Nota
A un año de 19 y 20: piqueteros, ángeles y fantasmas
Esta crónica registra cómo fue la movilización que inundó Plaza de Mayo desde adentro de uno de sus movimientos. El elegido fue el MTD. Con ellos compartimos el mate, el almuerzo, el viaje y la marcha.
En el campamento del Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) del Barrio San Martín hay mate y pan dulce. Son casi las 10 de la mañana y en la cocina hacen comida; en la panadería hacen pan; en la zapatería hacen zapatos y en la administración hacen cuentas. Jorge Jara nuestra los talleres del movimiento con legítimo orgullo y comenta que ya están organizando un Mercado Central Piquetero para comercializar los productos de estas cooperativas. El predio donde funcionará se los ofreció una asamblea del barrio de Palermo y su preocupación ahora es conseguir cueros. «Queremos que por seis o siete pesos nuestros chicos tengan calzado, entonces no podemos pagar el cuero a los precios que nos piden». Todo -la conversación, el clima de trabajo, la tranquila rutina del campamento- no se corresponde con lo que se supone es el preámbulo de una movilización piquetera.
Sin embargo, hoy el MTD se moviliza.
Lo debatieron durante toda una semana y los resolvieron recién el martes, cuando las dudas que instaló el miedo las despejó alguien que resumió así la solución:
El que no quiere no va.
El que tiene miedo no va.
Y el que va, va tranquilo y convencido.
Tranquilos y convencidos, entonces, comparten un guiso de arroz en la mesa comunitaria.
Hasta allí llega el italiano al que todos simplemente llaman Bricero y almuerza con ellos. Este muchacho flaco y pelo largo llegó a la Argentina hace cuatro semanas y desde entonces no descansa. Su misión es desarrollar proyectos de comunicación alternativa para el grupo Indymedia. Es un especialista y se nota: instaló una radio en la WEB, diseñó un modelo de cobertura informativa que optimizó los recursos humanos y técnicos y resolvió dos cuestiones claves para este tipo de movimientos -la seguridad y la obtención de información precisa- con una solución sencilla y práctica: en cada acto, entrega cámaras de video y fotográficas a los propios piqueteros. Así registran todo lo que hacen y les pasa. Y si son reprimidos, se aseguran de retratar en primer plano a los responsables. Al finalizar cada acto, los piqueteros devuelven cámaras y rollos. Y esas imágenes forman parte del menú que Indymedia ofrece al ciberespacio a través de su página web. Así de fácil.
Hasta allí llega también Romina Calderaro, cronista del programa televisivo Detrás de las noticias y también almuerza con ellos. Esta muchacha de ojos grandes y sonrisa delicada les cuenta que escuchó un tema del compositor rosarino Jorge Fandermole dedicada a Darío Santillán, el integrante de este movimiento asesinado el 26 de junio en Puente Avellaneda. Ese fantasma es el que recorre el galpón del MTD. Un compañero muerto, al que todos allí todavía lloran y extrañan, es algo más que una ausencia: es un símbolo, por supuesto, pero también una amenaza. Jara lo recuerda hoy -con la voz quebrada y los ojos húmedos- como «un muchacho valiente, solidario, capaz de escuchar y ser escuchado por todos. Era el mejor de nosotros», asegura y la sospecha es que quienes le dispararon también reconocían estas virtudes en él.
Hasta allí llega, por último, la canadiense Naomi Klein y su equipo, quienes también almuerzan con ellos. Sentada en la esquina de la mesa, Naomi conversa con Neka, pura raza piquetera. La charla es sobre las mujeres, el poder, la resistencia. Neka habla con voz suave, palabras firmes y pensamientos sólidos, como su diaria batalla.
Diez minutos antes de la una, los platos desaparecen de la mesa y lo que queda es un papel en el que apuntan el nombre y documento de cada tranquilo y convencido participante. La lista mezcla números internacionales y locales de quienes escucharan luego las palabras -firmes y suaves- con las que Neka inaugura la asamblea. Explica primero cómo propone organizarse: un referente por grupo, una cita por si hay desbande y una recomendación de hierro: no dejar entrar a extraños a la columna del movimiento.
En los talleres se quedan trabajando aquellos que les tocó en suerte quedarse. Esperaran a todos con la cena y se harán cargo de montar guardia al lado del teléfono, con la lista de nombres y documentos en una mano y en la otra, los números de teléfonos de los abogados.
-¿Todos tienen el número de nuestro teléfono?- pregunta Neka.- ¿Todos tienen monedas para llamarnos?
Luego, alguien recuerda en voz muy alta por qué van:
Por los caídos el 20 de diciembre y el 26 de junio…
Presente!, grita el grupo tres veces.
Siempre…
Presente!, grita el grupo tres veces más.
Y todos se van, caminando tranquilos, esquivando las cuadras donde hay comercios, para evitar que les adjudiquen intenciones de saqueo.
En la plaza del barrio los espera el micro, los papelitos con el número de teléfono y dos monedas de 10 centavos. El italiano Bricero, la canadiense Naomi, camarógrafos locales e internacionales, tres cronistas de Indymedia y cuarenta piqueteros de Solano comparten el micro, el viaje y la charla. En el anteúltimo asiento va Olga, socióloga y docente del secundario del barrio. Cuenta que se acercó al movimiento a través de lo mejor que tienen: sus hijos. Que allí encontró algo diferente a eso que define como «clientelismo político». Gente dispuesta a exigir, pero también a construir, compartir, debatir y trabajar duro. Poco a poco se fue integrando a ellos y ahora mismo está participando de los talleres de formación. Son clases dedicadas al tema de la violencia doméstica, que prepara junto a un grupo de estudiantes de Derecho. Ella misma está estudiando ahora Educación Popular en la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo, como muchos otros de los integrantes del movimiento. Así, entre la escuela y el taller, trata de aplicar lo que allí aprende: que el saber es algo que puede construirse entre todos. Juntos, codo a codo, diariamente.
Un asiento más allá, el lugar es ocupado por un integrante del MTD de Río Negro. Llegó a Buenos Aires hace una semana para reclamar sesenta Planes Jefe y Jefa de Hogar que ya estaban otorgados, pero que nunca se concretaron. Aquí se encontró con una respuesta de novela:
-«Tenemos problemas con el sistema. No funciona», le dijeron.
Se supone que los funcionarios hablaban de sus computadoras.
A las 14, ya instalados en la avenida 9 de Julio y Carlos Calvo, los micros estacionan y la calle se convierte en escenario de una nueva asamblea. Ahora, con todos los integrantes del movimiento, pertenecientes a diferentes barrios, distintos micros, compartiendo idénticos consejos.
A pocas cuadras de allí, la compacta columna de la Corriente Clasista y Combativa se retira de la Plaza, ya concluido su acto. Casi en simultáneo, el Grupo de Arte Callejero y la Agrupación Hijos inicia su ceremonia. Recorrerá cada esquina en donde cayó cada uno de los cinco asesinados hace un año. Hay lágrimas, hay emoción, hay flores – margaritas amarillas, rosas rojas- y velas. En cada lugar, una voz y un micrófono recuerdan la historia y la vida que esconde cada uno de esos nombres.
En la esquina de Chacabuco y Avenida de Mayo la ceremonia se duplica. Allí cayó Gustavo Benedetto. Allí colocaron el mes pasado una placa para recodarlo, esa que dos integrantes de la Policía Federal -con una palanca y a las 3 de la mañana- intentaron profanar. Y allí están otra vez, colocando al lado de la placa destrozada una nueva, impecable. Hay flores y velas para las dos. Y durante toda la tarde habrá quienes recen, lloren y murmuren delante de ambas. Así son las cosas cuando se trata de la memoria: la batalla por imponerla la refuerza. Esa esquina ahora se ha convertido en un altar urbano y el río de manifestantes que a partir de ese momento pasa frente a él se detiene a venerarlo.
Avi Lewis, el canadiense responsable de registrar con su cámara las imágenes de los policías profanando la placa, pregunta:
-¿Crees que esta vez va a quedar?
Le responden que sí y se emociona. En esa esquina, también, ha quedado pegado en el cemento algo de él.
La columna del MTD llega a la Plaza recién después de las 18. Primero han ido al Congreso y allí han esperado, pacientemente, su turno en la columna. Un nutrido Polo Obrero precedió el ingreso del cuerpo piquetero. Detrás, otro coloso: Barrios de Pie. Detrás, la agrupación que dirige Castells. Detrás, otra sigla señala otra corriente. Y otra. Y una más. Los mil brazos del cuerpo piquetero se continúan hasta cubrir la Plaza y desbordarla. Uno al lado del otro. Y cada uno con sus banderas, colores, consignas. No es difícil pensar en una obviedad: la suma arrojaría un resultado invencible. Pero aún así, lo que se observa es imponente. Organización, disciplina, coherencia. El largo año que ha pasado desde aquel 20 de diciembre exhibe así sus conclusiones al aire libre. Ninguna organización ha crecido tanto como ellos.
Entre todos, el MTD se distingue por recibir a su paso aplausos espontáneos y gritos de aliento. El fantasma de Darío Santillán se convierte así en ángel y ellos lo anuncian orgullosos, gritando consignas que lo invocan.
Ya acomodados a un costado de la Plaza, esperan con calma el inicio del acto.
Son casi las ocho, cuando desde los parlantes y ante una Plaza de Mayo convertida en el sueño de cualquier dirigente, se escucha la voz de Carlos Altamira, el líder del Partido y Polo Obrero, el primero de los treinta y cinco oradores de la noche.
No es difícil pensar otra obviedad.
Tampoco es necesario.
El MTD prefiere dar por terminado este infinito y conmovedor día.
Nota
Matar por matar: la violencia policial porteña y el crimen en Lugano de Gabriel González

Gabriel González, 45 años, pintor, fue asesinado por personal de la Policía de la Ciudad el jueves navideño en el barrio de Lugano, en un nuevo caso de gatillo fácil que además fue registrado por las cámaras de los vecinos. Gabriel intentó intervenir cuando la policía le estaba pegando a uno de sus hijos. Estaba sin remera, descalzo, desarmado. Lo fusilaron a corta distancia, las imágenes que aquí reproducimos están disponibles y se observa perfectamente quién le disparó. En el barrio sostienen que hubo violencia policial, además, sobre algunos de los testigos, para que hagan el silencio necesario para permitir la impunidad del y los autores.
En la foto de portada se ve a la derecha a Gabriel en el momento en el que es impactado por los disparos policiales.
Además de su trabajo como pintor, Gabriel se dedicó especialmente a la contención de jóvenes con consumos problemáticos. Presentamos la información publicada por el diario Tiempo Argentino, integrante junto a lavaca de la Unión de Medios Autogestivos, un símbolo y una realidad sobre la violencia institucional de estos tiempos.
Amigos, allegados y vecinos de Gabriel González, el muchacho de 45 años que murió en medio de una violenta represión de la Policía de la Ciudad, ocurrida en Navidad en Villa Lugano, marcharon en reclamo de justicia. La familia aseguró que fue asesinado a mansalva y denuncia un nuevo caso de gatillo fácil.

Las lágrimas de Nelly, la viuda de Gabriel González. (Foto: Gentileza Pablo Lecaros)
Nelly, la viuda de Gabriel, aún habla de su marido en tiempo presente. En diálogo con la prensa que se movilizó hasta Cruz y Escalada, en Lugano, donde se concentró la movilización, expresó: “Hace más de 25 años que comparto con él, que vivo con él, que la luchamos, salimos a laburar todos los santos días. Tanto él como yo, salimos a trabajar para tener las cosas que tenemos y lo que pudimos construir. La peleó siempre. No es una mala persona. No se merecía morir de esa forma. Quiero justicia por la vida de Gabriel”.
La mujer recordó que llegó a la escena del crimen cuando a su pareja “ya le habían pegado. Tenía toda la cara ensangrentada. En todo momento traté de pararlo y que no le sigan pegando, porque lo estaban lastimando. Escuchaba cómo lo incitaban a pelear con ellos. Todo el tiempo lo incitaban a pelear. Él estaba enojado y ellos eran cada vez más. Le dieron un tiro muy de cerca”. Nelly también recibió heridas en las piernas y en los brazos.

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.
Entre sollozos, la viuda pidió a sus vecinos que no la dejen sola. “Luchemos. No es la primera vez que pasa algo así. Ellos vienen a matar, no vienen a apaciguar las cosas, a tranquilizar, sea lo que sea que esté pasando. Al amigo de él lo cagaron a palos, lo llevaron a la comisaría y le dijeron que no diga nada”.
La mujer se refiere al amigo de Gabriel que en los videos, donde quedó registrada toda la secuencia, se advierte que intenta calmar a la policía. Gerardo, el hermano de la víctima, también mencionó “al muchacho que se llevaron preso, lo golpearon y lo amenazaron que lo iban a matar, le dijeron que conocían a su familia y a su casa. Para que no declare”.
Según pudieron reconstruir, el amigo de Gabriel fue liberado de la Comisaría 8A a eso de las 5 de la madrugada de este viernes. “Le aflojaron todos los dientes, le pegaron en las costillas entre el policía que disparó y había otro peladito. Todo para encubrir la cagada que se mandaron ellos”.

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.
Por su parte, la abogada de la familia, Romina Ávila, precisó que “cuando le tiran a Gabriel, le tiran estando totalmente desarmado, indefenso y a una distancia prudencial del personal. Esto quiere decir que en ese momento no estaba agrediendo al personal. Tampoco se puede argumentar que hubo un exceso en legítima defensa, es lo que nosotros llamamos gatillo fácil”.
La asesora de la familia señaló en Radio Con Vos que esperan los resultados de la autopsia y las pericias, cuyos análisis preliminares deberían estar para este sábado. “Está documentado que quien dispara es un policía que bajó del patrullero. Tenemos su rostro, imagen por imagen. Ahora a pedido de la justicia, la Policía de la Ciudad, debería identificarlo”, esgrimió.

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.
Gabriel era pintor y solía contener a los chicos del barrio que padecen consumo problemático. De hecho, comenzó con esa tarea social tras un contexto de abuso de drogas por parte de su hijo. “Era una persona humilde, hijo de migrantes, muy pujante, una persona que trabajaba y en ocasiones como esta, un festejo popular, participaba. Lo grave de su conducta ayer fue salir a la vereda a compartir con los amigos, sus vecinos. Es común eso acá. Los encuentros se comparten por más que a ellos no les gusten. Es parte de la cultura”, analizó la abogada.
“Acompañaba a chicos con consumo, porque con su hijo dio una larga lucha por esa misma situación”, añadió Ávila, quien concluyó: “La Policía de la Ciudad sigue deambulando y caminando por acá. Son los mismos policías de la Comisaría Vecinal 8A que ayer estaban tomándole declaración a sus mismos compañeros que horas antes habían ido a herir de muerte a Gabriel. Conviven con nosotros y el miedo es grande y está”.
Respecto a la autopsia, la mujer indicó que los restos fueron trasladados este viernes a las 8 a la morgue judicial y que los resultados «van a ser sumamente clarificadores de lo que creemos y que sostenemos como teoría del caso, que para nosotros se trató de un hecho de violencia institucional. Que no tuvo ningún tipo de defensa, ni exceso en legítima defensa por parte del personal policial».

