Sigamos en contacto

Nota

Desde Misiones: la policía negoció, pero la provincia sigue en conflicto con los docentes a la cabeza

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Contra todo lo que venían diciendo sus voceros, la policía levantó la huelga tras un aumento de $15.521 (2kg de carne). Las y los docentes, en cambio, marcharon ayer a la Legislatura de la capital misionera y continúan un acampe para reclamar por mejores condiciones salariales y de vida. Hoy convocan a una gran Jornada Provincial por la Dignidad de Misiones en todas las localidades del país. Para muchos medios, si no es policial, no hay conflicto.

Desde Posadas, relatos en primera persona: las cuentas que no cierran; los agujeros que la propia comunidad venía tapando desde hace años (“No podemos comprar comida para la escuela, porque ya no podemos comprar ni para la olla propia”); la actitud política local y nacional frente a la pobreza; el feudalismo; la escasa cantidad y mala calidad de alimentos que reciben las y los chicos. Una imagen de lo que pasa: “Damos un mate cocido y una galleta; y como las galletas nunca alcanzan, las partimos mínimo en dos: entera no la podemos dar nunca”.

Crónica de otro día movido en Misiones, donde se ve un reflejo de la decadencia política, el deterioro social y la organización como única salida frente a una crisis profunda.

Por Francisco Pandolfi desde Misiones. Fotos de Lina Etchesuri.

Esta crónica no arranca en Posadas, ni en la frontera imaginaria en que Corrientes le deja paso a Misiones viajando por la ruta 14 desde el sur hacia el norte. Esta crónica empieza en el micro semi-cama que sale del barrio porteño de Retiro: Hugo Alegre, un trabajador de la seguridad privada, está sentado en uno de los últimos asientos. Quizá sea por su vozarrón, o porque tiene bronca o quizá un poco y un poco, pero a Hugo se lo escucha desde todo el bondi: dirá que sus compañeros están cobrando salarios “como en África”, y que ese salario “es de 200 mil pesos” y que en Buenos Aires un trabajo similar “se paga cuatro veces más: 800 mil”.

Al ratito nomás, le cuenta a lavaca que está viajando a la capital misionera para apoyar a sus compañeros del gremio de vigilancia privada 17 de Octubre


Desde Misiones: la policía negoció, pero la provincia sigue en conflicto con los docentes a la cabeza

Fotos Lina M. Etchesuri para lavaca


Horas después, ya en plena madrugada del miércoles, la Policía que acampaba desde hacía más de una semana a metros de las y los maestros levanta la protesta. Es la misma policía que había prometido no abandonar la protesta hasta que el incremento de sus salarios fuera del 100%; que iba a luchar en conjunto con el cuerpo docente; y cuyo vocero Ramón Amarilla había afirmado –con llamativa seguridad– que si el gobierno no daba una respuesta a lo exigido la situación se iba “a agravar” y que además se quedarían “hasta las últimas consecuencias”. Según consta en el acta firmada esa policía acordó un aumento de $15.521, además de la amnistía para que los efectivos protestantes (ahora ex-manifestantes) no sean sumariados.

Con esta módica suba (que representan aproximadamente dos kilos de asado), el sueldo inicial de un agente llegará a los $620 mil.

Hugo se entera del pacto Policía–Gobierno justo antes de bajarse en Posadas y de cómo la fuerza de seguridad festejó el acuerdo. Se escucha su vozarrón: “Seguimos aplaudiendo a nuestros verdugos, que nos hacen vivir en condiciones de esclavitud”.

Fotos Lina M. Etchesuri para lavaca

Cómo se vive en un feudo

A lavaca la recibe el miércoles a la mañana una nueva marcha docente, esta vez dirigida hacia la Legislatura provincial. Es la enésima movilización si se tiene en cuenta no sólo a las últimas semanas, sino a un reclamo salarial que lleva años. Y cuando se dice años no es una tergiversación ni una exageración: son años de sueldos por el subsuelo. “Estamos así porque hay una política de hace 20 años del Frente Renovador (de la Concordia Social) que agravó Milei en la última etapa y que terminó de quitarnos derechos y salarios, de robarnos los sueños”, relata Mónica Gurina, docente desde hace 31 años y secretaria general de la CTA Autónoma de Misiones. “Este es un proceso provincial y nacional que nos deja en la indigencia y en la pobreza. Lo que hizo la Policía nos abrió el cerco mediático, porque nadie sabía que nosotros hicimos paro 70 días el año pasado; nadie se enteró tampoco que no hubo clases a principio de este año con paros de 24 y 48 horas, además de cortes de ruta y toma de ministerios. La Policía posibilitó que los medios vinieran acá y le cuenten al país que esta hermosa provincia de las Cataratas, del Moconá, de la selva, tiene gente empobrecida”, cierra Gurina.

Una de las que camina hacia la Cámara de Representantes es Carmen Torres. Pese a que sugiere dialogar con su hermana Susana (ambas maestras), porque ella “habla mejor”, se anima a hablar: «Hace años que venimos mal, aunque todo empeoró sin paritarias provinciales y con los tarifazos del gobierno nacional. Tenemos sueldos de indigencia, sí, y una fuerza y una unión impresionante».

Susana, como su hermana, es docente de la escuela 729 de Posadas, en el empobrecido barrio Yaciretá. Está llevando una enorme bandera celeste y blanca. No lo hace sola. Un telón de casi una cuadra de largo, sostenido en caravana, con firmeza, por cientos de personas en guardapolvo tapados por el frío de un otoño autopercibido invierno. “Nosotros también tenemos la culpa”. Susana hace una pausa incómoda. Luego invita a pensar: “Fuimos responsables de haber tapado el agujero que dejaban los gobiernos, arreglando nosotros mismos los techos, los vidrios; no tenemos ni libretas y entonces vamos y las compramos. Hace años que esto es así, lo que cambió es que ahora ya no nos alcanza ni para sostener nuestras casas. No podemos comprar comida para la escuela, porque ya no podemos comprar ni para la olla propia. Estamos en la lona y viviendo en un feudo”.

Fotos Lina M. Etchesuri para lavaca

El diámetro de la galletita

Durante toda la movilización hay un ruido ensordecedor: se multiplican los bocinazos de los autos que apoyan la marcha, así como los propios instrumentos que llevan los docentes para seguir despabilando a quien todavía no la vio.

Leandro Sánchez es docente de la escuela 608 de Puerto Panambí, lindante a la frontera con Brasil. Enmarca el contexto que va más allá de la lucha salarial, punto central del conflicto actual: “Hay tres ejes que generan que se haga inviable la vida. Además de lo salarial, por un lado hay obras edilicias en las escuelas paradas desde noviembre pasado. Por el otro, es gravísimo lo que sucede con la comida”.

–¿Qué sucede?

–Para garantizar el desayuno y el almuerzo, el gobierno provincial le da a cada escuela 220 pesos por día por alumno.

Marta y Claudia, maestras en un colegio del municipio de Garupá, a las afueras de Posadas, confiesan que están cansadas, que llevan a cuestas un desgaste emocional. Más datos sobre la mala alimentación: “Para hacer una copa de leche nos dan 100 pesos por día por chico. ¿Qué hacemos con esa plata? Nada”. Entonces hacen por demás: “Rifas, pastelitos, o lo que haga falta para juntar la plata y aunque sea puedan desayunar”.

Viviana, también maestra en Garupá, describe en una ronda en donde todos los ojos se angustian porque no naturalizan lo que pasa y lo que pesa: “Damos un mate cocido y una galleta; y como las galletas nunca alcanzan, las partimos mínimo en dos. Entera no la podemos dar nunca”. ¿Son muy grandes? “No, ponele 7 centímetros de diámetro”. Agrega: “Muchos días no damos el almuerzo porque no hay; y cuando sí, el alimento no varía y menos que menos es nutritivo”.

Fotos Lina M. Etchesuri para lavaca

Señor de las tres décadas

Al llegar a la casa legislativa, la multitud empieza a gritarle directo a Carlos Rovira, quien maneja los hilos políticos de la provincia desde hace casi 30 años. Fue intendente de Posadas entre 1995 y 1999; gobernador de Misiones de 1999 a 2007 y desde ese año hasta hoy Presidente de la Cámara de Representantes del distrito que lo vio nacer como pichón y delfín de Ramón Puerta.

Rovira impulsó el Partido Renovador de la Concordia Social, un espacio que logró la rara avis de atraer a peronistas y radicales, y que en general siempre se mantuvo cercano al gobierno nacional de turno. El vínculo con la gestión actual no es la excepción. Este frente gobierna ininterrumpidamente la provincia desde 2003, con una nómina no tan variada: el segundo mandato del propio Rovira; dos periodos de Maurice Closs; Passalacqua; Herrera-Ahuad, y de nuevo Passalacqua, mandatario actual y familiar de Rovira, al estar casado con su prima hermana.

(Los pedidos de entrevista al gobernador provincial así como al vocero policial no fueron respondidos).

Desde la puerta del recinto, los docentes gritan hacia arriba: “Tiene miedo, Rovira tiene miedo”, apuntan las gargantas a quien consideran el máximo responsable de los salarios miserables. Son los mismos gremios docentes que el 25 de mayo pasado, y por primera vez en la historia, movilizaron directamente a la casa del “señor feudal”, como lo llaman.

