Sigamos en contacto

Nota

Cómo se hizo «Confesiones de oro»

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!
El libro de Sergio Ciancaglini que acaba de salir a la venta, estuvo a punto de no publicarse por decisión de Editorial Sudamericana, la misma que debía haberlo lanzado al mercado mucho antes de que Enrique Piana fuera extraditado a la Argentina. El autor, aquí explica las razones y cede un fragmento de la obra que relata el momento exacto en qué nació la llamada Mafia del Oro, un claro ejemplo -escribe el periodista- «de la genética de corrupción que ha dejado al país y a la sociedad en el estado que es público y notorio».

Confesiones de oro, que pocas semanas atrás estuvo a punto de no ser publicado, nació hace dos años y medio cuando un estafador internacional catalogado de ser el jefe de una mafia llamó a mi casa.
Debo aclarar que no soy funcionario público, por lo tanto no es habitual para mí recibir este tipo de llamadas.
Enrique Piana estaba entonces en los Estados Unidos, bajo una extraña forma de arresto domiciliario, con sus movimientos controlados por las autoridades a través de un grillete electrónico aferrado a su tobillo.
En el diario La Nación lo describían así: «El argentino mejor vigilado de los Estados Unidos». Un testigo protegido que vivió en distintos domicilios secretos que el periodismo jamás pudo descubrir. Yo estaba escribiendo La revolución del sentido común.
Hubo una extraña sucesión de coincidencias que terminaron generando esa llamada, entre las cuales figura que Piana y yo fuimos compañeros durante los dos últimos años del secundario en la Escuela Argentina Modelo, hace una imprudente cantidad de tiempo. Nunca más volví a verlo, y nuestras vidas tomaron rumbos divergentes (acaso divergentes también, aunque por diferentes razones, de lo que en esa escuela esperaban de nosotros).
Piana quería contar su historia, y transformar ese relato en un libro. Comenzó a relatarme por e-mail todo lo que hizo, y lo que deshizo. Yo le enviaba preguntas y más preguntas. Ya perdí la cuenta pero debemos haber acumulado 1.500 ó 2.000 mails. Finalmente nos encontramos en el que fue uno de sus domicilios secretos de los Estados Unidos, cosa que hasta entonces sólo habían podido hacer sus hijos, algunos amigos, una novia argentina, otras novias norteamericanas que conoció a través de Internet, y el diputado César Arias que andaba buscando datos -cuenta Piana- para incriminar a Domingo Cavallo.
Nos reunimos en Long Branch, New Jersey, durante cinco días. Fue la entrevista más larga de mi vida, 29 horas grabadas.
Me describió cómo fue la maniobra del oro, cómo se hacía la «bicicleta» para cobrar reintegros.
Me ilustró acerca de la compra millonaria de facturas falsas para evadir impuestos, sobre cómo se sobrefacturaban las exportaciones, y cómo ciertos vecios del Boating Club y amigos del club L’Aviron le pedían consejos para seguir sus pasos.
Explicó cómo se inventan empresas falsas, incluso en Suiza, y cómo se hace para tener un testaferro.
Detalló de qué modo se negocia y se paga una coima, como se coordina el arreglo, y a quiénes les pagó.
Me contó sus compras, caprichos, viajes rumbosos y hasta el modo en que restauró frontalmente a una de sus novias, regalándole un implante de siliconas.
Contó cómo se convirtió en un modelo de empresario exitoso, imán para funcionarios y mujeres que saben valorar billeteras abultadas y también un imán para los autoridades norteamericanas que observaron con creciente curiosidad esas exportaciones que provocaban desmesurados movimientos de dinero, y que relacionaron con la gran industria de esta época: el lavado de dinero. Narró cómo construyó una fortuna de millones de dólares, y me explicó -paso a paso- cómo la quemó, incinerando en el mismo movimiento la tradición de la casa de medallas que heredó de su familia, y su propio apellido. Cuando me recibió su cash era de poco más de 14 dólares.
Este libro se hizo, entre otras cosas, por su decisión de hablar, y porque para mí su caso simboliza la genética de corrupción que ha dejado al país y a la sociedad en el estado que es público y notorio. Piana explica, a su modo, cómo son los negocios en un neoliberalismo psicópata, con un Estado mafioso, promotor de un falso mercado y de un esquema que Rodolfo Walsh pronosticó hace 25 años llamándolo «miseria planificada». No se trata sólo de una denuncia, sino de la primera vez que alguien, desde el otro lado, explica cómo funcionan las cosas.
Pero el libro estuvo a punto de no publicarse, justamente porque Piana mencionó sus andanzas con nombres y apellidos. La editorial cuestionó algunos de esos nombres, no otros. Pedía menciones alusivas, descripciones genéricas. Decidí no publicar eso que se me antojó una especie de libro «Puerto Pollensa»: uno de sus personajes era un gordito de gafas, sumado a un influyente canoso, un abogado sanguíneo, un norteamericano travieso y otros protagonistas igualmente camuflados.
De pronto, otra vez lo inesperado: la justicia norteamericana resolvió extraditar a Piana a la Argentina. Llegó a Ezeiza y le pusieron chaleco antibalas. Lo mandaron a Gendarmería. Empezó su recorrida por los juzgados. En sus declaraciones repitió palabra por palabra todo lo que me había contado. Esto se publicó en algunos medios de un modo bastante confuso. Pero eso mismo destrabó la publicación del libro, al aparecer los nombres ante la justicia: una situación parecida a la película El Informante (Rusell Crowe y Al Pacino). Un nombre, de todos modos, aparece sólo con iniciales, por decisión editorial. El costo que pagamos para que la edición del libro no se hundiera definitivamente.
Poca gente podrá leer Confesiones de oro, debido a su precio. Corralito editorial. Lo que damos en llamar mercado termina perjudicando a librerías, autores y lectores, y refuta la superstición según la cual esta es una sociedad de consumo. El libro queda a consideración de los pocos privilegiados que puedan adquirirlo. Retrata a una época y a una clase que se enriqueció con plata fácil y dejó al país en bancarrota.

Nota

83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

Publicada

el

Pablo Grillo
Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

Seguir leyendo

Nota

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Seguir leyendo

Nota

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente.