Nota
Lo que necesitás saber sobre el aborto
Este material es parte del cuadernillo de la UCO sobre el aborto. Está compuesto por materiales basados en el trabajo de diferentes colectivos feministas de Argentina y Bolivia que desde hace años están batallando incansablemente para lograr una ley que despenalice la interrupción voluntaria del embarazo. Agradecemos especialmente a Mujeres Creando, de Bolivia, y a Mujeres al Oeste, de Morón, provincia de Buenos Aires. También es un homenaje a nuestras maestras y referentes Dora Coledesky y Lohana Berkins. Trabajamos en su edición las siguientes integrantes de UCO: Lucía Aita, Anabella Arrascaeta, Bernardina Rosin, Verónica Heredia y Claudia Acuña.
¿Qué es el aborto?
El aborto es una decisión libre, soberana y legítima de una mujer para interrumpir un embarazo no deseado. Es decidir sobre nuestros cuerpos y sobre nuestras maternidades.
Pero no se puede hablar de la libertad de decidir sin analizar el contexto en el que se presentan los embarazos no deseados: al estar penalizado y criminalizado, el Estado no nos permite acceder a un aborto seguro y realizado en las condiciones adecuadas.
Es por esto que el contexto de cada mujer embarazada hace diferente la experiencia del aborto: no es lo mismo quedar embarazada siendo pobre, que siendo una mujer acomodada económicamente; no es lo mismo tener 14 años y quedar embarazada, que embarazarse a los 30; no es lo mismo quedar embarazada debido a una violación, que quedar embarazada porque te fallaron los anticonceptivos; no es lo mismo quedar embarazada cuando tenés el apoyo y la ayuda de seres queridos, que cuando estás sola; no es lo mismo quedar embarazada por primera vez que después de tener cinco hijos, por nombrar algunas diferencias.
Lamentablemente una mujer que no cuenta con los recursos económicos suficientes tiene menos posibilidades de exigir una atención médica que le brinde garantías para su salud.
Lo que buscamos las mujeres que estamos a favor de la despenalización del aborto es que cualquier mujer, sin importar su condición social, su religión, raza o edad, pueda realizarse un aborto sin poner en riesgo su vida.
Y el único aborto seguro y sin riesgo para la salud de las mujeres es el aborto legal.
Debe dejar en claro que nosotras no promovemos que las mujeres que quedan embarazadas aborten. Lo que defendemos fervientemente es que cada una de nosotras tiene el derecho legítimo de decidir sobre su cuerpo y sobre su maternidad.
Tal como están las cosas hoy, el aborto es una experiencia violenta por la clandestinidad en la que nos practicamos un aborto, por las leyes que nos penalizan, por la sociedad que nos juzga y condena y por una práctica médica que no prioriza la preocupación por nuestros cuerpos, nuestro placer y nuestra salud.
¿Cuáles son las razones para abortar?
Estas son algunas de las razones y motivos por las cuales las mujeres abortamos:
Porque no nos sentimos preparadas para ser madres.
Porque somos muy jóvenes.
Porque tenemos hijos y no queremos más.
Porque simplemente no lo deseamos.
Porque estamos cansadas de criar hijos, hijas.
Porque ya no podemos alimentar otro niño u otra niña.
Porque queremos trabajar.
Porque queremos estudiar.
Porque queremos realizar nuestros sueños.
Todo aborto decidido es un embarazo no deseado. No hubo ni habrá orden judicial que obligue a una mujer a no abortar. A lo que nos obliga hoy el Estado es a hacerlo en la clandestinidad.
¿Qué tipos de aborto hay?
Los abortos pueden ser espontáneos o voluntarios.
Espontáneo: Es el aborto repentino, no decidido ni deseado.
Voluntario: Es aquel embarazo que hemos decidido interrumpir.
¿Qué es el aborto voluntario?
Es aquel que cuanto menos tiempo de embarazo se tiene es más seguro realizar.
El primer dato de que algo que está pasando con nuestro cuerpo es el retraso de la menstruación. Además, el cuerpo se manifiesta con varios signos, algo muy común es que te duelan los senos o se te hinchen. Si sospechás que estás embarazada es importante que reacciones rápidamente y lo corrobores con:
Un test casero de farmacia.
Un análisis de orina.
Un análisis de sangre.
Una ecografía.
¿Cómo calcular el tiempo de embarazo?
Para conocer el tiempo que tenés de embarazo, tenés que contar desde el primer día de tu menstruación hasta el día en el cual te encontrás. Contás los días y los dividís por siete. El resultado es el número de semanas que tenés de embarazo. Si te salen decimales, redondéalos al número inmediatamente superior. Hacete una ecografía en caso de que hayas olvidado la fecha en que tuviste tu última menstruación. Te la podés hacer a partir del día diez de retraso, y asi también podrás saber el tiempo de embarazo que tenés. Podés pedir la orden para este exámen en cualquier servicio de ginecología.
¿Cuáles son los riesgos de abortar?
Cualquier forma de aborto tiene sus riesgos, pero la clandestinidad es el mayor y eso afecta mucho a cualquiera de sus métodos. No sólo porque no están controladas las condiciones de asepsia, sino por el estado en el que se encuentra una mujer al llegar a la situación de aborto: desesperada, sin contención médica, sin suficiente información, entre otros importantes factores que alteran y comprometen la práctica.
Tipos de aborto
Los métodos naturales
En el caso de los métodos naturales, creemos que es muy probable que hayan funcionado alguna vez o que alguna mujer maneje bien estos saberes, pero no han sido socializados y la información que circula es muy precaria. Consideramos que no existe el suficiente conocimiento para aplicar métodos naturales que sean efectivos.
El aborto quirúrgico
Implica una intervención quirúrgica. Existen diferentes métodos que ofrece hoy el mercado clandestino:
Aborto por aspiración: Se suele practicar hasta antes de las 7 semanas. Consiste en la succión, con una jeringa o bomba manual. No requiere previa dilatación y sólo insume unos cuantos minutos. Se puede aplicar este método hasta las 12 semanas con manipulación quirúrgica e induciendo la dilatación cervical.
Aborto por dilatación y raspado (legrado): Se suele realizar entre las semanas 6 y 14. Este procedimiento requiere, como su nombre lo dice, una previa dilatación del cuello uterino, para luego introducir un instrumento delgado y así extraer el tejido que está dentro del útero. Este método se usa también en caso de abortos espontáneos que no se hayan completado.
Aborto por dilatación y evacuación: Se suele realizar entre las semanas 13 y 17 de embarazo. Consiste en abrir el cuello uterino y vaciarlo mediante el uso de instrumentos quirúrgicos y succión.
Aborto por dilatación y extracción: Es una técnica que se suele usar para embarazos muy avanzados, entre las 17 y 24 semanas. Consiste en provocar o inducir un parto, aplicando una solución o fármacos abortivos.
El aborto farmacológico
Es el llamado “aborto con pastillas” o químico. La información que figura en la Guía de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de abortos sin riesgo y el Protocolo guía de Ministerio de Salud de la Nación sobre interrupción legal del embarazo describen que el aborto químico se realiza con dos drogas: el misoprostol más la misopristona. Sin embargo, la misopristona no está disponible en Argentina. Sí en otros países latinoamericanos. En Argentina, sólo se comercializa el misoprostol con la marca Oxaprox. La diferencia es que en esta presentación el misoprostol viene con diclofenac. Es decir, no es la pastilla que recomienda la OMS, que es la que tiene solo misoprostol.
¿En qué casos está contradindicado el aborto con pastillas?
No pueden abortar con pastillas las mujeres que:
Tienen presión alta.
Tienen problemas de coagulación.
Tienen alguna afección en el corazón.
Tuvieron un parto con cesárea en los últimos seis meses.
Tienen anemia.
Tienen colocado un dispositivo intrauterino, denominado también T de cobre o DIU.
Tienen un quiste o tumor no tratado.
Tienen placenta previa.
Tienen un embarazo ectópico.
Son alérgicas al diclofenac o al misoprostol.
¿Qué significa un aborto con pastillas?
Hay que conseguir las 12 pastillas que se necesitan para provocar el aborto. El grado de accesibilidad a las pastillas difiere de ciudad en ciudad; hay lugares donde es más difícil adquirirlas.
Hay que tener el tiempo suficiente para aplicarse el misoprostol.
Hay que estar tranquila y acompañada.
Hay que tener material esterilizado: guantes de látex, toallas higiénicas en cantidad, termómetro para controlar la temperatura y analgésicos menstruales.
Antes que nada, hay que tener ubicado el centro médico u hospital cercano al que se pueda acudir en caso de hemorragia o infección.
¿Cómo se aplica el misoprostol?
Tiene dos formas de aplicación: sublingual y vaginal.
¿Qué provoca?
Contracciones, dolores en el bajo vientre como los de una menstruación fuerte y sangrado durante 24 horas después de la aplicación del misoprostol. Este sangrado puede durar hasta 45 días y parará poco a poco.
También puede provocar dolor de cabeza, escalofríos, fiebre debajo de los 38 grados, para lo cual se indica tomar paracetamol.
Si la fiebre es más alta de 38 grados es es síntoma de infección: hay que consultar al médico con urgencia
Otros síntomas posibles: calambres, náuseas y vómitos
Pasado los 15 días se recomienda hacer una ecografía para verificar que se haya expulsado todo.
¿Qué pasa cuando falla?
Si después de las 24 horas no se percibe ninguna reacción notoria, las pastillas no funcionaron. Se puede repetir todo el procedimiento completo dos días después del primer intento. Si falló las dos veces, la pastilla no es opcion. No se puede usar por tercera vez.
¿Cuáles son los riesgos?
Un riesgo de la aplicación del misoprostol, aunque en un porcentaje mínimo, es la hemorragia.
Para saber en qué momento se va a precisar atención médica inmediata, se cuentan las toallas higiénicas: si se necesitan cuatro en dos horas es síntoma de hemorragia y hay que acudir rápidamente a un centro de salud.
Cuando la mujer va al centro de salud es importante que el médico cumpla con la obligación de informarle qué considera información confidencial.
¿Cuándo es importante pedir ayuda médica?
Es muy importante buscar atención médica si:
Se tiene temperatura mayor a los 38°
Se sienten dolores fuertes y continuos en el bajo vientre.
Si el color del sangrado es marrón y no rojo.
Si se huele que el sangrado tiene un olor desagradable.
¿Un aborto trae consecuencias a la salud?
Practicarse un aborto con falta de información y en condiciones clandestinas siempre es riesgoso. No es el aborto lo que mata a las mujeres, sino sus condiciones de clandestinidad. Las que mueren son asesinadas por hemorragias e infecciones, que son consecuencias de abortos practicados sin control sanitario. Por eso es vital tener información sobre cómo prevenir infecciones y hemorragias.
¿Las pastillas del día después son abortivas?
Con este procedimiento se evita o se retarda la ovulación. La pastilla impide que el óvulo y el espermatozoide se encuentren. Por lo tanto, no se está practicando un aborto.
Nota
Orgullo

