Nota
Histórico Malón del Orgullo: a descolonizar

Un hecho histórico se produjo en Plaza Lavalle en la tarde de este sábado 4 de noviembre, en el marco del día en el que la comunidad LGBTQ+ festeja el Orgullo saliendo cada año a las calles desde hace tres décadas. Esta vez, por iniciativa de la artista Susy Shock y la activista Marlene Wayar, tuvo lugar el encuentro de la comunidad LGBTQ+ y el Tercer Malón de la Paz de Jujuy, que resiste en Plaza Lavalle y en el Congreso de la Nación desde hace tres meses en defensa de los recursos naturales y en contra de la reforma (in) constitucional impulsada por el gobernador Gerardo Morales. El abrazo incluyó la escucha a representantes de comunidades indigenas que contaron su realidad en Jujuy y en Buenos Aires, y sus reclamos que van más allá de una sola provincia. Hubo música en vivo y un fin de fiesta a pura chacarera. Lxs asistentxs aportaron a la caja con la leyenda “Doná al Malón” y recibíeron a cambio el pañuelo con la bandera trans diseñado entre otras personas, por Marlene Wayar. Se juntaron $140.000 para contribuir al Malón, más allá de que la mayoría había llevado bidones de agua y alimentos no perecederos. Eloy, integrante del Tercer Malón de la Paz aseguró: “Quieren destruir nuestra naturaleza. Lo que estamos haciendo acá es defender el futuro”.
Texto: María del Carmen Varela
Fotos: Sol Tumi

El color del Malón de Jujuy, combinado con el color de la diversidad. Fotos: Sol Tunni.
“Es un orgullo que nos estén apoyando, no estamos solos”, dijo Eloy Mamani, integrante del Tercer Malón de la Paz, en la conferencia de prensa que se improvisó con los medios presentes antes de iniciar el show musical. “Nosotros como pueblos originarios —continuó —estamos defendiendo los derechos de cada ciudadano, venimos defendiendo la soberanía de cada argentino porque en la provincia de Jujuy se hizo una reforma inconstitucional. La provincia de Salta intentó hacer otra reforma quitando el derecho a la protesta, en Catamarca pasa lo mismo. Hoy los argentinos deberían estar llenando las plazas, reclamando el orden republicano. Nosotros pedimos la intervención a la provincia de Jujuy y la nulidad de la reforma”. El sol de las dos de la tarde hacía resplandecer la estatua dorada de una mujer originaria que sostiene la whipala, a un costado del escenario, donde se fueron acumulando todas las provisiones que la gente llevaba a la Plaza Lavalle.

Susy Shock: descolonización y construcción de la paz. Fotos: Sol Tunni.
¿Qué sos?
¿Qué representa para ustedes estar hoy acá acompañando al Malón? Preguntó una periodista a Marlene y a Susy. Marlene tomó la palabra y respondió: “Poder mostrarnos en la profunda humanidad que tenemos. Hay una trampa en la que caemos con la identidad, cuando te dicen: ¿qué sos? Soy salteña, soy jujeña, soy migrante, soy joven, soy trava, soy puto. Y la verdad es que todas esas identidades esconden algo que tiene que ver con que algunas travestis, algunos trans, algunos no binaries, algunas tortas, algunas maricas… también nos duele nuestro país, nos duele el ecosistema y nos duele profundamente que haya tanta crueldad con nuestros pueblos originarios”.

Al fin reciprocidad: apoyos para la resistencia del Malón. Fotos: Sol Tunni.
Con Tribunales de fondo, sede de la Corte Suprema que jamás se dignó a recibir a los representantes de Jujuy, Marlene aseguró: “Nuestros cuerpos están exigiendo: no nos contaminen el ambiente, no nos corran de nuestro territorio, no nos vengan a asesinar, no nos desaparezcan. Construyamos comunidad, amorosidad y empecemos a imaginar algo nuevo. Podemos pensarnos de manera más diversa, podemos pensarnos como un pueblo que le dice a quienes nos gobiernan hacia dónde queremos ir”. Susy Shock agregó: “Nos da vergüenza cómo esta ciudad trata a los hermanos y hermanas que están hace ya tres meses. Todo el mundo que va al Norte se sorprende y dice lo maravillosa que es la gente. Vinieron a esta ciudad y ni un vaso de agua les están ofreciendo. Lo que falta es reciprocidad”.

Las hermanas Ferni y Luchi De Gydenfeldt. La alegría de la música junto a las palabras y los derechos de los pueblos originarios. Del litio a la chacarera. Fotos: Sol Tunni.
El agua y el litio
La gente siguió llegando a Plaza Lavalle con sus disfraces, maquillajes, banderas y pancartas. La cultura ballroom se hizo presente a través de la House of Tropikalia, sus integrantes trajeron todo su glamour y posaron para las fotos con su despliegue de brillos y colores.
“Maloneros, maloneras, maloneres”, así dio inicio Eloy desde el escenario. “En este día tan importante para nosotros por recibir un apoyo como este, para nosotros es un orgullo ser también protagonistas. Esta lucha es larga, venimos resistiendo hace cinco siglos, somos esencia de lucha y un día más para decirles a todos los politicos de turno que no los vamos a dejar gobernar atropellando nuestros derechos. El pueblo se está uniendo, Argentina está de pie. El Tercer Malón de la Paz ha venido a unificar la lucha”.
Maria Eguenia Talavera de Tilcara sumó: “Nosotros también estamos en esa conquista de seguir ganando más derechos. Gracias por estar acá, que comience la fiesta, la algarabía para todos y todas”. Patricia Cruz, de la comunidad aborigen maimara, pueblo kolla de la Quebrada, agradeció: “Que no se sigan violentando más derechos. Nosotros somos la cara de las llamas, de las vicuñas, de los cóndores, y de toda la flora y la fauna que se está dañando con la minería en Jujuy. La explotación de litio se está llevando toneladas de agua dulce. Les agradezco de corazón, me llevo una muy bonita experiencia de esta lucha, el recuerdo de todos los rostros de ustedes, acercándose con un granito de arena, los abrazo a todos”.

Fotos: Sol Tunni.
Infancias libres
Arriba los derechos, abajo la reforma, gritó toda la plaza. Gabriela Mansilla y su hija Luana –la primera niña trans del mundo en obtener el documento con su nombre autopercibido– llegaron y se unieron a les compañeres de la Asociación Civil Infancias Libres. Lohana Berkins hecha una títere gigante, paseaba entre la gente, con su sonrisa eterna. Sobre el escenario, Patricia Rivas de las Históricas Argentinas, dijo: “Nosotras fuimos perseguidas y cazadas como animales. Quiero que nos escuche la juventud, un pueblo que olvida está condenado a reptetir. Ni un paso atrás. Vivas nos queremos”.

Fotos: Sol Tunni.
La Banda de les Mostres y Anita, de Mujeres Creando de Bolivia, organizaron un espacio para las infancias, donde podían dibujar y pintar mariposas. Una infancia escribió: “Malón de la Paz, les queremos”.
El show comenzó y la primera en cantar sus canciones fue Nayla Beltrán, le siguió la Banda de les Mostres, con sus temas pegadizos y Giancarlo girando con sus larguisimas alas de mariposa. Andrea Bazán y Caro Bonillo cantaron un tema dedicado a Tehuel Torre, que sigue desaparecido (en democracia). Al momento de la chacarera, se armó una gran ronda de baile colectivo. Aldana Bello cantó “Ramita seca” y toda la plaza cantó: “La tierra es de los que luchan, ramita seca tu corazón”.

Fotos: Sol Tunni.
Chacareras para el corazón
Valen Bonetto y Tomi Llancafil también hicieron bailar a les presentes. Las gemelas Ferni y Luchi De Gyldenfelt: “Ya vienen las maricas cantando la tonada / ya vienen las mariposas derribando las miradas / diaguita también trava / y nos nos van a derribar / sus insultos, sus maltratos, nos van a respetar”. Y otra vez la chacarera, propiciando la danza colectiva. Así finalizó este encuentro de hermandad, de lucha, de saberse acompañaxs.
Cerró Susy: “Queremos seguir construyendo en paz, tengamos estrategias amorosas. Tenemos que decir que somos disidentes de un mundo violento y mal repartido. El malón nos ha ofrecido este espacio de lucha para que podamos hacer este encuentro. Las travestis somos milenarias y estábamos antes de la conquista con roles fundamentales en nuestras comunidades. Hay algo de descolonizarse, de desconquistarse que tiene que ser parte de la agenda de nuestro colectivo”.
Y Patricia sintetizó el espiritu de la jornada: “Abrazarnos desde el corazón”.

Marlene Wayar, una de las inspiradoras del encuentro entre el orgullo y el derecho indígena. Fotos: Sol Tunni.


Nota
La Estela: tierra guaraní en escena

Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.
Por María del Carmen Varela
A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad. La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.
La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.
Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

Foto: Gentileza La Estela.
Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.
El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.
Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.
La Estela
El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA
Sábados a las 18 hs, hasta el 27 de septiembre
@laestela.obra
Nota
Litio: nace un nuevo documental

Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.
“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.
Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…
Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco.
LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.
“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.
El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.
LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:
“Esta historia continuará
¿Dale?”.
Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


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