Nota
65 facultades tomadas (y contando) en todo el país: el veto por la culata
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El veto presidencial y su aval en el Congreso de la Nación al presupuesto universitario desataron una ola de facultades tomadas en todo el país, en un contagio sin precedentes: Exactas, FADU, Ingienería y Medicina y otras como Derecho de Córdoba que nunca habían ejercido esta medida de lucha. Se suman así a una lista que al cierre de esta nota contabilizaba 65 facultades tomadas en el país, otras en proceso de y todas con planes que aseguran que el conflicto recién comienza.
Mientras garantizan que las clases continúen, las y los estudiantes y docentes desmienten las fake news del gobierno y piensan cómo hacer para ganarla, junto a otros sectores: la lucha universitaria ya recibió la solidaridad tanto de colegios como de asambleas barriales y de trabajadores de la salud y jubiladas y jubilados. Un símbolo de todo lo que está en juego. Comienza, entre otras cosas, a planificar se una nueva “marcha blanca” de estudiantes y sectores de la salud. En tanto el próximo l lunes una gran asamblea interfacultades planificará las acciones conjuntas para darle continuidad a la palabra del día: “Unidad”. Por Franco Ciancaglini
El color de la unidad
Gonzalo tiene una remera verde, Cecilia una violeta, Micaela una roja y Valentina, celeste: son de distintas agrupaciones estudiantiles y charlan parados en la calle, juntes. Están coordinando que el corte parcial de la Avenida Independencia garantice las clases públicas en la Facultad de Psicología de la UBA.
Ayer por la noche estos cuatro estudiantes levantaron la mano junto a otros 1.500 que votaron que esta facultad sea tomada hasta el día lunes, fecha en la que harán una nueva asamblea para definir cómo seguir. “Tenemos un objetivo muy claro todas las agrupaciones, que es defender la universidad pública: partimos desde ahí”, cuenta Valentina – de El Impulso, a cargo del Centro de Estudiantes-, sobre cómo conseguir la unidad. “Obviamente tenemos diferencias. Lo más rico que tiene una asamblea es que hay libertad de voces y todos pueden opinar. Pero el objetivo es el mismo: defender la educación pública”, repite.
Pareciera obvio si no fuera literal: el presupuesto asignado actualmente no garantiza que las universidades puedan seguir funcionando. La norma vetada proponía declarar la emergencia presupuestaria para las universidades en este 2024 y actualizar las partidas del Presupuesto 2023. Actualmente están funcionando con ese presupuesto prorrogado (elaborado a su vez en 2022), y no actualizado. La consecuencia: no hay sueldos dignos para docentes, ni para no docentes. Este ahogo financiero es acompañado con una demonización de la universidad pública a fuerza de fake news. Cecilia, de la agrupación MotorPsico, las repasa: “El gobierno nacional fue tirando distintas mentiras para desviar la discusión: primero las auditorias, después los alumnos fantasma, ahora que la universidad es de hijos de ricos… A mí lo que me parece es que eso no cala en la sociedad. En la marcha del 2 de octubre mostramos el gran acompañamiento que tiene la defensa de la educación. Y esta intención del gobierno de querer confundirnos se les va a volver en contra. Lo que me hace pensar eso es que los funcionarios no conocen ni saben que acá está lleno de primera generación de universitarios y de trabajadores”.
Los números avalan lo que dice Cecilia, y no lo que dijo el Presidente: según la Encuesta Permanente de Hogares, 7 de cada 10 estudiantes son primera generación y, encima, 4 de cada 10 son pobres. Ni ricos ni hijos de ricos.
Gonzalo de la agrupación EDI: “Creo que ciertas ideas calan porque hay gente que, por no investigar, les termina creyendo. Por ejemplo, lo de las auditorías: eso ya sucede, todos los años, las podés ver en la página web. Y con respecto a lo de que la universidad es solo es hijo de ricos, eso no llegó a penetrar porque la mayoría de los estudiantes somos justamente hijos de trabajadores: eso lo sabemos todos”.
Micaela, de Clave Roja: “Y no solo hijos de trabajadores: la mayoría trabajamos, también. Acá los estudiantes de psicología tienen salidas laborales ultra precarizadas, de acompañamientos terapéuticos, por ejemplo, o de inclusión escolar. No cobramos durante meses”.
Gonzalo reafirma: “La mayoría somos trabajadores que estudiamos. Ninguno es hijo de rico. Realmente”. “La crisis que está habiendo la vivimos en carne propia, no solo como estudiantes, docente y no docentes, sino como pueblo trabajador” sigue Natalia, de remera roja. “Ayer en asamblea retomamos demandas históricas como los apuntes o el boleto educativo, no resueltas por este gobierno ni por los anteriores”.
Durante el día las y los estudiantes recibieron tres tipos de visita:
· La de medios de comunicación, que mostraron cómo se desarrollaban las clases públicas en medio de una transitada Avenida, con bocinazos de apoyo por parte de los conductores que pasaban;
- La de la Policía de la Ciudad, que se presentó temprano –camión hidrante incluido- para “liberar” la Avenida, y ante la negativa de los estudiantes liberaron nomás dos carriles, por donde circulan los autos, y luego volvieron con cámaras de filmación;
· La de la asamblea del barrio de Boedo, que llevó comida y apoyo.
Resume Gonzalo. “Ayer se decidió juntarnos con el hospital Garrahan y el Bonaparte, así como con otras universidades y facultades. Vamos a hacer una marcha blanca que será justamente de universidades y de salud pública, porque ambas luchas van de la mano”.
La lucha (desde diciembre 2023) de asambleas barriales, la lucha por la salud (septiembre 2024) y la de ahora por la educación parecen ir lentamente confluyendo en una sola. Natalia: “Esta semana se demostró que la sociedad se está enterando de lo que está pasando y se está movilizando, y seguiremos: no nos vamos a ir para atrás, las medidas van a ser cada vez más radicales. Nos vamos a unir con otros sectores en lucha – hospitales, jubilados- y se están uniendo cada vez más estudiantes independientes”.
Los independientes
Ian y Candela son alumnos de tercer año de la carrera de Psicología y acaban de aprontar el mate. Se sientan en uno de los pupitres vacíos que están sobre la calle, antes de entrar a una de las clases públicas. Son lo que las agrupaciones llaman “estudiantes independientes”, ya que no pertenecen a ninguna. Dicen: “Al ser tan crítica la situación, se genera una unidad. Estamos todos en la misma, así que vamos juntos para adelante”, dice ella. Ian: “Se tomaron Exactas, Ingeniería, Derecho en Córdoba: evidentemente esto moviliza, no es solo acá”.
¿Cuál fue el detonante? Candela arriesga: “El veto fue la gota que rebalsó el vaso. Esto viene desde hace un montón y el veto fue el colmo. Habiendo habido marchas tan masivas, hacen esto: es un montonazo. Me parece que estamos un poco cansados”. El cansancio para estos jóvenes incluye los alquileres, las tarifas, el trabajo precarizado. Y el alrededor: “Tenemos familiares jubilados: nos está golpeando por todos lados”, dice ella.
Pasa un motoquero que los insulta con el típico: “Vayan a laburar”. Ian le responde riendo: “¡Yo entro más tarde!”. Ella interpreta este tipo de gritos: “Somos estudiantes de psicología…. tenemos también que comprender que hay gente que no le queda otra que sostener lo que creyó en un principio, e intenta seguir adelante”.
¿Es esperanza o es odio? “Puede ser un poco de ambos, o que uno sea el motor del otro. Igualmente yo percibo en mis círculos y en mis redes que el apoyo bajó bastante. Hay gritos de bronca, pero hay mucho más apoyo”.
¿Qué ven hacia adelante? “El problema que veo es que esto no sea momentáneo y sea consistente. El 23 hay una asamblea Interfacultades para poder laburar ese tema”.
¿Irán, como “estudiantes independientes”? Responden al unísono: “Obvio”.
El piberío
Agus Mermet se considera de “la vieja guardia” del Centro de Estudiantes Filosofía y Letras y desde esa experiencia arroja otro dato esperanzador: “Hay más involucramiento del piberío”.
Mermet habla desde el célebre patio del pino en la sede que ayer fue sede de otra masiva asamblea (https://x.com/Lavacatuitera/status/1845970725347188789 ) “con muchas agrupaciones y estudiantes que se sumaron por primera vez”. El resultado fue una votación unánime a favor de tomar la facultad por tiempo indeterminado.
Hoy, estudiantes como Agustina amanecieron sacando bancos a la calle para garantizar las clases públicas que, a las 12 del mediodía, están repletas. Mientras, se organizan en comisiones: cultura, limpieza, articulación, comunicación. “Estamos invitando a sumarse a todos los sectores en lucha y a la comunidad, a abrazar las tomas de la facultad que más cerca le quede”, le cuenta a una señora de Caballito que pasa hacia la coqueta Avenida Pedro Goyena con gesto adusto.
Es la excepción. La palabra “unidad” también sobrevuela por esta Facultad que se caracteriza por el extenso abanico de miradas políticas. ¿Qué es lo que los une? Agus: “El veto fue lo definitivo, pero yo creo que empieza ya el año pasado, en la pelea electoral y la preocupación que marcamos distintos sectores más golpeados por las políticas de ajuste y los discursos de odio. Los estudiantes, les jubilados, la comunidad de las disidencias, el movimiento socio ambiental estábamos en alerta y cuando Milei gana, ya sabíamos que íbamos a salir. Si estos tipos pudieran, irían por todo, y ahí depende de nosotros. Ya fines del año pasado con los primeros cacerolazos, las organizaciones en las asambleas barriales se vio la coordinación; acá en la Facultad, en Filo fue darle continuidad a ese proceso. Nos unimos para llegar al consenso en lo común y después discutimos, pero el norte es tirar abajo todo el plan: ahora es la educación, pero son todos los sectores los afectados. Desde la Facultad queremos expresar la máxima unidad, y el no pasarán: no estamos dispuestos a negociar”.
La Facultad de Filosofía y Letras, a diferencia de otras que debutan en la cuestión tomas, tiene una larga historia de lucha. La última se dio en 2018 en reclamo de mayor presupuesto y una solución a los salarios docentes. Desde entonces no hubo medidas fuertes, pese a los contextos. Analiza Agus: “Post pandemia venimos de un proceso de desmovilización. En 2018 ya estaba más caldeado y ese proceso se plegó con todo el crecimiento de la marea verde, con el feminismo. Ahora le estamos poniendo mucha cabeza para hacer espacios amplios y democráticos, para fortalecer todo esto. El mayor desafío es el recambio generacional, somos cada vez menos los de la vieja guardia; hay mucho piberío que el 23 de abril fue la primera marcha en su vida”, relata.
Agus se entusiasma al hablar de las y los jóvenes, porque cree que esa nafta –que hasta ahora no venía apareciendo con claridad- es la que faltaba para darle aire a lo gastado de la lucha: “Depende de la fuerza de que se le pueda dar a este movimiento, y a la coordinación, será que se pueda hacer retroceder al gobierno. Soy optimista y confió plenamente que todos los sectores en lucha organizados, si peleamos a fondo, podemos arrancarle la conquista del presupuesto y frenar la política de despidos y de recorte. Las respuestas de conjunto y rápida nos parecen fundamentales: esta semana es definitiva para generar esa unidad que nos fortalezca para lo que venga. Sostener la toma o no dependerá de qué pasa en otros lugares, en otras facultades, en el país. Tenemos todo para pelearla y ganar”.
La voz docente
Yohia es docente de la materia Grupos de la carrera de Psicología. Está dando clases públicas “como una forma de visibilizar el reclamo y abrirlas a la comunidad. La decisión de darlas o no está, claro, en manos de los docentes y no de los estudiantes. Cuenta Yohia: “La mayoría definimos que vamos a darlas. Las clases virtuales vaciarían el reclamo; la mejor forma de apoyar es mostrar que las clases están garantizadas por los docentes y que sean públicas”.
Yohia cuenta emocionada que su mamá, trabajadora de comercio, terminó el secundario el año pasado, a sus 52 años. Y que el papá es empleado de mantenimiento, secundario incompleto. “Trabajaron desde muy chicos y no pudieron acceder a la educación superior. Muchos de los docentes que estamos acompañando somos primera generación de universitarios de nuestra familia. Eso que pudimos lograr para nosotros queremos que se multiplique. Yo, frente a los dichos de Milei, recordaría que el 48% de los estudiantes universitarios viven en hogares pobres según el INDEC. Que la docencia universitaria el 85% estamos bajo la línea de la pobreza. Entonces es al contrario: los pobres subsidiamos la fiesta de los ricos, a los cuales se les quitan impuestos”.
Yohia da cátedra mientras sus alumnos y alumnas se organizan. Y regresa de su historia personal a la macro para contar cómo el desfinanciamiento educativo es parte de un plan integral: “Es un plan conjunto de este gobierno que también se encarna con la reforma laboral – acompañada por sectores del radicalismo, la CGT- que tiene que ver con fomentar la precarización en nuestro país”. Yohia cuenta que desde 2015 los docentes perdieron alrededor de 45 puntos de poder adquisitivo. Sus números: cobra 126 mil pesos por 16 horas cátedra. Y cuenta: “Todos tenemos otros trabajos, en mi caso hasta el mes pasado tenía cuatro para intentar llegar a fin de mes. . Pero también hay algo más estructural que no dice el gobierno ni ningún medio, que es que las universidad públicas se sostienen también gracias a la docencia ad honorem, docentes que trabajan de forma gratuita. Hay algunas unidades donde cerca del 40% son ad honorem, es decir, dan clases gratis”.
El poder del arte
Mathias es estudiante de la carrera Artes de la Escritura en la Universidad Nacional de Artes (UNA). Su facultad no está tomada al momento de la charla, pero aclara que sobre la tarde noche una asamblea definirá la medida: las y los estudiantes llevarán esa propuesta que debe ser articulada con docentes y no docentes. “Queremos que la toma sea efectiva y se dé de la manera más colectiva posible”.
Frente a otras luchas estudiantiles, la de la UNA con sede en calle Bartolomé Mitre de Congreso parece cocinarse a fuego lento, lo cual no siempre es negativo. Las versiones del por qué son encontradas y no fomentan la unidad política, segmentada entre espacios panperonistas,que prefirieron esperar a post marcha contra el veto, y otros de izquierda,que buscaban precipitar medidas más radicales. Los y las llamadas estudiantes independientes promovían, en su mayoría, esta segunda postura y como estudiantes-artistas canalizaron su energía haciendo distintas acciones en los alrededores del Congreso.
Sin embargo, esta facu tiene un antecedente de toma en 2018. Mathías estuvo presente en ese entonces y con esa mirada larga aporta una clave: “Esta va a ser una lucha más ardua. En aquella instancia se podía hacer torcer el brazo de una manera más concreta: se revisó el presupuesto. Acá ya quedó vetado por una instancia parlamentaria mucho más firme. Entonces la lucha va a tener que ser más prolongada; y en esa instancia ir construyendo nuevas formas de llevarla a cabo. Nosotros somos una universidad de cultura y de arte, y estamos siendo atacades por todos lados. Estamos buscando estrategias nuevas – hacer festivales, muestras, perfomances, escrituras de lucha, intervenciones- que demuestren que el arte conlleva a crear también la firmeza del pueblo. Es un poder: cada expresión artística nos hace más fuertes”.
Lunes de asambleas
“Se propone la toma de Ingeniería hasta el miércoles, y ahí confluir en la marcha al ex Ministerio de Educación”. Acto seguido, las manos de todas y todos los estudiantes arriba. Por unanimidad se vota la toma.
Estas imágenes sucedieron ayer lunes, y al cierre de esta noche se seguían replicando.
Mariano Lazzarini cursa la carrera de Informática y es uno de los estudiantes que, previo a votar a favor de la toma, agarró ayer el micrófono y le habló a sus pares. Dijo en asamblea: “Necesitamos informar más sobre lo que pasa, en nuestra facultad, en la última elección un 20% votó a la lista que representa a este gobierno que nos está sacando el presupuesto”. De la advertencia, pasó a lo propositivo: “Tenemos que hacer cosas que le molesten a este gobierno, no alcanza con poner cartelitos. Hay que tomar la calle,y hacer suficientes cosas para que sí o sí nos tengan que prestar atención, y sí o sí hagan algo al respecto”.
Día después de votar la toma, desde los pasillos de la universidad pública, le cuenta a lavaca: ““Por estos problemas, anoche hicimos una asamblea que es algo muy poco visto en Ingeniería. La última asamblea que hubo fue en 2010 y la anterior en 2003, o sea estamos en una facultad bastante apolítica, pero la situación es tan terrible que se tuvo que llamar a una asamblea para ver cómo estudiantado que hacemos con el veto de Milei. Después de muchas discusiones, llegamos al consenso que lo que se paga a los profesores no es suficiente y que si no hacemos algo al respecto no estamos seguros de que pueda terminar el cuatrimestre y que haya clases el año que viene”.
Otra asamblea muy simbólica tuvo como escenario la Facultad de Exactas que reunió también a estudiantes de la FADU, quienes terminaron cortando la Avenida Cantilo al lado de la autopista Lugones.
Las voces de esa asamblea, cuyo eco sigue aumentando, lo dicen todo:
Un hombre con un bebé en brazos: “Necesitamos saber a dónde queremos ir ahora. No nos sirve defender la universidad y la ciencia con todos los problemas que tiene. Tenemos que defender la universidad que queremos, no la que teníamos antes. Tenemos que defender la universidad pública de calidad. Saludo que tengamos un acuerdo en este plan de lucha y tenemos que tener claro que esta asamblea también es una respuesta para quienes nos dicen que no hay que luchar ahora. No habrá 2025 si no salimos ahora con una respuesta contundente”.
Rubén de Jubilados Insurgentes: “Hace muy poco también nos vetaron la Ley de Movilidad Jubilatoria. Los jubilados, que ya tenemos algunos años, estamos muy emocionados de estar acá en esta asamblea entre trabajadores y estudiantes: evidentemente empezamos a recuperar la memoria de lo que fue la unidad. Acuérdense lo que cantábamos hace una semana: “qué cagazo, qué cagazo, obreros y estudiantes como en el Cordobazo”. Necesitamos la unidad de todos los trabajadores, de los estudiantes, de los desocupados y de todos aquellos que están siendo atacados. Nosotros no vamos a opinar sobre lo que ustedes tienen que hacer, simplemente decimos que necesitamos una lucha cada vez mucho más contundente: no va a alcanzar solamente con una movilización. Necesitamos la unidad desde abajo para empezar a pelear por una huelga general”.
Un joven con un buzo del Conicet: “Los estudiantes somos los que vamos a garantizar la lucha, a dormir en el piso, dirigir y planificar bien las medidas. El lunes nos volvimos a reunir masivamente no solo nosotros, todos tenemos que convocar a un amigue, a un docente que sabe que quiere defender la universidad pública para ser cada vez más y son menos los que apoyan a este gobierno de crueles. Somos nosotros los que vamos a definir los destinos de la universidad pública”.
Trabajador de Aerolíneas Argentinas: “Lo que están haciendo ustedes es enorme. nosotros no entendemos una pelea que no sea en unidad entre estudiantes y trabajadores, es una alianza que tenemos que construir. Por eso ante cada lucha que estén dando, nos van a ver a nosotros; ante cada movilización van a ver atrás de las banderas de Exactas y de FADU, las banderas de los tercerizados de Aerolíneas Argentinas, porque creemos que la lucha es con ustedes. Porque si no no la vamos a ganar. Ahora eligieron a las universidades, antes a Aerolíneas Argentinas, antes de los trabajadores, antes a los jubilados, que marchan todos los miércoles y se comen los palazos. Ahora son ustedes, y cuenten con nosotros”.
Nota
57 femicidios en el año, infancias huérfanas cada dos días: Informe mensual del Observatorio Lucía Pérez
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Según datos del Observatorio de violencia patriarcal Lucía Pérez, hubo 26 femicidios durante febrero, contabilizando un total de 57 en los dos primeros meses del año. Estos crímenes dejan, a la vez, un saldo de 35 infancias huérfanas. Si bien existe una ley que obliga al Estado a brindarles una protección integral económica, de acompañamiento y de acceso a la salud, desde que asumió la actual gestión no se otorgó ninguna: la Ley Brisa no se cumple. Los otros indicadores de la violencia patriarcal de este 2025: 43 intentos de femicidio, 15 desaparecidas, 595 funcionarios denunciados.
El cuerpo de Carolina Ríos, 43 años, fue encontrado por una de sus diez hijas. Maite y Carolina, las mayores, le pidieron luego a la prensa que difundiera este mensaje : “Necesitamos ayuda para poder criar, vestir y mandar a nuestros hermanitos a la escuela. Hoy estamos destruidas, y hacemos todo lo posible para seguir adelante y no quebrarnos ante nuestros hermanos menores».
Tres días antes asesinaban a Ailén Oggero, de 32 años, delante de sus hijos de 11 y 4 años. El mayor fue quien avisó del crimen a los vecinos.
A Otilia Cubilla Jara, de 65 años, también la encontró asesinada su propio hijo.
Estos son solo tres de los 26 femicidios y travesticidios que ocurrieron durante febrero.
Una síntesis de la violencia que marca los dos primeros meses del año:
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Toda la información sobre cada uno de estos casos está disponible en la web del Observatorio Lucía Pérez, el primero y único autogestionado y público.
Una herramienta de información, análisis, debate y acción creada por nuestra cooperativa.
Nota
Trabajadores de Morvillo toman la fábrica tras el anuncio del cierre de la planta, que implica 200 despidos
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Una histórica empresa gráfica de Avellaneda -donde se imprimen títulos de la editorial Perfil como las revistas Caras y Noticias– anunció su cierre dejando a 200 trabajadores en la calle. Se enteraron por un comunicado pasadas las once de la noche del martes y la respuesta fue unánime: ingresaron a la imprenta e iniciaron una permanencia pacífica en defensa de los puestos de trabajo. El Ministerio de Trabajo bonaerense dictó la conciliación obligatoria pero la firma faltó a la audiencia. Los argumentos empresariales de caída de la producción y los argumentos obreros: “Somos las principales víctimas de esta situación”.
Por Lucas Pedulla
El obrero gráfico Enrique Andina terminó su jornada de trabajo en Anselmo Morvillo SRL a las 22 horas y se marchó a su casa, como todos sus compañeros, como todos los días. Muchos estaban llegando a sus hogares cuando pasadas las 23 horas les llegó un comunicado de la histórica imprenta, que terminaba de la siguiente manera:
“Con una tristeza difícil de describir tenemos que contarles que ya no podemos seguir adelante. Sabemos acerca del impacto, no sólo económico, sino emocional que tiene para cada uno dejar parte de nuestra historia en el recuerdo, y los relatos que hemos compartido siempre con nuestras familias. Le dejamos a cada uno de ustedes, nuestra gratitud por su invaluable esfuerzo y el deseo de que todos puedan superar este trago amargo con la capacidad de levantarse que los caracteriza”.
El texto cerraba con esta firma: “La Dirección”.
Así como llegaron a sus casas, los obreros volvieron a la gráfica, ubicada en Avellaneda, municipio al sur del conurbano bonaerense. Andina contextualiza: “Somos 200 compañeros; yo tengo 17 años de trabajo y muchos tienen más de 30 y 40 años de antigüedad. En la pandemia vivimos una situación similar pero logramos mantener nuestras conquistas. Somos la gráfica que más cobraba dentro del gremio, pero esto fue imprevisto”.
La respuesta fue unánime: los trabajadores votaron la permanencia.
Avon, papel & toma
Anselmo Morvillo SRL inició sus actividades en 1974 desarrollando folletos cosméticos. En su página web cuentan que en 1988 incorporó la primera rotativa de tecnología de punta, “única en el país en esa época”, y sumó la segunda tres años después. Cuentan que crecieron más del 70% en la segunda década de los noventa y que hoy, en su planta de 13500 metros cuadrados de Avellaneda, los folletos comerciales representan un 70% de la producción, mientras que los trabajos editoriales significan el 30% restante. Andina cuenta que, entre las publicaciones, se encuentran títulos de la Editorial Perfil como las revistas Caras y Noticias.
En el comunicado que “la Dirección” les mandó a los obreros, a quienes se refirió como “queridos compañeros de tantos años”, la empresa expresó su posición:
- “Hemos atravesado las reiteradas crisis económicas de nuestro país, los cambios en el mercado gráfico con la marcada implosión por el avance tecnológico y el comportamiento poco ético de algunos de nuestros colegas competidores”.
- “Fuimos golpeados por la Presentación en Concurso de algunos de nuestros clientes y por la Quiebra de nuestro cliente número dos, ARCA Distribuidores. Luego, a la escalada de precios internacionales de la mayoría de los insumos y repuestos, se le sumó la exigencia de pago anticipado del papel y la desaparición del crédito internacional. Todas situaciones que enfrentamos con mejor éxito que muchos de nuestros colegas”.
- “En el año 2014 RR Donelley cerró su planta de Argentina, en enero de 2016 AGR también cerró sus puertas, y en enero de 2020 IPESA cerró la mayor parte de su operación”. Una aclaración: tras el abandono empresarial, Donelley fue recuperada por sus trabajadores y trabajadoras y, hoy, es una cooperativa gestionada sin patrón.
La empresa describe un contexto “tan negativo” en el que inscribió la caída del 63% del volúmen de producción: “Avon, que como bien saben representa más de la mitad de nuestro trabajo, dejó de imprimir catálogos y mudó su comercialización a internet. Esto nos dejó en una situación económica y financiera terminal”.
Los trabajadores respondieron con la permanencia pacífica y otro comunicado que respondía los argumentos de la empresa: “Todos factores ajenos a la responsabilidad de los trabajadores, que somos las principales víctimas de esta situación”.
Gris de espera
Enrique Andina integra la Comisión Interna y explica: “Estamos en permanencia pacífica para preservar las fuentes de laburo. A lo largo del día se hizo presente el sindicato. Exigimos una presentación en el Ministerio de Trabajo y también hicimos un pedido de plenario de delegados para discutir con todos los delegados los pasos a seguir”.
El Ministerio de Trabajo bonaerense dictó la conciliación obligatoria pero la empresa no se presentó a la audiencia. “Está incumpliendo -dice Andina-. Mientras tanto, nosotros seguimos sin tener comunicación de la empresa. Tampoco atienden los teléfonos. La última comunicación oficial fue el comunicado de anoche. Eso deja un gris, porque estamos en la calle sin un mango, pero no hay un telegrama de despido ni nada”.
Los trabajadores tienen sólo rumores, desde un cierre definitivo hasta la posibilidad de la llegada de inversionistas “que reclaman despidos masivos”, según denuncian. “Se olfateaba que la situación venía rara, pero nadie pensó que todo fuera de esta manera -dice-. La convocatoria acá fue masiva, y agradecemos también que se acercaron de otras ramas, como médicos del Garrahan. La intención es difundir el conflicto y rodearlo de solidaridad para lograr lo que necesitamos, que es que la patronal se siente a discutir”.
Mientras esperan, en las próximas asambleas decidirán los pasos a seguir: “Es un golpe fuerte, pero uno tiene que estar fuerte, también, por la familia. La mayoría de los compañeros son sostén de hogar. Estamos dispuestas a lucharla hasta el final y no aflojarle hasta encontrar una solución, que es sostener las fuentes de trabajo con las mismas condiciones que teníamos hasta ayer antes de recibir el comunicado”.
Nota
Juicio a la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu: absurdos sin pruebas
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Empezó el segundo proceso judicial a integrantes de la lof mapuche, a quienes se les endilga el delito de usurpación en la localidad de Villa Mascardi, en Bariloche, Río Negro.
El juicio, a cargo del Tribunal Oral Federal de General Roca y que se realizará de manera virtual, tendrá 132 testigos que serán llamados a declarar y como mínimo, se espera que dure hasta abril. Expresan desde la comunidad: “Somos sometidos injustamente, acusados de usurpar nuestro propio territorio, el mismo que libremente caminaron nuestros kuifikecheiem (antepasados) cuando aún no existían alambrados, ni parques nacionales, ni ningún winka que con su ambición destructora mirara nuestra tierra”.
Para entender el conflicto hay que retroceder a 2017, cuando la lof inició la recuperación de su territorio a partir del levantamiento de una machi –guía espiritual y sanadora del pueblo mapuche–, y la construcción del rewe –un sitio sagrado de conexión con otras energías del espacio en donde la machi atendía a quien fuera a curarse–. La respuesta del Estado fue de terror: un operativo de desalojo comandado por la vigente ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que terminó con el asesinato de Rafael Nahuel, a manos del grupo Albatros de Prefectura, el 25 de noviembre de aquel 2017. Todo ese proceso derivó en el primer juicio contra la comunidad, donde fueron condenados siete mapuche.
Tiempo después del crimen de Rafita, la comunidad volvió al territorio hasta que en 2022, ya en el gobierno de Alberto Fernández, se ejecutó otro desalojo represivo.
En el juicio que arrancó hoy y continúa mañana, se juzga de la usurpación de distintos terrenos a Luciana Jaramillo, Yéssica Bonnefoi, Romina Rosas, Betiana Colhuan, Celeste Ardaiz Guenumil y Matías Santana. Se defienden desde la comunidad: “Nos encontramos frente a un contexto muy difícil alimentado por un sistema político y judicial perverso, que agudizó la persecución hacia el Mapuche con más violencia y encarcelamientos, con el fin de debilitarnos y quitarnos nuestro territorio”.
El juez a cargo se llama Alejandro Silva y es el mismo que presidió el proceso por el fusilamiento de Rafael Nahuel y que condenó a sus responsables con penas ínfimas.
Ataques
El contexto al que hacen referencia refiere a un gobierno que agudizó el hostigamiento preexistente hacia el pueblo mapuche, además de un avasallamiento de derechos a las 40 naciones originarias que habitan lo que hoy es Argentina. Algunos ejes de esa persecución: el desguace del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI); el decreto que barrió a la Ley de Emergencia Territorial Indígena (26.160) que mantenía la suspensión de los desalojos sobre tierras comunitarias de los pueblos originarios y que allanó el terreno para el desarraigo de la comunidad Paillako a principio de este año; y el señalamiento sin pruebas como causantes de los incendios en la Patagonia. Por citar un caso, Victoria Heredia Núñez, integrante de Lof Pillan Mahuiza, cumple arresto domiciliario desde el 12 de febrero acusada del incendio en la Estancia Amancay, en la localidad chubutense de Trevelin, pese a demostrar mediante georreferenciación que al iniciarse el fuego estaba a más de 90 kilómetros.
