Nota
De Luis Espinoza a Ceferino Nadal: el raid delictivo de la Policía de Tucumán
Cuarenta días después de la desaparición seguida de muerte de Luis Espinoza, la Policía de Tucumán vuelve a ser noticia por asfixiar a Ceferino Nadal, un hombre que antes de morir alcanzó a decir lo mismo que George Floyd en Minneapolis: “No puedo respirar”. Qué significa este grito desesperado que tiene en Tucumán un raid delictivo cuya protagonista es la Policía. Los antecedentes, lo que se sabe hasta ahora del caso, los pedidos de reforma policial y quién era “Cefe”, contado por la periodista tucumana Mariana Romero.
Por Mariana Romero, desde Tucumán
Cuarenta días después de que una bala destrozara la aorta de Luis Espinoza, un hombre de 43 años corre en pleno centro de San Miguel de Tucumán para escapar de la Policía. Es atrapado, reducido y tirado al suelo. “No puedo respirar”, dice, antes de morir.
Ocurrió el miércoles 24 de junio, a no más de 100 metros de la Casa Histórica. Ceferino Nadal, de acuerdo a los reportes policiales, había sido descubierto hurtando algo en un negocio céntrico y alguien dio la voz de alerta y él se lanzó a correr, seguido de transeúntes y policías. Le quedaban unos 10 minutos de vida.
Lo que sucedió tras su detención es objeto de una investigación penal a cargo de la fiscal de Homicidios, Adriana Giannoni. La funcionaria es reconocida por no mantener complicidad con los casos de abusos policiales, pero le toca actuar en un marco político complicado para la conducción de las fuerzas de seguridad provinciales.
Sin respiro
La desaparición forzada seguida de muerte de Luis Espinoza (lo atacaron nueve policías en la localidad de Simoca, lo asesinaron y tiraron su cuerpo en Catamarca) no es la única alerta encendida en la Policía de Tucumán en lo que va del año. Entre aquella muerte y ésta, por ejemplo, un cabo de la Guardia Urbana protagonizó una cinematográfica persecución cuando un hombre lo reconoció como quien le había robado $ 180.000, un iPhone y joyas. Otro caso: días atrás, una mujer de la localidad de Lastenia, Roxana Monteros, radicó una denuncia por delitos sexuales en un operativo en su casa para buscar a su hermano. La mujer señala que abusaron de ella para provocar que el joven saliera a defenderla porque no tenían orden de allanamiento para entrar. Efectivamente, el operativo, realizado por la Regional Este, no provenía de una orden de un juez.
Unas dos semanas antes, un productor rural y su familia fueron tomados de rehenes en su propia casa y, tras un tiroteo con los vecinos, abandonados en el domicilio. De los cerca de siete u ocho asaltantes, varios vestían uniformes policiales. No eran efectivos de la fuerza, pero todavía se desconoce cómo obtuvieron la ropa reglamentaria. Antes, una familia de la zona de Villa Amalia dejó pasar a personas vestidas como policías que la redujeron, golpearon y robaron. En el medio, estalló el escándalo por uniformados que, en el control limítrofe con Santiago del Estero, dejan pasar (u obligan a pasar) a taxistas que vienen de otras provincias sin permiso para ingresar a suelo tucumano, para luego secuestrarles los autos. Los choferes, en cuarentena y con los vehículos retenidos, terminan llegando a un arreglo con la Fiscalía: una donación al Sistema Provincial de Salud a cambio de cerrar la causa penal en su contra, porque con antecedentes no pueden seguir teniendo licencia.
Y, por último, la frutilla de la torta. El Ministerio organizó cursos de formación para el servicio penitenciario y puso al frente de uno de ellos nada menos que a Enrique Stel, ex funcionario de Seguridad de la Provincia, imputado por delitos de Lesa Humanidad (incluidos abusos sexuales) en contra de 51 víctimas. Y todo esto, en menos de dos meses.
En este contexto, la fiscal Giannoni deberá dilucidar cómo murió Ceferino Nadal. El resultado de su pesquisa, si bien será basado en pruebas científicas, registros fílmicos y testimoniales, influirá seguramente en el (mal) humor social tucumano. Acá, al problema no resuelto de la creciente inseguridad, se suma el de la brutalidad policial. Ambos siguen aportando muertos a una sociedad que no descansa y que vive, muchas veces, con la íntima pregunta diaria “¿hoy me tocará a mí?”.
Los dilemas de la investigación
Según información extraoficial, el informe preliminar de la autopsia que se realizó al cuerpo de Nadal revela que hubo asfixia mecánica pero ¿fue esa la causa de la muerte? La Fiscalía está abocada a interpretar correctamente esa pericia y, para ello, deberá esperar el resultado final, que aportará estudios sobre los tejidos y que completará el panorama.
Porque la alternativa a esa hipótesis es que Nadal murió de un infarto. Una fatalidad que justo el destino tenía preparada para ese día, a esa hora. O más tarde, pero se adelantó por la violencia o el estrés de lo que estaba ocurriendo. Pero Karina Rodríguez, su viuda embarazada de siete meses, dice que Ceferino nunca tuvo problemas cardíacos. “Cefe”, le llama ella, también sus hermanos y sus vecinos. Nunca nadie lo conoció por su primer nombre, Walter. Pero la prensa policial parece no haber investigado mucho sobre el muerto y, a partir de los partes policiales, decidió rebautizarlo con una identidad que nadie nunca usó.
Resulta interesante desmenuzar de dónde salen esas dos hipótesis, aún antes de que se realizara la autopsia. La idea de la asfixia, si bien fue revelada por el diario La Gaceta tras la realización de la pericia, ya circulaba sottovoce desde el día mismo de la muerte. Quizás provenga de los testimonios de la gran cantidad de personas que ese día escucharon a Nadal decir que no podía respirar y de algunos que aseguran haber visto a un policía apretar su nuca con la rodilla, al estilo del homicidio de George Floyd en Estados Unidos. De inmediato, ante esa versión, comienza a circular la del infarto, proveniente de fuentes policiales. Cualquier uniformado a quien uno le preguntara en esas horas, ya daba la versión del infarto. ¿De dónde salió? Del Hospital Padilla, donde lo atendieron e intentaron revivirlo, no. Ni su historia clínica ni la información extraoficial del personal médico hablan de infarto. ¿Cómo supo la Policía que esa era la causa de muerte antes de la autopsia y sin una certificación médica? Mención aparte merece el hecho de que fuentes sanitarias que estuvieron en contacto con Nadal cuando fue ingresado hablaban, en esas horas, de un “accidente de tránsito”. Si bien eso no quedó asentado en la historia clínica ¿quien le dijo a los profesionales que la víctima venía de un siniestro vial? Este dato es llamativo y recuerda al brutal homicidio de Facundo Ferreira en 2018: los policías que acababan de vaciar sus cargadores a espaldas de niño de 12 años, y que habían logrado acertarle uno en la nuca, dejaron que el médico del sistema de emergencias creyera que se trataba de un accidente en moto. Así lo trasladó y así lo ingresó al hospital. El balazo se descubrió en una tomografía.
El bueno, el malo y el feo
El ministro de Seguridad de la Provincia, Claudio Maley, había amanecido ese día con el plan de ir al programa de televisión Los Primeros, por Canal 10, con la intención de responder sobre el escándalo de los taxistas y el control limítrofe. Pero, esa mañana, La Gaceta publicó que el resultado de la autopsia a Nadal habría concluido que fue asfixiado por la Policía. En ese contexto, Maley señaló que la investigación no estaba cerrada y quedaba en manos de la Justicia. Sin embargo, arremetió contra el muerto: “tiene muchos antecedentes delictivos, tiene su prontuario en nuestra Policía de la Provincia con diversos delitos y lo más grave que se puede mencionar es una condena de ocho años a cumplir y, a la vez, tiene problemas de adicciones”, remarcó enérgico. Y luego aclaró: “Cumplió una condena de ocho años, en sus antecedente está ya el antecedente de una condena de ocho años, ya había cumplido”.
Los televidentes estallaron en mensajes cargados de odio y de salvajismo contra Nadal y su familia. El primer paso de la justificación estaba dado: la opinión pública ya no sería unánime como en el caso Luis Espinoza, que destrozó la imagen de la conducción de Seguridad en la Provincia. Ahora había una tabla de salvación: el muerto había sido ladrón. Eso, en la tierra donde señorearon el represor Antonio Domingo Bussi y el ex comisario y triple asesino Mario “El Malevo” Ferreyra, es un salvoconducto para que la derecha más rancia apoye la brutalidad policial. La cúpula de seguridad tiene ahora una tabla de dónde agarrarse: un sector de la sociedad que desprecia a algunos delincuentes y endiosa a otros, como los homicidas Bussi y Ferreyra, por ejemplo.
