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Vicente Zito Lema: adiós al maestro

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Poeta, dramaturgo, abogado, periodista, docente, hincha de Racing y fundador de dos universidades populares, Vicente Zito Lema murió a los 83 años. Mañana lo velarán en la sala Cortázar de la Biblioteca Nacional, de 15 a 21, en Agüero 2502 (CABA). El año pasado había editado Peste y memoria, un libro con ilustraciones de Luis Felipe Noé que dibuja un calendario de los días pandémicos: la locura, lo fraternal, el sufrimiento, el amor. A partir de esta obra como excusa, MU homenajeó al maestro con una inolvidable charla en MU Trinchera Boutique, donde habló de Pichón-Rivière, lo guaraní, la belleza, la pulsión de vida, Cámpora, Trelew, las Madres, IMPA, y el pasaje de lo siniestro a lo maravilloso. La charla fue luego una entrevista que dibuja su perfil, que compartimos a continuación. Por Lucas Pedulla.

Vicente Zito Lema: adiós al maestro
Foto: Martina Perosa

1. Escribió una treintena de libros, pero dice que “eso” lo hace cualquiera, y se le dibuja una sonrisa al contar que sus verdaderos logros fueron aprender a usar su cuenta de Facebook, el celular y contestar su propio mail. También que cumplió 82 noviembres y se dio el gusto deseado de jugar a que dirigía una orquesta y tocar en vivo: “Mi instrumento es el mate”, apunta con esa gracia lúdica de alguien que milita la vida.

Quien lo conoce, lo lee y lo escucha con la historia en la memoria, entiende en estas palabras la potencia de una síntesis perfecta que conjuga poesía, arte, peronismo, locura, horror, censura, exilio, peste, y sueños.

Quien no lo conoce, nunca lo leyó ni escuchó, encuentra la excusa perfecta para hallar en Vicente Zito Lema un portal a la creación, la ternura, el humor y la belleza.

“Vaya a saber por qué, no sufro escribiendo”, cuenta, ahora con lúdica seriedad. “Sufrí viviendo, la realidad, pero después aparece ese proceso que bien sintetizaba mi maestro Enrique Pichón-Rivière, que es pasar de lo siniestro a lo maravilloso. De eso se trata. En el caso de la pandemia, de los desaparecidos (como escribí en mi poema), del rencor de esta sociedad (que enfrenté en otro poema, ‘Eva Perón Resucitada’), me meto con lo siniestro, y no porque lo siniestro sea lo único que existe, sino porque también existe. No hay alegría más grande que las pasiones alegres, pero las pasiones tristes también están: la pulsión de vida, tan fantástica, convive a la par con la pulsión de muerte”.

Pichón-Rivière le repetía: el pasaje es de lo siniestro a lo maravilloso. Y le decía: “Vicente, vos tenés un oficio. Usalo”.

Y aquí está Vicente, con su oficio en el rostro, en el cuerpo, en el pelo blanquísimo, en su poética.

2. La fría información dice:

Que nació en Buenos Aires en 1939.

Que es abogado, poeta, dramaturgo, periodista, filósofo, docente, pero sobre todo hincha de Racing y fundador de horizontes. Es discípulo de Enrique Pichón-Rivière, creador de la psicología social e impulsor del psicoanálisis en América Latina, con quien armó la primera cátedra de estudio de los mecanismos de creación artística en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Fue cuerpo y corazón de revistas culturales, como la poética Cero, la literaria Talismán, Liberación y la mítica Crisis. También integró el grupo literario Barrilete, junto a Roberto Santoro, Miguel Ángel Bustos y otros poetas.

Que en 1977, durante la noche más oscura, tuvo que exiliarse en Holanda. Desde allí integró junto a Julio Cortázar y David Viñas, la Comisión Argentina por los Derechos Humanos (CADHU). A finales de la década escribe Mater, una de las primeras obras de teatro sobre las Madres de Plaza de Mayo y su lucha. En 1983 se radica nuevamente en Buenos Aires, y unos años después funda la revista Fin de Siglo.

La fría información indica que en el año 2000 funda la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo y fue su rector hasta 2003. Siete años después se embarca en otra experiencia inédita: la Universidad de lxs Trabajadorxs, en la fábrica recuperada IMPA.

Que publicó una treintena de libros, entre teatro, poesía y psiconálisis, como Lengua sucia, La pasión del piquetero, Los manifiestos de la locura, Belleza en la Barricada, Gurka, y Conversaciones con Enrique Pichón Rivière. El último, con ilustraciones de otra leyenda como Luis Felipe Noé, tiene un título urgente: Peste y memoria. Allí, entre el caos, entre escritos que también confeccionan un calendario de los días pandémicos, entre fiestas y duelos, entre textos dedicados a las Madres, a las Abuelas, a Rodolfo Walsh, a lxs 30 mil, a Agustín Tosco, Paco Urondo, Haroldo Conti, a Santiago Maldonado y a Evita, allí, Vicente Zito Lema también configura un camino y una búsqueda que escapa a cualquier fría información: la de un detective de la belleza.

En esa pesquisa poética deja algunas preguntas fundamentales:

1. ¿Con qué piedras se construye

la morada de los iguales…?

2. ¿Con qué manos

se defiende la belleza…?

3. ¿Con qué espíritu se construye

un “orden de diferencia fraternal”…?

4. ¿Cómo se incorpora

a la materialidad de la historia

la materialidad de los sueños…?

Pregunta final:

¿Qué hiciste con el amor

mientras el otro sufría…?.