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.
Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.
Y no es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Nota
Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?
El podcast completo:
Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.
Nota
Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Otro miércoles de marcha al Congreso, y una encuesta: ¿cuál es el pronóstico para el domingo? Una pregunta que no solo apunta a lo electoral, sino a todo lo que rodea la política hoy, en medio de una economía que ahoga: la que come en el merendero; el que no puede comprar medicamentos; el que señala a Trump como responsable; la que lo lee en clave histórica; y los que aseguran que morirán luchando, aunque sean 4 gatos locos. Crónica y fotos al ritmo del marchódromo.
Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla
Fotos Juan Valeiro
El domingo son las elecciones legislativas nacionales pero también es fin de mes, y Sara marchó con un cartel que no necesitaba preguntas ni explicación: “Soy jubilada y como en un merendero”.
Tiene 63 años, es del barrio Esperanza –Merlo, oeste bonaerense–, y para changuear algo más junta botellas y cartón, porque algunos meses no le alcanza para medicamentos: “El domingo espero que el país mejore, porque todos estamos iguales: que la cosa cambie”.

El miércoles de jubilados y jubiladas previo a las elecciones nacionales de medio término –se renuevan 127 diputados y 24 senadores– tuvo, al menos, tres rondas distintas, en una Plaza de los Dos Congresos cerrada exclusivamente para manifestantes. Nuevamente el vallado cruzó de punta a punta la plazoleta, y los alrededores estuvieron custodiados por policías de la Ciudad para que la movilización no se desparramara ni tampoco avanzara por Avenida de Mayo, sino que se quedara en el perímetro denominado “marchódromo”. Un grupo encaró, de todas formas, por Solís, sobrepasó un cordón policial y dobló por Alsina, y se metió de nuevo a la plaza por Virrey Cevallos, como una forma de mostrar rebeldía.
Unos minutos antes, un jubilado resultaba herido. Se trata de Ramón Contreras, uno de los rostros icónicos de los miércoles que llegó al Congreso cuando aún no estaba vallado después de la marcha por el recorte en discapacidad, y mientras estaba dando la ronda alrededor del Palacio un oficial lo empujó con tanta fuerza que cayó al suelo. “Me tiraron como un misil –contó a los medios–. Me tienen que operar. Tengo una fractura. Me duele mucho”. La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) presentó una denuncia penal por la agresión: “Contreras fue atacado sin razón y de manera imprevista”.

La violencia desmedida, otra vez, sobre los cuerpos más débiles y más ajustados por un Gobierno que medirá esa política nuevamente en las urnas. Jorge, de 69 años, dice que llega con la “billetera muerta”. Y Julio, a su lado, resume: “Necesito tener dos trabajos”.
Juan Manuel es uno de esos jubilados con presencia perfecta cada miércoles. Una presencia que ninguna semana pasa desapercibida. Por su humor y su creatividad. Tiene 61 años y cada movilización trae mínimo un cartel original, de esos que hacen reír para no llorar. Esta vez no sólo trae un cartel con una inscripción; viene acompañado de unas fotocopias donde se leen una debajo de la otra las 114 frases que creó como contraofensiva a la gestión oficialista.
La frase 115 es la de hoy: “Milei es el orificio por el que nos defeca Trump”.

Muestra la lista que arrancó previo a las elecciones de octubre de 2023. Sus primeras dos creaciones:
- “Que no te vendan gato por león”.
- “¿Salir de la grieta para tirarse al abismo?”.
Y elige sus dos favoritas de una nómina que seguirá creciendo:
Sobre el veto al aumento de las jubilaciones: “Milei, paparulo, metete el veto en el culo”.
Sobre el desfinanciamiento de las universidades: “Milei: la UBA también tiene las facultades alteradas”.
Juan Manuel le cuenta a lavaca lo que presagia para él después de las elecciones: “Se profundizará el desastre, sea porque pierda el gobierno o porque gane, de cualquier forma tienen la orden de hacer todo tipo de reformas. Como respuesta en la calle estamos siendo 4 gatos locos, algo que no me entra en la cabeza porque este es el peor gobierno de la historia”.

Sobre el cierre de la marcha, en uno de los varios actos que se armaron en esta plaza, Virginia, de Jubilados Insurgentes y megáfono en mano, describió que la crisis que el país está atravesando no es nueva: “Estuvo Krieger Vassena con Onganía, Martínez de Hoz con la última dictadura, Cavallo con Menem, Macri con Caputo y Sturzenegger, que son los mismos que ahora están con este energúmeno”. La línea de tiempo que hiló Virginia ubica ministros de economía con dictaduras y gobiernos constitucionales en épocas distintas, con un detalle que a su criterio sigue permaneciendo impune: “La economía neoliberal”.
Allí radica la lucha de estos miércoles, dice. Su sostenibilidad. Porque el miércoles que viene, pase lo que pase, seguirán viniendo a la plaza para continuar marchando. “Estar presente es estar activo, lo que significa estar lúcido”, define.

Carlos Dawlowfki tiene 75 años y se convirtió en un emblema de esa lucidez luego de ser reprimido por la Policía a principio de marzo. Llevaba una camiseta del club Chacarita y en solidaridad con él, una semana después la mayoría de las hinchadas del fútbol argentino organizaron un masivo acompañamiento. Ese 12 de marzo fue, justamente, la tarde en que el gendarme Héctor Guerrero hirió con una granada de gas lacrimógeno lanzada con total ilegalidad al fotógrafo Pablo Grillo (todavía en rehabilitación) y el prefecto Sebastián Martínez le disparó y le sacó un ojo a Jonathan Navarro, quien al igual que Carlos también llevaba la remera de Chaca.
Carlos es parte de la organización de jubilados autoconvocados “Los 12 Apóstoles” y habla con lavaca: “Hoy fui a acompañar a las personas con discapacidad y me di cuenta el dolor que hay internamente. Una tristeza total. Y entendí por qué estamos acá, cada miércoles. Y sentí un orgullo grande por la constancia que llevamos”.
La gente lo reconoce y le pide sacarse fotos con él. “Estás muy solicitado hoy”, lo jode un amigo. Carlos se ríe, antes de ponerse serio: “Hay que aceptarlo, hoy somos una colonia. Pasé el 76 y el 2001, y nunca vi una cosa igual en cuanto a pérdida de soberanía”. De repente, le brota la esperanza: “Pero después del 26, volveremos a ser patria. Esperemos que el pueblo argentino tenga un poquito de memoria y recapacite. Lo único que pido es el bienestar para los pibes del Garrahan y con discapacidad. A mí me quedarán 3, 4, 5 años; tengo un infarto, un stent, así que lucho por mis nietos, por mis hijos, por ustedes”.

Carlos hace crítica y también autocrítica. “Nosotros tenemos un país espectacular, pero nos equivocamos. Los mayores tenemos un poco de culpa sobre lo que ocurrió en las últimas elecciones: no asesoramos a nuestros nietos e hijos sobre lo que podía venir y finalmente llegó. Y en eso también tiene que ver la realidad económica. Antes nos juntábamos para comer los domingos, ahora ya no se puede. No le llegamos a la juventud, que votó a la derecha, a una persona que no está en sus cabales”.
Remata Carlos, antes de que le pidan una selfie: “Nosotros ya estamos jugados pero no rendidos. Estos viejos meados -como nos dicen- vamos a luchar hasta nuestra última gota. Y cuando pasen las elecciones, acá seguiremos estando: soñando lo mejor para nuestro país”.


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