militar y asumía un gobierno democrático. Esos fascistas decían que venían por 20 años. Fue gracias a las Madres, las Abuelas, pero también al movimiento obrero organizado. Estos tipos hoy con medios y redes quieren construir un escepticismo alimentando la angustia de no poder alimentar a nuestros hijos. Después del 17 de octubre, hubo un 20 de diciembre para saber qué camino transitar para sacarnos a los cipayos de encima”.
- Alguien del Frente Barrial de Territorios en Lucha: “Nos hacemos presentes en este diciembre caliente porque la fuerza de los trabajadores no va a aflojar”.
Víctor escucha cerquita del escenario. Es uno de los ganadores de la jornada vendiendo aguas a 2.000 pesos. Es peruano y vive en la Villa 31: “La estoy pasando pésimo. Soy laburante de la calle, y lo que noto es que la gente no tiene para comer. Y el gobierno no hace nada por los pobres, sólo los está perjudicando”.
Sobre la reforma migratoria anunciada esta semana, donde el Gobierno quiere que los extranjeros paguen por atención en hospitales y estudiar en universidades, Víctor compara: “En Lima no es gratis, por eso en Sudamérica se piensa que Argentina es lo mejor. Este gobierno está haciendo todo al revés. No le interesa la gente pobre. Mire lo que hace con los jubilados. Y a los extranjeros nos tiene de lado”.
Desde el escenario piden un aplauso porque está ingresando Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. También están las madres Vera Jarach y Carmen Vieyra de Lareu. “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”, corea la gente.
Las Madres Línea Fundadora convocaron a la Marcha de la Resistencia para este jueves a las 15, a la que adhirieron otros diez organismos. Desde el escenario piden que luego se acompañe a la marcha. La primera fue en 1981 en plena dictadura. Más allá de las habituales rondas de todos los jueves, la Marcha de la Resistencia implicaba una movilización de 24 horas alrededor de la Pirámide de Mayo. Las Madres la sostuvieron todos los años en fechas cercanas al 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.
En la Plaza le pasan el micrófono a Taty. Habla al borde del escenario, en su silla de ruedas: “Hay que seguir resistiendo a este gobierno inhumano, negacionista, que pretende borrar la memoria. No lo va a lograr. Mientras existan compañeres como todos ustedes, unidos, eso hay que lograr: la unidad. Tener todes claros quién es el enemigo. Y esa resistencia que estamos haciendo y demostrando de muchas maneras hoy la demostraremos en la Marcha de la Resistencia, porque queridos compañeres, no nos han vencido”.
Aplausos.
Taty: “No hay que bajar los brazos. Tienen que hacer como las Madres hacemos y decimos hace 46 años, que la única lucha que se pierde es la que se abandona. Se lo decimos nosotras, las locas que a pesar de los bastones y las sillas de ruedas seguimos de pie”.
El acto termina. Yasky pide que no se vayan y se queden acompañando la marcha.
Por los parlantes suena Vencedores vencidos, de Los Redondos.
Sin embargo, pasa algo: la gente se va.
Son las dos y media de la tarde y la Plaza queda casi vacía.
Jueves, 15 horas
De las columnas y las banderas no queda casi nadie. Logísticamente (y políticamente, y filosóficamente) hubiera sido importante empalmar el cierre de una con el inicio de otra, pero eso no sucede.
Sobre el ombú de la calle Yrigoyen, de a poco se acomodan las personas que acompañan la histórica ronda de todos los jueves de Madres Línea Fundadora, que en el último tiempo tenía a Nora Cortiñas, Mirta Baravalle y Elia Espen como sus tres estandartes. Este año, por las partidas de Nora y Mirta, solo quedó Elia. Como siempre, rondan y mencionan nombres y apellidos de desaparecides. A cada nombre mencionado responden a coro: “Presente”. Llevan pancartas con los rostros y nombres de las madres pioneras y fundadoras de aquella primera ronda del 30 de abril de 1977. Elia lleva la imagen de Azucena Villaflor de Devincenti, una de las tres madres (junto a Esther Careaga y Mary Bianco) secuestradas y desaparecidas por la dictadura, arrojadas al mar desde los aviones que efectuaban los vuelos de la muerte.
Del otro lado de la Plaza, sobre el gazebo que da a la avenida Rivadavia, de a poco se acomodan las personas que acompañan la histórica marcha de todos los jueves de Asociación Madres de Plaza de Mayo. Allí, entre otras y con los dedos en V, sonríe Josefa “Pina” De Fiore. “Milei, basura, vos sos la dictadura”, cantan señalando a la Casa Rosada.
Desde hace muchísimos años, las rondas son esas dos, por diferencias entre ambas organizaciones. Giran alrededor de la Pirámide a la misma velocidad y en el mismo sentido, cada una del lado opuesto a la otra.
Pero este jueves son tres, porque a las 15.30 se suman las madres de Línea Fundadora que convocaron a la Marcha de la Resistencia, con Taty Almeida, Vera Jarach y Carmen Lareu. “A donde vayan los iremos a buscar”, cantan. Atrás acompañan HIJOS Capital, Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz, entre otros organismos.
A la ronda habitual de Línea Fundadura, encabezada por Elia Espen, se suma esta vez Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz.
Las tres marchas sin embargo conforman una curiosa ligazón que, vista en perspectiva, hacen parecer que se trata de una sola (como quizás, en el fondo, lo sea siempre). Esta vez, en las tres rondas hay presencia de integrantes del organismo Nietes.
La circulación alrededor de la Pirámide dura media hora, como cada jueves.
Jueves, 16 horas y después
Sobre Rivadavia, la Asociación hace su acto.
Taty, Vera y Carmen se van. En general no participan, ni siquiera con sus compañeras de la Línea Fundadora que, sobre Yrigoyen también hace su acto, acompañada de las hermanas y sobrevivientes. Elia Espen, como cada jueves, pide que no aflojen, que luchemos y vengamos al siguiente.
Y pide que cantemos Como la cigarra, de María Elena Walsh: “Tantas veces me mataron, tantas veces me morí. Sin embargo, estoy aquí, resucitando”.
El canto emociona, como siempre.
Cura un poco las heridas de esta época, e incluso las de un jueves atípico.
¿Qué es resistir?
Quizá sea una pregunta que, mientras la Plaza se va vaciando otra vez, nos tengamos que seguir haciendo.
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Las jubilaciones sin remedio
La marcha de jubiladas y jubilados desde el PAMI al Congreso, por la quita de medicamentos gratuitos. La policía amenazante en un día marcado por el senador atrapado en Paraguay con cientos de miles de dólares. Las reflexiones y los carteles de un reclamo que promete no detenerse.
Sergio Ciancaglini Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
El gobierno eliminó la gratuidad de medicamentos del PAMI para quienes ganen una jubilación y media o más (389.000 pesos), abarcando a casi 3 millones de personas. Se confirma así el objetivo de una motosierra que subvenciona, quita impuestos, desregula, descontrola y favorece a corporaciones multinacionales mientras se ensaña con los sectores que menos pueden defenderse. Una política de la envidia, pero al revés.
Jubiladas y jubilados -por las suyas o integrando algunas de las organizaciones que los nuclean- se encontraron primero en el propio PAMI (Corrientes al 600, de Buenos Aires) para reclamar frente a la entidad, apretujados contra la vereda por la policía pertrechada como para una guerra. Se calculaba alrededor de 1.500 efectivos (como se los denomina generosamente) entre los que intervinieron y los que andaban apostados por allí a la espera del combate.
La desproporción de estos operativos es coherente con la del ataque a las jubilaciones sobre las que opera el llamado “ajuste fiscal más grande de la historia”.
Paradoja récord
La respuesta de la calle era una información: “Trabajador/ te estamos avisando/ que tu jubilación/ te la están afanando”.
Otra consigna, rechazada por Cristina Kirchner en un acto reciente: “Milei, basura/ vos sos la dictadura”. Y unas estrofas dedicadas a la policía: “Que feo debe ser/ pegarle a un jubilado/ para poder comer”.