Lo interesante de las posturas oficiales es que los prontuarios son sacados a relucir como un comodín siempre y cuando no corresponda a un policía. En el caso de Luis Espinoza, por ejemplo, ningún funcionario salió raudo a iluminar a la población sobre los antecedentes delictivos que tenían los uniformados, que iban desde las amenazas, realizar tiros borracho, vejaciones y apremios ilegales, hasta una denuncia pública por homicidio. En ese caso, el “frondoso prontuario” quedó bajo llave y fue revelado sólo por la prensa.
Tampoco, por parte de las autoridades, se realizó un balance sobre el historial de la Policía de los últimos cinco años, de la última década o desde 1970, cuando se sancionó la Ley Orgánica de Policía. Ni siquiera de los hechos de los últimos dos meses. Así, la problemática de la violencia institucional siempre aparece como una seguidilla desafortunada de lamentables hechos aislados. Y, al no haber un balance integral, las soluciones tampoco llegan.
Hace menos de un mes, la cúpula de Seguridad tuvo que dar explicaciones a la Legislatura sobre el estado de la fuerza tras el homicidio de Luis Espinoza. Junto a los parlamentarios, salieron a los flashes de la prensa a declarar con solemnidad que se iba a trabajar en la creación de un organismo de Asuntos Internos independiente de la Policía (el actual gira bajo su órbita), el alumbramiento de una nueva legislación (la actual proviene de leyes vetustas nacidas bajo dictaduras) y una purga en la Policía. Nada de eso ocurrió. Sí hubo cambios dentro de los mandos superiores de la fuerza, una suerte de rotación de una repartición a otra. Pero de atacar el problema desde la raíz, ni hablar. Mucho menos, de separar de la fuerza a los policías que tienen causas abiertas por homicidios agravados: la mayoría sigue vistiendo el uniforme azul.
Planteado de esta manera el escenario, el 2020 parece encaminarse a ser un año más de promesas de reforma policial. Quizás la suerte futura de la conducción de Seguridad no resida en la posibilidad de que las fuerzas comiencen a obrar de acuerdo a derecho, sino en la eventualidad de que sus víctimas tengan o no antecedentes policiales. Si ocurre lo primero, el hartazgo y la violencia contenida de una sociedad que todos los días está sumando nuevos homicidios en las calles podrá servir de tabla de salvación para la cúpula. Y así, respondiendo con homicidios a los homicidios, con salvajismo institucional a la creciente inseguridad, la provincia seguirá duplicando el problema: a las muertes por la criminalidad se seguirán sumando las muertes por la violencia del Estado. Y entonces, ojo por ojo, la provincia quedará ciega.
Nota
Septiembre en Mu Trinchera Boutique
Obras de teatro, música, comida rica, dos ceremonias especiales, y una propuesta para las infancias: este septiembre te esperamos en nuestro espacio (Riobamba 143, CABA) con todas estas propuestas. Recordá que si sos suscriptor, tenés descuentos.
Sábado 7 de septiembre, 20.30hs
TERROR DE ARRABAL
Tres barrios porteños, tres leyendas urbanas y la pesadilla de una inquilina en busca de hogar. Terror de Arrabal es un unipersonal de narración oral que recorre leyendas urbanas de la Ciudad de Buenos Aires en el camino de una inquilina que mudanza tras mudanza no para de chocar con lo paranormal.
Entradas por Alternativa Teatral
Domingo 8 de septiembre, de 13 a 17 hs
PACHA URBANA
Una ceremonia para testimoniar la vida y celebrar el placer del encuentro colectivo.
Un ritual para nutrir el cuerpo y el alma, con el escenario urbano de fondo, con nuestros pies sobre el territorio que nos cobija.
Empanadas salteñas, bebidas, DJ y fiesta: todo incluído.
Anfitriona y cocinera: Carla Morales Ríos
Musica en vivo y DJ: Big Mama Laboratorio
Entradas por Alternativa Teatral
Sábado 14 de septiembre, 20 hs
NENA GORDA
Un biodrama que surge de la convicción de que una herida personal es un interesante y genuino punto de partida para la creación. En éste caso, el foco está anclado en lo más íntimo y a la vez universal: el cuerpo propio y la mirada de los otros sobre él.
Regresar, a través de sus objetos, al cuarto de la infancia; aquel sitio que alberga aún el recuerdo, las memorias, los deseos de otros proyectados sobre nosotros.
Una foto. Una pequeña bailarina clásica llamativamente gorda es el disparador para preguntarnos ¿Qué tiene que cambiar para que el cuerpo de una niña sea suficiente?
Entradas por Alternativa Teatral
Domingo 15 de septiembre, 18 hs
MARYTA DE HUMAHUACA
KILLA RAYMI (la Fiesta de la Luna)
Maryta de Humahuaca, cantora indígena, jujeña, llega a Buenos Aires para presentar sus nuevas canciones en una ceremonia con artistas invitadas.
Entradas por Alternativa Teatral
Viernes 20 de septiembre, 21 hs.
Maca Mona Mu
Nos invita a recibir la Primavera
presentando su disco Ruca.
Canciones enhebradas a través del elemento fuego para iluminar, abrigar, cocinar y encender nuestros sentidos.
La voz de Maca Mona Mu narra emociones íntimas que exponen la nueva sensibilidad de esta época.
Sábado 21 de septiembre, 20.30 hs
SER EVA, por Eva Basterra Seoane
Textos y canciones para no olvidar, el arte para testimoniar y celebrar la vida.
La Eva artista, la que se rebela, la que se entrega, la lucha, la que grita, la que muerde, la que sueña, la que vive.
Un encuentro mensual, con una invitada especial en cada ocasión. En esta oportunidad: Graciela Daleo, docente, investigadora, sobreviviente de la ESMA.
Eva es escritora, cantora, murguera, feminista, hija de Víctor Basterra y Laura Seoane, sobrevivientes de la ESMA. El testimonio de Victor fue crucial en el Juicio a las Juntas Militares, inmortalizado en un texto de Jorge Luis Borges.
Entradas por Alternativa Teatral
Domingo 22 de septiembre, 16 hs
FESTIVAL MOSTRES E INFANCIAS
¡Primer Festival para Infancias libres y Todo Tipo de Familias, porque deseamos que crezcan en toda su diversidad!
Habrá:
-Ronda de Lectura con hadas travas madrinas: Susy Shock, Luz Ventura, Eugi
-Juegos participativos y Juegos cooperativos: Amarella y Amarellita.
-Talleres organizados por la Editorial Muchas Nueces.
-Música en vivo: La Banda de les Mostres, Susy Shock, Sofia Dieguez, Lelé Música, Amarella, Mika De Frankfurt, ¡y más amigues!
Entradas por Alternativa Teatral
Nota
Diez años después: comienza el juicio por el femicidio de Nancy Fernández
Comienza este martes el juicio por el asesinato de Nancy Fernández que se extenderá entre el 3 y el 6 de septiembre en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 7 de San Isidro. Por Anabella Arrascaeta.
Nancy tenía 36 años cuando el 2 de mayo de 2014 fue encontrada en su casa semidesnuda, violada y asfixiada. Venía reclamando justicia por su hija, Micaela Fernández (14), que un año antes había sido secuestrada, violada y asesinada (ambas en la foto de portada). Sin embargo, se caratuló el caso de Micaela como suicidio. El acusado es Juan Carlos Corvalán, conocido narco de la zona. Nancy y Micaela eran parte de la comunidad qom Yecthakay, de Tigre.
Esta historia, situada en el Municipio de Tigre, se teje entre muertes e impunidades. El crimen de Micaela Fernández fue caratulado como suicidio, y sigue impune. Este martes comienza entonces el juicio por el asesinato de su madre, Nancy Fernández, que se extenderá hasta el viernes 6 de septiembre en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 7 de San Isidro. Hay un solo imputado por el femicidio: Juan Carlos Corvalán, narco de la zona.
El entramado detrás de estas muertes sigue aún sin visibilizarse.