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La gente de la comunidad frente a la policía durante una inspección ocular en octubre de 2023. Fotos: Jaime Carriqueo
Absurdos
La defensa de la comunidad está a cargo de la Gremial de Abogadas y Abogados. Uno de ellos, Gustavo Franquet, le dice a lavaca ni bien concluida la primera audiencia: “Esto comenzó en 2017 y estamos en 2025; llevamos más de 7 años donde se supone que juzgados de instrucción federal, fiscalías federales, fuerzas federales de investigación como Gendarmería, la Policía Federal y Prefectura investigaron a la comunidad y no pudieron conseguir elementos para acusarlos de otra cosa que no fuera usurpación, motivo por el que ni tendrían que estar en el banquillo. El Estado argentino, desde la Constitución de 1994, reconoce los derechos preexistentes de los pueblos originarios, por lo que no puede ni debe criminalizar el conflicto territorial; en una recuperación, no hay delito. Si esto fuera juzgado como corresponde, no pueden de ninguna manera condenar a nadie”.
En cuanto a cómo abrió el juicio, cuenta: “Sólo en un par de horas que duró, ya se cometieron varios despropósitos jurídicos, aunque estamos seguros que lo más horroroso de este juicio está por venir; vamos a escuchar cosas muchísimos más jodidas, hoy fue un precalentamiento”.
¿Qué despropósitos?
Entre las barbaridades que dijeron, hubo tres que no se pueden creer.
A una de las mujeres, Yéssica Bonefoi, la quisieron acusar de la usurpación de una cabaña, que cuando la fiscalía pidió la elevación a juicio, ni se mencionó. Fue algo insólito, porque no pueden inventar elementos nuevos. Pidieron un cuarto intermedio y cuando volvimos retiraron ese planteo porque obviamente estaba fuera de lugar. Es tanta la voluntad de persecución, de acusación gratuita, que ni se fijaron en eso.
Un segundo despropósito es que cuando se produce lo que llaman la usurpación del ex Hotel Mascardi, una de las acusadas (la machi Betiana) seguía siendo menor. Por ley de minoridad, hay todo un proceso que en este caso no se cumplió cuando se acusa a menores de entre 16 y 18 años y que ahora imposibilita al juez a dictar sentencia contra ella. Como una cuestión lógica le exigimos al juez que no la someta al juicio, y en vez de aceptarlo, dijo que lo va a decidir al final del proceso. Algo totalmente absurdo y re victimizante para la machi.
Y un tercer punto que es la pretensión de la fiscalía y de las querellas de que consideren a la usurpación como un delito continuado. Se denomina con esta tipificación a delitos como la desaparición forzada, o un secuestro, pero no a una usurpación, que es un tipo específico de hurto o de robo, en este caso de un inmueble. Si alguien comete un robo, el delito es en ese momento, no continúa en el tiempo. Ahí hay otro absurdo.
Truchos
En 2022, antes del segundo desalojo a la comunidad Lafken Winkul Mapu, se incendió un trailer y un remolque de Gendarmería. Desde los gobiernos provinciales y nacionales se acusó al pueblo mapuche, al igual que de usurpar una cabaña. Recuerda Gustavo: “Ahí empezó toda esta farsa. Esa zona está protegida por fuerzas federales, pero señalaron a la lof y así allanaron el camino para desalojarlos”.
Ese desalojo fue brutal, con más de 250 efectivos del Comando Unificado que irrumpieron en el territorio. Romina Rosas, una de las mapuche detenidas, estaba embarazada de ocho meses y fue golpeada y arrastrada por el piso; días después, parió a su bebé rodeada de policías. Celeste, decía esto de aquel 4 de octubre de 2022: “Me tiraron al suelo, a mí y a mi nena de 5 años. Nos apuntaron con el arma en la cabeza. Fue una cacería”.
Retoma Gustavo Franquet: “A las seis personas que están enfrentando el juicio jueces federales les dictaron su falta de mérito, porque no hay ningún elemento que los ligue a lo que se los acusa. Toda esta causa es trucha porque fue creada para criminalizar, para desalojar y para allanar a la comunidad. Y por ende, todo este juicio es trucho”.
Lafken, en mapudungún, significa espejo de agua. Winkul, espíritu guardián de la montaña. Y Mapu, tierra. Desde la lof Lafken Winkul Mapu, concluyen: “Seguimos llamando a la unión, a mantenernos fortalecidos en nuestro feientun (creencia) y esencia mapuche. A enfrentar al winka con nuestra verdad, por más que el aparato estatal utilice todos los medios a su alcance para difamarnos pretendiendo poner a la opinión pública en nuestra contra, con falsas acusaciones. Pero tenemos total confianza en la fortaleza de nuestro pueblo milenario que ha resistido y preservado el territorio a pesar de los atropellos”.
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Matías Santana, la Machi Betiana, Luciana Jaramillo y Romina Rosas son cuatro de los seis acusados, durante la primera audiencia del juicio en su contra.
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