Nota
¿Motosierra al derecho humano a la identidad de género?

La abogada y docente transgénero repasa en esta nota los argumentos legales que sostienen, en Argentina y el mundo, a la identidad de género como un derecho humano, del cual nuestro país es pionero. También repasa las declaraciones lgqtbfóbicas de actuales funcionarios, y hasta del propio Milei. ¿Seguirá este gobierno la línea de sus socios Bolsonaro o Víctor Orban? El caso polaco, las resoluciones del Parlamento Europeo, los antecedentes latinos y la histórica lucha de resistencia contra el fascismo de este colectivo que resiste porque existe: «A los lgtbfóbicos les tenemos una muy mala noticia: la naturaleza nos sigue pariendo trans».
Texto: Cristina Montserrat Hendrickse
abogada y docente
En el año 2012 la Argentina aprobó la Ley de identidad de género, pionera en esta materia. En el año 2016 el Comité de los Derechos del Niño, en su Observación General n° 20 sobre la efectividad de los derechos del niño durante la adolescencia, también encuadró el derecho a la identidad de género dentro del derecho a la libertad de expresión y el derecho al respeto a la integridad física y sicológica y a la no discriminación.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en su Opinión Consultiva n° 24 del año 2017, vinculó el derecho a la identidad de género con el derecho humano a la identidad y a la identidad de los niños, (citando el caso Gelman vs. Uruguay), y los derechos humanos a la libertad, a la libertad de expresión, a la no discriminación, al respeto al derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo y el principio de respeto a la opinión del niño o de la niña en todo procedimiento que lo afecte, de modo que se garantice su participación.
En su resolución del 11 de marzo de 2021 el Parlamento Europeo también estableció que los derechos de las personas LGBTIQ son derechos humanos.
De allí que resultó confirmado por organismos internacionales de derechos humanos lo establecido en la pionera ley argentina: que la naturaleza jurídica del derecho a la identidad de género es la de un derecho humano.
Así, por ser derecho humano el mismo resulta ser inherente a la persona humana independientemente de su edad, y goza de las características propias de los derechos humanos: Universales, Irrenunciables, Permanentes, Interdependientes, Progresivos, Irrevocables, Protegen la condición humana, Protegen especialmente a los sectores más vulnerables, No discriminación e Igualdad de oportunidades; y se deriva del carácter progresivo y no regresivo de este derecho que de concretarse cualquier pretensión de abrogarlo colisionaría con el bloque de constitucionalidad.
La motosierra a los derechos humanos no es argentina
Con usinas ideológicas en las llamadas nuevas derechas, de pretender minimizar, nace en Europa una tendencia a desdibujar o anular el reconocimiento de este derecho humano. Desde marzo de 2019, más de cien regiones, distritos y municipios de toda Polonia han adoptado resoluciones por las que se declaran exentos de la denominada ideología LGBTI o han adoptado “cartas regionales de los derechos de la familia”. En noviembre de 2020, la ciudad húngara de Nagykáta adoptó una resolución que prohibía la “difusión y promoción de la propaganda LGBTQ”. Consideró el Parlamento Europeo que las “cartas regionales de los derechos de la familia” utilizan una definición muy limitada de familia, a la vez que piden a los municipios que protejan los derechos de la familia en todas sus políticas, iniciativas y financiación.
El defensor del pueblo polaco para los derechos humanos presentó nueve reclamaciones contra algunas de las regiones, distritos y municipios que han aprobado resoluciones por las que se declaran exentos de “ideología LGBT”, lo que dio lugar a que cuatro resoluciones hayan sido declaradas inconstitucionales por los tribunales administrativos. En enero de 2021, la ciudad polaca de Nowa Dęba retiró la resolución por la que se declaraba exenta de “ideología LGBT” a raíz de la pérdida de un acuerdo de hermanamiento
con la ciudad irlandesa de Fermoy; y el distrito polaco de Sztum y la ciudad polaca de Tomaszów Mazowiecki retiraron sus resoluciones de adopción en septiembre y octubre de 2020 respectivamente.
Es por ello que, describiendo estas situaciones, el Parlamento Europeo consideró que la adopción de resoluciones de declaración de exención de la denominada ideología LGBT o de “cartas regionales de los derechos de la familia” forma parte de un contexto más amplio de discriminación y ataques crecientes contra la comunidad LGBTIQ en Polonia, con la consideración de la diversidad en materia de sexualidad, identidad y expresión como una ideología peligrosa, la intensificación de la incitación al odio por parte de autoridades públicas, cargos electos —incluido el presidente— y los medios de comunicación progubernamentales, así como detenciones de defensores de los derechos de las personas LGBTIQ, ataques y prohibiciones contra marchas del orgullo y programas y medidas de sensibilización, en particular en escuelas, y manifestaciones contra las personas LGBT; y que la incitación al odio por parte de las autoridades públicas legitima y atiza el clima de intolerancia y discriminación contra las personas LGBTIQ.
Agregó el Parlamento que el ejercicio de la libertad de expresión conlleva deberes y responsabilidades, en particular para las autoridades públicas, los políticos y los líderes de opinión, y consideró que no deben participar en la incitación al odio ni en ningún discurso que estigmatice a las personas LGBTIQ, y que deben denunciar enérgicamente y contrarrestar dichos discursos y estigmatización, incluso cuando sean emitidos por particulares.
El 23 de junio de este año, Amnistía Internacional España reportaba que en los Estados unidos de América, desde comienzos del año 2023, están viendo un proceso de violencia legislativa y de retroceso de derechos humanos de las personas LGTBI sin parangón y que en los últimos seis meses, se han registrado un total de 532 leyes que limitan abiertamente diferentes facetas de los derechos de la comunidad LGTBIQ+.
El pasado mes de noviembre, el PP de Isabel Díaz Ayuso recortó en el ámbito de la Comunidad de Madrid la Ley Trans de 2016, entre otras tantas cosas patologizando a las infancias trans y eliminando la inversión de la carga de la prueba en casos de transfobia, precepto que choca con el criterio establecido en la ley nacional 4/2023.
Ruidos de motosierra en Argentina
En principio, el 2023 ha sido un año positivo en cuanto a la afirmación del derecho humano a la identidad de género en el ámbito interamericano. En efecto, el 4 de febrero la Corte Interamericana de Derechos Humanos dictó sentencia en el caso “Olivera Fuentes vs Perú”, en el cual ratificó el principio de inversión de carga de la prueba cuando hay indicios de discriminación por orientación sexual y agregó como novedad que tal principio no solo rige para los Estados, sino que también aplica para las empresas en sus relaciones de consumo y laborales (parágrafos 108 y 109).
Sin embargo, en la Argentina electoral no han sido felices las expresiones de políticos y líderes de opinión que suenan más en la sintonía de las motosierras europeas y norteamericanas que en la armonía del sistema interamericano de derechos humanos. Recordamos entonces los dichos de Carlos Rodríguez, asesor económico de Javier Milei, y sus manifestaciones públicas afirmando que le «duele la barriga» cuando ve dos hombres besándose. Diana Mondino, actual ministra de Relaciones Exteriores, comparó la homosexualidad con tener piojos y no bañarse, y con tener que soportar la reacción de aquellos a los que no les gusta esa situación, en una peligrosísima justificación de la lgtbfobia. O el mismísimo Milei, en su entrevista con Jaime Bayly comparando las relaciones homosexuales con sexo con elefantes e ironizando con el consentimiento del elefante.
En su acto de asunción también asistieron reconocidos lgtbfóbicos como Jair Bolsonaro o Viktor Orbán, cuya ley lgtbfóbica ha sido objeto de demanda judicial por parte de quince países europeos.
En su discurso en las escalinatas del Congreso Nacional, Javier Milei afirmó que no viene a perseguir a nadie. Ojalá así sea respecto de nuestro colectivo LGBTIQ+ y se aparte de los discursos y prácticas lgtbfóbicos de sus socios de la llamada nueva derecha internacional.
Pero de no ser así, además de defender nuestros derechos humanos por las vías de la justicia local e interamericana, le recordaremos que hemos sido prohibidas por el Deuteronomio hace miles de años; hemos sobrevivido a la Inquisición; se nos colocó por los nazis el triángulo rosa al ingresar a sus campos de concentración y exterminio; hemos sido perseguidas en los centros clandestinos de detención de la oprobiosa dictadura genocida; hemos sido encarceladas por edictos policiales en dictaduras y democracias; y pese a todo, aún estamos.
A los lgtbfóbicos les tenemos una muy mala noticia: la naturaleza nos sigue pariendo trans, porque Dios nos hizo trans. A su imagen, y a su semejanza. Ojalá cumplan su precepto de respetar el proyecto de vida ajeno.
Nota
La Estela: tierra guaraní en escena

Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.
Por María del Carmen Varela
A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad. La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.
La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.
Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

Foto: Gentileza La Estela.
Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.
El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.
Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.
La Estela
El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA
Sábados a las 18 hs, hasta el 27 de septiembre
@laestela.obra
Nota
Litio: nace un nuevo documental

Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.
“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.
Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…
Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco.
LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.
“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.
El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.
LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:
“Esta historia continuará
¿Dale?”.
Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre

