Nota
Impresiones: los temas del 2014 desde nuestra mirada
Una consigna poco habitual en lavaca: que cada integrante de la cooperativa elija los temas/noticias que le resultaron más importantes del año, para compartir en la web con nuestros lectores.
Una consigna poco habitual en lavaca: que cada integrante de la cooperativa elija los temas/noticias que le resultaron más importantes del año, para compartir en la web con nuestros lectores.
Franco Ciancaglini
Punteo, sin ranking:
- Un hecho: el bloqueo a la planta de Monsanto en Malvinas Argentinas.
- Una foto: la de la maniobra para habilitar la minería en Chubut.
- Un protagonista: el hábeas corpus.
- Unas velas: Andrés Carrasco.
- Una entrevista: la de María Galindo a Álvaro García Linera.
- Un diagnóstico: la violencia machista.
- Una alerta: privacidad y dominio en la web.
- Una internacional: Podemos, España.
- Otro internacional: River campeón de la Sudamericana.
- Una pendiente: Ley de Fomento a las revistas culturales independientes.
Julieta Colomer
- El caso Luciano Arruga y la nueva generación de derechos humanos.
- El bloqueo a la planta de Monsanto en Malvinas Argentinas
- La represión a los pueblos originarios
- El teatro comunitario en barrios y villas: experiencias de vecinos y autogestión.
- El caso de Thelma Jara y la noticia de procesamiento al ex editor de la revista Para Ti: por primera vez en Argentina un periodista en los juicios de lesa humanidad.
- Los más de 500 genocidas condenados en los juicos de lesa humanidad.
Sergio Ciancaglini
- La inflación, un protagonista no tan visible, pero que está cotidianamente desorganizando y tensando muchas vidas. La diferencia que se va generando entre asalariados formales y quienes no lo son. Y a la vez entre corporaciones y sociedad. La dificultad para los jóvenes incluso de clase media sobre cómo organizar hacia adelante su vida en términos prácticos (de qué vivir, dónde vivir) en medio de la combinación inflación/precarización y tercerización laboral.
- La falta de trabajo: no es estadístico sino percepción en ciertos lugares: creciente dificultad para conseguir trabajo en las periferias urbanas. Ofertas opcionales: hacerse policía, entrar al planeta narco (venta, soldaditos, etc). Empieza a cobrar valor la militancia política (con plan social) como una forma de salir del binarismo policía/narco. Las pequeñas/grandes excepciones: todo lo que planteamos en Mu (escuelas de gestión social, proyectos como Km 29, Waldemar y su biblioteca de José León Suárez, los pibes rescatados en Rosario por el hip hop y hasta por lo religioso).
- La sensación de incertidumbre por el año electoral. ¿qué es lo que viene?
- El problema de los recursos naturales. Arranqué el año con el techo de casa derrumbado por las lluvias de enero, y yendo a Comodoro, Caleta y Las Heras, donde tenés que comprar agua para lavar los platos. El grado de contaminación y deterioro de los suelos (lo vi en Benito Juárez) también empieza a ser asombroso. Relaciono esto con otra noticia: el libro de Naomi Klein sobre el cambio climático (Esto cambia todo: el capitalismo contra el clima) que creo que va a ser una referencia de las discusiones futuras.
- La farandulización y binarización (k / antik) de casi todo lo mediático. Ya es casi insano leer un diario, ver un programa en la tele o escuchar una radio (solicito que no me encierren en un museo!!)
- La extensión del «modelo» extractivo (soja, minería, fracking) al lavado de dinero, incorporando lo narco como modo acelerado de acumulación de ganancias. La instalación narco que se percibe en grandes obras, edificios, barrios, hoteles, mientras parece que «el flagelo» se reduce mediáticamente a los ranchos de las villas donde una señora vende droga al paso, o algún extranjero encontrado en un country cocinando pastas (no fideos).
- México y los 43 desaparecidos como amenaza. La diferencia aquí es que todavía no hay carteles. La mala noticia es que no hay carteles porque el negocio lo manejan las policías. El fondo del asunto: ya somos el 3º país exportador de cocaína a Europa, por ejemplo, que sale por los puertos que también se llevan sin control los granos, el oro, la plata y todos los etcéteras.
- La discusión que está generando distintas localidades con movimientos asamblearios sobre el sistema representativo, al que se ve crecientemente como un obstáculo para la democracia: legal pero cada vez menos legítimo. Por primera vez en la historia Chubut usó el mecanismo de la Iniciativa Popular (dispositivo de democracia más directa). Los mensajitos de texto del diputado con el minero buscaban justamente desvirtuar y aplastar esa iniciativa. La buena: ese año la Corte neuquina confirmó la validez del referéndum de Loncopué, el único ocurrido en Argentina además del plebiscito de Esquel. Otros mecanismos institucionales: el hábeas corpus (tal como nos enseña nuestra abogada, Verónica Heredia), el principio precautorio, el amparo frente a los proyectos extractivos que ponen en riesgo bienes y vidas.
- La fuerza social y logros de personas actuando juntas en casos que parecen perdidos: la continuidad del Bauen y las fábricas recuperadas, en general; familias y vecinos que generan la nueva agenda de derechos humanos movilizándose por los casos de crímenes y violencia (Luciano Arruga, Triple Crimen en Rosario que pudo ir a juicio). Las resistencias en La Rioja, Loncopué, Chubut, Catamarca, Quilmes-Avellaneda que continúan peleándola o tienen a raya los proyectos de las corporaciones (no siempre son noticia, pero la noticia que nadie publica es que siguen ganándola: NO son temas terminados); como me decían en Rosario: la cantidad de maestros, trabajadores sociales, vecinos, movimientos sociales, emprendimientos productivos, culturales, barriales, que hacen algo por la vida y no por la muerte.
- La aparición de nietos, la continuidad de los juicios de la época de la dictadura.
- La noción de que asuntos como la violencia contra las mujeres y contra las y los jóvenes, el consumismo (de cosas legales o ilegales) o la alimentación, y ahora el clima (con el libro de Naomi) no son secundarios: en cada uno estás discutiendo el sistema entero.
- La demanda de los pueblos fumigados, la noción de que además lo que estamos comiendo puede estar contaminando, la todavía pequeña, pero creciente referencia que implica la agroecología como ciencia capaz de reorganizar el modelo productivo rescatando los recursos de suelo, agua y aire. La participación de ámbitos universitarios (Agroecología de La Plata, Ciencias Médicas de Rosario, Universidad de Río Cuarto) saliéndose del molde del negocio para empezar a hacer aportes verdaderamente científicos: los herederos de Andrés Carrasco, para que su despedida no resulte tan triste, solitaria y final, sino un comienzo.
Lucas Pedulla
- Vanesa Orieta como referente de una generación.
- La nueva agenda de derechos humanos: pibes pobres de barrios pobres como nuevos sujetos de la represión.
- Las batallas de las asambleas contra el modelo extractivo como único movimiento político que defiende la soberanía nacional.
- Las obreras y los obreros de Lear.
- Berni en helicóptero.
- La foto del diputado minero y la foto de Etchecolatz genocida.
- El crimen de lesa humanidad internacional contra Palestina.
- El adiós a Cerati.
- La restitución de Ignacio Guido Carlotto.
- Ayotzinapa.
- La violencia machista.
- Riber aprendiendo finalmente de papá cómo se juega una copa internacional.
- Almirante otra vez en la B Metro… y váyanse todos a la mierda.
- Forever Riquelme.
Carlos Melone
- Los muros en el mundo: los visibles y los otros.
- Los guettos: desde los incendios en Estocolmo y Zurich hasta el pueblo sarahui y Ciudad Oculta.
- Inclusión y Educación (escuela): un matrimonio de plena hecatombe. O un oxímoron.
- Lo inexplicable: como puede ser que Merlo siga dirigiendo en Primera División ascendiendo con Colón.
Susy Shock
- La aparición del cuerpo de Luciano Arruga
- La movilización de la gente de cultura contra los cierres de los espacios y el logro de la aprobación de la ley de centros culturales
- El crecimiento de la violencia verbal contra las personas trans, tanto en los medios de comunicación hegemónicos, como en las redes sociales.
- La incidencia del Papa Francisco (que es y sigue siendo Bergoglio) en la política local.
- Que existimos y que seguimos haciendo ruido.
Lucia Aita
Me pintó un eje anual aparición/desaparición:
- Luciano y Vanesa; Etchecolatz y Julio López. La búsqueda familiar frente al mensaje estatal represivo. Los cuerpos y mensajes de la desaparición forzada.
- Los psycokillers-machistas argentinos y el morbo mediático intensificado, apareciendo/despareciendo de esas mujeres lo que tienen ganas. Casos fuertes del año: Melina, Angeles, Nicole, entre muchas otras.
- El Mundial y que ser segundos también es ser campeón. Hizo desaparecer mucha gente en Brasil y aparecer a mucha gente en contra de la gran FIFA y que nos habló de los medios de transporte y las favelas.
- Los 43 desaparecidos mexicanos y las atrocidades que puede alcanzar un Estado narco and pop pulenta (nuestros narco soldaditos a mí también me resultan centrales porque me shockeó: no tengo más argumentos).
- El mensaje de texto como muestra de la venta directa de nuestros recursos naturales. Para mí es otra muestra anual de esa aparición según quién busque. En este caso un fotógrafo encontró algo fundamental para sustentar la lucha de muchos.
- Bergoglio y el concepto de qué es considerado vida en el nuevo Código Civil para decretar prácticamente el no al aborto. Qué cuerpos femeninos desaparecen en esos casos, considerados no vida por nuestro nuevo código.
- Palestina/ Siria y la continua desaparición de su importancia en el mapa internacional.
- España y todas las similitudes que aparecieron con una latinoamérica en crisis. ¿Podemos post crisis? Ese interrogante.
- La aparición con vida, que por suerte también estuvo, de la resistencia donde y cuando lo estatal menos se lo esperaba (donde supuestamente no hay quorum): movimiento trans, centros culturales, Lear, la danza, los pueblos/vecinos contra las corporaciones (minera, fumigación, etc).
- Andrés Carrasco me parece importante también por ser referente de los casos que encuentran/buscan contra lo que venga.
Luis Zarranz
- Las luchas dadas: contra el modelo extractivo, contra la impunidad, contra la violencia machista, contra el vaciamiento patronal: Esquel, Malvinas Argentinas, Arruga, Melina y Bauen como síntesis todas las demás.
- La restitución de identidad de Ignacio Guido Carlotto Montoya, como síntesis de la lucha de los organismos de derechos humanos por la Memoria, la Verdad y la Justicia.}
- La aparición del cuerpo de Luciano Arruga.
- El primer periodista procesado por crímenes de lesa humanidad.
- La consolidación del teatro comunitario como experiencia artística y autogestiva.
- Barovero vs. Gigliotti
Lina Etchesuri
- Violencia contra las jóvenes.
- Luciano Arruga
- Palestina
- Narco y barrio
- Juicios/condenas genocidas-milicos
- Pensar desde otro lugar: Miguel Bensayag.
- Esquel, No a la mina, los diputados garcas, la asamblea, los vecinos.
- Riquelme
Claudia Acuña
- Otro año sin ley de aborto
- Otro año sin Estado Palestino
- La foto del diputado recibiendo por celu instrucciones de una minera.
- La aparición del cuerpo de Luciano Arruga.
- La foto de Etchecolatz con el papelito que dice «Julio López»
- El gendarme carancho
- Kicilove
- La Wagner.
- El adiós a Andrés Carrasco.
- Gallardo, porque nos permite pensar cómo jugaría Boca sin Macri.
Bruno Ciancaglini
- Un año de Primavera sin Monsanto.
- Esquel y el No a la mina.
- La guerra en la web por el control de datos.
- La aparición del cuerpo de Luciano Arruga.
- Ayotzinapa.
- Bombardeo a Palestina.
- La cobertura del colectivo de fotógrafos Ninja del Mundial Brasil 2014.
Dario Aranda
- La despedida a Andrés Carrasco
- La lucha Mapuche en Vaca Muerta.
- La resistencia Qom en Formosa.
- La votación de 100.000 personas en Misiones contra las represas.
- Justicia cómplice: la absolución del empresario que mandó a matar al campesino Cristian Ferreyra.
- La entrega: la nueva ley de hidrocarburos.
Anabella Anascaeta
Me sugiere como eje el cuerpo:
- Los vecinos poniendo el cuerpo en asambleas: el bloqueo a Monsanto en Malvinas Argentinas.
- Quienes lo ponen para defender los intereses de otros: la foto del celular con el mensaje directo de las mineras.
- Los cuerpos colectivos creando: teatro comunitario, sellos discográficos independientes, obras, películas, recitales, libros, discos y muchos etcéteras logrados con financiamiento colectivo.
- La aparición del cuerpo de Luciano.
- ¿Y la ley de aborto?
- La violencia –machista, narco, capitalista- contra cuerpos de mujeres y jóvenes.
Manuel Palacios
- La aparición del cuerpo de Luciano Arruga.
- El crimen de Melina Romero y todas las víctimas de la violencia machista.
- El bloqueo a Monsanto en Córdoba.
- Los 25 años de FM La Tribu.
- La foto del diputado recibiendo instrucciones de una empresa minera vía sms en plena sesión legislativa.
- San Lorenzo campeón de la Copa Libertadores.
Pablo Marchetti
Ok, México. Ok, Luciano Arruga. Ok, la minería, Monsanto, el gatillo fácil, el narcotráfico. Sé que hay muchos temas pesados y muy importantes. Pero de eso se han ocupado, y muy bien, mis compañeros y compañeras de Mu y La Vaca. Por eso, si me permiten, acá va mi balance personal de este 2014 que, debo admitirlo, fue un gran año. Con sus cosas, sí: pero un gran año.
- Los “derechos humanos” y la “inseguridad”.
Ambos términos sufrieron una bastardización total. Por derecha y por izquierda se instalaron discursos que tienen un denominador común: excluir de las víctimas a lxs jóvenes pobres. Lo de la “inseguridad” es más fácil porque forma parte de la agenda mediática de la derecha. Lo de los “derechos humanos” es más complejo. Las declaraciones de Macri y de Massa son tan jodidas como redituables electoralmente. En eso tienen mucho que ver tanto el Gobierno como los organismos que dejaron que una buena política de derechos humanos de ayer escondiera una nula política de derechos humanos de hoy. - Torrente de Capusotto
Peter Capusotto volvió con una temporada descomunal. La mejor de los últimos años, sin dudas. Desopilante como hacía mucho y ácido como hacía mucho, se convirtió en la mejor lectura política de época. Algo parecido pasó con Torrente 5, tal vez la mejor de la saga de Santiago Segura, luego de la primera. El escenario es una España 2018 apocalíptica, expulsada de la zona euro, con la peseta como moneda y con Cataluña independiente. En un momento anuncian la reunión del primer ministro Mariano Rajoy (PP) con el líder de la oposición Pablo Iglesias (Podemos). O sea, chau PSOE. Filosísima. - El amor después de la ESMA
Perdón por la autorreferencialidad, pero entre lo mejor del año no puedo pasar por alto el nacimiento de Trilce. Por lo que representa para mí una hija, claro. Pero también (y sobre todo) por lo que representa para Victoria, nacida en la ESMA y separada de su madre, asesinada, a los 15 días. Aquí estás, hija mía. Y esa es mi noticia del año. Si no les gusta, lo lamento mucho. - El fin de la televisión
Ya está, ya fue, ese formato se fue a la mierda. Eso encierra una paradoja: no estamos frente al triunfo de la libertad, sino a una nueva corpo. Google ahora es el amo. Chau Clarín, chau. Ahora el poder está más concentrado. A estar atentos. Las cosas no son como eran, pero tampoco como soñamos que sean. Simplemente, son. - Fútbol trotsko
San Lorenzo campeón de la Libertadores (para mí, la noticia del año). River campeón de un torneo internacional, ganándole la semifinal a Boca. Huracán campeón (no importa de qué, campeón de algo). Racing también campeón. Muerto Grondona, se acabó la rabia. Y empezó la rebelión. Los pobres y desahuciados dijeron presente en el fútbol argentino. Y eso hay que festejarlo. ¡Dale campeón!
Nota
La Ley del Cáncer: avanza un proyecto que permite fumigaciones con agrotóxicos a 10 metros de viviendas

Una Ley Nacional que proviene del sector del agronegocio avanza en la Cámara de Diputados, impulsada por la UCR y la Coalición Cívica. Se trata de la norma que regula, entre otras cosas, la aplicación de agrotóxicos. El punto clave de este proyecto legislativo figura en el artículo 9, donde se establecen distancias mínimas para fumigar desde los 10 metros para aplicaciones terrestres y con drones, y 45 metros para aplicaciones aéreas. La primera reunión informativa contó solo con oradores promotores de la iniciativa y solo dos voces críticas; crónica de esa reunión y la opinión del médico Damián Verzeñassi, la enfermera del Garrahan Meche Méndez, el abogado Marcos Filardi y Sabrina Ortíz, vecina fumigada y abogada que acaba de presentar un escrito para convocar a audiencias públicas y foros de debate para evitar que se apruebe esta Ley que prioriza el negocio a la salud social y medioambiental. FRANCISCO PANDOLFI
Esta semana se presentó en la Cámara de Diputados el proyecto de ley nacional “de presupuestos mínimos de protección ambiental para la aplicación de productos fitosanitarios”. Es decir, de agrotóxicos.
El proyecto fue escrito por la Red de Buenas Prácticas Agrícolas, integrada por más de 80 instituciones públicas y privadas vinculadas con el agronegocio, y dentro del recinto encabezan la iniciativa los diputados Atilio Benedetti (UCR – Entre Ríos), presidente de la Comisión de Agricultura en la Cámara de Diputados, y Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica). La nueva norma ya cuenta con el acompañamiento de 32 legisladores, entre un abanico variopinto que engloba a La Libertad Avanza, Unión por la Patria, UCR, PRO, Coalición Cívica, Encuentro Federal, entre otros partidos.
El punto clave de este proyecto legislativo figura en el artículo 9, donde se establecen distancias mínimas para fumigar desde los 10 metros para aplicaciones terrestres y con drones, y 45 metros para aplicaciones aéreas.

Exposiciones sin consenso
El martes pasado se llevó a cabo una primera reunión informativa en la cual las y los oradores sólo fueron personas, organismos y corporaciones a favor de la iniciativa.
En la comisión conjunta realizada entre Agricultura y Ganadería y Recursos Naturales y Conservación de Ambiente Humano hubo entidades gubernamentales, de productores, de ingenieros agrónomos, de acopiadores, de empresas de tecnología agropecuaria y ONG a favor de la ley. Maximiliano Ferraro expresó que “el proyecto no tiene una mirada sectorial”. Y que “nace de un diálogo. Un diálogo y consenso, que podemos ampliar”.
Sin embargo, se dijo, no hubo invitaciones a voces disonantes.
Las únicas dos ponencias que no se alinearon al lobby de la producción con plaguicidas fueron el diputado Juan Carlos Giordano (Izquierda Socialista – FIT Unidad) y su par Blanca Osuna (Unión por la Patria). Dijo Giordano: “Deben darle espacio a quienes estamos en contra de esta ley. Hay una lista de un montón de organizaciones que quieren venir a exponer las barbaridades que ocurren por el uso de agrotóxicos. Fumigar a 10 metros de ninguna manera puede ser una buena práctica agropecuaria”. Dijo Osuna: “Es indispensable escuchar voces de otros sectores, estamos en falta si no. Los expertos científicos deben estar acá, están ausentes en este proyecto. Primero debe estar la salud, luego la producción”.
La evidencia del modelo
Tras el encuentro del martes, distintos actores se manifestaron en contra del proyecto. Damián Verzeñassi es médico generalista y es el director del Instituto de Salud Socioambiental de la Universidad Nacional de Rosario, desde donde se hicieron desde 2010 a 2019 más de 40 campamentos sanitarios en diversos pueblos de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba para relevar puerta a puerta la situación de la salud en localidades fumigadas. ¿Qué demostraron esos resultados? Que en las comunidades rurales se multiplicaban los trastornos endócrinos, los abortos espontáneos, las malformaciones y el cáncer. Opina Damián: “Si se aprueba esta ley permitiría que se fumigue a 10 metros con productos que pueden generar cáncer de mama, cáncer de tiroides, alteraciones endocrinas en las glándulas, disminución de la capacidad de nuestro sistema inmunológico de defendernos. Por ejemplo, el herbicida atrazina está prohibido en 37 países, pero en Argentina está autorizada. Este tipo de cosas avala la ley que quieren aprobar”.
Sin embargo, el diputado por la Libertad Avanza Pablo Ansaloni, que proviene de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) dijo en la reunión informativa: “Desde nuestra actividad, que la vengo ejerciendo durante 30 años, manipulamos el cereal y estamos en contacto todos los días con el fitosanitario. Podemos dar fe que no tenemos ningún enfermo”.
Meche Méndez es enfermera de Cuidados Paliativos del Hospital Garrahan y desde hace años viene dando una pelea (casi en soledad) para que exista una historia clínica ambiental que pueda demostrar la relación de los agrotóxicos con las enfermedades. Le dice a lavaca: “El sistema de salud sigue sin considerar el daño, en muchos casos irreparable, que los tóxicos utilizados desde hace décadas en el modelo extractivo están produciendo en el ambiente, los territorios y por ende en los cuerpos de quienes los habitamos, atendiendo los síntomas y/o la enfermedad una vez producida, pero sin asociarlo cómo posibles causa”.
Sobre el proyecto de ley, analiza Méndez: “Sólo puedo compartir mi absoluto rechazo. Ya está comprobadísimo por la ciencia sin conflicto de interés que la deriva (movimiento de plaguicidas en el aire) no tiene control, que los venenos enferman y matan. Necesitamos medidas aún más protectoras de las que tenemos actualmente y sobre todo dejar de usar esos tóxicos. Hago un llamado urgente a los profesionales de la salud, a las sociedades científicas supuestamente comprometidas con la salud y el ambiente a que se expidan y rechacen esta posibilidad criminal de echar venenos a 10 metros”. Remata: “Se sabe que produce cáncer, malformaciones, daños genéticos, un montón de enfermedades y síntomas. Esto no puede salir de la Cámara de Diputados”.
María Luisa Chomiak, de Chaco, es la única diputada de Unión por la Patria que acompañó con su firma este proyecto. Argumentó: “Lo suscribí porque se necesita tener esta discusión. Toda iniciativa es perfectible y no hay nada más importante que la salud. Si se prioriza esto, celebro que estemos discutiendo este tema”. Sin embargo, en el proyecto no figura que la reducción de las distancias va en sentido contrario al principio de «no regresión en materia ambiental» que establece la Ley General de Ambiente y tratados internacionales como el Acuerdo de Escazú. Ni tampoco informa las pruebas científicas ya demostradas sobre la consecuencia de los plaguicidas: desde los efectos letales del glifosato en embriones anfibios, constatado por el ex titular del Conicet Andrés Carrasco, hasta los estudios de Delia Aiassa en la Universidad de Río Cuarto sobre daño genético, que comprobaron el riesgo aumentado de contraer cáncer. A partir de estas investigaciones hubo fallos judiciales en distintos puntos del país prohibiendo las fumigaciones terrestres a menos de 1.095 metros y las aéreas a menos de 3.000.
Antecedentes que enferman
Una de esas localidades es Pergamino, al norte de la provincia de Buenos Aires. Allí vive Sabrina Ortiz, una de las tantas personas que se enfermó por agrotóxicos. Perdió un embarazo de casi 6 meses y tuvo dos ACV. Sabrina tiene una particularidad notable: como no encontraba abogados que la defendieran, estudió Derecho y se recibió. Fue amenazada; le mataron a su perro como amedrentamiento. Después de años de denuncias y estudios científicos, la Justicia federal confirmó que el 3 de diciembre de 2025 comenzará el juicio oral contra tres productores agroindustriales por delitos de contaminación ambiental, según la Ley de Residuos Peligrosos (N° 24.051). En la causa se documentaron daños a la salud vinculados a la exposición crónica a sustancias como glifosato, atrazina y clorpirifós.
Sabrina, junto a varios colegas, acaba de presentar un escrito colectivo de abogadas y abogados de Pueblos Fumigados en donde solicitaron a las presidencias de las comisiones de Agricultura y Ganadería y de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados de la Nación que convoquen audiencias públicas, foros y videochats de debate antes de tratar el proyecto de ley.
Marco Filardi es abogado especialista en derechos humanos y temas ambientales y es parte de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la Facultad de Medicina de la UBA. Le dice a lavaca: “Esta norma manda un mensaje a todas las provincias de que este (10 metros fumigación terrestre y dron, y 45 metros aérea) es el estándar mínimo, el piso ambiental y eso no lo podemos aceptar. Gran parte de nuestra población está expuesta cotidiana, sistemática y estructuralmente a la aplicación de más de 7.000 formulados comerciales con autorización vigente por el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) en una cantidad de más o menos 500, 600 millones de litros de agrotóxicos al año. Tenemos el triste privilegio de ser el país que más agrotóxicos por persona y por año usa en el mundo y los resultados están en los cuerpos, están en los territorios”.
Desde los impulsores de la iniciativa no contactaron a científicos, ni profesionales de la salud, ni abogados, ni a ninguna de las organizaciones ambientales. Como por ejemplo la coordinadora “Por una vida sin agrotóxicos Basta es Basta”, de Entre Ríos, que se moviliza todos los martes desde 2018 frente a la Casa de Gobierno en Paraná. “La ley nacional es un ‘copy-paste’ de la que ya tenemos acá, aprobada a finales de 2024 y en la que habilitan fumigar a 5 metros de los cuerpos de agua, a 10 de las plantas urbanas y a 15 de las escuelas rurales. Ellos se amparan en las buenas prácticas agrícolas sin basarse en ninguna evidencia científica, a diferencia de todos los trabajos publicados en Argentina y en el mundo donde se demuestra el impacto que tiene el uso de los venenos sobre la salud y los ecosistemas, más allá de la dosis y la distancia. Lo que genera el daño es la presencia del veneno y si hay evidencia científica ya está: no hay más que hablar”.

Nota
Entrevista a Celeste Fierro, tras ser detenida en la flotilla de ayuda humanitaria a Gaza
Al llegar al país luego de estar 8 días detenida (junto a otros tres argentinos, entre un total de 443 personas que conformaban la flotilla Global Sumud) la legisladora habló con lavaca.

Celeste Fierro durmió sólo algunas horas, y de manera intermitente, y apenas se levanta habla con lavaca. Llegó anoche de Jordania, donde fue trasladada desde la cárcel de Ktzi’ot. Allí estuvo presa del 3 al 7 de octubre, después de que el Estado israelí interceptara el barco en el que pretendía llegar a Gaza como parte de la flotilla Global Sumud. Del 1 al 2 tuvo dos días de traslados, y el día 7 la llevaron también a Jordania, desde donde partió el vuelo a Buenos Aires.
La historia es conocida: en aguas internacionales, el Estado de Israel interceptó todos los barcos de la flotilla, tomó su mando y los dirigió a tierra para detener a sus tripulantes. “Sabíamos que, lo más probable, era que pasara lo que pasó”, se sincera Fierro respecto a la misión humanitaria que buscaba 1) romper el bloqueo naval israelí sobre Gaza y 2) hacer visible la crisis humanitaria allí.
Lo primero no lo lograron. Lo segundo, sí.
Lavaca fue el único medio argentino presente en la masiva movilización en Roma que, tras conocerse la noticia de la detención de los tripulantes de esta flotilla, reunió a un millón de personas para pedir el fin del genocidio israelí en Gaza y, entre otras cosas, la liberación inmediata de los recientes detenidos. Ese mismo día, por la noche, llegaron a la capital 26 personas italianas que habían sido detenidas, las primeras que largó el Estado de Israel.
Los cuatro argentinos (Ezequiel Peressini, Carlos Bertola, Nicolás Calabrese, y Celeste) fueron de los últimos.
Finalmente ayer, después de 8 días, volvieron a pisar su tierra.
Desde aquel 1 de octubre hasta ahora, Celeste no había vuelto a tomar mate. Está en eso mientras conversa y revela que su mate, al igual que todas sus pertenencias (a excepción del pasaporte) le fueron sustraídas por el Estado de Israel.
La primera pregunta es obvia: ¿Cómo estás?
Entera, lo cual es un montón. Y muy contenta de estar de nuevo acá. Eso es lo primero, pero también muy preocupada porque entiendo que todavía hay compañeros detenidos de la Global Sumud y que, además, interceptaron a la Freedom Flotilla (145 detenidos). Así que poniéndome en contacto con compas de otros países para estar a disposición.
Durante dos días no se supo nada de vos; luego lo que llegaba era casi nada. ¿Qué pasó en esos primeros momentos?
Lo que nos pasó no se compara con lo que pasan los presos palestinos en las cárceles de Israel; no se compara con lo que viven las familias palestinas en la franja de Gaza. Pero, en ese momento, lo que más preocupaba era que no supieran que estábamos vivos. Desde que nos detuvieron estuvimos 48 horas hasta que logramos ver a un abogado. Y después, la visita de la cancillería fue recién el viernes o el sábado, 3 días después de la intercepción. Lo único que yo quería que avisaran era que estábamos vivos.
¿Les iban informando qué harían con ustedes?
Los primeros que salen son los italianos. En las intercepciones preguntaron por los italianos, ya veíamos claramente que iban a liberarlos más rápido. Los que quedamos detenidos fuimos los del sur global, no solo América, Sudáfrica, Nueva Zelanda.
¿Por qué Italia primero?
Lo de Italia fue por la presión social hacia el propio gobierno italiano de ultraderecha. Hubo una huelga general una semana antes de la intercepción; eso hizo que Meloni mandara un barco, que fue directamente para responder a la huelga; y también para que los italianos desistan de esas misiones. No lo lograron.
¿Cómo fueron los días previos a que los interceptaran?
Ya habíamos tenido una situación previa el día anterior, donde rodearon dos de los barcos de la flotilla. Con alguna cosa magnética cortaron los radares, los teléfonos, como que esos barcos perdieron la comunicación. Y luego se retiraron. Ahí tuvimos el primer intento, ya antes habíamos tenido los ataques con los drones.
¿Cómo es un ataque con drones?
Los primeros dos ataques fueron en puerto de Túnez. Nosotros no habíamos llegado ahí todavía. Pero también entendimos que eran para intimidar, para amedrentar. Es un ejército muy preparado: si hubieran querido hundir un barco lo hacían. Lo que hicieron en el puerto dos días distintos a dos embarcaciones distintas fue tirar como unos explosivos. Y se logró contener ese fuego rápidamente y no pasó a mayores y lograron seguir esas embarcaciones.
En altamar también siguieron las intimidaciones
Todas las noches teníamos drones arriba. Una vigilancia permanente 24×7, fundamentalmente a la noche. Dos días antes de llegar a Creta, entre Sicilia y Creta, ya no eran algunos sino que eran decenas de drones que pasaban por todos los barcos. Y a las 11 de la noche empezamos a tener interferencia en las radios. Empezó a sonar ABBA a todo volumen, nos mirábamos porque no sabíamos qué estaba pasando… Y a los 15 minutos escuchamos la primera detonación… Tiraban esos explosivos que explotan cuando tocan algo; a uno de los barcos les tiraron uno de los mástiles… a otro directamente le rompieron una vela. A otros era solamente el sonido y veías una luz muy fuerte. Era sistemático: cada 15 minutos sentíamos una detonación. A otro le cayeron líquidos, que no sabemos qué eran. No los escuchábamos, veíamos luces, era mucho el miedo.
¿En algún momento temiste por tu vida?
Creo que todo el tiempo. Desde ese momento, hasta que logramos salir (por anteayer). En el momento de los drones, al día siguiente hablábamos: siguen intentando que no continuemos. Y la fuerza estaba puesta en continuar. Y a la noche siguiente estaba en la guardia y no hubo drones. Fue una guardia muy tranquila. Fue el primer día que dije: y mirá si llegamos… Había crecido la presión internacional. Pero no pasó.
Y el día en que los interceptan, ¿cómo fue?
Cuando nos interceptan –no me acuerdo la hora pero era de día, habrán sido las 7PM- nos llega un mensaje de uno de los barcos que en un radar habían visto que se acercaban 10 o 12 barcos. Ahí nos preparamos con los protocolos que veníamos manejando, y en menos de una hora y media ya habían llegado. Empezaron a rodearnos lanchas rápidas, no las veías porque era de noche. Nos tiraron primero agua a todos los barcos. Luego por un altoparlante decían que no teníamos que seguir navegando, que si nos quedábamos ahí iba a estar todo bien… Todo eso duró como una hora. Hasta que se subieron alrededor de 10 o 12 marines israelíes, con armas largas, caras tapadas. Lo primero que hicieron fue desactivar todas las conexiones de Internet. Y ahí efectivamente nos detuvieron, agarraron el mando de nuestro barco. Nos cachean, nos piden los pasaportes. Revuelven todo. Y nos metieron en los camarotes, éramos muchos más de los que entran en los camarotes, estábamos todos amontonados. Estuvimos 24 horas metidos ahí, sin comer nada. Hasta que llegamos al puerto, 24 horas más, y después a la cárcel, donde nunca nos dieron agua potable, estuvimos hacinados, con precintos; a compañeros les vendaron los ojos. Sufrimos maltrato físico. Y la mayor preocupación era que se sepa dónde estábamos.
¿Cómo se siente en el cuerpo esa impunidad?
Nosotros sabíamos que el escenario más probable era lo que nos terminó sucediendo. También hay que decir que lo que significó la flotilla en cuanto al impulso, a multiplicar las acciones, es muy fuerte. Es fuerte saberse parte de una acción internacional que hace lo que los Estados no hacen, dando una respuesta solidaria, humanitaria, a una causa que es de toda la humanidad; fue muy importante. A mí me recordaba a las brigadas internacionalistas de la Guerra Civil Española, Nicaragua… Y creo que eso también fue lo que nos protegió, más allá de la violencia que se sufrió, que todos los ojos estén puestos en Gaza y en la flotilla hace que hoy estemos en casa. Esa firmeza de continuar a pesar de los ataques. Y repito: lo que a nosotros nos pasó, ni se comprara con lo que pasa Gaza. Eso es lo que nos daba más fuerza y firmeza para continuar y de estar juntos.
¿Qué pudiste compartir con los compañeros y compañeras de otras partes del mundo, respecto a lo que estaba pasando, a la situación de Gaza, a cómo articular el reclamo a nivel global?
Para mí fue muy importante. Como experiencia militante, como experiencia de vida. Quienes somos militantes, internacionalistas, lo vivimos de forma permanente, pero esto fue encontrarnos con gente que nunca habíamos tenido contacto, que hablamos distintos idiomas, que venimos de distintas historias. Había sindicalistas, periodistas, enfermeros, médicos, compañeras activistas, artistas. Eso es lo que fortaleció la misión y sobre todo el reclamo y le dio potencia. El internacionalismo, sabernos todos levantamos una misma causa logró potenciarlo y ver que en todos los rincones del mundo se esté denunciando el genocidio y levantando la causa palestina, porque la causa del pueblo palestino es hoy la causa de toda la humanidad. Ese fue el sentido de la flotilla.
¿En qué nivel ves que está el reclamo en Argentina?
En los últimos meses se ha multiplicado la participación. Nosotros lo venimos levantando desde hace décadas, pero creo que hubo un cambio grandísimo. Me acuerdo patente el domingo que fue el Día del Padre, que hubo una movilización gigante, había familias enteras. Desde ese día hasta ahora se ha multiplicado el acompañamiento, no solo en la Ciudad de Buenos Aires, sino en lugares inhóspitos del país. Se fue extendiendo y tenemos que ser cada vez más.
Ahora hay un supuesto nuevo “alto al fuego”. ¿Cómo lo interpretan?
No hay que conformarse hasta el alto el fuego que hay ahora, que no sea un nuevo invento. Lo que venga del imperialismo yanqui creo que es un nuevo acuerdo de ocupación colonial que no va a resolver de forma definitiva las necesidades del pueblo palestino. Acá una paz justa es una paz donde haya derecho al retorno, donde la Palestina sea única, del río al mar y no es lo que se está proponiendo. Hay que seguir multiplicando las acciones por eso, y en nuestro país seguir exigiendo: no en nuestro nombre. Tenemos que tomar lo que dicen nuestros compañeros judíos: que este Estado apoye a ese genocidio, a ese criminal de guerra como es Netanyahu, no es en nuestro nombre, cuando sabemos lo que significa un genocidio en nuestra historia. El genocidio de los pueblos originarios, el genocidio de la última dictadura: tenemos que decir no en nuestro nombre y seguir reclamando la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales. Hoy es un momento en el que Israel está aislado internacionalmente, así que hay que presionar.
El gobierno nacional también parece estar en ese mismo aislamiento…
Por eso, hay que seguir denunciando a este gobierno que no solo es cómplice de ese genocidio sino que viene llevando adelante un desastre en materia económica y social y que por eso está recibiendo fuertes golpes. Acá vamos a estar para plantear una alternativa.
¿Cómo se comportó el gobierno nacional con ustedes los detenidos?
Cancillería hizo… el trabajo administrativo para saber que estábamos ahí, y comunicarse con nuestra familia. Nos lo dijeron con claridad: estuvo el cónsul, pero no fue el embajador. Y esa es una decisión política. Hubo una decisión política de no exigir nuestra inmediata libertad y eso fue lo que sucedió. Estuvimos en Jordania con los diplomáticos de Uruguay, que fueron quienes nos buscaron y acompañaron en el proceso de volver a casa.
Llegaste. Y ahora, ¿qué vas a hacer?
Hoy pretendo quedarme un rato en mi casa. Ayer no me despegué de mi hija desde que llegué al aeropuerto… Y después que la logré dormir me fui a Aeroparque a recibir a Cascote, el compañero que llegó de madrugada. Volví, dormí unas horitas, y acá estoy.
¿Qué edad tiene tu hija?
9 años.
