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La muerte de Alberto Nisman y la AMIA: ¿A quién le importa la verdad?

El historiador Ezequiel Adamovsky preparó un artículo que resume y describe la situación producida alrededor de la muerte del fiscal Alberto Nisman, publicado en Telesur English. lavaca edita ese trabajo por primera vez en castellano y en un medio argentino, compartiendo la pregunta que formula Adamovsky: ¿A quién le importa la verdad?

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El historiador Ezequiel Adamovsky preparó un artículo que resume y describe la situación producida alrededor de la muerte del fiscal Alberto Nisman, publicado en Telesur English. lavaca edita ese trabajo por primera vez en castellano y en un medio argentino, compartiendo la pregunta que formula Adamovsky: ¿A quién le importa la verdad?

La muerte de Alberto Nisman y la AMIA: ¿A quién le importa la verdad?

La fiscal Fein. Foto: Télam


El 18 de enero el fiscal argentino Alberto Nisman fue encontrado muerto en su departamento en Buenos Aires. Días antes había regresado de sus vacaciones en Europa para presentar una impresionante e inesperada acusación. Aseguraba haber demostrado que la presidente Cristina Kirchner y el ministro de relaciones exteriores Héctor Timerman estaban orquestando un encubrimiento para dejar libre de cargos a Irán en la investigación del atentado de 1994 a la AMIA (el principal centro comunitario judío de Argentina) que dejó 85 muertos. Presentó sus pruebas (un reporte de 289 páginas de largo) a un juez federal, que no pudo revelar su contenido porque mencionaba nombres de agentes de inteligencia argentinos. La oposición convocó a Nisman al Congreso a presentar sus hallazgos. La reunión, programada para el 19 de enero, no se llevó a cabo, ya que Nisman murió horas antes.
En la polarizada vida política argentina, el caso fue utilizado inmediatamente con fines políticos. Los principales diarios y canales de televisión, enemigos del gobierno, sembraron dudas sobre las circunstancias de la muerte de Nisman, sugiriendo que fue asesinado o inducido al suicidio en un esfuerzo de último minuto para impedir su presentación en el Congreso. Políticos de la oposición inmediatamente echaron a andar teorías similares. Cientos de personas salieron a la calle con carteles diciendo “Yo soy Nisman” (o “Je suis Nisman”, como un eco de las manifestaciones por Charlie Hebdo), culpando al gobierno por la muerte de un hombre honesto que había destapado sus sucios secretos. “Yo soy Nisman” se volvió trending topic en las redes sociales, mientras que intelectuales y periodistas anti kirchneristas proclamaban que el asesinato/suicidio inducido de Nisman simbolizaba la muerte de la República bajo la administración de los Kirchner. Historias similares pronto se reprodujeron en la prensa internacional, que usó el caso como otro ejemplo de la amenaza fantasma del “populismo” latinoamericano y para otros propósitos (como atacar a Obama por su acercamiento a Irán).
Los representantes del gobierno respondieron torpemente, al principio apurándose a declarar que era un caso de suicidio (antes de contar con análisis forenses) y poco después alegando, sin ninguna prueba, que fue un homicidio ordenado por una oscura alianza entre agentes de inteligencia y los dueños de Clarín, el principal multimedios de Argentina. En esta explicación, el propósito del crimen era desestabilizar el gobierno de Cristina Kirchner: en un principio los asesinos impulsaron a Nisman a presentar una absurda acusación contra la presidente y luego lo mataron, para hacerlo parecer un homicidio político. Algunos de los intelectuales y periodistas oficialistas proclamaron que la muerte de Nisman era parte de un intento de golpe de Estado orquestado por Estados Unidos.
La manipulación de la información, que ya era epidémica en Argentina, alcanzó proporciones asombrosas, ya que muchos intentaron sacar su tajada política o personal. Los diarios publicaron información poco creíble o falsa (como la noticia de Clarín que indicaba que una fuente de la investigación forense había dicho que el arma que mató a Nisman fue disparada a 15cm de su cabeza y, por lo tanto, no podía ser un suicidio). El periodista del Buenos Aires Herald Damián Patcher se apresuró a dejar el país y se refugió en Tel Aviv –una ciudad a la que sin embargo llamó “su hogar”– luego de asegurar que su vida corría peligro por haber arruinado los planes del gobierno de ocultar la muerte de Nisman (fue el primer periodista que twiteó que había movimientos extraños en el departamento del fiscal, pero en realidad lo hizo a una hora en que la madre de Nisman y otras personas estaban adentro). La más que imaginativa historia de Patcher sobre espías argentinos que lo seguían mientras intentaba huir del país le dio notoriedad internacional, pero no fue respaldada siquiera por su propio diario, que la tomó con pinzas.
Varios políticos fueron rápidos para beneficiarse del destino de Nisman. Para dar algunos ejemplos, Sergio Massa (que tiene muchas chances de convertirse en el próximo presidente de Argentina), solicitó formalmente ser querellante en la investigación del atentado a la AMIA y/o de la denuncia de Nisman (no estaba seguro de sobre cuál de las dos estaba hablando), algo que es imposible legalmente, pero que le dio varios titulares positivos. El alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri (otro fuerte candidato a ganar las elecciones) dijo en una conferencia de prensa que estaba profundamente preocupado por el futuro de la República y por el caso AMIA. Olvidó convenientemente que él mismo nombró a Jorge “Fino” Palacios como jefe de la nueva policía porteña que creó en 2009. Palacios actualmente está procesado por el juzgado que investiga el caso AMIA, como cómplice del encubrimiento, un rol que estaba perfectamente claro cuando Macri lo nombró. Macri mismo está procesado en otro caso por haber utilizado su nueva policía para realizar escuchas ilegales a, entre otros, Jorge Burstein, vocero de una de las asociaciones de familiares de las víctimas de la AMIA, que lideraba la campaña contra el nombramiento de Palacios. Ocho días antes de la muerte del fiscal, la versátil Patricia Bullrich, firme apoyo de Menem en la época del atentado a la AMIA y ahora aliada de Macri, de pronto recordó algo importante. Le dijo a los medios que había tenido una reunión con Nisman el día anterior a su muerte, en la que el fiscal le había contado que un espía vinculado a Irán lo había traicionado. Aunque no pudo brindar ningún nombre o información adicional, esto le dio una gran cobertura de prensa. Extrañamente, Bullrich no había mencionado ese hecho en las varias descripciones de esa misma reunión que había ofrecido a la prensa en los días previos.
Más allá de todas estas operaciones políticas y mediáticas ¿Qué es lo que realmente sabemos de este tema?

¿Quién era Alberto Nisman?

Aunque se lo presenta como un hombre que murió buscando la verdad, Nisman estaba lejos de ser un héroe de la Justicia. Fue el fiscal a cargo de la investigación del atentado a la AMIA por muchos años y su rol allí fue más que oscuro.
Tiempo atrás, algunas personas que conocían los detalles de la investigación señalaron que en 1994, al día siguiente al bombardeo, antes de que se produjera cualquier tipo de evidencia, el presidente Carlos Menem ya había acordado con Estados Unidos e Israel culpar a Irán. Para Estados Unidos e Israel esto era de claro interés geopolítico. Para Menem, cuya política internacional estaba definida como una de las “relaciones carnales” con Estados Unidos, no era sólo un asunto de complacer a sus amigos, sino también de cubrirse a sí mismo. De hecho, como luego se supo, algunas de las pistas de la investigación inicial apuntaban al líder sirio Hafez al-Assad, quien había financiado la campaña presidencial de Menem (Carlos Menem proviene de una familia sirio libanesa) y que luego quedó profundamente decepcionado por la política exterior de Menem y por otras promesas que no había cumplido.
Aún no tenemos ni la menor idea acerca de quién ordenó volar la AMIA. Bien pudo haber sido Irán. Pero lo cierto es que la pista siria nunca se investigó y eso fue una decisión deliberada. La continuidad del interés de Israel por dejar a Siria fuera sospechas luego de los primeros momentos y en los últimos años no está bien documentada, pero sí lo está la de Estados Unidos. Más importante, hubo una conspiración para desviar la investigación de los cómplices locales, en la que Menem y Juan José Galeano, el primer juez a cargo del caso (luego removido y ahora bajo juicio), entre otros, estaban involucrados.
Alberto Nisman colaboró en ambas formas de manipulación judicial. Como el asunto de Wikileaks expuso, estaba prácticamente trabajando para la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, que a su vez intentaba dejar la pista siria en el olvido y cerrar el capítulo local de la investigación lo antes posible. Nisman tomaba como pruebas irrefutables toda la “información de inteligencia” que la embajada le daba, sin detenerse a examinarla. Informaba cada una de sus decisiones a la embajada antes de darlas a conocer al juez de la causa. Incluso llevó al menos uno de sus dictámenes a la embajada para que lo corrigieran antes de presentarlo. Sencillamente desoía al juez, quién repetidamente le pedía que investigue otras pistas además de la iraní y que chequee con otras fuentes la información que Estados Unidos le estaba dando.
Más importante aún, Nisman colaboró en la falsa acusación contra un grupo de policías argentinos que supuestamente habían ayudado a los iraníes en el atentado, con la que Menem y sus asociados estaban esperando cerrar la sección local de la investigación. La agencia de inteligencia argentina (SIDE, hoy SI) estuvo a cargo de esa operación, que continuó con los demás presidentes , incluyendo Fernando de la Rúa, de la Unión Cívica Radical y Eduardo Duhalde, cuyo secretario de Inteligencia, Miguel Ángel Toma, es hoy aliado de Massa. Como señaló recientemente Claudio Lifschitz, el hombre que denunció el encubrimiento de las conexiones locales, Nisman apoyó la acusación contra los policías aun sabiendo que ellos eran inocentes. Por suerte, la corte a cargo de ese caso desestimó toda la investigación y exigió una nueva.
Toda esta información sobre Nisman era totalmente conocida (por ejemplo, yo mismo señalé en un artículo de 2009 su responsabilidad en el fracaso de la causa AMIA). Poco antes de su muerte, dos de las asociaciones que representan a los familiares de las víctimas del atentado de 1994 decían abiertamente que Nisman era “parte de viejas maniobras de encubrimiento” (APEMIA) y que representaba “los intereses no de las víctimas, sino de aquellos que encubrieron” el atentado (Memoria Activa). Lo triste es que ninguno de los principales partidos políticos tuvo interés en cuestionar el comportamiento de Nisman antes de su acusación contra Cristina Kirchner.
Santiago O’Donnell, el periodista que investigó los cables de wikileaks relacionados con Argentina, incluyó largas secciones y todo un capítulo denunciando a Nisman en sus libros Argenleaks (2011) y Politileaks (2014). Como explicó recientemente en su blog, ningún diario, incluyendo el oficialista Página 12 (donde él aún trabaja), estuvo dispuesto a informar sobre este tema de las revelaciones de Wikileaks. Kirchneristas y opositores respaldaron a Nisman, sea porque no querían confrontar intereses estadounidenses o israelíes, o porque era reconfortante creerle a Nisman cuando decía que el caso AMIA estaba resuelto. Ahora que su muerte es útil por motivos políticos, la oposición sigue haciendo la vista gorda respecto de su oscuro comportamiento. Incluso periodistas e intelectuales que están totalmente al tanto del pasado de Nisman prefieren no mencionarlo estos días, incluyendo el principal columnista de Clarín Jorge Lanata, quien alguna vez escribió que la investigación del fiscal sobre la AMIA era totalmente ficcional.

¿Qué tan peligrosas son las acusaciones de Nisman contra el gobierno?

Brevemente, el argumento de Nisman es que Cristina Kirchner ideó un plan secreto para absolver a funcionarios iraníes acusados del atentado de 1994 a cambio de petróleo Iraní. Teniendo esa meta en mente, en 2013 ella obtuvo aprobación del Congreso para un tratado internacional con ese país, conocido como el Memorándum de Entendimiento, el cual establecía una especie de “Comisión de la Verdad” internacional con el supuesto propósito de interrogar a los sospechosos en Teherán. El propósito real, según este argumento, era conseguir que Interpol levantara las órdenes de arresto libradas a pedido de Argentina contra los iraníes, algo que el Ministro de Relaciones Exteriores Timerman intentó (pero no consiguió) hacer. La evidencia que Nisman presentó en su reporte se basa casi completamente en escuchas telefónicas de supuestos agentes de ambos lados: entre otros un representante de la comunidad musulmana en Argentina (que intervenía en nombre de los iraníes), el ex líder piquetero Luis D’Elía (el hombre de Cristina), y un agente de la agencia de inteligencia argentina (la SI). Ningún funcionario actual o vinculado formalmente al gobierno estaba incluido en esas grabaciones.
Por ahora, aquellos que hicieron el esfuerzo de leer las 289 páginas del reporte de Nisman concluyeron que no tiene solidez legal. Incluso el diario La Nación, tenaz enemigo del gobierno, tuvo que informar que la denuncia tenía poco sentido en términos legales. Y no era poco convincente sólo en cuestión de pruebas. Algunos de los juristas de mayor reputación dijeron que no podían discernir qué ley se habría quebrantado. Aún si tal plan existiera en la mente de la Presidente, no se dieron ninguno de los pasos concretos para su implementación (lo que convierte en abstracta la ofensa legal). El único paso tomado habría sido firmar el Memorándum. Pero un tratado internacional aprobado por ley en el Congreso, como explicaron, nunca puede constituir un crimen. Una ley puede ser una mala ley, puede ser estúpida o dañina, puede ser inconstitucional. Pero por definición, aprobar una ley nunca puede ser considerado en sí mismo un acto criminal.
Por otro lado, en cuanto a las pruebas, el informe de Nisman también era débil. Según afirmó el Buenos Aires Herald, “fracasa a la hora de animar las llamas conspirativas”. Inmediatamente después de la denuncia del fiscal, Ronald Noble, secretario general de la Interpol entre 2000 y 2014 y mencionado por Nisman como posible testigo, hizo una fuerte declaración diciendo que las afirmaciones del fiscal eran falsas y que Timerman no sólo nunca había intentado anular los pedidos de captura de los sospechosos iraníes, sino que solicitó “apasionadamente” su continuidad luego de que el Memorándum fuera firmado. Por otro lado, luego de que se conoció el nombre, el gobierno informó que el supuesto agente secreto grabado en las escuchas no era tal cosa, y que ya en el pasado la SI había interpuesto en sede judicial una demanda en su contra por hacerse pasar por uno.
En cuanto a Luis D’Elía, es un notorio miembro del movimiento kirchnerista. En 2003, Néstor Kirchner lo designó en un puesto menor de su gobierno, pero le pidió la renuncia en 2006 luego de que manifestó su apoyo por el controversial presidente de Irán Mahmud Ahmadinejad. Desde 2006 no tuvo un lugar formal en el gobierno, aunque es cierto que se relaciona con importantes miembros del Estado. Un conocido vocero pro Irán, en las escuchas aparece promoviendo el fin de las sanciones contra los iraníes, prometiendo resultados y alardeando de sus buenos contactos con el gobierno. Un personaje notorio, a menudo acusado de antisemita (incluso por renombrados miembros del gobierno) y ridiculizado por la prensa a diario, el de D’Elía no parece ser el primer nombre que a uno le vendría a la mente si necesitara alguien para manejar los hilos secretos de una gran conspiración internacional… Incluso la CIA cree, según Clarín, que la denuncia de Nisman es inconsistente y que D’Elía no debería ser tomado en serio.
Finalmente, todo el propósito de la conspiración que Nisman denunció suena inverosímil. Tras varios años de apoyar públicamente el caso argentino contra Irán en todos los foros internacionales, en 2013 Cristina Kirchner súbitamente cambia de opinión y comienza a complotar un plan secreto para dejar a Irán fuera de sospechas. ¿Para qué? Por petróleo, argumentaba Nisman. Pero Argentina no necesita ni importa petróleo en cantidades relevantes y nunca lo ha hecho de Irán (ya que por razones técnicas el petróleo iraní no puede ser procesado en las refinerías argentinas). Cuando el país tuvo que importar petróleo lo hizo de otros lugares, tales como Bolivia, Nigeria o Angola. Argentina sí importa grandes cantidades de fueloil y gasoil de otros países, pero no de Irán, que ni siquiera tiene la capacidad de exportar esos productos.
A medida que estas inconsistencias se fueron conociendo, otras voces aparecieron para tratar de mantener a flote el planteo de Nisman. Por caso, un político de la oposición salió a decir que en verdad el negocio secreto no era el del petróleo, sino proveer tecnología nuclear a Teherán a través de Venezuela, ayudando a los iraníes a sortear los bloqueos de las Naciones Unidas. Las evidencias de este nuevo “plan” que ni siquiera Nisman habría conocido –y del que ciertamente sus escuchas nada dicen– son todavía más insustanciales que las que presentó el fiscal, lo que no impide que los medios contrarios al gobierno le den espacio.
El fiscal que quedó a cargo de la denuncia original de Nisman ha decidido ahora darle curso y pedir al juez que abra una investigación. Es el magistrado quien debe decidir si imputa o no a la presidenta, el Ministro Timerman y los demás acusados. A esta altura de los acontecimientos es posible que, por presión política, el juez acceda al pedido del fiscal, incluso si sabe que la denuncia no conducirá a un proceso judicial viable.

