CABA
#MarchaFederalEducactiva: luche y que se escuche
Más de 280 mil docentes de todo el país se movilizaron a Plaza de Mayo en la segunda Marcha Federal Educativa que la Confederación de Trabajadores de la Educación de Argentina (CTERA) convocó junto a un paro nacional cuyo acatamiento estimó en un 90 por ciento. La apertura de la paritaria nacional, la Ley de Financiamiento Educativo y el rechazo a la Unicaba a los acuerdos con el FMI, entre los principales reclamos. Testimonios del sur, del norte, del noreste y noroeste argentino. Nuestra crónica y reportaje fotográfico.

Foto: Nacho Yuchark
Maguit Sandra Caballero está marchando desde el lunes. Salió desde Formosa con una delegación de la Asociación de Docentes Formoseños (ADF), pasó por Resistencia, luego por Corrientes, hizo escala en Paraná, siguió por Rosario, el martes a la noche llegó a la Ciudad de Buenos Aires y, ahora, está marchando por Rivadavia en dirección a Plaza de Mayo. “Hay que estar unidos en esta lucha”, dice Sandra, docente de la Escuela Especial N°12 de la capital formoseña, y esa lucha es esta segunda Marcha Federal Educativa que la Confederación de Trabajadores de la Educación de Argentina (CTERA) convocó en todo el país junto a un paro nacional cuyo acatamiento estimó en un 90 por ciento y que movilizó a 280 docentes del norte, del sur, del noroeste y del noreste argentino.
Esa, repite Sandra, es la lucha.
“Y es en beneficio de todos porque sin educación no existe sociedad. Es muy dificil ser docente”, dice a lavaca. “Un ejemplo: la primer medida del Gobierno en mi escuela fue sacar las pensiones a las personas con discapacidad. ¿Y sabés qué? Muchos padres votaron este Gobierno porque pensaron que, como teníamos una vicepresidenta con una discapacidad, iban a tomar medidas en beneficio de sus hijos. Hoy están arrepentidos. Tenemos comedor para 160 alumnos y nos mandan para 50. Para muchos es el único lugar donde comen, porque tienen una alimentación especial. Los chicos neumotores, por ejemplo, no pueden comer sólidos. Y también lo recortaron”.
Sandra tiene 43 años y, dice, ya pasó por muchas crisis para reconocer una. “Esto no lo hacen de improvisados. Tienen un plan y lo llevan a la perfección. Les pondría un 10 en ajuste”.

Foto: Nacho Yuchark
El alumno FMI
Analía del Rosario Monzón, secretaria adjunta de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC), era hace un año una de las entrevistadas de lavaca en primera Marcha Federal. Hoy –dice- el escenario se repite con un nuevo condimento que se visualiza en múltiples carteles que cruzan esta movilización: FMI. “Es un ajuste que viene directo al bolsillo bajo un Gobierno que gobierna para una clase social que no es la que sale a trabajar todos los días a defender a sus familias. Cada vez veo más pobreza e indigencia en escuelas. Se incrementan los pedidos de comida. Tenemos el Programa de Asistencia Integral que es el que manda alimentos: están aumentando porque hay más desocupados, lo que genera más pobreza y eso va directamente a los niños”.
«venimos a reclamar un cambio de rumbo de la política socioeconómica del Gobierno: nos mata la inflación y esta política tarifaria tan nociva”.
David Toledo, secretario general de la Agremiación Tucumana de Educadores Provinciales (ATEP), remarca que no es una movilización más. “Este año rememoramos también la histórica marcha docente de 1988, cuyos postulados eran prácticamente los mismos. En ese entonces no teníamos paritaria, que luego la conseguimos, pero ahora estamos reclamando por su vigencia. También pedimos que se eleve el presupuesto educativo del actual 6,5 por ciento. Pero, básicamente y de forma solidaria con todo el pueblo, venimos a reclamar un cambio de rumbo de la política socioeconómica del Gobierno: nos mata la inflación y esta política tarifaria tan nociva”.

Foto: Nacho Yuchark
Los vientos del sur
Alejandro Avilé es profesor de la escuela 132 de Neuquén capital. Viajó mucho durante la noche para llegar a Capital y lo hizo juntos a una delegación de compañeras y compañeros: “Vinimos para nacionalizar el conflicto de Neuquén. Desde hace 44 días estamos en huelga. La huelga es por las paritarias, pero también por el incremento de los fondos para los transportes en el sector más vulnerable de la educación, las escuelas rurales, y de la partida para comedores. Actualmente el gobierno de Omar Gutiérrez destina 2,53 pesos para desayuno y merienda de los alumnos de primaria y secundaria. Esto no alcanza nada”.
Alejandro denuncia el silencio de los medios nacionales alrededor de un conflicto que califica como “durísimo” y que tiene un apoyo popular masivo. “Denunciamos también que justo ahora, mientras nuestra delegación está marchando en Buenos Aires, el gobierno de Neuquén mandó la policía a golpear las maestras”.
Según Alejandro, el tema no es económico, sino de voluntad política. Y aporta números: “Toda la plata que hace falta para las escuelas públicas es utilizada para subsidiar las privadas. Estas abarcan sólo un 15% de la oferta educativa de la provincia de Neuquén. Sin embargo se sacan fondos públicos de 670 millones al año para financiar proyectos con fines lucrativos de los amigos del gobierno”.

