Nota
Ni Billiken se salva: puertas cerradas en Editorial Atlántida y lo que pasa con la gente cuando la noticia es el despido
Una docena de trabajadores y trabajadoras de la centenaria Editorial Atlántida se encontraron imprevistamente sin poder entrar a sus lugares de trabajo. Algunos recibieron telegramas con falsas causas de despido. Otros se enteraron en la puerta a través de un listado que tenía el personal de intendencia. La situación del Grupo, el rol de Televisa. El directorio invisible y el misterioso fondo de inversión que (se supone) está a cargo. El desguace de publicaciones como otro reflejo del fin del periodismo y de la situación actual de los medios en Argentina.
Yasmina Dátola estaba de vacaciones en la costa con su marido y sus tres hijos cuando le sonó el celular. Eran sus compañeros de Editorial Atlántida. A sus 33 años, después de 12 de trabajo como cronista y redactora de Billiken, la icónica publicación de la editorial que el 17 de noviembre cumplirá 100 años de historia, se enteró por teléfono que estaba despedida. “Todavía estoy en shock”, dice a lavaca, aún en período de lactancia, porque su bebé cumple un año en abril. “Hace 15 días nos apuramos para cerrar la edición, preocupándonos nosotros por la pauta publicitaria, sin saber ahora si sale o no. Además, todavía no nos pagaron el sueldo de este mes”.
Su marido también trabajó en la revista como diseñador gráfico durante 20 años. Lo echaron en 2016. “A mí todavía no me mandaron el telegrama: me dijeron que estoy en una lista”, cuenta Yasmina.
“Además, a todos le inventaron una causa: quiero ver cuál es la mía”. El martes, sus compañeros llegaron y se encontraron con la puerta cerrada y una lista en manos de personal de intendencia. Muchos se enteraron así de su destino: iban a quedar en la calle.
¿Era algo que se imaginaban? Yasmina: “Desde siempre nos vienen diciendo que la revista da pérdida, echándonos la culpa a nosotros. Sabemos que todo influye: la situación del país, el precio del papel, las nuevas tecnologías”.
En noviembre se cumple el centenario de Billiken.
Yasmina: “Hablaron de festejarlo, pero hoy no hay staff. Así está el periodismo hoy”.
Así: sin metáfora.
Paparazzi informa
Hay 50 trabajadores y trabajadoras frente a la puerta de la Editorial, en Azopardo 565, entre carteles pegados en las paredes que gritan «No a los despidos». Se declaran en estado de asamblea permanente, con cese de actividades periódicas, la planificación de una actividad para el lunes y una movilización el martes a la Secretaría de Trabajo, donde tendrán una audiencia para exigir las reincorporaciones.
Felix Vallejos, delegado del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), redactor de Paparazzi, 10 años en la empresa, cuenta a lavaca el conflicto: “Empezamos en 2016 con 28 despidos. En 2017, otros 25. Allí, la patronal todavía era Televisa (mexicana), pero a principios de 2018 comienza a irse del país. Nombra al CEO que tenían, Luis Castro, como dueño de la empresa. Y a mitad de año le venden el Grupo a un fondo de inversión anónimo, que pone un nuevo directorio, que anunció que se iba a tomar el año para realizar un relevamiento de la situación con la idea de lanzar un plan de negocios para el 2019. En ningún momento el plan hablaba de despidos”.
Despido Para Ti
La primera señal fue cuando la revista Billiken modificó su frecuencia semanal y pasó a ser mensual. “La consecuencia fue la reducción del salario de los colaboradores permanentes y dejar sin trabajo a los que facturaban, los más frágiles de toda la cadena”.
Luis Allocati, otro de los delegados, diseñador gráfico en la revista desde 2010: “Despidieron a casi todos de la redacción. Éramos ocho y eso porque en los últimos años bajó el 30 por ciento. Echaron al jefe de arte, al de redacción, a la redactora especial y a la redactora. Hoy quedaron el coordinador, el director y el diseñador: no se podría seguir sacando así. Entonces, hacen así también un despido indirecto de todos los colaboradores. El director estaba sorprendido: nadie le había avisado”.
La situación se agravó cuando la Editorial dejó de imprimir La valijita, Para Ti Tejidos y Para Teens. “Dejaron un tendal de casi 20 colaboradores sin trabajo. Y lo que siguió fue que, hace 15 días, despidieron con causa a una compañera que había pedido licencia psiquiátrica, según ellos mal justificada. Hicieron lo mismo con otra compañera con licencia gremial. Y este martes llegamos y nos encontramos con la puerta cerrada”.
Hasta el momento los trabajadores contabilizan más de 15 despidos bajo esta modalidad, con supuestas causas inventadas por la empresa, para evitar pagar las correspondientes indemnizaciones. Sin embargo, temen que sean más.
Félix: “Supuestamente hay una lista de los compañeros que no podrían entrar en los próximos días”. El miércoles se sumó una trabajadora del área de Libros. “Entre los despidos están la directora de Para Ti, de Para Teens y el director de Gente, aunque a ellos no los citaron en un bar. De todas formas, no por eso es más amable: a la directora de Para Teens le dijeron que no le iban a pagar el sueldo de enero porque no tenían plata”.
La situación de la revista Gente también es incierta. Continúa publicándose y tiene un convenio con Infobae que publica sus contenidos, aunque no se sabe aún si eso continuará, si correrá el camino de las revistas que desaparecen o, como en el caso de otro emblema, El Gráfico, terminará lejos de la editorial que fundó Constancio Vigil.
El directorio invisible
Los trabajadores no pueden especificar quiénes son los actuales dueños o integrantes de ese fondo de inversión anónimo. Alocatti: “No se sabe nada. Cuando sacan al CEO, Luis Castro, nombran a Gutavo Pesce como presidente de la Editorial. Pero el Grupo Atlántida, que involucra la Editorial, Feria Puro Diseño, Atlántida Digital y Atlántida Austral (con expublicaciones de Televisa como Muy Interesante o Cosmopolitan), queda en manos del directorio, totalmente anónimo en su configuración. Incluso cuando nos logramos comunicar con gente de Legales, para saber qué teníamos que decirles a proveedores por publicidad u otras cuestiones, no sabían qué contestarnos”.
El 13 de julio de 2018, el portal iProfesional publicó un artículo con el siguiente título: “Con capitales nacionales, Editorial Atlántida conforma su nueva sociedad”. Allí informaron que “un grupo de inversores privados argentinos” decidió apostar por la editorial y que el nuevo CEO de la compañía sería Federico Polleto, ex Perfil, y sus directores ejecutivos serían Irene Sabalain, Juan Astibia y Gustavo Pesce.
Allocati: “Es la única info. No supimos quiénes son sus accionistas y quiénes están detrás”. Por esa razón, los trabajadores apuestan a continuar la difusión del conflicto y exigir la reincorporación en la audiencia del martes en la Secretaría de Trabajo.
Mientras tanto, en Argentina, el periodismo se continúa desangrando.
Nota
Proyecto Litio: un ojo de la cara (video)

