Nota
Mapuche no es RAM: el fantasma de los servicios de inteligencia
Comunidades mapuche de todo el país definieron a las acciones del grupo llamado Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) como “obra de un montaje de los servicios de inteligencia de los Estados argentino y chileno”. Así describen el montaje en el documento que hicieron público esta semana, en medio de una campaña criminalizadora, en la cual la prensa subsidiada por el gobierno usa “RAM” como sinónimo del lof mapuche en el que desapareció Santiago Maldonado, tras el operativo represivo de Gendarmería Nacional.
El documento llamado Posicionamiento de Autoridades y organizaciones originarias, Puel Mapu, frente a el drama o grotesco llamado Resistencia Ancestral Mapuche-RAM fue elaborado por la Confederación Mapuche de Neuquén (que reúne a más de 60 comunidades), la Coordinadora del Parlamento Pueblo Mapuche Chewelche en Río Negro (145 comunidades), los referentes de la Coordinadora del Parlamento del Pueblo Mapuche en Rio Negro (regiones Andina, Sur, Atlántica y Alto Valle) más un cúmulo de comunidades de distintos lugares del país.
En idéntico sentido se expresó Sergio Nahuelquin, werken (vocero) del Pu Lof de Chushamen, en la entrevista que le realizó Adriana Meyer el pasado viernes en el diario Página 12: “La Pu Lof es una cosa, la RAM es otra. Sospechamos que sea una creación de un gobierno de inteligencia, para embarrar la cancha. No conocemos a nadie de la RAM”.
El documento
El texto es revelador del pensamiento y las formas organizativas mapuche, y se refiere a la llamada RAM (Resistencia Ancestral Mapuche), a quien acusa de ser un montaje de los servicios de inteligencia de Argentina y Chile: “Creemos que esto no está generado desde el interior de una cultura sabia, humanista, holística, que invita a proyectar un nuevo modelo de sociedad, sino que es obra de un montaje, del accionar de los servicios de inteligencia de los Estados argentino y chileno, para implementar el Plan Cóndor en nuestros territorios, dando lugar a la aplicación de la ley antiterrorista; construyendo así un escenario que justifica una política represora. La RAM es un accionar que anima a los que promueven el odio racial y la defensa de intereses económicos concretos, que necesitan instalar regiones militarizadas para acallar las voces y la historia”.
Los firmantes aclaran que realizan esa afirmación en medio de momentos de criminalización y presencia de Gendarmería en los territorios, en los que los mapuche se defienden con cortes y bloqueos a locaciones que consideran legítimas y legales y que “nunca llegan a agresiones físicas ni a jugar con lo más valioso que defendemos que es la vida”.
El documento rechaza el accionar de multinacionales que destrozan “nuestros elementos naturales que por vida hemos resguardado y cuidado para las presentes y futuras generaciones”.Y agrega: “no vamos a permitir que sigan permaneciendo en nuestro territorio las mineras, petroleras, hidroeléctricas, forestales y latifundios como Benetton, Lewis, empresa Los Amigos, Ginóbili, Yanozzi. Ted Turner, etc, quienes fueron avalados por las políticas de los diferentes gobiernos de estado”.
Plantean además: “Los lineamientos de nuestra política y las decisiones de las distintas acciones a realizar siempre las tomamos en Parlamento soberano, teniendo en cuenta el consenso y respetando el orden colectivo y comunitario. Desde ese lugar decimos: Repudiamos enérgicamente los muertos y desparecidos de esta democracia.
- Exigimos la aparición con vida de Santiago Maldonado.
- Exigimos la libertad a todas/os los presos políticos.
- No aceptamos que sigan criminalizando la protesta social, cultural, política y territorial”.
Denuncian también la ausencia del Estado con respecto al reconocimiento concreto de territorios y denuncian el “genocidio por goteo” al que han sido sometidos los pueblos originarios.
El fantasma
Con respecto a la aparición de la RAM -a la que definen como “un fantasma”- describen: “Hoy surge una expresión que se autotitula mapuche, que a través de comunicados y panfletos se responsabiliza de acciones directas, en ataques físicos y destrucciones materiales de supuestos ‘objetivos enemigos’, que de lo grotesco y evidente, parece más el accionar de un grupo de inteligencia que de la lucidez y capacidad de resistencia cultural que ha tenido el pueblo mapuche en décadas de represión cultural”.
El texto propone la siguiente pregunta: “¿Cómo es posible que panfletos absurdos que reivindican violencia, agresiones físicas, incendios de bienes de trabajadores, de espacios públicos, sean propio de mapuche que se identifican con una historia gloriosa como la mapuche? ¿Cómo puede ser real los escritos de un llamado a la guerra o a declarar una ‘independencia’ en medio de una de las mayores pobrezas generada por un sistema o modelo opresor? ¿Cómo puede ser parte de un código mapuche incitar al animal represor, sabiendo que caerán familias o individuos inocentes e impedidos de defenderse ante maquinarias organizadas para golpear o matar, llegado el caso?”
La descripción del presente según la mirada del pueblo mapuche: “Realizamos esta afirmación en medio de nuestros territorios criminalizados, con la presencia de Gendarmería en nuestros territorios, con decenas de autoridades mapuche procesadas, con órdenes de desalojos ya dictadas y próximas a ejecutarse, con multinacionales petroleras y mineras amparadas por la política extractivista del Estado que tiene como único objetivo una explotación sinrazón ni respeto por los elementos naturales del waj mapu, de la cual somos partes. Realizamos esta afirmación, mientras defendemos nuestros territorios con cortes, bloqueos a locaciones, etc; que consideramos acciones legítimas y legales, que nunca llegan a agresiones físicas, ni a jugar con lo más valioso que defendemos que es la vida”.
Sintetiza: “No avalamos, no justificamos, no adherimos a ninguna RAM. La RAM y la contracara, que es el plan de represión desde el Estado, es síntoma de la falta de diálogo político institucional serio y con resultados entre el Estado y las organizaciones del Pueblo Mapuche. El Pueblo Mapuche reivindica los derechos humanos y la no violencia como método”.
El texto completo del documento:
“POSICIONAMIENTO DE AUTORIDADES Y ORGANIZACIONES ORIGINARIAS, PUEL MAPU. FRENTE A ‘EL DRAMA O GROTESCO LLAMADO RESISTENCIA ANCESTRAL MAPUCHE- RAM’
Desde nuestro Meli Wixan Mapu, Nosotros, como mapunce tenemos una lógica natural que nos ordena y reglamenta nuestra existencia del ser y saber de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacia dónde vamos. Nuestros Kuifikece fvtakeceyen nos han legado saberes para hacer circular nuestro zugvn (palabras), por eso cada Lof o Lofce (Comunidades) tenemos nuestro Tuwvn, Kvpan, Kempeñ y Tayiel, donde la unidad colectiva y comunitaria perdura por lo individual de un ce (persona), nos sostenemos a través de nuestro propio orden natural, cada pu Lof o Lofce ( Las Comunidades) tenemos nuestras propias autoridades originarias que son: Logko, Pillan Kuse, Kona, Kallfv Malen, Kallfv Wenxv o Piwicen y Werken; no ha existido en la historia de nuestro Pueblo Nación Mapuche, ni existe, un único Logko que sea guía o tenga la claridad de ser el supremo, ni ser el iluminado, porque cada una de pu Lof o Lofce (las Comunidades) tenemos nuestra propia autonomía y Libre determinación de mantener la propia gobernanza y administración territorial.
Por eso las propias Comunidades Lof o Lofce hace muchos años hemos venido realizando distintos procesos organizativos y hemos decidido crear, ser parte y formar nuestras propias organizaciones dando legitimidad a nuestros voceros que son elegidos a través de Parlamentos soberanos. Estos se realizan según normas que eligen las propias comunidades, en algunos espacios territoriales se da cada un año y otros espacios cada dos o cuatro años, allí se eligen nuestros referentes territoriales. La Confederación Mapuche Neuquina es conformada por más de 60 Comunidades que se encuentran en las distintas Zonales que son: Xavnko, Centro, Willice, Pewenche y Lafkence, la Coordinadora del Parlamento del Pueblo Mapuche Chewelche en Río Negro la componemos más de 145 Comunidades de la 4 regiones que son: Andina, Sur, Atlántica y Alto Valle. También en el caso de Río Negro, se han venido dando distintos proceso organizativo que has sido encabezado por nuestras autoridades originarias a partir del 1927 en la defensa del territorio y reafirmamos nuestros compromiso a partir años 80 con la conformaciones de Centros Mapuche, con la existencia del Consejo Asesor Indígenas (CAI), el espacio de Articulación Mapuche, el Consejo de Desarrollo de las Comunidades Indígenas (órgano de aplicación de la Ley 2287), también reconocidas por las comunidades. En las Provincias de Chubut y Santa Cruz también tienen sus propias organizaciones Mapuce Chewelce.