3. Al principio, las reminiscencias fueron el clásico de Albert Camus, La Peste, y el recuerdo de la fiebre amarilla en el olvidado sur porteño: “Los gobiernos, entre comillas liberales, se escaparon todos, junto con las familias ricas y poderosas. Los médicos, como el doctor Argerich, tuvieron que hacerse cargo. Eso también me da una idea de cómo el poder se escapa y cómo, quienes no somos el poder, tenemos un compromiso concreto con la vida, nos quedamos, haciendo lo que se puede”.

En su caso, en plena pandemia, fue dar las mejores clases que podía. Y, claro, escribir: “Como enseña Spinoza, el bien es poner toda tu potencia en el acto concreto que hacés”.

“Surgió una pregunta: ¿cómo se piensa la vida en épocas de la muerte? ¿Cómo se vive lo que hemos vivido como dolor pero también como gloria de nuestra historia en tiempos en que la muerte golpea la espalda? El libro es un calendario, empieza en marzo, y para nosotros marzo es el 24. Agosto, para mi generación, son los fusilamientos en Trelew. En octubre, obviamente, iba a estar la historia grande nuestro país. Y entre ellos, los poemas que escribí sobre la peste en cada mes. De golpe, puede ser algo que ya he escrito, pero con alguna nota al pie donde trato de justificar por qué ese poema ahora: aunque no cambie una línea, es otro Vicente el que escribe eso”.

Uno de sus poemas más conocidos es “Desaparecidos”, incluido en el libro, con una nota al pie: “Los que sobrevivimos a esa época tuvimos que construir otra historia. Ni mejor ni peor, otra. Habíamos muerto y de pronto estábamos vivos. En la tierra del exilio, con tragedia. O en la tragedia, otro exilio. Y aquí nuestra memoria. Y aquí otra vez, esperando que amanezca para ver si seguimos vivos. Salvarnos es saber de pestes”.

4. Ese pasaje de lo siniestro a lo maravilloso tiene un método.

“Soy un hombre muy torpe. Entonces estoy durmiendo, y no sé si es Platón o qué cristo, me manda, desde el Hades, una idea, una palabra. La llamo la hora de los lobos, alrededor de las 5, donde ocurren por general los nacimientos y las muertes. Qué hago: quiero seguir durmiendo y no puedo. Sería útil tener un lápiz y papel, pero tengo que hacer toda una ceremonia: me levanto, no prendo la luz ni nada, choco contra todos los muebles, bajo una escalera que me es dificultosa, entro en la cocina, me siento en un rincón que me gusta donde hay unas plantas que dejó mi madre, y ahí entonces, prendiendo una pequeña luz, escribo. El hecho es que a la mañana, porque luego vuelvo sereno a dormir, me levanto, quiero ver qué escribí y ahí viene la primera angustia: no entiendo un carajo. Con los años he ido asentando lo desprolijo de mi letra, y para bien o para mal, lo que he escrito a lo largo de mi vida es la traducción de lo que escribí cuando no tengo puta idea de lo que estoy escribiendo”.

El asalto de la idea no es casual. “La pregunta es qué hiciste con tu vida durante el día, porque creo que los sueños están ligados a la materialidad concreta de los actos”.

Ese más allá también recibe los estímulos de algo que Zito Lema llama la Antropología Teatral Poética. “Grabo mucho, horas y horas, de lo que hago: visitas en cárceles, hospitales psiquiátricos. Escribí una obra que se llama Locas por Gardel: durante siete u ocho años registré las historias que me contaron mujeres internadas en distintos hospicios. Ahora va a salir uno, editado por Topía, sobre historias de mujeres que tienen en común que pasaron por el manicomio, que estuvieron o están en la cárcel, y casi todas ejercieron la prostitución. Así trabajo yo”.

Escuchar, escribir, hacer.

5. Mucho aprendió de su maestro Pichón-Rivière: “Mirá que conocí gente culta: tuve el privilegio de tener amistad con Cortázar, Viñas, Walsh, Mario Benedetti; con Juan Gelman y Eduardo Galeano, que hacíamos Crisis. Pero no había libro que Enrique no hubiera leído. Hijo de franceses, su madre le enseñó el francés como lengua materna, pero acá aprendió antes el guaraní que el castellano, y me enseñó que lo guaraní lo había formado más que la cultura francesa originariamente y, luego, la castellana”.

Ambos trabajaron, junto al equipo formado, en el estudio de los mecanismos de creación artística en la UBA. “Era un grupo loco. La tarea era algo que básicamente no existió en nuestro país ni en América Latina. No había bibliografía, estaba la que viene del psicoanálisis, pero nada específico sobre los mecanismos de la creación, y trabajábamos muy en serio porque nos era muy importante poder saber. Llamábamos a artistas, por ejemplo Ricardo Carpani, León Ferrari, escritores, pintores, músicos, del teatro, que contaban cómo era su proceso creador. Esto que venía contando: me levanto a la mañana, me choco, no sufro, estoy feliz. Es importante porque hay mitos, y Pichón estaba convencido de que el arte da alegría: no lo veía como una fuente de tristeza. Enrique decía que si estás desesperado es porque la desesperación viene de antes: cuando creás es para superar esa desesperación. Y si no lo podés convertir en algo maravilloso, es porque tenés que seguir probando, hasta lograr, como decía Spinoza, tu potencia de ser. Es como cuando alguien hace un asado, logra cocinarlo bien y la gente lo aplaude. Si no sos feliz, dedicate a otra cosa: ¿por qué querés ser artista si te da sufrimiento? Si querés que te dé sufrimiento, hacete hincha de Racing: ese es un aprendizaje real”.

6. Abre paréntesis.

Cuenta algo que le hace latir el corazón: lo invitaron para leer su poema “Desaparecidos” en la cancha de Racing. “Hace unos años, a partir de Racing pero también de otros equipos como San Lorenzo e Independiente, los derechos humanos fueron tomados en un ámbito tan potente como el fútbol. Racing va a entregar un carnet eterno a los hinchas y socios desaparecidos, y me invitaron en ese marco. Para mí es maravilloso, sé que suena loco, Racing y desaparecidos, pero siento que es un espacio fantástico de lucha porque nuestro pueblo ama el fútbol. No podés, como decía Pichón, estar por fuera de la vida cotidiana. Para mí esto es mejor que cualquier premio Nobel”.

Cierra paréntesis.

7. El arte, retoma Zito Lema, es para él la alegría de la vida.

“Se me podrá preguntar si siempre fue así. Cuando pasó el fusilamiento de Trelew (22 de agosto de 1972, 16 militantes asesinadxs en la Base Naval Almirante Zar), los compañeros y familiares del ERP, FAR, y Montoneros piden que ayudemos a tener un lugar para hacer un velatorio. Estábamos con Rodolfo Ortega Peña, con Eduardo Luis Duhalde, y se decide que tiene que ser un lugar donde haya cierta contención, para que los militares no entren y nos maten de entrada. Fuimos a hablar con Héctor Cámpora a la sede del PJ. Ortega propone, por si se pudre todo, ‘que vaya Vicente que arregla todo leyendo un poema’. La cosa venía mal, jodida, porque hubo una votación del Consejo y por mayoría dijeron que no. Pero Cámpora me dice: ‘Quédese tranquilo, Vicente, hice un llamado a quien tenía que llamar y estoy autorizado, aunque la decisión del Partido sea negativa’. No me dijo a quién, ni puedo asegurarlo, pero podíamos imaginarlo: quién puede en el peronismo decir algo que el Consejo rechazó más que el propio Perón”.

El velatorio se hace, el Ejército de la dictadura de Alejandro Lanusse reprime, al otro día es el entierro. “Me piden que diga algo. Escribo el comienzo de un poema que se llama ‘Oración, leída en la tumba de María Angélica Sabelli’. La policía y el Ejército habían tomado como objetivo que eso era un desafío e hicimos el entierro entre motos que se cruzaban, los tanques, todo era un caos: el objetivo era estropear el entierro”. Le dieron pie a que lea, en medio de la amenaza de represión: “Era una cuestión mágica: ‘Ellos quieren golpear y nosotros vamos a cuidarte para que leas el poema’. Y pude leer un poco, sintiendo que era un acto de alegría, aunque pueda parecer loco: en ese instante le pudimos ganar a la muerte. Y estábamos felices: nos cagaron a palos, pero hicimos el entierro y el poema se leyó. No importa quién escribió: es el hecho”.

Cuarenta años después, la justicia condenó a prisión perpetua a Emilio Del Real, Luis Sosa y Carlos Marandino como autores de los fusilamientos. “Me invitan a ir y, en el momento del juicio, pude leer de vuelta ese poema, pero tranquilo, y completo. Uno gana pequeñas partidas desde el arte. Y no estaba triste, estaba feliz. Y lo podés convertir en arte cuando alguien lo recibe. Si Shakespeare escribe el soneto más maravilloso pero lo deja en un cajón, eso no es arte. Arte es cuando alguien lo escucha, antes es algo que está escrito. Y esa es la alegría que provoca, el pasaje de lo siniestro a lo maravilloso. Los milicos nos cagaron a palos, pero nosotros leímos el poema”.

8. Zito Lema también pudo incorporar a la materialidad de la historia otros dos sueños: la fundación de la Universidad Madres de Plaza de Mayo y la Universidad de lxs Trabajadorxs, en la recuperada IMPA. “En el exilio, para no morirse, uno se aferra a sueños. También surgen de la experiencia: me recibí en la UBA, trabajé ahí, vi cómo en un momento histórico se convertía en una universidad pública de verdad. Desde lo filosófico-conceptual, hay una diferencia entre universidad pública y universidad del Estado. Porque lo estatal tiene una legalidad del Estado y puede ser modificada cuando otro gobierno toma esa educación. Vos podés tener una universidad estatal, entre comillas pública, donde se enseñe para el mal. La Facultad de Economía, con perdón de los economistas, tiene una idea perversa de lo que es la economía para la mayor parte de la humanidad. Ahí no se está haciendo una enseñanza pública”.

El regreso del exilio se conjugó con la lenta pero sostenida construcción de la memoria, las batallas contra el punto final, la lucha por reconocer el horror, a sus desaparecidos, los noventa, el neoliberalismo. “No había reconocimiento, como si no hubiera pasado nada. Entonces hablo con las Madres, les planteo el sueño y dijeron que sí”.

Lo dice como si fuera fácil: “Ojo, ¿quiénes eran mis amigos? El programa de Periodismo lo hicimos con Horacio González; el de Filosofía, con León Rozitchner; el de Derechos Humanos e Historia, con Osvaldo Bayer. Vos tenés que lograr el ámbito, el sueño, donde la gente aporte: cuando eso se da, la gente es fantástica. Después, yo también ayudaba, en la medida de mis fuerzas, en IMPA. Y la parte cultural era importante para frenar los desalojos. La cultura reviste una cosa todavía firme: una cosa es romper el alma a trabajadores, y otra cosa es que en ese espacio haya teatro, música, cultura. Entonces me dijeron: ‘Vos que sabés hacer universidades, hacé una acá’”.

Y las hizo a las dos. “Cuando hay un sueño, un proyecto, una magia, una mística, se producen los hechos revolucionarios, humanísticos, donde se juntan, como diría Platón, el bien y la belleza”.

Un posible instructivo: “Si sos apasionado, y la causa es noble, vas a conseguir muchísimo apoyo para hacer cosas. Vos podés tenés 14 músicos de orquesta, una actriz leyendo tus poemas, y yo tocando un mate roto y dirigiendo con papeles una orquesta. La magia existe”.

82 La escena ocurrió en el festejo de su cumpleaños 82, en el centro cultural Hasta Trilce, donde presentó, con El violinista del amor & Orquesta Volátil, su disco de catorce poemas musicalizados, disponible en Spotify.

“La vida es mucho más que uno. Siempre digo que la pregunta final es qué hay entre mí y tú: no hay un yo sin mí, ni un mí sin tú. No es un juego de palabras: es el otro que te mira y entonces sos. Cuando suceden hechos de crueldad, algunos mienten y creen que nacemos desde el mal. No. Pero quien no conoció el amor, no puede amar. El mal es un concepto cultural que se produce. Creo en la cultura guaraní: la tierra sin mal es la tierra de los guaraníes. Son más sabios que nosotros: nosotros producimos el mal”.

La vida, apunta, es un combate eterno entre la luz y las tinieblas. Por eso piensa que el rebrote de discursos fascistas y negacionistas son síntomas de que la vida, a través de todo, y no a pesar, continúa. “La pulsión de vida y la pulsión de muerte necesitan estar. El arte no nace, como creían Freud y también mi maestro, de un combate donde gana la pulsión de vida: el arte nace del enfrentamiento, es el enfrentamiento en donde da la vida. La lectura de esta gente que niega que existió la tragedia, muestra que la cuestión está viva. Está bien que lastime, así va a estar más ardiente tu pasión de vida. El odio existe, el rencor, la avaricia, el egoísmo, el acaparar la riqueza mientras el otro se muere de hambre. El verdugo habla y en boca de esta gente que puede parecer que no expresan nada, pero sí expresan algo presente: el rencor como motor de la vida”.

De dónde sacar las fortalezas: “Ante tanto odio, más amor”.

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El teatro sale a la calle por la derogación del decreto 345

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A 44 años del atentado al Teatro Picadero en plena dictadura, distintas salas, artistas, productores y gestores organizan un encuentro para conectar pasado y presente. De Teatro Abierto al Festival ENTRÁ, la organización contra el desmantelamiento del sector, representado en el decreto 345, para defender la cultura, la identidad y crear lo que viene.

Por María del Carmen Varela

El 6 de agosto de 1981, a pocos días de haberse iniciado el ciclo Teatro Abierto, el Teatro Picadero sufrió un atentado que lo dejó en ruinas. Por eso, 44 años después, bajo otro ataque sistemático a la cultura, la comunidad teatral sale a la calle para recordar y exigir.

La propuesta reza:

El Teatro está Abierto: ENTRÁ.

La historia no se repite igual, pero rima.

El miércoles próximo, de 17.30 a 19.30, en la puerta del Teatro Picadero, Pasaje Santos Discépolo 1857, CABA, trabajadorxs de las artes escénicas se reunirán para celebrar que el teatro sigue abierto y para defender al Instituto Nacional del Teatro que por el decreto 345 está siendo desmantelado.

La gacetilla anuncia la participación de Lorena Vega, Valeria Lois, Elisa Carricajo, Laura Paredes, Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y Mariano Sayavedra leyendo framentos de “Decir sí” de Griselda Gambaro, “El Acompañamiento” de Carlos Gorostiza, “Parlamento” del grupo Piel de lava y “Civilización” de Mariano Saba. Un diálogo entre obras que fueron parte de aquel ciclo y obras contemporáneas que hablan de nuestro presente. También habrá un cierre musical a cargo de Talleres Batuka.

Sigue la gacetilla: «Les invitamos a este evento que es, a su vez, un acto de conmemoración y un encuentro de resistencia. Como Teatro Abierto en los 80, hoy desde ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) seguimos encontrándonos para defender nuestra identidad cultural, nuestro teatro».

El texto poético que acompaña el mitín:

Ayer fue dictadura, hoy es democracia simulada

Ayer fue incendio, hoy es apagón

Ayer fue teatro como refugio, hoy es como grito

Ayer fue unión de artistas, hoy es red federal viva

Ayer y hoy: el teatro vuelve a responder como acto político y vital

En defensa de la cultura, exigimos la derogación del decreto 345.

Entrá porque es urgente

Entrá porque es ahora.

El emblemático ciclo Teatro Abierto arrancó el 28 de julio de 1981 en en el Teatro Picadero. Su organización fue un acto de resistencia en un contexto de dictadura que censuraba a dramaturgxs, directorxs teatrales, actores y actrices de la escena nacional. Un grupo de dramaturgxs comenzó a reunirse en la sede de Argentores para poner al teatro en acción: Así nació Teatro Abierto. Con una programación de 21 obras breves, se proyectó la realización de 3 funciones por día durante 3 meses. Con dramaturgxs como Carlos Gorostiza, Carlos Somigliana, Roberto Cossa, Pacho O´Donell, Griselda Gambaro y Aída Bortnik, entre otrxs, el ciclo se convirtió en un verdadero fenómeno artístico apenas iniciado. El público respondió a la convocatoria y se agotó la venta de abonos casi de inmediato. Una semana después, el 6 de agosto, se produjo el atentado que destruyó al Picadero. Al día siguiente se produjo una concurrida asamblea en el Teatro Lasalle y decidieron continuar. Varias salas teatrales ofrecieron sus instalaciones y finalmente el Tabarís, clásico espacio de la revista porteña, fue el elegido para reanudar el ciclo. Una semana más tarde, volvió Teatro Abierto con un apoyo multitudinario por parte del público que llenó la sala hasta la última función.

Contacto: +54 9 11 6914-3033 (Ana)

[email protected]

Instagram: @festivalentra

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Villa Lugano: una movilización en contra del “Máster Plan”

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Vecinas y vecinos del barrio del sur porteño resisten ante una obra que está haciendo el gobierno de la Ciudad a espaldas de la comunidad: tala de centenares de árboles añosos, el cierre de varios ingresos y egresos de la autopista Dellepiane y la colocación de un nuevo peaje (a 4 km de otro ya existente) para ampliar la recaudación. El silencio del gobierno local y el ruido de sus topadoras arrasando el espacio verde y público. La voz de la organización popular que no calla y sale a la calle, otra vez –este viernes y en una caravana de autos– para visibilizar lo que pasa en una de las zonas más postergadas de CABA: a las 18 horas desde Dellepiane Sur y Montiel hasta Dellepiane Norte y Piedra Buena.

Por Francisco Pandolfi

Desde noviembre del año pasado la comunidad de Villa Lugano resiste a una obra que ya está haciendo el Gobierno de la Ciudad sin licencia social ni escuchar a la vecindad: el Máster Plan Autopista Dellepiane, con un costo de más de 7.000 millones de pesos, tala de centenares de árboles, cierre de 14 ingresos y egresos a la autopista y otro peaje (a cuatro kilómetros del de avenida Lacarra). 

La organización popular no cesó desde el momento en que se enteraron de la iniciativa. Asambleas, audiencias públicas, semaforazos, volanteadas en los distintos sub barrios que forman parte de este barrio porteño bien al sur porteño. Y guardias, para evitar el talado de árboles en lo que las y los vecinos denuncian como “un ecocidio”, que está sucediendo desde marzo.

La comunidad hizo un relevamiento casa por casa con los frentistas a la autopista Dellepiane: más del 70% no tenía idea de la existencia del Máster Plan. Presentaron por escrito pedidos de información pública a AUSA (Autopistas), APRA (Agencia de Protección Ambiental), Ministerio de Infraestructura y a la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano porteño, sin respuestas.

Sin embargo, la obra empezó aún incumpliendo la promesa de que antes habrían mesas de trabajo en conjunto. Este viernes, la comunidad decidió volver a manifestarse, en una caravana de autos para seguir visibilizando la problemática. Desde lavaca hablamos con el colectivo de vecinos apartidario No dividan Lugano que está al frente de denunciar la obra. 

Sobre lo negativo y lo positivo de la obra, dirán: “El Master plan Autopista Parque Dellepiane fue presentado como una mejora para el sur de la ciudad, pero en la práctica profundiza las desigualdades urbanas, degrada el ambiente y fragmenta el territorio. Lo negativo es abrumador”, y enumeran: 

• Implica la tala de más de 500 árboles añosos, sin plan de reforestación efectivo.

• Aumenta la huella de carbono y destruye espacios verdes sin compensación.

• Instala un Metrobus central inaccesible, que obliga a cruzar pasarelas extensas sin rampas adecuadas ni soluciones reales para personas mayores o con movilidad reducida.

• Divide al barrio aún más, eliminando accesos, aislando sectores y obstaculizando la vida cotidiana.

• No contempla una red multimodal de transporte, ni bicisendas, ni centros de transferencia.

• Instaura peajes en tramos que eran gratuitos, generando un nuevo costo para vecinos que hacen trayectos cortos todos los días.

Agregan: “Lo positivo, si lo hay, podría haber sido la oportunidad de pensar el área como un verdadero corredor verde y sustentable. Pero nada de eso fue incorporado, ni escuchado”. Y vuelven a enumerar, en este caso, sobre lo que es fundamental denunciar en esta obra:

• Fue diseñada sin participación ciudadana efectiva, sin diálogo real con la comunidad.

• Incumple múltiples normativas locales y nacionales, desde la Constitución de la Ciudad hasta leyes de accesibilidad, ambiente y derechos ciudadanos.

• Avanza a pesar de un amparo ambiental colectivo presentado por vecinos, vulnerando el Acuerdo de Escazú y los principios de justicia ambiental.

La obra es impulsada por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (GCBA), a través de su empresa estatal AUSA (Autopistas Urbanas S.A.), con financiamiento internacional de la CAF –Banco de Desarrollo de América Latina. Las veces que lavaca quiso comunicarse con la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano porteño fue imposible. Nadie atiende. En relación a AUSA el prensa de la empresa explicó que la política interna es “no dar entrevistas en ON, que con los medios se manejan así”.

Dicen las y los vecinos: “El proyecto fue aprobado sin estudios de impacto ambiental adecuados, sin matrices de costo-beneficio transparentes y sin haber sido sometido a procesos participativos válidos. Hoy, la obra está en plena ejecución, avanzando a toda velocidad sin haber sido revisada tras la presentación del amparo ni durante las mesas de trabajo convocadas por la Justicia, una vez que ya habían iniciado la obra”.

¿Las mesas de trabajo están sirviendo de algo? ¿Hay escucha del gobierno porteño y de la empresa?

Las mesas de trabajo fueron convocadas por orden judicial. Pero en la práctica, no hay escucha real. El GCBA y AUSA llegan a las mesas con el proyecto cerrado, sin brindar información clave, sin contestar a los pedidos de acceso a la información, ni frenar las obras mientras se debate. Las propuestas alternativas presentadas por los vecinos (como usar colectoras, premetro, u otros modelos de movilidad sustentable) ni siquiera fueron consideradas. Las mesas han sido una formalidad dilatoria mientras la obra avanza sin freno.

¿Qué perjuicios ya están sucediendo y cuáles sucederán?

Tala de árboles, pérdida de sombra, humedad y biodiversidad; rotura de veredas, ruidos permanentes, vibraciones y molestias en la vida diaria; corte de accesos históricos, dejando barrios desconectados. Y si no se frena habrá un aumento de inseguridad vial, con colectivos cruzando carriles rápidos en maniobras riesgosas; aislamiento de sectores enteros del barrio; encarecimiento de la vida cotidiana por peajes, más transporte y pérdida de comercios barriales; mayor contaminación ambiental y sonora; desvalorización de las propiedades y deterioro del entorno.

¿Por qué este viernes 1 de agosto la comunidad hará una caravana?

Porque ya no alcanza con reclamar en silencio ni esperar respuestas que no llegan. Convocamos a una caravana vecinal pacífica para visibilizar el conflicto, frenar el avance destructivo de la obra, y exigir participación real. Será una caravana con autos, banderas argentinas y carteles. Queremos que nos vean y que nos escuchen.

La caravana saldrá a las 18 horas desde Dellepiane Sur y Montiel y finalizará en Dellepiane Norte y Piedra Buena. Participarán familias, organizaciones barriales, ambientalistas, arquitectos, docentes, jubilados, comerciantes. Al finalizar, se realizará una ceremonia simbólica con Flavia Carrión, antropóloga y comunicadora de sabiduría ancestral, en el Día de la Pachamama. “Será un acto de gratitud ambiental, una pausa colectiva para honrar a los árboles y el esfuerzo de toda nuestra gente; para agradecerle a la Tierra por seguir aguantándonos. Un momento para reencontrarnos con lo esencial: la naturaleza, la vida en comunidad y la defensa de lo que amamos”.

Esta misma vecindad organizada se formó el año pasado con el nombre “No dividan Lugano”, cuando evitó que el gobierno porteño hiciera una serie de pasos bajo a nivel, que hubiesen significado un abanico de perjuicios para el barrio. En ese entonces, cuando llegaron las topadoras, mujeres y hombres se atrincheraron para defender árboles de más de 100 años. En esta crónica contamos lo que fue ese proceso comunitario.

Un año después, el barrio de Lugano sigue en pie de resistencia. “Somos una comunidad que se levanta para defender a su barrio. Ya presentamos más de 800 firmas, relevamientos propios y propuestas alternativas. Pero nos siguen ignorando, y la obra sigue destruyendo. Por eso salimos a la calle, otra vez, y así lo seguiremos haciendo cada vez que haga falta”.

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Actualidad

Marcha de jubilados: balas y bolitas

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Siete detenidos y al menos 30 personas heridas, entre jubilados, curas, trabajadores de prensa (lavaca, Cítrica, Infonews, El Destape y C5N, entre ellos), defensores de derechos humanos, y un niño de 4 años que estaba con su familia en la Plaza de los Dos Congresos. Ese es uno de los saldos de otra semana de represión brutal a la protesta de cada miércoles, esta vez coordinada por la Policía de la Ciudad, que disparó postas de goma, balines con gas pimienta, granadas aturdidoras, golpeó con escudos y lanzó un nuevo tipo de gas que producía tos y vómitos. El despliegue también implicó tareas de inteligencia ilegal con efectivos que filmaban y fotografiaban manifestantes, según denunció la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que también relevó «policías armados con postas de plomo que están prohibidos». Los carteles, las reflexiones, y la creatividad: algunos integrantes de la marcha terminaron jugando a las bolitas en la calle con los balines policiales. 

Por Lucas Pedulla y Francisco Pandolfi. Fotos Juan Valeiro/ lavaca.org

Marcha de jubilados: balas y bolitas

El padre Paco Olveira muestra los balines que golpean y expulsan gas pimienta. Terminaron jugando con ellos a la bolita sobre la acera.

Otro miércoles de protesta de jubilados y otro miércoles de represión feroz y absurda enfocada principalmente a jubilados y a la prensa que cubría lo que estaba ocurriendo. Con ataques directos a los ojos y a los cuerpos. A las cámaras y a los celulares que registraban la bestialidad de las fuerzas de seguridad –el fotógrafo de lavaca, Juan Valeiro, entre ellos, con quemaduras de primer grado en el cuello y en la oreja–. No es difícil imaginar lo que hubiese ocurrido si ese ataque le hubiera llegado directamente a los ojos. Esta vez fue la Policía de la Ciudad la encargada de lanzar gases y disparos a mansalva en la intersección de Avenida de Mayo y Luis Sáenz Peña cuando la movilización pretendía ir hacia la Casa Rosada.

Marcha de jubilados: balas y bolitas

El fotógrafo Juan Valeiro de lavaca, uno de los periodistas atacados, como ocurrió con profesionales de Cítrica, Infonews, El Destape y C5N.

Hubo 7 detenidos (Agustín Cano, Leandro Maristains, Alejandro Carrizo, Federico Burgos, Francisco Ramos, Hugo Eischler y Javier Mendoza) y al menos 30 heridos según la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), entre ellos un niño de 4 años que estaba en la Plaza de los Dos Congresos junto a su familia.  

Marcha de jubilados: balas y bolitas

Escenas de otro miércoles de violencia estatal absurda.

Más allá de la violencia ordenada por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, la concentración de jubilados tuvo un eje concreto de reclamo: el “no al veto” del gobierno nacional a la suba de las jubilaciones y la emergencia en discapacidad. Sin embargo, Javier Milei ya avisó que vetará las leyes aprobadas por el Congreso. Tiene plazo hasta el lunes 4 de agosto, tiempo destinado a ofrecer distintas cuestiones no públicas a diputados que se sumen a apoyar el veto, como ha venido ocurriendo. ¿El argumento del oficialismo contra un ínfimo aumento a jubilados? “Va en contra del equilibrio fiscal”.

Marcha de jubilados: balas y bolitas

Una de las jubiladas víctimas del coraje policial contra ellas, y de un nuevo gas tóxico, un símbolo de esta época.

Con la camiseta de Independiente y máscara del Hombre Araña, un jubilado entendió el mapa económico que traza esa decisión, y lo señaló con un cartel en tono bíblico: en el Génesis se habla de un sueño con vacas gordas y vacas flacas, referencia a los períodos de prosperidad y a los de dificultades. El jubilado escribió una actualización argentina de aquella imagen que ya no tiene forma de sueño sino de pesadilla. 

  • “Vacas gordas, jubilados flacos”.
Marcha de jubilados: balas y bolitas

El Hombre Araña es del Rojo, y releyó el Génesis.

Números y un café

Carlos trabajó cuarenta años en el Correo y no falta ningún miércoles a la marcha de jubilados y jubiladas con su remera ya mítica de Chacarita. Tanto, que casi nadie sabe que se llama Carlos y la gente le dice “Chaca”. Hoy caminó por Rivadavia con dos vendas que le envolvieron sus dos antebrazos. “Como todos los miércoles, venimos a reclamar y te cagan a palos. Acá tenés la prueba”, dijo a lavaca  mostrando sus moretones. “Pero ya lo dije: esta sangre mía Bullrich la va a pagar”.

Héctor acaba de cumplir 75 años: “Decir que la suba de las jubilaciones atenta contra el equilibrio fiscal es una payasada. Milei lo deja claro cuando le baja las retenciones al campo, como dijo el sábado en la Sociedad Rural. Para nosotros nada y para los ricos todo, esa es la política del gobierno. ¿El beneficio para el campo no genera déficit fiscal? Milei es una máquina de mentir”. El hombre cuenta sus propias y reales retenciones: “Ya no salgo más que los miércoles acá. Ya no tengo la vida que tenía antes, no puedo viajar ni tomarme un café”.

Marcha de jubilados: balas y bolitas

Policías en acción, frente a jubilados que reclaman por sus haberes amputados por la motosierra.

De ratificarse el veto a los jubilados, la suba de agosto no será del 7,2% como fija la ley aprobada (el haber mínimo $441.600), sino del 1,62% en base al último índice de inflación de junio de 2025, por lo que la jubilación mínima será de $ 314.243,51.

Abus en la calle 

Alicia tiene 63 años y lleva un pañuelo firmado por siete de sus nietos: “Abus en lucha”, “Aguanten los jubilados”. No entiende la distribución de la riqueza. O sí, pero la ve obscena: “La baja de las retenciones y el veto a los jubilados es una guasada total”. Sus retenciones: “Ya no me puedo dar más un gustito. Vivo el día a día, ya no estoy comprando nada ni semanal ni mensual”.

En la marcha hubo muchos carteles al respecto: 

  • No al veto: nuestra indigencia es tu superávit
  • Ni veto ni represión: fuera el FMI
  • No al veto a las leyes en jubilaciones
  • No al veto: cobarde estafador (y la cara de Milei). 

Ana, 74 años, trajo su propia pancarta: “Baja las retenciones a los ricos, hambrea a los viejos”. Cuenta que su hijo trabaja en el Correo y teme ser despedido, que su nieta encontró trabajo en un Todo Moda pero la echaron a los dos meses. Para ella todo el pueblo debería movilizarse: “No sólo los jubilados y los del Garrahan. Todos”. 

Marcha de jubilados: balas y bolitas

No hay plata para el cine argentino (el Gaumont como símbolo) pero sí para filmar ilegalmente a manifestantes.

Walter (66) y Julio (62) llegaron de Campana, norte de la provincia de Buenos Aires. Sumaron otros dos carteles: “Viejo: no te quedes en tu casa, vení a luchar” y “Ayudame a luchar. El próximo viejo sos vos”. Walter movió la cabeza de un lado para el otro al recordar el discurso de Milei en la Sociedad Rural: “Un tipo desquiciado, frente a toda la oligarquía, los terratenientes, los dueños de la tierra. Él mismo dice: ‘soy cruel’. Nos la está haciendo parir. Nos quitó la medicación, todo un desastre”.

Julio coincidió: “Ahí ves realmente para quién gobierna. Hasta el que tiene séptimo grado, como yo, se da cuenta”. 

Marcha de jubilados: balas y bolitas

Jubilado hablándole a la pared.

Roberto, 62 años, de Trelew (Chubut), lo escucha: “Pero hay que seguir viniendo, compañeros. Son totalmente inescrupulosos. Hoy hablaba con un amigo que me decía que había que respetar el voto popular, pero Hitler también ganó con el voto popular. Si no salimos a la calle, no sé qué más va a pasar”. 

Vallas a donde vayas

El Congreso estuvo totalmente vallado. Vallas sobre Entre Ríos, Riobamba, Yrigoyen, Rivadavia. “Este quilombo lo hizo la Buillrich”, gritó un cincuentón a los automovilistas que se quejaban porque avanzar por las calles lindantes era un imposible.

Luis llevó un cartel: “Menstruación=sueldo de jubilado; viene una vez y se va a los tres días”. Dijo que lo escuchó a Milei cuando anunció en La Rural la baja de las retenciones al agro. “Lo que me dolió fue que la gente aplaudió cuando dijo que iba a vetar nuestro aumento. La gente del campo aplaude a todos los que empiezan con la “m” de mierda: Martínez de Hoz, Menem, Macri y ahora Milei”. 

Marcha de jubilados: balas y bolitas

Mensaje para el tal vez próximo embajador de Trump en Argentina. Un apellido que parece un mandato.

Después de la radio abierta, como cada miércoles, empezó la movilización. Las columnas bajaron a Hipólito Yrigoyen, cuya circulación no estaba cortada y marcharon por la calle. “Luche que se van”, fue otra vez el hit, al que siguió “que se vayan todos”. Uno de los temas, con dedicatoria explícita: “A dónde está, que no se ve, esa famosa CGT”. Nobleza obliga: ni la CGT ni ningún partido político, con la cabeza en las elecciones legislativas y no en la calle.

La violencia y las bolitas

Sobre Yrigoyen, casi Luis Sáenz Peña, se divisaba un camión hidrante que se retiró. La columna dobló al final de la Plaza para ir hacia Avenida de Mayo con la intención de seguir la marcha hacia Plaza de Mayo. Sin embargo, en otro operativo de pésima coordinación –esta vez por la Policía de la Ciudad– la manifestación se mezcló entre autos y colectivos que seguían pasando. 

Marcha de jubilados: balas y bolitas

“¡Por la vereda!”, gritaron algunos jubilados. Pero en ese momento, los efectivos cortaron de cordón a cordón empezando con la respuesta física violenta. El operativo estuvo acompañado, como suele ocurrir, por oficiales con cámaras que filmaron y sacaron fotos (con el objetivo de realizar algún tipo de “inteligencia” y amedrentamiento a quienes ejercen el derecho de reclamar). 

La movilización avanzó pero rápidamente empezaron las detonaciones de escopeta con postas de goma y de granadas. Dispararon balines de armas byrna, redondos y de colores, que impactaban en los cuerpos, provocando lastimaduras y liberación del gas que llevan dentro. También lo hicieron sobre la vereda, donde se supone que no hay “protocolo”. Detuvieron, golpearon y gasearon fundamentalmente a trabajadores y trabajadoras de prensa, como cada semana. El efecto de esos spray, que poseen una sustancia espesa y viscosa: penetra los poros y quema durante horas. El fotógrafo de lavaca, Juan Valeiro, como otros reporteros (Cítrica, Infonews, C5N y El Destape, entre otros), fueron atendidos en la misma plaza y en el Instituto Patria. “Quemadura de primer grado”, diagnosticaron a nuestro compañero.

Marcha de jubilados: balas y bolitas

¿Qué escudan los escudos?

Nadie fue ajeno a esta nueva ofensiva. La policía disparó un gas que generaba tos hasta el punto de provocar arcadas y vómitos. La sensación era extraña, porque no había un sabor ácido ni picante, pero provocaba una tos ronca. El efecto llegaba incluso a las calles aledañas, aparentemente ajenas al la marcha. “El registro del despliegue policial evidencia su brutalidad e irracionalidad”, denunció la CPM, organismo que precisó otro detalle alarmante: “Se relevaron también policías armados con armas con postas de plomo que están prohibidas, y acciones de inteligencia ilegal”. 

Agregó la CPM que el ataque incluyó a defensores de derechos humanos, cuyo hostigamiento tenía como fin evitar el registro de los hechos.

Sin embargo, la gente no se fue.

La gente se quedó. La policía avanzaba, seguía gaseando, y la gente siguió. 

“¡Tienen miedo!”, gritó una jubilada. “¡Tienen miedo!”.

Uno de los primeros detenidos había sido el padre Paco Olveira. Lo golpearon, lo gasearon y lo salvó la gente. Se llevó de recuerdo dos de los balines de la Policía. “Es el último arma que trajo Bullrich”, explica y muestra a lavaca. “Te tiran y salta el gas. No te deja respirar. Y duele, porque nos dieron unos cuantos en los pies. Gracias a Dios hoy no tiraron a los ojos”.

De fondo, la jubilada siguió gritando: “¡Tienen miedo!”.

Otro miércoles de protesta de jubilados se diluía entre detenciones y balines de gas. Entre un cordón con armas largas sobre Rivadavia y un grupo de la motorizada dispuesto a salir sobre Rodríguez Peña. Sin embargo, mientras el padre Paco seguía mostrando los balines, alguien propuso:

–Juguemos a las bolitas.

Todos se rieron, por el absurdo de la situación. 

De nuevo, frente al horror, la creatividad social. 

Y así, frente a policías que seguían filmando ahora una burla, un párroco y una jubilada arrodillados en la calle, jugaron a las bolitas con los balines para cerrar otro miércoles argentino.

Marcha de jubilados: balas y bolitas
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