A través del megáfono, exigen a los diputados que les permitan ingresar a la reunión de la comisión de educación. “No está en el plan de la labor del día”, argumentan los legisladores que se niegan a recibirlos. La respuesta no tarda en llegar, en forma de canción: “Somos docentes, no somos delincuentes”.

Desde Misiones: la policía negoció, pero la provincia sigue en conflicto con los docentes a la cabeza

Fotos Lina M. Etchesuri para lavaca

Entre ranchos y letrinas

El gobierno provincial asegura que no tiene más plata, en sintonía con el combo motosierra y licuadora del gobierno nacional. Existe la promesa de que el sábado los reciba el Consejo General de Educación en la localidad de Eldorado. “Veremos si se da finalmente. Sabemos bien cómo se maneja el gobierno provincial y también que nosotros estamos dispuestos a la radicalización de la protesta, así que deberán bancarse las consecuencias. La bronca de la gente viene desde hace tiempo pidiendo mejores salarios. Esperemos que el diálogo se dé, y si no se dan los resultados que queremos, el reclamo va a continuar”. ¿Alcanza con la suba salarial? “Deben arreglar las escuelas y activar las obras que faltan; además de construir nuevas escuelas”.

Estela Genesini es la secretaria general de la Unión de Docentes Nueva Argentina de Misiones (UDNAM). Plantea un contexto intolerable: “Esta provincia se cae a pedazos; hay escuelas donde llueve más adentro que afuera, hay paredes electrocutadas; no hay agua potable, no existen cloacas; colegios donde sigue habiendo letrinas, ranchos con los pozos ciegos a cielo abierto”.

Exequiel Ferreyra integra la Corriente Nacional Docente Conti-Santoro y es maestro rural en cinco colonias. Problematiza: “En la educación rural se agudiza la precarización, porque por un lado está el contexto social complejo y por el otro las distancias, que hace muy difícil la movilidad ya que los caminos son muy feos”. Profundiza: “En la ruralidad sucede una ficción educativa”. ¿Cómo es eso? “Hay muy poca alfabetización, los chicos están muy atravesados por el trabajo rural; suele pasar que en estas épocas muchos de los gurises van a la cosecha de la yerba y algunos, en septiembre, a la de mandioca, por lo cual la realidad es que esos chicos no están escolarizados”. Sigue: “Acá entra la deserción escolar en secundaria. El promedio en la provincia está entre el 50 y el 60%, mientras que en la ruralidad llega al 80, 83%”.

Introduce otra arista: “También es una ficción por la plata que se ahorra el Estado. Por un lado, el diseño curricular dicta que funcionamos con pluriaños, o sea grados acoplados. Primero, segundo y tercero, juntos; cuarto y quinto también; a esto se le suma la reducción de la carga horaria. A ese ahorro se le suma que todas las secundarias rurales de la provincia de Misiones funcionan en edificios prestados de escuelas primarias o edificios abandonados, con las ventanas y las puertas rotas. Muchas clases las damos en ranchos, que son casas avejentadas y de madera”.

El desaire de la política no tiene continuidad en la calle. Cuando la movilización regresa al campamento donde las y los docentes permanecen desde el 21 de mayo, la gente sale a los balcones a aplaudir, a sacudir pañuelos blancos. Una señora que supera los ochenta les dice una palabra que abarca un montón: “Gracias”.

Desde Misiones: la policía negoció, pero la provincia sigue en conflicto con los docentes a la cabeza

Fotos Lina M. Etchesuri para lavaca

Lo que no cierra

En el acampe emplazado en la calle Uruguay hay fogoneros y garrafas; carpas y gazebos; pasacalles, cartulinas, telas de todo tipo, tamaño, color y grosor, con lemas claros y concretos: “La docencia no se vende”, “Recomposición salarial, ya”, “Nuestra profesión: somos docentes; nuestro sueldo: somos indigentes”. En la esquina, el acampe del sector de Pediatría. A cinco cuadras, la vigilia del resto de las y los trabajadores sanitarios, en la puerta del Ministerio de Salud. En todo el país, cortes, piquetes, reclamos varios de yerbateros, desocupados y distintas organizaciones sociales. 

Explica Leandro Sánchez: “Hasta mayo, el mínimo de un maestro de grado inicial, sin antigüedad, era de 230 mil pesos; y 200 mil una bibliotecaria. A partir de junio, y sobre todo a partir de este plan de lucha, habrá un aumento del 34%. Aumento que la mayoría de los gremios no aceptamos, ya que exigimos el 100%. Hay profesores que tienen que dar clase en cuatro escuelas para intentar que les alcance la plata, pero ya están dejando el cargo que les queda más lejos porque es carísimo viajar”.

En poco más de un mes se cumplirán los 20 años de la inauguración en Misiones de la Central Hidroeléctrica Yacyretá-Apipé, construida en el alto del Río Paraná entre Argentina y Paraguay. Para llegar a aquel 7 de julio de 1994, antes aconteció el desarraigo de muchas familias y la pérdida de territorio para la construcción de la represa. Y antes, también, una promesa se sembró a viva voz: como la central transformaría energía hídrica en energía eléctrica, la población de la provincia iba a pagar más barata la luz. Pero eso nunca sucedió. Y con la quita de subsidios a las empresas y los tarifazos del gobierno de Javier Milei, la situación social se recrudeció. “En la provincia, el que menos paga de luz son 100 mil pesos. Hay una compañera que es el único sostén de su familia, tiene dos hijos y le vino 164 mil, es una locura”, dice Estela Genesini, docente de matemáticas desde hace 32 años.

Su compañera se llama Lilian Quevedo, es profesora de educación física y acaba de terminar de cocinar para todo el campamento. “De almuerzo hubo pastel de papas, pero como no alcanzó hubo que sumarle unos fideos”, desliza, sonriendo, hasta que recuerda la factura eléctrica y ya no le quedan ganas de reir. “Cuando vi la boleta, lo primero que leí fue 16 mil, jamás me hubiera imaginado que eran 164. Mi sueldo era de 500 mil y 200 me salía el alquiler. O sea, pagamos las consecuencias de tener a Yacyretá, con lo que significó en el pasado y las seguimos pagando ahora, ya que se multiplican los mosquitos, las plagas y pagamos la luz más cara que en cualquier provincia”.  

En ronda, hay nueve mujeres sentadas en reposeras. Son de diferentes escuelas y turnos, de diversas edades y gremios. Llueven cifras de la asfixia abrupta: “12 mil pagaba de luz y de repente me vinieron 100 mil”; “12 mil pagaba un tanque de combustible y ahora sale 60”; “De agua me vino 27 mil”; “El boleto sale 900 pesos”. De los números pasan a los cuerpos: “El gobierno dictaminó que para usar la SUBE ya no se usa la tarjeta sino solo la app. O sea, si no tenés celular tenés que pagar el doble. Hay dos hermanitos en la escuela que no tienen celular y que la mamá los está mandando sólo una vez por semana porque no puede pagar el boleto”.

Hay más Misiones: “En la escuela pública no existe gabinete psicológico. Si hay un chico con alguna discapacidad, no hay ninguna ayuda complementaria”. A contramano del tiempo, la temperatura de las palabras escalan: “No hay más margen. Estamos en una situación muy amarga, y el mate no tiene nada que ver”.

Fotos Lina M. Etchesuri para lavaca

Manos arriba

A las seis de la tarde, después de una obra de títeres, empieza la asamblea docente del día para resolver los pasos que vendrán. “¿Quién modera? ¿Quién toma nota? ¿Quiénes se anotan en la lista de oradores?”.

Luego de las ponencias, se define a mano alzada cada punto:

–“Se vota por unanimidad sostener el acampe por unanimidad”.

–“Se repudia el Encuentro por la Paz y la Libertad, que desde los resortes gubernamentales se convocó (para este jueves a las 16) en apoyo del oficialismo, como si nosotros fuéramos quienes vulneramos a la democracia”.

Antes de cerrar la asamblea, llega una resolución del Juzgado de Instrucción 6: la apertura de una causa penal “por daños” a una docena de referentes docentes, sindicales y autoconvocados, en la movilización del jueves pasado a la Legislatura.

Minutos después, agentes policiales aparecen en el acampe para notificar sobre la causa. Esa misma Policía que hasta hace pocas horas era aliada.

Alza la voz Estela: “Sabíamos que la Policía iba a arreglar y que el gobierno los iba a priorizar a ellos porque son quienes tienen las armas, un elemento de mayor presión. Para nosotros no cambia nada esa decisión: estamos acostumbrados porque luchamos en soledad toda la vida y así lo seguiremos haciendo, con nuestras propias armas: las tizas y los borradores”.

Ante la persecución judicial, se propone otra moción para profundizar la lucha:

–Se convoca a una gran Jornada Provincial por la Dignidad de Misiones, este jueves en todas las localidades del país.

Cientos de manos alzadas aprueban la iniciativa por unanimidad.

Con la docencia a la cabeza, el pueblo de Misiones sigue en asamblea permanente.

Desde Misiones: la policía negoció, pero la provincia sigue en conflicto con los docentes a la cabeza

Nota

Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los  libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?