Entonces, ¿cómo murió Nisman?

La investigación judicial aún no concluyó, así que básicamente nadie sabe nada fehacientemente. La evidencia analizada hasta ahora concluyó que Nisman murió de un balazo disparado a menos de 1cm de su cabeza, y que provino del arma encontrada bajo su cuerpo, en el baño donde murió. El resto de la evidencia analizada sugiere que Nisman se suicidó. La puerta del baño estaba cerrada y bloqueada por el cuerpo del fiscal y no hay evidencia de que el cuerpo haya sido movido ahí desde otro lugar. No se halló ADN de nadie más en el baño y no se presentó ninguna prueba relevante que apunte a un asesinato. Si fue suicidio, entonces los investigadores deberán averiguar si fue inducido de alguna manera o si, como se ha argumentado, fue la reacción de un hombre desesperado que entendió que la denuncia que había hecho no iba a convencer a nadie y que su carrera se hundía (la declaración de Ronald Noble desacreditándolo y las críticas de APEMIA y Memoria Activa fueron emitidas justo antes de su muerte).
Si fue inducido al suicido, la persona clave para resolver el misterio pareciera ser Diego Lagomarsino, el hombre que llevó el arma al departamento del fiscal horas antes de su muerte. Lagomarsino era uno de los asociados más cercanos a Nisman y asegura que le prestó el arma por pedido del fiscal, quién le había dicho que era en caso “de que algún loquito me ataque en la calle”. Nadie sabe quién es Lagomarsino realmente, pero dos informantes han dicho que trabajaba en el negocio de inteligencia.
Por supuesto, no se puede descartar un homicidio como hipótesis. Después de todo, Nisman estaba trabajando en un caso en el que la inteligencia argentina y la CIA estaban involucrados y tenían grandes intereses propios. Los suicidios “sospechosos” son conocidos en Argentina tanto como en otros países, como Estados Unidos o el Reino Unido (por ejemplo los casos recientes de Theodore S. Westhusing y David Kelly, ambos relacionados con asuntos en Medio Oriente). Aunque asesinar es una práctica habitual de la CIA, no hay pistas que indiquen que Estados Unidos haya estado involucrado en esta ocasión (al menos no directamente).
En cuanto a la SI, está fuera de control desde hace mucho tiempo. Un mes antes de la muerte de Nisman, el gobierno decidió purgarla, removiendo varios agentes, incluido su jefe en las sombras Antonio “Jaime” Stiusso. Stiusso trabajaba allí desde 1972 y era altamente apreciado por la CIA y el Mossad (la agencia de inteligencia israelí). Además, fue la principal fuente de información de Nisman en el caso AMIA durante los últimos diez años, como el propio fiscal dio a conocer públicamente muchas veces, y también en su reciente denuncia contra Cristina Kirchner. El gobierno ahora está apuntando a Stiusso como la mano oculta detrás de la muerte de Nisman y ha decidido disolver la SI y crear una nueva central de inteligencia bajo la supervisión del Congreso. Voces no kircheristas también apuntaron a Stiusso e incluso la CIA supuestamente cree que la muerte de Nisman está relacionada con disputas internas dentro de la SI.
De nuevo en este caso, políticos de todos los partidos parecen enterarse recién ahora de que la SI está fuera de control (con la excepción de Miguel Ángel Toma, que salió a apoyar a Stiusso, lo que parece confirmar especulaciones anteriores de que el agente estaría trabajando para Sergio Massa). Pero muchos de ellos se beneficiaron de sus servicios todos estos años e hicieron la vista gorda (tanto los kirchneristas como la mayoría de los opositores) cuando Gustavo Béliz, uno de los ministros de Néstor Kirchner, denunció a Stiusso en 2004 por usar escuchas ilegales para chantajear a magistrados y políticos (tras este episodio Kirchner le pidió la renuncia y Béliz sintió que necesitaba vivir afuera del país por una década).
En los últimos años la comisión bicameral del Congreso a cargo de monitorear las actividades y el presupuesto de la SI estuvo prácticamente inactiva. Esa comisión está compuesta por diputados y senadores de varios partidos políticos; a partir del 2010 estuvo presidida por anti-kirchneristas. En fin, antes de diciembre de 2014 ninguna de las fuerzas políticas principales estaba demasiado preocupada por lo que hacían los agentes de inteligencia.
Al cierre de esta nota se prepara una gran manifestación convocada por un grupo de fiscales opositores al gobierno para “honrar la memoria de Nisman”. A la marcha ya han adherido casi todos los partidos y candidatos opositores del arco que va del centro a la derecha: Massa, Macri, la UCR, el FAP, junto con algunos personajes de ultraderecha y notorios corruptos de tiempos de Menem. (Las diversas organizaciones de izquierda que se oponen al gobierno han anunciado que no participarán, lo mismo que muchas figuras y asociaciones de todo tipo, incluyendo algunas de las que representan a las víctimas de la AMIA). Tanto los convocantes como los medios e intelectuales antikirchneristas que alientan a participar mezquinan a la población toda información acerca de Nisman y de su papel en la causa AMIA. De hecho, mucho antes de todos estos acontecimientos, algunos de los fiscales que hoy convocan a la marcha fueron denunciados por los familiares de la víctimas de la AMIA por haber entorpecido deliberadamente el avance de la causa, mientras que otros suman otras denuncias por mal desempeño y por connivencia con poderes económicos y personajes del hampa. Se trata, en fin, de una convocatoria motorizada por lo peor del Poder Judicial, en homenaje a alguien que no lo merece y para capitalización política de la derecha. Un insulto más a la memoria de las víctimas del atentado de 1994.
Estas son algunas de las realidades incómodas detrás de una historia en la que distinguir entre buenos y malos es bastante más complicado de lo que parece. Desafortunadamente, la mayoría de las voces locales e internacionales que se escucharon hasta ahora en verdad están más interesadas en el resultado de las próximas elecciones presidenciales y/o en el futuro de Medio Oriente. Encontrar la verdad sobre las dos cuestiones más importantes en juego –la voladura de la AMIA y las circunstancias de la muerte de Nisman– no es el punto principal en sus agendas.

