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Censuran a Susy Shock en una biblioteca de San Pedro, pero el espectáculo se hará igual en otro lugar
Una semana y media antes de la presentación de Susy Shock y la Bandada de Colibríes en la biblioteca Rafael Obligado de San Pedro, la Comisión Directiva del lugar les comunicó a lxs organizadorxs que había prohibido las “manifestaciones religiosas o políticas”. “No nos dijeron que no venga Susy, pero sí que la condicionemos: eso es censura camuflada”, dice Alexa Pettone, parte del grupo que recibe a lxs artistas. La decisión fue cancelar esa función y redoblar la apuesta: el show se hará este domingo las 20 horas pero en Casa Raíz (Facundo Quiroga 170, San Pedro), y será abierto y a la gorra. Qué significa ponerle límites al arte en este contexto, y la carta de repudio de uno de los socios de la Biblioteca censora.
Estaba todo listo para que Susy Shock y la Bandada de Colibríes desembarcaran en San Pedro el próximo domingo 12. El show sería con entrada y parte de la gira que viene realizando lxs artistas por todo el país. Pero una semana y media antes – más precisamente el viernes pasado- la Comisión Directiva del lugar donde actuarían, la reconocida Biblioteca Popular Rafael Obligado, convocó al grupo sanpedrense que organizaba el evento. «Nos llaman y nos comunican que desde la Biblioteca necesitaban hablar con nuestro grupo porque nos querían comunicar algo», relata Alexa Pettone, parte del centro cultural Aníbal de Antón que tenía al hombro el show. «Cuando nos reunimos nos plantean que la Biblioteca había puesto una serie de requisitos que a partir de ahora debería cumplir todo el mundo que actúe en el lugar. Uno de los ítems era que el artista o la artista no realizara manifestaciones religiosas ni políticas”.
Alexa vive en San Pedro y es la primera patinadora trans en ser reconocida por la Confederación Argentina de Patín. El año pasado se publicó un libro con su historia, Soy Alexa, escrito por alumnos de un colegio sanpedrense. Conoce el paño de su ciudad, y desde ese lugar interpreta los nuevos «requisitos» de la Biblioteca: «Es una censura camuflada», asegura.
La noticia se conoció recién hoy, por respeto a la evolución de los hechos y al devenir de la ciudad, y también porque Susy, los Colibríes y el equipo del C.C. de Antón salieron de la censura por arriba: el show se hará igual, en otro sitio.
Con el Papa no
Susy Shock es una artista trans, poeta, cantante, música y performer. Desde hace años recorre el país con sus poemas, coplas y canciones, en ocasiones acompañada de su banda musical y de danza La Bandada de Colibríes.
Susy ya había actuado en la Biblioteca Rafael Obligado el año pasado y a la misma altura del año. En aquella ocasión donó sus libros y brindó un show a sala llena que dejó picando la posibilidad de una nueva fecha. Alexa Pettone, una de las integrantes del Centro Cultural Aníbal de Antón, recogió el guante: “Durante el año Susy me manifestó que le encantaría poder volver y en base a eso empezamos a organizar la llegada su llegada, esta vez con la Bandada como parte de la gira. Fuimos a la biblioteca Rafael Obligado a reunirnos con la Comisión, les presentamos el proyecto y dijeron que sí”.
La Rafael Obligado es una antigua y reconocida biblioteca popular en el pueblo. Según relataron a lavaca es sostenida por un grupo de socios ad honorem que eligen año a año a sus autoridades, y recibe también apoyo municipal. En la práctica, funciona de manera abierta y es uno de los centros culturales más activos de San Pedro.
Susy Shock y la Bandada tenían todo confirmado para actuar allí, pero se enteraron el viernes pasado de que la Comisión Directiva actual había cambiado las reglas. Alexa cuenta desde el otro lado: “No nos dijeron que no venga Susy, pero sí que la condicionemos”, cuenta a lavaca sobre lo que le comunicaron. “Entonces decidimos que no: no vamos a condicionar a nadie, y menos a Susy”.
Según hicieron eco los medios locales, lo que molestó a integrantes de la Comisión Directiva fue que en el show del 2018 Susy hiciera alusiones alusiones críticas contra Jorge Bergoglio, el actual Papa Francisco. «De alguna forma nos plantearon que le digamos ´esto del Papa no lo digas, esto de hablar de Magnetto tampoco´», dice Alexa, y sigue: «Cualquier manipulación a cualquier persona tratando de omitir lo que une quiere explicar o expresar, es censura. Eso es censura: no otra cosa”.
Pero Susy Shock redobló la apuesta. Al enterarse de las prohibiciones que imponía el lugar, y acordando con el grupo anfitrión no presentarse allí, adelantó que viajaría igual. “Nos pidió que busquemos un patio, una plaza, una esquina”, cuenta Alexa. “Nos dijo que iba a cantar gratis como una forma de resistir a este tipo de actos”.
Así será: el show de Susy y la Bandada de Colibríes será este domingo a las 20 horas en Casa Raíz, Facundo Quiroga 170, San Pedro. El acto artístico se transformó así en una expresión de denuncia que promete hacer que la censura, acaso como siempre, salga por la culata.
En la función del domingo Susy sorteará los libros que el año pasado había donado a la Biblioteca Rafael Obligado. Pidió expresamente los ejemplares vía una carta dirigida a los «estantes de la biblioteca»: «Porque nadie firma la carta sobre las prohibiciones, no hay nombres: hablan en nombre de la biblioteca», cuenta a lavaca y reflexiona en serio sobre el sentido de su censura: «Hay que estar prestando más atención a estas cosas: el arte sigue jodiendo. Estas micro situaciones terminan siendo macro cuando se junta el aparato represor y quienes están en esta sintonía, que ya sabemos que responden de manera violenta. Solamente pensar en que hubo artistas perseguidos, desaparecidos, en el exilio nos hablan de que hay una historia al respecto. No es pavada. Yo creo que esto inclusive trasciende a lo trans».
Alexa, por su parte, suma: «A veces pensamos que está todo hecho y falta un montonazo. Hace poco en un camping de acá echaron a dos chicos por besarse… La mayoría de la gente de San Pedro se manifestó en contra de esta decisión tomada. La biblioteca tiene que eser un espacio universal, los libros son universales, así que esperamos que haya una decisión que cambie estas prohibiciones».
Por último, el llamado: «Susy viene el domingo a las 20 horas, en Casa Raíz, a la gorra, así que estaremos acompañando y resistiendo a la censura, siempre».
Con la música a otra parte
-Carta abierta de un socio a la Comisión Directiva de la Biblioteca Popular Rafael Obligado-
El mendocino Armando tejada Gómez dijo que la cultura consiste en el reconocimiento de lo otro. Por eso los bárbaros, ajenos a los saberes y libertades de la gente, rodean con las tropas a esa otredad. ¿Pero quienes pegan el trabucazo ante la diversidad hoy? ¿Cómo se habita lo “popular”? Y si bien conviene saltearse la discusión de lo “popular” en este caso, sí podríamos convenir en que la cultura es dinámica: se mueve, porque se mueven los pueblos que la hacen. El problema aparece cuando el pensamiento no advierte las formas, los tiempos y los espacios que van forjando la vida diaria o, peor aún, lo registra pero elige no coexistir. Sabrán disculpar, pero se vive, se sobrevive y se sobremuere en un mundo que se quitó el almidón de los cuellos.
La Biblioteca Rafael Obligado que la Comisión dirige, ante la realización del espectáculo de Susy Shock programado para el domingo 12 de mayo, desplegó con apuro una suerte de prohibiciones enumeradas, un manojo de normas y condiciones que por debajo de la cáscara de lo textual podrían sospecharse como prejuiciosas. Desoyendo todo valor artístico, le comunicaron al Centro Cultural Aníbal de Antón que el evento organizado por ese colectivo debía atenerse a los condicionamientos. De otro modo, Susy Shock no cantaría en el salón de Mitre 460. Y es un hecho: no estará ahí.
El punto n° 2 de la ficha de condiciones reza: “No se permitirá ninguna manifestación de política partidaria o religiosa”. Susy, artista trans sudaca, como se nombra, no está en campaña ni viene con un crucifijo en llamas. Entonces, ¿cuál sería la causa? ¿Existe alguna? ¿La incomodidad de quienes piensan o sienten diferente? ¿Acaso la libre expresión es un slogan de la cultura? Lo que asombra, sin mayores interpelaciones, es el desconocimiento, la torpeza, el sosiego, la barbarie, la impericia, la quietud y la tosquedad de no querer saber algo más. No seré yo quien defienda a ella de ésto, pero no se ahorran nada al perderse sus coplas de golpe y canto ancestral, sus pensares en palabras, dichas con la cadencia de un riacho encrespado; no se salvan de nada si no le ven los paisajes en la voz, la resistencia en lo que dice, lo que baila, lo que vive.
Nosotros y nosotras, quienes tenemos un sentido de la otredad, quienes elegimos la libertad y lo diverso, no vamos a esquivar el convite y abriremos los brazos. Siempre hay un patio o una galería esperando a que alguien venga a despabilarnos un poco, a salvarnos por un rato de semejante acartonamiento. Y porque los pueblos construyen sobre los escombros de las catedrales del odio, Susy Shock cantará en otro lugar. Con la música a otra parte.
Escribo y digo como librero, conociendo lo simbólico de abrir las puertas de un sitio echo de historias. Escribo y digo como comunicador, porque ciertos silencios pueden parecerse demasiado a la complicidad y suelen naturalizarse. Pero ante todo, escribo y digo como socio, como contribuyente de una institución de mi pueblo, como partícipe de un lugar que verá pasar comisiones pero quedará para que lleguen quienes lo hagan finalmente popular. Por eso mismo elijo seguir perteneciendo, porque también hay integrantes de la Comisión que no deberán salpicarse con estas líneas, que no atienden ya a recelos milenarios, que trabajan en un mejor sentido de las cosas. Y, finalmente, decido continuar recibiendo a la cobradora amiga, mes a mes, porque la historia de la humanidad me va mostrando que se nos hace necesario convivir en las diferencias y crecer desde ahí.
Las y los saludo.
Román Solsona.
Socio N° 1210
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Proyecto Litio: un ojo de la cara (video)

En un video de 3,50 minutos filmado en Jujuy habla Joel Paredes, a quien las fuerzas de seguridad le arrancaron un ojo de un balazo mientras se manifestaba con miles de jujeños, en 2023. Aquella represión traza un hilo conductor entre la reforma (in) constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Pero Joel habla de otras cuestiones: su pasión por la música como sostén. El ensayo artístico que no se concretó aquella vez. Lo que le pasa cada día al mirarse al espejo. La búsqueda de derechos por los hijos, y por quienes están siendo raleados de las tierras. Y la idea de seguir adelante, explicada en pocas palabas: “El miedo para mí no existe”.
Proyecto Litio es una plataforma (litio.lavaca.org) que incluye un teaser de 22 minutos, un documental de casi una hora de duración que amplía el registro sobre las comunidades de la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, que a la par es zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo.
Además hay piezas audiovisuales como la que presentamos aquí. La semana pasada fue Proyecto Litio: el paisaje territorial, animal y humano cuando el agua empieza a desaparecer.
Esos eslabones se enfocan en la vida en las comunidades, la economía, la represión y la escasez del agua en la zona.
Litio está compuesto también por las noticias, crónicas y reportajes que venimos realizando desde lavaca.org y que reunimos en esta plataforma.
Un proyecto del que podés formar parte, apoyando y compartiendo.
El video de 3,50 minutos
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Orgullo

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.
Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.
Y no es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
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Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?
El podcast completo:
Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

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