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.
“Mi primo asesinado por la policía era un chico trabajador, nacido acá en el barrio, en la Villa 20. Era papá de Dante y Ángel de 21 y 25 años. Re familiero. En cumpleaños o reuniones familiares él siempre estaba en la parrilla haciendo el asado. Le encantaba compartir, era fanático de la pesca, un arquerazo del equipo del barrio que hace poco salió campeón. Cariñoso, amable, sencillo, solidario. Gabriel era muy valiente, no le tenía miedo a nada”, dijo a Tiempo Oscar Villaverde, primo de Gabriel y docente de la Escuela Técnica N° 13, Ingeniero José L. Delpini de Villa Lugano.
Fue el propio Oscar quien publicó en las redes en la tarde noche de ayer el asesinato de su primo: “Hoy en un forcejeo con la policía tras defender a su hijo asesinaron a quemarropas a mi primo Gabriel González e hirieron de bala a su mujer”.
El video filmado por un vecino dejó en evidencia el asesinato a quemarropa denunciado por quienes fueron testigos del brutal crimen. Se lo ve Gabriel sin remera, defendiéndose de los golpes contra media docena de efectivos policiales que lo golpean sin piedad.
De golpe, uno de ellos saca su escopeta y le dispara. La muerte fue instantánea y uno de los disparos hirió a la compañera de vida del asesinado y a otros vecinos que observaban con asombro la brutalidad policial.
Nota
Se confirmó el procesamiento del gendarme Guerrero por el ataque al fotógrafo Pablo Grillo

El gendarme Héctor Guerrero será procesado por el ataque que hirió gravemente en la cabeza al Pablo Grillo el 12 de marzo pasado (la foto de portada muestra a Pablo durante su recuperación, que aún continúa). La Sala II de la Cámara Federal porteña ratificó la decisión de la jueza María Servini que había sido apelada por el acusado. Además, pidieron investigar las posibles responsabilidades de quienes estuvieron a cargo del operativo. Presentamos aquí la información del diario Tiempo Argentino, uno de los integrantes de la Unión de Medios Autogestivos.
La Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones confirmó el procesamiento del gendarme Héctor Guerrero por las lesiones gravísimas producidas al fotógrafo Pablo Grillo y por el abuso de armas en otras cinco oportunidades durante la manifestación de los jubilados del 12 de marzo pasado.

El gendarme Héctor Guerrero el día de su declaración ante la jueza María Servini.
El fallo de la Cámara lleva las firmas de los jueces Eduardo Farah, Martín Irurzun y Roberto Boico. En su voto, Boico además, exigió que se profundice la investigación por las eventuales responsabilidades de las autoridades a cargo del operativo.
La situación del gendarme Guerrero había llegado a la cámara de apelaciones luego de un planteo de la defensa del acusado en la que pidió revocar el procesamiento como presunto autor del disparo con una pistola lanza gases contra Pablo Grillo, quien sufrió heridas gravísimas durante la represión policial a aquella protesta de jubilados en el centro porteño.
El planteo de la defensa se produjo en el contexto de varias resoluciones judiciales polémicas que se dieron durante en la semana posterior al triunfo electoral de La Libertad Avanza (LLA), que tuvieron como principales beneficiarios a Mauricio Macri y Javier Milei, y como principales perjudicados a Cristina Kirchner y Guillermo Moreno. Sin embargo, el oportunismo no funcionó y este viernes los tres camaristas le dio un revés al gendarme al entender que el acusado debe ir a juicio.
Guerrero, asistido por los abogados Martín Sarubbi y Claudio Nuncija, solicitó revertir el procesamiento que oportunamente había sido dictado por la jueza federal María Servini. La defensa sostuvo que no está acreditado que el gendarme haya sido el autor del disparo y afirmó que su conducta se ajustó a los protocolos vigentes para el uso de armas lanzagases.
En tanto, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que interviene como querellante, respaldó la resolución de Servini y la validez de las medidas de prueba, entre ellas el relevamiento en el lugar del hecho, un informe balístico de la Policía de la Ciudad y la reconstrucción denominada “Mapa de la Policía”, elaborada por realizadores audiovisuales y peritos forenses.
Nota
MU 210: La batalla final


El femicidio de Lucía Pérez a manos de dos narcos de Mar del Plata motivó el primer Paro Nacional de Mujeres. Tras una larga luchar familiar y social se logró la condena, pero ahora una nueva maniobra judicial puede dejar impunes a los culpables. Un ejemplo de que todo lo que conseguimos está en peligro. ¿Podrán?
Las notas de esta edición:

Negacionismo de Estado: Informe 2025 del Observatorio Lucía Pérez
¿Qué hay detrás de la avanzada oficial para negar los femicidios? Radiografía de cómo cada poder del Estado, por acción u omisión, busca ocultar las causas y consecuencias del asesinato de mujeres. Y por qué lo hace. Por Claudia Acuña

El Aleph (versión putas): Entrevista a Georgina Orellano
¿Cuánto cuesta la vida? ¿Cuánto vale? La dirigente de AMMAR y la actualidad desde la esquina: lo que se ve, lo que no se escucha, las falsas soluciones progresistas, lo que hay que abolir. Lo narco, la revolución, el cuerpo, la salida. Una recoridapor sus tatuajes, y todo lo que significa ser puta. Por Claudia Acuña y Lucas Pedulla

Carla Soggiu: La impunidad avanza
Carla recibió un botón antipánico por las agresiones de su pareja, que la ató, golpeó y violó delante de su hija de dos años. Semanas después de ese hecho, accionó cinco veces ese botón pero la policía no la encontró. Apareció muerta en el Riachuelo. Las complicidades, las burocracias, el rol de Diego Santilli y la lucha de una familia que define el caso como un femicidio de Estado. Por Francisco Pandolfi

Alma y vida: El femicidio de Lucía Pérez, hoy
¿Qué es la justicia? ¿Cómo enloquecer a una familia? ¿Por qué buscan eliminar la figura de
femicidio? ¿Cuál es el rol práctico del Estado y el negacionismo? El Tribunal de Casación resolvió que el de Lucía Pérez no fue un femicidio. La política de la misoginia como aversión hacia las mujeres y el paralelismo con lo narco que vende droga junto a las escuelas. Las “sumisitas”, la violencia y el sometimiento. Marta y Guillermo: una familia que trabaja en comunidad, y las claves para que las pesadillas no sigan asesinando a los sueños. Por Sergio Ciancaglini

Crónicas del más acá: Al trote
POR CARLOS MELONE

El Caliban y las brujas: La obra Fuerza mayor, protagonizada por jubiladas
La alianza entre Jubilados Insurgentes con integrantes del Teatro Caliban parió está obra que pone en escena lo que pasa todos los miércoles frente al Congreso. Una forma creativa de elaborar la actualidad con las herramientas del teatro, para hacer sentir, pensar e interpelar a los más jóvenes. Por Franco Ciancaglini

Sin berretines: Lo que nos cuenta la cárcel
Estudiantes de Sociología y Trabajo Social que cumplen condena en la cárcel de San Martín comparten sus reflexiones sobre la libertad, el encierro, y la actualidad más acá de las rejas. ¿Cómo funciona lo narco? ¿Qué implica buscar plata fácil? Lecciones sobre educación, berretines y prejuicios, el sentido de la vida, y la teoría de la bobalización. Por Sergio Ciancaglini

Sin protección: Ley contra el Acoso y después
Perdió estado parlamentario el proyecto de ley de acoso en ámbitos laborales y académicos: una muestra de la desidia y el abandono de las políticas de género. Del caso Brieger a Milei, cómo sigue la organización de las mujeres para empujar lo imposible en tiempos de motosierra, fascismo y un Congreso estancado. Por Evangelina Bucari

Con horizonte: 38º Encuentro Plurinacional en Corrientes
Cien mil personas participaron del 38º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidades. MU lo registró con crónicas día a día, que pueden leerse en lavaca.org. Compartimos aquí parte del registro fotográfico y una mirada sobre la trastienda de debates que explican mucho de lo que pasó en un evento extraño y extraordinario. Por Claudia Acuña. Fotos de Line Bankel

Sin cuerpo: La ¿impericia? en la causa de Cecilia Basaldúa
A lo largo de este 2025 la nueva instrucción que investiga el femicidio de Cecilia Basaldúa, ocurrido en el año 2020 en la localidad cordobesa de Capilla del Monte, Cambió fiscales, tomó nuevas pruebas y amplió testimoniales. Sin embargo, en el marco de un proceso judicial que avanzaba, una noticia coronó la impunidad en esta causa: hace cuatro años que el cuerpo de Cecilia fue retirado de la morgue judicial sin el consentimientode la familia. Por María Eugenia Marengo

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