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Tres audiencias ante la CIDH que cuestionaron las políticas de Milei sobre mujeres, derechos humanos y economía popular

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La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) concedió tres audiencias temáticas a las organizaciones de la sociedad civil de Argentina para escuchar el impacto de las medidas regresivas que adoptó el Estado en políticas sociales, económicas y culturales. El gobierno de Javier Milei debió responder en Washington, sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), ante las autoridades internacionales respecto a la vigencia de los derechos humanos en nuestro país. Hubo en total tres audiencias:  

  • Impacto de las políticas sociales en personas trabajadoras de la economía popular;
  • Situación de las políticas de prevención, sanción y erradicación de las violencias de género;
  • Impacto de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia en los derechos humanos.

En el caso de violencia contra las mujeres y niñas, la presidenta de la CIDH Roberta Clarke planteó que se trata de “delitos de lesa humanidad”. La actitud del gobierno argentino, y los detalles de cada una de las audiencias.

Por Lucrecia Raimondi

Las audiencias ante la CIDH que se llevaron a cabo el jueves 14 noviembre reunieron a organizaciones sociales y de derechos humanos en la sede de la Ex Esma, desde donde se realizó la conexión. Fueron solicitadas por entidades de derechos humanos, políticas, sindicales, feministas, sociales, académicas y religiosas.

Durante el 191º Período de Sesiones, en un hecho inédito, la CIDH otorgó a la Argentina el tratamiento de tres temas:

  • El “Impacto de las políticas sociales en personas trabajadoras de la economía popular”;
  • la “Situación de las políticas de prevención, sanción y erradicación de las violencias de género”;
  • el “Impacto de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia en los derechos humanos”.

En 10 meses de gestión, el gobierno de Milei debió presentarse cuatro veces a la CIDH para dar respuesta ante los reclamos de la sociedad civil por la violación a los derechos humanos. La primera fue en julio de este año sobre la “Situación de la protesta social y el derecho a la libertad de expresión” a partir de la represión durante el tratamiento de la Ley Bases en el Congreso Nacional. 

Los representantes del Estado argentino sostuvieron la postura ultraliberal del presidente Javier Milei en todos los ámbitos internacionales de derechos humanos. Ante la CIDH, las intervenciones del gobierno y de la sociedad civil mostraron un país con una profunda división. En la exposición de los funcionarios oficiales quedó explícita su postura en “concordancia con los principales lineamientos del gobierno” en relación a la “racionalización de la gestión de los recursos disponibles”, según ellos como consecuencia de “la herencia institucional, económica y social recibida por la actual administración”.

En las tres audiencias el ex juez Alberto Baños, a cargo de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, argumentó que “los recortes de las partidas presupuestarias y el cierre de organismos ineficientes y la reducción de personal ineficiente, tienen que ver con la búsqueda de saneamiento que permita un renacimiento de la economía”. Las intervenciones de Baños se vieron plagados de un tono entre irónico y agresivo hacia las políticas de derechos humanos, con la habitual retórica oficialista que justifica la regresión en materia social amparándose en la crisis económica. 

Por su parte, las organizaciones de la sociedad civil presentaron informes detallados del impacto negativo de las políticas de ajuste y desregulación del Estado en tres áreas donde Argentina es un ejemplo para el mundo:

  • la colaboración comunitaria contra la pobreza en los barrios vulnerables,
  • la lucha social por la erradicación de la violencia de género,
  • las políticas de memoria, verdad y justicia por la no repetición del terrorismo de Estado.

La sociedad civil peticionó a la CIDH una visita a la Argentina para monitorear la situación con el fin de impulsar al Estado a cumplir con sus obligaciones y respetar los estándares internacionales de derechos humanos. 

Milei pretende diferenciarse de la Agenda 2030, consensuada en la ONU como el “Pacto del Futuro”, que reúne esfuerzos para garantizar derechos de tercera generación y de incidencia colectiva.  “Aunque bienintencionado en sus metas, es un programa de gobierno supranacional de corte socialista, que pretende resolver los problemas de la modernidad con soluciones que atentan contra la soberanía de los Estados-nación y violentan el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad de las personas”, disertó el presidente de Argentina en septiembre ante la 79º Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. Al cierre de su discurso advirtió que “la Argentina no acompañará ninguna política que implique la restricción de las libertades individuales, del comercio, ni la violación de los derechos naturales de los individuos, no importa quién la promueva ni cuánto consenso tenga esa institución”. En esa línea fue la intervención de Baños, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Tres audiencias ante la CIDH que cuestionaron las políticas de Milei sobre mujeres, derechos humanos y economía popular

La economía popular y el avance narco

La primera audiencia sobre el “Impacto de las políticas sociales en personas trabajadoras de la economía popular” fue solicitada por la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) junto con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y Mujeres en Empleo Informal Globalizando y Organizando (WIEGO).

La principal denuncia de este sector fue la falta de entrega de alimentos a los comedores comunitarios, el desmantelamiento de los programas de empleo social, la persecución y la estigmatización de las organizaciones sociales. Natalia Zarza, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos e integrante de la UTEP describió la dramática situación de los barrios populares ante la falta de alimentos: “No llegamos a fin de mes, no tenemos a la noche un plato de comida todos los días. Los espacios que brindan los alimentos a los pibes se hacen de manera amorosa y con compromiso, son una herramienta fundamental de contención. Pero cuando el Estado se retira avanza el narcotráfico que le destruye el proyecto de vida a nuestros pibes. Estoy acá con mucha bronca, vengo para que me escuchen. No somos fantasmas, somos los que sostenemos los comedores comunitarios dándole de comer a los chicos y los ancianos de todos los barrios de la Argentina”. 

Alejandro Gramajo, secretario general de la UTEP, explicó las consecuencias de la política de ajuste: “En nuestro país hay 10 millones de indigentes, hay más de 20 millones de compatriotas que están en la pobreza que no pueden comer todos los días, que saltean comida. El gobierno congeló el salario social complementario, implica que el Potenciar Trabajo, que percibían trabajadores y las trabajadoras de la economía popular producto de una tarea socio productiva, cayera en peores condiciones sociales de las que estaban en términos de pobreza. El gobierno tomó una decisión de avanzar en un proceso de ajuste, no solo en la política de economía popular, sino en muchas políticas. Nosotros hacemos mucho hincapié en que cuando se destruye la comunidad avanza el narcotráfico, se rompen las redes de contención social y de contención comunitaria”.

Además Gramajo detalló: “Lo que hemos planteado hasta acá es producto de las decisiones que ha tomado el gobierno. Los trabajadores de la economía popular y trabajadores formales van perdiendo su trabajo y su poder adquisitivo, los jubilados y jubiladas caen en la pobreza, millones de niños y niñas van todos los días a dormirse sin comer, más de 10.000 empresas han cerrado, privatizó las empresas del Estado. El gobierno decidió desfinanciar la educación y la salud pública” y concluyó que para la sociedad civil peticionante “esto representa un plan de miseria planificado, un plan de exterminio social y una gran crisis humanitaria que necesita el acompañamiento de los diferentes organismos internacionales. Porque el avance en el narcotráfico que se ve en el territorio argentino y también la gran tasa de suicidios que ha aumentado violentamente, son producto del deterioro económico y social que está viviendo nuestro pueblo”. 

En respuesta a los planteos de las organizaciones, Baños acusó a Gramajo de tener un “discurso político”, habló de infiltrados en las manifestaciones, de comedores fantasmas y tildó a la militancia social de coercitiva. Además sostuvo que “las políticas de intermediación y asistencialismo clientelar llevaron al país años de pobreza estructural” y agregó que “durante épocas de pobreza estructural y asistencialismo clientelar, tampoco se presentó ningún pedido de audiencia pública”, cosa que en la Ex Esma fue interpretada como una chicana.

Ante la pregunta del comisionado Caballero sobre si era una proyección o un dato concreto que la pobreza disminuyera a la par de la baja de la inflación, Baños agitó el discurso libertario: “No es que en el segundo semestre del 2024 la pobreza bajó sino que en este segundo semestre estamos viendo que la pobreza empieza a bajar a partir de una sostenida baja en los índices de inflación”.

