Nota
El Morenazo: docentes, entre amenazas y luchas
Además del secuestro a la docente Corina de Bonis, las y los docentes sufrieron al menos otras diez amenazas. Cómo fueron. De dónde se sospecha que vienen. Cuál fue la reacción del gobierno provincial. Y cómo sigue la organización, entre ollas populares y acompañamientos pedagógicos para que no se pierda el año. POR EZEQUIEL SCHER
Luján no sabía que el infierno puede existir los viernes a la tarde. Salió de una reunión a eso de las 18.30, llegaba a su casa y vio que del portón sobresalía un papel. El último mes había sido un sacudón imposible: luego de años de denuncias, una escuela finalmente había explotado por un escape de gas y habían muerto Sandra Calamano y Rubén Rodríguez. El relato de quien encontró el cuerpo de la vicedirectora en el patio de su casa, a más de treinta metros de la escuela 49, después de haber volado por el aire, le rompió la cabeza hasta al más apolítico. La comunidad iba a asambleas y a marchas y a lo que fuera. Desde el 2 de agosto del dolor, las escuelas estaban cerradas: con escapes de gas, con cielo rasos en riesgo, con paredes electrificadas o con pozos ciegos rebalsados, no se abrían. Luján, entonces, miró la entrada de su casa y supo que la perversidad no había terminado: “Seguí jodiendo en las Asambleas de papis. Sabemos dónde vivís”.
El sábado fue a la fiscalía de Moreno y le caratularon la denuncia como “amenaza agravada”. Tenía miedo. Pidió custodia y le pusieron un policía en la puerta de la casa.
Sentía que ahí no se terminaba y exigió que cuidaran su escuela. Al lunes siguiente, cuando salía de la Rosario Vera Peñaloza, la 38, su lugar de trabajo, vio a un señor sacándole fotos con un celular desde enfrente. Tuvo más miedo. Pero no le pasó a ella sola. Al menos otras diez denuncias más están radicadas en la fiscalía número 5 de Moreno.
Un docente del Profesorado José Hernández manejaba, llegó a la esquina y se le cruzó un transeúnte. Bajó la ventanilla para pedirle que prestara atención, el otro se acercó y le dijo su nombre, sus horarios y que se dejara de joder.
En el jardín 906, dejaron un cartel que decía: “Métanse la continuidad pedagógica en el culo y cuidencen. Veso” (SIC).
Por el jardín 925, una camioneta sin patente se detuvo y le sacó fotos a un encuentro docente.
La escuela secundaria Nº36 -construida por familias de la zona- se hizo llamas durante una madrugada. Se incendiaron la preceptoría, la biblioteca y un salón. No hubo heridos, pero se perdieron documentos, boletines y legajos.
Para apretar a un docente llamaron a la casa de su expareja y lo amenazaron.
Jóvenes militantes llegaban a una manifestación por Sandra y Rubén, la policía los frenó, pidió documentos, uno no tenía y lo hicieron ponerse contra la pared.
“Moreno no puede ser tierra liberada”, pidió Mariana Cattaneo, de SUTEBA, en un acto en la Plaza Fuentealba, bajo el Acceso Oeste.
Difícil.
El infierno tampoco es sólo de los viernes a la tarde y la realidad anda tan sin piedad que, el 26 de septiembre, entraron a robar a la escuela 47, la escuela donde trabaja Mabel, la compañera de Rubén.
¿Quién amenaza?
Del 2 al 12 de agosto, no bajaron comida. El Estado se paralizó después de las muertes de Sandra y de Rubén. María Eugenia Vidal y Gabriel Sánchez Zinny, gobernadora y director de Cultura y de Educación en la Provincia de Buenos Aires, pidieron respeto para las víctimas y deslizaron el discurso de que los docentes “hacen política” con estos eventos. El gasista que había revisado el día anterior a la explosión en las instalaciones de la escuela Nicolás Avellaneda estuvo detenido unos días y después quedó en libertad. Sebastián Nassif, interventor del Consejo Escolar de Moreno, renunció. Las escuelas se inhabilitaron. Pero no dejaron de cumplir sus funciones básicas: es que en el oeste del oeste si las escuelas no dan de comer, las niñas y niños no morfan.
Entonces, las ollas populares.
Las amenazas empezaron apenas empezaron a hacer las comidas comunitarias. Sobre las veredas se hacían pirámides de fideos. Como los comedores están dentro de las escuelas y éstas no están en condiciones, las familias se llevaban su parte en platos o bandejitas. Al día siguiente del secuestro de Corina -la maestra a la que subieron a un auto, le pusieron una bolsa en la cabeza y le escribieron con un punzón en la panza “Ollas no”-, ese fue el sector apuntado por las voces del gobierno provincial: los comedores y los punteros políticos.
Más osados, algunos instalaron versiones relacionadas con el narcotráfico. Un testigo de identidad reservada declaró en la causa que las empresas proveedoras de alimentos podían estar vinculadas a las amenazas. La fiscalía que conduce Emiliano Buscaglia le pidió al gobierno provincial que le entregara los nombres de esas entidades: Blue catering, O.A.C y Komaku Catering. Aunque esa es una sola de las hipótesis que circulan.
Luego de que apareciera una pintada contra las tomas, con el mismo trazo que se usa en la política de San Miguel, se sembró la sospecha contra algunas referencias partidarias de otras municipalidades. Un histórico dirigente apunta a San Miguel por su tradición fascista: desde la gestión de Aldo Rico al elogio público del intendente Joaquín de la Torre a Martínez de Hoz. A la gestión de Cambiemos se la responsabiliza por no (no) proteger las calles. Es decir: por la inseguridad. Lo mismo se le exige a Walter Festa, intendente peronista de Moreno. Las culpas van y vienen a un y otro lado de las fronteras partidarias: la voluntad política es la de no quedar pegados.
Por el incendio de la escuela 36, el 28 de septiembre se entregó un joven en La Plata, asumiendo haber sido quien prendió fuego el establecimiento. Su testimonio fue extraño: aseguró haber entrado a buscar golosinas y, como no encontró, volvió llamas un cartón.
El reclamo de las y los docentes es que la Justicia ponga a disposición toda su tecnología para encontrar a las y los responsables. Muchas calles tienen cámaras de seguridad y las llamadas telefónicas debieran ser rastreables. Lo más extraño de eso fue lo que declaró mediáticamente Julio Conte Grand, Procurador de la Provincia de Buenos Aires: “Algunos datos del testimonio de Corina no coinciden con las imágenes que tenemos”. Esa declaración, enmarcada en una entrevista donde se hablaba de otras causas, fue la más divulgada periodísticamente por los medios comerciales en una historia con, al menos, otras diez denuncias. Aunque eso no debiera ser algo fiable. Jocosamente, desde la Dirección de Educación la Provincia, aseguran que Jorge Lanata dice al aire lo que ellos quieren o los entrevistan con las preguntas que ellos desean.
“Lo más importante es que la Justicia investigue lo que pasó con Corina y con el resto de las amenazas”, pide Cecilia Pustlinik, secretaria de Derechos Humanos de SUTEBA Moreno. Llegó a su cargo para poder hacer memoria y trabajar contra el olvido de lo que fue la última dictadura. La realidad le cambió la perspectiva: ahora acompaña a cada víctima a hacer las denuncias a la policía. Ella, como otras quince personas entrevistadas por MU vinculadas con ésta causa -del gobierno, de la Justicia, del sindicato, de las familias- no logran entender de dónde vienen tantos agravios. Mucho menos logran entender cómo desde el 2 de agosto en adelante la vida se les volvió un infierno.
“Lo que tiene que quedar en claro es que esto lo hace un grupo de tareas. Hacen inteligencia. Han demostrado que tienen información sobre cómo son nuestros movimientos y así han actuado. Eso preocupa mucho porque pensamos que era un capítulo de la historia argentina que estaba terminado”, sintetiza Cattaneo.
Cálculos combinados
Un niño se acerca con una hoja cuadriculada y unos cálculos combinados resueltos. Marcela Corvalán, maestra de sexto grado de la escuela 49, le pregunta si le salieron bien. Dice que casi todos, pero que con uno no pudo. Sobre la vereda de la Asociación Cristiana que usan mientras reconstruyen el edificio explotado, revisan juntos la resta que no funcionó. Eso se llama acompañamiento pedagógico. Cada semana, dejan las tareas en la fotocopiadora de la esquina. El plan busca que no olviden lo aprendido. Funciona desde el 2 de agosto, la última vez que hubo clases.
El espanto está tan empeñado que a una maestra de la escuela 36 -la que se incendió- la encerró una moto cuando estaba llegando al acompañamiento pedagógico. Le quisieron robar. Ella se resistió. Le tiraron con una pistola de balines y terminó hospitalizada. Aún así, el plan sigue.
Hay un sólo establecimiento educativo que funciona normalmente en Moreno. Es el jardín 960. Por ser el último construido, todas las partes aceptaron su habilitación. El 3 de agosto, en el cementerio donde enterraron a Sandra y a Rubén, Roberto Baradel, Secretario de SUTEBA, dijo que las escuelas no se abrían hasta que no estuvieran en condiciones. La comunidad educativa tomó el Consejo Escolar, hizo un acampe en el medio de la avenida Victorica y desde ahí resistió. Hasta que el 18 de septiembre la gobernadora aceptó que se conformara el Comité de Crisis.
“Hay que hacerle marca personal a los funcionarios”, dio como consigna Cattaneo. Familiares de Rubén, estudiantes de terciarios, miembros del sindicato, madres, padres, maestras y maestros y representantes del gobierno se reúnen para seguir de cerca las promesas: 240 obras, 140 que ejecuta la Provincia de Buenos Aires y 100 la intendencia de Moreno. La presión de parte del Estado por abrir las escuelas es muy alta. Vidal sigue las reuniones de ocho horas desde un teléfono. Forma parte de la negociación con voceros de por medio. No lo hace sin presionar. Sumado a la inflación y a que decretó la paritaria docente con un aumento apenas de 19%, en estos meses sin clase ha retenido más de dos mil pesos de cada salario como sanción por las medidas tomadas.
El riesgo de que se pierda el año es muy alto. Recién comenzaron a abrirse algunas escuelas de los distritos vecinos. La muerte de Sandra y de Rubén se abrió como un antes y un después. Las y los docentes y las familias decidieron plantarse para que, de una vez por todas, esas escuelas estén en condiciones. Aunque fue un sacudón, el gobierno no se modificó demasiado tras el contexto: Sánchez Zinny sobrevive en su cargo. Parece no sufrir el impacto de que 70 mil jóvenes no puedan educarse y de que una escuela cargue para siempre con dos muertes.
El Morenazo. Así le dice la jerga popular a este movimiento de maestras y maestros que dijo basta. Las madres y los padres también son la clave para que se sostenga. Dan legitimidad. Participan de las actividades constantemente: desde las maratones de lectura, hasta las charlas abiertas de filosofía, pasando por las marchas y hasta por las ollas populares. “Podrían haber llovido pibitos por todo Moreno. Imaginate, en serio, lo que hubiera sido si la explosión del 2 de agosto pasaba veinte minutos más tarde. Yo lo pienso y me da miedo. Cómo no vamos a reclamar. Yo no quiero que pierda el año, pero menos quiero perderlo”, cuenta un padre, soñando que, ojalá, de una vez por todas, lo peor haya pasado.
Nota
Matar por matar: la violencia policial porteña y el crimen en Lugano de Gabriel González

Gabriel González, 45 años, pintor, fue asesinado por personal de la Policía de la Ciudad el jueves navideño en el barrio de Lugano, en un nuevo caso de gatillo fácil que además fue registrado por las cámaras de los vecinos. Gabriel intentó intervenir cuando la policía le estaba pegando a uno de sus hijos. Estaba sin remera, descalzo, desarmado. Lo fusilaron a corta distancia, las imágenes que aquí reproducimos están disponibles y se observa perfectamente quién le disparó. En el barrio sostienen que hubo violencia policial, además, sobre algunos de los testigos, para que hagan el silencio necesario para permitir la impunidad del y los autores.
En la foto de portada se ve a la derecha a Gabriel en el momento en el que es impactado por los disparos policiales.
Además de su trabajo como pintor, Gabriel se dedicó especialmente a la contención de jóvenes con consumos problemáticos. Presentamos la información publicada por el diario Tiempo Argentino, integrante junto a lavaca de la Unión de Medios Autogestivos, un símbolo y una realidad sobre la violencia institucional de estos tiempos.
Amigos, allegados y vecinos de Gabriel González, el muchacho de 45 años que murió en medio de una violenta represión de la Policía de la Ciudad, ocurrida en Navidad en Villa Lugano, marcharon en reclamo de justicia. La familia aseguró que fue asesinado a mansalva y denuncia un nuevo caso de gatillo fácil.

Las lágrimas de Nelly, la viuda de Gabriel González. (Foto: Gentileza Pablo Lecaros)
Nelly, la viuda de Gabriel, aún habla de su marido en tiempo presente. En diálogo con la prensa que se movilizó hasta Cruz y Escalada, en Lugano, donde se concentró la movilización, expresó: “Hace más de 25 años que comparto con él, que vivo con él, que la luchamos, salimos a laburar todos los santos días. Tanto él como yo, salimos a trabajar para tener las cosas que tenemos y lo que pudimos construir. La peleó siempre. No es una mala persona. No se merecía morir de esa forma. Quiero justicia por la vida de Gabriel”.
La mujer recordó que llegó a la escena del crimen cuando a su pareja “ya le habían pegado. Tenía toda la cara ensangrentada. En todo momento traté de pararlo y que no le sigan pegando, porque lo estaban lastimando. Escuchaba cómo lo incitaban a pelear con ellos. Todo el tiempo lo incitaban a pelear. Él estaba enojado y ellos eran cada vez más. Le dieron un tiro muy de cerca”. Nelly también recibió heridas en las piernas y en los brazos.

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.
Entre sollozos, la viuda pidió a sus vecinos que no la dejen sola. “Luchemos. No es la primera vez que pasa algo así. Ellos vienen a matar, no vienen a apaciguar las cosas, a tranquilizar, sea lo que sea que esté pasando. Al amigo de él lo cagaron a palos, lo llevaron a la comisaría y le dijeron que no diga nada”.
La mujer se refiere al amigo de Gabriel que en los videos, donde quedó registrada toda la secuencia, se advierte que intenta calmar a la policía. Gerardo, el hermano de la víctima, también mencionó “al muchacho que se llevaron preso, lo golpearon y lo amenazaron que lo iban a matar, le dijeron que conocían a su familia y a su casa. Para que no declare”.
Según pudieron reconstruir, el amigo de Gabriel fue liberado de la Comisaría 8A a eso de las 5 de la madrugada de este viernes. “Le aflojaron todos los dientes, le pegaron en las costillas entre el policía que disparó y había otro peladito. Todo para encubrir la cagada que se mandaron ellos”.

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.
Por su parte, la abogada de la familia, Romina Ávila, precisó que “cuando le tiran a Gabriel, le tiran estando totalmente desarmado, indefenso y a una distancia prudencial del personal. Esto quiere decir que en ese momento no estaba agrediendo al personal. Tampoco se puede argumentar que hubo un exceso en legítima defensa, es lo que nosotros llamamos gatillo fácil”.
La asesora de la familia señaló en Radio Con Vos que esperan los resultados de la autopsia y las pericias, cuyos análisis preliminares deberían estar para este sábado. “Está documentado que quien dispara es un policía que bajó del patrullero. Tenemos su rostro, imagen por imagen. Ahora a pedido de la justicia, la Policía de la Ciudad, debería identificarlo”, esgrimió.

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.
Gabriel era pintor y solía contener a los chicos del barrio que padecen consumo problemático. De hecho, comenzó con esa tarea social tras un contexto de abuso de drogas por parte de su hijo. “Era una persona humilde, hijo de migrantes, muy pujante, una persona que trabajaba y en ocasiones como esta, un festejo popular, participaba. Lo grave de su conducta ayer fue salir a la vereda a compartir con los amigos, sus vecinos. Es común eso acá. Los encuentros se comparten por más que a ellos no les gusten. Es parte de la cultura”, analizó la abogada.
“Acompañaba a chicos con consumo, porque con su hijo dio una larga lucha por esa misma situación”, añadió Ávila, quien concluyó: “La Policía de la Ciudad sigue deambulando y caminando por acá. Son los mismos policías de la Comisaría Vecinal 8A que ayer estaban tomándole declaración a sus mismos compañeros que horas antes habían ido a herir de muerte a Gabriel. Conviven con nosotros y el miedo es grande y está”.
Respecto a la autopsia, la mujer indicó que los restos fueron trasladados este viernes a las 8 a la morgue judicial y que los resultados «van a ser sumamente clarificadores de lo que creemos y que sostenemos como teoría del caso, que para nosotros se trató de un hecho de violencia institucional. Que no tuvo ningún tipo de defensa, ni exceso en legítima defensa por parte del personal policial».

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.
“Mi primo asesinado por la policía era un chico trabajador, nacido acá en el barrio, en la Villa 20. Era papá de Dante y Ángel de 21 y 25 años. Re familiero. En cumpleaños o reuniones familiares él siempre estaba en la parrilla haciendo el asado. Le encantaba compartir, era fanático de la pesca, un arquerazo del equipo del barrio que hace poco salió campeón. Cariñoso, amable, sencillo, solidario. Gabriel era muy valiente, no le tenía miedo a nada”, dijo a Tiempo Oscar Villaverde, primo de Gabriel y docente de la Escuela Técnica N° 13, Ingeniero José L. Delpini de Villa Lugano.
Fue el propio Oscar quien publicó en las redes en la tarde noche de ayer el asesinato de su primo: “Hoy en un forcejeo con la policía tras defender a su hijo asesinaron a quemarropas a mi primo Gabriel González e hirieron de bala a su mujer”.
El video filmado por un vecino dejó en evidencia el asesinato a quemarropa denunciado por quienes fueron testigos del brutal crimen. Se lo ve Gabriel sin remera, defendiéndose de los golpes contra media docena de efectivos policiales que lo golpean sin piedad.
De golpe, uno de ellos saca su escopeta y le dispara. La muerte fue instantánea y uno de los disparos hirió a la compañera de vida del asesinado y a otros vecinos que observaban con asombro la brutalidad policial.
Nota
Se confirmó el procesamiento del gendarme Guerrero por el ataque al fotógrafo Pablo Grillo

El gendarme Héctor Guerrero será procesado por el ataque que hirió gravemente en la cabeza al Pablo Grillo el 12 de marzo pasado (la foto de portada muestra a Pablo durante su recuperación, que aún continúa). La Sala II de la Cámara Federal porteña ratificó la decisión de la jueza María Servini que había sido apelada por el acusado. Además, pidieron investigar las posibles responsabilidades de quienes estuvieron a cargo del operativo. Presentamos aquí la información del diario Tiempo Argentino, uno de los integrantes de la Unión de Medios Autogestivos.
La Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones confirmó el procesamiento del gendarme Héctor Guerrero por las lesiones gravísimas producidas al fotógrafo Pablo Grillo y por el abuso de armas en otras cinco oportunidades durante la manifestación de los jubilados del 12 de marzo pasado.

El gendarme Héctor Guerrero el día de su declaración ante la jueza María Servini.
El fallo de la Cámara lleva las firmas de los jueces Eduardo Farah, Martín Irurzun y Roberto Boico. En su voto, Boico además, exigió que se profundice la investigación por las eventuales responsabilidades de las autoridades a cargo del operativo.
La situación del gendarme Guerrero había llegado a la cámara de apelaciones luego de un planteo de la defensa del acusado en la que pidió revocar el procesamiento como presunto autor del disparo con una pistola lanza gases contra Pablo Grillo, quien sufrió heridas gravísimas durante la represión policial a aquella protesta de jubilados en el centro porteño.
El planteo de la defensa se produjo en el contexto de varias resoluciones judiciales polémicas que se dieron durante en la semana posterior al triunfo electoral de La Libertad Avanza (LLA), que tuvieron como principales beneficiarios a Mauricio Macri y Javier Milei, y como principales perjudicados a Cristina Kirchner y Guillermo Moreno. Sin embargo, el oportunismo no funcionó y este viernes los tres camaristas le dio un revés al gendarme al entender que el acusado debe ir a juicio.
Guerrero, asistido por los abogados Martín Sarubbi y Claudio Nuncija, solicitó revertir el procesamiento que oportunamente había sido dictado por la jueza federal María Servini. La defensa sostuvo que no está acreditado que el gendarme haya sido el autor del disparo y afirmó que su conducta se ajustó a los protocolos vigentes para el uso de armas lanzagases.
En tanto, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que interviene como querellante, respaldó la resolución de Servini y la validez de las medidas de prueba, entre ellas el relevamiento en el lugar del hecho, un informe balístico de la Policía de la Ciudad y la reconstrucción denominada “Mapa de la Policía”, elaborada por realizadores audiovisuales y peritos forenses.
Nota
MU 210: La batalla final


El femicidio de Lucía Pérez a manos de dos narcos de Mar del Plata motivó el primer Paro Nacional de Mujeres. Tras una larga luchar familiar y social se logró la condena, pero ahora una nueva maniobra judicial puede dejar impunes a los culpables. Un ejemplo de que todo lo que conseguimos está en peligro. ¿Podrán?
Las notas de esta edición:

Negacionismo de Estado: Informe 2025 del Observatorio Lucía Pérez
¿Qué hay detrás de la avanzada oficial para negar los femicidios? Radiografía de cómo cada poder del Estado, por acción u omisión, busca ocultar las causas y consecuencias del asesinato de mujeres. Y por qué lo hace. Por Claudia Acuña

El Aleph (versión putas): Entrevista a Georgina Orellano
¿Cuánto cuesta la vida? ¿Cuánto vale? La dirigente de AMMAR y la actualidad desde la esquina: lo que se ve, lo que no se escucha, las falsas soluciones progresistas, lo que hay que abolir. Lo narco, la revolución, el cuerpo, la salida. Una recoridapor sus tatuajes, y todo lo que significa ser puta. Por Claudia Acuña y Lucas Pedulla

Carla Soggiu: La impunidad avanza
Carla recibió un botón antipánico por las agresiones de su pareja, que la ató, golpeó y violó delante de su hija de dos años. Semanas después de ese hecho, accionó cinco veces ese botón pero la policía no la encontró. Apareció muerta en el Riachuelo. Las complicidades, las burocracias, el rol de Diego Santilli y la lucha de una familia que define el caso como un femicidio de Estado. Por Francisco Pandolfi

Alma y vida: El femicidio de Lucía Pérez, hoy
¿Qué es la justicia? ¿Cómo enloquecer a una familia? ¿Por qué buscan eliminar la figura de
femicidio? ¿Cuál es el rol práctico del Estado y el negacionismo? El Tribunal de Casación resolvió que el de Lucía Pérez no fue un femicidio. La política de la misoginia como aversión hacia las mujeres y el paralelismo con lo narco que vende droga junto a las escuelas. Las “sumisitas”, la violencia y el sometimiento. Marta y Guillermo: una familia que trabaja en comunidad, y las claves para que las pesadillas no sigan asesinando a los sueños. Por Sergio Ciancaglini

Crónicas del más acá: Al trote
POR CARLOS MELONE

El Caliban y las brujas: La obra Fuerza mayor, protagonizada por jubiladas
La alianza entre Jubilados Insurgentes con integrantes del Teatro Caliban parió está obra que pone en escena lo que pasa todos los miércoles frente al Congreso. Una forma creativa de elaborar la actualidad con las herramientas del teatro, para hacer sentir, pensar e interpelar a los más jóvenes. Por Franco Ciancaglini

Sin berretines: Lo que nos cuenta la cárcel
Estudiantes de Sociología y Trabajo Social que cumplen condena en la cárcel de San Martín comparten sus reflexiones sobre la libertad, el encierro, y la actualidad más acá de las rejas. ¿Cómo funciona lo narco? ¿Qué implica buscar plata fácil? Lecciones sobre educación, berretines y prejuicios, el sentido de la vida, y la teoría de la bobalización. Por Sergio Ciancaglini

Sin protección: Ley contra el Acoso y después
Perdió estado parlamentario el proyecto de ley de acoso en ámbitos laborales y académicos: una muestra de la desidia y el abandono de las políticas de género. Del caso Brieger a Milei, cómo sigue la organización de las mujeres para empujar lo imposible en tiempos de motosierra, fascismo y un Congreso estancado. Por Evangelina Bucari

Con horizonte: 38º Encuentro Plurinacional en Corrientes
Cien mil personas participaron del 38º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidades. MU lo registró con crónicas día a día, que pueden leerse en lavaca.org. Compartimos aquí parte del registro fotográfico y una mirada sobre la trastienda de debates que explican mucho de lo que pasó en un evento extraño y extraordinario. Por Claudia Acuña. Fotos de Line Bankel

Sin cuerpo: La ¿impericia? en la causa de Cecilia Basaldúa
A lo largo de este 2025 la nueva instrucción que investiga el femicidio de Cecilia Basaldúa, ocurrido en el año 2020 en la localidad cordobesa de Capilla del Monte, Cambió fiscales, tomó nuevas pruebas y amplió testimoniales. Sin embargo, en el marco de un proceso judicial que avanzaba, una noticia coronó la impunidad en esta causa: hace cuatro años que el cuerpo de Cecilia fue retirado de la morgue judicial sin el consentimientode la familia. Por María Eugenia Marengo

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