Esto demuestra claramente que no existe una sola forma de organización que lleve la voz de las Comunidades, siempre nuestros mayores nos han trasmitido que tenemos diversidades territoriales, pero siempre convencidos de un principio que nos une LA DEFENSA Y LA LUCHA POR NUESTRO TERRITORIO. Por ello reafirmamos que no lo vamos entregar ni vamos a permitir que ingrese ninguna multinacional a destrozar nuestros elementos naturales que por vida hemos resguardado y cuidado para las presentes y futuras generaciones. Como así también no vamos a permitir que sigan permaneciendo en nuestro territorio las mineras, petroleras, hidroelectricas, forestales y latifundios como Benetton, Lewis, empresa Los Amigos, Ginóbili, Yanozzi. Ted Turner, etc. Quienes fueron avalados por las políticas de los diferentes gobiernos de estado.
Ya que cada Derecho de posesiones territoriales que realizamos es para aplicar nuestro desarrollo de vida que es el buen vivir Kvme Felen y no ser una carga para el Estado (que así nos visualizan), desde el año 90 rompimos fronteras impuestas por los Estados Federales Argentina y Chile. En ese año iniciamos un gran proceso de reencontrarnos como una sola Nación Mapuche que somos, en volver a ser uno- Tayiñ Kiñe Getuam, juntos a muchas Pillan Kuse y Logko, que muchas/os de ellas/os ya han regresado al Pvlli Mapu; nos propusimos retomar nuestro Kimvn, Rakizuam y Zuam, para darnos un orden colectivo y comunitario y fue así que decidimos mostrarnos al mundo a través de nuestro emblema que es la Wenu Foye, que hoy en día la vemos flamear a lo largo y lo ancho del Waj Mapu, tanto en Gulu Mapu como el Puel Mapu. Reafirmamos nuestras prácticas ceremoniales como lo son; el Wiñoy Xipantv, Katan Kawin, Meli Kvpan Folil, fortaleciendo nuestro Gellipvn y Kamarikvn, alzando las voces de nuestras autoridades originarias políticas y espirituales, quienes siempre nos han contenido y nos dan aliento en un constante llamado al orden a quienes cumplimos roles y funciones en cada una de las organizaciones legitimadas por la Comunidades. Los lineamientos de nuestra política y las decisiones de las distintas acciones a realizar siempre las tomamos en Parlamento soberano, teniendo en cuenta el consenso y respetando el orden colectivo y comunitario. Desde ese lugar decimos: Repudiamos enérgicamente los muertos y desparecidos de esta democracia, exigimos la aparición con vida de Santiago Maldonado, la libertad a todas/os los presos políticos, y no aceptamos que sigan criminalizando la protesta social, cultural, política y territorial.
Frente a toda esta situación que estamos viviendo en toda la región del Pueblo Nación Mapuche en Puelmapu (territorio del Este), en donde estamos siendo observados desde la lupa o la mira telescópica del ánimo represor decimos: que existe un estado ausente que hasta el día de hoy no se hace cargo en hacer la Reparación Histórica a los 38 Pueblos Originarios que conviven aquí en este territorio, como tampoco se hace cargo de terminar con el relevamiento territorial de la Ley 26160, ni se hace cargo de entregar ni un título de Propiedad Comunitaria a ningún Pueblo preexistente, ni en resolver el conflicto político territorial que tiene con el Pueblo Nación Mapuche, pero si moviliza recursos, fuerzas armadas, jueces y fiscales y mucha tinta de los medios empresariales para iniciar la caza de un fantasma llamado “Resistencia Ancestral Mapuche”. En una amplio territorio que hace poco más de 100 años que era libre e independiente de un naciente estado que se había organizado y tenía hasta una Constitución, que mandataba “proveer a la seguridad de las fronteras y mantener el trato pacifico con los indios”, como reconocimiento que al frente estábamos nosotros, pueblo mapuche.
En su momento, este naciente estado, tuvo dos alternativas: proponerse una relación con el Pueblo Nación Mapuche para construir un país nuevo basado en el respeto y reconocimiento del otro o una política de invasión armada violenta. Es conocido que optó por la segunda vía, que implicaba la usurpación territorial y nuestro exterminio físico y cultural. El primero lo obtuvo, pero no el segundo. Y desde el preciso momento que inaugura un estado sobre territorio usurpado, comienza el largo conflicto que ningún gobierno hasta la fecha ha intentado siquiera abordar. Las formas que el pueblo mapuche ha enfrentado este “genocidio por goteo”, han sido tan diversas como diversos son los intentos de acallar nuestra voz, identidad y cosmovisión. Y esa diversidad de estrategias, de formas y de métodos, hace fuerte e invencible la resistencia mapuche.
Hoy surge una expresión que se autotitula mapuche, que a través de comunicados y panfletos se responsabiliza de acciones directas, en ataques físicos y destrucciones materiales de supuestos “objetivos enemigos” que de lo grotesco y evidente, parece más el accionar de un “grupo de inteligencia” que de la lucidez y capacidad de resistencia cultural que ha tenido el pueblo mapuche en décadas de represión cultural. La historia y los propios escribas del poder reconocen en el pueblo mapuche y en sus líderes históricos, una capacidad natural para superar a todos los intentos de sometimiento que se practicó contra nuestra existencia desde el imperio inca, hasta la invasión posterior del imperio español y últimamente, la invasión de los estados argentino y chileno. Con una absoluta inferioridad tecnológica, armamentista y logística supo defender su territorio utilizando su capacidad física y sus dotes de estrategas políticos. Esos nombres han quedado grabados en la memoria colectiva de nuestros mayores: Sayhueque, Pincen, Purran, Kajfvkura, Lefxaro, Kawpolikan, Pelantaru, Galvarino, etc.
Nunca el dialogo ha estado fuera de la práctica de estos hombres que la historia mapuche reivindica. Porque no éramos una sociedad organizada para la guerra, sino para el desarrollo de una cultura que promueve la vida y el respeto al orden de la naturaleza (AZ MOGEN). Eso permitió la firma de numerosos tratados y el reconocimiento de fronteras y de regiones “libres” para recuperar la vida en cultura y en comunidad.
Como es posible que panfletos absurdos que reivindican violencia, agresiones físicas, incendios de bienes de trabajadores, de espacios públicos, sean propio de mapuche que se identifican con una historia gloriosa como la mapuche?… como puede ser real los escritos de un llamado a la guerra o a declarar una “independencia” en medio de una de las mayores pobrezas generada por un sistema o modelo opresor?… como puede ser parte de un código mapuche incitar al animal represor, sabiendo que caerán familias o individuos inocentes e impedidos de defenderse ante maquinarias organizadas para golpear o matar llegado el caso?… Creemos que esto no está generado desde el interior de una cultura sabia, humanista, holística que invita a proyectar un nuevo modelo de sociedad, sino que es obra de un montaje, del accionar de los servicios de inteligencia de los estados argentino y chileno, para implementar el plan cóndor en nuestros territorios, dando lugar a la aplicación de la ley antiterrorista; construyendo así un escenario que justifica una política represora. La RAM es un accionar que anima a los que promueven el odio racial y la defensa de intereses económicos concretos, que necesitan instalar regiones militarizadas para acallar las voces y la historia.
Realizamos esta afirmación, en medio de nuestros territorios criminalizados, con la presencia de Gendarmería en nuestros territorios, con decenas de autoridades mapuche procesadas, con órdenes de desalojos ya dictadas y próximas a ejecutarse, con multinacionales petroleras y mineras amparadas por la política extractivista del estado que tiene como único objetivo, una explotación sinrazón ni respeto por cada elementos naturales del waj mapu, de la cual somos partes. Realizamos esta afirmación, mientras defendemos nuestros territorios con cortes, bloqueos a locaciones, etc; que consideramos acciones legítimas y legales, que nunca llegan a agresiones físicas, ni a jugar con lo más valioso que defendemos que es la VIDA.
También llevamos esta defensa a los tribunales, porque hemos luchado en décadas para que nuestro derecho, sea derecho público y constitucional y allí también generamos territorios de resistencia y de la resiliencia. No hablamos desde la pasividad o desde un dialogo asimétrico, sino buscando sentar al estado de igual a igual, cuando de ingresar a nuestros territorios se trata.
Con la misma seguridad que nos indica nuestro Nor y Az mogen y la sabiduría de nuestros Logko, Werken, Pijan Kuse que nos conducen, afirmamos: No avalamos, no justificamos, no adherimos a ninguna RAM. La RAM y la contracara que es el plan de represión desde el Estado, es síntoma de la falta de diálogo político institucional serio y con resultados entre el Estado y las organizaciones del Pueblo Mapuce. El Pueblo Mapuce reivindica los derechos humanos y la no violencia como método de reivindicación de derechos en un marco constitucional que nos incluye.
Planteamos la urgencia de una política coherente de reparación histórica y regularización territorial, respetando y valorando nuestro saber ancestral y cosmovisión es la base para enfrentar desafíos presentes y futuros. Por el contrario, la negación de derechos resulta en aumento de la frustración que alimentará presentes y futuros conflictos violentos. Requerimos un espacio de alto nivel, que demuestre que la violencia no conduce a la paz y convivencia que necesita el Pueblo Mapuce y la sociedad argentina, que nos toca convivir en este Estado Plurinacional.
MARICIWEW MARICIWEW – Diez Veces en Defensa de nuestro territorio e Identidad
CEW MVLEY SANTIAGO MALDONADO? GOYMAKELAYIÑ!!!
APARICION CON VIDA DE SANTIAGO MALDONADO
Firman:
Ignacio F. Prafil- Werken Lof Fvta Anekon -Coordinadora del Parlamento Pueblo Mapuche Chewelche en Río Negro.
Referentes Territoriales de la mesa Ejecutiva de la Coordinadora del Parlamento Pueblo Mapuche en Río Negro- Regiones Andina, Sur, Atlántica y Alto Valle.
Rubén Vera Paisman- Comunidad Tehuelche- Las Heras Santa Cruz.
Logko Emanuel Limonau- Comunidad Limonau laguna Sirven Las Heras Santa Cruz.
Celia Rañil- Lof Willimapu- Caleta Olivia Santa Cruz.
Pu Logko- Rudecindo Calfupan, Adan Nahuelquier, Amadeo Nahuelquier y Marcelo Antipan- Lof che Ñancuche Nahuelquir- Chubut-.
Lof Xavn Inan Leufv- Comunidad Mapuche Urbana en Rosario Santa Fe- Cintia Parra Torres, Domingo Bañares Deumacán, Franco Gabriel Furno y Luciana Campelo.
Confederación Mapuche Neuquina- Zonales- Xavnko, Pewence, Willice y Lafkence”.
Nota
Encuentro a la hora del té: Hebe de Bonafini, Chicha Mariani y una reunión para hacer historia

Tiempo, emoción y galletitas. Memoria, humor y lucidez. Esos fueron algunos ingredientes de una reunión histórica y nutritiva ocurrida en 2010 entre Hebe de Bonafini y María Isabel Chicha Mariani. Una charla para recordar un día como hoy, 4 de diciembre, en el que Hebe cumpliría años, porque cuenta parte del nacimiento de un inédito tipo de movimiento social conformado por mujeres desesperadas ante la desaparición de sus hijas e hijos, nietas y nietos, tras el golpe del 24 de marzo de 1976. ¿Por qué recordar? Porque quienes olvidan todo o tienen amnesia, no saben quienes son hoy, en este momento.
Este encuentro de 2010 ocurrió en La Plata entre dos vecinas: Hebe (fallecida en 2022, quien era presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo) y Chicha (quien fallecería en 2018, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo). Estaban distanciadas desde hacía 29 años, y la propuesta de nota en MU permitió reunirlas. ¿Qué nos dicen sobre el presente los primeros tiempos en la historia de lucha por la aparición de sus hijos y nietos? Los viajes, las gestiones, las anécdotas, la causa de la pelea, sus reflexiones e intercambios, en los principales tramos de esta conversación inolvidable.
Por Sergio Ciancaglini
A las 6 de la tarde sonó el timbre, con una puntualidad de los tiempos en que vida o muerte podían depender de la exactitud de las citas de madres, abuelas y familiares de desaparecidos. En la casa de la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, María Isabel Chorobik de Mariani, Chicha, había una mesa con tetera, tazas y medialunas, que por un rato desplazaron expedientes judiciales, recortes de diarios y denuncias de su creación más cercana, la Asociación Anahí. A esa casa de la calle 47 de La Plata, llegó Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, con masas, un huevo de Pascua (enviado por Alejandra, su hija) y galletas dietéticas.
Besos, abrazos. Chicha ha perdido casi totalmente la vista. Por eso es Hebe la que dice: “Nos vestimos igual. Estamos en la misma murga”. Las risas ayudaron a sobrellevar la emoción de este encuentro en el que cada palabra y cada silencio tuvieron una carga que mejor que adjetivar, es conocer.
Chicha tiene 86 años, Hebe 81, y ambas una lucidez sin edad.
Se habían distanciado hace 29 años. Se volvieron a ver en marzo, en una exposición sobre Clara Anahí, la nieta que Chicha busca desde noviembre de 1976. Hebe fue a esa muestra en Canal 7, y del reencuentro fugaz nació la idea de una charla con MU. Con tiempo, té y galletitas.

La reunión en casa de Chicha, después de 29 años distanciadas. Foto: lavaca.org
Sonrisas junto al paraíso
Hebe tiene dos hijos desaparecidos, Jorge y Raúl. A Enrique Mariani, el hijo de Chicha, lo mataron en 1977. En noviembre de 1976, un ataque de la Bonaerense bajo órdenes de Ramón Camps reventó literalmente la casa donde había al menos cinco personas que fueron acribilladas, entre ellas la nuera de Chicha, Diana Teruggi. Allí estaba Clara Anahí, tres meses de edad.
Hebe y Chicha se conocieron en noviembre de 1977, con la llegada a Buenos Aires de Cyrus Vance, enviado del presidente norteamericano James Carter, que iba a participar en un acto en Plaza San Martín. Chicha: “Yo había conocido a Licha (Alicia De la Cuadra, un hijo y una hija embarazada desaparecidos) y me dijo que podíamos ir a darle un ‘testimonio’ a Vance. Yo era una bruta, daba clases de Artes Visuales en el Liceo de La Plata pero no sabía viajar a Buenos Aires. Aprendí que un testimonio era un papel con mi caso. Cuando llegué me quedé paralizada. Estaban los funcionarios, todo lleno de milicos armados, los perros, en otro lugar había mujeres. Todas empezaron a gritar. Y se pusieron los pañuelos que tenían escondidos. Y yo sin saber qué hacer, con el papelito apretado contra el pecho. Vino una mujer corriendo, me dijo: ‘Dame el testimonio’, y se lo llevó a Cyrus Vance. Era Azucena Villaflor, la fundadora de Madres”.
Con Licha ya habían resuelto encontrarse allí mismo con otras mujeres que buscaban a sus nietos. “Nos juntamos abajo de un paraíso, frente al Colegio Militar. Nos debían estar filmando desde adentro. Conocí a Ketty (Beatriz Neuhaus) y me llevé una sorpresa: me saludó con una sonrisa. Y Eva Castillo, lo mismo. Pensé que no tenía que andar con esa cara de desgraciada, si ellas intentaban que el encuentro no fuera tan ingrato”.
Así, el 21 de noviembre, nacía Abuelas. Hebe, intencionadamente: “¿No era el 22 de octubre, entonces?” La diferencia de fechas es parte tal vez de las distancias nacidas con la salida de Chicha de Abuelas, en 1989. “Hubo cosas que no me gustaron y siguen sin gustarme, pero no quiero hablar de eso. No quiero que nada demore el trabajo de buscar a mi nieta”. Hebe: “Pero tu trabajo fue fundamental, y en los momentos más difíciles con vos al frente, fue que lograron recuperar a los primeros 60 chicos. Todos lo sabemos. Y por eso te quiero decir que todas las Madres te mandan un beso grande, te apoyamos totalmente en lo que necesites”.
Chicha se emociona, y me cuenta: “Pero aquel día, cuando me iba a volver, la veo a Hebe que dice: ¿quién va para La Plata? Cuando me acerqué, no me preguntó si quería que fuéramos juntas. Directamente me dijo: ¡vamos!” Se ríen y Hebe agrega datos no descartables: “Los pañuelos eran en realidad los viejos pañales que guardábamos para nuestros nietos. Los habíamos usado primero en octubre, para poder reconocernos en una marcha a Luján. Las que nunca los usaron fueron Azucena, y Esther Careaga, porque decían que parecíamos monjas”. Azucena, Esther y Mary Bianco desaparecieron poco después, en diciembre de 1977, operativo de la ESMA alrededor de la Iglesia de la Santa Cruz, merced a la infiltración de un falso hermano de desaparecidos, que en realidad era Alfredo Astiz.
Madre de la bombacha roja
Los viajes de estas dos mujeres recién comenzaban. Chicha empieza a reírse, recordando uno de sus regresos en colectivo, desde Quilmes.
Hebe: Yo iba con la carpeta de denuncias, paraguas, piloto, fiambres y chorizos.
Chicha: Y yo llevaba salamines, lo hacíamos medio para disimular, y para hacer algún mandado de paso.
H: Cuando llegamos, me paro, se me cae la pollera, y quedo en bombacha.
C: Escuché la risotada de Hebe, que para no largar los chorizos no se subía la pollera. No la veía bien porque yo iba agarrada a los salamines. Pensé que tenías combinación.
H: ¡No! Para mi las enaguas eran cosa de vieja, y para colmo me habían regalado una bombacha roja y era justo la que llevaba puesta. Más trola imposible.
Otra ronda de té. Chicha toca la mano de Hebe.
C: Pero te quiero recordar algo más, también por el 77 o 78. Un día apareciste con vestido celeste, planchadito. La noche anterior se había escuchado un tiroteo. Viniste a avisarme que ibas a ver qué pasaba. Y llevabas una canastita con comida por si había alguien que necesitara algo. Te pregunté si querías que fuera con vos, dijiste que no. Fue una prueba de coraje. Yo no me atrevía a ir.
H: Esas cosas nacen pensando en que si tu hijo está en esa situación…
C: El tema es cómo superar el miedo sin paralizarse.
H: Las mujeres lo sabemos. Es como parir. No pensás en vos, ni en quedarte quietita, pensás que tenés que hacer fuerza para que nazca y sea sano. Pero además, se llevan a tu hijo ¿Hay algo peor, más horrible? Así que nada: hay que seguir.
C: Yo pensaba que si me llevaban no iba a aguantar ni dos minutos en la mesa de torturas. Soy muy sensible al dolor. Mi ilusión era morirme enseguida. Qué tonta, ¿no?
H: Una piensa estupideces. Yo andaba siempre con cepillo de dientes, calzoncillos y pañuelitos en una bolsita, por si encontraba a mis hijos. Todos éramos muy inocentes. Hasta los chicos. Un día entro al cuarto del mayor y estaba con unos amigos, todos atándose. ¿Qué hacen? “Practicamos cómo desatarnos por si nos agarran”. Creían que les iban a dar tiempo.
C: Nunca imaginaron la perversión.
H: Habían preparado todo para saltar a lo del vecino. Pobres. A uno de mis hijos lo encontraron por mi vecina, que dijo que había reuniones en la casa y pasaba algo raro.
C: Pensar que tanta gente pudo ayudar, pero se calló. No sé qué tenemos adentro. El enano fascista.
H: Pero fijate al revés: otro vecino salió a avisarle a mi hijo que lo esperaba la policía, y entonces se lo llevaron a ese vecino. Después lo soltaron, pero el tipo no quería ni verme. Es difícil juzgar.
C: Sí, pero yo veo que tenemos raíces. Hace mucho quiero hacer un libro, la Historia de la Infancia Argentina. Desde los españoles que llevaban chicos y chicas indígenas como esclavos y sirvientes, después los terratenientes con derecho a hacerles hijos a las mujeres campesinas y apropiarse de ellos. El derecho de pernada, que todavía existe, del patrón sobre la primera noche de cada niña. Hagamos un salto: llegan los militares, se llevan a los chicos, y mucha gente lo ve bien. Yo creo que es todo ese residuo ancestral, que produjo la enorme vergüenza de un pueblo que se supone culto, pero no abrió la boca, no tomó la defensa de ningún niño. Me atrevo a decirlo porque es mi pueblo. Pero no puede ser que haya parecido normal que los chicos sean secuestrados y apropiados.
H: Hacé el libro. Nosotras lo podemos imprimir.
C: Te cuento algo más. El secretario de Pío Laghi, monseñor Celli, les dijo a dos abuelas, Elba Ford y Delia Penela: “Dejen de molestar, imagínense los chicos están con familias que pagaron 4.000 pesos por cada uno, eso les dice que los van a cuidar bien”.
Hebe da un respingo. “Tengo una información muy importante que contarte cuando estemos solas”.
Les propongo apagar el grabador. “No, totalmente solas. Encerradas en el baño”, dice Hebe, entre las carcajadas de Chicha. ¿El baño es un lugar para intercambiar datos? Hebe: “Claro. Hay cagadas, pero de otra clase”. Chicha: “Me estoy divirtiendo. Mirá, cada una habrá hecho o dicho cosas. Pero somos leales”. En una época engañaron a Chicha diciéndole que podría recuperar a su nieta. “Le hice a Hebe un poder para que cuidase a mis padres por si yo tenía que irme al exterior. Todavía lo tengo guardado”.
El día que se distanciaron
Siguen las cataratas de diálogos:
C: ¿Te acordás cuando estuvimos con Sandro Pertini? (Presidente de Italia)
H: Estábamos en un departamentito vacío, con dos camas y dos colchones. Como éramos cuatro (con Elida Galetti y María Del Rosario Cerrutti) nos turnábamos: cama sin colchón, o colchón en el piso. Calentábamos agua en una jarrita para poder bañarnos.
C: Salimos de compras y vos llevabas la comida en una bolsita.
H: Comprar era un lío, como no sabíamos italiano, tenía que hacer el gesto de limpiarme el que te dije para que entendieran de queríamos papel higiénico.
C: Y de repente nos avisan que vayamos urgente al Quirinale, que Pertini nos iba a recibir. Salieron los del protocolo, agarraron nuestros tapados pero Hebe no quería darles el tapadito ni la bolsa de comida.