En un video de 3,50 minutos filmado en Jujuy habla Joel Paredes, a quien las fuerzas de seguridad le arrancaron un ojo de un balazo mientras se manifestaba con miles de jujeños, en 2023. Aquella represión traza un hilo conductor entre la reforma (in) constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Pero Joel habla de otras cuestiones: su pasión por la música como sostén. El ensayo artístico que no se concretó aquella vez. Lo que le pasa cada día al mirarse al espejo. La búsqueda de derechos por los hijos, y por quienes están siendo raleados de las tierras. Y la idea de seguir adelante, explicada en pocas palabas: “El miedo para mí no existe”.
Proyecto Litio es una plataforma (litio.lavaca.org) que incluye un teaser de 22 minutos, un documental de casi una hora de duración que amplía el registro sobre las comunidades de la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, que a la par es zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo.
Además hay piezas audiovisuales como la que presentamos aquí. La semana pasada fue Proyecto Litio: el paisaje territorial, animal y humano cuando el agua empieza a desaparecer.
Esos eslabones se enfocan en la vida en las comunidades, la economía, la represión y la escasez del agua en la zona.
Litio está compuesto también por las noticias, crónicas y reportajes que venimos realizando desde lavaca.org y que reunimos en esta plataforma.
Un proyecto del que podés formar parte, apoyando y compartiendo.
El video de 3,50 minutos
Nota
Orgullo

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.
Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.
Y no es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Nota
Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?
El podcast completo:
Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

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