Nota
Alerta: Hilal Elver, relatora de la ONU sobre el derecho a la alimentación
Modelos de producción, propiedad de la tierra, efectos de la industria, paz social: los nuevos modos en que el mundo intenta pensar hoy el tema de la alimentación. POR SERGIO CIANCAGLINI
No se pudo detectar si Hilal Elver es una mujer religiosa, pero hay constancias de que cree haber presenciado un milagro en Argentina.
La relatora especial de las Naciones Unidos sobre el Derecho a la Alimentación recorrió diversos ministerios ya diluidos a secretarías, y se encontró con funcionarios con más modales que respuestas. Estuvo con la comunidad qom en Chaco, con referentes de la soberanía alimentaria (Miryam Gorban, Carlos Carballo y Marcos Filardi), ingenieros agrónomos (Eduardo Cerdá), científicos (Damián Verzeñassi, Damián Marino). Y estuvo también en el gran La Plata, donde la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) está ampliando de a poco los cultivos de hortalizas sin venenos.
Hilal Elver, abogada turca radicada hace 20 años en los Estados Unidos y experta en temas de alimentación a nivel internacional, observó las producciones agroecológicas de kale, apio, acelga, puerro, rúcula, repollo, espinaca, azukay, brócoli, y todos los coloridos etcéteras de estación, y dijo: “Lo que ustedes hacen es una agricultura milagrosa”.
Reiteró esa idea en una conferencia de prensa con un puñado de medios en la que presentó los resultados de su visita al país entre el 12 y el 21 de septiembre, que culminará con un informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Los Relatores monitorean temas como violencia contra las mujeres, tortura, libertad de expresión, de religión, desapariciones forzadas o derecho a la privacidad, entre otros, además del derecho a la alimentación.
Lo que escribió en su informe preliminar y las preguntas que contestó en inglés con traducción simultánea trazan una agenda casi siempre ignorada localmente sobre el problema de la alimentación en el país: los no-milagros. Ejemplo: “Entiendo los desafíos que enfrenta la Argentina pero soy crítica respecto a la decisión del gobierno de aprovechar la crisis económica actual para desmantelar el apoyo al sector de la agricultura familiar mediante el despido de cerca de 500 trabajadores y expertos del Ministerio de Agroindustria”. La clave: “Esta acción parece estar dirigida a promover aún más la agricultura industrial orientada a la exportación, principalmente de soja y maíz”.
Más ingredientes de ese menú temático:
Crisis: “En situaciones de crisis con una inflación extremadamente alta, las personas que ya son vulnerables –como los campesinos que no poseen tierras, los trabajadores agrícolas, los migrantes y pueblos originarios- sufren más y su medio de subsistencia está en riesgo. Un creciente número de personas va a comedores o se saltea una comida, y los niños se ven forzados a depender de los comedores escolares para su comida diaria”. Elver informó que cada vez más sectores de la población comen, en el mejor de los casos, una vez al día. Agregó que se trata de una cuestión de derechos humanos que podría generar incluso demandas de quienes se consideren víctimas de la violación de ese derecho: “El Estado tiene la obligación de asegurar que estos derechos sean adecuadamente atendidos antes de utilizar los recursos públicos para lograr otros objetivos que no está relacionados con los derechos humanos, tales como el servicio de la deuda”.
Clase media: “Mi preocupación no son solo los grupos más vulnerables sino también el impacto (de la crisis) en la gran población de clase media de Argentina. Soy consciente de que durante y después de la crisis financiera de 2001 una enorme cantidad de argentinos cayeron por debajo de la línea de la pobreza. A toda costa debería evitarse que se repita esta experiencia”.
El relato: “La Argentina asegura que produce suficientes alimentos para 450 millones de personas, pero casi cuatro millones entre sus propios ciudadanos enfrentan una seria inseguridad alimentaria”. Agregó: “El gobierno debería tomar más en cuenta el impacto directo e indirecto de sus medidas de austeridad sobre la accesibilidad a los alimentos por los más pobres de la sociedad argentina”.
Impacto letal: “El modelo de desarrollo agrícola actual del país, que se basa en una producción comercial intensiva orientada a la exportación, siendo la soja y el maíz transgénicos sus principales productos, no es beneficioso para el derecho a la alimentación por varios motivos”. Señaló las tasas de deforestación (unas 300.000 hectáreas anuales) y el fuerte uso de agroquímicos que contaminan el agua y el suelo. “Más importante aún, se ha demostrado científicamente que estos productos químicos tienen un impacto serio, hasta letal, en la salud humana”.
Costos: “Debería calcularse el verdadero costo a largo plazo de la agricultura industrial, principalmente el impacto social y económico en las personas, como así también su efecto adverso sobre los recursos ambientales y la diversidad biológica, y no solo debe considerarse la rentabilidad y el crecimiento económico a corto plazo”.
Agricultura familiar: “A pesar de la concentración de tierras por la expansión de la agroindustria, el 72% de los predios productivos del país es agricultura familiar produciendo alrededor del 40% de las hortalizas del mercado interno. Los regímenes fiscales deberían proteger a los pequeños productores y no solo favorecer al sector industrial exportador”.
El nuevo modelo: “Vi cómo –a bajo costo- un grupo de agricultores en una superficie modesta producía una cosecha milagrosa de verduras saludables y libres de plaguicidas”, dijo sobre su visita a La Plata. “Estos métodos de producción deberían tener mucho más peso en el diseño de la política agrícola argentina. Debería ser considerada seriamente por el gobierno para lograr la diversificación y sostenibilidad, además de aportar importantes insumos para el programa de comedores escolares, la protección de los recursos naturales, el manejo del cambio climático y la protección de los pequeños productores”.
Industria y batallas: “Argentina es el país de la región que consume la mayor cantidad de productos ultraprocesados per cápita por año (194,1 kg) y lidera el consumo de gaseosas (131 litros per cápita anuales). Como resultado, casi el 60 por ciento de los argentinos tienen sobrepeso o son obesos, incluido un 40 por ciento de los niños. Los productos industriales deben permanecer mucho tiempo en los supermercados. Por eso les agregan sustancias químicas conservantes, además de azúcar y sal para que tengan sabor. Esos productos ultraprocesados están directamente vinculados a las enfermedades no transmisibles como diabetes, hipertensión, infartos. Ocurría con las tabacaleras que decían que no había conexión entre fumar cigarrillos y el cáncer: la industria alimenticia también va en contra de esto que decimos. Es una gran batalla mundial”. A la vez, informó que sólo el 6% de la población argentina consume la cantidad de frutas y verduras recomendadas por la OMS.
Monsanto: Elver defendió el uso libre de semillas contra la llamada Ley Monsanto. Planteó que Argentina, además, es el país del mundo con más consumo per cápita de plaguicidas (entre 9 y 10 litros anuales per cápita). “Son productos altamente peligrosos, y están prohibidos en la mayor parte del mundo, incluso en países que los fabrican y los exportan. Un ejemplo es el glifosato, el RoundUp de Monsanto es usado ampliamente en este país, mientras en otros tiende a ser prohibido”. Elver explicó que Argentina incrementó diez veces el volumen de químicos mientras el área cultivada sólo aumentó un 50% y cita que la Universidad de La Plata ha demostrado los efectos del consumo de hortalizas fumigadas en la población urbana, incluyendo la presencia de herbicidas en la leche materna un 15% por encima de los niveles considerados tolerables. La falta de control estatal y reparación de daños cometidos “podría indicar una violación de los derechos humanos si no se aborda correctamente”.
Acceso a la tierra: “Es un tema estructural con grandes inequidades. Es muy difícil el debate ideológico pero es posible, sin hacer una gran reforma agraria –que no va a ocurrir- una política intermedia que le brinde tranquilidad a agricultores y campesinos para tener acceso a la tierra y al agua”.
Paz social: la experta de la ONU planteó que confía en que el gobierno “hará todo lo que esté a su alcance para evitar los efectos negativos de la crisis financiera en los grupos más vulnerables de la sociedad. Es importante mantener la paz social y reunir a un grupo de expertos –sin importar su ideología- a fin de encontrar una solución adecuada, sostenible y justa para todos”.
La salida: “Reitero la importancia de la agricultura familiar para lograr el objetivo de una alimentación adecuada y saludable para todos los argentinos. Debería ponerse empeño en promover la agricultura familiar como prioridad. Es la única manera de lograr un equilibrio entre la actual agricultura industrial y el desarrollo de sistemas de producción agroecológicos. El logro de dicho equilibrio sería la única manera de lograr una solución sostenible y justa”.
La declaración final de la reciente misión en Argentina de Elver -que amplía todos estos temas- puede leerse en www.lavaca.org en la nota Hambre, obesidad, agrotóxicos, enfermedad: lo que la ONU advierte en la Argentina. El informe completo será presentado al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en marzo de 2019.
Hambre, obesidad, agrotóxicos, enfermedad: lo que la ONU advierte en la Argentina
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Proyecto Litio: un ojo de la cara (video)

En un video de 3,50 minutos filmado en Jujuy habla Joel Paredes, a quien las fuerzas de seguridad le arrancaron un ojo de un balazo mientras se manifestaba con miles de jujeños, en 2023. Aquella represión traza un hilo conductor entre la reforma (in) constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Pero Joel habla de otras cuestiones: su pasión por la música como sostén. El ensayo artístico que no se concretó aquella vez. Lo que le pasa cada día al mirarse al espejo. La búsqueda de derechos por los hijos, y por quienes están siendo raleados de las tierras. Y la idea de seguir adelante, explicada en pocas palabas: “El miedo para mí no existe”.
Proyecto Litio es una plataforma (litio.lavaca.org) que incluye un teaser de 22 minutos, un documental de casi una hora de duración que amplía el registro sobre las comunidades de la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, que a la par es zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo.
Además hay piezas audiovisuales como la que presentamos aquí. La semana pasada fue Proyecto Litio: el paisaje territorial, animal y humano cuando el agua empieza a desaparecer.
Esos eslabones se enfocan en la vida en las comunidades, la economía, la represión y la escasez del agua en la zona.
Litio está compuesto también por las noticias, crónicas y reportajes que venimos realizando desde lavaca.org y que reunimos en esta plataforma.
Un proyecto del que podés formar parte, apoyando y compartiendo.
El video de 3,50 minutos
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Orgullo

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.
Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.
Y no es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Nota
Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?
El podcast completo:
Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

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