H: ¡Con lo que nos costaba la comida, mirá si se las voy a dar! Además yo había salido así nomás, con ropa medio feona, no quería sacarme el tapado. Pertini lloró con nosotras, denunció a la dictadura. No lo reconoció a Videla. Fue de los pocos.
C: Pero cuando salimos, en esos salones principescos, había un sillón de terciopelo con la bolsita de nuestra comida.
¿Cuándo se distanciaron?
C: Capaz que ni te diste cuenta. Yo me enojé con vos en la Catedral de Quilmes. Las Madres la habían tomado. Yo las acompañaba. Seríamos 20 entre todas. Hiciste un comentario de esos que hacés vos, fuerte. Yo dije: “No podemos seguir discutiendo”, y me abrí.
H: Ya me acuerdo, fue en 1981, después de la primera Marcha de la Resistencia. Claro, lo querían mucho al obispo (Jorge Novak) y yo le decía de todo. Fue así: terminó la Marcha y nos fuimos para Quilmes. Teníamos termos, frazadas, hasta walkie talkie (en la era pre-celulares y pre-Internet). Estábamos comiendo heladito en la plaza, todas separadas para que nadie se diera cuenta. Juanita Pergament se encargaba de la prensa. Pero llegó antes de tiempo con los periodistas, tiramos los helados y nos metimos corriendo antes de que nos cerraran la Catedral. Se armó un quilombo padre. Y ya ni sé qué le habré dicho al viejo ese. Me decían: “Claro, tomás la Catedral del que sabés que no te va a echar”. Y claro, no iba a ir a una donde nos rajaran. El ayuno duró 12 días, hasta Navidad. Pero es cierto, siempre fui una desbocada. Ella no (señalando a Chicha). Ella lo que tuvo es el rigor, la prolijidad para investigar todo. Impresionante.
C: Mi desesperación era encontrar a Clara Anahí. Todo lo que fuera distraer esa búsqueda para discutir, me sacaba de quicio. Pelear con Hebe no tenía sentido. Además, te acordás que una vez en tu casa te dije: mi hijo está muerto. Mi búsqueda es diferente. Las Abuelas tenemos que recurrir a la justicia. Las Madres tienen otro reclamo. Fue bueno que cada una fuera por su lado.
La hora del secreto
Hebe cuenta que a pedido de su hijo Raúl una vez sacó a una mujer y a un chiquito al Brasil, todos con documentos falsos, en plena dictadura. “Lo llevaba en brazos yo, porque si agarraban a la mamá, por lo menos se salvaba la criatura”. Chicha tuvo lo suyo, pero en democracia: “Con Mirta Baravalle, una valiente, llevamos a un chiquito a Brasil, donde tenía familia. La mamá había muerto ese día en el ataque a La Tablada (enero de 1989). Lo hicimos en secreto. Nunca supe de él”.
¿Cuáles son las claves para actuar en estas situaciones donde todo parece en contra?
C: Hay que aprender a mirar para afuera de uno, de la casa, captar todo lo que hay alrededor. Aprender todo lo que quepa en el cerebro, en el cuerpo y en la memoria.
H: Es cierto. No pensar en uno. El otro soy yo. Lo que le pasa al otro me pasa a mí. Y no parar. Como hizo Chicha. Lo que está haciendo ahora es muy importante con la Asociación Anahí. Hay que conocer eso. Porque ella tiene un modo especial que le llega mucho a la gente. Hoy como funciona la política, no sirve. Hay que cambiar el estilo. A nadie le interesa hablar de marxismo, trotskismo ni peronismo. No te dan bola. Funciona que haya gente como Chicha, o las cosas que hacemos nosotros con el Ecunhi (Espacio Cultural Nuestros Hijos, en la ex ESMA), con la Universidad, la radio y todo lo demás”.
Sobre el presente, Chicha dice: “El gobierno hizo avances, pero para mí falta que apuren a las fuerzas militares para que digan qué pasó con los desaparecidos y los chicos apropiados. Lo saben, tienen el material. Entonces, que digan la verdad”.
Hebe: “¿Te digo lo que te tengo que contar”. Chicha le responde “vamos” y zarpan las dos tras una puerta vaivén. La reunión no fue en el baño, sino en la cocina de la casa de Chicha. Vuelven, sin apiadarse del cronista.
Hebe: No sabés lo que te perdiste.
Chicha: Ya lo sabrás alguna vez.
Hebe: Ella sabe unas cosas. Yo sé otras. Es lo que hicimos siempre. Juntar lo que cada una sabe, y armar el mapa, para saber dónde estamos paradas.
Nota
Orgullo

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.
Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.
Y no es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Nota
Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?
El podcast completo:
Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

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