Al cierre de su intervención sobre este tema, Baños describió para quién gobierna el presidente: “La gestión encabezada por el presidente Milei es para mejorar la calidad de vida de los argentinos de todas las clases socioeconómicas, apuntar a lograr una vida en libertad y hacer de la propiedad de cada uno un fin en sí mismo”. 

La voz de los marginados

Roberta Clarke, presidenta de la CIDH, se dirigió a los funcionarios en relación a las respuestas insuficientes del Estado y la evidente falta de diálogo ante los reclamos de los trabajadores de la economía popular: “Quiero invitarles a las dependencias del Estado a que básicamente reconozcan los derechos humanos y políticos en el marco de los derechos humanos. ¿Entienden esta lucha de poder que existe entre las instituciones y las personas? Por ejemplo, eso tiene que ver con la distribución de recursos. Cuando hay desigualdades muchos quedan afuera en sus necesidades, no son cumplidas. Esta es la historia que vive nuestra región, de arriba hacia abajo. Entonces, el marco de los derechos humanos dicta que los Estados tienen que proteger los derechos y los defensores de los derechos humanos y las organizaciones de la sociedad civil tienen el papel de monitorear lo que están haciendo los Estados para cumplir con los derechos humanos. La Comisión también tiene que ser la voz de los marginalizados”. 

Además, se refirió a la denuncia por la estigmatización y las campañas de desprestigio al sector de la economía popular que sostiene los comedores en los barrios: “La sociedad civil y los defensores de derechos humanos no deben recibir ningún tipo de represalia. Deben en forma sustantiva ser esa voz, no solamente una voz desde afuera, sino una voz que puede sentarse a la mesa de negociaciones para que se vean sus perspectivas, para que se vea el monitoreo que han realizado en cuanto a las políticas. Los defensores de derechos humanos están trabajando con mucho valor en contra de los poderes que tiene el Estado y por supuesto esto lo vemos en toda nuestra región. Así que quiero honrar la integridad del trabajo que están haciendo ustedes y sus intenciones”. 

“La violencia contra mujeres y niñas es un crimen de lesa humanidad”

En la segunda audiencia sobre la “Situación de las políticas de prevención, sanción y erradicación de las violencias de género” participaron como peticionantes Amnistía Internacional, el CELS, el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), la Fundación Mujeres x Mujeres y la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables. Los principales ejes de denuncia fueron el cierre del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidades y su posterior cartera disminuida en Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, la reducción drástica de los Centros de Acceso a la Justicia, el desfinanciamiento de la línea telefónica 144, del Programa Acompañar y el Programa Acercar que brindaba asistencia integral a las víctimas de violencia de género.

Destacaron la falta de políticas de prevención del abuso sexual en la infancia, las barreras para el acceso al aborto legal, el cierre del Plan ENIA de prevención de embarazos no deseados en la adolescencia, más el desmantelamiento de programas que promovían la equidad de género en empresas y de ayuda económica para personas trans. La audiencia comenzó con un claro mensaje de Clarke: “Dediqué casi toda mi vida profesional a este tema y no se ha visto una disminución en las estadísticas. Tal vez no contemos con cifras exactas por subregistro, pero la violencia contra mujeres y niñas es un crimen de lesa humanidad”.

Natalia Gerardi, directora ejecutiva de ELA, puso en contexto a la CIDH: “Desde que asumió el 10 de diciembre de 2023, el actual gobierno ha atacado sistemáticamente los derechos de las mujeres, niñas, adolescentes y personas LGBT. Desmanteló políticas públicas exitosas, desprestigió sin evidencias las instituciones encargadas de garantizarlas, recortó de manera arbitraria las partidas presupuestarias y redujo el personal que sostenía la implementación de las políticas públicas mediante despidos masivos. Con estas acciones el Estado incumple pactos y tratados internacionales vigentes como la Convención de Belém do Pará y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW)”.  Gerardi explicó que el desmantelamiento sistemático de estas políticas “se enmarca en un acelerado proceso de des responsabilización, el Estado Nacional abandona a las mujeres renunciando a su rol de rectoría en materia de política pública y garante de un piso mínimo de derechos en todo el país” y enfatizó en que “son medidas regresivas tomadas en manifiesto incumplimiento de los principios de progresividad y no regresividad en derechos humanos”.

Juliana Miranda, del Centro de Estudios Legales y Sociales, cuestionó ante la CIDH la actitud internacional del Estado argentino: “Nuestro país fue el único que se negó a firmar la Declaración sobre Igualdad de Género y Empoderamiento de las Mujeres del G20. Hoy mismo, hace unas horas, en la Asamblea General de Naciones Unidas, Argentina fue el único estado de 184 países que votó en contra de una resolución que llama a intensificar esfuerzos contra la violencia contra mujeres y niñas en el entorno digital. Estas acciones regresivas del Estado, en términos de protección del colectivo de mujeres y personas LGBT, es contraria a los estándares fijados por la normativa internacional y los antecedentes del sistema interamericano e incluso los compromisos que asumió en la emblemática solución amistosa por el intento de feminicidio y actuación estereotipada y discriminatoria en perjuicio de Ivana Rosales”. 

En ese sentido, Miranda analizó lo discordante de esta posición en relación a los derechos adquiridos con que cuentan las niñas, mujeres y disidencias en Argentina: “Este giro en la política exterior alejó al país de sus alianzas en América Latina y de los foros multilaterales regionalistas en los que promovió el avance de la protección de este colectivo, con la excusa de considerar los derechos humanos como ineficaces e ideológicamente dirigidos. Argentina se está alejando de su rol de liderazgo histórico en la promoción de derechos de las mujeres, iniciativas contra la violencia de género y la promoción y protección de derechos sexuales y reproductivos”. 

La respuesta de Baños fue la misma: la crisis económica y la ineficacia del Estado. “Los recortes de las partidas presupuestarias y el cierre de organismos ineficientes. La reducción de personal ineficiente tiene que ver con la búsqueda de saneamiento que permitan un renacimiento de la economía. Por la reestructuración total, los programas del ministerio fueron asumidos por la entonces Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, donde se evaluaron oportunamente las estructuras organizativas. El análisis realizado puso en evidencia la superposición de tareas y duplicación de funciones con el consecuente exceso de personal, incluyendo coordinaciones y programas con objetivos similares. Se detectaron inconsistencias en materia patrimonial, incluyendo el incumplimiento de la aplicación de la normativa vigente en relación al seguimiento, supervisión y rendición de cuentas. Atento a eso, fue necesario llevar adelante un realineamiento de las acciones y programas provenientes de la ex subsecretaria”, justificó Baños. 

Además, el Secretario de Derechos Humanos desacreditó y desconoció la especificidad de las políticas llevadas adelante hasta el momento, diseñadas y articuladas con actores sociales especializados en materia de género: “No existe, como pretenden las organizaciones peticionantes, un retroceso o proceso de desarme, desmantelamiento y el remanido y machacante uso de la violación al principio de progresividad y no regresividad porque son inexistentes las políticas orientadas a proteger, acompañar y asistir a la persona que se encuentra en situación de vulnerabilidad”. 

Proyectos de vida y niñas violadas

Ante la falta de reconocimiento del Estado de Argentina a las políticas iniciadas contra la violencia de género y por la igualdad de las mujeres, el comisionado José Luis Caballero Ochoa apuntó: “Lo que no se nombra no existe. Esta es una convicción que me parece muy importante en el terreno del derecho de los derechos humanos. Si decían ustedes que la violencia no tiene género, si decimos que la violencia no tiene género, la protección del género no existe cuando hay discriminación estructural de años sobre grupos o colectivos tradicionalmente invisibilizados como las mujeres y el colectivo LGBTI, en violencia de género o en políticas de cuidado. Si no se protege, no existe. Este es un principio básico del derecho internacional de los derechos humanos, del derecho discriminatorio, de la igualdad. En ese sentido, debemos tener visiones muy claras desde la Comisión Interamericana”.