Frente a las críticas por los recortes a los medicamentos el oficialismo plantea que se mantiene el sistema para quienes menos cobran, a los que a su vez se suele acusar por no haber hecho aportes toda su vida, participando en moratorias, y a quienes además les congelaron el bono fijo en 70.000 pesos.
Pero a las personas que sí aportaron toda la vida y por eso cobran más de 389.000 pesos, las atacan quitándoles la gratuidad de algunos medicamentos, con lo cual se puede materializar una paradoja, o un récord: que muchos mterminen con menos ingresos reales que los de la mínima, todo lo cual será seguramente celebrado por los mercados especulativos.
“Directamente que nos maten, si quieren” proponía una mujer a los gritos.
Desde el PAMI la manifestación marchó hacia el Congreso. Más policías. La marcha no se detuvo y dio una vuelta alrededor del edificio, en el que diputadas y diputados se dedicaban a lo suyo, expresado en este caso en la reelección de Martín Menem al frente de la Cámara baja. Es uno de los lugares que no rechazó el veto de Milei contra la reforma jubilatoria que hubiera hecho un poco menos violento el calvario actual.
El lector y el motoquero
En la esquina de Entre Ríos y Rivadavia los jubilados desplegaron sus clásicos semaforazos, plantándose ante los automovilistas de una de las avenidas y luego de la otra.
Ernesto llevaba el libro de la española Almudena Grandes, Inés y la alegría: “Es sobre la época de la guerra civil en España. No es para pegarle a la policía”. Sobre Entre Ríos, Ernesto pedía calma a los motoqueros que querían pasar a toda costa. “Este reclamo también lo hacemos para ustedes, acuérdense”. Uno le contestó: “Mis viejos son jubilados, así que ya sé lo que están haciendo estos hijos de puta, pero tengo que seguir laburando”. Fueron dos minutos, como pasa siempre hasta que la manifestación se plantó ante los automovilistas que venían por Rivadavia. Había algunos bocinazos de reprobación y otros celebratorios.
Ernesto: “Esto es algo que hay que hacer por solidaridad. Nosotros estamos también pensando en los que están trabajando actualmente. Creo que todos los argentinos deberían estar aquí”.
¿Vendrá alguien a salvarnos?
Un hombre de gorro rojo había escrito a mano en un cartón: “Con Milei la Patria no tiene remedio. Tampoco los jubilados”. Hablaba ante los celulares que lo filmaban: “Si me quedo en casa todo me duele más. Esto, venir acá, me da adrenalina, aunque parezca mentira”. En ese momento le brotaron las lágrimas: “Prefiero morir luchando”. El grito alrededor: “Ju-bi-lados/ carajo”.
María escribió sobre una cartulina violeta: “Jubilados en indigencia. Fuera Milei-Macri”.
Su argumento sobre la quita de medicamentos: “Le sacan los medicamentos a los que ganan más de una jubilación y media. Es mi caso, pero a los que trabajamos 30 o 40 años nos cagaron porque no tenemos nada, ni bonos ni subvenciones. Vengo de pagar entre gas y luz 100.000 pesos. Y ahora tampoco voy a tener mi medicación. Para el PAMI me descuentan 59.000 pesos por mes, pero cada vez me dan menos servicios. Yo era bancaria, tengo una válvula en la cabeza, si mañana tengo un problema no me lo cubre nadie. Si cobrás la mínima te dicen de todo acusándote de no aportar. Y si aportaste, te sacan los medicamentos aunque lo que cobramos no alcanza para vivir. Así que ya sabemos: sea como sea, somos el enemigo”.
María me hace una pregunta: “¿Por qué no está aquí todo el pueblo?”. Nos quedamos ambos en silencio, rodeados del sonido de las consignas y las cacerolas. Dice María: “Bueno, mucha gente tiene miedo, otros pobres se creerán lo de las influencias del cielo o que vendrá alguien de arriba a salvarlos. Pero lo importante es que al menos estemos nosotros”.
Apuntes sobre la casta
Un jubilado llevaba otro cartel, la gran forma de libertad de expresión en estas marchas: “Milei, tu casta gasta más de lo que nos estás robando”. El argumento ocurre en el día en que se detectó al senador Edgardo Kueider tratando de sacar del país 211.102 dólares, 630.000 pesos y casi 4 millones de guaraníes (unos 500 dólares), todo en billetes, nada declarado.
Kueider, un peronista entrerriano que rompió su bloque para votar la Ley Bases a cambio de una embajada o un lugar preponderante en la represa de Salto Grande es la confirmación del cartel del jubilado: Milei no está combatiendo a la casta sino reorganizándola con tropas libertarias excitadas, radicales afanosamente obedientes, el PRO en extinción y peronistas duchos en la filosofía de los panqueques. Los billetes empaquetados de Kueider son tal vez un símbolo de las zonas turbias del poder y de los intercambios políticos que impregnan estos tiempos.
Julia estudia educación física en la Universidad de La Matanza y lleva en brazos al pequeño Bruce, gorro Piluso para el sol y camiseta argentina de Messi. Son la nieta y el biznieto de uno de los jubilados que está a los topetazos con la policía. Explica Julia: “A la Universidad mandaron a reprimir y a pegarle a todo el mundo. Y ahora los medicamentos. Es demasiado, por eso vine, no se aguanta más”. Bruce miraba todo con asombro.
Editorial político de dos palabras
Un poco más allá, en su bicicleta y silla de ruedas motorizada, está el doctor Pedro Ávalos, abogado jubilado. “Integro la federación de jubilados y pensionados, y tengo a cargo el asesoramiento de las personas con discapacidad. Estamos en la lucha porque este gobierno primero les sacó los medicamentos a las personas con situaciones más extremas, como el cáncer entre otras. Después vino contra las personas con discapacidad. Ahora viene a recortarle los medicamentos a los jubilados. Es un gobierno”.
La definición del abogado: “Es un gobierno genocida, y nosotros no tenemos otra cosa que hacer que estar aquí, en la lucha, porque de una u otra forma todos nos vamos a morir. Estamos acá en defensa propia. Acompañando”.
¿Por qué el gobierno hace esto? “Es un acto reflejo para obtener dinero para cumplir con el Fondo Monetario, con los holdouts (fondos buitres). Nosotros estamos acá para evitar que siga deteriorándose la situación de los jubilados”.
Plantea Pedro su mirada hacia adelante. “El desafío es que hay que unirse, hay que mantenerse en la lucha. En octubre del año que viene tiene que quedar claro que el peso de 8 milones de jubilkados, de 5 millones de personas con discapacidad, es determinante. Tenemos que participar acá, en la calle, en los tribunales, en todas partes. No dejar de participar” dijo yendo a fundirse con sus compañeras y compañeros que seguían enarbolando con sus carteles sobre el presente:
- “Fuera nazis del PAMI”.
- “Diputados, a ustedes los votamos para defender al pueblo y no al gobierno, o renuncien”
- Un señor con la imagen de José de San Martín estampada en la remera llevaba otra pancarta escrita con fibrón que podría leerse como un editorial político de dos palabras: “Jubilado orinado”.
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Loan: hacia dónde apunta ahora la causa
El fiscal federal de Goya, Mariano de Guzmán, y los responsables de la Procuraduría contra la Trata y Explotación de Personas (Protex), María Alejandra Mangano y Marcelo Colombo, pidieron a la jueza Cristina Pozzer Penzo procesar con prisión preventiva por sustracción y ocultamiento de Loan Peña a los seis detenidos que estuvieron en el almuerzo familiar tras el que desapareció el niño correntino de 5 años. Además, exigieron el procesamiento del entonces comisario de 9 de Julio, Walter Maciel, por encubrimiento agravado y entorpecimiento de la investigación. Las pruebas que derivaron en esta solicitud. La exhortación a nuevas indagatorias. La palabra de Juan Pablo Gallego, abogado que representa a la familia: “Es un enorme paso adelante la decisión de la Fiscalía”. El escrito del fiscal plantea que “el niño no se perdió” y elabora una primera hipótesis sobre el rol de la pareja del marino retirado Carlos Pérez y su esposa y funcionaria municipal María Victoria Caillava. Los pasos a seguir. Y lo más importante que falta: cinco meses y medio después, sigue sin haber indicio alguno de dónde está Loan.
Por Francisco Pandolfi
El abogado de la familia, Juan Pablo Gallego: “La prueba que hemos podido redondear en los últimos meses ha convalidado lo que ahora los fiscales analizan como contundente para sostener los siete procesamientos”.
“La solicitud de procesamiento de los siete detenidos por la Fiscalía es un enorme paso adelante. Tiene una mirada muy parecida a la nuestra. Tenemos un análisis con bastantes puntos de contacto; ambas partes descartamos el accidente de tránsito que se buscó instalar desde una mirada más dirigida a desviar la causa, que desde una posibilidad práctica” dijo a lavaca el abogado que representa a la familia de Loan Peña, Juan Pablo Gallego.
Pasaron cinco meses y medio. Este viernes son 169 días. Mañana, 170. Pasado mañana, 171. Y así sucesivamente, desde el 13 de junio pasado cuando desaparecieron a Loan Danilo Peña, nene de 5 años del pueblo correntino de 9 de Julio, de quien no se sabe absolutamente nada.
Este miércoles, día 167, hubo una noticia en este caso en el que desde el comienzo hubo más trascendidos que certezas. Más operaciones, mentiras, y fakes que pruebas concretas para llegar a lo único importante: Loan. Este miércoles, el fiscal federal de Goya, Mariano de Guzmán, y los responsables de la Procuraduría contra la Trata y Explotación de Personas (Protex), María Alejandra Mangano y Marcelo Colombo, pidieron a la jueza Cristina Pozzer Penzo procesar con prisión preventiva a los siete detenidos por la causa principal en la que se investiga la desaparición de Loan. Existe una causa paralela por “obstrucción de la investigación”, en la que permanece detenida una persona apodada el “Americano”.
Las personas, las naranjas, y la desaparición
Loan fue con su papá a visitar a la abuela Catalina en el paraje rural Algarrobal a las afueras de 9 de Julio. Aquel jueves 13 de junio almorzó junto a su tía Laudelina Peña, la pareja Antonio Benítez y los tres hijos de ella: Macarena y dos menores. También con su prima política Camila Núñez, que fue con su nena; y con dos matrimonios más: Daniel Ramírez y Mónica del Carmen Millapi (pareja amiga de los tíos de Loan), y con María Victoria Caillava (funcionaria municipal y amiga de la abuela de Loan) junto a su marido Carlos Pérez (capitán de navío retirado de la Armada). Luego de la comida, Benítez, Caillava y Ramírez fueron junto a Loan y los otros nenes a juntar naranjas.
Y Loan desapareció.
Viajamos a 9 de Julio para intentar comprender lo que el nene de 5 años nos muestra sobre el presente y lo contamos en esta investigación publicada en la MU de septiembre: https://lavaca.org/mu197/lo-que-loan-nos-hace-ver/
Las llamadas sospechosas
El fiscal de Goya y la Protex elevaron a la jueza un escrito de 86 páginas, en el que exhortan a que las tres parejas (Laudelina Peña-Antonio Benítez, Mónica del Carmen Millapi-Daniel Ramírez y Victoria Caillava-Carlos Pérez) sean procesados por la sustracción y el ocultamiento del menor (figura que prevé de 5 a 15 años de prisión, según el artículo 146 del Código Penal).
A su vez, exigieron el procesamiento del entonces comisario de 9 de Julio, Walter Maciel, por el delito de encubrimiento agravado (con pena de 1 a 6 años de cárcel, según el artículo 277 del Código Penal), por haber entorpecido la investigación y facilitado el encubrimiento de quienes desaparecieron a Loan.
El Estado como responsable: el reclamo de familiares y vecinos de Corrientes frente a un caso con inquietantes nexos con el poder, y sin respuesta sobre el destino de un chico de 5 años de edad.
El Ministerio Público Fiscal considera que tras el almuerzo se registraron dos llamadas “sumamente sospechosas”: una, cuando Ramírez llamó a su hermana y conversaron durante ocho minutos. Luego, una comunicación entre Benítez y Laudelina que se extendió más de nueve minutos. “El día de la desaparición se advierte un incremento en la actividad de cada uno de los imputados a partir de sus comunicaciones y desplazamientos, que no responden a la búsqueda”, y agregan: “Tras el llamado de Benítez a Laudelina comienzan dos etapas posteriores de ocultamiento y encubrimiento en la que toman parte los imputados presentes al momento de la desaparición, el comisario Maciel y otras personas involucradas por las que solicitamos su llamado a indagatoria”.
Este pedido a la jueza sobre “otras personas involucradas” apunta a Macarena Peña, prima de Loan e hija de Laudelina, y a Cristian Agustín Gutiérrez, conocido de Benítez. “Son varias las evidencias que permiten sostener un grado de sospecha en contra de ambos”, explicaron.
“El niño no se perdió”
En el documento, reflejan un punto clave en la investigación: “La camioneta de estos imputados (Caillava y Pérez) es el único vehículo que se retira del Paraje inmediatamente después de haber tomado conocimiento de la desaparición del niño. En sus vehículos -camioneta y auto- se verificó un rastro positivo del niño”. Caillava y Pérez fueron “los únicos que también abandonaron la localidad de 9 de Julio al día siguiente del hecho, con conocimiento de Maciel, ya a cargo de la investigación y la búsqueda”.
Por todo esto, tanto el fiscal como la Protex plantean su hipótesis: “Nos permite afirmar que el niño no se perdió como afirmaron las personas por las que aquí pedimos su procesamiento -que tampoco lo abandonaron-, y que se montó una escena para hacer creer que así había sucedido. En ninguna oportunidad se hallaron rastros fehacientes del niño que lo ubicaran fuera de la órbita del naranjal, nadie escuchó ni un grito, llanto o pedido de auxilio”.
La continuidad del caso
A la consulta sobre si el pedido de procesamiento fue tardío, el abogado Gallego responde: “No lo calificaría como tal. Nosotros veníamos preocupados por la falta de participación de los fiscales en la última etapa probatoria, en lo que hace a la recolección de pruebas, examen de testigos, audiencias y esto sí nos tenía altísimamente preocupados. Creemos que lo que tiene que ver con el pedido de procesamiento es oportuno, porque precisamente la prueba que hemos podido redondear en los últimos meses ha convalidado lo que ahora los fiscales analizan como contundente para sostener los siete procesamientos”.
¿Cuáles son los pasos a seguir? “La jueza va a analizar los pedidos de procesamiento y es probable que antes de fin de año se expida sobre estas cuestiones. Entiendo que con total claridad va a procesar a los siete y esto significaría llegar a un estadío procesal que va enfilando hacia un posible juicio oral, que por ahora iría con estas calificaciones: captación, sustracción, secuestro de un niño y encubrimiento por parte de Maciel”.
Agrega Juan Pablo Gallego: “Todavía quedan diligencias pendientes: testimoniales de diversas personas y careos; en el aspecto técnico, todavía falta cotejar parte de la información del entrecruzamiento de teléfonos entre los imputados; en cuanto a rastrillajes en septiembre se dispuso hacerlos en determinadas zonas donde en rigor se hizo mal, y esa es una área que incluye a cuatro lagunas. Esto se intentó hacer entre el 15 y el 17 de octubre, pero no se terminó por el mal clima y por la falta de recursos del SIFEBU (Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas): la ausencia de recursos técnicos y de los canes, necesarios para lo requerido por la jueza”.
Concluye el abogado: “La instrucción está prorrogada hasta el 19 de marzo, por lo que es posible que esas nuevas diligencias nos permitan tener otros detalles y complete el cuadro probatorio que ya tiene que ver con el desenlace: dónde está Loan y en qué estado. Mi aspiración es tener resuelto eso antes de la etapa de juicio oral. Queremos encontrar al niño como un elemento útil para terminar de configurar los delitos y para que la familia empiece a tener un poco de paz”.
La pregunta sigue vigente y sin respuesta: ¿dónde está Loan?
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