Foto: Nacho Yuchark
El hambre que se aprende
Ana es maestra de grado de la Escuela 618 de Salada, zona rural en Corrientes, una institución que cumplirá 100 años de vida en 2019: todavía no tiene agua potable. “Tenemos un tanque, pero da agua sucia. Venimos pidiendo hace años pero no nos dan respuesta”.
María Eugenia Mamani, docente de nivel primario en una escuela de Perico, Jujuy. “Venimos de una provincia que tuvo la recomposición salarial más baja: un 5 por ciento. No estamos bien. Y cuando la economía se destruye, los primero que la sufren son los más vulnerables. Piense en un padre con cinco niños: tiene que comprar útiles por cinco, también cinco calzados. La pobreza es un aspecto que deteriora toda nuestra organización social”.
«Piense en un padre con cinco niños: tiene que comprar útiles por cinco, también cinco calzados. La pobreza es un aspecto que deteriora toda nuestra organización social”.
Jorge Morales Ramos es director de la Escuela Hogar 601 de Catamarca. “Los recortes no sólo son en comida, se produjo en proyectos y planes nacionales que dejaron de sostenerse en el tiempo y sometieron a que los chicos no reciban mayor calidad educativa. El gasto presupuestario para capacitación de tecnología no llega a provincias. Tampoco internet. Así no se puede nada”.
Marisa es docente en esa escuela. Dice que la comida viene “medidita”. ¿Qué significa? “Nos dan 8 pesos por cabeza. Nos envían cualquier cosa y los chicos ya no pueden seguir comiendo fideo hervido, arroz hervido, huevito duro. Necesitamos otra alimentación más acorde al crecimiento de ellos y no se pasen, por ejemplo, comiendo a la noche sopa de carne picada o caldos simples con gelatina o un postre. Además, nos aumentó la población de chicos carenciados. Se ve mucho la pobreza. De 50 niños pasamos a 100. ¿Usted entiende lo que significa? ¡El doble!”.

Foto: Nacho Yuchark
El espejo federal
Juan y Estefanía son dos estudiantes del Normal 10, uno de los 29 terciarios de la Ciudad de Buenos Aires que está en riesgo con el proyecto de la Unicaba que busca instalar el Gobierno porteño. Tienen sus rostros cubiertos con dos máscaras de Salvador Dalí, simulando los personajes de La casa de papel. “Es que el proyecto es un gran robo, y no lo pueden ocultar”, explica Juan, estudiante de Primaria. “Por eso las máscaras: hay que visualizar el robo de toda esta movida, a la que se suma el FMI”.
Estefanía es estudiante de Educación Inicial y tiene un cartel que dice: “Un atraco a la historia”. Dice que, a pesar del proyecto, la organización entre los estudiantes está muy fuerte. “En el Normal 10 nos costaba mucho juntarnos, pero se están logrando muchas cosas. Estamos a fines de mayo y todavía están buscando por dónde meter el proyecto. Estamos hablando de la unidad de estudiantes con terciarios y rectores, lo cual no es poca cosa”.
Teresa Roura, que salió con el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación de Mendoza (SUTE) el martes a las 18:30 con un contingente de cinco micros, dice que el proyecto de Unicaba es un espejo de lo que puede pasar a nivel del país. “El gobernador Alfredo Cornejo presentó una idea que es un calco. El esquema que pretenden replicar es como Chile: buscarán un parámetro de excelencia en algunos terciarios para que la población se vaya mudando y así evitar un cierre abrupo. Juegan al desprestigio”.

Foto: Nacho Yuchark
Sobre parripollos & desnutrición
Marcela Piñeiro enseña en una escuela de Lanús, vive en San Telmo y es madre de un niño que cursa en una escuela de la Capital Federal. Está convencida que “la educación es lo más importante para un país. Sobre todo para un país como Argentina, que aún sufre las imposiciones económicas y culturales del primer mundo”. Destaca: “En las escuelas vemos los reflejos de una situación social de crisis. Donde enseño hay niños que llegan con hambre, padres que pierden trabajo, estructuras escolares que se encuentra en situación ruinosa. Y todo esto incrementa cada vez más la dispersión escolar”. Según Marcela: “Este gobierno abandonó la escuela pública. Es necesario imponer un cambio de rumbo”.
Julia Toledo viene de la provincia de Santa Fe. Enseña en la escuela primaria de San Cristobal, de la cual también es directora. “Para nosotros esta es la culminación de una semana de lucha con asambleas en muchos lugares y escuelas abiertas en la calle. Nosotros en San Cristobal cortamos una calle e hicimos una sentada, dando una clase a la gente que quería asistir a la escuela abierta. Se están dejando sin financiamento las escuela técnicas y las infraestructuras edilicias. El material que antes se le envíaba a las provincias más pobres hoy no esta llegando. Aunque en Santa Fé estamos un poco mejor, hay que luchar para todas las provincias”.
Fernando viajó toda la noche con alrededor de 100 compañeros. “Un gran esfuerzo de tiempo, de energía y económico. Hay que garantizar transportes, comida, alojamiento. Es un recorrido largo. No es facil llegar hasta Capital para marchar”. Viene del Chaco, una de las provincias más pobres de Argentina. “Desgraciadamente, tenemos entre los salarios más bajos del país. Vemos nuevamente a los padres y a los hijos en situaciones desesperantes. Las alternativas que quedan para dar comida a las famillas son pocas. Los parripollos, por ejemplo. El trabajo informal, que vuelve a crecer. El trabajo en negro. Hay mucha gente que pide comida. Los colegios necesitan asistir a sus alumnos para darles comida para arrancar el día. No se puede estudiar historia o matemática sin haber comido nada”.
«Los colegios necesitan asistir a sus alumnos para darles comida para arrancar el día. No se puede estudiar historia o matemática sin haber comido nada”.
Claudio Puntel, maestro de primaria en Paraná y secretario adjunto de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), dice: “En Entre Rios, aparte el tema del salario, que la mayoría de docentes estamos por debajo de la linea de pobreza, hay muchos más problemas. Tenemos edificios escolares que se caen a pedazos. Después de una semana de lluvia tuvieron que cerrar varias escuelas porque entró agua en los muros. Tenemos cientos de compañeros que necesitan transporte de media distancia y lo que se les paga no alcanza: los docentes están pagando para ir a trabajar. Asi que estamos escribiendo un código de transporte de acuerdo con la necesidad de los trabajadores. Los docentes están pagando para ir a trabajar. El otro tema son los comedores escolares. Antes se descomponían los alumnos de primaria. Hoy son los alumnos de secundaría que se descomponen de hambre en las escuelas. Nos angustia mucho esta situación de desnutrición, de bajo crecimiento”.

Foto: Nacho Yuchark
Cómo no soltar la soga
Norma Papinuti no para de cantar. Llega a Plaza de Mayo sosteniendo la soga del cordón de seguridad de la cabecera de la marcha. A su lado, son todas mujeres. Cuenta que vino de Chaco, que trabaja en un jardín de infantes en Resistencia y que pasó 32 de sus 53 años de vida como docente pública.
Y que sí: todas las del cordón de seguridad son mujeres. “¿Sabés por qué? Porque somos mayoría. Y las que militamos día a día sabemos que podemos llevar un cartel, agarrar el cordón o dar un discurso”.
-¿Cómo está la situación en Chaco?
-Muy mal. La provincia está atravesando una situacion de cierre de programas sociales, y lo vemos en los jardines con chicos que piden el desayuno ni bien entran en la institución. La cena es un mate cocido y a la mañana necesitan reforzar esa cena líquida. Para nosotros ya no hay camperas, zapatillas, yoguins. Es muy preocupante. He visto desde los chicos que se duermen porque viven hacinados en familias que deberían ser 3 pero son 10. Chicos que duermen mal, que juegan mal. Chicos que no tienen espacio para estudiar y la situacion precaria de sus familias porque el padre migra para encontrar trabajo en otro lugar. Lo vemos todos los días. Y eso se suma a la situación de los docentes: tenemos un amplio sector debajo de la línea de la pobreza. Un salario de 9600 pesos lo demuestra.
-¿Cómo definiría lo que es ser docente hoy?
-Hoy es esto, es la calle, es luchar por lo que queremos. Creemos en los alumnos, en los padres. Creemos que la escuela es un organizador, una institución del Estado que esta en todos los rincones. En Chaco, en el paraje más alejado, hay un escuela. Puede no estar la policía, el centro de salud, pero sí la escuela. Es eso un proyecto de pueblo, de país. Es nuestra vida.
Norma se detiene y se friega los ojos con el puño de su guardapolvo.
Luego, vuelve a cantar.
CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
Actualidad
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».
Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.
Por Tiempo Argentino
Fotos: Antonio Becerra.
En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.
“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.
“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Represión como respuesta
La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.
“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Un reclamo federal
La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes”, resaltó.

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.
El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.
Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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