Amplió su llamado de atención dirigiéndose al Estado argentino luego de escuchar su postura: “El principio de progresividad es un principio que forma los derechos humanos. Los derechos humanos son universales, progresivos, interdependientes, indivisibles, inalienables. La prohibición de regresividad es un piso mínimo que tenemos en el patrimonio de la evolución del derecho internacional de los derechos humanos”.

En línea con su colega, la presidenta de la CIDH reforzó: “Me siento dando un sermón. A pesar de la ideología de igualdad de género, los actores estatales tienen que responder. Gran parte de la arquitectura del Estado comparte la cultura prevaleciente en donde se normaliza e invisibiliza esa violencia específica contra las mujeres. Entonces les pido como funcionarios del gobierno tener la conversación sobre por qué se tiene que nombrar, nombrar específicamente es importante porque tiene importancia simbólica”. 

El secretario de Derechos Humanos cuestionó a las peticionantes respecto al acceso al aborto legal con una postura antiderechos: “La Convención Americana de Derechos Humanos protege la vida en general desde la concepción. La República Argentina es parte de la Convención sobre los Derechos del Niño que su preámbulo establece que la vida se debe proteger tanto antes como después del nacimiento. Seguramente los solicitantes están al tanto de que la Plataforma de Beijing y la del Cairo, no incluyen el aborto entre los derechos sexuales y reproductivos”.

Sobre el desmantelamiento del Plan ENIA, Baños sostuvo: “No es razonable exigir que se lleve adelante una política pública en donde les fallamos a las niñas y adolescentes”.

En respuesta, Clarke interpeló al Estado en relación a la violencia contra niñas, niños y adolescentes: “¿Dónde está la voluntad de proteger a los niños? ¿Cuál es el enfoque del Estado para darles a los niños y adolescentes lo necesario para protegerse? Los adultos tienen la responsabilidad de protegerse, pero se les pueden dar herramientas a los niños a través de la escuela, la educación sexual tiene relación. Doctor Baños, usted en la sesión anterior habló de darles autonomía a los niños para el proyecto de vida. Una niña de diez años que ha sido violada y quedó embarazada, ¿Cómo es su proyecto de vida en realidad? Pregunto para hacerme una idea de cuál es el enfoque de protección de los niños en tales situaciones”.

En su momento de réplica, Gerardi aseveró que “no hay una sola manera de garantizar la implementación de políticas públicas, pero sí hay una sola manera de garantizar su existencia y es con financiamiento en el presupuesto nacional. ¿De qué manera piensan que pueden implementar una política pública de atención y de distribución de recursos económicos para atención de violencia doméstica con cero presupuesto para el 2025? Al mismo tiempo, este presupuesto contiene una enorme cantidad de partidas dedicadas a exenciones tributarias y regímenes especiales como el régimen de minería”. También, contrapuso el cuestionamiento de Baños respecto al aumento de las denuncias a la Oficina de Violencia Doméstica: “Claro que aumentó a lo largo de los años la cantidad de consultas recibidas, porque aumentó el conocimiento y la percepción social de las mujeres, en particular de que hay algo que está mal en las formas de violencia que vivimos y que hay lugares donde podemos recurrir. Eso habla bien de la existencia de una política de conocimiento y difusión de derechos y de conocimiento y existencia de los lugares a los que se puede recurrir para conocer si aumenta o disminuye la incidencia de la violencia en el país”. 

Estela de Carlotto: “Vengo a pedir su ayuda”

Tres audiencias ante la CIDH que cuestionaron las políticas de Milei sobre mujeres, derechos humanos y economía popular

Estela Carlotto (Abuelas) junto a Taty Almeida (Madres Línea Fundadora) y, a su derecha, Carlos Pisoni, de H.I.J.O.S.

El auditorio de la Casa por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo, en el Espacio por la Memoria Ex ESMA, estuvo repleto de movimientos sociales, organizaciones religiosas, sindicatos, universidades, equipos de investigación, organizaciones feministas, clubes y redes de comunicación comunitaria que acompañaron a los organismos de derechos humanos.

En conexión por videoconferencia expusieron sus opiniones Estela de Carlotto por Abuelas, Taty Almeida por Madres y Carlos Pisoni por H.I.J.O.S. De forma presencial en Washington, participó una comitiva de los organismos integrada por Paula Litvachky, directora ejecutiva del CELS; la nieta restituida Claudia Poblete, Carolina Vilella, integrante del equipo jurídico Abuelas de Plaza de Mayo; Verónica Torras, directora de Memoria Abierta, y el escritor Martín Kohan. 

“Vinimos por primera vez a pedir su ayuda cuando en nuestro país nos cerraban todas las puertas y negaban las graves violaciones a los derechos humanos que estaban cometiendo. Desde ese entonces para nosotras y todos los organismos fue siempre fundamental y de gran importancia su acompañamiento. Ya con 94 años, vengo a pedir una vez más su ayuda ante todos los retrocesos que se viven en la Argentina en materia de derechos humanos y el Proceso histórico de Memoria, Verdad y Justicia. Todavía buscamos a 300 hombres y mujeres que hoy son padres y madres, por lo que también nos encontramos buscando a nuestros bisnietos”, expresó Estela de Carlotto como peticionante.

Durante la audiencia los organismos de derechos humanos expusieron el retroceso en las políticas públicas de memoria restaurativa. Explicaron cómo desde diciembre de 2023 el Poder Ejecutivo concretó sus promesas de campaña en la destrucción simbólica y material de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, de Reparación y No Repetición. A través del desfinanciamiento del Banco Nacional de Datos Genéticos y de las recompensas para la búsqueda de prófugos de delitos de lesa humanidad, el cierre de líneas de trabajo en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI) para la búsqueda de los nietos apropiados y del Equipo de Relevamiento y Análisis documental del Ministerio de Defensa orientado a la apertura de los archivos. En paralelo avanzó con despidos masivos de trabajadores, vaciamiento de instituciones y la puesta en venta de sitios de memoria. 

El secretario de Asuntos Internacionales de la Defensa del Ministerio de Defensa, Juan Battaleme, volvió a justificar el ajuste por “la necesidad de optimizar recursos” frente a la crisis económica. A los trabajadores de los organismos de derechos humanos los acusó de que “actuaban como vengadores”, al Ente Público Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos (ex ESMA) y sus representantes los definió como un “ente opaco e inorgánico que funcionaban sin un superior jerárquico que imponga los criterios de actuación” y que “la arbitrariedad en esta dependencia era moneda corriente”. Battaleme expresó la posición del Gobierno en relación a la apertura de los archivos de integrantes de las fuerzas armadas para identificar su participación en el terrorismo de Estado: “No podemos permitir bajo ninguna circunstancia indagaciones generales o excursiones de pesca. Quiero recordar que toda la información de los legajos personales de militares se encuentran clasificados como secreto militar”. 

En el cierre de su exposición, Battaleme quiso dejar un mensaje: “La lucha por la justicia es para nosotros un compromiso con todos los argentinos, no debe ni puede transformarse en un terreno de venganza o abuso de poder. Avancemos juntos en la búsqueda de un futuro donde la justicia sea para todos y la memoria completa una base sólida de libertad”, aclaró el funcionario con sentimientos de “profundo deber y convicción”. Por su parte, Alberto Baños, reafirmó esta posición del gobierno de Milei: “El problema aquí es que se consideran dueños del relato. Hablan de negacionismo y que se abandona la política de memoria. Pero la memoria es para todas las víctimas. Sin excusas ni banderas. Por las señoras que hoy participaron en el video uno no puede tener sino empatía por la situación que han vivido y siguen viviendo. Pero eso no las puede convertir en directoras de las políticas públicas a más de 40 años de perpetrados los hechos. Nosotros seguimos respetando la memoria de quienes hayan perdido sus vidas y hayan sido víctimas. Pero también el Gobierno está respetando la memoria de aquellos que hayan sido víctimas del accionar terrorista. Hablan de negacionismo pero en realidad pretenden dirigir las políticas públicas en materia de derechos humanos de las que el Estado hace honra y no cede ante las presiones ideológicas”. 

La indignación en el auditorio de Abuelas pesaba en el aire. Estela y Taty negaban con la cabeza, se agarraban la mano, resoplaban por el desagrado de escuchar a los funcionarios argentinos hablar de esa manera ante un organismo internacional de derechos humanos. Los participantes aguantaron las ganas de chiflar y putear. Cuando terminó la audiencia, pudieron descargar: “¡30 mil detenidos desaparecidos presentes, ahora y siempre!”, gritaron entre abrazos y dedos en V en alto, con la convicción de no bajar jamás los brazos. 

El representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Arif Bulkan, transmitió por videollamada la opinión de la ONU respecto a la Argentina: “La Oficina que represento comparte las preocupaciones de diversos actores sobre el cambio de narrativa de políticas y de institucionalidad en torno al proceso de memoria, verdad y justicia desde la recuperación de la democracia argentina”. Bulkan reconoció el esfuerzo del Estado y de la sociedad “por enfrentarse al legado de las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura cívico militar”. Destacó el trabajo de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, puso en valor los museos y sitios de memoria, en particular la Ex ESMA como Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Arif Bulkan fue categórico en remarcar que la situación económica no puede ser motivo de regresiones en materia de derechos humanos: “La existencia de una crisis económica no debería significar la limitación de recursos humanos y financieros para ciertas áreas de crucial importancia para los procesos de justicia transicional y reconciliación, como lo son las entidades dedicadas al esclarecimiento de crímenes de lesa humanidad durante la dictadura. La oficina expresa su preocupación por los riesgos que esto podría implicar para la garantía de los derechos a la verdad, justicia y reparación y garantías de no repetición”. 

Además, expresó que en el Alto Comisionado de la ONU “preocupa la retórica de algunas autoridades que parecerían banalizar o relativizar los crímenes de la dictadura y cuestionar el proceso de juzgamiento de los responsables, lo que tiene un impacto real victimizante en las víctimas de la dictadura y además afecta al derecho a la memoria ante la sociedad en su conjunto. La Oficina quisiera alertar a la Comisión que todos estos cambios podrían contribuir a debilitar el proceso de justicia transicional que fue y es tan importante para nuestra región y al mundo”.

Taty Almeida valoró la postura de los organismos internacionales: Las mentiras que hemos escuchado por parte del Gobierno es lamentable, pero fue muy buena la postura de la ONU y de la CIDH. Los invitamos a que nuevamente vengan para que comprueben personalmente que todo lo que se ha denunciado es la verdad”. Por su parte, Miguel “Tano” Santucho, hijo de desaparecidos y parte del directorio de Abuelas, también expresó a lavaca sentir vergüenza de los funcionarios argentinos: “Una vez más hablaron de revanchismo y de organismos militantes, que lo somos, de una justicia y una verdad histórica que estamos reconstruyendo. Los que niegan toda la información son justamente el Estado Nacional y en particular las Fuerzas Armadas. Ellos saben perfectamente dónde están los 300 hombres y mujeres que estamos buscando. Desde que perpetraron los crímenes de lesa humanidad nunca permitieron acceder ni dieron ninguna información. Y ahora, en una tribuna tan importante como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, nos injurian de esta manera”.

Uno de los comisionados habló de la reconciliación en relación a la justicia transicional, un tema sensible en la lucha por el esclarecimiento de los crímenes de la última dictadura, que fue utilizado para instalar la teoría de los dos demonios y evitar el juzgamiento de los responsables. “Desde los 90 que vengo escuchando la palabra reconciliación -siguió Santucho- y yo siempre dije que la reconciliación es posible en la medida que se pueda hacer justicia, que se puedan hablar, que se puedan aclarar los casos que pasaron, que se puedan recuperar los nietos. Pero no hay ningún tipo de colaboración de parte de los perpetradores del terrorismo de Estado, que no hay ninguna persona que haya abierto los archivos o la información. Es muy difícil plantear una reconciliación porque todavía nos falta mucho por reconstruir y mucha justicia por obtener. Mi postura particular es que cuando tengamos justicia y encontremos los 300 nietos, nos sentaremos a hablar de reconciliación”.

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Rosario y el asesinato de “Pillín” Bracamonte: las hipótesis, la pelea entre bandas y un corte de luz antes de las balas

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Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

En el atentado número 30 contra su vida, Andrés “Pillín” Bracamonte –líder de la barra brava de Rosario Central desde hace al menos 25 años– fue asesinado a balazos este sábado junto a su segundo, Daniel “Rana” Atardo. Ocurrió en el marco de un partido de Central contra San Lorenzo. Hubo una posible zona liberada, luces cortadas en la zona, y un crimen que se veía venir pese a la aparente calma de la violencia en Rosario en los últimos meses. Publicamos aquí las crónicas del medio cooperativo rosarino El Ciudadano, que dan cuenta del hecho, las primeras hipótesis, un perfil de Bracamonte y el contexto. Todo puede seguirse además en El Ciudadano (elciudadanoweb.com). Y agregamos una reflexión del periodista y diputado Carlos del Frade quien anticipa que estos asesinatos tendrán igual o mayores efectos que todo lo que ocurrió tras el crimen del “Pájaro” Cantero.  

La muerte de Pillín: las hipótesis detrás del crimen que agita la pelea entre bandas y un sugestivo corte de luz antes de las balas

Quizás por haber sido víctima de 29 ataques a balazos, estaba regalado en una calle donde tampoco le llamo la atención que la luz estuviera cortada antes de que lo asesinaran. Por El Ciudadano (elciudadanoweb.com).

Con 29 ataques a balazos en el lomo, Andrés Bracamonte, único barrabrava capaz de sostenerse 25 años en el paravalancha canalla sabía que lo querían matar. Desde antes del último ataque, en agosto pasado, tenía esa certeza. Pero igual estaba regalado en la esquina de Avellaneda y Reconquista, con la luz cortada, sin sospechar lo que vendría. Algunos aseguran que contaba dinero de la recaudación.

El asesinato de Samuel Medina, el Gordo Samu, yerno del Guille Cantero abrió una serie de hipótesis que hoy desembocan en la muerte de Pillín. Una daba cuenta de una pelea entre Los Monos y Bracamonte que sus allegados desmienten. El Gordo Samu era allegado a Pillín, viajaban juntos y su muerte está orientada hacia una banda de un barrio periférico manejada desde Buenos Aires que la fiscalía tenía entre manos, según allegados a la investigación. Uno de los integrantes de esa banda fue golpeado personalmente por Pillín, algo que en la jerga se considera una especie de humillación.  Pillín lo sabía, pero llama la atención que estuviera tan regalado en la esquina de Reconquista y Avellaneda. También llama la atención que un rato antes del ataque a balazos cortaran la luz de la calle en el marco de un partido de Central. Lo mataron a oscuras; a él y a su sucesor. Una versión da cuenta de que la pelea con el grupo del barrio periférico fue para evitar comercialización de sustancias en la cancha: Pillín no quería la Federal encima de ellos.

Rosario y el asesinato de “Pillín” Bracamonte: las hipótesis, la pelea entre bandas y un corte de luz antes de las balas

La escena del crimen, en las afueras del estadio de Rosario Central.

La banda señalada, que ya fue allanada, está vinculada directamente con una banda contraria a Los Monos. Si esta hipótesis se confirma habrá dos sectores en disputa, por un lado las dos grandes bandas que operan en Rosario y por otro lado la sucesión del paravalancha.

El perfil de un duro: a Pillín lo habían intentado matar 29 veces en los 25 años que estuvo al frente de la barra de Central

Andrés Bracamonte estuvo al frente de la barra canaya desde fines de siglo pasado, cuando era uno de los 7 jefes de fracciones internas y se quedó con todo. Desde entonces hubo plomos contra él: lo hirieron, lo rozaron, pero logró reponerse una y otra vez. Esta vez no pudo. Por El Ciudadano (elciudadanoweb.com).

Rosario y el asesinato de “Pillín” Bracamonte: las hipótesis, la pelea entre bandas y un corte de luz antes de las balas

—¿Es verdad que a Pillín lo balearon 29 veces?

—Sí, de locos, pero sí. Espero que podamos festejar las 30 con él sentado a mi lado.

Así confirmaba el número de gambetas a la muerte que llevaba Andrés Bracamonte un amigo que había ido a acompañar al hospital donde lo revisaban por heridas menores y roces de bala. Era el sábado 10 de agosto y Rosario Central acababa de vencer 1 a 0 en el Gigante de Arroyito a su archirrival Newell’s Old Boys. Y en medio de un torrente de personas a pie que caminaban por los bordes del parque Alem iba Pillin en su auto, despacio, junto a su pareja, y en avenida de los Trabajadores y José María Drago rociaron a ambos a balazos.

No habían ido a ver el partido, Pillín tenía restricción para entrar.

Según contaron testigos, un motociclista se acercó al auto y disparó ocho veces. Escapó. El entorno del jefe de la barra reaccionó rápido, pero no logró dar con el tirador. A Pillín una bala le entró en la espalda; también salió. No afectó ningún órgano, dijeron después en el hospital. A su pareja las balas le dieron en la zona costal derecha y en el codo derecho. También la atendieron sin que su vida estuviera en riesgo.

Pillín un cuarto de siglo al frente de la barra de Central. Había llegado a la cima antes del año 2000: era 1999 cuando quedó como jefe indiscutible de todas las fracciones. Y en los 25 años que se mantuvo fue acusado, condenado, detenido, liberado y baleado 29 veces.

De esos ataques, hay pocos registros en las crónicas policiales. Pero en el entorno del mandamás los tienen contados.

En julio de 2002, Pillín atacado por un desconocido que logró impactarle tres balas en el cuerpo. Fue en la puerta de un gimnasio ubicado en Ovidio Lagos al 1000. Pillín estaba en la puerta y vio a un desconocido cruzar la calle. Ese hombre extrajo un arma y le efectuó cuatro disparos, tras lo cual escapó a la carrera hacia la esquina donde al parecer lo aguardaba un auto.

Pillín recibió tres impactos de bala, dos en cada brazo y un tercero en la pierna derecha; el tirador falló el cuarto, que tenía como destino la otra pierna. Un balazo le provocó una fractura y el que recibió en el otro brazo le cortó una vena, lo que le produjo una importante pérdida de sangre.

En 2006 fue baleado por desconocidos en la puerta de su casa donde vivía entonces, en la zona norte. Recibió cuatro balazos: uno en el abdomen con orificio de salida, uno en cada pierna y otro en un tobillo. Rápidamente recibió el alta.

En febrero de este año, desconocidos balearon el frente de Los Álamos Club de Campo, el country de Ybarlucea donde vivía actualmente. Dejaron una nota amenazante contra el líder de la pesada.

Mediático

Pillín no pudo entrar a la cancha desde 2018. Antes del partido que Central disputó ante Talleres por la Copa Argentina, Bracamonte fue detenido mientras repartía entradas de protocolo, destinadas a dirigentes, en las inmediaciones del estadio de Lanús, donde se disputó el partido. Sólo quedó unas horas demorado. Pero la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) dispuso su prohibición de ingreso a los estadios.

En junio de 2010 fue uno de los diez barrabravas argentinos que no pudieron ingresar a Sudáfrica y fue deportado a la Argentina. Bracamonte, quien tenía tres causas judiciales en trámite, había sido autorizado por la Justicia local a salir del país.

Tres años antes el programa Crónicas Extremas del canal América filmó desde adentro a Los Guerreros, la barra canalla, con Pillín como estrella principal. Eso incluyó una visita a La Carpita, que el capo de la pesada también administra.

Causas judiciales

En diciembre pasado, Pillín pasó una semana preso, pero recuperó la libertad antes de la Navidad. Fue por una causa que involucra a un dirigente de la Uocra local por asociación ilícita, pero finalmente logró que sólo pesara sobre él una causa por extorsión.

Esa causa contra el gremio de albañiles reflotó un caso por lavado de activos que pesaba sobre Bracamonte, a raíz de la incautación de un cheque por el pase de un futbolista en su vivienda de Ybarlucea. Tras la imputación cuatro años atrás la causa quedó congelada, pero en diciembre la Justicia local decidió pasarla al fuero federal. Ante la apelación, la Cámara definió, finalmente, que la causa debía seguir bajo la órbita provincial.

Parecía intocable desde cualquier arista. Pero la suerte, si de tal cosa se trataba, esta vez le falló.

Rosario y el asesinato de “Pillín” Bracamonte: las hipótesis, la pelea entre bandas y un corte de luz antes de las balas

Daniel “Rana” Atardo, segundo de Pillín. Ambos asesinados ayer en Rosario.

Vienen días bravos

Este es el texto que escribió y distribuyó el periodista y diputado provincial santafesino Carlos del Frade, que este domingo a las 21 organizará un vivo en su Instagram @defradecarlos sobre las causas y consecuencias del asesinato de Pillín.

Por Carlos Del Frade

El asesinato del Pillín corta en dos la historia del presente criminal en Rosario.

Tendrá la misma o una mayor profundidad de lo que sucedió después del asesinato del Pájaro Cantero.

Era el único jefe de una barrabrava de primera división que permaneció por treinta años liderando esos negocios que surgen desde la cancha chica del fútbol y se expanden en la cancha grande de la realidad.

Más allá de las primeras informaciones, es claro que los últimos tres atentados contra él y su gente en los partidos de Central como local exhibían una voluntad manifiesta de matarlo.

Vienen días bravos en la ex ciudad obrera.

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Portada

Hasta siempre, Mirta

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Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Lo dijo con una sonrisa, amorosa, y con la mirada encendida, directo a los ojos: “El miedo es para los cobardes”. Fue un jueves de puro sol, cuando le preguntamos si tenía miedo en este contexto, antes de comenzar una nueva ronda que justo ella, con otras trece madres, fundó el 30 de abril de 1977, cuando buscaban con desesperación a sus hijos e hijas.

Mirta Acuña de Baravalle buscaba, además, a un nieto o nieta: su hija Ana María, a quien secuestraron el 26 de agosto de 1976 junto a su compañero Julio César Galizzi, estaba embarazada. Mirta murió este viernes sin saber qué pasó con ellos.

Su despedida será de 16 a 19 en el hall del Municipio de San Martín, el partido donde ella vivía, donde jugaba al scrabble sin cansarse, y donde seguía todos los jueves las rondas de Madres Línea Fundadora por las transmisiones de medios comunitarios, mandando saludos en vivo y recordatorios que una hermana leía sobre otras personas desaparecidas.

Tenía 99 años, la mirada encendida y la sonrisa amorosa, para indicarle a nuevas generaciones que la lucha sigue.

Gracias, Mirta.

Presente, ¡ahora y siempre!

Hasta siempre, Mirta

Mirta en las marchas masivas del 24 de Marzo, marchando por la memoria, la verdad y la justicia junto a sus compañeras de Madres Líneas Fundadora. Foto Lina Etchesuri para lavaca

24 de Marzo de 2017. Mirta acompañada por Victoria Moyano, nieta recuperada. Foto Lina Etchesuri para lavaca

Hasta siempre, Mirta

Esta foto fue tomada el 29 de febrero de este año y fue el último jueves de ronda donde estuvieron las tres Madres Líneas Fundadora juntas: Nora Cortiñas (fallecida el 30 de mayo), Mirta Baravalle (en el centro) y Elia Espen. Consultada sobre si tenía miedo en un contexto de discursos de odio y negacionistas, Mirta respondió a Lavaca con una sonrisa: “El miedo es para los cobardes”. Foto Lina Etchesuri para lavaca

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