El podcast completo:

Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

Seguir leyendo

Nota

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Otro miércoles de marcha al Congreso, y una encuesta: ¿cuál es el pronóstico para el domingo? Una pregunta que no solo apunta a lo electoral, sino a todo lo que rodea la política hoy, en medio de una economía que ahoga: la que come en el merendero; el que no puede comprar medicamentos; el que señala a Trump como responsable; la que lo lee en clave histórica; y los que aseguran que morirán luchando, aunque sean 4 gatos locos. Crónica y fotos al ritmo del marchódromo.

Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla

Fotos Juan Valeiro

El domingo son las elecciones legislativas nacionales pero también es fin de mes, y Sara marchó con un cartel que no necesitaba preguntas ni explicación: “Soy jubilada y como en un merendero”.

Tiene 63 años, es del barrio Esperanza –Merlo, oeste bonaerense–, y para changuear algo más junta botellas y cartón, porque algunos meses no le alcanza para medicamentos: “El domingo espero que el país mejore, porque todos estamos iguales: que la cosa cambie”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El miércoles de jubilados y jubiladas previo a las elecciones nacionales de medio término –se renuevan 127 diputados y 24 senadores– tuvo, al menos, tres rondas distintas, en una Plaza de los Dos Congresos cerrada exclusivamente para manifestantes. Nuevamente el vallado cruzó de punta a punta la plazoleta, y los alrededores estuvieron custodiados por policías de la Ciudad para que la movilización no se desparramara ni tampoco avanzara por Avenida de Mayo, sino que se quedara en el perímetro denominado “marchódromo”. Un grupo encaró, de todas formas, por Solís, sobrepasó un cordón policial y dobló por Alsina, y se metió de nuevo a la plaza por Virrey Cevallos, como una forma de mostrar rebeldía.

Unos minutos antes, un jubilado resultaba herido. Se trata de Ramón Contreras, uno de los rostros icónicos de los miércoles que llegó al Congreso cuando aún no estaba vallado después de la marcha por el recorte en discapacidad, y mientras estaba dando la ronda alrededor del Palacio un oficial lo empujó con tanta fuerza que cayó al suelo. “Me tiraron como un misil –contó a los medios–. Me tienen que operar. Tengo una fractura. Me duele mucho”. La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) presentó una denuncia penal por la agresión: “Contreras fue atacado sin razón y de manera imprevista”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

La violencia desmedida, otra vez, sobre los cuerpos más débiles y más ajustados por un Gobierno que medirá esa política nuevamente en las urnas. Jorge, de 69 años, dice que llega con la “billetera muerta”. Y Julio, a su lado, resume: “Necesito tener dos trabajos”.

Juan Manuel es uno de esos jubilados con presencia perfecta cada miércoles. Una presencia que ninguna semana pasa desapercibida. Por su humor y su creatividad. Tiene 61 años y cada movilización trae mínimo un cartel original, de esos que hacen reír para no llorar. Esta vez no sólo trae un cartel con una inscripción; viene acompañado de unas fotocopias donde se leen una debajo de la otra las 114 frases que creó como contraofensiva a la gestión oficialista.

La frase 115 es la de hoy: “Milei es el orificio por el que nos defeca Trump”. 

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Muestra la lista que arrancó previo a las elecciones de octubre de 2023. Sus primeras dos creaciones:

  1. “Que no te vendan gato por león”.
  2. “¿Salir de la grieta para tirarse al abismo?”. 

Y elige sus dos favoritas de una nómina que seguirá creciendo:

Sobre el veto al aumento de las jubilaciones: “Milei, paparulo, metete el veto en el culo”.

Sobre el desfinanciamiento de las universidades: “Milei: la UBA también tiene las facultades alteradas”.  

Juan Manuel le cuenta a lavaca lo que presagia para él después de las elecciones: “Se profundizará el desastre, sea porque pierda el gobierno o porque gane, de cualquier forma tienen la orden de hacer todo tipo de reformas. Como respuesta en la calle estamos siendo 4 gatos locos, algo que no me entra en la cabeza porque este es el peor gobierno de la historia”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después

Sobre el cierre de la marcha, en uno de los varios actos que se armaron en esta plaza, Virginia, de Jubilados Insurgentes y megáfono en mano, describió que la crisis que el país está atravesando no es nueva: “Estuvo Krieger Vassena con Onganía, Martínez de Hoz con la última dictadura, Cavallo con Menem, Macri con Caputo y Sturzenegger, que son los mismos que ahora están con este energúmeno”. La línea de tiempo que hiló Virginia ubica ministros de economía con dictaduras y gobiernos constitucionales en épocas distintas, con un detalle que a su criterio sigue permaneciendo impune: “La economía neoliberal”.

Allí radica la lucha de estos miércoles, dice. Su sostenibilidad. Porque el miércoles que viene, pase lo que pase, seguirán viniendo a la plaza para continuar marchando. “Estar presente es estar activo, lo que significa estar lúcido”, define.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Carlos Dawlowfki tiene 75 años y se convirtió en un emblema de esa lucidez luego de ser reprimido por la Policía a principio de marzo. Llevaba una camiseta del club Chacarita y en solidaridad con él, una semana después la mayoría de las hinchadas del fútbol argentino organizaron un masivo acompañamiento. Ese 12 de marzo fue, justamente, la tarde en que el gendarme Héctor Guerrero hirió con una granada de gas lacrimógeno lanzada con total ilegalidad al fotógrafo Pablo Grillo (todavía en rehabilitación) y el prefecto Sebastián Martínez le disparó y le sacó un ojo a Jonathan Navarro, quien al igual que Carlos también llevaba la remera de Chaca.

Carlos es parte de la organización de jubilados autoconvocados “Los 12 Apóstoles” y habla con lavaca: “Hoy fui a acompañar a las personas con discapacidad y me di cuenta el dolor que hay internamente. Una tristeza total. Y entendí por qué estamos acá, cada miércoles. Y sentí un orgullo grande por la constancia que llevamos”.

La gente lo reconoce y le pide sacarse fotos con él. “Estás muy solicitado hoy”, lo jode un amigo. Carlos se ríe, antes de ponerse serio: “Hay que aceptarlo, hoy somos una colonia. Pasé el 76 y el 2001, y nunca vi una cosa igual en cuanto a pérdida de soberanía”. De repente, le brota la esperanza: “Pero después del 26, volveremos a ser patria. Esperemos que el pueblo argentino tenga un poquito de memoria y recapacite. Lo único que pido es el bienestar para los pibes del Garrahan y con discapacidad. A mí me quedarán 3, 4, 5 años; tengo un infarto, un stent, así que lucho por mis nietos, por mis hijos, por ustedes”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Carlos hace crítica y también autocrítica. “Nosotros tenemos un país espectacular, pero nos equivocamos. Los mayores tenemos un poco de culpa sobre lo que ocurrió en las últimas elecciones: no asesoramos a nuestros nietos e hijos sobre lo que podía venir y finalmente llegó. Y en eso también tiene que ver la realidad económica. Antes nos juntábamos para comer los domingos, ahora ya no se puede. No le llegamos a la juventud, que votó a la derecha, a una persona que no está en sus cabales”.

Remata Carlos, antes de que le pidan una selfie: “Nosotros ya estamos jugados pero no rendidos. Estos viejos meados -como nos dicen- vamos a luchar hasta nuestra última gota. Y cuando pasen las elecciones, acá seguiremos estando: soñando lo mejor para nuestro país”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Seguir leyendo

Nota

La Ley del Cáncer: avanza un proyecto que permite fumigaciones con agrotóxicos a 10 metros de viviendas

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Una Ley Nacional que proviene del sector del agronegocio avanza en la Cámara de Diputados, impulsada por la UCR y la Coalición Cívica. Se trata de la norma que regula, entre otras cosas, la aplicación de agrotóxicos. El punto clave de este proyecto legislativo figura en el artículo 9, donde se establecen distancias mínimas para fumigar desde los 10 metros para aplicaciones terrestres y con drones, y 45 metros para aplicaciones aéreas. La primera reunión informativa contó solo con oradores promotores de la iniciativa y solo dos voces críticas; crónica de esa reunión y la opinión del médico Damián Verzeñassi, la enfermera del Garrahan Meche Méndez, el abogado Marcos Filardi y Sabrina Ortíz, vecina fumigada y abogada que acaba de presentar un escrito para convocar a audiencias públicas y foros de debate para evitar que se apruebe esta Ley que prioriza el negocio a la salud social y medioambiental. FRANCISCO PANDOLFI

Esta semana se presentó en la Cámara de Diputados el proyecto de ley nacional “de presupuestos mínimos de protección ambiental para la aplicación de productos fitosanitarios”. Es decir, de agrotóxicos.

El proyecto fue escrito por la Red de Buenas Prácticas Agrícolas, integrada por más de 80 instituciones públicas y privadas vinculadas con el agronegocio, y dentro del recinto encabezan la iniciativa los diputados Atilio Benedetti (UCR – Entre Ríos), presidente de la Comisión de Agricultura en la Cámara de Diputados, y Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica). La nueva norma ya cuenta con el acompañamiento de 32 legisladores, entre un abanico variopinto que engloba a La Libertad Avanza, Unión por la Patria, UCR, PRO, Coalición Cívica, Encuentro Federal, entre otros partidos. 

El punto clave de este proyecto legislativo figura en el artículo 9, donde se establecen distancias mínimas para fumigar desde los 10 metros para aplicaciones terrestres y con drones, y 45 metros para aplicaciones aéreas.

La Ley del Cáncer: avanza un proyecto que permite fumigaciones con agrotóxicos a 10 metros de viviendas
Atilio Benedetti, UCR-Entre Ríos, principal promotor del proyecto, expone en la reunión del pasado martes.

Exposiciones sin consenso

El martes pasado se llevó a cabo una primera reunión informativa en la cual las y los oradores sólo fueron personas, organismos y corporaciones a favor de la iniciativa.

En la comisión conjunta realizada entre Agricultura y Ganadería y Recursos Naturales y Conservación de Ambiente Humano hubo entidades gubernamentales, de productores, de ingenieros agrónomos, de acopiadores, de empresas de tecnología agropecuaria y ONG a favor de la ley. Maximiliano Ferraro expresó que “el proyecto no tiene una mirada sectorial”. Y que “nace de un diálogo. Un diálogo y consenso, que podemos ampliar”.

Sin embargo, se dijo, no hubo invitaciones a voces disonantes.

Las únicas dos ponencias que no se alinearon al lobby de la producción con plaguicidas fueron el diputado Juan Carlos Giordano (Izquierda Socialista – FIT Unidad) y su par Blanca Osuna (Unión por la Patria). Dijo Giordano: “Deben darle espacio a quienes estamos en contra de esta ley. Hay una lista de un montón de organizaciones que quieren venir a exponer las barbaridades que ocurren por el uso de agrotóxicos. Fumigar a 10 metros de ninguna manera puede ser una buena práctica agropecuaria”. Dijo Osuna: “Es indispensable escuchar voces de otros sectores, estamos en falta si no. Los expertos científicos deben estar acá, están ausentes en este proyecto. Primero debe estar la salud, luego la producción”.

La evidencia del modelo

Tras el encuentro del martes, distintos actores se manifestaron en contra del proyecto. Damián Verzeñassi es médico generalista y es el director del Instituto de Salud Socioambiental de la Universidad Nacional de Rosario, desde donde se hicieron desde 2010 a 2019 más de 40 campamentos sanitarios en diversos pueblos de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba para  relevar puerta a puerta la situación de la salud en localidades fumigadas. ¿Qué demostraron esos resultados? Que en las comunidades rurales se multiplicaban los trastornos endócrinos, los abortos espontáneos, las malformaciones y el cáncer. Opina Damián: “Si se aprueba esta ley permitiría que se fumigue a 10 metros con productos que pueden generar cáncer de mama, cáncer de tiroides, alteraciones endocrinas en las glándulas, disminución de la capacidad de nuestro sistema inmunológico de defendernos. Por ejemplo, el herbicida atrazina está prohibido en 37 países, pero en Argentina está autorizada. Este tipo de cosas avala la ley que quieren aprobar”.

Sin embargo, el diputado por la Libertad Avanza Pablo Ansaloni, que proviene de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) dijo en la reunión informativa: “Desde nuestra actividad, que la vengo ejerciendo durante 30 años, manipulamos el cereal y estamos en contacto todos los días con el fitosanitario. Podemos dar fe que no tenemos ningún enfermo”.

Meche Méndez es enfermera de Cuidados Paliativos del Hospital Garrahan y desde hace años viene dando una pelea (casi en soledad) para que exista una historia clínica ambiental que pueda demostrar la relación de los agrotóxicos con las enfermedades. Le dice a lavaca: “El sistema de salud sigue sin considerar el daño, en muchos casos irreparable, que los tóxicos utilizados desde hace décadas en el modelo extractivo están produciendo en el ambiente, los territorios y por ende en los cuerpos de quienes los habitamos, atendiendo los síntomas y/o la enfermedad una vez producida, pero sin asociarlo cómo posibles causa”.

Sobre el proyecto de ley, analiza Méndez: “Sólo puedo compartir mi absoluto rechazo. Ya está comprobadísimo por la ciencia sin conflicto de interés que la deriva (movimiento de plaguicidas en el aire) no tiene control, que los venenos enferman y matan. Necesitamos medidas aún más protectoras de las que tenemos actualmente y sobre todo dejar de usar esos tóxicos. Hago un llamado urgente a los profesionales de la salud, a las sociedades científicas supuestamente comprometidas con la salud y el ambiente a que se expidan y rechacen esta posibilidad criminal de echar venenos a 10 metros”. Remata: “Se sabe que produce cáncer, malformaciones, daños genéticos, un montón de enfermedades y síntomas. Esto no puede salir de la Cámara de Diputados”.

María Luisa Chomiak, de Chaco, es la única diputada de Unión por la Patria que acompañó con su firma este proyecto. Argumentó: “Lo suscribí porque se necesita tener esta discusión. Toda iniciativa es perfectible y no hay nada más importante que la salud. Si se prioriza esto, celebro que estemos discutiendo este tema”. Sin embargo, en el proyecto no figura que la reducción de las distancias va en sentido contrario al principio de «no regresión en materia ambiental» que establece la Ley General de Ambiente y tratados internacionales como el Acuerdo de Escazú. Ni tampoco informa las pruebas científicas ya demostradas sobre la consecuencia de los plaguicidas: desde los efectos letales del glifosato en embriones anfibios, constatado por el ex titular del Conicet Andrés Carrasco, hasta los estudios de Delia Aiassa en la Universidad de Río Cuarto sobre daño genético, que comprobaron el riesgo aumentado de contraer cáncer. A partir de estas investigaciones hubo fallos judiciales en distintos puntos del país prohibiendo las fumigaciones terrestres a menos de 1.095 metros y las aéreas a menos de 3.000.

Antecedentes que enferman

Una de esas localidades es Pergamino, al norte de la provincia de Buenos Aires. Allí vive Sabrina Ortiz, una de las tantas personas que se enfermó por agrotóxicos. Perdió un embarazo de casi 6 meses y tuvo dos ACV. Sabrina tiene una particularidad notable: como no encontraba abogados que la defendieran, estudió Derecho y se recibió. Fue amenazada; le mataron a su perro como amedrentamiento. Después de años de denuncias y estudios científicos, la Justicia federal confirmó que el 3 de diciembre de 2025 comenzará el juicio oral contra tres productores agroindustriales por delitos de contaminación ambiental, según la Ley de Residuos Peligrosos (N° 24.051). En la causa se documentaron daños a la salud vinculados a la exposición crónica a sustancias como glifosato, atrazina y clorpirifós. 

Sabrina, junto a varios colegas, acaba de presentar un escrito colectivo de abogadas y abogados de Pueblos Fumigados en donde solicitaron a las presidencias de las comisiones de Agricultura y Ganadería y de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados de la Nación que convoquen audiencias públicas, foros y videochats de debate antes de tratar el proyecto de ley.

Marco Filardi es abogado especialista en derechos humanos y temas ambientales y es parte de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la Facultad de Medicina de la UBA. Le dice a lavaca: “Esta norma manda un mensaje a todas las provincias de que este (10 metros fumigación terrestre y dron, y 45 metros aérea) es el estándar mínimo, el piso ambiental y eso no lo podemos aceptar. Gran parte de nuestra población está expuesta cotidiana, sistemática y estructuralmente a la aplicación de más de 7.000 formulados comerciales con autorización vigente por el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) en una cantidad de más o menos 500, 600 millones de litros de agrotóxicos al año. Tenemos el triste privilegio de ser el país que más agrotóxicos por persona y por año usa en el mundo y los resultados están en los cuerpos, están en los territorios”.

Desde los impulsores de la iniciativa no contactaron a científicos, ni profesionales de la salud, ni abogados, ni a ninguna de las organizaciones ambientales. Como por ejemplo la coordinadora “Por una vida sin agrotóxicos Basta es Basta”, de Entre Ríos, que se moviliza todos los martes desde 2018 frente a la Casa de Gobierno en Paraná. “La ley nacional es un ‘copy-paste’ de la que ya tenemos acá, aprobada a finales de 2024 y en la que habilitan fumigar a 5 metros de los cuerpos de agua, a 10 de las plantas urbanas y a 15 de las escuelas rurales. Ellos se amparan en las buenas prácticas agrícolas sin basarse en ninguna evidencia científica, a diferencia de todos los trabajos publicados en Argentina y en el mundo donde se demuestra el impacto que tiene el uso de los venenos sobre la salud y los ecosistemas, más allá de la dosis y la distancia. Lo que genera el daño es la presencia del veneno y si hay evidencia científica ya está: no hay más que hablar”.

La Ley del Cáncer: avanza un proyecto que permite fumigaciones con agrotóxicos a 10 metros de viviendas
Sabrina Ortíz presentó una iniciativa para frenar la Ley del Cáncer.
Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente. ©2025 Agencia lavaca.org. Riobamba 143, Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina - Editor responsable: Cooperativa de Trabajo Lavaca ltda. Número de propiedad intelectual: 50682265 - [email protected] | Tel.: +54 9 11 2632-0383

Vistas el día de hoy: 37.080