Nota
9 años sin Lucía Pérez

La familia de la joven realizó una marcha en Mar del Plata a nueve años del crimen. Lucia tenía 16 años al ser víctima de un narcofemicidio. El aniversario llega en el marco de un nuevo proceso que tiene a sus padres, Marta y Guillermo, otra vez en los laberintos de una justicia que no resuelve el caso y hasta descartó que se haya tratado de un femicidio. «Hoy es un día demoledor, pero lejos de estar tirados en la cama estamos luchando por todos», dijo Marta (en la foto de portada, rodeada por Guillermo y su hijo Matías). Recordó que hace nueve años habla de «narcofemicidio», figura que hoy se pone de relieve con los asesinatos de Lara Gutiérrez, Brenda del Castillo y Morena Verdi. Por eso, la familia pidió: «Despertemos. Esto que nos está pasando es un Estado narco y ausente en todos los derechos».
Marta Montero, mamá de Lucía Pérez, agarró el micrófono durante la marcha en Mar del Plata y lo primero que hizo fue agradecer: “Gracias por estar juntos una vez más, por esta lucha que llevamos todos, por ustedes, nuestros padres y abuelos”. Después, mirando a la marcha de jubilados y jubiladas que había llegado hasta el monumento a San Martin en Mar del Plata, unió agendas y resistencias: «Hoy ustedes cumplen 2 años de su lucha”. Y, finalmente, abrazó: “Hoy se cumplen 9 años del femicidio de Lucía. Para nosotros es un día demoledor, pero lejos de estar tirados en la cama, estamos luchando por todos”.
Marta Montero pronunció estas palabras en un aniversario que tiene a la causa sumida en un laberinto que la justicia no resuelve hace nueve años. Primero, fue un juicio que absolvió a los acusados de femicidio: los jueces Pablo Viñas, Facundo Gómez Urso y Aldo Carnevale dictaminaron que no hubo femicidio ni abuso sexual sino que condenaron a Matías Farías y Juan Pablo Offidani por comercialización de estupefacientes.

Imágenes del acto en las calles marplatenses. Foto: Florencia Ferioli.
La familia logró iniciar un jury político a los jueces Urso y Viñas (Carnevale consiguió la jubilación anticipada en tiempos de María Eugenia Vidal en la gobernación), pero resultaron absueltos. El proceso sentó un precedente sobre el control social y político a nivel judicial.
En 2023, la lucha de la familia, apoyada por todo una red de organizaciones nucleadas en la Campaña Somos Lucía, logró tirar abajo ese primer juicio y realizar otro que terminó condenando a perpetua a Farías por «abuso sexual con acceso carnal agravado por resultar la muerte de la persona ofendida, por el suministro de estupefacientes y en el marco de un contexto de violencia de género, en concurso ideal con femicidio«. En el caso de Offidani, le dieron 8 años de condena como partícipe secundario del femicidio que, sumados a la condena previa por el delito de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravado por ser en perjuicio de menores de edad y en inmediaciones de un establecimiento educativo”, le significan 15 años de prisión.

Foto: Florencia Ferioli.
Sin embargo, este año la Sala IV del Tribunal de Casación Penal, integrada por los jueces Víctor Violini y María Florencia Budiño, descartó que haya sido un femicidio y remitió las actuaciones al Tribunal Oral en lo Criminal 2 de Mar del Plata para que establezca una nueva pena para Farías, pero sólo por el delito abuso sexual con acceso carnal agravado, cuya pena máxima es de 15 años. La instancia judicial de «cesura», como es llamada, reveló las contradicciones de un sistema judicial que expone a la familia nuevamente ante el dolor de tener que explicarlo todo otra vez. Así, entre instancias de apelación a la Corte Suprema, en un país cuyo presidente y ministro de Justicia niegan la figura de femicidio, con la sociedad conmovida ante otro triple narcofemicidio bonaerense, llega el noveno aniversario de Lucía.

Foto: Florencia Ferioli.
En Mar del Plata, las columnas caminaron por las calles de la ciudad hasta llegar a la Municipalidad donde se gritó “Presente” cada vez que se nombró a Lucía y a larga lista de víctimas de femicidios que sacuden nuestro país: según el Observatorio Lucía Pérez son 203 los femicidios y travesticidios solamente en lo que va del año. La marcha fue una de las más de 170 que recorrió calles de todo el país exigiendo justicia durante el 2025.
“Hace 9 años cuando mataron a Lucia hablábamos del narco, del dealer, y hoy desgraciadamente lo vemos con el triple femicidio y con cada una de las mujeres que nos matan”, dijo Marta. Y se preguntó: “Lucía era la hija que cualquiera tiene, eso era Lucía. Nuestra lucha es por nuestras hijas, por nuestros hijos. ¿Qué país queremos construir? ¿Qué país queremos dejar? Despertemos. Esto que nos está pasando es un Estado narco y ausente en todos los derechos”.
En diálogo con lavaca Marta mandó un video que termina en una pregunta. Mirando a cámara interpeló: “Hoy se cumplen los 9 años del narcofemicidio. Esto era lo que nosotros hablábamos hace 9 años. Lo que estábamos viendo. Lo que hoy nos está pasando con nuestras pibas. El tríple femicidio, narcofemicidio quedó muy al descubierto. Esto nos pasa en los barrios. Esto es lo que nos está pasando hoy. ¿Qué hacemos?”

Foto: Florencia Ferioli.

Foto: Florencia Ferioli.

Foto: Florencia Ferioli.

Foto: Florencia Ferioli.

Foto: Florencia Ferioli.
- Revista MuHace 3 semanas
Mu 207: Crear lo que viene
- #NiUnaMásHace 3 semanas
Triple narcofemicidio: la respuesta al horror
- #NiUnaMásHace 2 semanas
Lara, Brenda, Morena: Las velas del silencio
- NotaHace 1 semana
Entrevista a Celeste Fierro, tras ser detenida en la flotilla de ayuda humanitaria a Gaza
- #NiUnaMásHace 3 semanas
Femicidios territoriales: las tramas de la violencia