Nota
Bariloche violenta: los encapuchados de siempre
Policías del Cuerpo de Operaciones Especiales de Río Negro atacaron a golpes a un grupo de doce adolescentes del barrio Unión, según pudo reconstruir lavaca.org. Los obligaron a bajar del colectivo en el que volvían a sus casas, les pegaron y los rociaron con gas pimienta. La foto tomada con celular muestra el estado de las cosas.
La Bariloche de ensueño no incluye a los sectores empobrecidos. Un sector geográfico de la ciudad está excluido de folletos, promociones, publicidades y perros San Bernardo. El Alto, la zona en la que se concentran los barrios postergados –sobre la ladera de los cerros, en la periferia del Bariloche turístico– es un conglomerado de exclusión.
La principal presencia del Estado no es, entonces, para garantizar servicios, sino represión. Eso fue lo que sufrieron doce adolescentes del barrio Unión que fueron obligados a bajar de un colectivo en el que volvían a sus casas, para ser brutalmente golpeados, atacados y rociados con gas pimienta por efectivos policiales encapuchados.
Las últimas tres palabras merecen ser escritas –y leídas– otra vez: efectivos policiales encapuchados.
Luego de los golpes fueron detenidos –los jóvenes, no los policías– en la Comisaria 42 del barrio 2 de Abril, en donde estuvieron un par de horas privados de su libertad.
Esto ocurrió en la misma ciudad de ensueño en la que este miércoles 17 Patricia Bullrich -ministra reincidente, ahora de Seguridad- dejó claro quiénes están en la mira de las autodenominadas “fuerzas de seguridad”, al lanzar un protocolo de intervención policial ante las manifestaciones sociales.
Rati horror show
El martes 9 de febrero fue feriado de Carnaval. En Bariloche se habían organizado festejos en el velódromo municipal, con murgas y comparsas, bandas musicales y grupos de danza. Los doce jóvenes atacados habían ido desde el barrio Unión a celebrar al Rey Momo.
Pero la fiesta no fue completa.
Concluida la celebración fueron hasta la calle Onelli –centro de la ciudad– para esperar el colectivo de la línea 81 y volver al barrio. Una vez arriba del ómnibus, cinco policías se subieron a constatar que los pasajeros tuvieran su boleto. La situación generó una discusión con uno de los adolescentes. Luego, los policías descendieron del micro y los chicos continuaron su viaje pensando que el mal momento ya había pasado.
Error.
Cuando el colectivo llegó a la rotonda de entrada del barrio 2 de Abril, en el El Alto y cerca del final del recorrido, fue detenido por policías encapuchados, pertenecientes al Cuerpo de Operaciones Especiales de la Policía de Río Negro (C.O.E.R). Allí obligaron a descender a los adolescentes. Les pegaron, los maltrataron y hasta rociaron con gas pimienta a dos de ellos. Luego los trasladaron a la comisaría del barrio, en donde estuvieron detenidos por unas horas.
El padre de uno de los chicos y el colectivo Al Margen, organización social que promueve los derechos de niños y jóvenes y en el cual participan los chicos a través de un Foro que aborda la problemática, impulsaron la denuncia en la fiscalía. La hipótesis que sostienen es que la policía local dio aviso al grupo comando para que efectuaran la acción.
Tras la denuncia, la difusión y el estado público del caso, esta semana fue suspendido uno de los efectivos involucrados en la agresión (no trascendió su nombre), por “mal desempeño” de sus funciones. Todo parece indicar que es el mismo que los chicos lograron fotografiar con sus celulares –sus armas de defensa–. En la foto que acompaña esta nota, se lo ve tomando del cuello con muchísima violencia a uno de los jóvenes.
El subcomisario de la Regional III, Manuel Poblete, se refirió a la suspensión: “Es una medida provisoria”, dijo, lo que permite vislumbrar que no se intenta aclarar el caso, sino quitarlo de la exposición pública. En sentido inverso, aquí puede verse cómo fue el accionar de los encapuchados con respecto a los adolescentes, foto tomada en el momento a través de un teléfono celular.
Al Margen en el centro
Alejandro Palmas es vicepresidente del Consejo Municipal de Protección de Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes e integrante del colectivo Al Margen. Todo el mundo lo conoce como El Duke. A fuerza de trabajo en el territorio, en los barrios juntos a cientos de pibes, se convirtió en uno de los principales referentes patagónicos en la defensa y promoción de derechos de niños, niñas y adolescentes.
Como miembro de Al Margen, fue uno de los impulsores de la denuncia. Dice a lavaca.org: “En Bariloche es habitual que los pibes sean detenidos arbitrariamente, que les peguen, los maltraten, los bajen del colectivo o los manden a su barrio cuando están en el centro. Es una práctica sistemática de maltrato a los pibes de los barrios”. “En general, los casos toman trascendencia cuando los pibes están en una organización, lo que permite que las situaciones pasen a la agenda pública, pero otros muchísimos casos suceden ante la indiferencia absoluta”, agrega sin esconder la bronca.
Es El Duke quien cuenta detalles de las horas posteriores a la agresión que permitieron concretar la denuncia: “Después de lo ocurrido, los jóvenes llegan a su casa y comentan lo que les sucedió, también lo hicieron con los operadores (de la organización). Son pibes que al ser parte del Foro de Niñas, Niños y Adolescentes de Bariloche que promueve Al Margen, los consideramos parte de nuestro colectivo. Los operadores convocan a una reunión de familias para tratar la cuestión e impulsar la denuncia policial y en ese momento los chicos son amedrentados por la policía, que merodea el lugar, con gestos amenazantes. Esta actitud impulsó a que se hiciera la denuncia. Un padre tomó coraje y se animó a ponerle su apellido a la presentación, lo que alentó a las demás familias a seguirlo con la firma de la denuncia en la Fiscalía”.
Así, el caso tomó estado público y, al menos esta vez, la brutalidad policial no quedó en la zona oscura y silenciosa de la impunidad.