Nancy Fernández, de la comunidad qom del Tigre. La asesinaron porque seguía denunciando que el caso de su hija Micaela no había sido un suicidio, sino un asesinato (Foto de Canal Abierto)
Los crímenes
En 2013, cuando Micaela Fernández desapareció, su madre Nancy fue a la Comisaría 6ª de Talar pero no le quisieron tomar la denuncia; había sido secuestrada y violada por varios hombres. Cuando su hija apareció días después, con golpes, cortes en la cara y el pelo cortado, Nancy insistió en denunciar lo sucedido y otra vez volvieron a negarle ese derecho. En una entrevista con la TV Pública, Nancy reveló que la policía la llevó a la comisaria, donde la ataron y golpearon. Cuenta Nancy en el video: “India de mierda, me dijeron, te callás la boca, no vas a hablar vos”.
El 17 de febrero de 2013 Micaela apareció asesinada en la casa de Dante “Pato” Cenizo. Tenía un tiro en la cabeza. La investigación de su muerte estuvo a cargo del fiscal Diego Molina Pico, de la Fiscalía de El Talar, que a los pocos meses archivó la causa caratulada como suicidio. Dante “Pato” Cenizo solo estuvo preso por venta de drogas.
Un año después, mientras Nancy, reclamaba justicia y denunciaba la complicidad policial en la trama, la encontraron en su casa semidesnuda, violada y asfixiada. Ahora, diez años después, su muerte llega a Tribunales.
El reclamo de justicia
Nancy y su familia son parte de la comunidad Qom Yecthakay del partido de Tigre. Micaela tenía una hermana: Lisette Fernández, que tenía 12 años cuando asesinaron a su hermana, y 13 cuando asesinaron a su mamá. Cuando cumplió la mayoría de edad tomó el reclamo de justicia y se rodeó de las organizaciones que desde el territorio acompañan los reclamos por los femicidios locales.
La misma red que acompaña por ejemplo el reclamo de justicia por Luna Ortiz (asesinada en 2017 cuando tenía 19 años) estará presente en los Tribunales acompañando a Lisette.
“Es importante el acompañamiento porque es una causa fuerte. Esta red de mafia territorial se creía que al matar a Nancy y al morir su abuelo Eugenio de tristeza, Lisette no iba a hacer nada por su corta edad, pero cuando cumplió los 19 años decidió salir como particular damnificada, y es importante levantar junto a ella el pedido de justicia”, dice a lavaca Marisa Rodríguez, mamá de Luna Ortiz y miembro de la red que acompaña el pedido de justicia por Nancy y Micaela.
Marisa Rodríguez, la mamá de Luna Ortiz, junto a Lisette, hija de Nancy y hermana de Micaela que retomó el reclamo de justicia ante la audiencia que comenzará este martes 3.
Esa red garantiza por ejemplo que durante esta semana Lisette tenga cómo trasladarse al juicio, y se quede a dormir cerca de Tribunales. También organiza que la joven tenga la comida para la semana y las actividades de acompañamiento que sucederán en la calle mientras el proceso transcurre, además del claro apoyo y contención.
El juicio marca la posibilidad de empezar a desarmar el entramado de impunidad. Un primer paso en un largo camino que se inicia por juzgar como femicidio el crimen de Nancy, y que después pueda dar lugar a lo que todavía no se hizo increíblemente: vincular la muerte de Nancy con el crimen de su hija Micaela, y poder poner luz en la trama de responsabilidades y complicidades que mantuvieron durante 10 años sus femicidios sin justicia.
Nota
Talento eterno
Ricardo Talento –actor, director, dramaturgo y docente, fundador del Circuito Cultural Barracas y uno de los principales impulsores del teatro comunitario– se “mudó de casa”, como dicen las Madres de Plaza de Mayo cuando alguna de ellas parte hacia otras dimensiones. El recuerdo de Luis Zarranz, periodista, escritor y autor de del libro Actores Sociales, de Lavaca Editora: una investigación, descripción y guía sobre una experiencia de una profundidad única en el mundo, con Ricardo Talento como uno de sus emblemas. En esa obra Luis explica el rol del teatro comunitario en la reconstrucción del tejido social tras la dictadura, hasta el presente. Y en esta nota cuenta sus batallas, sus conceptos, lo que fue capaz de crear con la mirada siempre puesta en lo grupal. Su debate tanto con el liberalismo como con el progresismo sobre lo que significa el arte como producción social y autogestiva. La definición de la palabra “talento” que le falta a los diccionarios. El retrato de un imprescindible que supo combinar alegría, entusiasmo y comunidad.
Por Luis Zarranz
(foto de portada publicada por la Asociación Argentina de Actores y Actrices)
Ricardo Talento tuvo un apellido que le calzaba justo. Su virtud no estaba solo en su capacidad actoral o dramaturga sino en algo más trascendental y difícil de hallar: la potencia para generar proyectos artísticos comunitarios a lo largo y ancho del país.
En ningún lugar de eso que llamamos mundo existe algo similar –en términos de extensión, recorrido, articulación, transformación y hecho cultural– como el teatro comunitario argentino. ¿Qué es? Teatro de y para vecinos y vecinas. En nuestro país, más de sesenta grupos conforman una red nacional de enorme vitalidad en la que se fusionan conceptos tales como comunidad, arte, identidad, celebración, autogestión y juego: todo como parte de una unidad teatral.
Sin embargo, lo que hace más interesante aún al teatro comunitario es la generosidad fundacional con la que creció. Y es precisamente ahí donde emerge la figura de Talento junto con la de Adhemar Bianchi como directores de los dos primeros grupos del país: fueron ellos quienes durante los días aciagos del 2001 salieron por los barrios a propalar el encuentro de vecinos a través del arte, lo que permitió que surgieran diversos grupos hasta en los lugares más inimaginables del país.
Eso es Talento.
A partir de ese impulso, en pueblos de no más de seiscientos habitantes, por ejemplo, comenzaron a surgir grupos de teatro comunitario en los que participaba buena parte de la comunidad: la vieja estación de tren abandonada pasaba ser un escenario para una función, lxs vecinxs contaban ellxs mismxs la historia del lugar, es decir su historia.
Talento vio allí el hecho cultural en toda su dimensión transformadora.
Antes, mucho antes, en la década del setenta había participado en el Centro de Cultura Nacional José Podestá, en el grupo La Podestá y en el Grupo de Teatro Cumpa. En 1987 comenzó a dirigir al grupo de teatreros Los Calandracas. Finalmente, en 1996, en plena sobredosis menemista, fundó el Circuito Cultural Barracas y, junto a Adhemar, creó “El Fulgor Argentino Club Social y Deportivo”, la gran obra del primer grupo de teatro comunitario, Catalinas Sur de La Boca, hermano mayor del Circuito de Barracas.
Imagen de la actual versión de El fulgor argentino, espectáculo organizado y creado en1996 por Ricardo Talento y Adhemar Bianchi, cuyo éxito lo renueva año año. Foto Lina Etchesuri
Pero todo el párrafo anterior engendra un error: nada de lo que haya hecho Talento podría conjugarse en singular. Sus iniciativas siempre propiciaron el encuentro con el/la otro/a para, a partir de allí, crear proyectos de índole grupal.
Su nombre y apellido nunca fueron un nombre propio sino sustantivos colectivos. Por eso le preocupaba tanto combatir la aparente capacidad individual de un artista. Ese fue su verdadero arte: dialogar con la época para transformarla en comunidad: “Creemos que el arte es un derecho de todos. El mundo liberal creó la figura del artista como para decir que están los que se permiten desarrollar su actividad y tienen un don. Están diciendo que otros no lo tienen. Y, además, que se trata exclusivamente de una producción personal. Es un nefasto concepto liberal y hay otro del progresismo: la idea del arte como herramienta, como una utilidad. Nosotros creemos que en sí es transformador”.
Eso es Talento.
Así, en 2001, bajo su dirección, el Circuito Cultural Barracas parió una de sus emblemáticas obras: El casamiento de Anita y Mirko. Un casamiento como una excusa para generar un espacio de encuentro, intercambio y diversión que amortiguara la crisis neoliberal que, como un tsunami, arrasaba con todo. La fórmula que crearon lxs vecinxs fue medicina para curar el agobio, la desesperación y el desencuentro. Y fue también un éxito teatral que lleva veinte años ininterrumpidos de funciones agotadas sábado tras sábado, con más de 70 vecinxs actores en escena.
El Casamiento de Anita y Mirco, obra y experiencia emblemática del Circuito Cultural Barracas desde 2001, otra muestra de la capacidad de Ricardo para reunir lo social y lo artístico y hacer una fiesta (literal y divertidísima) que comparten y actúan con el público más de 70 vecinas y vecinos del barrio. Foto Lina Etchesuri para lavaca .
Hace un tiempo, en una charla para una nota de lavaca, Talento me dijo: “En todo estos años cambió el clima político y el social, pero sigue esa necesidad de jugar, aunque sea por dos horas, a que no tenemos paranoia el uno del otro. En el fondo, el Casamiento es una ficción: ficcionamos que nos conocemos, que nos podemos divertir juntos, que podemos compartir una mesa sin que nos conozcamos. No es poca cosa”.
Eso es Talento.
Más Talento: “El teatro es la última ceremonia humana que le queda al ser humano. Cuando la comunidad la toma, vuelve a darle encarnadura, sentido. Porque a veces el teatro se vuelve una ceremonia hueca, no de comunicación sino de exhibición: de habilidades, de construcciones artísticas. Una de las cosas por la cual el teatro comunitario tiene tanta repercusión en el público es porque al tomarlo la comunidad vuelve a tener sentido esta ceremonia celebrativa. El vecino produce con otro vecino, que es el espectador: hay empatía y todos juntos estamos participando de un hecho colectivo”.
Así, con esas pócimas, Talento supo dialogar y protagonizar su tiempo: con otros/as: “Creatividad significa cómo puede imaginarse uno de otra manera, cómo puede modificar el entorno y puede construir política. Estás desarrollando prácticas a nivel comunitario, de construcción política, partiendo de la posibilidad de imaginar de otra manera. Y ejercerla, además, porque no es que lo decís teóricamente y después te vas a tu casa solo. No, lo estás ejerciendo todo el día en la práctica, con otros”.
Cómplices y compinches. Adhemar Bianchi y Ricardo Talento, creadores de espacios de encuentro, intercambio y diversión para escaparle a la desesperación y los desencuentros. Foto LAVACA
Pocas veces palabra y acción se sintieron tan a gusto: eso sí es Talento.
Otra vez, cuando participó del Foro Social de Porto Alegre puso en discusión la frase “Otro mundo es posible”, leiv motiv de esos encuentros. Talento planteó dos cosas: primero que nada iba a ser posible si no éramos capaces de imaginarlo. Y, segundo, que no había que plantear otro mundo posible sino este, el de aquí y ahora, el que se manifiesta en el más político de los ámbitos: el cotidiano.
Eso es Talento.
Hay personas que dejan una huella tan imborrable de su paso por el mundo que resulta imposible mencionarlos en pasado, su tiempo es tan actual que siempre están en presente: eso es también es Talento. Y, por eso mismo, siempre están y estarán vivas: cada vez que un grupo de teatro comunitario se junte, cada vez que empiece una función, cada vez que surja otro grupo más, Ricardo Talento estará ahí, como parte inescindible de esa acción.
La Real Academia Española, que poco sabe del mundo real, admite tres definiciones de “talento”: “1) inteligencia (capacidad de entender). 2) aptitud (capacidad para el desempeño de algo). 3) Persona inteligente o apta para determinada ocupación”.
Le falta la más trascendental de las definiciones: “Talento: sustantivo colectivo teatral y comunitario”.
- Revista MuHace 3 días
Mu 196: El modelo
- NotaHace 2 semanas
Un día de justicia: prisión perpetua a Diego Concha por el femicidio de Luana Ludueña
- Mu182Hace 3 semanas
Fu-Manchú, 50 años después: reivindicación de la magia
- ActualidadHace 2 semanas
80 días sin Loan: entrevista en Corrientes al hermano del niño desaparecido
- ActualidadHace 1 semana
Vetados y reprimidos: la ronda de los miércoles de los jubilados fue atacada por un desproporcionado operativo policial
- NotaHace 4 semanas
Daniela Calarco, presa desde hace 2 meses por manifestarse contra la Ley Bases: la criminalización de la protesta, y de la organización
- #NiUnaMásHace 3 semanas
Femicidio de Luana Ludueña: concluyeron los alegatos en el juicio a Diego Concha
- Mu193Hace 3 semanas
Desobede-ser: nietas y nietos de genocidas