Sigamos en contacto

Mu205

Las bombas: Julián López, escritor

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Acaba de editar El bombardeo, donde compila y prologa trece textos sobre el ataque a Plaza de Mayo en el 55. Obra, semblanza y confesiones de un autor ya consagrado y docente de la universidad pública que proyecta más literatura, mientras mantiene viva la memoria. Por Carlos Ulanovsky.

Las bombas: Julián López, escritor
Foto: Cleo Bouza

Hace tiempo que el escritor Julián López dejó de ser el secreto mejor guardado de la literatura argentina de este siglo. Se corrió de ese lugar común que la crítica especializada utiliza para señalar el nacimiento de una figura con proyección, y lo hizo, por sobrados méritos propios y por prepotencia de tres novelas (Una muchacha muy bella, La ilusión de los mamíferos y El bosque infinitesimal). Su trabajo más reciente es el libro El bombardeo (Alfaguara) en el que compiló y prologó trece relatos sobre el aberrante ataque de la aviación naval contra civiles desarmados en Plaza de Mayo e inmediaciones, el 16 de junio de 1955, cuyo principal objetivo era asesinar al presidente Perón. Se acaban de cumplir 70 años de esa fecha amarga.  

Solapeando su trayectoria resaltan una y otra vez sus iniciosl. “Siempre escribí poesía y eso sigue siendo una tensión constante: percibirla poesía como el fin último de toda escritura. Creo que el poema es imposible, se escapa todo el tiempo, y lo que uno logra capturar es una sombra, un momento intraducible que es más una manera de mirar, una disposición al tiempo”.

Lo de la poesía tiene un origen entrañable: unas lecturas tempranas de su mamá: “Me considero un absoluto privilegiado por haber podido entrar a ese mundo a partir de esa provocación materna”. Después, ya por elección propia, le llegarían autores como Alfonsina Storni: “Ella, su obra, su devenir, siempre como referente y estandarte”.

Le pregunto por una frase suya (“Y aquellos que se fueron para siempre perdurarán”) y él la continúa. “Y aunque la muerte los llame con nosotros se quedarán/ y nos guiarán en el camino de la vida para después no volvernos atrás”. Son los versos iniciales del primer poema que escribió en su vida, un domingo soleado y frío de junio de 1976. “Tenía 10 años”. Describe a su infancia como la de “un chico hiperadaptado, obediente, un poco cínico, ofendidísimo, un poco malévolo”. Se ríe, recordando que, muy joven, inició una autobiografía que decía: “Nací a los 40 años en la Clínica Marini, de Santa Fe y Aráoz”. 

Pibe y adolescente excéntrico, tuvo una etapa de combinar vestuarios estrafalarios, también como un modo de afirmar la condición de insolente y propiciar incomodidad, la propia y la ajena. Reconoce: “Por mis atuendos, pasé en la calle situaciones de bastante violencia. Usaba larguísimos pañuelos de seda anudados en la cabeza, como había impuesto Leonardo Favio. Heredé de un tío unos trajes antiguos que usaba con camisas de seda negra y moños que aprendí a hacer yo mismo”. 

Ese joven que fue nunca se enganchó con el fútbol. El dato llama la atención de este cronista, futbolero full time, y se le sugiere que por ser reacio a enterarse quién era el 9 de Boca, seguro que ganó mucho tiempo que aprovechó para escribir. “Le envidiaba esa pasión por el fútbol a mi viejo, pero, a la vez, me resultaba incomprensible. De haberme gustado el fútbol, seguro que hubiera tenido una vida más fácil”, consiente.

Escritura feliz

Es docente de la Licenciatura en Artes de la Escritura, Universidad Nacional de las Artes (UNA) y con frecuencia lo convocan a dar “clínicas privadas”. 

Con sentido del humor y de la provocación dice solo escribe historias de amor. ¿No le hubiera gustado escribir telenovelas? Menciona a Alberto Migré (1931–2006), célebre creador de teleteatros en los 60 y 70. “Él es una referencia única y mítica. Esa forma de producción de escritura tan silvestre, tan popular, tan inmediata, fueron modélicas para mí. Yo, básicamente, escribo melodramas, ahí se ve mi filiación mediática. Me da orgullo ser un epígono de Migré. En una de sus sus ficciones, La cuñada, apareció por primera vez una Abuela de Plaza de Mayo,  interpretada por el genio mundial de María Valenzuela”.

Bombas a inocentes

Julián, como poeta, es autor de los libros Bienamada y Meteoro, y escribióademás la serie de cuentos de su libro de cuentos El día inútil. 

Pero pensando en El bombardeo,  ¿cuándo, cómo y por quién se desayunó este hombre nacido en 1966 de esa masacre que en 1955, que provocó al menos 300 muertos y miles de heridos, y hasta hoy tanto dolor e indignación provoca, al menos a quienes están enterados de lo ocurrido? 

 “A los 19 años conocí a un grupo de peronistas que vivían en Merlo y ahí me empecé a enterar. En mi casa no se hablaba del tema. Supongo que no se lo conocía. Y no quiero ser injusto, pero supongo que los bombardeos de 1955 estaban más capturados por ‘la quema de la curia’ que por la salvajada misma del atentado terrorista por la aviación de la Marina. Pero, en verdad, en mi casa y en las de mis amigos no hubo palabras para el bombardeo”.

Pese a su brutalidad y a sus consecuencias tan trágicas, ¿cómo explicás el silencio, el ocultamiento?

Un poco por la perplejidad de asomarse a la idea de que tus propios compatriotas puedan hacer algo semejante. Después porque era un tiempo político de una enorme complejidad y de un pulso violento que vislumbraba un futuro horrendo que era imposible de alojar como horizonte. Y también por la política de invisibilización de las clases dominantes. Y de los medios, por supuesto.

Decís en el prólogo que ese hecho determinó otros de violencia simbólica y material ocurridos en las décadas siguientes. ¿Esa clase de odio está en los ataques odiosos de los tiempos actuales?

Hay bisectrices que lo atraviesan todo y  hoy  muestran su pulsión, manifestada en la impotencia y en la judicialización de la política. Un ejemplo: votar la Ley Bases y después denunciar a los funcionarios que habilitaste a que destruyeran el Hospital Garrahan.

¿Qué efecto desearías que tuviera un libro como El bombardeo?

Que se lea, que se lea. Que los que puedan lo compren y lo presten a los que no tienen guita para comprarlo. Y que los relatos de este seleccionado impresionante de escritoras y escritores resuenen con las memorias deshilvanadas. Que despierte curiosidad; que los que vivieron de cerca ese horror puedan hablar y compartir lo que escucharon en sus casas de infancia. 

Ese seleccionado está integrado, en orden alfabético, por Mercedes Araujo, Humberto Bas, Juan José Becerra, Juan Carrá, Albertina Carri, Alejandro Covello, Esther Cross, Mariano Dubin, María Pia López, Carla Maliandi, Sebastián Martínez Daniell, Ricardo Romero y Luis Sagasti.

Encontrar un final 

López  resiste y cuestiona el tal vez desubicado calificativo del cronista de “escritor prestigioso. Y como agregado adminte que la escritura lo acercó a alguna gente de manera conmovedora: “Que un libro encuentre sus lecturas es hermoso. Me resistí durante años a convertirme en escritor, pero cuando empecé a publicar mi vida cambió, se tranquilizó y tomó una forma más definida, menos potencial y adolescente”.

La vida está difícil para (casi) todos y el cronista quiere saber si el escritor puede vivir de su tarea. Menciona con alborozo que hace poco pudo tener un departamento propio. “Te faltó enterarte de que tengo deudas imposibles. Si pude tener mi casa no fue por la repercusión de mi trabajo sino por amigas y amigos increíblemente generosos, amorosos y preocupados. No te olvides que soy docente. Muchas veces no llego a fin de mes”.  

Franco, directo, humilde, siempre amable, el escritor no descansa. Y anticipa: “Estoy detrás de una novela que me está dando largas, como siempre. Y soñando con otras antologías, nuevas, posibles”.

Mu205

Anti modelo: Manu Fanego

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Exponente de la escena teatral independiente que apuesta a la creación colectiva, la diversidad y la autogestión. y que ahora está poblando la emblemática cartelera de calle Corrientes. Una de las cientos de personas que dieron forma a un movimiento cultural que organizó de modo asambleario y en todo el país el Festival Entrá, para defender al Instituto Nacional del Teatro. Emergente de los nuevos paradigmas de pensamiento y acción. El hijo de su época. Por Claudia Acuña.

(más…)
Seguir leyendo

Mu205

Modo Madygraf: la ex Atlántida hoy recuperada y recién expropiada

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Cuando era Editorial Atlántida, imprimía Gente, Billiken y El Gráfico. Después fue Donnelley, la multinacional con acciones de los fondos buitre que estafaron al país. Y hace once años es una fábrica recuperada que a fines de junio logró la expropiación pese a los tiempos de ataque a todo lo que estas 100 personas representan: trabajo, autogestión y solidaridad. Cómo se organizaron para volver después de una derrota. Lecciones que cruzan a Paul Singer, Cristina y el trotskismo, para imprimir una historia increíble. Por Lucas Pedulla.

(más…)
Seguir leyendo

Mu205

Bloque sindical transfeminista: la fuerza que viene

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Contra la crueldad, verdadera unidad: mujeres y diversidades tejen desde el sindicalismo nuevas formas de entender la política, la organización y la vida. Se reunieron en MU para reflexionar sobre cuestiones centrales en esta época libertaria: el poder, las bases, la representación, el machismo interno, lo común, lo concreto, y la potencia de la unión no solo contra el espanto. Por Evangelina Bucari.

(más…)
Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente. ©2025 Agencia lavaca.org. Riobamba 143, Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina - Editor responsable: Cooperativa de Trabajo Lavaca ltda. Número de propiedad intelectual: 50682265 - [email protected] | Tel.: +54 9 11 2632-0383

Vistas el día de hoy: 43.238