Esta vez, el miedo perdió: no logró paralizar a los pibes. De todos modos, aún resta un amplio camino para identificar al resto de los efectivos que participaron de la agresión y de los golpes; y mucha lucha social para que la Policía deje de considerarse con autoridad para aplicar la política de la violencia.
Para muestra, un botón
Según la propia información brindada por la fuerza, “el Cuerpo de Operaciones Especiales y Rescate de la Policía de Río Negro (C.O.E.R) es un grupo preparado física e intelectualmente en forma permanente, táctica y operativamente, para realizar acciones donde la capacidad de respuesta operativa de las unidades de orden público se han visto superada”. “Estos uniformados están preparados para intervenir en allanamientos de alto riesgo por hechos delictivos de distinta gravedad, narcotráfico, secuestros, capturas de evadidos, recupero de víctimas de la trata de personas”, agrega la información institucional.
Es evidente que esa es la apariencia legal detrás del cual realizan otro objetivo: perseguir, amedrentar y reprimir a los jóvenes de los barrios pobres; cuidar la imagen de la Bariloche turística, prohibiéndosela a los propios habitantes de El Alto.
“Los barrios como Unión, que forman parte de El Alto, son los más postergados. Son como las villas de emergencia de Buenos Aires, con más espacio pero con las mismas condiciones de precariedad en viviendas, servicios, gran pobreza, gran vulneración de derechos. En invierno, el frio es atroz porque no tiene gas para calefaccionarse”. Palmas compone en palabras la cartografía del lugar.
El 17 de junio de 2010, Diego Bonefoi, un pibe de 15 años que vivía en El Alto, fue asesinado de un balazo en la cabeza por el cabo Sergio Colombil. El barrio reaccionó contra la comisaría, cuya respuesta fue una brutal represión que se cargó la vida de otros dos jóvenes, Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas.
Ésa es la respuesta estatal para con los pibes de las barriadas: las balas.
Ahora, tras la separación de uno de los violentos efectivos, la Policía se preocupó en aclarar que la medida era “provisoria” y que continuará con la investigación “para esclarecer el polémico hecho”.
Policías “investigándose” a sí mismos: no es imprescindible demasiada imaginación para anticipar el resultado. Para dar una pista, arrancaron con una operación mediática en la que se mostraba un patrullero apedreado con el objetivo de generar la idea de que la policía también era agredida.
La postal
Los jóvenes que fueron víctimas de los encapuchados participan desde hace tres años en los Foros de jóvenes y adolescentes. Al Margen es la organización que impulsa y sostiene estos foros, en cuyo marco todos los años se lleva a cabo la “Semana x los Derechos de Bariloche”. El ítem “violencia institucional” fue unos de los temas que los chicos denunciaron en el último foro, ya que las viven a diario
Dice El Duke: “Nosotros estamos metidos y comprometidos en la defensa de los derechos de niños, niñas y adolescentes, y queríamos acompañar a los chicos en la denuncia. Por eso acompañamos la presentación”.
El trabajo en territorio con jóvenes es una de las patas de Al Margen. Una de las líneas trasversales de la organización es la comunicación popular. La génesis del colectivo fue una revista que venden personas en situación de calle, que comenzó a circular en 2004. Cada número brinda información de interés general, publica notas de actualidad y aborda temas sociales. La revista surgió para brindar una salida laboral concreta a personas desempleadas, que a través de la venta obtienen sus propios ingresos de manera directa. Además, producen contenidos radiales, uno de los cuales es una columna en Radio Nacional Bariloche sobre niños y adolescentes. Tienen miles de horas de trabajo real y kilos de barro en los pies para hablar con autoridad sobre lo que ocurre en estos territorios.
Con el paso de los años, el colectivo comenzó a sumar actividades, según afirman, con el objetivo de “promover derechos y la inclusión, la cultura del trabajo, la solidaridad y la participación ciudadana”. Así incorporaron talleres de formación integral en artes y oficios al que denominan El Semillero, que desarrollan en los barrios de El Alto. También la Cooperativa de Trabajo y Servicios para la construcción LABURAR y la Cooperativa Kata Wain Newen, que junto a otras organizaciones y en articulación con el municipio está abocada al sistema de Estacionamiento Medido y Solidario.
La postal de la Bariloche suiza y alpina debería incluir un reverso: la Bariloche clasista, racista, excluyente y represiva.
Sería una ciudad mucho más real, y sólo así podría empezar a pensarse cómo convertirla en una ciudad mejor.
Nota
La Estela: tierra guaraní en escena

Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.
Por María del Carmen Varela
A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad. La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.
La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.
Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

Foto: Gentileza La Estela.
Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.
El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.
Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.
La Estela
El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA
Sábados a las 18 hs, hasta el 27 de septiembre
@laestela.obra
Nota
Litio: nace un nuevo documental

Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.
“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.
Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…
Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco.
LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.
“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.
El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.
LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:
“Esta historia continuará
¿Dale?”.
Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre

